Introducción

El mundo globalizado es cada vez más exigente en términos de prácticas comerciales y cultura general, así como en la calidad de los bienes y servicios (^{Asencio et al., 2019}). La educación no es ajena a ello, el rol de las Unidades de Gestión Educativa es vital para el funcionamiento de la sociedad actual, y tal calidad es un desafío y una función que las instituciones de educación básica deben asumir, y para enfrentarlo se debe tener en cuenta la calidad en la enseñanza, investigación y difusión académica (^{Moncada-Horna et al., 2021}). Es por eso que las organizaciones, independientemente de su contexto geográfico y social, privado o público, necesitan contar con un control interno efectivo que realice una función de verificación, pero que actúa principalmente como una herramienta que facilite la mejora de su gestión (^{Ordóñez et al., 2021}). Por lo que se plantea la problemática: ¿cómo se lleva a cabo la gestión administrativa en Unidades de Gestión Educativa?

En ese sentido, este estudio nace a raíz de la necesidad de conocer la gestión administrativa en las Unidades de Gestión Educativa, ya que estas son las responsables de la gestión y desarrollo de la educación. La cual hoy se enfrenta a un contexto en constante cambio, al que debe adaptarse constantemente para cumplir con su función primaria. Por tanto, esta revisión tiene el objetivo principal de destacar la evidencia disponible sobre la gestión administrativa en Unidades de Gestión Educativa a partir de una revisión de artículos de la literatura científica. De igual manera, como objetivos específicos se desea conocer la importancia y las cualidades que debe tener un directivo para tener éxito en la gestión educativa. Finalmente, mencionar los beneficios que tiene lograr una buena gestión administrativa en Unidades de Gestión Educativa.

Según ^{Palomeque y Ruiz (2019),} la gestión administrativa se ocupa de promover la implementación y dirección de la institución hacia determinadas metas, las cuales se incorporan al plan estratégico de la institución. A la vez, ^{Mendivel et al. (2020)} define la gestión administrativa como las estrategias y mecanismos con el fin de ejecutar los objetivos de la empresa, por lo que es fundamental tener claro lo que se desea lograr. Es decir, que gracias a la gestión administrativa es posible lograr los objetivos de las empresas o instituciones.

Así mismo, ^{Anchelia et al. (2021)}, ^{Mendoza (2019)}, ^{Pacheco-Granados et al. (2018)} mencionan que la gestión administrativa es una actividad consensuada, vinculada a la acción regulatoria, pública o privada, a favor de un mecanismo que ayude a planificar, asignar y hacer funcionar flujos de información completa para la toma de decisiones para la realización de acciones que logren la eficiencia institucional.

Con respecto a la gestión administrativa en educación, Portocarrero et al. (2021) afirman que se fundamenta en las teorías y prácticas del campo de la administración en general y de la administración escolar en particular. Esta gestión se basa en la filosofía de la organización, la cual se refleja en la misión, visión y metas que guían a la organización y sobre esta base se definen la estructura y funciones de la organización.

Además, ^{Vásquez y Farje (2020)} plantean que los encargados de la gestión administrativa de una organización deben influir en los empleados y empleadas para obtener las metas deseadas; por tanto, el personal directivo debe caracterizarse por su capacidad de liderazgo para lograr una buena gestión y cumplir con sus funciones de manera eficiente. Asimismo, ellos son responsables de diseñar las estrategias de gestión necesarias que conduzcan al cambio y deben monitorear el proceso y tomar acciones de acuerdo con sus necesidades y adaptar estas estrategias a las necesidades de la organización (^{Tito et al., 2020}).

Estudios de ^{Pedraja-Rejas et al. (2021)}, ^{Hasek y Ortiz (2021)}, ^{Soto et al. (2020), Espinosa et al. (2021)} señalan que el liderazgo es visto como una habilidad esencial para mantener la competitividad de las instituciones, ya que el papel de líder o lideresa no se limita solo a gestionar los procesos de implementación, sino que también es responsable de apoyar el desarrollo, gestionar el cambio y construir cultura de calidad, con lo que se pueden generar nuevas ideas y aumentar los esfuerzos para lograr la eficiencia institucional (^{Cuesta y Moreno, 2021)}.

Sobre lo expuesto, se identifica a las personas directoras de las instituciones como encargadas de dirigir y planear la gestión administrativa de dicha institución con la ayuda de un equipo de trabajo para realizar el presupuesto escolar, el plan de estudios y evaluación (^{Díez et al., 2020}). Es por ello que todo el equipo que está a cargo de la gestión administrativa en las instituciones educativas debe tener una preparación idónea para realizar cambios en la estructura de la institución (^{Carrasco, 2018}). Asimismo, es necesario que todo el equipo de trabajo tenga en claro el papel que cumple junto con las tareas asignadas dentro de la institución (^{Flores et al., 2021}).

Es por eso que ^{Morillo-Flores et al. (2020)} mencionan que para lograr el éxito de una gestión administrativa en instituciones educativas se deben integrar procesos de gestión y educación de calidad, que aporten al mejoramiento de las personas y la sociedad, por lo que requiere que los pilares de la educación estén estrechamente vinculados a la vida de las personas administradoras, docentes, madres, padres y alumnado. Además, se deben reconocer las habilidades que tiene el personal de la institución (^{Rubier, 2019}).

Con todo lo anterior, la gestión educativa implica una forma de entender y comprender las actividades educativas, más allá de los procesos administrativos, ya que incluye procesos técnicos y educativos, así como procesos de gestión del talento humano (^{Posso et al., 2021)}.

Como antecedente, ^{Ordóñez et al. (2021)}, en su investigación titulada: Administrative management of higher education institutions: Catholic University of Cuenca-Ecuador, analiza la gestión administrativa de la Unidad Académica de Administración en la Universidad Católica de Cuenca en Ecuador y obtiene que la gestión administrativa cuenta con 67,59 % de nivel de confianza. Esto quiere decir que en algunas áreas de las instituciones existen debilidades en la gestión administrativa.

Por otro lado, ^{Sagredo y Castelló (2019)} demuestran en su investigación llamada Gestión directiva y clima organizacional en la educación de personas adultas en Chile, que existe una correlación positiva y significativa entre la motivación, la gestión administrativa y el compromiso del profesorado.

En una investigación de ^{Riffo (2019)}, la cual tiene como objetivo conocer la influencia de la gestión administrativa en el proceso de calidad en las escuelas de Chorrillos, pertenecientes a la jurisdicción de la Unidad de gestión Educativa Local 07 (UGEL), se aplicó un instrumento para medir la calidad educativa a 80 docentes, donde se concluyó que el 70 % de las maestras y maestros de preescolar habían desarrollado habilidades administrativas y el 85 % mencionaron que la gestión fue de buena calidad.

En la UGEL, anteriormente mencionada, se hizo otro estudio con una muestra de 155 del personal docente con el fin de analizar en las instituciones educativas la calidad de los servicios que ofrecen en el nivel inicial. Los resultados muestran que un 71,3 % de docentes de preescolar creen que las personas directoras de las instituciones de educación primaria han desarrollado habilidades de gestión y el 85 % del profesorado de educación inicial consideran que el servicio brindado en la institución es de alta calidad y el 12,5 % del servicio es bueno (^{Núñez et al., 2019b}).

En un estudio de ^{Cárdenas et al. (2017)} se demuestra que para satisfacer los requerimientos de la sociedad actual y operar con estándares de calidad, las instituciones educativas están comprometidas con el estudio de modelos organizacionales y elementos de liderazgo y gestión administrativa-aprendizaje para promover el desarrollo de proyectos innovadores en todos los niveles de la institución.

Todo esto impone al personal docente y administrativo los conocimientos, habilidades y fundamentos para el mejor desempeño de sus funciones, con el fin de ofrecer servicios educativos de calidad, en aras de una formación completa de estudiantes. Por ese motivo es que una buena gestión administrativa es un factor muy importante para la mejora de los factores determinantes del nivel de calidad en un proceso de aprendizaje en las unidades de gestión educativa.

Metodología

En palabras de ^{Reyes (2020),} un artículo de revisión es un análisis retrospectivo de la investigación recopilada en la literatura sobre un tema considerado de interés para una audiencia general o especializada. Es por eso que el diseño utilizado en este artículo de revisión es propuesto por ^{Gómez-Luna et al. (2014)} y su metodología se basa en 4 etapas, pero se hará uso de las 3 últimas.

Resultados

La gestión administrativa es un proceso que incluye cuatro funciones básicas: planificación, organización, dirección y control. Además, está a cargo de la persona directora general, quien supervisa las operaciones de la organización para asegurar que los recursos se utilicen adecuadamente y la información fluya de manera eficiente (^{González et al., 2020}).

En esta sección se presentan los resultados (Tabla 3).

Según la Tabla 3, el 20 % de los artículos seleccionados fueron investigaciones realizadas en Costa Rica, el 20 % en Colombia, el 10 % en Ecuador y el 50 % en Perú.

Para desarrollar este estudio se realizó un análisis detallado e individual de cada artículo ingresado en la tabla de resultados. Es a través de esta metodología que se identifican los temas más importantes relacionados con la gestión administrativa en unidades de gestión educativa.

La investigación de ^{Miranda et al. (2018)} sobre la gestión administrativa que se realiza en las instalaciones de dirección 1 y unidocentes pertenecientes a la comunidad rural de Sarapiquí en Costa Rica, hace mención sobre la multiplicidad de labores que realiza el personal docente, ya que este planifica, dirige, coordina y supervisa las actividades técnicas y administrativas, lo que trae consecuencias negativas en la labor como docente con respecto a los estándares para la evaluación, uso y aplicación de métodos, técnicas, procesos de enseñanza y en el uso de materiales didácticos. En consecuencia, se resta el tiempo de enseñanza al estudiantado, lo que afecta negativamente el logro de metas y objetivos en cada nivel de educación básica.

Las opiniones del personal docente y administrativo sobre aspectos sobresalientes para la gestión del programa son esenciales para entender la práctica diaria en las instituciones educativas. Si estas requirieron algún cambio para la mejora de los centros educativos, se debe prestar atención a los pensamientos de las personas que lo integran. Por ello, ^{García-Martínez et al. (2017)} en su investigación analiza aspectos que se relacionan con la gestión curricular desde el punto de vista de la docencia y dirección, y hace referencia que la participación del personal docente en espacios de diálogo académico, que permite una mejor comprensión del aspecto global de la educación más que desde un punto de vista particular. Asimismo, los resultados muestran que existe un vínculo claro entre la gestión curricular y los procesos del aula, así como las redes de apoyo clave a disposición de los centros educativos acreditados.

Discusión

En este apartado del artículo se exponen y discuten los resultados presentados anteriormente utilizando teorías y trabajos previos relacionados con el tema. El propósito de esta revisión bibliográfica es ahondar en el conocimiento de la gestión administrativa en unidades de gestión educativa, ya que la calidad de esta comienza con la educación. Sin embargo, cuando la calidad no se refleja en las actitudes y actividades de las personas dentro de la organización, las personas gerentes notarán y observarán factores como la falta de motivación, la insatisfacción y otros factores. Con características similares se encontró la investigación de ^{Cerdas et al. (2017)}, donde se sostiene que la gestión administrativa se fundamenta en que el centro educativo desarrolla una obra transformadora, por tanto, depende de la participación de cada integrante de la comunidad educativa para que todos los esfuerzos se dirijan en una sola dirección. Asimismo, ^{Rojas y Castillo (2017)} mencionan que las personas administradoras educativas deben buscar la participación activa de los maestros, maestras, madres, padres, representantes, y miembros de la comunidad, con su atención en las necesidades de la escuela, la seguridad y protección entre integrantes, y desde el involucramiento emocional entre todas las personas. Es decir, para lograr una buena gestión administrativa es necesario que todas las partes involucradas se unan y se comprometan para obtener una institución de calidad.

De acuerdo con esta revisión bibliográfica, es posible determinar que en una buena gestión administrativa existe liderazgo, comunicación, inteligencia emocional y satisfacción laboral. Asimismo, en el contexto educativo, asegurar que la educación sea efectiva en la vida del estudiantado, puesto que hace productivos los recursos humanos. En efecto, lo mencionado concuerda con lo expresado por ^{Cornelio y Sánchez} (2018): las personas encargadas de lograr una gestión administrativa de calidad tienen que poseer la capacidad del liderazgo. De igual modo, las lideresas y líderes directivos deben ser conscientes de lo que significa tener disposición a esperar y participar en los cambios compartiendo este conocimiento y métodos en beneficio del crecimiento de la institución. Se sabe que, junto con la enseñanza, el liderazgo y la gestión escolar de calidad son clave para mejorar el rendimiento del estudiantado. Sin embargo, el liderazgo pedagógico no es el sello distintivo de muchas escuelas. El personal directivo carece de la capacitación, el desarrollo, el estímulo y el apoyo adecuados para centrarse en mejorar la calidad de la instrucción y el rendimiento del estudiantado y fortalecer las relaciones entre las escuelas y la comunidad.

De igual forma, el liderazgo debe ir de la mano de una buena comunicación, como ^{Márquez et al. (2017)} y ^{Contreras y Garibay (2020)} manifiestan, que la comunicación es un elemento principal en la vida de las organizaciones, funcionan bien y crean la identidad de la organización. Cabe recalcar que la comunicación permite alcanzar de forma eficaz el liderazgo y así transformar la cultura organizativa. Por tanto, se puede decir que la comunicación es un factor muy importante para lograr una buena eficiencia en la gestión. Por otro lado, el personal ejecutivo suelen ser personas emocionalmente trascendentes y hay muchas circunstancias en las que ellas influyen de manera decisiva en su gestión. Por lo tanto, se debe prestar más atención a la inteligencia emocional, ya que esta puede marcar la gestión (^{Pereda et al., 2018}). En ese sentido, las personas gestoras administrativas deben poseer cualidades como la inteligencia emocional para poder afrontar las situaciones que atraviese la institución. De igual modo, la comunicación es fundamental para el liderazgo y el desarrollo de la institución. Sin una comunicación eficaz, las personas directivas no podrían comunicar los objetivos de la institución a los grupos de trabajo. Todas estas cualidades mencionadas fomentan la satisfacción laboral en las organizaciones (^{Bendezú-Pacífico, 2020}). Las personas líderes deben ser capaces de utilizar la intención para que comprendan, pero también deben dejar en claro que están interesadas ​​en comprender a las demás. En otras palabras, las estructuras organizacionales rígidas o piramidales, que favorecen la comunicación lineal, lenta e ineficiente, han quedado en el pasado. El desafío de un líder o lideresa hoy es comprender a las demás personas y comunicar, a través de canales de interacción horizontales cada vez más complejos, las metas que se propone alcanzar.

Cabe destacar que la gestión administrativa necesita estrategias que lideren la organización, esto ayuda en el logro de las metas, la dirección, la organización, el control y la planificación (^{Meléndez y Delgado, 2020}). Esto significa que para tener una buena administración se requieren presupuestos organizados y planificados. Además, asegurar que los espacios accesibles dentro de la institución promuevan la inclusión de cada estudiante (^{Ledesma et al., 2020}). Finalmente, es importante enfatizar que mantener una buena gestión administrativa no es una tarea fácil, ya que esta implica el compromiso que asegure la participación de todos los integrantes de la institución en armonía y con espíritu de equipo (^{Siñani, 2021}). El liderazgo y el desarrollo escolar son temas que preocupan a toda la comunidad educativa y al personal docente, que como actor central debe involucrarse activamente.

Conclusiones

La revisión literaria ha permitido determinar que la gestión administrativa en unidades de gestión educativa es importante para el desarrollo de las instituciones educativas basadas en una buena planificación, organización, dirección y control. Además, tener la capacidad de poder identificar necesidades y requerimientos, así como delinear la jerarquía y funciones de las personas subordinadas, respetando las metas y objetivos planteados de acuerdo con los propios recursos, teniendo esta competencia de liderazgo, empatía, comunicación, asertividad y, sobre todo, la motivación del personal, promueve constantemente el reforzamiento de los objetivos de la organización. Esto beneficia la enseñanza y el aprendizaje del estudiantado, así como el desarrollo profesional de las personas integrantes de la institución, de modo que se puedan cumplir los estándares de calidad.

En cuanto a las cualidades que debe poseer una persona gerente administrativa se encuentran: liderazgo para lograr una toma de decisiones adecuada y efectiva para crear una educación de calidad. De igual manera, la importancia de la gestión administrativa en Unidades de Gestión Educativa es lograr un aprendizaje de calidad, es decir, involucra la toma de decisiones, la calidad de los procesos, el trabajo en equipo, el ejercicio del liderazgo, la religión y la práctica en la comunidad educativa.

Cabe señalar que el mantenimiento de una buena gestión administrativa dentro de la gestión educativa necesita del compromiso de todos los miembros de la institución, ya que colabora en su optimización y organización de esta. De igual modo, se deben implementar estrategias y métodos que favorezcan al crecimiento de la gestión administrativa y brinden en las instituciones el cumplimiento de las metas, una buena organización, planificación y control.

Entre los futuros desarrollos de esta línea de investigación, cabe proponer el estudio del impacto que posee una buena gestión administrativa en la calidad de la educación básica. Se recomienda que se continúe con la investigación de esta temática, ya que puede contribuir a las personas directivas a tener un perfil adecuado que pueda desenvolverse en su institución educativa y que esta impacte positivamente en el estudiantado y personal docente. Desde el punto vista práctico, se recomienda realizar un estudio sobre las cualidades que poseen las personas directivas de instituciones de educación básica y destacar la importancia del desarrollo de cualidades como el liderazgo en la gestión.

Recomendaciones

A los directores y directoras de las instituciones de educación básica se les recomienda capacitarse en habilidades de comunicación y liderazgo para lograr el éxito escolar y contribuir con su desarrollo profesional.

Asimismo, es necesario evaluar constantemente al personal docente, es por ello que se recomienda realizar una evaluación de desempeño cada semestre educativo, para evaluar el desenvolvimiento como docente por parte de una comitiva experta evaluadora, así como tomar en cuenta la opinión del alumnado, para ello se recomienda realizar una encuesta de desempeño docente.

Es importante que las instituciones con buenas prácticas de alta calidad compartan sus experiencias con escuelas de baja calidad o capacidad limitada para mejorar. Es por ello que sería muy beneficioso que las escuelas trabajen con otras escuelas para que compartan las experiencias de sus maestros, maestras, directoras y directores.