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InterSedes

On-line version ISSN 2215-2458Print version ISSN 2215-2458

InterSedes vol.19 n.40 San José Jul./Dec. 2018

http://dx.doi.org/10.15517/isucr.v20i40.35663 

Artículo

Elementos identitarios de la zona occidental de Costa Rica presentes en diez relatos sobre duendes, sustos y apariciones

Identity elements of the western zone of Costa Rica present in ten stories about goblins, scares and apparitions

Patricia Quesada-Villalobos1 

1 Costarricense. Docente y representante de Sedes en el Consejo Universitario Universidad de Costa Rica. Email: patricia.quesada_v@ucr.ac.cr

Resumen

Este artículo analiza diferentes elementos identitarios en diez textos escritos a partir de un corpus de grabaciones, el cual se realizó mediante entrevistas a distintos informantes del cantón de San Ramón, Alajuela, Costa Rica. Las historias están relacionadas con personajes como los duendes o las brujas y algunas apariciones de monstruos, almas u objetos mágicos. No obstante, a partir del análisis de los relatos se desprenden aspectos como la importancia de la religión, las costumbres de la época, las comidas, algunos hechos históricos relevantes en la historia del país, las formas de diversión, entre otros, que denotan diferentes manifestaciones culturales que caracterizan la historia de los pueblos rurales en la región occidental de Costa Rica.

Palabras claves: Literatura; identidad; oralidad; patrimonio cultural; Costa Rica

Abstract

This article analyzes different identitary elements in ten texts written from a corpus of recordings, which was carried out through interviews with different informants from the canton of San Ramón, Alajuela, Costa Rica. The stories are related to characters such as elves or witches and some appearances of monsters, souls or magical objects. However, from the analysis of the stories, aspects such as the importance of religion, customs of the time, meals, some historical facts relevant to the history of the country, forms of entertainment, among others, denote different cultural manifestations that characterize the history of rural towns in the western region of Costa Rica.

Key Words: Literature; identity; orality; cultural heritage; Costa Rica.

Introducción

Durante el 2013 y 2014, como parte de las actividades que se organizaron para el desarrollo de un proyecto de investigación denominado "Cuentos de duendes, sustos y apariciones: oralidad y construcción de identidades", inscrito en el Centro de Investigaciones sobre Diversidad Cultural y Estudios Regionales (CIDICER), de la Universidad de Costa Rica, se entrevistaron a adultos mayores de diferentes distritos del cantón de San Ramón en la zona occidental del país. Lo anterior con el fin de que narraran historias que les había sucedido a ellos o que habían escuchado, relacionadas con duendes, sustos o apariciones. La idea era obtener un corpus que sirviera como base para la elaboración de diez relatos relacionados con el patrimonio cultural de la región.

Una vez analizado el corpus se eligieron aquellas narraciones que podían convertirse en textos literarios, de este trabajo se obtuvieron los siguientes cuentos: “Apariciones”, “De la Mano a la Mona”, “No seas pendejo Joaquín”, “Sin remitente”, “Dicen que en el potrero”, “Procesión de las ánimas”, “La bruja culeca”, “Bailando con Filomena”, “Con el sombrero al revés” y “Bajo la flor de la piñuela”( textos que no han sido publicados). En ellos existen matices culturales relacionados con el papel de la religión, tradiciones, costumbres, formas de vida, interrelaciones sociales, comidas, celebraciones, entre otros aspectos, que develan los rasgos identitarios de la zona occidental de Costa Rica.

En esta comunicación se pretende analizar cada uno de estos elementos, con el fin de determinar algunas características que definen la identidad de esta región.

El relato oral y el locus de la enunciación

La oralidad es uno de los medios que utiliza el ser humano para mantener viva una memoria colectiva, conformada por el capital cultural que cada pueblo logra obtener a través de los años y que, de una u otra forma, condiciona la forma en que se van construyendo las identidades.

Mediante este proceso también se logra la constitución de un locus de enunciación común, a partir del uso de diferentes códigos particulares pertenecientes a un grupo social, en donde se busca crear espacios que dejen huellas mediante discursos como relatos, canciones, adivinanzas, coplas y otros registros, con el fin de resguardar formas de representación social equivalentes a la realidad auto-percibida y socialmente construida.

Presencia de la iglesia católica

Según Rodríguez (2001) la iglesia católica ha tenido un importante papel en el desarrollo de la zona occidental de Costa Rica, ya que determina no solo la visión de mundo, sino también las formas de conducta que se visualizan en diferentes celebraciones y prácticas sociales de las comunidades:

La influencia del catolicismo es fundamental, pues aporta la visión del mundo que impregnan las prácticas y comportamientos de la vida cotidiana así como las festividades más importantes de la cultura religioso-popular costarricense: la Semana Santa, las Quemas de Judas, la Navidad, las fiestas patronales. ( p.p. 76-77)

En el corpus estudiado aparecen una serie de aspectos que indican la influencia del catolicismo en el mundo narrado, en ocasiones hay pasajes que legitiman el papel de la religión, no obstante, también hay aspectos que lo cuestionan.

En el cuento “Apariciones”, por ejemplo, se hace mención de un rito católico muy importante: la persignación. El significado de esta acción está relacionado con la protección que adquiere quien la ejecuta de aquellos males que podría recibir, ya sea de otra persona o de algún designio sobrenatural: “la mayoría de vecinos se había persignado".

Sin embargo, en los relatos se presentan diversas costumbres religiosas que se combinan con prácticas populares paganas y que funcionan como medios de protección, pues mientras algunos pobladores utilizan el rito católico de persignarse contra los poderes mágicos que se le atribuyen a las brujerías, otros personajes creen que poniéndose la ropa al revés o pronunciando la súplica de resguardo se librarán del mal temido. En este sentido, se deja ver que la doctrina del Poder Divino no es absoluto, pues debe combinarse con otras creencias para asegurar su efectividad: " De hecho, algunas señoras, las más ancianas y las más devotas, rezaban a todo pulmón la infalible súplica de resguardo Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal… mientras que los varones, y también unas pocas jóvenes dadas al espectáculo, empezaban a quitarse la ropa y a vestirse con ella al revés

Por otra parte, en el cuento citado, se utiliza la oración del “Santo Fuerte” como un simple nexo gramatical o una expresión de asombro, de esta forma, la oración pierde el sentido religioso que posee, sobre todo si se considera el significado literal que se le otorga al reiterar, en tres ocasiones, el carácter de santidad y las respectivas nominaciones que se le atribuyen a la divinidad: “Dios”, “Fuerte” e “Inmortal”:

y los vecinos, quienes experimentaban el horror de lo desconocido, sintieron cómo si de golpe el veneno de un alacrán les ascendiera por el espinazo. Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal... «No tenían ojos -aseguró Constancia Hidalgo semanas después, balanceándose en la mecedora del corredor.

Además, en el cuento “Bailando con Filomena” se alude a la confesión, rito católico que consiste en contarle a un sacerdote las faltas que la institucionalidad de la iglesia ha estipulado como pecados, con el fin último de que sean perdonados mediante este hecho y con el consecuente arrepentimiento que debe traer experimentar una profunda culpa, de ahí que el proceso culmine con la penitencia impuesta por el sacerdote.

No obstante, el narrador del relato considera este misterio una fantasía, es decir, niega la existencia de uno de los sacramentos más importantes de la fe católica: “sin embargo, él, escéptico de toda fantasía salvo el caso de la confesión cristiana”.

Una de las figuras más relevantes en las comunidades rurales de Costa Rica es el sacerdote, pues constituye un elemento fundamental en la organización de la iglesia católica, simboliza la presencia divina en la tierra, así lo establece el Catecismo católico cuando afirma “Obedeced todos al obispo como Jesucristo a su Padre, y al presbiterio como a los Apóstoles; en cuanto a los diáconos, respetadlos como a la ley de Dios. Que nadie haga al margen del obispo nada en lo que atañe a la Iglesia”. (Catecismo de la Iglesia Católica (2005)

No obstante, en el texto “Apariciones” el padre Bonifacio Calvo se describe en forma caricaturesca, su mismo nombre alude a una persona buena y sin cabello, el miedo extremo que experimenta lo asocia con rasgos pueriles: “sudaba la tinta gorda del espanto. “¡Nos llegó la hora!-gritaba el padre Calvo agitado, tratando de contener el corazón con la mano porque en cualquier momento le reventaría en el pecho-.¡Belcebú viene por nosotros!”.

Junto con el padre Calvo están dos monaguillos que son descritos en forma similar al sacerdote, se representan como un par de animalitos, es decir, han perdido su condición de seres humanos racionales, que ante la imposibilidad de controlar el miedo, lloran desesperadamente y hasta tiran al suelo las monedas, es decir, en ese momento el dinero no tiene relevancia, pues creen que el fin del mundo, mito cristiano muy arraigado en el imaginario popular y que es descrito en el apocalipsis, se vaya a cumplir:

Temiendo el apocalipsis, arrojaron las monedas al suelo, se miraron entre sí y se dejaron dominar por la desesperación. Mientras berreaban angustiados(…)”. Ante tal situación se presenta una lucha simbólica entre el sacerdote y la bestia, el primero se ha recluido en la iglesia con los monaguillos y optan por protegerse del animal mediante el rezo del acto penitencial, los tres inician confesando su pecado mientras la bestia intenta opacar las palabras por medio de la furia que se evidencia con la fuerza de los golpes en la puerta de la iglesia, aquí se entabla una lucha en un contexto desigual, pues mientras el taurino posee la fuerza brutal suficiente para tirar la puerta, el sacerdote y los monaguillos solo pueden contener el ataque rezando el Yo Pecador, es decir, el combate se establece entre la fuerza física contra la culpa.

Al final de la lucha, el toro abandona el ataque sin explicación alguna, lo que demuestra la efectividad de la confesión de la culpa, pues el ansiado milagro se concreta, visión que corresponde a la forma en que los creyentes asumen la realidad mediada por la presencia del catolicismo:

Allí, hincados los tres, se santiguaron y comenzaron a rezar el acto penitencial en un murmullo trémulo. Yo confieso ante Dios Todopoderoso y ante vosotros hermanos… El taurino blanco continuó avanzando a todo tropel, pero se detuvo frente a la iglesia por un instante. Cabizbajo, arrancó la tierra con sus pezuñas de excavadora y tras bramar con la voz profunda y fúnebre de mil ánimas, arremetió bárbaramente contra la puerta. Que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y ¡pum!, sonaba la madera cediendo ante las embestidas. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa… y otra vez aquel bramido infernal. Por eso ruego a Santa María siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y ¡pum!, las lágrimas descendían tristes por las mejillas de los monaguillos y… a vosotros hermanos, que intercedáis por mí ante Dios, Nuestro Señor. Amén. Y de pronto, las embestidas cesaron. La criatura abandonó su tentativa de echar la puerta del templo abajo, y dando vuelta sobre su espinazo de diplodocus, partió hacia otra dirección. Apenas lo escucharon marcharse, el padre Bonifacio Calvo y los monaguillos suspiraron del alivio.

Esta situación sucede en el relato “Procesión de las ánimas” en donde el personaje principal, mujer fisgona que acostumbra mirar a sus vecinas, sufre el espanto de ser asustada por una procesión de almas en pena, que le entregan un hueso de muerto y que ella confunde con una vela. El sacerdote del pueblo le aconseja tirar agua bendita, la mujer lo hace y las ánimas no la vuelven a asustar. En este caso el agua bendita surte el mismo efecto que la oración, pues constituyen objetos mágicos que resuelven situaciones problemáticas y restablecen el equilibrio alterado.

Otros personajes importantes dentro de la religión católica son las ánimas del purgatorio, quienes representan la culpa y la soledad del ser humano. Aparecen en dos relatos: “Apariciones” y “Con el sombrero al revés”. En el primero se expresa cómo un demonio toro las orienta y las conduce hacia un caserío de San Isidro, mientras una de ellas establece contacto visual con dos de los personajes del relato, aspecto que demuestra la soledad y el dolor del espíritu:

Vicente, Rosario y su hijo Luis, que durante aquellos días de apariciones no se habían atrevido a salir después de las seis de la tarde, se quedaron despiertos mirando perplejos a través de las hendijas de la pared de madera cómo el Toro Albino, corriendo en la dirección opuesta al viento, avanzaba a la cabeza de una turba de almas en pena en una carrera de espanto hacia Calle Palmitos. Uno de los espíritus rezagados cruzó la vista con Rosario y el niño Luis. En ese momento, ambos reconocieron el dolor y la soledad en su mirada y se estremecieron de la angustia.

Sin embargo, en el relato “Con el sombrero al revés” se les atribuye la capacidad de despertar al personaje llamándolo por su nombre a la hora que se les solicite, acción que provoca miedo en el protagonista: “-Vea, me cogió tanto miedo que nunca más les volví a pedir. ¿Usted sabe que para despertarse a las cinco o seis de la mañana usted puede llamar a las ánimas, verdad? Bueno, yo por curiosidad una vez les pedí que me levantaran a las cinco, y no sé si habrá sido una cosa psicológica o de la mente que me traicionó, pero en la madrugada escuché donde me decían Carliiitos… Carliiitos… ¡Juepucha!”. Como se puede apreciar en el ejemplo anterior se vuelve a insistir en la duda de la existencia de las ánimas y su llamado efectivo por las mañanas.

No obstante, en el texto “Procesión de las ánimas”, las almas en pena tienen como objetivo cambiar la conducta morbosa de Rosa, ya que posee la costumbre de fisgonear a sus vecinas: “hace mucho tiempo había una mujer muy vina, a quien, vale decir, ni siquiera le había visto el color de las cejas, pero de la que se sabía que se asomaba por las puertas o las ventanas para espiar a las vecinas.” Ante esta situación las ánimas se le aparecen y le entregan un hueso de muerto, con el fin de que corrija su comportamiento.

Como puede apreciarse, el narrador utiliza el miedo para evidenciar lo que realmente piensan y sienten los personajes ligados a las prácticas religiosas, aspecto que pone en duda la fe o las creencias establecidas. En este sentido, los textos presentan una dualidad que por una parte reproduce el imaginario popular con respecto a la religión y, por otra, lo cuestiona.

Lo verosímil

Los textos literarios analizados en este documento están estrechamente relacionados con la realidad circundante, aunque el componente ficcional sea uno de los elementos más importantes. Esta correspondencia permite un diálogo permanente entre lo cotidiano y el texto que se acentúa en los relatos de carácter popular. Cervera (2001) afirma que la literatura es el medio por el cual se expresa un mundo en relación con su referente histórico y geográfico más inmediato que trasciende la eventualidad y su inconsistencia, con el fin último de encontrar una representación significativa de esa realidad.

En los relatos mencionados existen elementos que expresan datos referenciales y la mención de lugares es uno de ellos. Entre los territorios anotados se encuentra el nombre de dos cantones colindantes: San Ramón y Naranjo. El texto que alude a este aspecto se titula “Bailando con Filomena” donde se narra la historia de Ambrosio, personaje proveniente de San Isidro, (distrito de San Ramón), que decide emprender un viaje hacia San Roque, (distrito de Naranjo), con el fin de participar del “turno” de este lugar. El trayecto tarda varias horas, pues debe hacerlo caminando, ya que en la época donde se ambienta el cuento no existían medios de transporte mecánicos.

La evocación de nombres geográficos de cantones, distritos y caseríos en los relatos concuerdan con el nombre real de lugares pertenecientes a la región occidental de Costa Rica. Por ejemplo, los relatos “Apariciones”, “Bailando con Filomena” y “La bruja Culeca” se ambientan en San Isidro. La reiteración de este pueblo no es casual, ya que es en este lugar donde existe una importante tradición oral de sustos, duendes y apariciones que lo distingue de los demás distritos, según la investigación.

Además, es el único lugar que registra un informante de 24 años que asegura haber visto a los duendes y afirma que tuvo que huir desesperadamente, ya que bajando de La piedra de San Isidro (lugar muy popular de la zona, donde se puede visualizar desde lo alto la cuidad de San Ramón) fue perseguido por el oso caballo que lo asustó, sobre todo por los alaridos espantosos que emitía, así como los resoplidos que sintió en la espalda cuando “el bicho” logró acercarse, lo atemorizó también el ruido que hacía cuando caminaba, ya que las ramas que estaban tiradas en el suelo crujían fuertemente y se podían escuchar las pisadas enérgicas de su cuerpo en la tierra.

De este distrito se nombran varios caseríos, entre ellos se encuentran: Calle Varela, el Bajo de los Ramírez y Calle Palmitos. Del cantón de Naranjo se mencionan los distritos de San Miguel y San Roque.

No obstante, del cantón de San Ramón, además de San Isidro también se hace alusión al distrito de Santiago y a los barrios de Calle Valverde, Barrio Belén y El Tremedal.

Otro aspecto que le otorga verosimilitud a los textos es la alusión a acontecimientos históricos, en este sentido en el cuento “Apariciones” se alude a la Guerra del 48 cuando se afirma "Se nos vinieron los del 48!”. Este enfrentamiento bélico se dio entre dos bandos, uno conformado por los seguidores de Calderón Guardia y los comunistas en contra de los social-demócratas, hecho sucedido en Costa Rica en 1948.

Finalmente, es importante anotar que en relación con este aspecto, el narrador alude al carácter verosímil del relato en el cuento “Con el sombrero al revés”, ya que afirma que tanto los acontecimientos que se narran como el nombre de los personajes son reales: “Las circunstancias no son menos reales ni verosímiles que los nombres”

Sin embargo, aunque en los textos se hace mención de acontecimientos históricos, referentes geográficos reales y la afirmación del carácter creíble tanto de los acontecimientos como de los nombres de los personajes, con el fin de otorgarle al texto literario un perfil de verosimilitud, el narrador utiliza técnicas que se contraponen a esta característica.

Por ejemplo, en el cuento “No seas pendejo Joaquín”, Ñor Joaquín es asustado por el espanto de un amor al que le había ocasionado algún daño y ahora regresaba para cobrarle la deuda moral que tenía: “Midiéndose las caras, a Ñor Joaquín le pareció reconocer en ella un amor olvidado y de inmediato tuvo la impresión de cargar la culpa de alguna deuda no saldada”, en esta cita se evidencia cómo la mujer ahorcada representa la proyección de su propia culpa y los valores éticos dominantes que ha introyectado. Es decir, el fenómeno sobrenatural del espanto, es el producto de sus propias contradicciones emocionales no resueltas.

Por otra parte, en el relato “Bailando con Filomena” el narrador utiliza la broma, ardid planeado por los hermanos Ureña para crear un ambiente fantasmal que aleje a Ambrosio de Filomena, pues era pretendida por Marco Ureña, de esta manera se invalida la posibilidad de creer en estos acontecimientos maravillosos (que son considerados como reales para muchos) cuando se afirma que “todos ignoraban que las leyendas, al igual que cualquier otra oralidad perdurable, también pueden nacer de una broma”.

El hermano menor de los Ureñas es considerado un charlatán por dedicarse a tramar este tipo de burlas. Es justamente por él mismo que el lector puede reconocer la historia del cadejos, según su versión, y la reacción de amargura que provoca en la comunidad develar el origen de una leyenda que deja de serlo en tanto se descubren las condiciones de su existencia, el odio que siente el pueblo por este personaje representa la imposibilidad de seguir creyendo en un mito que le ha dado un sustento identitario que se le arrebata:

¿Se acuerda, hermano» le preguntó a Marco en algún momento de la fiesta «el dos de noviembre que solté al perro con cadenas en el barrio y los vecinos pensaron que era el Cadejos?» Pero la noche de esa broma, los niños lloraron manantiales y cuánto odiaron a los hermanos después de que descubrieron que tan solo era una farsa.

Además, en el relato “Con el sombrero al revés” el narrador vuelve a hacer uso de esta técnica, pues el acto sobrenatural que experimenta el personaje y que él cree que es producto de la brujería, la voz narrativa, perteneciente a la hija del personaje, se lo atribuye al acoholismo: “Dice que se encontraba por el lado de Barrio Belén y pensó que podía ser brujería. Se acordó que para deshacer el maleficio uno se ponía las cosas al revés. Entonces le dio la vuelta al sombrero y efectivamente apareció en la entrada donde Paco, por Calle Valverde. Claro, a papá le gustaba el traguillo eso sí.”

Es decir, la voz narrativa de los relatos en estudio propone que los cuentos de apariciones y sustos son producto de las mismas condiciones psico-sociales de los personajes, pues pueden tener su origen en problemas sociales como el alcoholismo, la capacidad de imaginar y llevar a la práctica bromas para divertirse a partir del susto que se le puede ocasionar a otra persona, o las condiciones emocionales de los personajes, ya sea por el miedo o las inseguridades que posea y que son interpretadas por los mismos personajes como una “cosa psicológica o de la mente”

Las comidas tradicionales: una forma de expresión patrimonial

En los relatos estudiados se menciona la bebida caliente del agua dulce, preparada con tapa de dulce derretida, alimento muy común que se elabora en el trapiche y que fue un producto comercial muy importante, ya que por los años cincuenta, las familias que podían comprar la maquinaria hacían dulce para venderlo en el mercado de la ciudad. “Esa noche, Rosario Benavidez retiró la cafetera del horno de leña, se acercó con ella a la mesa de la cocina y vertió un jarro de aguadulce para su hijo Luis”.

Como lo indica la cita anterior, la preparación de la comida se lleva a cabo en cocinas de leña, ya que en la época que refieren los textos no se contaba con el servicio público de la electricidad.

Por otra parte, en el relato “Bailando con Filomena” se hace alusión al turno, manifestación cultural que gira en torno a festividades religiosas heredadas de la época colonial que revelan valores culturales de gran importancia para la identidad de esta región (Badilla y Solórzano, 2006), pues en estas actividades se combinan acciones religiosas con prácticas profanas, según lo indican los investigadores, como la ingesta excesiva de alcohol, el baile y la resolución de conflictos a punta de puñetazos, este último aspecto se manifiesta en la siguiente cita:

Nunca se supo bien cuando, de un momento para otro, Ambrosio sufrió un arrebato pasional, se encaramó al tableado y separó a la pareja. «¡idiay!» reaccionó Marco con una furia endemoniada. «¿Qué diantres le pasa?» Y entonces Ureña intentó pulverizarlo incrustándole los nudillos en la mandíbula, pero Ambrosio se capeó el puñetazo y de inmediato la Filomena se apartó sumándose a la ronda que se había formado alrededor de los buscapleitos. «¡Dele duro!» decían algunos. «¡No deje que lo mangoneen!» gritaban otros y todos chiflaban y aplaudían el espectáculo como si estuvieran en una gallera.

Además, importa enfatizar que, sin lugar a dudas, una de las atracciones más significativas de estas fiestas es la comida, pues los lugareños se unen en el comedor del pueblo para preparar los platillos tradicionales de Costa Rica, con el fin de venderlos y consumirlos sin ningún tipo de restricción:

Servidos en ollas y platos de losa, había picadillos de papa, arracache y palmito con huevo, mieles de ayote, toronja y piña, bizcochos, buñuelos, panes de yuca y elote, tamales de cerdo, sopa de mondongo, lomito de ternera, carne al humo, arroz con leche, en fin, absoluta libertad para el hartazgo.

El turno, según Badilla y Solórzano (2006), constituye una oportunidad para socializar y trabajar proyectos con fines comunes, aspecto propio de la identidad rural costarricense a mediados de siglo, pues el entorno económico ameritaba trabajar sin remuneración alguna por mejorar las condiciones de la infraestructura del distrito o los servicios como la escuela o la iglesia. Sin embargo, en el cuento señalado el turno es descrito como una fiesta bacanal, pues se detalla un espacio para comer sin medida, tomar licor en exceso, jugar, bailar desaforadamente, y dar cabida a todo tipo de riñas por amoríos fugaces:

En algún rincón de las fiestas, Ambrosio bufaba de la cólera; escondido de la vista de todos, Marco Ureña también hacía lo mismo, quizá detrás de una carreta. Pronto se corrió la voz de que daría inicio el baile y entonces el corazón de la Filomena se infló de ilusiones. Al fondo sonaba el Caballito nicoyano, acompañado de uyuyuy bajuras y güipipías, al tiempo que las parejas formadas comenzaban a subirse sobre una tarima improvisada minutos atrás. Caballitonicoyano, hoy tenemos que pasear, a la morena más linda de esta tierra sin igual… La Filomena, prisionera en su puesto de comidas, buscó a Ambrosio con una mirada de chocolate derretido…

Es decir, el proyecto comunitario del turno heredado de La Colonia que menciona Badilla y Solórzano, como una actividad lucrativa para solventar problemas del pueblo, queda relegado para dar cabida al exceso y la diversión.

Conclusión

Los registros orales recopilados que se han analizado en esta comunicación varían dependiendo del espacio geográfico, el tiempo y una comunidad cultural, inclusive también van a adquirir matices simbólicos en los individuos de una misma comunidad, debido a las condiciones variables de la oralidad misma y a su enriquecimiento semiótico.

De ahí la importancia de enfatizar en las ideas de Quintanilla (2003), quien afirma que todas estas formas de entrezamiento permiten la creación de nuevos locus de enunciación, afirmación que corresponde al pensamiento de Ong (1982) cuando alude a que el olvido puede ser inducido, políticamente controlado y regulado por las formas de memoria hegemónica, muchas veces sustentadas en la literatura legitimada, de ahì la importancia de estos textos que nacen del seno de la oralidad popular.

Referencias

Asiáin, A.(2014). El estudio y la preservación del patrimonio oral. Tomado de: http://www.navarchivo.com/files/File/EL%20ESTUDIO%20Y%20LA%20PRESERVACI%D3N%20DEL%20PATRIMONIO%20ORAL.pdf. Consultada el 4 de febrero, 2014, pp. 1 [ Links ]

Badilla, M. y Solórzano, W.(2006) Asociación Cívica Palmareña 1986-2006, un modelo de desarrollo local en Costa Rica. San José: Editorial Fundación UNA. [ Links ]

Iglesia Católica. (2005). Catecismo de la Iglesia Católica.Librería Editrice Vaticana. [ Links ]

Cervera, V.(2001). La poesía y la idea. San José, Costa Rica: Editorial Universidad de Costa Rica. [ Links ]

J. Ong, W. (1982). Oralidad y escritura. Tecnologías de la palabra. [ Links ]

Rodríguez, F.(2001). Región, Identidad y Cultura. Costa Rica: Perro azul [ Links ]

Received: June 25, 2018; Accepted: November 22, 2018

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