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Medicina Legal de Costa Rica

On-line version ISSN 2215-5287Print version ISSN 1409-0015

Med. leg. Costa Rica vol.21 n.1 Heredia Mar. 2004

 

El abuso verbal dentro de la violencia domestica

Licda. Claudia Lorena Herrera Rodas*

Licda. Carmen Peraza Segura *

Lic. Hugo Porter Aguilar*

El abuso verbal dentro de la violencia domestica

Resumen:

En este ensayo se analizan las legislaciones vigentes y los tipos de violencia intra familiar, haciendo énfasis en la agresión verbal y el daño que provoca el callar este tipo de agresión. La violencia intra familiar es un mal que históricamente ha aquejado a nuestra sociedad, de modo que a través de la transmisión intergeneracional se ha arraigado como una lamentable costumbre de difícil, pero no imposible, erradicación. Los funcionarios encargados del procedimiento que regula la violencia doméstica en general, deben ser funcionarios, no solo con conocimiento de la ley, sino personas con cogniciones médicas, sociales, culturales e históricas, pues deben ser hábiles para localizar y diagnosticar el problema, sus posibles soluciones y velar por los derechos de las partes. Estos conocimientos especiales deben ser introducidos o bien alimentados por el mismo Estado. Así que el Poder Judicial, estaría en la obligación de realizar una serie de actividades académicas, que profundicen sobre el tema, capaciten y actualicen al personal señalado. La educación también debe ser para la población, ya que es el método específico, para evitar la reiteración de conductas que una sociedad considera lesivas, dado que no son las penas, ni las leyes, las que evitan la comisión de estos actos hostiles.

Palabras clave:

Bloquear, Desviar, Acusar, Culpar, Juzgar, Criticar, Trivializar, Socavar, Amenazar, Insultar, Olvidar, Ordenar, Negar, Actuar con ira, Abuso verbal, Violencia doméstica.

Verbal abuse in domestic violence

Summary

In this essay we analyze the actual laws and the types of intra familiar violence, making emphasis on the verbal aggression and the damage that is caused when this type of violence is silenced. Intra familiar violence is a historical phenomenon that has affected our society, in this way through the inter generational transmission it has been installed and arraigned like a lamentable costume of hard, but not impossible, eradication. The functionaries in charge of the proceeds that control domestic violence in general, have to be functionaries with knowledge not only of the law, but also understanding on other areas such as medicine, society, culture, and history, because they need to pin-point and diagnose the problem, state possible solutions, and protect the human rights of the parts involved. This special knowledge have to be provided and improved by the State. Therefore, the Judicial Power, would be in the obligation of carry out academic activities to deepen into this matter, and to capacitate the respective professionals and keep them up to date. The education also has to be for the population, because it is the most specific method to avoid the perpetration of behaviors considered harmful by the society, because the laws and punishments by themselves do not avoid the execution of these hostile acts.

Key words:

Block, Deflect, Accuse, Blame, Judge, Criticize, Trivialize, Undermine, Menace, Insult, Forget, Order, Deny, Act with anger, Verbal abuse, Domestic violence.


Introducción

Capitulo I

La Violencia Intrafamiliar

1.El ciclo de la violencia
Fase de aumento de tensión
La explosión
El arrepentimiento

2.Los tipos de violencia intrafamiliar
a. Violencia física
b. Violencia sexual
c. La Violencia Verbal

Clases de violencia verbal
Pautas que indicadoras del abuso verbal
Características y categorías
Bloquear y desviar
Acusar y culpar
Juzgar y criticar
Trivializar
Socavar
Amenazar
Insultar
Olvidar
Ordenar
Negar
Actuar con ira

3. Los tipos de poder
a. Origen del modelo del poder
b. El poder personal
c. El poder sobre
d. Condiciones negativas de la realidad
Desigualdad
Competitividad
Manipulación
Hostilidad
Control
Negación

4. Las víctimas de violencia intrafamiliar
La mujer
Personas menores
Adultos mayores

5. Los agresores en la violencia intrafamiliar

Capitulo II

Efectos del Abuso Emocional

En la mujer
En los niños

Modelos de Formas Efectivas de Comunicación Destinadas a Ayudar en el Proceso de Recuperación del Daño Emocional y Mental del Abuso Verbal

Comunicar confianza
Comunicar aprecio
Comunicar límites en su conducta
Comunicar elecciones 

Capitulo III

El Marco Legal Eistente y una Propuesta para su Modificación

1. Marco Legal existente
2. La penalización ¿Alternativa válida de regulación?
3. Recomendaciones procedimentales
4. Marco legal de derecho internacional y nacional
5. Intervención del estado en la resolución de los conflictos
6. Sobre el resarcimiento y la reparación del daño ocasionado
7. Reparación del daño psicológico
8. Situación especial de los niños y los ancianos 

Conclusiones

Introducción

La violencia intrafamiliar es un mal que históricamente ha aquejado a nuestra sociedad, de modo que a través de la transmisión intergeneracional se ha arraigado como una lamentable costumbre de difícil, pero no imposible, erradicación.

En la actualidad se ha venido prestando gran atención a la violencia que desemboca en crímenes contra las mujeres y niños y la prensa amarillista ha venido magnificando la cobertura de estos sucesos, aumentando en la comunidad el natural reproche, el cual encausa para provocar un clamor por el aumento de las penas y hasta por la pena de muerte, alternativas que no son la solución al problema de la comisión de estos y otros delitos.

Sin embargo junto a esta violencia física o sexual, coexiste otro tipo de violencia intrafamiliar, silenciosa, que no provoca muertes o violaciones de las que sorprenden a la opinión pública y que por lo tanto, no resulta digna de su atención, pero que sin embargo corroe lentamente las vidas de quienes la sufren impidiéndoles un desarrollo pleno de sus capacidades.

La violencia emocional, psicológica y verbal, las consecuencias provocadas en la psiquis de la víctimas, así como la respuesta que consideramos debe dar el ordenamiento jurídico será analizada a través de esta pequeña investigación. Para ello, iniciaremos con el concepto de violencia, sus diversas manifestaciones en el seno de la familia y el modo como esta violencia logra permanecer dentro de la dinámica familiar a través de lo que se conoce como el ciclo de la violencia y las diversas relaciones de poder que establece un agresor.

Como forma de abordar el tema principal se analizarán las manifestaciones de esta violencia, que no es física ni sexual, en sus diversas apariencias, a saber verbal y emocional o psicológica y sus consecuencias en la víctima la que puede llegar a ver anulada su propia personalidad como efecto directo de ella.

Finalmente, el grupo propone las salidas que el marco legal podría proporcionar para enfrentar las consecuencias de la violencia emocional intrafamiliar, tanto en quien la padece como en el agresor, para lo cual debe necesariamente respetarse la autonomía de la voluntad de la víctima en cuanto al mantenimiento o no de la relación familiar establecida, ámbito sobre el cual no puede interferir la ley, en el estado social de derecho que pretendemos conformar.


Capitulo I
La Violencia Intrafamiliar

Violencia es un concepto sometido a diferentes interpretaciones, existiendo muchas definiciones, entre ellas:

"Es el uso de fuerza abierta y oculta, con la finalidad de obtener, de un individuo o de un grupo, algo a lo que no quiere consentir libremente.1

Consiste en una relación de potencia y no sólo de fuerza, desarrollada entre diversos seres o grupos humanos, de dimensión variable, que renuncian a las otras formas de mantener relaciones entre ellas para forzar directa o indirectamente a los demás a obrar contra su voluntad y ejecutar los deseos de una voluntad extranjera bajo las amenazas de intimidación, de medios agresivos, o represivos, capaces de llegar a perjudicar la integridad física o moral de otros, sus bienes materiales o sus ideas de valor, con la posibilidad de aniquilarlo físicamente en caso de una supuesta resistencia, deliberada o persistente.2

Acto de poder u omisión recurrente, intencional y cíclica dirigido a dominar, someter, controlar o agredir física, verbal, psicoemocional o sexualmente a cualquier miembro de la familia dentro o fuera del domicilio familiar3.

El concepto de violencia es complejo y admite multitud de matices, tiene como rango común, el uso de la fuerza física, de la amenaza, la coacción moral o social, para lograr fines determinados. Comprendiéndose el concepto de violencia en un sentido muy amplio, que incluye, no sólo la fuerza o coacción de cualquier tipo; ya que en la noción del término violencia están implícitos tanto el concepto de agresión, como de abuso en sus diversas manifestaciones.

La familia no escapa a la violencia en su seno y el concepto de familia utilizando no es el convencional de esta entendida como el grupo de personas que comparten lazaos consanguíneos sino los que incluyen: "Familias nucleares tradicionales (parejas casadas con hijos), familias extensas (varias generaciones o grupos relacionados por vínculos sanguíneos o matrimonio), familias conformadas por parejas que tienen hijas / hijos de una relación anterior y conviven todos en un solo espacio, Parejas que pueden o no estar casadas, parejas de hecho, familias por elección. Familias creadas por personas que eligen considerarse familia, familias que viven aparte o juntas, familias con o sin hijos /as, familias gay o lesbianas, individuos que no se relacionan por vínculos sanguíneos pero que han asumido un rol de familiares u familias conformadas sólo por hermanas, hermanos, primos primas."4

La violencia en la familia se presenta cuando un miembro con más poder abuso de otro con menos poder. Este desequilibro de poderes está generalmente dada por el género ( si es mujer u hombre) y por la edad...La violencia intrafamiliar es cualquier acto y omisión llevado a cabo por miembros de la familia y cualquier condición que priven a otros miembros de iguales derechos y libertades, así como hechos que interfieran con su desarrollo y libertad de elegir"5

La violencia intrafamiliar es expresada a través de:

Violencia Física

Violencia Psicoemocional, moral o abuso Verbal

Violencia Sexual

Violencia Económica

1. El ciclo de la violencia

La psicóloga Leonore Walker, quien se dedicó a estudiar la violencia contra mujeres, personas menores de edad y adultos mayores, encontró patrones similares en los diferentes casos de abuso y formuló con ello una teoría reconocida actualmente a la que se denomina como el ciclo de la violencia.

"La Dra. Walker reconoció que las mujeres agredidas (podríamos pensar que lo mismo le sucede a niñas, adolescentes y personas mayores, aunque no se han hecho estudios específicos con estas poblaciones) no están constantemente siendo agredidas, ni ésta es inflingida al azar."6

Este ciclo está compuesto por tres fases distintas, que varían en intensidad y tiempo.

Estas fases son:

Fase de aumento de tensión:

Se dan incidentes de agresión menores o de "poca" importancia, al punto de que la ofendida, intenta calmar al ofensor, ya sea consintiendo caprichos o alejándose del camino de éste en procura de evitar el enojo.

La tensión del hombre aumenta. Se muestra irritable. Parece enfadado sin motivo varias veces a la semana. Esto siempre sorprende a la mujer. Cuando ella le pregunta, el niega su enfado y de alguna manera replica devolviendo la culpabilidad a la mujer "eres demasiado sensible"7

La mujer se siente cada vez más frustrada y perpleja. No puede conseguir que él comprenda sus puntos de vista. Empieza a preguntarse qué es lo que está haciendo mal y porqué se siente tan angustiada. Él cada vez comparte menos con ella sus planes o sentimientos. Curiosamente, él siempre parece tomar el punto de vista opuesto al de su compañera en cualquier tema que ella menciona. Ella afirma con humildad "yo creo...", "me parece que...". Él habla con autoridad, como poseyendo la verdad, dando por sentado que el único punto de vista correcto es el suyo.

Ella nunca es capaz de decirle "¡cállate!" o "¡para!" pero él sí lo hace. 8

La víctima del abuso vive en un estado de confusión, en público ella es una con el hombre pero en privado el se transforma. Todo empieza con sutiles menosprecios, ira contenida, fría indiferencia, sarcasmo, largos silencios, demandas irrazonables o manipulativas.

Cuando ella se queja el lo niega "haces un problema de todo", "¡si que eres sensible!". Si ella le pregunta porqué está enfadado el contesta "¿qué te ha molestado de mí?" o "¿por qué estas tan nerviosa?". El niega siempre su hostilidad y no da validez a las afirmaciones o valoraciones de la compañera, sin embargo con los amigos y la familia él se comporta como un tipo agradable y encantador.

De forma sutil o no tan sutil, se le repite a la mujer el mensaje de que su percepción de la realidad es incorrecta y de que sus sentimientos son malos o patológicos. Ella acaba dudando de su propia experiencia y sintiéndose culpable por lo que pasa. Cree que su pareja no la acaba de entender porque ella se comunica mal. El abuso verbal es un problema de control, de lucha por adquirir y mantener el poder. Los primeros efectos del abuso verbal son confusión angustia, culpabilidad.

La mujer empieza a conducirse con gran cuidado, preguntándose que es lo que hace mal. Se siente confusa. Intenta mostrar a su pareja que lo ama y esmerarse en todo lo que hace. Analiza su propia conducta, se echa la culpa de lo que sucede y excusa a su compañero con alguna clase de racionalización. Intenta evitar que el hombre se enfade. Intenta frenar la tensión creciente, para calmar su ira antes de que él se vuelva más peligroso, pero resulta que siempre hay algo que ella hace o dice mal, o algo que ella tiene que hacer y no hace, etc. Cuanto más se disculpa ella por sus "errores" más se enfada él. Cuanto más le manifiesta ella su amor, él la percibe más empalagosa, dependiente e incluso exasperante.

El empieza a distanciarse emocionalmente. Ella siente pánico de que la abandone y se apega más y más. Ella tiene una adicción al amor. Pero él está distanciado y cada vez más irritable. Ella se disculpa una y otra vez y manifiesta sus emociones, esperando clarificar lo que está pasando pero él se harta y siente necesidad de castigarla verbal, físicamente o ambas cosas.

"Las personas agredidas tienden a negar esa situación, tratando de obviarla y evitar el sufrimiento. Otras tratarán de justificar la agresión, al punto de autoculparse."9

La explosión o el momento del incidente agudo de agresión:

No existe ningún control, por lo que se produce una descarga de tensiones que se venían acumulando en la fase anterior. Por lo general el agresor descarga sus impulsos en alguno de los miembros de la familia, ya que según él los problemas externos son responsabilidad de quienes le rodean en casa.

"Se cree que ésta es la fase más corta de las tres y que luego que el ofensor agrede al otro, alega que no fue su intención causar daño, aunque las personas ofendidas hayan quedado con serias lesiones físicas y emocionales. Por otra parte al llegar a esta fase, las personas ofendidas generan gran ansiedad, depresión y síntomas psicosomáticos y a la vez no creen que alguien les pueda ayudar, por lo que no proceden a plantear la denuncia."10

El arrepentimiento, amabilidad y comportamiento cariñoso:

A esta fase también se le conoce como la fase de la luna de miel.

"En realidad, no es adecuado llamar a este periodo de "luna de miel" ya que este "buen" periodo puede ser no tan bueno, "él" decide cuando empieza y cuando acaba, hay mayor probabilidad de que la mujer sea violada, puede ser el tiempo más confuso y difícil para la mujer. Sería más adecuado llamarla fase de manipulación afectiva pero como la mayoría de autores lo nombran así, me atendré a esta nomenclatura."11

El agresor se comporta de una manera fuera de lo usual, pues es cariñoso y amable. Lo anterior con el fin de obtener el perdón por parte de la persona que fue agredida. Esta situación desconcierta a las víctimas y en muchos casos le perdonan y si han tomado medidas represivas las eliminan. Aunque a veces puede haber algo de cierto en los ofrecimientos hechos, ese comportamiento no suele ser duradero y el ciclo inicia de nuevo.

Este ciclo puede repetirse constantemente, y su duración depende de cada tipo de agresor, se ha llegado a afirmar que en sus repeticiones, los accesos de violencia manifiesta pueden ser cada vez más graves hasta incluso se presentan casos de homicidio.

En el tipo de acoso moral o agresión psicológica que nos ocupa y que se ampliará adelante, el ciclo de la violencia se manifiesta, pero nunca se traspasa a una agresión física, que la víctima si puede temer, sin embargo, el tipo de agresión inflingida es de otro tipo y no llega a la crisis de la agresión física que en muchos casos permite a las víctimas tomar una conciencia clara de la violencia a las que están siendo sometidas.

2. Tipos de violencia intrafamiliar

La violencia intrafamiliar tiene diversas manifestaciones, estas son, violencia física, violencia sexual, violencia verbal y violencia emocional o psicológica.

a. La Violencia Física

Forma de agresión producida por la aplicación de la fuerza física no accidental, caracterizada por lesiones variables sobre el cuerpo de la persona agredida, con consecuencias leves o graves, incluso la muerte, pero que siempre tienen efectos traumáticos de orden psicológico o emocional ya que es generada con una intencionalidad específica.

Se ha logrado determinar que algunas de las variables que a continuación se detallan podrían ser determinantes para la formación de una personalidad agresora:

"Bajo nivel de escolaridad
Crisis conyugales y familiares por diferentes causas (celos, dificultades en la educación de los hijos, etc.)
Rivalidades permanentes
Alcoholismo y Drogadicción
Trastornos de personalidad
Utilización de la violencia física como medio de resolución de conflictos
Desconocimiento de los derechos de cualquiera de los miembros de la familia"12

Por su parte, se da la existencia de factores que inciden en convertir en víctimas de violencia intrafamiliar a determinadas personas, tales como:

Historia de maltrato, situaciones traumáticas en la infancia
Pasividad e inseguridad
Agresividad e intolerancia
Alcoholismo y drogadicción
Discapacidades
Baja autoestima Incapacidad de tomar decisiones autónomas
Dependencia económica

Cuando una persona ha sido sometida a maltrato físico el mismo puede detectarse por los siguientes síntomas en:

"Piel y tejidos blandos: Eritemas, hematomas, laceraciones y rasguños de poca lesividad hasta múltiples lesiones de gran extensión donde hay sospecha de compromiso de otros órganos, herida en pared abdominal, párpados, boca, lengua

Músculo Esquelético: Lesiones de ligamento y tendones, esguinces musculares, luxaciones y fracturas

Sistema Nervioso Central: T.E.C. desde leves hasta moderados y severos. Pérdida de conciencia, convulsiones, estado de coma, hematomas intracraneales

Lesiones cardiopulmonares, broncoaspiraciones"13

Se ha establecido como características de comportamiento común en un agredido físico, las siguientes:

"Cambios repentinos de conducta
Comportamiento extremo (persona agresiva, retraída, sumisa, pasiva, depresiva)
Fácilmente asustable o temeroso
Uso de vestimenta inadecuada para el clima (ocultando las lesiones)
Fugas crónicas de fluidos corporales
Relaciones interpersonales deficientes14"

Es común que los ofensores físicos en procura de su impunidad realicen las siguientes acciones:

"Ocultar las lesiones provocadas procurando que la víctima use ropa encubridora, sin que exista un motivo razonable para ello (clima).
Tardanza del padre/madre o encargado en buscar ayuda médica que la víctima.
Alegan la necesidad del castigo severo como método de disciplina.
Tiene expectativas irreales hacia la persona agredida.
Pobre control de impulsos asociado a estados de emoción violenta, consumo de alcohol, drogas.
Inmadurez en el comportamiento
Repite patrones errados de crianza y/o experiencias traumáticas de abuso de la infancia"15

Circunstancias Asociadas al Abuso Físico

Brant Steele M.D. (1987-89-90), indica que la violencia física es episódica, ya que no sucede todos los días, pudiendo pasar varios, días, semanas y hasta meses, entre un ataque y otro. Steele señala cuatro precondiciones fundamentales para que esto sea así:

Surge alguna crisis que aumenta el nivel de tensión.
Los padres o guardianes tienen una predisposición relacionada con sus propias secuelas psicológicas, causadas por el abuso y/o abandono sufridos en su infancia,
Ausencia de sistemas de apoyo a los que pueden acudir.
La persona agredida es percibida como insatisfecha, no es aceptada como es.

Esta violencia física se puede detectar y hasta detener legalmente con más facilidad que otros tipos de violencia que analizamos adelante.

b. Violencia sexual

Es toda acción u omisión, voluntaria o involuntaria, protagonizada por un hombre o una mujer, contra otra persona, que causando daño físico o emocional, vulnera los derechos sexuales de la otra persona, le impide o limita la satisfacción de sus necesidades sexuales e inhibe el pleno desarrollo de su sexualidad. Este tipo de violencia produce un impacto emocional más grave puesto que atenta contra la intimidad, la dignidad, la imagen, la estima y la libertad de la persona.

Algunos factores que podrían constituir una personalidad agresora sexual son de orden sociofamiliar o inherentes a la propia personalidad del agresor, así, los primeros serían:

Crisis familiares
Reconocimiento del machismo como valor social
Mitos y tabúes sobre la sexualidad
Subvaloración de la mujer
Hacinamiento
Significado de la mujer como objeto sexual en revistas, televisión, publicidad.

Y los segundos:

Práctica del machismo como forma de relación
Inadecuada educación sexual
Padrastros y familiares con débiles lazos afectivos
Trastornos de personalidad"16

Por otra parte, se ha considerado como variables comunes que pueden determinar que una persona sea susceptible a ser convertida en víctima de abuso sexual:

"Dependencia económica y emocional
Baja autoestima.
Bajo nivel educativo
Pasividad e inseguridad
Educación basada en estereotipos de género
Desconocimiento de sus derechos
Enfermedad mental
Limitaciones físicas

Algunos de los indicadores a través de los cuales puede evidenciarse un abuso sexual de orden físico son los siguientes:

Ropa interior rota, manchada o con sangre
Picazón, hinchazón o dolor, lesiones o sangrados en las áreas genitales o anales
Infecciones urinarias, frecuentes, dolor al orinar
Secreción en pene o vagina
Olor extraño en área genital
Enfermedades venéreas
Embarazo sorpresivo
Enfermedades psicosomáticas"17

En su comportamiento la víctima podría tener las siguientes manifestaciones:

"Cambio repentino y brusco en la conducta
Baja repentina en rendimiento escolar (menores)
No le gusta cambiar de ropa en actividades grupales
Fugas de fluidos corporales crónicas
Relatos directos o indirectos de ser o haber sido víctima de abuso sexual
Excesivo interés en temas sexuales
Promiscuidad
Temores nocturnos, pesadillas"18

Algunas conductas que podrían presentar un ofensor sexual son:

"Posesivo y celoso de la víctima
Niega a la persona agredida contactos sociales normales
Bajo autoestima
Pobre control de impulsos
Aislado socialmente
Sexualiza manifestaciones de amor y afecto"19

c. La violencia verbal

Una tercera forma en que la violencia intrafamiliar se manifiesta no es física ni sexual, puede ser denominada como verbal, emocional o acoso moral, en ella se comprenden una serie de conductas que también someten a una persona en una relación desigual.

La violencia no es sino la exacerbación de una irritabilidad, hostilidad y frustración que se han ido acumulando poco a poco. La hostilidad por ejemplo se relaciona con la tendencia de una persona a "explotar" por cualquier motivo y a reaccionar con amargura y molestia extrema.

En gran medida, la forma en que se exprese una pregunta, las frustraciones acumuladas, el tono utilizado, el volumen y las palabras seleccionadas pueden explicar él por qué ante un comentario o pregunta simple el otro reacciona de una forma que luce exagerada. Cuando los elementos anteriores se han cuidado por parte del que formula la pregunta o comentario, y la reacción es muy intensa es injustificable.

La comunicación surge de la necesidad de mantenerse vivos, de la realidad fundamental humana de relacionarse y vincularse unos con otros, para sentir que no se está tan solos en este mundo, sin embargo, mal dirigida, puede provocar serias desavenencias y dolor en razón de que el ser humano se involucra emocionalmente, y la conversación, cara a cara o telefónica, es la vía principal para establecer, mantener y controlar relaciones, así como para adaptase a familiares, allegados y compañeros de trabajo. Las palabras transmiten información, pero el modo en que se emiten comunica lo que realmente se piensa y se siente. Con más frecuencia de la que se cree se envían dos mensajes opuestos: uno, el de las palabras (verbal-oral) y otro, el de los gestos, la entonación y el volumen (el no-verbal).

Desembocando en ocasiones en lo que se denomina abuso verbal el que es como una golpiza que no deja evidencias, como las magulladuras de las golpizas físicas.

El abuso verbal suele ser más difícil de ver, ya que raramente hay cicatrices visibles, a menos que haya habido abuso físico. Pero a menudo es menos visible simplemente porque el abuso tal vez siempre ocurra en privado. La víctima del abuso verbal vive en un mundo cada vez más confuso. Cuando está en privado, el abusador puede convertirse en una persona completamente diferente. La víctima suele ser el blanco de arranques de ira, el sarcasmo, o una fría indiferencia. La reacción del abusador ante estas acciones a menudo está recubierta de una actitud de "¿Qué té pasa a ti?" Se le acusa de "hacer de todo una montaña." Con el tiempo, la persona pierde su equilibrio y seguridad y comienza a preguntarse si es ella la que está loca.

"El abuso verbal es una actitud clandestina, usualmente sólo la pareja del abusador lo oye. Es frecuente que esta actitud se intensifique con el tiempo hasta que las personas se acostumbran y se adaptan a ella. Adopta diferentes disfraces y rebaja sistemáticamente la percepción por parte de la persona que surge el maltrato. El abuso verbal está enquistado en nuestra cultura, la prepotencia, la anulación, la humillación, la arrogancia, la oposición, la manipulación, la crítica, la dureza, la intimidación, son aceptados por muchos como parte de juego limpio"20.

Cuando estos juegos de poder se establecen en una relación y son negados por quien los perpetra, nace la confusión. Pudiéndose considerar a criterio de Patricia Evans las siguientes situaciones como relaciones de abuso verbal entre otras:

1- El agresor (a) durante varias veces a la semana parece irritado o enfadado, aunque su pareja no haya hecho nada para incomodarlo.

2- Cuando una persona se siente herida y conversa con su pareja sobre su desagrado, tienen después la sensación de que el tema no ha sido totalmente resuelto, por lo que no se siente contenta ni aliviada.

3- Con frecuencia se siente perpleja y frustrada por la actitud que él o ella adopta porque queda claro que no consigue hacerle entender sus intenciones.

4- El malestar en la relación no se debe a temas concretos, sino a una comunicación deficiente: lo que él o ella cree que ella o él dijo y lo que ella o él oyó que él o ella dijo.

5- La persona suele preguntase: ¿"Qué me pasa? No debería sentirme tan mal".

Muy raramente, o nunca el agresor parece querer compartir sus pensamientos o planes con sus parejas. Los hombres parecen opinar casi siempre lo contrario de su mujer y no exponen sus puntos de vista diciendo "Pienso que…", "Creo que…" o "Siento que…". No dudan que su punto de vista es el apropiado y cualquier otro diferente, la equivocada.

La persona agredida suele preguntarse si sus parejas las perciben como personas con vida propia. La víctima no recuerda haberle dicho jamás a su pareja: "!Cierra la boca¡" o "!Calla¡".

El agresor elude la discusión de un tema: se enfada o dicen "No sé de qué estás hablando".

Clases de violencia verbal

El abuso verbal puede ser abierto, como una explosión de ira dirigida hacia la persona, o un ataque en la línea de "eres demasiado susceptible". O puede ser encubierto oculto, como en el caso de "No sé de qué estás hablando". A diferencia, el abuso encubierto es un ataque oculto, una coerción. Este tipo de abuso ha sido descrito como "causante de locura". Es "una forma de interacción interpersonal que se origina en la represión de una agresión intensa y que disminuye seriamente la capacidad de la víctima para reconocer y ocuparse de la realidad interpersonal.

El abuso verbal es agresión hostil. El abusador no es provocado por su pareja; puede negar, consciente o inconscientemente, lo que está haciendo; así los define Patricia Evans en el texto Abuso Verbal –La Violencia Negada-.

Pautas indicadoras del abuso verbal

A lo largo de los diversos estudios que se han ejecutado con relación, al Abuso Verbal, varios profesionales entre ellos Patricia Evans, han considerado como pautas características del Abuso Verbal:

La persona puede reconocer en el abuso verbal que las situaciones que la enfadan, hieren o confunde, raramente ocurren en público. Puede reconocer que la situación que le disgusta, hiere o confunde es inesperada. El abuso verbal que la persona puede reconocer que la situación que le disgusta, hiere o confunde ocurre cuando ella se siente feliz, entusiasmada o afortunada. Puede reconocer que la situación que le disgusta, hiere o confunde, se vuelve familiar. Que la situación que le disgusta, hiere o confunde, generalmente trasmite desprecio por sus intereses.

Después de una situación que le disgustan, hieren o confunde, su relación tienen momentos en que todo parece funcionar bien. La persona de alguna manera se encuentra aislada. Puede reconocer que su compañero acostumbra a definirla a ella, a la relación, a sí mismo y, con mucha frecuencia, a las situaciones enojosas. Puede reconocer que ella nunca le reprocha al abusador lo que oye que él dice de ella.

Características y categorías

Características:

"Abuso verbal es un acto de violencia psicológica que se manifiesta por medio de palabras que atacan o injurian, que llevan a creer lo falso o que hablan falsamente de una persona"21. Señalando entre ellas Patricia Evans:

Abuso verbal es especialmente dañino cuando es negado. Cuando la percepción de la parte frágil de la pareja es menospreciada y no hay validación de su realidad, la confusión que así se genera es parte del daño.

Abuso verbal ataca la naturaleza y las capacidades de la persona. Ella puede empezar a creer que pasa algo malo con ella y que sus capacidades fallan.

Abuso verbal puede ser abierto (explosiones de ira y epítetos insultantes) o encubiertos (muy sutil, como un lavado de cerebro). Abuso verbal abierto es usualmente inculpatorio y acusador; en consecuencia confunde a la persona. El abuso verbal encubierto, es una agresión oculta, aporta confusión.

El menosprecio puede ser expresado con palabras que parecen extremadamente sinceras y consideradas.
Es manipulador y controlador, habitualmente la persona no sabe que está siendo manipulada y controlada.

Es desconsiderado, irrespetuoso y desvaloriza a la persona de tal modo que:
Su autoestima disminuye poco a poco, generalmente sin que ella se dé cuenta.
Sin percibirlo, pierde la confianza en sí misma.
Puede que consiente o inconscientemente trate de cambiar su conducta para no disgustar al abusador y no volver a ser lastimada.
Puede que haya sufrido un sutil lavado de cerebro sin haber caído siquiera en la cuenta.
Es impredecible.

Es el mayor problema en la relación. En las relaciones establecidas desde la perspectiva del Poder Sobre no hay un conflicto específico. El problema es el abuso en sí mismo y ese tema nunca se resuelve.

Expresa un doble mensaje. Hay incongruencia entre la forma en que el abusador habla y sus sentimientos reales.

Generalmente el abuso verbal experimenta una escala, aumentando su intensidad, frecuencia y variedad. Abuso desemboca en el abuso físico, que también puede iniciarse sutilmente como empujones o choques "accidentales" que después podrían convertirse en otras agresiones físicas.

El abuso verbal es un medio para mantener el control y el "Poder Sobre". Una forma del abuso verbal es la ira. El abusador verbal se enfada instantáneamente si se siente inseguro y ansioso; muy posiblemente se enfade por sentirse inseguro y ansioso.

Categorías :

Patricia Evans relaciona en su obra denominado Abuso Verbal la siguientes: No compartir, contradecir, humillar, hacer bromas que encubren el abuso verbal, bloquear y desviar, acusar y culpar, juzgar y criticar, trivializar, socavar, amenazar, insultar, olvidar, ordenar, negar, actuar con ira.

No compartir:

Toda relación debe haber más que un intercambio de información. Una relación requiere intimidad. La intimidad exige empatía. La intimidad de una relación no puede alcanzarse si una de las partes no desea compartiste y es incapaz de apoyar empáticamente a su pareja. El abusador se niega a escuchar a su pareja, niega su experiencia, está violando el acuerdo primario de una relación: el de compartir.

El abusador verbal que elige no compartir puede añadir una variedad de recursos o de camuflajes para enmascarar su actitud, como fingir que no oye, tomar algo y examinarlo mientras su pareja está hablando, o mirar televisión mientras dice: "Sigue hablando, te escucho".

Contradecir:

Otra categoría del abuso verbal; es la respuesta dominante de algunos abusadores verbales. Como el abusador está en la Realidad I, ve a su pareja como un adversario. Si él tuviera que ver las cosas de manera diferente, sentiría que está perdiendo el control y el dominio sobre ella.

Un abusador que contradice constantemente sólo parece pensar lo opuesto de su pareja. Ella nunca puede saber qué piensa realmente. Por lo tanto no puede conocerlo.

Humillar:

El abusador rebaja la experiencia y los sentimientos de su pareja como si no valiera nada. Ella puede pasar años tratando de imaginar qué hay de malo en su persona o qué falla en su capacidad de comunicación.

Hacer bromas que encubren el abuso verbal:

Los comentarios de menosprecio disfrazados de bromas se refieren a menudo a la naturaleza frágil de la pareja, a su capacidad intelectual o a su competencia.

Bloquear y Desviar:

Esta categoría del abuso verbal que controla específicamente la comunicación interpersonal. El abusador verbal rehúsa comunicarse, determina qué se puede discutir o retiene información. El bloqueo puede ejercerse como una franca exigencia cambiando de argumento; también puede ser acusatorio aunque su propósito primario es de evitar la discusión, terminar la comunicación o retener la información. El bloqueo puede también cumplirse a través de tácticas de desviación.

Acusar y Culpar:

El abusador verbal acusará a su pareja de algo mal hecho o de haber roto algunos de los acuerdos básicos de la relación, haciéndola responsable de su ira, irritación o inseguridad.

Juzgar y Criticar:

El abusador verbal juzga a su pareja y después expresa su juicio de manera crítica. Si ella lo objeta, él puede decirle que sólo estaba señalando algo con la intención de ser útil, pero en realidad está expresando su falta de aceptación de ella.

Trivializar:

Significa decir con muchas palabras que lo que se ha hecho o dicho es insignificante. Cuando la trivialización se perpetra como un tono de voz franco y sincero puede ser difícil de detectar. Si la persona es muy confiada, escuchará los comentarios del abusador con mente amplia y terminará sintiéndose perpleja porque él no la entienda a ella, ni su trabajo ni sus intereses. Ésta puede ser muy sutil, de modo que la persona acaba sintiéndose deprimida y frustrada pero sin estar demasiado segura del porqué.

La trivialización confunde a la persona, cree que de alguna manera no ha sido capaz de explicar a su compañero lo importante que son para ella ciertas cosas. El abusador anota un tanto a su favor cuando desmerece a su pareja, ella es mantenida en una montaña rusa emocional.

Socavar:

Cuando se socava no sólo se retira el apoyo emocional; además se erosiona la confianza y la determinación. El abusador que socava a su pareja por lo general la ha agredido verbalmente en muchas formas; en consecuencia su confianza y autoestima están bajas, y esto la vuelve más vulnerable.

Olvidar:

Éste implica la negación y manipulación encubierta, todo el mundo olvida a veces lo sucedido. Pero la declaración del abusador de que lo que ocurrió no ocurrió, las situaciones en las que el olvido es una constante, tiene un gran impacto sobre la otra persona. Abusador tiende a olvidar sus promesas.

Ordenar:

La orden niega la igualdad y autonomía de la persona, cuando el abusador da órdenes en lugar de pedir respetuosamente, está tratando a su pareja como si ella fuera una autómata siempre disponible para cumplir sus deseos.

Negar:

Un agresor puede usar con regularidad todas las formas de abuso verbal. Sin embargo puede tener conocimiento de ellas y decir que él nunca fue abusivo, que ama a su pareja y que nunca haría nada para ofenderla. Niega insidiosamente la realidad.

Adicto a la ira:

Categoría del abuso verbal o emocional y es la vez la conducta que lo sustenta, motiva y perpetúa. Es esencial que la persona asuma que ella no es de ninguna manera responsable de que se le grite, se la agreda, se la trate con rabia o se la mire echando fuego por los ojos, se le exija, se le acuse o se le culpe. Cuando la persona se defiende o explica, retrocede a la realidad del abusador. Él cree entonces que ella está en su realidad, ahí donde las batallas son la norma; así empieza a luchar con ella. Pedir disculpas es lo último que se le ocurriría. No existe una forma de evitar que el abusador la elija como destinataria de su ira. Cuando el abusador vuelca su ira sobre su pareja, libera la tensión fundamental producida por su falta de Poder Personal, como resultado de ello, la persona se siente mal y el abusador se siente bien.

Todo cuando haga la pareja para descubrir qué está mal, simplemente no funciona, el abusador negará directamente su ira o dirá que su conducta es culpa de la persona. Si el abusador tuviera que admitir que su pareja no es la causa de su ira, tendría que enfrentarse a sí mismo y a sus propios sentimientos, algo que en la mayoría de los casos los abusadores no quieren hacer.

Tan pronto como la tensión es liberada, comienza a crearse de nuevo; a lo que le han denominado el "Ciclo de la Adicción a la ira", pues este conlleva una doble ventaja para el abusador.

La primera ventaja es que siente una sensación de alivio, un alto grado de euforia, pues después de haber tenido una explosión con su pareja ha liberado la tensión que crecía desde la última vez.

La segunda ventaja es que ha reafirmado su dominación y el Poder Sobre su pareja. No hay nada que ella pueda hacer ni tiene manera de prevenir el siguiente ataque. No sólo las personas agredidas resultan afectadas por el abuso; la ira afecta a todos los miembros de la familia22.

Si la persona soporta tranquilamente la conducta del abusador, él se siente frustrado porque espera una reacción. Necesita liberar tensión y su sentido del "Poder Sobre" su pareja. Si no ha logrado dominar a su pareja, si ella no muestra señales de perder entusiasmo, él reforzará su conducta. Una de las razones por la cual los adictos a la ira no se disculpan, es que si lo hicieran sinceramente deberían renunciar al ciclo de explosión y liberación de tensión que les permite mantener su equilibrio y que además les da un mayor sentido de Poder Sobre.

3. Los tipos de poder

"Hay dos tipos de poder. Uno mata el espíritu. El otro, lo alimenta, siendo el primero "el Poder Sobre"; el otro es el Poder personal23".

Como indica Patricia Evans que el "Poder Sobre" se expresa en forma de control y dominación. El Poder Personal, como reciprocidad y creación conjunta. Dado que el abuso verbal es sintomático de problemas personales, culturales y globales que se originan en el abuso del poder. Y el "Poder Sobre" es un modelo de concepción del mundo, la creencia en "El Poder Sobre" es como una lente a través de la cual la (el) creyente mira el mundo. Quien cree en el "Poder Sobre" espera obtener, mediante su uso, el Poder Sobre el otro.

Esto puede ser muy difícil para quien padece abuso verbal porque esta forma de violencia encubierta, por su propia naturaleza, socava y disminuye las percepciones de la víctima. En este tipo de relaciones la mujer aprende a tolerar el abuso sin darse cuenta de él y, también sin darse cuenta de ello, pierde su autoestima. Es acusada por el abusador y se convierte en un chivo expiatorio.

El poder sobre es el resultado y la perpetuación de la "pedagogía venenosa", es un método tóxico de enseñanza o crianza del niño. Es un método que controla la conducta del niño mediante el abuso del Poder Sobre él. Si el niño se convierte en adulto sin haber superado el daño y el dolor de la experiencia, perpetuará el abuso del poder en la edad adulta. De esa manera, el adulto puede convertirse en tóxico o venenoso para los demás. Esta toxicidad es la que encontramos en las relaciones abusivas.

El Poder Personal es otra forma de experimentar el poder, un poder que no necesita ganadores y perdedores, dominadores y subordinados, y que no requiere ejercer Poder Sobre "otro". El Poder personal funciona por medio de la reciprocidad y la reacción conjunta, y puede ser considerado como una nueva forma de ser y de percibir el mundo"24.

En el contexto de una relación es donde con frecuencia se encuentra a dos personas que viven y perciben desde dos concepciones diferentes: una vive según el modelo del "Poder Sobre" y la otra sobre la base del modelo del Poder Personal. Mirando a través de estas distintas lentes, esas dos personas no pueden verse uno a otro ni apreciar las realidades recíprocas. El abusador estaba orientado hacia el control y la dominación. Su pareja estaba orientada hacia la reciprocidad y la creación conjunta. En muchos sentidos, ellos vivirían dos realidades diferentes, que se denominaran como Realidad I (Poder Sobre) y la Realidad II (Poder Personal).

Cuando dos personas que viven estas distintas realidades inician una relación, se puede reconocer ese conflicto e intentar resolverlo. Ya que si la víctima del abusador creció bajo la influencia de la Realidad I y después pasó a la Realidad II, puede que le resulte extremadamente difícil distinguir entre las dos realidades. Puede estar viviendo en la Realidad II y buscar reciprocidad sin haber alcanzado aún la autoestima.

a. El Poder Personal

Surge, según lo expuesto por Patricia Evans, en nuestra conexión con los sentimientos de los demás y aumenta a través de la cooperación y la participación con la vida. La cooperación y la participación con otra persona que también se basa en sus propios sentimientos, crean una realidad compartida. Esta creación es la relación en sí misma. Ésta es una relación de la Realidad II, porque ambas partes conocen su Poder personal.

Ambos se apoyan y empatizan mutuamente, ambos viven la Realidad II. Una relación de la Realidad II es deseable. Es importante que se sepa que no es posible construir unilateralmente este tipo de relación. La relación de la Realidad II es una realidad compartida: una persona sola no puede crearla. Hacen falta dos. A la inversa, como es una realidad compartida, una persona sola puede impedirla. Para eso sólo hace falta uno.

"El Poder personal es la capacidad para conocer, elegir y crear a partir del querer ser básico de la persona, allí donde se originan los sentimientos"25. Ya que estos ayudan a saber qué se quiere y qué procura una mayor satisfacción. Cuando se tiene esta relación con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea, se experimenta no sólo nuestra propia creatividad y nuestro Poder Personal. Vivir en esta realidad requiere una gran autoestima y una gran confianza en el proceso de la vida en sí mismo. Requiere especialmente que se tenga conciencia de la manera y los medios con que actúan destructivamente contra nosotros quienes no comparten esa realidad. En las relaciones de la Realidad II ambas partes se encuentran como una unidad, también como personas separadas. Se sienten seguras en esa relación. A causas de esa seguridad, nadie tiene necesidad de ejercer el Poder Sobre el otro.

En esta relación cada persona se hace cargo, según Patricia Evans de:

Aportar sus ideas y prestar atención a las del otro.
Expresar entusiasmo y complacerse por el entusiasmo del otro.
Revelarse a sí mismo y reflejar al otro.
Valorarse y estimar al otro.
Disfrutar con la propia creatividad y confiar en la del otro.
Perseguir el crecimiento propio y fomentar el del otro.
Gozar con la propia soledad y respetar la del otro.
Perseverar en los propios intereses y alentar al otro.
Actuar al propio ritmo y aceptar el del otro.
Ser indulgente con uno mismo y con el otro.
Involucrase uno mismo y ayudar al otro.
Protegerse uno mismo y consolar al otro.
Verse a sí mismo y observar al otro.
Ser uno mismo y dejar que el otro lo sea.
Amarse a sí mismo y amar al otro.

Para que una persona reconozca que esta siendo desvalorizada debe tener una extraordinaria autoestima. Una persona con la autoestima de la Realidad II sabe que en su relación tiene derecho al respeto, la dignidad, la estima, la aceptación, a la cortesía, la comunicación franca, el cuidado, la igualdad, los sentimientos compartidos.

En una relación de la Realidad II ambas personas pueden cometer errores. De hecho, deben esperar que así sea. No obstante, los dos se sienten seguros con su Poder personal por eso pueden aceptar sus errores y resolver sus desacuerdos brindándose mutuo apoyo.

b. El Poder Sobre

El abusador verbal creció en la Realidad I, del mismo modo que su pareja. Pero nunca pasó a la Realidad II. El abusador no conoce el Poder Personal ni siente la seguridad y la autoaceptación del Poder Personal. En consecuencia, esquiva el sentimiento de falta de poder dominando y controlando a su pareja. El abusador rechaza la calidez y la franqueza de su pareja, porque ésas son precisamente las cualidades que teme tener. En la Realidad I esas cualidades significan vulnerabilidad y la vulnerabilidad es sinónimo de una anulación personal. Generalmente el abusador no piensa en el dolor que está causando con el abuso. Él puede "ganar" una batalla con una manipulación o con un modo convincente de desmerecimiento, sin que su pareja llegue siquiera a darse cuenta de que se ha librado una batalla. Si ella se da cuenta de que ha sido despreciada y lo dice, él negará el abuso.

Por el contrario, el abusado físico suele confundir a su pareja al admitir su agresión, pidiendo disculpas y diciendo que no lo volverá a hacer, aunque lo hará nuevamente. En este caso el ofendido sabe que lo que sucedió es real. En algunos casos la negación del abusador es tan profunda que puede minimiza los daños físicos como si fuera casi nada. Esta intensa negación puede confundir y distorsionar la percepción de la víctima.

d. Condiciones negativas de la realidad

En una relación en la que hay abuso verbal, sólo existe la ilusión de una relación. Faltando ciertas condiciones positivas. En la Realidad I se presentan algunas condiciones negativas como lo establece Patricia Evans, las que se relacionan a continuación:

Desigualdad
Competitividad
Manipulación
Hostilidad
Control
Negación

Desigualdad:

Dado que el abusador verbal necesita tener el Poder Sobre su pareja, no puede aceptarla como su igual, aunque diga que lo hace. Una manera de identificar una relación de desigualdad es determinar si una pareja puede establecer metas comunes y discutirlas juntos. La pareja de los abusadores verbales pasan buena parte del tiempo tratando de comprender su situación. Cuando la víctima no sabe que el problema es la desigualdad, queda sumida en la confusión.

Los abusadores verbales bloquean las discusiones porque no desean hablar con sus parejas sobre una base de igualdad. El abusador impide la posibilidad de apoyo mutuo y planificación conjunta: así se priva a sí mismo y a su pareja de los muchos beneficios que eso reporta. Gran parte de la confusión que las víctimas experimentan tratando de comprender esas interacciones, se habría disipado si hubieran sabido que el problema real consistía en que su compañero (a) no les quería aceptar como iguales.

Competitividad:

La competitividad es intrínseca de la Relación I, por el contrario, en el contexto de esa realidad, las contribuciones son inaceptables. El abusador ve como una amenaza cualquier logro de su pareja. El valor del abusador deriva del sentido de superioridad y de la necesidad de prevalecer. Si su pareja alcanza una meta, el abusador ve ese éxito en términos de competencia. Si la persona no reconoce que su compañero (a) está enfadado a causa de su enfoque competitivo de la relación, puede llegar a creer que había dicho o hecho algo que produjo una impresión errónea e hiriente. Una explosión de ira es acusatoria y crea confusión, especialmente porque fueron sus sentimientos de reciprocidad y su deseo de contribución los que realmente motivaron a la víctima. Sus sentimientos y motivaciones eran lo opuestos de lo que él dio a entender que eran.

Manipulación:

El abusador verbal obtiene su sentido de poder del Poder Sobre; sin él, se siente impotente y cuando esto ocurre, trata de obtener lo que quiere utilizando medios indirectos y tortuosos. Eso es manipulación, una manera de manejar y cerrar la comunicación, es responder a los intentos de su pareja de discutir un problema. En otras ocasiones el abusador verbal finge que no comprende o que ha olvidado de que está hablando su pareja cuando ella trae a relación un tema que le preocupa mucho.

Hostilidad:

Todo abuso verbal es hostil. Las víctimas de abusadores verbales están tan desalentadas que no pueden darse cuenta de esto. La hostilidad se expresa directamente cuando el abusador estalla ante su pareja. Y en cada ocasión, la explosión puede estar tan preñada de acusaciones que la víctima puede creer que la ira de su compañero (a) es culpa suya. Cuando una relación reina la benevolencia, hay una mano tendida, una preocupación constante por el bienestar del otro. Cuando el abusador verbal se niega a discutir un problema, anula toda posibilidad de resolverlo. No hay un sentimiento de conclusión. Los incidentes que causan malestar pueden volver como confusas escenas retrospectivas, porque no han sido interpretados o resueltos. Todo abuso verbal es dominante y controlador. El abuso verbal cierra la puerta a la verdadera comunicación y a la intimidad. El abusador no puede controlar a su pareja e intimar con ella al mismo tiempo.

Negación:

El abusador verbal se ve obligado a negar las percepciones, experiencias, valores, logros y planes de su compañera (o). En consecuencia, la persona puede no saber siquiera qué significa sentirse apoyada y validada en su relación. Puede tomar la negación como una falta de interés o como un malentendido. En rigor, la relación de abuso verbal es una constante invalidación de la realidad de la persona agredida.

La angustia y la confusión que la víctima experimenta a raíz del abuso, están compuesta por la negación y la invalidación que hace el abusador tanto del abuso como de sus efectos.


4. L
a víctima de violencia intrafamiliar

La víctima en relaciones de violencia intrafamiliar es aquella que debe soportar las agresiones repetidas de diferentes magnitudes en un periodo que puede extenderse por meses, años e inclusive durante toda su vida.

Se ha establecido una relación de poder donde la víctima es quien tiene menos poder. "Sabemos que este desequilibro está dado en la mayoría de los casos dentro del hogar por la edad y el género. Así identificamos a cuatro grupos vulnerabilizados por su edad y el género que generalmente son los más afectados por la violencia en la familia: niños y niñas, adolescentes, mujeres adultas y personas mayores"26

a. La mujer

La violencia contra las mujeres en las relaciones familiares la componen todos aquellos actos y omisiones, que se constituyen en repetidos abusos físicos, psicológicos, sexuales y patrimoniales, realizados por una persona de la familia con la cual se mantiene una relación afectiva, de confianza y/o sexual.

La violencia contra las mujeres es muy frecuente en las relaciones de pareja incluyendo uniones libres o matrimonios. Históricamente esta situación responde a una preconcepción del rol de la mujer en la familia y la sociedad en la cual se ha minimizado en función del varón su papel. "Lejos de cambiar la situación, conforme pasó el tiempo esa división entre hombres y mujeres se fortaleció. Los mensajes de cómo debían ser y dónde debían estar las mujeres pasan todavía a un plano más difícil de modificar: el ideológico, en donde a través de las instituciones, prácticas y discursos sociales se van creando imágenes fijas de lo que debe ser, aceptándose, consolidándose y obedeciéndose sin siquiera detenerse a pensar si es o no cierto. La ideología de la desigualdad entre los géneros construye lo cotidiano, y en lo cotidiano se reproduce"27.

De este modo la identidad femenina, resulta ser un concepto que se elabora en el correr de los años, en el quehacer cotidiano, donde las mujeres introyectan modelos, normas y exigencias de comportamiento. Así, "mientras que a las niñas se les adiestra para que desarrollen conductas de pasividad, sumisión, dependencia y cuidado por parte y para los demás, a los niños se les estimula a ser dinámicos, independientes, dominantes, investigadores" 28A las mujeres se les enseña que deben dedicarse a nutrir, comprender, proteger y sostener a otros como su destino natural, aunque ello implique renunciar a su propia personalidad, ambiciones y gustos, incluso, cargan con la responsabilidad de transmitir a las generaciones subsiguientes estos condicionamientos. La formación de vida en pareja es algo que no escapa a las preconcepciones con que se condiciona a la mujer "Muchas mujeres crecen con la idea de que algún día tendrán su novio y se casarán. En el ámbito cultural se insiste en que es a través de esa condición de novia de... o de esposa de ..., que será respetable, buena y por lo tanto tendrá un lugar en la sociedad: por fin será alguien"29.

De este modo, la mujer crece con una fuerte presión social para establecer una relación familiar y ser "solterona" es sinónimo de fracaso social. Se relaciona la realización personal con el establecimiento de una relación de pareja. Culturalmente, también, se asigna a la mujer la carga de mantener dicha relación de pareja, de ceder en sus gustos con tal de obtener ese fin, esto puede llevar a que la mujer deba cambiar su forma de vestir, de arreglarse, dejar sus relaciones de amistad y colocar en un segundo plano sus intereses intelectuales o laborales. "Son las mujeres las que deben ser las expertas en las relaciones y los hombres los expertos en ser cuidados es por lo tanto, a ellas, y no a ellos, a quienes se les debe estimular la capacidad de ser sensibles, intuitivas, generosas, nutricias y de estar centradas en el bienestar físico y espiritual de los demás."30

Esta necesidad de conservar la relación de pareja, llevada a sus ultimas consecuencias, coloca a la mujer en una posición endeble y susceptible para ser convertida en víctima de agresión doméstica, incluida, claro está, la agresión no física y deber tolerarla con la finalidad de no romper el "sueño" aprehendido desde su más tierna infancia. "Muchas mujeres como ya se ha expresado asumen que son responsables absolutas del éxito o no de sus relaciones de pareja, llegando a justificar u ocultando hasta las situaciones de abuso más grandes."31 A ello debe aunarse el hecho de que la violencia masculina ha sido sutilmente promovida en nuestra cultura de modo que el hombre ejerce un control sobre la mujer en que los terceros se abstienen de intervenir con justificaciones como "entre casados nadie meta mano", "debajo de las sábanas se arreglan los problemas de una pareja", "los trapos sucios sólo se ventilan en casa".

"Esta sociedad refuerza las ideas de paz y bienestar y acepta que es en la familia donde los individuos crecerán para convertirse en adultos sanos. Para los que han llegado a idealizar la familia y han aislado algunas de las variables que le pueden afectar, ha sido difícil aceptar el hecho de que es en esa misma institución en donde muchos niños/as y mujeres son abusados/as. 32

Muchas mujeres se ven inmersas en la violencia doméstica visualizando más dificultades e inseguridades que posibilidades de ayuda y salida al problema y rodeadas de mitos que justifican la violencia de la que son víctimas.

b. Personas menores

Las personas menores es un término que comprende a todos aquellos menores de dieciocho años y su condición etaria los coloca en franca dependencia emocional y económica y por tanto altamente susceptibles a convertirse en víctimas de la violencia doméstica.

A través de la historia, los niños y las niñas han sido objeto de las manifestaciones más variadas de violencia. "Existen registros que nos evidencian manifestaciones de violencia abuso contra ellas, que datan de la prehistoria (Harcourt 1986)"33

Las culturas griega y romana incluyeron en sus rituales el sacrificio de niños y niñas. Los antiguos griegos estimaban adecuado el exterminio de niños y niñas que sufrieran retardo o defectos físicos congénitos, como una forma de preservar y fortalecer a su sociedad. "No puede cometerse injusticia en contra de lo que es propio, es sentencia conocida de Aristóteles, así citado por Russel ( 1945). El estudio de los derechos inherentes a la Patria Potestad en 700 A.C., nos muestra que los padres tenían el poder de vender, mutilar o matar a sus hijos e hijas (Holland, 1998)."34.

En la Europa del siglo XVIII, las palizas severas eran la forma aceptada para imponer disciplina. De este modo la violencia intrafamiliar en perjuicio de niños y niñas tiene su origen en la falsa concepción de que disciplinar y formar requiere del uso de la violencia, situación en la que se despoja a las personas menores de su dignidad y de su condición de personas sujetos de prerrogativas.

La razón de maltrato sería la reproducción transgeneracional de patrones de interacción padre – hijo, interacción que se caracteriza por el maltrato, pues parte del éxito adaptativo del hombre como especie viva que puebla la tierra, se debe a la construcción de representaciones adecuadas del ambiente y de sí mismo.

Cuando el niño nace dentro, solo dispone de un repertorio limitado de conductas y disposiciones para recibir información del exterior, lo que constituirá la base de su posterior desarrollo. Dada esta base, el niño y en general el ser humano está en capacidad de aprender e ir construyendo estructuras mentales que le permitan interactuar eficazmente con el medio, sí mismo y los demás seres humanos. El niño comienza este proceso y logra interiorizar el ambiente y toda la realidad, actuando sobre las cosas, más a través de los modelos que construye de la realidad que a partir de las informaciones directas que recibe en cada momento, es decir, a medida que el niño se desarrollo, va sustituyendo el uso de la información directa de origen perceptivo por la deducción a partir de los modelos interiorizados que ha ido elaborando.

"Existen diversas investigaciones que señalan que el maltrato por parte de los padres hacia sus hijos se debía en parte a la actitud hacia el castigo recibido por los padres en la infancia, además de ciertas características de personalidad negativas presentando en los padres maltratantes una insatisfacción en sus necesidades de amor y aceptación, lo cual los lleva a satisfacerlas en sus hijos y a reaccionar agresivamente contra ellos cuando no responden a estas expectativas." 35

A las personas menores de edad se les inferioriza y se les expropia de sus derechos. Los adultos a su cargo, generalmente padres o encargados, con la justificación de su deber de educación se apropian de su derecho a decidir.

Nuestra cultura ha absorbido la creencia de que los padres pueden ejercer violencia física en contra de sus hijos con la finalidad de adecuar su conducta a las normas que consideran correctas. Tal creencia, ha transcendido el nivel de mero uso o costumbre, para instalarse en las leyes de modo tal que en derecho penal, por ejemplo un sector importante de la doctrina ha considerado que los padres que lesionan, injurian y privan de libertad a sus hijos en el ejercicio de la corrección actúan amparados por una causa de justificación que elimina la antijuridicidad de su conducta y por ende los exime de un proceso y una sanción penal. 36

La antropóloga Rita Vargas en su investigación "Patrones culturales asociados al maltrato infantil" identificó varios patrones culturales que facilitan, legitiman y le dan significado al abuso contra las niñas y los niños:

-Las raíces históricas de la concepción de la niñez como seres inferiores, irracionales, sin control de impulsos entre otros.
-La obediencia junto con el respeto, la disciplina y la responsabilidad como valores fundamentales en la formación del ser humano.

La obediencia como valor esperado en la niñez, asociado a buen niño o buena niña.

Concepción de los niños y las niñas por naturaleza desobedientes, tremendos, a los que es necesario corregir.

La necesidad del castigo físico o emocional, la necesidad del dolor como medio para educar, corregir la desobediencia.

La alcahuetería como sinónimo de falta de fuerza en los (as) madres y padres para educar a sus hijos e hijas. La persona "Alcahueta" ( la que no castiga) es rechazada socialmente.

Diferencia creada entre castigo y maltrato, estableciéndose una dicotomía entre los que castigan (se hace con cierta suavidad, aunque hay que ser firme y duro ) y los que maltratan ( los que se les pasa la mano).

Diferencia entre "yo la/el que castigo" y los otros que son los que maltratan, a "los que se les va la mano"

La cólera como estado emocional asociado a frustración, que desencadena maltrato más que sólo el castigo.

La existencia de una tipología de conductas del niño y de la niña que justifican el castigo: desobediencia, malacrianza, tremendo, mentiroso, que no ayuda, que no estudia, entre otros."37

No es sino hasta épocas recientes en que la violencia y el abuso en contra de los niños, niñas y adolescentes reciben atención internacional, sobre todo en los años 40 y 50 múltiples esfuerzos se inician para entender su dinámica, tratar a sus víctimas y prevenir su ocurrencia.

La Declaración de los Derechos del Niño, instrumento internacional de vital importancia y recientemente la promulgación del Código de la niñez y Adolescencia promulgado en nuestro país, son el resultado de estas corrientes tendientes a la reivindicación de los niños como personas con derechos y dan el marco legal básico para un cambio de esta mítica concepción.

Así mismo, la moderna pedagogía se inclina por la eliminación de cualquier tipo de violencia en la formación y educación de las personas menores.

No obstante, el cambio en la costumbre y la total erradicación de la violencia en perjuicio de personas menores es un proceso de aculturación que está resultando más lento que la promulgación de leyes y suscripción de tratados en su beneficio, pero que sin embargo debe ser estimulado constantemente por todos los sectores de la sociedad que tengan injerencia en el tratamiento a personas menores.

c. Adultos mayores

La ONU reconoce como personas adultas mayores a aquellas de más de 65 años de edad, y es el criterio para que una persona, independientemente de su sexo, estado civil, nivel socioeconómico o grupo étnico, entre otras características, sea atendida y reciba de manera prioritaria servicios específicos a sus necesidades.38

Para ubicar a las personas mayores es necesario utilizar el criterio de la edad pero, no hay que olvidar que la vejez también depende de la calidad de vida de cada persona.

Los adultos mayores, resultan ser también un blanco altamente vulnerable en las relaciones intrafamiliares violentas, el fenómeno obedece a la dependencia económica, emocional y hasta física que su condición les impone.

La violencia en contra de estos "Es una conducta destructiva que está dirigida a una persona mayor, ocurre en el contexto de una relación que denota confianza y reviste suficiente intensidad o frecuencia para producir efectos nocivos de carácter físico, psicológico, social y/o financiero de innecesario sufrimiento, lesión, dolor, pérdida o violación de los derechos humanos y disminución en la calidad de vida de la persona mayor"(Hudson, 1991).39

El maltrato a ancianos es un grave problema social, con raíces que son culturales y psicológicas, no importa el nivel económico y educativo de quien lo ejerce o lo padece. El maltrato vulnera los derechos fundamentales de las personas, por eso es un problema de todos, y es la sociedad en su conjunto, quien puede y debe cumplir un papel importante en todo esto.

Es frecuente que la persona que les maltrata sea un familiar, un cuidador, o personas no relacionadas directamente, pero que conviven en el hogar con el adulto mayor. Sus principales agresores pueden ser sus propios hijos e hijas, aunque también se han encontrado casos en donde los cuidadores de instituciones de salud o empleados de organismos públicos o privados ejercen el maltrato o el abuso.

La dependencia física, emocional y económica del adulto mayor, con respecto a su agresor las coloca en una posición en que la sumisión es la única salida que encuentran para poder mantener sus necesidades básicas que generalmente las provee el agresor en relación de poder ventajosa. A diferencia de los niños que al crecer pueden liberarse de las relaciones de poder que generan violencia y de las mujeres que en la separación de sus parejas agresoras también pueden verse liberadas de la violencia, los adultos mayores, pueden ser sometidos a la violencia y sus consecuencias durante los últimos años de sus vidas.

5. Los agresores en la violencia intrafamiliar

El agresor en una relación intrafamiliar es la persona que ejerce violencia física, sexual o verbal (psíquica) sobre otros miembros de la familia. Como se analizó en los roles de género, los varones con mayor frecuencia son los que protagonizan este papel, sin que ello signifique que no existan también casos de mujeres agresoras.

" En el proceso de socialización masculina se permite a los hombres utilizar la violencia como medio para resolver conflictos. Estos procesos no son abstractos ni aislados, son una herramienta fundamental del sistema patriarcal dominante, al construir mujeres y hombres con expectativas bien diferenciadas para cada uno de los sexos. Es esta manera, la mujer así estereotipada, representa sensibilidad, sumisión, debilidad, suavidad y dependencia; pero, por otro lado, el hombre significa agresividad, imposición, fuerza e independencia." 40

Los agresores "...con frecuencia provienen de hogares violentos, donde eran maltratados o presenciaban la agresión hacia los demás miembros de la familia. Sufrían de privaciones emocionales. En otros casos la relación con sus madres (o padres) no ha sido la óptima, ya que ésta es distante o en extremo sobreprotectora, al punto de provocar un sentimiento ambivalente de amor-odio."41 Parecen tener doble personalidad, pues algunas veces son muy cariñosos y cuando se tornan agresivos tienden a sobreexcederse bajo la premisa de que la intención es "dar una lección".

En cuanto a este aspecto cabe señalar la discrepancia entre la conducta en público y la conducta privada. Como se indicó arriba, a menudo el individuo agresor tiene una imagen pública de "buena persona", amistoso, agradable y tranquilo y de un ser humano que le preocupan los demás. Esta situación hace parecer que el discurso de la persona agredida sea falso o incongruente ante la perspectiva judicial y/o social.

En la mayoría de casos tienden a minimizar y hasta negar la violencia; para algunos, sus actos son en defensa propia o simplemente no son agresores.

Tienden a culpar a la víctima por el acto violento. Utilizan frases como: " me provocó", " me saca de mis casillas y pierdo el control". Son muy manipuladores. En muchos casos controlan la vida social de la víctima, diciéndole que por no estar en el hogar descuidan la familia o que tienen un amante. Esta situación se agudiza más cuando logran por medio de gritos, amenazas, enfados o palabras soeces, que la autoestima de la víctima se vea deteriorada.

Tienden a ser muy posesivos y celosos. Tratan de absorber todo el tiempo de la pareja, para tenerla "bajo control". Cuando existen hijos en el matrimonio, estos individuos manipulan a los pequeños para que controlen el accionar de la contraparte. Por otro lado en muchos casos la víctima es manipulada para que no plantee la denuncia o para que la retire; de lo contrario es amenazada por el agresor con frases como: "te quitaré los niños" o "si no lo haces, los mataré" No está de más señalar que estas características no son las únicas y que tampoco son a ciencia cierta aplicables a todos los agresores.

Los agresores no necesariamente son violentos en todas sus relaciones, puesto que si bien es cierto que existen individuos que desde niños son agresivos y que tienen problemas con la autoridad, también existen personas pacificas en sus centros de trabajo, con sus amigos y en las actividades sociales, pero que al llegar a casa son totalmente distintas ya que agreden a quienes habitan en el hogar. El agresor no sufre consecuencias en su conducta pues "... evita el estrés y el sufrimiento interior cuando convierte al otro en responsable de todos sus trastornos"42


Capitulo II
Efectos del Abuso Emocional

a. En la mujer

Los efectos que el abuso emocional y verbal dejan en las víctimas de este son múltiples. Las etapas en que pueden clasificarse estas secuelas son según la autora Marie France Irigoyen, a corto plazo: La renuncia, la confusión, la duda, el estrés, el miedo y el aislamiento y a largo plazo: El choque, el desequilibrio, la separación y la evolución. La relación de pareja puede atravesar todas estas etapas, en caso de que la pareja se separe, sin embargo, la relación podría estancarse en alguna de ellas y la víctima permanecer en una relación de dominio respecto de su agresor.

En la etapa de la renuncia la víctima no se percata del abuso al cual es sometida, está aún bajo el dominio del agresor. Mientras la víctima esté bajo esta fase de dominio del agresor se da una dinámica en que ambos adoptan una actitud de renuncia que evita el conflicto. El agresor ejerce actos violentos que no provocan un conflicto directo y por su parte la víctima se somete para evitar el conflicto. "Percibe que no hay negociación posible con su agresor, y que éste no cederá, y prefiere comprometerse a afrontar la amenaza de la separación"43. Con esta actitud, la víctima persigue mantener su relación de pareja que idealizó como una meta conjunta con la felicidad y se niega a abandonar tal ideal.

Las víctimas dimiten en actitud generosa y benovolente a cualquier oposición al abuso y se someten a este, pueden hacer sutiles comentarios de las actitudes negativas de su agresor, pero a la vez, idealizan aspectos positivos como por ejemplo, su capacidad de proveedor, como sinónimo de buen marido o buen padre, su inteligencia y otros atributos que encuentran positivos, aferrándose de este modo a la idea de que la decisión de unir su vida a esta persona ha sido una decisión acertada. Esta aceptación y sumisión de la víctima puede generar una dinámica de pareja que se instale de manera definitiva y mientras perdure " la víctima se encuentra cada vez más apagada o deprimida y el agresor es cada vez más dominante y se siente cada vez más seguro de su poder" 44

En el período de confusión el dominio ejercido por el agresor coloca a la víctima esta no se atreve a verbalizar el abuso o no sabe la forma de hacerlo, por que no lo entiende de forma clara. Pueden sentir que son objeto de una injusticia no pueden entenderla, transmitirla con claridad a terceros y menos aún enfrentar a su agresor apuntándosela. "La confusión genera tensión , estrés." "Durante este combate psíquico, las víctimas son vaciadas de su sustancia y renuncia a su identidad propia. Pierden todo su valor ante sí mismas, pero también ante los ojos de agresor"45

La duda surge cuando ante constantes episodios de violencia emocional y verbal a los que se somete a la víctima esta no puede creer lo que le está sucediendo, no puede entender la carencia de empatía de su agresor y el rechazo que este genera con respecto a ella. "Frente a esta violenta repulsa, percibida, pero verbalmente negada, las víctimas intentan comprender y justificarse en vano. Buscan razones que expliquen lo que les ocurre y, al no encontrarlas, pierden su seguridad en sí mismas y se vuelven permanentemente irritables o agresivas sin encontrar cual es su actuación para recibir tal trato. En este punto debe tenerse claro, que las víctimas perciben un fuerte sentimiento de culpabilidad que minimiza aún más su autoestima autoresponsabilizándose por la dinámica de la relación en la que se encuentran inmersas.

Seguidamente surge la etapa del estrés. En este punto es importante tomar en consideración los estragos que este le genera a la víctima. " ...el organismo reacciona adoptando un estado de alerta y produciendo sustancias hormonales, una depresión del sistema inmunitario y una modificación de los neurotransmisores cerebrales." Este cuadro, en su génesis es una adaptación al ataque, sea cual sea el origen del mismo y ante la continuación de este las consecuencias son mayores: " ...dependiendo de la susceptibilidad de cada individuo, las palpitaciones, las sensaciones de opresión, de ahogo y de fatiga, los trastornos del sueño, el nerviosismo, la irritabilidad, los dolores de cabeza, los trastornos digestivos, los dolores abdominales, y manifestaciones psíquicas como la ansiedad."46

El miedo, aunque la autora de cita, lo clasifica como una de las fases del abuso emocional o acoso moral, es una sensación que también está presente, en menor escala en las otras fases. Se manifiesta en ese constante vilo, en estar pendientes de una mirada, de un gesto tirante, de un tono frío. "Temen su reacción, su tensión y su frialdad cuando no se ciñen a lo que espera, y temen asimismo las observaciones hirientes, el sarcasmo, el desprecio y el escarnio."47

Para evitar los episodios violentos, las víctimas tienden a ser amables y conciliadoras, con la esperanza de que el odio de que son blanco se disolverá para convertirse en amor. Sin embargo, cuanto más atenciones se viertan sobre el agresor, más se alimenta su capacidad de desestabilizar, por el hecho de que la actitud de la víctima evidencia una superioridad emocional de esta que enerva su violencia. Si en ataques de desesperación la víctima protagoniza escenas de ira u odio, el agresor obtiene una justificación para su conducta de la cual se valdrá para someter aún más a su víctima y evidenciar, si es posible ante terceros esta situación.

Cuando las víctimas deben enfrentar la situación por la que atraviesan suelen sentirse solas. Generalmente, como un condicionamiento cultural de que los asuntos del hogar deben ventilarse dentro de este, la víctima ha guardado para sí el secreto de la agresión que sufre, para generar una imagen de pareja o familia feliz la víctima ha disimulado las escenas de violencia de su agresor ante terceros y trasmitir ahora su situación es harto difícil, sobre todo, por que la agresión emocional en sí misma no es obvia para su descripción, como resulta ser un golpe. Por ejemplo, en la agresión emocional el agresor puede haber provocado que su víctima rehuse hablar con otros hombres por que esto genera reproches solapados de su compañero, la cual se ha manifestado en diferentes episodios con miradas de reprobación, insinuaciones de infidelidad o coquetería, ante las cuales, la víctima a reaccionado no entablando conversaciones con otros hombres para provocar este episodio.

Describir este cuadro es muy difícil para la víctima cuando su agresor no ha hecho tal prohibición de manera expresa y le hace sentir que es sólo producto de su imaginación. Mucho de la modificación de conducta que ha debido hacer la víctima ha sido sobreentendiendo la voluntad de su agresor en un periodo prolongado, que en un encuentro un tercero no será capaz de entender. "Cuando las agresiones han tenido lugar en presencia de testigos, las víctimas pueden llegar a juzgar que sus propias reacciones han sido excesivas –protegen siempre a su agresor-, con lo que se ven en la paradójica situación de defender a quien las arremete con tal de no echar más leña al fuego."48

Este modo de comunicación que las somete y que sólo ellas entienden las lleva a aislarse para evitar situaciones comprometedoras o penosas.

El sometimiento a la agresión psicológica a largo plazo, genera mas situaciones para la víctima.

El choque es aquel estadio de la relación en que la víctima adquiere conciencia que está siendo abusada. "Se sienten entonces desamparadas y heridas. Todo se desmorona. La importancia del choque se debe al efecto sorpresa y a su falta de preparación, que es una consecuencia del dominio al que estaban sometidas. Durante este choque emocional el dolor y la angustia se confunden."49

No necesariamente en este momento la víctima encuentra valor para separarse de su agresor y la ira puede aparecer algún tiempo después, se da una perdida de la autoestima, un sentimiento de haber sido engañadas.

Si la víctima continúa con la relación violenta, su capacidad de resistencia puede limitarse y desgastarse con el tiempo, llevándola al agotamiento psíquico, depresión, sensación de vaciamiento, cansancio y falta de interés por todo. El estrés se convierte en desequilibrio que puede manifestarse como "...un estado de ansiedad generaliza, un estado depresivo, o trastornos psicosomáticos. En los sujetos más impulsivos, el desequilibrio conduce a reacciones violentas que terminan con su ingreso en hospitales psiquiátricos. A los agresores todos estos trastornos les sirven para justificar su propio acoso" 50 Pueden aparecer ideas suicidas, que lejos de crear empatía en el agresor, le generan una certidumbre de que el otro era problemático o loco justificando sus agresiones. Es importante tomar en consideración que estos cuadros depresivos extremos surgen por la pérdida de un ideal que se asemeja a un duelo. "Algunas víctimas manifiestan una respuesta fisiológica: úlceras de estómago, enfermedades cardiovasculares o de la piel, etc. Algunas de ellas se adelgazan o debilitan, expresando a través de su cuerpo un perjuicio psíquico del que nos son conscientes que puede llegar hasta la destrucción de su identidad. Los trastornos psicosomáticos no se derivan directamente de la agresión, sino del hecho de que el sujeto es incapaz de reaccionar"51

Algunas víctimas como una reacción inconsciente para tratar de comunicar su estado sufren crisis nerviosas en público, lo que igual que otras manifestaciones de su dolor es tergiversado por el agresor para reafirmar la locura o anormalidad de su pareja y justificarse a sí mismo en su actuación.

"El trauma tiene otra consecuencia que menudo se ignora: la disociación...Constituye asimismo un fenómeno defensivo contra el miedo, el dolor o la impotencia ante un acontecimiento traumático que es tan lejano a lo que normalmente se puede concebir que el psiquismo no tiene otro remedio que deformarlo o expulsarlo de la conciencia. La disociación establece una separación entre lo soportable y lo insoportable y condena a lo segundo a la amnesia. De este modo, filtra la experiencia vivida y proporciona un alivio y una protección parciales."52

En una relación de violencia intrafamiliar psicológica, en la cual la víctima se siente cada vez más reducida, anulada como persona y amenazada a un ataque mayor, puede reaccionar de dos maneras: tolerar la agresión de manera permanente o rebelarse y acabar con la relación. Algunas personas con mucha capacidad de resistencia, pueden incluso buscar ayuda en curas o terapeutas para que les ayude a soportar la situación, pero sin actitud de cambio o separación. Es la víctima la que debe tomar la decisión de separarse pues la separación no es generalmente del interés del agresor. "El proceso de liberación está cargado de dolor y de culpabilidad, pues los perversos narcisistas adoptan la posición de víctima abandonada y encuentran en ello un nuevo pretexto para su violencia"53

Durante la separación el agresor ejerce aún más violencia sobre la víctima, si hay hijos tratará de ejercer chantaje con la custodia de estos e igualmente tratará de dejar a la víctima despojada de los bienes materiales adquiridos durante la unión, lo que normalmente genera largos procesos en el Juzgado de Familia, donde el agresor se empeña en aparecer él como víctima y normalmente opone todos los recursos que la estén a su alcance para atrasar el proceso de divorcio, repartición de bienes gananciales y custodia de los menores. En este proceso, el agresor puede llegar incluso a sustraer del poder de la madre los hijos en común, con el afán de provocarle dolor, puede manipularlos diciéndoles cosas en contra de la entereza moral de aquella. Este proceso suele ser desgastante, por que obliga a la víctima a defenderse legalmente y hasta a tener que incoar procesos a fin de resguardar sus intereses.

Pasado este periodo de crisis y habiendo logrado las víctimas separarse por completo de su agresor sobreviene el periodo de evolución en el cual la víctima pierde todo contacto con su agresor. "Una vez separadas, tanto los recuerdos como los nuevos acontecimientos adoptan un nuevo sentido ligado a la experiencia vivida"54 Al inicio las víctimas experimentan una sensación de alivio y reaparición de interés por el trabajo y diversas actividades más. Algunas personas víctimas de acoso superan el mismo sin secuelas, sin embargo, otras víctimas si experimentan secuelas como "ansiedad generalizada, fatiga crónica, insomnio, dolores de cabeza, dolores múltiples, trastornos psicosomáticos (hipertensión arterial, eccema, úlcera gastroduodenal) pero, sobre todo, conductas de dependencia como la bulimia, el alcoholismo o la toxicomanía"55 .

Además las personas que han sido sometidas durante mucho tiempo a violencia o acoso moral pueden expresar cierta agresividad que se puede interpretar como una violencia transmitida. "Otras víctimas pueden desarrollar toda una serie de síntomas que se aproximan a la definición del estrés postraumático que proporciona el DSM IV."56

Las agresiones sufridas generalmente quedan en la memoria y se reviven espontáneamente con imágenes, pensamientos y emociones intensas durante el día o sueños y pesadillas durante la noche. "Diez o veinte años más tarde, las víctimas pueden seguir teniendo una sensación de angustia ante determinadas imágenes de su agresor. Aun cuando hayan logrado una vida plena, su recuerdo todavía puede traer consigo sufrimiento fulgurante"57 . La autora Patricia Evans en su obra Abuso Verbal, explica que la víctima de abuso psicológico en una relación de pareja suele tener una confusión de sentimientos contradictorios, y entre los más relevantes se encuentran:

Responsabilidad / Incapacidad
Determinación / Frustración
Afecto / Rechazo
Esperanza / Decepción
Felicidad / Tristeza
Seguridad / Miedo
Serenidad / Sorpresa o Sobresalto

Los sentimientos de responsabilidad de la persona se alternan con sentimientos de incapacidad, cuando no puede lograr que el abusador la entienda o cuando ella no puede comprenderlo a él y lo que realmente quiere.

Si la víctima llega a adquirir conciencia de la agresión, ya no acepta ser responsable de la conducta de su compañero (a), es allí cuando exige cambios y elige libremente el tipo de vida que desea, cuando se hace responsable sólo por ella misma y cuando procede sólo según su mejor interés, alivia sus sentimientos de incapacidad y recupera su natural estado de "Poder Personal", renovando así su autoestima.

Determinación y frustración:

En muchas ocasiones las parejas de los abusadores verbales tienen la determinación de comprender y de expresarse de la manera más adecuada a fin de conseguir una mejoría en su relación. En consecuencia, tratan de explicar al abusador lo que realmente piensan, hacen o dicen, lo que quieren decir o lo que se proponen, sin embargo, el abusador las anula y la víctima experimenta entonces un profundo sentimiento de frustración. Habitualmente las parejas de los abusadores verbales no saben qué esta pasando en su relación. No reconocen el abuso emocional del que están siendo víctimas

Afecto y rechazo:

Una de las formas en que la persona expresa su afecto y su amor son compartir sus alegrías y placeres, en una relación con un abusador estas propuestas raramente tienen éxito.

La indiferencia, la crítica y el desprecio del abusador, son vistos por su pareja como una forma de rechazo, como si ella no estuviera a la altura de las expectativas de él. Este rechazo es interpretado como una negación del su valor.

Esperanza y Decepción:

La esperanza crea la conciencia de que es posible alcanzar el estado deseable, de que su relación mejorará con el tiempo, que existe la posibilidad de comprensión e intimidad. Pero la incapacidad del abusador para aceptarla, su indiferencia o su carácter errático, la llevarán muy pronto de la esperanza a la decepción.

Seguridad y Miedo:

En una relación de abuso verbal la mujer puede reconocer algunos problemas y cree que es posible solucionarlos, sin embargo con el tiempo, como el abuso se intensifica o cambia, la persona comenzará a temer al abusador. El sentimiento de miedo crea la conciencia de que el estado deseable está amenazado, al mismo tiempo temerá la pérdida del amor y la seguridad que creía tener en su relación.

Serenidad y Sorpresa o Sobresalto:

La pareja de un abusador verbal suele sentirse sorprendida o sobresaltada cuando su compañero(a), se irrita o enfada súbitamente, la desmerece o la hace objeto de su sarcasmo, como del abuso verbal es en esencia inesperado o impredecible, la persona puede encontrase relajada, serena, feliz o entusiasmada por algo, cuando de pronto su compañero (a) la sacuda o sobresalta.

Confusión:

Dicho sentimiento crea la conciencia de que todavía se ignora la forma de solucionar los conflictos internos, como no puede resolverlos de ninguna manera, los sentimientos conflictivos que experimenta la persona la confunden. Cuando la víctima reconoce la situación de abuso verbal, alcanza la solución de sus conflictos internos.

Mientras la persona vive con un abusador verbal la autoestima es socavada progresivamente; esto hace que el reconocimiento sea cada vez más dificultoso.

En este tipo de abuso emocional, la víctima encuentra fuertes obstáculos que le impiden discernir la relación de poder a la que está siendo sometida.

De este modo, la Psicóloga Patricia Evans puntualiza que la víctima ha aprendido a pasar por alto la descortesía, falta de respeto, el desdén y la indiferencia de la que es receptora, los incidentes enojosos son negados por el abusador, y su pareja llega a pensar que ella es la equivocada. El hecho de que las agresiones emocionales no sean constantes, ocasiona que mientras el abusador se muestra amistoso la persona agredida olvide sus sentimientos de disgusto. El abuso puede ser muy sutil y el control va aumentado gradualmente con el tiempo lo que hace que el abusador controle la comunicación interpersonal y por tanto la realidad interpersonal en la cual culpa a su pareja por los episodios enojosos y ella le cree y piensa que suceden por su culpa.

El abusador y su pareja pueden funcionar bien de manera independiente en sus respectivos papeles, criando hijos u obteniendo progreso económico, de modo que la naturaleza de la relación entre ellos dos es pasada por alto por la víctima que puede tender a concluir que nada es perfecto.

Varios factores contribuyen a que resulte muy difícil detectar el abuso verbal y la realidad del abusador, pues una vez reconocidos los obstáculos pierden su poder de evitar la conciencia del abuso y en cambio se convierte en peldaños que llevan hacia esa conciencia. Sin embargo si la persona no se da cuenta de que una personalidad que busca el Poder Sobre otro no es capaz de asegurar la comprensión empática requerida por el amor y la relación. Por lo que para poder descubrir las pautas del abuso verbal las personas deberán ser conscientes de sus propias experiencias y sentimientos.

b. En los niños

Los niños que han sido abusados emocionalmente pueden exhibir una pobre auto-imagen, una incapacidad para depender de, confiar en, o amar a otros así como conducta agresiva, problemas de disciplina y, a veces, comportamiento ilegal, coraje y rabia, comportamiento auto-destructivo o auto-abusivo, incluso pensamientos suicidas. Algunos otros, que generan la negación de la situación violenta como mecanismo de defensa, presentan pasividad y comportamiento retraído miedo de establecer relaciones nuevas o de comenzar actividades nuevas, ansiedad y miedos, problemas en la escuela o fracaso escolar, sentimientos de tristeza u otros síntomas de depresión, visiones de experiencias ya vividas y pesadillas, abuso de drogas o de alcohol.58

A menudo el daño emocional severo a los niños maltratados no se refleja hasta la adolescencia, o aún más tarde, cuando muchos de estos niños maltratados se convierten en padres abusivos y comienzan a maltratar a sus propios hijos. Un adulto que fue abusado de niño tiene mucha dificultad para establecer relaciones personales íntimas. Estas víctimas, tanto hombres como mujeres, pueden tener problemas para establecer relaciones cercanas, para establecer intimidad y confiar en otros al llegar a adultos. Están expuestos a un riesgo mayor de ansiedad, depresión, abuso de substancias, enfermedades médicas y problemas en la escuela o en el trabajo. Sin el tratamiento adecuado el daño puede perdurar de por vida.

c. En los Adultos Mayores

En el caso de los adultos mayores, la violencia no física provoca diversos síntomas generados por las acciones amenazadoras que fundamentalmente generan miedo a sufrir un daño físico o a ser abandonados y quedarse solos.

Las humillaciones, gritos e insultos que devalúan su imagen, generándoles sentimientos de soledad. " Además de Depresión constante, conductas destructivas, trastornos en el sueño, trastornos en el lenguaje, falta o exceso de apetito, miedo y angustia."59 Aunado a ello, todos los diversos síntomas del estrés, similares al estrés postraumático, que se agravan cuando se suman a los trastornos mentales propios de la senectud.


Modelos de Formas Efectivas de Comunicación Destinadas Ayudar en el Proceso de Recuperación del Daño Emocional y Mental del Abuso Verbal

Indica Patricia Evans que cuando los progenitores se enfrentan con una situación de mucho estrés, y su hijo necesita atención, la urgencia del momento invita a una respuesta apresurada, pasando por alto soluciones o acciones obvias si su mente no está serena. Por lo que es importante que los progenitores traten a sus hijos con benevolencia y respeto, aunque estén estresados. Ya que en la medida que se le brinde amor y atención a los menores, se sea empático con sus sentimientos, honestos con ellos, se alenté su independencia, en la mayoría de los casos se le permite al menor crecer como adultos cariñosos, atentos, empáticos, honestos e independientes. Por lo que debe desarrollarse a través de puntos siguientes:

"Comunicar confianza
Comunicar aprecio
Comunicar límites en su conducta
Comunicar elecciones "60

Comunicar confianza: A través de permitir que el niño cubra sus propias necesidades en cuanto demuestre capacidad para hacerlo.

Comunicar aprecio: Todos los niños responden al aprecio, ya que ellos nacen buenos, curiosos y espontáneos. Por lo que todo niño tiene talentos e intereses únicos. Por ende el trabajo de los progenitores es dar a sus hijos la atención que necesitan, brindándole atención a lo que le gusta al niño e introduciendo y estimulando su interés, de tal forma que perciba su calidad de ser único.

Comunicar Cuáles son los límites: Los niños se sienten más seguros y bien cuidados cuando sus padres les fijan límites, por lo que serán mucho más capaces de establecer sus propios límites cuando sean adultos, si lo han aprendido en la niñez.

Comunicar elecciones: Se le debe brindar al niño la posibilidad de elegir siempre que sea posible.

Cuando los niños son testigos del Abuso Verbal:

Sí a un niño le gritan o lo desmerecen de alguna manera, necesitará apoyo, por lo que sí un progenitor no se percata de ello, puede enseñar a su hijo a tolerar la agresión. O en su caso se puede invalidar la experiencia y el dolor del niño es ignorado, siendo el abuso minimizado y aprendiendo el niño a tolerarlo. A muchas personas se le enseña a minimizar la agresión, pareciendo desaparecer el dolor, pero la herida queda adentro.

Cuando se reconocen los sentimientos de los hijos y se responde al abuso verbal, se valora la experiencia y el adulto se convierte en testigo solidario. Enseñando de esta forma al menor las respuestas adecuadas para el abuso verbal y le ayuda a respetar sus propios sentimientos.

Pero, si al contrario se le enseña a fingir que las palabras no hieren se les llevará a dudar de sí mismos. Necesitando el niño aprender las respuestas apropiadas según su edad y la persona a quien deba responder, pero a cualquier edad un niño necesita apoyo emocional para responder a un adulto que lo agrede. Aprendiendo los niños a agredir a los adultos y también lo hacen entre sí.

Si un niño es agredido o es testigo de un abuso, sufre, pues cuando este crece en un medio de agresión, puede expresar su frustración, dolor y confusión, o tratar de borrar la experiencia con drogas y otros medios autodestructivos; pueden llegar incluso a intentar suicidarse. Las niñas pueden inclinarse a apartarse, y los niños a volverse más agresivos. Por lo que sí los niños no se crían en un hogar pacífico y afectuoso, aunque sus progenitores estén en la casa, no vivirán en un medio saludable.

Los niños necesitan que ambos progenitores los traten con respeto y dignidad así como que atiendan de igual manera sus necesidades, sin embargo esto no siempre es posible, por lo que es importante recalcar que en muchas ocasiones los niños pueden encontrarse mejor en un hogar con un solo progenitor no agresivo que en otro en el cual está presente el abuso aunque estén los dos progenitores.

Capitulo III
El Marco Legal Existente y una Propuesta para su Modificación

Marco legal existente

El tema bajo estudio, esta íntimamente relacionado con la materia especial de la "Violencia Doméstica", legislación novísima en nuestro ordenamiento jurídico, que pretende salvaguardar la integridad física y mental, de los miembros de una familia, cuando se presente una agresión. Pues se establece la posibilidad de que la violencia sea de tipo moral, es decir que no recaigan las acciones desvaloradas sobre la integridad física o contra el patrimonio. Sin embargo, el texto legal antes citado es omiso y oscuro sobre el tema. El tópico de la violencia doméstica, ha sido objeto de regulación de múltiples convenciones internacionales, de la misma ley y de numerosos estudios dogmáticos, sin embargo, aquellos en su gran mayoría se centran en la violencia corpórea, y/o agresiones que trascienden la integridad física de la parte ofendida. Bien podría decirse que el tema central de este trabajo pertenece a un subconjunto de la violencia doméstica, pues lo moral o psicológico corresponde a un tipo específico y secundario de la agresión intra familiar. Poco o nada se ha regulado, sobre el abuso psicológico o moral, que un constante abuso verbal, puede ocasionar en una persona. Pese a que como se indicó la misma norma reconoce y sanciona este tipo de agresión.

En lo que respecta a otras ramas del derecho, nos encontramos con el Código Familia, regulación que establece como causal de divorcio a la "sevicia"61, entendida esta como concepto genérico a aquella acción que es cruel en demasía, o trato cruel de uno de los cónyuges hacia otro o dirigida a sus propios hijos. Jurídicamente, dicho concepto tiene o ha tenido dos vertientes, la primera de ellas relacionada con aquellos tratos crueles, por lo que se deja llevar uno de los cónyuges, ultraja de hecho al otro, y salva así los límites del recíproco respeto que en una pareja tiene que existir, que pudiere incluir las agresiones verbales. Para otros, resulta de aquellas acciones identificadas como malos tratos, y se ve definida como malos tratos corporales o vías de hecho, concepto doctrinal que eliminaría la posibilidad de invocar el abuso verbal, como causal de divorcio. Lo cierto del caso, es que haciendo una interpretación extensiva de la norma, utilizando solamente una de sus posibles definiciones, los casos de abuso verbal, cuando ocurra un desmejoramiento de las capacidades psicológicas de las partes, pudieren ser utilizado bajo este supuesto como mecanismo para dar término a una relación familiar; sin embargo, se estaría bajo la desventaja de una posible interpretación restricta del tema; en otro orden de cosas, tal regulación, esta limitada para aquellas parejas que han optado por el matrimonio legal, como medio de convivencia, dejando de lado, a las familias de hecho, donde no existe vínculo legal a disolver, y tampoco sería de utilidad en los casos en que la agresión no sea dirigida en contra de un cónyuge, sino a menores que se encuentren bajo el mismo techo del agresor y que no sean sus hijos, y contra personas de la tercera edad.

Por lo antes apuntado, y ante la nebulosa que existe en la legislación sobre el tema en cuestión, se recomienda, la estructuración legal de las normas de la Ley de Violencia Doméstica, con el fin de incluir de forma explícita y clara, el instituto del abuso moral, regulando sus características especiales, sus consecuencias, el procedimiento para erradicarlo y otorgando los mismos rangos de protección a las partes que la ley otorga, haciendo énfasis en las familias de hecho, en las relaciones sentimentales con alguna constancia en el tiempo, las relaciones con los niños etc. Igualmente redefinir el concepto de sevicia que se tiene en el Código de Familia, y ampliarlo lo suficiente para que el abuso verbal, corroborado, que haya causado un trastorno en la psiquis de la pareja o sus propios hijos, se constituya como una causal para dar por finalizado el vínculo matrimonial. Recomendaciones que se hacen sin perjuicio de ser retomadas más adelante.

2. La penalización ¿Alternativa válida de regulación?

Creemos, que como parte de la violencia doméstica, la "violencia moral o psicológica", no debe ser incluida dentro de la materia penal, como una conducta típica, antijurídica y culpable, que conlleve a la imposición de una pena. Lo anterior, en respeto a principios básicos, de la mínima intervención, de especialidad y de lesividad que guían al proceso penal.

Cualquier ordenamiento legal, debe ser analizado en forma global, es decir tomando en cuenta no sólo el aspecto específico que se quiera aplicar, sino la universalidad de sus componentes. Buscando con ello que las normas y los procedimientos, no choquen entre sí, que no se den contradicciones ni antinomias, que produzcan la impunidad de las acciones. Igualmente todo ordenamiento legal, debe tener características de unicidad en el tratamiento de conductas. Lo antes apuntado para el caso concreto puede ser analizado desde la presente perspectiva. Existe ya un Ley de Violencia Doméstica, en aquella se describen una serie de actuaciones que llaman la atención del Estado y que éste desea proscribir de la sociedad. Una faceta de estas son las llamadas agresiones morales, o psicológicas, que son el basamento de la presente investigación, que si bien es cierto, el tema es abordado muy levemente por la ley mencionada, lo cierto del caso es, que sobre esas acciones ya el Estado tomó la decisión de no sancionarlas penalmente. En aras de dar continuidad a la unicidad, lo correcto es no penalizarlas, sino, no ampliarles su marco legal, reconociendo su existencia, las facetas de su aplicación y los medios, diferentes al derecho penal, para sancionarla.

No obstante lo antes apuntado, en el caso de que producto de la violencia doméstica, se desplieguen acciones que causen daño o pongan en peligro bienes jurídicos constitucional y penalmente resguardados, el Estado estaría en la obligación de conocer y juzgar aquellas agresiones. Caso de marras, cuando la violencia doméstica se presenta como una agresión con arma, pero siempre fuera del proceso de violencia doméstica y en el ejercicio de la acción penal que se le confiere. Situación que se cumplimenta en el tema bajo estudio, con la protección otorgada a las acciones que tiendan a afectar el honor y la reputación de una persona.

3. Recomendaciones procedimentales

Ahora bien, para proponer una regulación legal apropiada, ya no desde las normas de fondo, o reguladores de los conceptos legales, toca el turno adentrarse en materia procedimental, es decir en el marco legal de tramitación del reclamo.

Inicialmente debemos establecer ciertas diferencias que pudieren existir con el procedimiento establecido por la Ley de Violencia Doméstica, pues el subgrupo del abuso verbal, puede tener por su naturaleza un tratamiento diferente, pues obviamente los alcances y los eventuales fines perseguidos van a variar diametralmente.

Es menester realizar una subdivisión de todos los casos que puedan surgir a consecuencia del establecimiento del abuso verbal, así:

Debe de realizarse una división de procedimientos, cuando se invoque el "abuso verbal", dentro de una relación familiar legal, o bien una familia de hecho.

Es menester realizarse una división de procedimientos, cuando se invoca la "agresión verbal", desde la perspectiva de la continuidad de la relación de convivencia, y en aquellos casos donde esa relación deba o se quiera dar por finalizada.

Debe realizarse una división de procedimientos, cuando se invoca la "agresión verbal", tomando en cuenta a la persona agresora, y las personas agredidas; pues si bien es cierto, mayoritariamente el agresor suele ser el varón (padre, esposo) en la relación familiar, como agresor podría identificarse además a la mujer, y como víctimas, consecuentemente, al hombre a la mujer, a los niños y a los adultos mayores.62

Con relación al punto número uno, pese a las grandes modificaciones jurisprudenciales, que se han llevado a cabo por la Sala Constitucional, en la cual se otorgan derechos a las familias de hecho, existe en el marco jurídico, gran cantidad de desatenciones y exclusiones en perjuicio de esta última forma de convivencia. Las estructuras sociales contemporáneas, es decir la sociedad de hoy en día, presenta grandes modificaciones en cuanto a las estructuras familiares, si las comparamos, con las que existían al momento de la entrada en vigencia del Código Familia, el aumento de las relaciones de hecho, de familias unipaternales y la convivencia de personas del mismo sexo, son fenómenos sociales que no encuentran regulación alguna, y si la tienen es deficiente. Si bien es cierto, el reconocimiento legal de distintas formas de agrupación familiar, no es el centro del presente trabajo, bien podría ser este un ejemplo de la necesidad de reestructurar instituciones legales, llevando a feliz cumplimiento el mandato constitucional de igualdad.

En el segundo de los puntos antes mencionados, es importante recordar lo dicho anteriormente de la causal de sevicia, dentro del proceso de familiar, indicando que esta, pudiere servir como instrumento de separación para las familias matrimoniales, dejando de lado, las familias de hecho, y de aquellas que son de personas del mismo sexo. La causal citada, en el caso de las familias de hecho, no tiene aplicación alguna, pues en estos casos no existe vínculo legal alguno que disolver. Siendo necesario utilizar uno de los mecanismos propios del proceso de Violencia Doméstica, referidos al retiro voluntario o forzado del compañero sentimental del lugar familiar, ordenando a favor de la agredida las medidas de protección necesarias. Si embargo algún tipo de división patrimonial que en este tipo de familia se tenga que dar, no será la repartición de gananciales, el rumbo a elegir, sino el propio derecho civil, desconociéndose así, la naturaleza y fin último que debe seguir cualquier institución familiar. Aquí es importante destacar el hecho de que por medio de un sistema de acceso directo a instancias judiciales, la ofendida tendría en el derecho de acudir a la vía del derecho de familia para disolver el vínculo, tal y como ocurre con la pensión alimentaria en los casos de Violencia Doméstica, donde al momento de interponer la demanda, en forma paralela se inician los trámites correspondientes, enviando una copia del expediente a la jurisdicción que corresponda.

Por último, existe el deber de dividir aquellos casos donde las partes afectadas (agresor y agredido) corresponden a los jefes del núcleo familiar, de aquellas situaciones donde las partes ofendidas, sean sus hijos, menores que compartan el mismo techo, y de ancianos que estén bajo el cobijo del grupo. No podemos en estos dos últimos casos, aplicar las mismas medidas procedimentales, pues los padres y los ancianos del agresor, lo seguirá siendo, incluso después del proceso, la obligación legal de salvaguardar por sus intereses resisten cualquier tipo de intromisión estatal, por lo que se perseguiría en estos casos, es mejorar las condiciones de las víctimas empoderándolas a fin de que por si mismas puedan repeler la agresión, y tratar de influir en el ánimo del agresor, para evitar la continuidad de estas situaciones, caso contrario, podría pensarse en el retiro de los menores de su patria potestad y del cuido del anciano mayor en un establecimiento especializado.

4. Marco legal de derecho internacional y nacional

Lo hasta ahora indicado, sobre la necesidad de dividir los alcances del proceso, nos hace concluir que efectivamente el marco propio del proceso de la Violencia Doméstica, no está acorde con las necesidades intrínsecas de un procedimiento que trate el abuso verbal, pues como se dijo, pudiese ser que este tipo de agresión, de menor afectación que los ataques físicos, pueden no conllevar automáticamente a la disolución de las relaciones familiares o sentimentales en donde se producen, es más podría pensarse que se trata de un procedimiento más benigno que su homólogo de la violencia doméstica.

Primero, porque puede existir la posibilidad de que las partes no deseen finalizar su relación, sino mejorarla, posición que debe de ser respetada por el Estado, y colocarse en una situación de soporte para lograr ese fin. Dentro del marco del derecho internacional, se logran extraer una serie de normas de índole supra legales, que ejemplifican la necesidad de preservar, hasta donde sea posible, y las mismas circunstancias lo permitan, al núcleo familiar. Sobre el particular véase el Protocolo de San Salvador:

"Artículo 15: Derecho a la Constitución y Protección de la Familia 1. La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y debe ser protegida por el Estado, quien deberá velar por el mejoramiento de su situación moral y material."

El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos:

Artículo 23: 1- La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado.

Estas dos normas que mencionan, dejan claro al menos dos aspectos: 1. Que la familia, como estructura sociológica, es el basamento de toda sociedad, sin familias, nuestras organizaciones no tendrían posibilidad de existir; y 2- Por otro lado, el deber, del propio Estado de preservar, ayudar y desarrollarla a plenitud.

Esta segunda conclusión, debe servir de derrotero, a la hora de la formulación de las leyes, pues se convierte, esta materia, en el norte de todo alcance normativo. Cualquier intento del legislador en contra de preservar, ayudar y desarrollar esta organización, se convierte en un acto que atenta contra la misma nación. No obstante lo anterior, existen otros principios generales, y en algún caso, superiores a estos, que deben ser tomados en cuenta, como la vida, la libertad, el derecho a la salud mental, y que pueden entrar en conflicto, si se obligase a las personas a mantenerse unidas por relaciones familiares de características destructivas. Estas conclusiones nos, sirven para dar un basamento legal, y fundamentación lógica, a los criterios de resolución del conflicto por un lado, y de la posibilidad de desintegración de las relaciones sentimentales, por otro.

5. Intervención del estado en la resolución de los conflictos

Ahora bien, se dijo anteriormente, que había que realizar una estructura procedimental que venga a regular, y tratar de erradicar el "abuso verbal", se dijo de aquella situación fáctica debe ser analizada desde cuatro aristas diferentes, pero en su fundamentación todas tendrían una fuente común, o principios generales de índole legal que son aplicables.

Así, de esta forma nace una primera interrogante ¿De dónde nace la facultad del Estado para intervenir en estas relaciones familiares?.

Para dar respuesta, a la interrogante planteada, inicialmente podríamos escudriñar en nuestra Carta Magna, en la cual se localiza lo siguiente:

"Artículo 51.- La familia, como elemento natural y fundamento de la sociedad, tiene derecho a la protección especial del Estado. Igualmente tendrán derecho a esa protección la madre, el niño, el anciano y el enfermo desvalido".63

La Declaración Universal de Derechos Humanos, texto supra legal que regula:

"La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado."

En igual sentido, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, por su parte ha declarado:

"Artículo 23: 1. La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado."

Tan solo tres citas normativas, la primera de carácter nacional y las siguientes de índole internacional, obligan a los Estados suscriptores de los documentos, a salvaguardar a la familia, como centro de atención del desarrollo social, recordando lo dicho en el acápite anterior, y de velar para que aquel tipo de agrupación social, sea preservada y protegida en contra de cualquier acción que atente contra su estabilidad.

Claro lo antes apuntado, determinando la importancia de la familia como núcleo social, y del deber de protección, es necesario plantearse un nuevo cuestionamiento. ¿A qué parte del Estado, le corresponde conocer de los atentados que se perpetren en contra de la familia?. Siendo unívoca la repuesta, y cayendo en el Poder Judicial, como órgano encargado constitucionalmente de este tipo de labores contenciosas.64 Por su parte el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos ordena:

"Cada uno de los Estados Partes en el presente Pacto se compromete a garantizar que: a) Toda persona cuyos derechos o libertades reconocidos en el presente Pacto hayan sido violados podrá interponer un recurso efectivo, aun cuando tal violación hubiera sido cometida por personas que actuaban en ejercicio de sus funciones oficiales; b) La autoridad competente, judicial, administrativa o legislativa, o cualquiera otra autoridad competente prevista por el sistema legal del Estado, decidirá sobre los derechos de toda persona que interponga tal recurso, y desarrollará las posibilidades de recurso judicial."

Ya dentro del ámbito de la jurisdicción, que deberá de conocer este tipo de procesos, es necesario llamar la atención a la Ley de Violencia Doméstica65 que ordena a la materia especializada de familia, como la elegida para tramitar aquel tipo de casos, y como dijimos desde el principio de este acápite, el "abuso verbal", deberá formar parte de los procesos de violencia doméstica, será la sede familiar la que se ocupe del juzgamientos de este tipo especializado de agresión.

ARTICULO 106.- Los Juzgados de Familia conocerán:1.- De los asuntos de Derecho de familia. 2.- En grado, de las resoluciones que dicten las alcaldías de pensiones alimenticias. 3.- De las competencias que se susciten entre las alcaldías de pensiones alimenticias de su territorio. 4.- De los demás asuntos que determine la ley. Lopj.

Como se ha mantenido desde párrafos anteriores, será la sede misma de los Juzgados de Violencia Doméstica, o bien los Juzgados de Familia, los encargados de tramitar estos procesos, con la utilización de la Ley de Violencia Doméstica, siempre y cuando se realicen una serie de modificaciones sustanciales a los conceptos que allí se resguardan. Recuérdese la necesidad de dar un concepto independiente al vocablo "Abuso Verbal", y de las finalidades del proceso, pues no en todos los casos, este tipo de abusos producen la ruptura familiar. Ni todos los problemas son solucionados con el abandono del lugar, del agresor, y la imposición de medidas de protección.

Como conclusión del tema es importante destacar el siguiente cuadro procedimental que bien pudiera ser utilizado, desde la perspectiva del ordenamiento de las normas.

Esta situación, es importante de destacar, pues la puesta en movimiento de políticas que ataquen este problema, no repercutirían en forma gravosa, en los presupuestos financieros de la Corte Suprema de Justicia, ni del propio Estado, pues la organización judicial, ya existe, la ley ya se encuentra vigente, los procedimientos, si bien diferentes y con modalidades particulares, serían ajustables con los recursos existentes, siendo necesario únicamente aumentar ligeramente la cantidad de personeros judiciales que pudieran atender el tema de la violencia doméstica, y el aumento de recursos a la Medicina Forense, para lo concerniente a los dictámenes psicológicos de las víctimas. Creemos entonces en la viabilidad del nuevo sistema de protección, que servirá, no solo para cumplir con los compromisos internacionales, que las tratados y las convenciones que Costa Rica ha suscrito, sino para el mejoramiento de la calidad de vida de los ciudadanos.

6. Sobre el resarcimiento y la reparación del daño ocasionado

Se determinó como base esquemática del tratamiento legal para estos futuros procesos, la necesidad de que el agresor, repare el daño causado, y se tome como parámetros dos posibles soluciones, la reparación de un daño psicológico en la o las víctimas, y el pago de daños y perjuicios. Posteriormente se ahondará en estas modalidades de reparación, siendo importante indicar que aquellas responden a la necesidad de salvaguardar el texto constitucional del numeral 41.

"Ocurriendo a las leyes, todos han de encontrar reparación para las injurias o daños que hayan recibido en su persona, propiedad o intereses morales. Debe hacérseles justicia pronta, cumplida, sin denegación y en estricta conformidad con las leyes".

Se recuerda que en los acápites anteriores, se desarrolló la tesis del daño psicológico, como efecto directo de la agresión o abuso verbal. Este tipo de daños al igual que cualquier otro, puede ser susceptible de cuantificación y reparación por su causante.

A la hora de determinar una eventual reparación, tenemos que concluir que los daños psicológicos que se causen en una persona, en la mayoría de los casos son irreparables. De los textos estudiados, se colige que los eventuales ofendidos, pierden su auto estima, sufren un vaciamiento de su personalidad, son sometidos a stress, crean sentimientos de inseguridad, sufren depresiones, y que incluso, la prolongación de estos tipos de trato puede desembocar en males, físicos. Sin embargo, en aras de otorgar alguna posibilidad de recuperación, lo propio es el tratamiento psicológico a favor de las víctimas de este tipo de abuso.

Sobre el punto de la viabilidad económica de esta propuesta, relacionada con los costes de los tratamientos psicológicos, que pudieran darse a favor de las víctimas, pueden ponderarse las siguientes opciones.

Es indiscutible que el tema de la reparación de daños y el resarcimiento de aquellos, son cuestiones de importancia prima, en cualquier investigación que pretenda abarcar una respuesta para un problema legal. Este paradigma, debe ser analizado desde cuatro perspectivas: "Debe establecerse sí y por qué debe responder civilmente una persona. Debe establecerse además cuándo y cómo, en el caso concreto debe responderse civilmente" 66

Por lo que recién se ha indicado, y en forma provisional podemos concluir, que dentro del proceso que se persigue por la comisión del abuso verbal, el agresor, el sujeto que arremete verbalmente, es la persona que estaría en la obligación de reparar y resarcir los resultados de su acción. El por qué de esta obligación nace de los principios de derecho constitucional y de derecho internacional, que se indicaron arriba. El cuándo de la reparación, se vería cumplimentado con el dictado de una sentencia judicial, donde se reconozcan dichos extremos, previa comprobación de autoría y de un nexo causal entre lo investigado y el daño. Y el cómo de esa reparación y resarcimiento, quedaría por definir, bajo los cánones del proceso ordinario civil, en un caso y de medidas médicas psicológicas o psiquiátricas en otro.

Lo antes apuntado, se constituye en el marco teórico de las conclusiones del presente trabajo, y que los acápites que recién se han establecido, serán analizados en forma profusa a continuación.

Evidentemente estamos en presencia de una conducta que genera un daño, pero es importante para seguir el curso de las conclusiones que aquí se esbozan, concretar a que tipo de daño nos referimos, respondiendo a las interrogantes de cuales daños pueden ser tomados en cuenta para este trabajo, o en otras palabras, que se puede reparar en esta vía. Inicialmente habría que realizar una selección de la lesión, eliminando de la presente investigación todos aquellos que sean de índole patrimonial, pues este tipo de detrimentos son salvaguardados por otras esferas del derecho como el civil y el penal. Igualmente habría que desechar aquellos daños que recaigan sobre la personalidad física del ofendido o víctima, las que se despliegan en contra de su vida, de su integridad física, que son ampliamente protegidas por el ordenamiento penal y civil; quedaría entonces como objeto propio del presente estudio, las lesiones psicológicas y morales que del hecho se deriven, sin embargo tampoco podríamos dejar allí la imaginaria línea divisoria, pues, no todo daño moral y psicológico, podrían ser resarcido por esta vía, sino únicamente aquellos que se producen o son producidos por el abuso verbal. Claro lo anterior, es menester entonces empezar a definir inicialmente el daño moral, para luego desentrañar el significado del menoscabo psicológico.

El daño moral puede ser descrito de la siguiente forma:

"El daño moral(llamado en doctrina también incorporal, extrapatrimonial, de afección etc.) se verifica cuando se lesiona la esfera del interés extrapatrimonial del individuo, empero como su vulneración puede generar consecuencias patrimoniales, cabe distinguir entre daño moral subjetivo "puro" o de afectación, y daño moral objetivo u objetivado".67

Haciendo la salvedad de que se tratan de lesiones en perjuicio de un bien jurídicamente relevante, en este caso la psiquis de la persona.

Sin embargo pese a lo antes apuntado, es necesario indicar, que para la concreción y reparación de los daños psicológicos y morales que el abuso verbal se ocasionan, no solo es necesario corroborar su existencia, es decir, por medio de instrumentos de medición determinar que la víctima los sufre o los ha sufrido, sino que igualmente, es inexorable corroborar la fuente de donde provienen. Esto es importante, pues para cualquier tipo de reparación, o por lo menos para la que se pretende en este trabajo, debe de existir entre el agresor verbal y los resultados dañosos tanto psicológicos como morales, una relación de causa efecto, propia de las teorías naturalistas. Sin aquel nexo causal, no es dable aceptar ni mucho menos obtener reparación alguna. Creemos entonces que podemos concluir que es efectivamente necesario verificar esta causa-efecto, y como mecanismo de corroboración citaríamos el método de la condición sine qua non, procedimiento mental de supresión hipotética, donde se busca mediante la eliminación sistemática de posibles fuentes, la persistencia de los efectos, y cuando se logra verificar que determinada fuente causa indefectiblemente un efecto, y que si se suprime la misma desaparece el daño, se puede determinar entonces aquella relación causal entre ambas, y pasar al análisis de su autoría. Realizando un estudio ex post facto, y describiendo los hechos ocurridos y los resultados alcanzados, el abusador verbal tendría o adquiriría la obligación de reparar y resarcir los daños ocasionados, sí y solo sí, estas fueran producto de su abuso, caso contrario, si pudiéramos determinar otras fuentes independientes del abuso verbal, como causas de la dañosidad, no tendríamos el derecho de obligarle a hacerles frente. De especial atención, resultan ser el concepto de concausas, que son acciones independientes, que sumadas a la causa principal, afectan o logran crear la afección, en este supuesto la responsabilidad del agresor desde la perspectiva del resarcimiento pudiere disminuirse o atenuarse. Siempre bajo el respeto directo de la premisa de que el Juzgador es "perito de peritos", las autoridades médicas del Poder Judicial, serían las encargadas de realizar pericias médicas psicológicas que identifiquen la existen del mal68, su magnitud, y la forma en que el mismo pueda ser reparado, de existir esa posibilidad.

7. Reparación del daño psicológico

Ahora bien, se indicó líneas atrás, de la necesidad de solventar la problemática que nace del abuso verbal, desde la óptica de la reparación del daño. Se concluyó efectivamente que este tipo de conductas, desplegadas, ya sea por el hombre y por la mujer de la relación, causa en su víctima trastornos de índole psicológica, se concluyo igualmente que existe un deber legal, constitucional de reparar esa daño; partiendo de ello es menester ofrecer a la parte ofendida, la posibilidad de recibir consejería y tratamiento psicológico. Esta opción, estaría destinada a tratar de regresar al estado mental anterior al hecho sancionado.

Podríamos hablar de un proceso violencia doméstica que se dividiría en dos aspectos. El tratamiento psicológico, pagado por el agresor, cuando sus medios económicos así lo posibiliten, y el tratamiento mismo para las víctimas, cuando sus victimarios, no puedan hacerle frente a esas erogaciones.

En el primer supuesto, no existiría ningún problema, pues una de las cargas que se le impondrían al agresor, que desea mantener junto con la ofendida, su relación sentimental, debería de hacerse cargo de los costes. La problemática surge a la hora de que el acusado no tenga interés en solventar los costes del tratamiento, ya sea porque no quiere continuar con la relación familiar o bien, porque no tiene interés alguno en su solución.

Sobre el punto en cuestión, existen en el país más de cinco centros educativos en el ámbito universitario que presentan a la población nacional, la oportunidad de estudiar psicología como carrera profesional. Las personas que por esa rama de la ciencia se inclinan, antes de graduarse, deben de realizar un trabajo social, que consiste en la aplicación práctica de los conocimientos teóricos aprendidos, en personas, es decir tienen la obligación de prestar terapia gratuita a personas elegidas aleatoriamente. Las partes que reciban apoyo de los estudiantes, no tendrían que cancelar dinero alguno, y las terapias o sesiones que se dan siempre son bajo la tutela de un profesional graduado y en la mayoría de los casos profesor universitario. Esta modalidad de trabajo social, puede ser utilizada para solventar inicialmente la problemática que se presenta en las víctimas de abuso verbal, cuando sus agresores, no quieran hacerse cargo de los costos de las mismas. Convenios entre el Poder Judicial y las Universidad nacionales, estatales y privadas que brinden la carrera de sicología, sería una forma ideal para solventar esta nueva necesidad, y la misma tendría un costo casi inexistente.

8. Situación especial de los niños y los ancianos

Existe la necesidad de bifurcar el mencionado procedimiento de ocurrencia y reparación del abuso verbal, cuando sus víctimas ya no son los propios cónyuges o compañeros sentimentales, sino que los que lo sufren son menores de edad, o incluso personas ancianas que se mantienen dentro del domicilio familiar. No podemos aquí realizar la diferencia entre la continuidad o no de la relación afectiva, pues las partes son familiares, y esa condición no puede ser afectada por la Ley. Igualmente en el caso de los menores, quienes son representados por sus propios agresores, existe un conflicto de intereses, pues una de las partes (el agresor) representaría una acusación contra sí mismo.69 En tales casos lo ideal sería darle entrada en el procedimiento al Patronato Nacional de la Infancia, como lo autoriza el numeral 55 de la Carta Magna.70

Igualmente en caso de los ancianos o personas de la tercera edad, sería la Procuraduría General de la República, o el nombramiento de un curador Ad-Hoc (para el proceso) los que pudieran encargase de su representación en caso de que por su edad, tengan inconvenientes para representarse a ellos mismos.

Pese a lo anterior, las soluciones al problema del abuso verbal tienen que ser diferentes, pues los intereses que se valoran y juzgan son disímiles a los de la pareja. Véase que en el caso de los niños, ellos siempre van a estar bajo la tutela de sus padres 71 y las personas de edad considerable podrían depender económicamente de sus propios agresores. Aquí la disolución del vínculo es irrealizable, se deberá entonces de trabajar en el plano de la reparación psicológica de la víctima, y en la necesidad de prestar ayuda profesional al agresor; pues se trata no sólo de que el menor o el anciano recuperen su salud mental, sino también que aquellas agresiones no continúen.

Como se observa, así dependerá de las características propias de la parte pasiva del abuso, el procedimiento a seguir, modificando entre unos y otros los fines que se persiguen con la protección legal que aquí se promueve.

Conclusiones

La educación de la población, es el método específico, para evitar la reiteración de conductas que una sociedad considera lesivas. No son las penas, ni los procedimientos, ni las leyes, las que evitan la comisión de actos, en este sentido hostiles. Es necesario, ampliar los programas sociales que se emiten Dentro de un ordenamiento jurídico, la existencia de leyes y reglamentos que regulan toda actividad importante para el Estado, se convierte en letra muerta, si aquellos sujetos que son llamados a ser operadores del sistema, no las aplican o las aplican en forma defectuosa. El mejor de los Códigos, no es más que papel y letras, si no se dota a sus aplicantes de herramientas educativas para su uso. Los funcionarios encargados de este procedimiento, o de aquel que regula la violencia doméstica en general, deben ser funcionarios, no solo con conocimiento de la ley, sino personas con cogniciones médicas, sociales, culturales e históricas, pues deben ser hábiles para localizar y diagnosticar el problema, sus posibles soluciones y velar por los derechos de las partes. Estos conocimientos especiales deben ser introducidos o bien alimentados por el mismo Estado. Así que el Poder Judicial, estaría en la obligación de realizar una serie de actividades académicas, que profundicen sobre el tema. Para estos efectos bien, podría utilizarse todos los recursos forenses existentes, como por ejemplo los especialistas médicos, los trabajadores sociales, los psicólogos de planta etc.

La capacitación en una de las claves para el correcto funcionamiento de todo orden jurídico, aspecto que no debe de dejarse de lado puesto que en la Convención de Belém do Pará: en el titulo DEBERES DE LOS ESTADOS, en el Artículo 7 se acuerda los siguiente: "Los Estados Partes condenan todas las formas de violencia contra la mujer y convienen en adoptar, por todos los medios apropiados y sin dilaciones, políticas orientadas a prevenir, sancionar y erradicar dicha violencia" y además se esta de acuerdo en llevar a cabo lo que señala el inciso G: "establecer los mecanismos judiciales y administrativos necesarios para asegurar que la mujer objeto de violencia tenga acceso efectivo a resarcimiento, reparación del daño u otros medios de compensación justos y eficaces". Obligación que debe ser cumplimentada por el Escuela Judicial, órgano que tiene la obligación de la capacitación de los servidores públicos que componen el Poder Judicial.

 

1 DOMENACH, Juan. La Violencia y sus causas. Francia. París,UNESCO.1981.

2 Freund. J. Sociología del Conflicto. Francia. 1983.

3 Giberti. E. y Fernández A. La mujer y la violencia Invisible. Argentina. 1992.

4 QUIROS(Edda) Sentir, pensar y enfrentar la violencia intrafamiliar. Centro para el Desarrollo de la Mujer y la Familia. Despacho de la primera dama de la República. San José, 1997. pag. 32.

5 Ibid. Pag 33.

6 Ibid. Pag 53.

7 "Blian Nelson's Abuse Pages" (http://www.az.com/~blainn/dv),

8 Ideas tomadas de GONZALEZ PINTO (Jorge) Diccionario de Psicología Forense: Principales Síndromes y trastornos y Metodología psicológica clínica-forense. Inédito.

9 Ibid.

10 Ibid.

11 Blian Nelson's Abuse Pages" (http://www.az.com/~blainn/dv),

12 Información tomada de www.probe.org

13 Ibid.

14 Ibid.

15 Información tomada de www. Mobbing.org

16 Información tomada de www. Mobbing.org

17 Ibid.

18 Información tomada de X@analitica.com

19 Ibid.

20 Evans Op. Cit. Pag. 27

21 Ibid. Pag. 103-109

22 Información tomada de www.probe.org

23 Evans Patricia. Op.cit. Pag. 33

24 Ibid. Pag. 35.

25 Ibid. Pag. 42.

26 QUIROS (Edda) Op. cit. pag. 33

27 QUIROS (Edda) y BARRANTES (Olga) Fin ¿...y vivieron felices para siempre? Centro Nacional para el Desarrollo de la Mujer y la Familia: Ministerio de Salud, Departamento de Salud Mental, 1994. pag 25.

28 QUIROS (Edda) y BARRANTES (Olga) op. Cit. Pag 26.

29 Ibid. Pag 30.

30 Ibid. Pag 33

31 Ibid. Pag 35

32 Ibid. Pag 36

33 FUNDACIÓN PANIAMOR Manual de contenidos violencia y abuso contra personas menores de edad. Editores Raimundo Brenes Rosales, Milena Grillo Riovera. 2a edición. Ediciones Proniño. Inc. Corporación Gráfica S.A,, San José Costa Rica. 1998. pag 34

34 Ibid. Pag 34

35 APARICIO ALONSO (Catalina) GIRALDO (Paula Andrea) Monografia acerca del maltrato infantil y la posible incidencia en el desarrollo del niño. http://www.preal.cl/resumen/090.htm

36 Ver en este sentido a VELÁSQUEZ (Fernando) Derecho Penal. Parte General, Tercera Edición. Temis. Pag. 435 El derecho de Corrección.

37 QUIROS (Edda) op.cit. pag 42.

38 Lic. Graciela Bellini bellini@intergaleno.com

39 Lic. Graciela Bosca. bosca@intergaleno.com

40 BADILLA (Oscar), RAMÍREZ (Cesar), REY (Fabiola), SOLIS (Carlos), VALERIO ( Ana Cristina) VALVERDE (Juan Carlos) VILLALOBOS (Gabriela) Mujer Agredida. Trabajo de Medicina Legal, Escuela de Medicina. Universidad de Costa Rica, Noviembre de 1999. ( sin página)

41 GONZALEZ PINTO (Jorge) Op Cit..

42 IRIGOYEN ( Marie-France) El acoso Moral. El maltrato psicológico en la vida cotidiana. Traducción de Enrique Folch González. Publicado en francés, en 1998, por Editions La Découverte y Syros, París. Impreso en A&M Grafic. S.L. Barcelona. Pag.136.

43 Ibid. Pag. 133.

44 Ibid. Pag. 134.

45 Ibid. Pag. 134.

46 Ibid. Pag. 136.

47 Ibid. Pag 137.

48 Ibid. Pag. 140.

49 Ibid. Pag. 140.

50 Ibid. Pag. 140.

51 ibid. Pag. 141.

52 Ibid. Pag 142.

53 Ibid. Pag. 143.

54 Ibid. Pag. 143.

55 Ibid. Pag. 143.

56 Ibid. Pag. 143.

57 Ibid. Pag. 145.

58 En este sentido consultar a APARICIO (Catalina) y GIRALDO ( Andrea) Op. Cit.

59 Lic. Graciela Bellini y Lic. Graciela Bosca
bellini@intergaleno.com y bosca@intergaleno.com

60 Evans. Op. Cit. Pag. 239-249.

61 Código de Familia Ley 5476. artículo 48: Será motivo para decretar el divorcio: 4-La sevicia en perjuicio Del otro cónyuge o de sus hijos.

62 Se aclara que debe de existir protección tanto para los hijos de los sujetos que conviven, cuando son hijos de ambos, o bien cuando lo son de uno de ellos, así como de cualquier otro menor que por condiciones especiales se les hayan confiado a los convivientes para su protección, cuido y crianza.

63 Constitución Política de la República de Costa Rica, artículo 51.

64 Constitución Política de la República de Costa Rica, artículo 153.- Corresponde al Poder Judicial, además de las funciones que esta Constitución le señala, conocer de las causas civiles, penales, comerciales, de trabajo, y contencioso-administrativas así como de las otras que establezca la ley, cualquiera que sea su naturaleza y la calidad de las personas que intervengan; resolver definitivamente sobre ellas y ejecutar las resoluciones que pronuncie, con la ayuda de la fuerza pública si fuere necesario.

65 Ley de Violencia Doméstica artículo ¿???.

66 RIVERO SÁNCHEZ, Juan Marco. "Curso de Derecho Privado 1 Responsabilidad civil. San José Costa Rica. Litografía Mundo Gráfico. 1999, Pág. 26.

67 RIVERO SÁNCHEZ, Op. Cit. pág. 100.

68 Entiéndase la corroboración de la existencia de sintomatologías propias del abuso verbal, cuyo contenido se desarrollo en los acápites anteriores del presente trabajo.

69 Código de Familia Artículo 140: Compete a los padres regir a los hijos, protegerlos, administrar sus bienes y representarlos legalmente. En caso de que exista entre ellos opuesto interés, los hijos serán representados por un curador especial.

70 Constitución de la República de Costa Rica, Artículo 55.- La protección especial de la madre y del menor estará a cargo de una institución autónoma denominada Patronato Nacional de la Infancia, con la colaboración de las otras instituciones del Estado.

71 Código de Familia artículo 143: "La autoridad paternal confiere los derechos e impone los deberes de educar, guardar, vigilar y en forma moderada, corregir al hijo."

*Estudiantes Postgrado, Curso Medicina Legal, Proyecto Conjunto:Maestría en Administración de Justicia
Universidad Nacional, Corte Suprema de Justicia, BID. Escuela de Sociología. UNA, Heredia, Costa Rica
hporter@poder-judicial.go.cr

Recibido para publicación: 8-9-03
Aceptado para publicación: 12-02-04










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