Introducción
El trabajo puede tener un efecto positivo o negativo en las personas, según las características de la organización, de la tarea y del entorno. Brinda bienestar y estabilidad económica, favoreciendo el desarrollo humano; pero, además posee diversos factores que pueden influir en la calidad de vida de la persona trabajadora, como consecuencia de la inadecuada interacción entre las competencias y aptitudes de este y las facilidades que se ofrecen para realizar su trabajo1 en el entorno organizativo y directivo. Esta influencia puede ser potencialmente negativa cuando genera alteraciones que tienen la posibilidad de causar daños fisiológicos en las personas, como enfermedades crónicas del sistema locomotor, respiratorio y cardiovascular; pero también, tienen efectos sobre la salud psicológica,2-3condición que aumenta si hay ausencia de apoyo social o no existe cohesión del equipo de trabajo.4
A estas condiciones se les denomina factores de riesgo psicosocial2 y, dentro de ellos se encuentra la carga mental de trabajo (CMT), que se entiende como el esfuerzo que debe realizar una persona en un tiempo concreto para desarrollar una determinada cantidad y tipo de tarea.4-5
Personas expertas señalan que las características del trabajo con exigencias de productividad ascendentes, como quienes se desempeñan en servicios públicos,2,6requieren que la persona trabajadora aumente las exigencias de recogida e integración de la información para generar la respuesta más adecuada a las exigencias de las tareas.4 Una respuesta no óptima generará un desequilibrio entre las demandas de las tareas y las características de este, llegando a producir CMT, que puede presentarse como sobrecarga o infracarga.4-5
La sobrecarga hace referencia a las circunstancias en que la persona trabajadora se ve sometida a más exigencias mentales de las que puede responder en función de sus capacidades, conocimientos y experiencia. En cambio, infracarga es aquella donde se realizan pocas tareas con escasa demanda cognitiva o tareas demasiado sencillas con tiempo suficiente, generando consecuencias individuales, fatiga mental, monotonía, vigilancia reducida, saturación mental.5 Si estas condiciones perduran, provocarán alteraciones físicas como enfermedades cardiovasculares (aumento de la frecuencia cardiaca y de la presión arterial) o fatiga crónica,7-9alteraciones psicológicas y sociales (psicosomáticas, problemas familiares, y sociolaborales) y de satisfacción laboral y monotonía (sentimientos de insatisfacción y disminución del interés por el trabajo). Por su parte, para la organización, podría generar disminución de la cantidad o calidad de trabajo, aumento en el número de errores, provocando ausentismo por licencias médicas o deserción del lugar de trabajo,5,10entre otros.
En consonancia con lo planteado, el modelo de recursos múltiples que plantea Wickens6 (1992) señala que la persona ocupa distintos recursos atencionales específicos para distintos tipos de procesamiento cognitivo, por lo que define tres dimensiones: a) los estadios de procesamiento, que se refiere al procesamiento perceptivo/central y el de respuesta que ocupa recursos separados; b) los códigos de procesamiento, donde el procesamiento verbal y el espacial precisan recursos independientes; y c) la dimensión de modalidades input/output, donde refiere que el procesamiento visual y auditivo precisan diferentes recursos, así como las respuestas manuales y verbales.
Las investigaciones de carga mental de trabajo han sido dirigidas principalmente a personas trabajadoras del área de salud, postergando a otros grupos de trabajadores, como lo es el personal administrativo, que es de los grupos más vulnerable después de quienes trabajan en la salud.2,11Dentro del personal administrativo, se debe destacar, en especial, quienes ejercen en municipalidades, pues atienden a grupos poblacionales numerosos con elevadas exigencias emocionales y físicas,7,12frente a los cuales adoptan una actitud comprometida con la adquisición de conocimiento y cumplimiento de reglas.8
La falta de datos para esta población limita la comprensión del perfil de enfermedad y la formulación de políticas públicas de promoción y prevención de salud en las personas trabajadoras. En Chile, el protocolo de vigilancia de riesgos psicosociales en el trabajo,13 menciona que las características del quehacer donde hay exigencias tecnológicas, globalización de los mercados y personas trabajadoras multifuncionales ha aumentado la carga mental de trabajo, llegando incluso a superar los riesgos físicos en sectores como servicios, comercio y finanzas.14
Asimismo, cuando las prestaciones de servicios implican cada vez más exigencias de productividad y presión por el cumplimiento de metas laborales se desfavorece la salud de las personas trabajadoras.12 Entre ellas, las personas que cumplen labores administrativas, en su mayoría mujeres, menores de 40 años, con menos de cinco años de antigüedad laboral,11 receptoras de demandas de la ciudadanía y que frecuentemente se enfrentan al descontento de las personas que perciben sus necesidades insatisfechas por parte de las autoridades responsables.15
Es por todo lo planteado que emerge esta investigación, con el objetivo de caracterizar la percepción de carga mental de trabajo en personas funcionarias administrativas de una municipalidad de Chile. Se hipotetiza que el personal administrativo participante del estudio percibe una alta carga mental de trabajo.
Metodología
Investigación con abordaje cuantitativo, descriptivo, de corte transversal16 desarrollada en una municipalidad de Chile. La población estaba conformada por 50 personas trabajadoras administrativas pertenecientes a una municipalidad de Chile. De estas, 47 cumplieron los criterios de inclusión y esta misma cantidad participaron en la investigación, a través de un censo, en forma voluntaria y previa firma de consentimiento informado. Se consideraron como criterios de inclusión que fuesen personas trabajadoras con contrato y con una antigüedad en el cargo mínima de tres meses. Como criterios de exclusión, se consideró ausencia de la persona trabajadora al momento de recolectar los datos por licencia médica o feriado legal.
Para la recolección de datos, se aplicó un instrumento que consta de dos partes a) antecedentes biosociodemográficos, que incluye aspectos como edad, sexo, condición de pareja y antigüedad laboral y b) Escala subjetiva de carga mental de trabajo (ESCAM), elaborado en España por Rolo, Díaz y Hernández5, validada previamente en Chile y que cuenta con una confiabilidad de 0,73 según α Cronbach.17
ESCAM es una escala multidimensional que, a partir de la percepción de las personas trabajadoras, evalúa el esfuerzo mental o dificultad que implica ejecutar la tarea en forma general.17 Consta de 20 ítems, que se distribuyen en cinco factores: demandas cognitivas y complejidad de la tarea se refiere al esfuerzo mental que supone el desempeño del trabajo, características de las tareas que se relaciona con las interrupciones o distracciones, organización temporal que recoge los tiempos que disponen las personas trabajadoras para realizar las tareas, ritmo del trabajo da cuenta de la organización y planificación del tiempo de trabajo por parte de la persona, así como la posibilidad de cometer errores y consecuencias para la salud que valora el agotamiento presentado por el desempeño del puesto.5 Las respuestas son de tipo Likert, las puntuaciones oscilan entre 1 y 5, donde 5 corresponde al puntaje máximo (muy alto) y 1 es el mínimo (muy bajo). Se obtiene un puntaje total por factor (promedio), que permite determinar la carga mental por cada uno de ellos además de proporcionar un promedio de carga mental global.
Los datos fueron recolectados por el equipo investigador durante el año 2019. Para el análisis de datos, se usó el programa ''Statistical Package of Social Sciences'' (SPSS) versión 25.0. Posteriormente, se procedió al cálculo estadístico, para lo cual se utilizaron técnicas descriptivas univariada y bivariada con cálculo de media, desviación estándar y rango.
Se consideraron los requisitos éticos de Ezequiel Emmanuel18 y se contó con la aprobación del Comité Ético Científico de la Universidad Católica del Maule (Acta N°188/2019).
Resultados
Se aplicó un censo al 94 % de la población, que corresponde a 47 personas funcionarias administrativas. El 6 % (n=3) se negó a contestar o se encontraba ausente por licencia médica o feriado legal. Las personas trabajadoras tienen una edad promedio de 43,25 años, la mayor proporción 34 % (n=16) tiene entre 31-40 años. Respecto a la variable sexo, el 66 % (n=31) eran mujeres y el 34 % (n=16) hombres. En relación con tener pareja, un 70.2 % (n=33) tenía pareja y, referente a la antigüedad en la empresa, 51 % (n=31) tiene menos de 10 años en la empresa (tabla 1).
Sobre la percepción de CMT global, las personas trabajadoras evidencian un nivel de carga por encima de la media (𝒙̅:3.38; dt: 0.78; R: 2.6-4.6). Al observar los factores de carga mental de trabajo, los resultados oscilan entre 2.47-4.07. Además, hay cuatro factores sobre la media: las características de la tarea refleja el promedio más alto de todos los factores (𝒙̅ :4.09; dt: 0.52; R:2-5), le sigue demandas cognitivas y complejidad de la tarea (𝒙̅ :3.89; dt: 0.52; R:3-5) ambos con sobrecarga mental, consecuencias para la salud carga media alta (𝒙̅ :3.47; dt: 0.95; R:1-5), organización temporal con carga media (𝒙̅ :2.98; dt: 0.82; R:1-5) y el factor ritmo de trabajo es la que muestra resultados más bajos de carga mental (𝒙̅: 2.47; dt: 0.95, R:1-5) (tabla 2).
Al analizar la relación entre las variables biosociodemográficas y la CMT, se puede afirmar que las personas trabajadoras entre 21-30 años de edad perciben mayor carga mental de trabajo global, dentro de las cuales en las demandas cognitivas y características de la tarea es donde perciben mayor carga (𝒙̅:4.20; dt:0.84); en contraposición, en el ritmo de trabajo se reportan los resultados más bajos (𝒙̅:2.40; dt:0.55). Referente a la variable sexo, las mujeres evidencian valores levemente mayores de CMT global que los hombres (𝒙̅ :3.39; dt: 0.47 v/s 𝒙̅:3.35; dt:0.42). Según la condición de pareja, las personas trabajadoras sin pareja muestran resultados más altos que las con pareja (𝒙̅:3.56; dt:0.5 v/s 𝒙̅ :3.30; dt: 0.41) y, en cuanto a la antigüedad en la empresa, tanto las personas trabajadoras con menos de 10 años (𝒙̅:3.44; dt:0.32) como quienes tienen más de 25 años en la empresa reportan los resultados más altos (3.48; dt:0.32) (tabla 3).
Discusión
En relación con el objetivo planteado de caracterizar la percepción de carga mental de trabajo en el personal administrativo de una municipalidad de Chile, así como con las variables biosociodemográficas, se puede afirmar que el grupo de personas está compuesto mayoritariamente por mujeres. Estos resultados son similares a los reportados por otros países como España19, Brasil14, Ecuador20 e Irán.21-22Al respecto, autores afirman que ser mujer es un factor de riesgo de carga mental, debido a la sensación de agobio que causan las exigencias de la labor, como, por ejemplo, tener que trabajar mucho y muy rápido.17,19,23-27
Sobre la condición de pareja, hay predominio de personas trabajadoras que tienen pareja. Los problemas extralaborales y la vida personal de los empleados puede afectar su capacidad de hacer su trabajo e interactuar con compañeros, supervisores y clientes25. Algunas investigaciones coinciden con estos resultados, afirmando que la falta de apoyo social en las personas trabajadoras sin pareja, es generador de estrés, por la sensación de falta de afiliación, en un contexto sociocultural donde la pareja tiene un rol protagónico como red de apoyo24. Esto releva la importancia de la enfermería en salud laboral como promotor de medidas organizacionales orientadas al equilibrio saludable entre trabajo-vida privada y familia, constituyendo un reto necesario para una gestión de fomento de la salud26. Una persona empleada afectada por problemas personales puede estar físicamente en la oficina, pero lidiando con sus problemas en lugar de atender sus compromisos laborales25. Estudios han reportado opiniones divididas respecto a la condición de pareja, ya que en algunos lugares se comporta como un factor negativo que genera desgaste emocional e insatisfacción, trastornos del sueño y ansiedad27. Tal es el caso del estudio realizado por Veroma28 en Finlandia, que establece que la condición de tener pareja y las preocupaciones del hogar generan consecuencias para la salud física y mental de las personas trabajadoras.
Respecto a la variable laboral antigüedad en la empresa, las personas trabajadoras con menos de 10 años de desempeño en la institución, que en este caso ascienden al 51 %, perciben mayor tensión al ejecutar la tarea; sin embargo, esta disminuye a medida que aumentan los años de desempeño en la unidad de trabajo.
En América Latina,20,29se han realizado investigaciones que visibilizan que personas trabajadoras con más de 10 años de antigüedad, evidencian menor exigencia cognitiva al desempeñar
Variables | n | % | % Acumulado | |
---|---|---|---|---|
Edad | 21-30 | 5 | 10.6 | 10.6 |
31-40 | 16 | 34 | 44.7 | |
41-50 | 11 | 23.4 | 68.1 | |
51-60 | 14 | 29.8 | 97.9 | |
+60 | 1 | 2.1 | 100 | |
Sexo | Mujer | 31 | 66 | |
Hombre | 16 | 34 | ||
Condición de pareja | Con pareja | 33 | 70.2 | |
Sin pareja | 14 | 27.8 | ||
Antigüedad en la empresa | Menor o igual a 5 años | 15 | 31.9 | 31.9 |
Mayor a 5 y menor a 10 años | 9 | 19.1 | 51 | |
Mayor a 10 y menor a 15 años | 7 | 14.9 | 66.9 | |
Mayor a 15 y menor a 20 años | 1 | 2.1 | 69 | |
Mayor a 20 y menor a 25 años | 5 | 10.6 | 79.6 | |
Mayor a 25 años | 10 | 21.3 | 100 |
Factores de carga mental | 𝒙̅ | dt | Rango | |
---|---|---|---|---|
Carga mental global | 3.38 | 0.45 | 2.6 | 4.6 |
Demandas cognitivas y complejidad de la tarea | 3.89 | 0.52 | 3 | 5 |
Características de la tarea | 4.09 | 0.69 | 2 | 5 |
Organización temporal | 2.98 | 0.82 | 1 | 5 |
Ritmo de trabajo | 2.47 | 0.95 | 1 | 5 |
Consecuencias para la salud | 3.47 | 0.95 | 1 | 5 |
Variables | CMTG | DC | CT | OT | RT | CS | |||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
𝒙̅ | dt | 𝒙̅ | dt | 𝒙̅ | dt | 𝒙̅ | dt | 𝒙̅ | dt | 𝒙̅ | dt | ||
Edad | 21-30 años | 3.48 | 0.41 | 3.80 | .44 | 4.20 | .84 | 3.20 | .84 | 2.40 | .55 | 3.80 | 1.09 |
31-40 años | 3.41 | 0.48 | 3.75 | .45 | 4.13 | .89 | 3.19 | .83 | 2.62 | 1.08 | 3.37 | .89 | |
41-50 años | 3.38 | 0.48 | 4.09 | .54 | 3.91 | .30 | 2.82 | 1.17 | 2.55 | 1.13 | 3.55 | .82 | |
51-60 años | 3.31 | 0.46 | 3.93 | .62 | 4.14 | .66 | 2.79 | .43 | 2.29 | .83 | 3.43 | 1.16 | |
>60 años | 3.20 | - | 4 | - | 4 | - | 3 | - | 2 | - | 3 | - | |
Sexo | Mujer | 3.39 | 0.47 | 3.94 | .57 | 4.10 | .65 | 3 | .86 | 2.39 | 1.02 | 3.55 | .96 |
Hombre | 3.35 | 0.42 | 3.81 | .40 | 4.60 | .77 | 2.94 | .77 | 2.63 | .80 | 3.31 | .87 | |
Condición de pareja | C/ Pareja | 3.30 | 0.41 | 3.88 | .49 | 4.03 | .73 | 2.88 | .82 | 2.36 | .99 | 3.36 | .90 |
S/ Pareja | 3.56 | 0.50 | 3.93 | .61 | 4.21 | .57 | 3.21 | .80 | 2.71 | 0.82 | 3.71 | 1.06 | |
Antigüedad en la empresa | <5 años | 3.44 | 0.48 | 3.80 | .41 | 4.07 | .96 | 3.20 | .78 | 2.60 | .74 | 3.53 | 1.06 |
5-<10 años | 3.44 | 0.32 | 3.78 | 0.44 | 4.11 | 0.60 | 3.33 | 0.71 | 2.78 | 1.30 | 3.22 | 0.44 | |
10-<15 años | 3.31 | 0.64 | 4 | 0.58 | 4 | - | 3 | 1.12 | 1.86 | 1.06 | 3.71 | 0.76 | |
15-<20 años | 2.60 | - | 4 | - | 3 | - | 2 | - | 3 | - | 1 | - | |
20-<25 años | 3.10 | .43 | 4 | 1 | 3.80 | 0.45 | 2.20 | 0.84 | 2.20 | 0.84 | 3.40 | 1.34 | |
>25 años | 3.48 | .32 | 4 | 0.47 | 4.40 | 0.52 | 2.80 | 0.42 | 2.50 | 0.85 | 3.70 | 0.82 |
(CMTG: Carga mental global; DC: Demandas cognitivas y complejidad de la tarea; CT: Características de la tarea; OT: Organización temporal; RT: Ritmo de trabajo; CS: Consecuencias para la salud)
sus tareas. A pesar de lo anterior, también se demuestra que la permanencia durante periodos prolongados en un trabajo podría generar pérdida de iniciativa y pasividad, lo que resulta negativo tanto para la persona como para la institución. Principalmente, cuando es necesario un compromiso con el quehacer para mantener la eficacia del trabajo.29,30
Acerca de la carga mental global, se puede afirmar que las personas trabajadoras que se desempeñan en municipalidades perciben carga mental global media alta; similares resultados fueron reportados en España.27 Lo anterior, puede significar un costo para la salud de las personas trabajadoras y la organización, generando tanto un deterioro en las relaciones interpersonales como en el rendimiento y la calidad del trabajo ejecutado.14
Al observar los factores de carga mental de trabajo, perciben exposición a sobrecarga mental de trabajo demandas cognitivas y complejidad de la tarea y características de la tarea. Al respecto, las exigencias del trabajo generan mayor esfuerzo para memorizar información, además de una alta concentración para tomar decisiones, lo que genera tensión. Otros países reportaron similares resultados19,29,31-32, por lo que se puede afirmar que las altas exigencias cognitivas producen insatisfacción y consecuencias negativas en la salud, en especial en el aspecto músculo esquelético, en el que, por las condiciones del quehacer, adoptan posturas inadecuadas que provocan molestias en la salud.5,33Estas personas, además, están expuestas a interrupciones o distracciones por la atención al público, colegas o jefaturas, así como un alto número de tareas, lo que produce demoras y mayor riesgo de cometer errores.5,19,23,32Las características del puesto de trabajo donde las interrupciones son generadas por atender el teléfono o distracciones producidas por situaciones sociales, ambientales, la multitarea y la dificultad de incorporar nuevos procedimientos o programas informáticos aumenta la probabilidad de cometer errores.5 Además, perciben que los requerimientos del quehacer provocan estrés mental y físico, trabajo excesivo o insuficiente tiempo para realizar una determinada tarea. Se puede afirmar que las personas trabajadoras, en el factor organización del tiempo, perciben carga mental media. En especial, las personas más jóvenes notan mayor exposición a carga mental, lo que se podría explicar a partir de su experiencia en el puesto: al tener menos experiencia, requieren más tiempo para ejecutar sus funciones, lo que puede ser percibido como menor autoeficacia y generar frustración.10
En el factor consecuencias para la salud, expresan carga mental media alta, es decir al término de la jornada les cuesta relajarse y sienten mucho cansancio.5 Un estudio realizado en Irán evidenció que las personas trabajadoras que percibían carga mental de trabajo y fatiga manifestaban alteraciones del patrón de sueño y trastornos músculo esqueléticos como dolor cervical, lumbar, en hombros codos y piernas.22,31,33Las personas trabajadoras perciben que la tensión generada por el trabajo provoca ansiedad, angustia, irritabilidad, ataques de pánico y depresión, trastornos alimentarios, en las mujeres, y, en el caso de los hombres, adicciones, como hábitos tabáquicos, alcoholismo y consumo de drogas.14 Todo lo anterior como precursor de ausentismo por licencias médicas y rotación de personal, lo que provoca menor productividad en la organización.30
Respecto al ritmo de trabajo, posibilidad que tiene la persona trabajadora de distribuir el tiempo para realizar sus tareas y grado de autonomía que le permite su quehacer, es percibido como el más bajo de los cinco factores. Los resultados fueron similares a los reportados por personas trabajadoras administrativas Ecuatorianas, donde el ritmo de trabajo es aceptable, sin embargo esta situación cambia cuando hay un exceso de trabajo, por lo que el tiempo resulta insuficiente para realizar determinada tarea.34
Por lo mencionado, autores proponen promover ambientes de trabajo saludables, para lo cual se debe realizar un diagnóstico en riesgos psicosociales, en especial de CMT, implementar pausas activas, mejorar el apoyo social y calidad de vida laboral, así como fortalecer vínculos colaborativos entre las personas trabajadoras y entidades sanitarias para formular protocolos que apoyen su salud.1-2,35
La persona profesional de enfermería de salud laboral, que actualmente concentra la atención a las necesidades de tratamiento y curación, debe participar activamente en el diagnóstico de factores de riesgo psicosocial y carga mental de trabajo para desarrollar acciones de fomento y promoción de la salud de la población trabajadora de la organización, estimulando el desarrollo de entornos saludables y contribuyendo con una percepción positiva del trabajo.1
Como limitaciones de esta investigación, se puede mencionar que la población es pequeña y existen pocas investigaciones de carga mental de trabajo en personal administrativo, lo que limitó la discusión.
Conclusión
Estos resultados ayudan a definir el perfil de las personas trabajadoras más expuestas a carga mental; a saber, las trabajadoras mujeres más jóvenes que no poseen pareja, con menor antigüedad en la empresa o con más de 25 años de experiencia, quienes visibilizan esfuerzo mental para el cumplimiento de la tarea, así como las personas expuestas a interrupciones y distracciones, pues genera agotamiento y dificultad para relajarse después de terminada la jornada, lo que podría producir efectos negativos en su salud física y mental. A partir de esta información, la organización debería priorizar la ejecución de campañas de prevención de factores de riesgo psicosocial y carga mental de trabajo, enfocadas en estos grupos, para disminuir enfermedades ocupacionales y accidentes de trabajo.
DECLARACIÓN DE CONFLICTOS DE INTERÉS
Las personas autoras declaran no tener conflictos de interés.