Introducción
Los adultos mayores (AM) indígenas mayas son considerados una población vulnerable, por encontrarse desprotegida, con antecedentes de problemas económicos y con rezago en los servicios de salud1, sin olvidar su condición social y la desigual en salud, lo cual puede influir en la disminución de su calidad de vida relacionada con su enfermedad. La calidad de vida en salud se define como el impacto sobre el bienestar físico, emocional y social de una enfermedad médica y su tratamiento: representa una percepción subjetiva del impacto de la enfermedad y repercute en la capacidad para enfrentarse a una situación2. Dicho concepto se encuentra relacionado con el estado sociodemográfico, la enfermedad, la cultura y la edad3,4, por lo que los adultos mayores indígenas mayas con diabetes se encuentran en su gran mayoría con problemas relacionados con factores económicos, del lenguaje y la falta del entendimiento de sus cuidados culturales por parte del personal de salud. Al respecto, se calcula que las poblaciones indígenas mayas cuentan con 575.7 mil personas; de ellas, poco más de 27 mil no hablan español y solo se comunican en maya, por lo que se considera la lengua más hablada en el estado de Yucatán, México, con el 98,1 % 5. Dado lo anterior, y de acuerdo con la estadística de pobreza del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), a nivel nacional Yucatán ocupa el lugar número 15 de pobreza y 11 en pobreza extrema: el 48,5 % (949,140 de 1, 956,273 yucatecos) corresponde al estado de pobreza y el 11,7 % (719,440 yucatecos) a pobreza extrema; es decir, el 60,2 % vive en un rango de pobreza: de este total, el 86.8 % pertenece a una zona rural maya 6. Respecto de las limitaciones de los servicios de salud, el 56,8 % (1,111,806 de personas) no poseen servicios públicos de salud, mientras que la carencia de servicios básicos de vivienda fue de 20,7 %; es decir, 405,622 personas6. De acuerdo con los adultos mayores con diabetes, el 25.6 % (52, 100) de las personas de 60 años y más la padecen, de estos solo el 9% (10,900) se han realizado alguna revisión en los últimos 12 meses7. En cuanto a los datos anteriores, la calidad de vida de los adultos mayores mayas es afectada por cuestiones económicas, del lenguaje y la falta del entendimiento de la cultura, por lo que en este ensayo se aborda los principales problemas que aquejan a la población, así como uno de los puntos prioritarios para mejorar la atención de salud, la transculturalidad, la cual implica el entendimiento de sus cuidados culturales y que este preserve el tratamiento médico con el cuidado cultural.
Desarrollo
Disminución de la calidad de vida en el adulto mayor relacionada con la diabetes
La calidad de vida es un concepto amplio y variable, ya que puede incluir fenómenos psicológicos, físicos, sociales, económicos y culturales: específicamente, la prevención y protección aplicadas a los fenómenos culturales son la base principal para mantener o mejorar calidad de vida en el adulto mayor. El supervisar la forma de vida del adulto mayor con diabetes permite conservar sus capacidades funcionales, de modo que se evita riesgos físicos y neurológicos, nefropatías, cardiovasculares, retinopatías, psicológicos, entre otros, factores que es imprescindible considerar en la atención de las poblaciones vulnerables, ya que los adultos mayores pueden hacer prácticas culturales empíricas en su salud sin conocimiento de los efectos que pudieran causarle8. La disminución del estado de salud de la población mayor a 60 años en las comunidades indígenas mayas es causada principalmente por las relaciones asimétricas, lo cual provoca como consecuencia la afectación en el impacto del tratamiento9. En relación con lo anterior, las unidades de primer nivel de atención obstaculizan la asistencia sanitaria por la falta de compresión de la cultura, lo cual genera problemas respecto de consensuar los elementos transculturales relacionados con el paciente.
Afección cultural de los servicios de salud
La escasez de políticas públicas enfocadas en mejorar las condiciones de vida del adulto mayor con diabetes, específicamente en zonas indígenas, es un problema que se debe considerar y abordar en todos los estados de México, considerando lo multicultural, a lo que se suma el nulo alcance que han tenido los servicios públicos de salud lo que impacta en un alza de las complicaciones de la enfermedad10. Lo anterior se confirma al contrastarlo con los programas implementados por la Secretaría de Salud en Yucatán, principal promotor de la salud pública estatal, cuyo enfoque se centra en programa aplicados al adulto mayor con deterioro cognitivo, depresión, incontinencia urinaria, caídas y enfermedad de la próstata11, mas se detectan deficiencias respecto de prevenir enfermedades crónicas no transmisibles como la diabetes. Tal como se mencionó, una de las barreras de la atención de las poblaciones indígenas de Yucatán es la relación cultural, a las que se suman las siguientes: la primera corresponde a relaciones asimétricas, cuyas barreras culturales con el personal de salud conciernen a la falta de entendimiento a las creencias de los AM y al desconocimiento de su cultura, lo cual se refleja en un maltrato y desacuerdo con la población maya: un ejemplo de ello es evidente en las medicaciones, las cuales impiden que las personas hagan uso de la medicina tradicional12.
Luego, se encuentran las relaciones interculturales, las cuales se pueden entender como la empatía que muestra el personal de salud en torno a las costumbres y el uso de la medicina tradicional por parte de los AM. En esta barrera el personal de salud muestra respeto, sin embargo, no proporciona un tratamiento basado en la cultura, es decir, lo cual implica cuidados culturales dentro del tratamiento médico que permita la coexistencia de la medicina hegemónica y medicina tradicional con el fin de obtener el control de la glucemia sanguínea 9. La última barrera, una de las más importantes para aplicar en las poblaciones, se refiere a las relaciones de los profesionales de salud con servicios holísticos, los cuales apoyan y facilitan en las personas con diabetes la modificación de sus estilos de vida en conjunto con las creencias culturales para conseguir cambios mayores en la salud del paciente 12. En cuanto a los retos, uno de los principales consiste en mejorar las políticas en salud que se adapten a la población, apostar por una investigación cuantitativa y cualitativa que ayude a entender mejor el uso de la medicina tradicional, mejorar el alcance de los servicios de salud en la atención del adulto mayor y, sobre todo, adaptar la promoción de la salud a la cultura 13. Por todo lo anterior, se considera que las relaciones con el profesional de salud y la falta de políticas públicas representan un factor importante que debilita la calidad de vida del adulto mayor con diabetes, sin dejar de lado que la falta de las adaptaciones de cuidados culturales y la deficiente atención a esta población vulnerable viola sus derechos de acuerdo con la legislación y derechos indígenas de México 14. De igual forma, al tomar en cuenta tal problemática, se estará cubriendo varias estrategias del plan de acción de salud 2013-2018, tales como la 1.2, referida a la prevención y control de las enfermedades crónicas; la 1.7 para promover el envejecimiento saludable y la 4.3 que destaca el fortalecimiento de los servicios de promoción y prevención de las poblaciones indígenas y otros grupos vulnerables15, a partir de las que la salud de la población adulta mayor con diabetes mantendrá niveles de control metabólico y glicémico adecuados.
Adaptación cultural en el cuidado del adulto mayor
Una de las posibles estrategias que pueden impactar a corto plazo la mejora de la calidad de vida de los AM indígenas con diabetes sería implementar programas de salud que consideren las cuestiones culturales de la población como coadyuvante para prevenir las complicaciones de la diabetes mas, para lograrlo, es prioritario implementar adaptaciones culturales en la salud a dichos programas. Dentro de estas adaptaciones se debe respetar su cosmovisión de salud “la salud no solo significa estar bien con uno mismo o con la ausencia de enfermedad, sino que también debe estar bien con los demás, es decir, toma en cuenta la armonía con el mundo y la sociedad”16, así como mantener relaciones transculturales, las cuales permitan a la persona realizar sus cuidados tradicionales, siempre y cuando no se conviertan en una complicación para la enfermedad.
Por otra parte, se debe sensibilizar al personal de salud para que conozca y respete los cuidados tradicionales, de modo que brinde apoyo para que los adultos mayores mantengan una cultura de autocuidado: así se cumpliría con lo mencionado por la Organización Mundial de la Salud sobre la medicina tradicional 2014-2023, con la que se busca promover y utilizar segura y eficaz la medicina tradicional en los profesionales y en los sistemas de salud13. Respecto de la barrera económica, corresponde tanto al estado de Yucatán como a los profesionales de la salud, la creación de políticas públicas que protejan la salud y la cultura en la comunidad adulta mayor indígena, para plantear la posibilidad de elaborar programas de atención aplicables en todas las poblaciones, máxime en aquellas con problemáticas económicas y de salud en aumento.
Conclusión
Como se ha sabido, el vivir con una enfermedad crónica puede generar cambios en el ámbito familiar, social e individual, por lo que es importante reconocer la forma de vivir y las barreras que mejoran la calidad de vida. Por tal motivo, comprender las creencias, valores y sentimientos de los adultos mayores indígenas es prioritario para los profesionales de enfermería, de modo que planeen e implementen programas que consideren los aspectos tradicionales y culturales de la población a la que estén dirigidos. Al considerar los aspectos culturales y tradicionales de la comunidad en conjunto con la medicina hegemónica se favorecerá la prevención de algunas complicaciones, dado que se brinda atención específica y adaptada a las poblaciones vulnerables del estado de Yucatán, México. Conflicto de intereres: Los autores manifiestan no tener conflicto de interés.