INTRODUCCIÓN
La ganadería en Costa Rica es una actividad productiva tradicional que se desarrolla aproximadamente hace 450 años (CORFOGA 2015). Cerca de un 43% (1,85 millones ha) del territorio corresponde a tierras ocupadas por pastos (INEC 2015). Sin embargo, la mayor parte de estas áreas son utilizadas para desarrollar sistemas de ganadería extensiva, con baja tecnología, que provocan un deterioro ambiental y una mayor emisión de gases de efecto invernadero (GEI), que contribuyen al calentamiento global (FA0 2013).
El país tiene como meta alcanzar descarbonizar la economía,por lo que todos los sectores deben aportar a esta causa desde sus posibilidades y realidad socioeconómica. Por ser la ganadería el uso del suelo de mayor superficie en el territorio nacional, su impacto ambiental es de suma relevancia. Debe, por tanto, buscarse soluciones e invertir en la mejora de los sistemas de producción, con el fin de poner en marcha opciones que reduzcan emisiones y aumenten su rentabilidad, tal y como se establece en el NAMA ganadería (MAG/CORFOGA/INTA/CNPL/PNUD 2017).
Los sistemas silvopastoriles (SSP) asocian el componente forestal, el forrajero y la producción de carne o leche (Murillo et al. 2013). Han sido promovidos durante décadas y un abundante conocimiento se ha generado al respecto (Ibrahim et al. 2007,Casasola et al. 2009). Sin embargo, en el medio costarricense no ha ocurrido una verdadera integración entre el componente forestal y el ganadero.Es común encontrar modalidades de SSP en fincas ganaderas con árboles en hileras o linderos,cortinas rompevientos y árboles dispersos en potrero (Villanueva et al. 2010), donde los árboles tradicionalmente no contribuyen con la economía de la finca, sino solamente en sus aspectos ambientales (Murgueitio e Ibrahim 2008).
El componente forestal del modelo silvopastoril propuesto por Murillo et al. (2015b), consiste en un diseño que permite la inclusión de árboles en franjas de especies forestales de alto valor, intercaladas dentro de la unidad de producción pecuaria. Cuyo propósito es desarrollar un sistema, que logre armonizar el negocio pecuario junto con el de madera de alto valor y a la vez, aumentar la compensación de las emisiones de gases efectoinvernadero.
La información financiera y de estructura de costos es fundamental para lograr el desarrollo de propuestas que fomenten cualquier actividad productiva. El desarrollo de un modelo de costos real permitirá fomentar el establecimiento de SSP de mayor adopción por parte del sector ganadero. Contribuirá a que el país alcance a largo plazo una transformación hacia un paisaje rural sostenible (Murgueitio 2009). El Fondo Nacional de Financiamiento Forestal (FONAFIFO) que ha desarrollado esquemas de crédito específicos, para promover modalidades de cultivo de árboles maderables en sistemas agroforestales y silvopastoriles (FONAFIFO 2019), aunque adolece de información certera sobre costos e ingresos, que permitan mejorar el diseño de sus productos de crédito. Este estudio aporta el primer modelo de costos completo del componente forestal de un nuevo enfoque SSP para el país y tuvo el propósitode generar información técnica de utilidad para el FONAFIFO y para el sector ganadero y forestal en general.El modelo de costos fue diseñado con la intención de extender su aplicabilidad a la gran mayoría de escenarios existentes. Por esta razón, separa la modalidad para pequeños y medianos productores de la de grandes ganaderos (> 50 ha). Asimismo,se separa el modelo para el cultivo de la teca (ciclo largo de 16 años) del de la melina (ciclo corto de 8 años), por ser las 2 especies más plantadas en la región tropical. Por tanto, en la construcción del nuevo modelo SSP, no se pretende comparar entre estos escenarios, dada su naturaleza y oportunidad de fomento diferente. De esta manera,se espera, que esta base de datos de costos sistematizada, logre su objetivode aplicabilidad en la gran mayoría de opciones de cultivo de madera en fincas ganaderas del país.
MATERIALES Y MÉTODOS
El modelo silvopastoril base, utilizado en esta investigación, se apoyó en las experiencias generadas desde el 2015 en fincas en la región de Florencia de San Carlos,Zona Norte de Costa Rica (Paniagua et al. 2015, Murillo et al. 2015b).El modelo se estableció en las fincas experimentales del Colegio Agropecuario de San Carlos (Santa Clara) y en la finca La Vega del Instituto Tecnológico de Costa Rica. La región es una zona baja, de una altitud entre 200 y 225 msnm, de topografía plana a levemente ondulada, suelos inceptisoles, arcillosos, poco profundos y sumamente ácidos (pH < 5,5), con una precipitación anual entre 3000 y 3300 mm.año-1, con los meses de febrero a abril relativamente secos, pero sin llegar a manifestar déficit hídrico, y una temperatura promedio entre 25 a 28oC (Filomeno 2018).
Elsistema silvopastoril activo en la región se basa en la incorporación de árboles en 2 franjas.ha-1 cercadas y de 6m de ancho, se aprovecharon todo tipo de linderos dentro de la finca ganadera. El modelo de costos fue adaptado a la unidad de una hectárea para efectos de comparación y de establecer una misma unidad de análisis de fácil comparación. En la modalidad más intensiva, las franjas se establecen cada 50 m, preferiblemente con una dirección este-oeste para reducir sombrío fuera de las franjas. Con este arreglo espacial, se pueden establecer 2 franjas de 600 m2 cada una por ha (6 m de ancho por 100 m de longitud), para un total de 1200 m2o también, 12% de la superficie de una hectárea bajo producción de madera. El diseño establece que dentro de cada franja se plantan 3 hileras de árboles en distribución “tresbolillo o pata de gallo”, separadas por 2,5 m entre hileras y, dentro de cada hilera, los árboles se plantan cada 4 m. Esto da como resultado 3 hileras internas por franja, con un espaciamiento de 2,5 m x 4 m, que permiten albergar un total de 75 árboles.franja-1, o también, 150 árboles.ha-1 en producción de madera (Figura 1).
Se seleccionaron las especies melina (GmelinaarboreaRoxb.) y teca (TectonagrandisL.f.), por ser las de mayor tasa de plantación y mercado de madera en el país y, con el paquete tecnológico de mayor evolución y desarrollo, basado en el uso de clones de alto rendimiento (Murillo y Badilla 2015).
El estudio se basó en el sistema de costos para plantaciones forestales en Costa Rica, propuesto por el equipo de investigación en plantaciones del Instituto Tecnológico de Costa Rica (Murillo et al. 2015a) y mejorado en el trabajo de Vallejos (2019). Los datos de costos y rendimientos, de todas las labores de manejo de plantaciones, fueron compilados durante más de 10 años a partir de datos reales registrados en empresas reforestadoras costarricenses. La información fue sistematizada, unificada y promediada en un mismo orden para cada actividad y año de trabajo en plantaciones forestales. La mayor parte de los datos de rendimiento fueron determinados en trabajo de muestreo en campo, con base en el método de tiempos y movimientos, que registra valores de producción por unidad de tiempo, repetido a distintas horas del día y distintos días de la semana (Guevara 2007,Guevara y Murillo 2009). De este modelo base, se adaptó la información para el establecimiento y manejo de árboles en franjas de espaciamiento reducido. Se tomaron como experiencia los costos reales del establecimiento y mantenimiento de árboles en franjas en sistemas ganaderos, establecidos en fincasen la zona norte del país en los últimos 5 años (Paniagua et al. 2015).Los precios, de todos los insumos yde los costos de preparación de suelos, se actualizaron con base en consulta en almacenes y comercio regional especializado. La base de datos se construyó en colones, en donde se organizó cronológicamente, año con año, cada actividad que ocurre en un ciclo completo de producción de madera de melina y teca dentro del SSP.
El modelo de costos se diferenció entre alta y baja inversión de tecnología (Tabla 1), que coincide en buena parte con el concepto de pequeño (< 20 ha), mediano (< 50 ha) y gran productor (> 50ha) utilizado por el Fondo de Financiamiento Forestal en el país (Murillo y Badilla 2015). Ambas modalidades se diferencian en que en el paquete tecnológico de alta inversión (MAI) aplica mayor tecnología en la preparación y manejo del suelo, y en la aplicación de agroquímicos.
Modalidad | Características |
Alta inversión (MAI) | Propiedades de > 50 ha. Incluye preparación mecanizada del terreno, enmiendas, fertilización y utiliza cerca eléctrica. |
Baja inversión (MBI) | Fincas < 50 ha, no hay preparación mecanizada del terreno, pobre manejo del suelo y utiliza cercas vivas. |
El sistema de plantación forestal del país incluye la figura del ingeniero forestal regente, acorde con la normativa costarricense. Sus labores incluyen la gestión y supervisión de todas las actividades, desde el planeamiento, diseño y establecimiento del sistema de franjas de madera. Así como las gestiones ante el Fondo de Financiamiento Forestal (FONAFIFO) para la obtención del crédito forestal y el Pago por Servicios Ambientales.
En el caso del MAI, el costo del jornal se determinó mediante el monto oficial que establece el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social en el segundo semestre (2016), con un valor de ₡9711 para una persona peona agrícola que realiza labores de campo (6 horas.día-1). Sin embargo, se le debe añadir un 45% (₡4437) correspondiente a las cargas sociales, que suma un costo total por jornal de ₡14 148 (US $24,6, a tasa de cambio de 1 US $ = ₡575, junio 2017).
MBI. En el caso de pequeñas personas productoras, parte importante de la mano de obra es aportada por la familia dueña de la propiedad, además de la contratación de personas trabajadoras ocasionales y no se utiliza la declaración de una planilla de trabajo ni un pago de la seguridad social. En concordancia con la normativa nacional sobre seguridad laboral del trabajador y la trabajadora, al costo del jornal se le añadió el pago del seguro voluntario delapersona trabajadora independiente que tiene definida la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), determinado para el II semestre 2016 en Costa Rica en ₡25 647, tal y como lo proponen Murillo et al. (2017). Para su estimación en el costo del jornal, se asumió que unapersona que labora ocasionalmente logra ocuparse en promedio 20 días.mes-1, que resultó en un valor diario de ₡1282. Por tanto, el costo del jornal se determinó mediante el mismo valor oficial del jornal mencionado anteriormente (₡9771) más ₡1282 de la CCSS, para un total de ₡11 053,71. Este costo total por jornal asume entonces que la persona trabajadora con ese dinero podrá pagar en forma voluntaria el costo de su seguridad social. Finalmente, se le agrega el pago de una póliza de riesgos laborales, que es obligatoria en la legislación nacional y corresponde a un 3% del salario. De tal manera, que el costo final del jornal de la persona peona agrícola ocasional para el modelo fue de ₡11 385 (US $19,8).
El diseño del SSP planteado asume técnicamente el no ingreso de los animales dentro de las franjas, en ningún momento durante todo el ciclo de producción, tema que podrá ser sujeto de discusiones a futuro. Es requerido proteger a los árboles dentro de la franja por medio de cercas eléctricas o cerca viva, con el respectivo costo de mantenimiento de la cerca durante todo el ciclo de producción (Méndez et al. 2000). Para el modelo de alta inversión, se seleccionó la opción de cerca móvil, que permite su movilidad y retiro con facilidad, para facilitar la corta y extracción de árboles durante los raleos o en la cosecha final.
Los componentes e insumos necesarios para el establecimiento de las cercas incluyen los costos del equipo eléctrico como fuente de poder, la toma de tierra, el aislador, el alambre y los postes. Se incluyeron costos de los materiales necesarios para establecer las cercas alrededor de las 2 franjas, cada una con una longitud de 100 m y con 6 m de ancho en una hectárea de terreno.
La depreciación del equipo e insumos de la cerca se estimó por el método de la línea recta,que se obtuvo mediante el cociente entre el costo total de cada insumo y sus años de vida útil. El valor resultante se prorrateó (se distribuyó equitativamente) entre la cantidad de hectáreas del MAI y el MBI. Para efectos del impulsor de 80 millas y panel solar, se utilizó una vida útil de 8 y 16 años, respectivamente, que corresponden con el ciclo de producción de la melina y la teca.
RESULTADOS
En la Tabla 2, se muestran los costos de establecimiento del componente forestal del sistema en el año cero, o también costos de preinversión. Para el MAI,se establece una cerca eléctrica móvil, que pueda retirarse con facilidad para realizar los raleos y cosecha a futuro de los árboles. Los costos de la cerca incluyeron la mano de obra, el aislamiento, la depreciación y los insumos necesarios para su establecimiento (Tabla 3).
En el modelo de baja inversión, se asumió que la persona productora establece 2 franjas por hectárea, pero utilizando el perímetro de la finca o una combinación de ambas (Figura 1).
Los costos de mantenimiento fueron constantes durante los primeros 4 a 5 años, debido a que el programa de control de malezas se mantuvo activo y demandó una atención importante para lograr reducir la competencia con gramíneas y otras plantas. En un ciclo completo de producción de melina, en 8 años, se estimó este rubro en ₡34 242 por hectárea.
Para el MAI basado en plantaciones de melina, se puede observar en la Figura 2 que los mayores costos ocurrieron en los años 0, 1, 5 y 8 (49,6%, 11,2%, 10,6% y 9,3% respectivamente). El año de establecimiento de la plantación, por lo general es alto en la actividad forestal (Murillo et al. 2017) y en el SSP evaluado, debido a que los costos de establecimiento de la cerca eléctrica incrementaron los costos. En el año 5 y 8 se efectuó el segundo aprovechamiento y la cosecha final. Esto explicapor qué los costos son mayores, yaque se registró un aumento significativo debido a la actividad de aprovechamiento de los árboles de melina. Similar efecto ocurrió en las franjas de teca al año 16 (Figura 2, derecha).
Con la teca, se observa (Figura 2, derecha) que el año 0 representa un 38,10% seguido de los años 1, 8, 12 y 16, que coincidieron con los años en que se planearon raleos y cosecha final según el paquete tecnológico. Esos costos representaron un 10,55%, 8,47%, 11,21% y 7,09% del total, respectivamente. Los años 1, 4 y 8 son relativamente caros, explicado por el mantenimiento inicial, el raleo y aprovechamiento de los árboles, en el caso de la teca.
En la Figura 3, se puede apreciar el patrón de distribución del costo total de producción de madera en las franjas. La mano de obra representó un 41 a 43% de los costos totales que correspondieron aproximadamente a 22,4 jornales.ha-1 en un periodo de 8 años para melina y 29,45 jornales.ha-1 en un ciclo de 16 años para teca. Esto significó un costo total de ₡314662 y ₡416640, respectivamente. La cerca eléctrica ocupó el segundo costo mayor (21 a 26%), seguido por la preparación del suelo (15 a 19%) con un monto de ₡88 000 en melina y ₡152 000 en teca.
En las Tablas 4, 5 Y 6, se muestra la distribución del costo anual de mantenimiento y manejo de franjas de ambas especies del SSP de alta inversión. Se observa que nuevamente la mano de obra en los raleos y la cosecha final representaron el rubro mayor (31 a 32%), seguido por el control de malezas (13,75 a 15%). En general, el mantenimiento y manejo de las 2 franjas.ha-1 requirió de 16,4 jornales en melina y 23,6 en teca. El buen manejo inicial de la gramínea dentro del SSP propuesto, fue fundamental para evitar la competencia con los árboles. La prospección para el control de plagas y enfermedades (8 y 10% de los costos) se concentró principalmente durante los primeros 5 años para prevenir el ataque o eliminar a tiempo el material infectado.
Insumos | Cantidad | Precio/unidad (₡) | Costo (₡.ha-1) |
Poste vivo | 14 | 1,200 | 16,800 |
Estacones | 36 | 300 | 10,800 |
Alambre de púas (330 m) | 2 | 19,111 | 38,222 |
Bolsa de grapas | 1 | 1,230 | 1,230 |
Subtotal | - | - | 67,052 ($116) |
Mano de obra | 1,5 Jornales | - | 17,078 ($29) |
Costo Total | - | - | 84,130 ($146) |
Modelo silvopastoril de baja inversión (MBI)
En el modelo de baja inversión, los costos difieren en el tipo de cerca, ya que no incluyen la preparación del terreno. El costo del jornal fue levemente inferior por incluir el pago voluntario de la seguridad social. Por tanto, los costos totales de mano de obra.ha-1para plantación de melina fue de ₡231 468, que correspondió aproximadamente a 16,4 jornales en un periodo de 8 años. Mientras que con teca, se debió invertir aproximadamente ₡333 480.ha-1, yrepresentaron 23,6 jornales en un periodo de 16 años. En ambas especies, ese costo significó el 45% del costo totalen el modelo de baja inversión, similar en proporción al modelo de alta inversión. Por el uso de maquinaria para el aprovechamiento de los árboles en los raleos y la cosecha final, se requirió invertir un total de ₡80 000 y ₡144 000, respectivamente. Finalmente, la instalación de la cerca viva presentó un costo de ₡67 052 (9%), que con la mano de obra llegó a ₡84 130 (Tabla 6).
En laTabla 7, se puede apreciar en detalle el costo total.ha-1 para los 2 modelos propuestos (MAI y MBI) y para cada especie. Debido a que la melina tiene un ciclo de 8 años, el costo de la cercamostró mayor relevancia, ya que alcanzó casi un 50% de su costo total en el MAI y de casi un 4% en el MBI.
- | MAI | - | - | MBI | |||||
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Especies | Melina Ciclo corto de 8 años | % | Teca Ciclo medio de 16 años | % | Melina Ciclo corto 8 años | % | Teca Ciclo medio 16 años | % | |
Establecimiento de cercas | 372,266 | 49,6 | 372,266 | 38,6 | 215,634 | 39,51 | 215,634 | 30,1 | |
Mantenimiento y manejo | 299,493 | 39,7 | 450,552 | 46,6 | 250,105 | 45,83 | 355 414 | 49,7 | |
Raleos y cosecha | 80,000 | 10,6 | 144,000 | 14,9 | 80, 000 | 14,66 | 144,000 | 20,2 | |
Total | 751,759 | 100 | 966,818 | 100 | 545,739 | 100 | 715,548 | 100 |
DISCUSIÓN
Los resultados de esta investigación indican que el costo total de establecimiento de melina en franjas, que incluyeron las cercas, fue de ₡372 266 para el modelo de alta inversión (MAI) y de ₡215 133 para el de baja inversión (MBI), que presentaron una diferencia de 45,6% (Tabla 7). Esta diferencia se explica principalmente porque en MAI se incluyó una cerca eléctrica y en el de MBI, una cerca viva convencional. El costo de instalar una cerca eléctrica representó un 20% del costo total de establecimiento y manejo de los árboles en franja delSSP. Sin embargo, si se deprecia el valor de la cerca y se prorratea entre el número de años de vida útil de la plantación forestal, su valor anual descendió considerablemente, esto es, solo ₡13 247.ha-1.año-1, en el caso de siembra de melina y ₡16560.ha-1.año-1 en el caso desiembra de teca. En el MBI, la relación de costos fue mucho menor, tal y como se presumió al utilizar una cerca convencional,situación que se adapta mejor a la condición usual de pequeñas y medianas personas productoras, donde se aprovechan mejor los mismos recursos de la propiedad, con posibilidad de establecer el cultivo de árboles en franjasen la periferia de los potreros y no con altaintensidad.ha-1, como lo establece el modelo respectivo. Así se requiere solamente el establecimiento de la cerca interna para completar la protección de los árboles en franja delSSP. Adicionalmente, el costo de mano de obra también fue menor, ya que se presumió que la persona dueña de la propiedad paga su seguro voluntario.
Si se compara este costo con el del establecimiento de una plantación forestal regular en bloque con833 árboles.ha-1 (₡642 000, González 2014, ₡632 500, $1100, Kottman 2013), puede observarse que cultivar 150 árboles en este sistema silvopastoril de MAI y MBI, presentó un costo aproximado de tan solo un 50% y un 33% respectivamente. Si se toma en cuenta que más del 50% del costo del cultivo de árboles en franjas corresponde a las cercas, su valor correspondió entonces entre un 17,5% a un 25% de una plantación compacta convencional. Podría también,presumirse que esta relación de costos es de 1/5 entre ambos sistemas. Debe también señalarse que un SSP es un concepto integrado entre producción forestal y ganadera. Por tanto, el costo de las cercas propone el ser compartido entre ambas actividades.
Debe mencionarse aquí el supuesto con que se construyó la base de datos, donde se indicó que, el SSP de baja inversión (MBI) y el de alta inversión (MAI), no afectaron de manera diferente la productividad y tasa de crecimiento del cultivo de árboles en franja.Se asumióque se mantuvo constante los 8 años para melina y los 16 años para teca.Fue de esperar, que a mayor inversión de tecnología, los árboles presentaran una mayor tasa de crecimiento, y por tanto, una reducción de entre 1 o 2 años para llegar a cosecha final.
En el caso de la melina, la relación sería de 150 árboles.ha-1 en el SSP vs 625.ha-1 en bloque compacto, que implicó una proporción de 4,17 ha en SSP para plantar la misma cantidad de árboles. La relación en el costo de ambas modalidades de plantaciónfue de ₡752,480 del SSP * 4,17 ha vs ₡2 773 913 (González 2014); es decir, para producir la misma cantidad de árboles se debe plantar 4,17 ha en SSP, pero costará ₡3 130 625 (un 13% más caro), si se compara con los costos del modelo de baja inversión (MBI), la relación de costos sería positiva para el SSP. El costo de las 4,17 ha en SSPfue de ₡2 273 912, un 18% más económico.
En el caso de la teca, la relación del número de árboles fue de 5,55 ha de SSP para plantar los mismos 833 de la hectárea compacta, aunque los costos fueron ₡5 373 066 lo que significó un 41% más costoso que los ₡3 799 145 de la hectárea compacta (González 2014). En el modelo de baja inversión, sin embargo, los costos de las 5,55 ha del SSP con teca fueron de ₡3 968 123, que superó en un 4% los costos de la hectárea plantada en forma compacta o convencional.
Del costo total del cultivo de árboles en las franjas, la mano de obra fue el rubro de mayor importancia con aproximadamente un 41% y 44% en melina y teca, respectivamente (Figura 3). Los altos costos de mano de obra en el establecimiento de las franjas del SSP, pudieron ser uno de los elementos que explican la poca adopción de estos sistemas (Villanueva et al. 2010). Sin embargo, los SSP bien diseñados y manejados tienen un potencial para mejorar los indicadores económicos, sociales, ambientales de las fincas ganaderas y del paisaje, fundamental para alcanzar una producción animal de forma sostenible (Villanueva et al. 2010,Ochoa y Valarezo 2014).
En el estudio de caso reportado por Souza (2002), se realizó un análisis de la contribución de los árboles en potreros a la rentabilidad de las fincas ganaderas. Se determinó que el costo total.ha-1 fue de ₡1 318 800 (US $2355). Indica también que la mayor rentabilidad se alcanzó en fincas con sistemas de producción de doble propósito y carne.
Para optimizar la inclusión de árboles en franjas en el SSP, sepropone diseñar otros espaciamientos o distribuciones espaciales, que permitan aumentar el número de individuos en la franja, su productividad y calidad, con los mismos costos de establecimiento. Podría también analizarse la opción de plantar a mayor densidad inicial, de modo que posibilite uno o dos raleos comerciales, aproximadamente a los 3 y 5 años en melina y 5 y 8 años en teca, que supondría un mejor flujo de caja y de ingresos con una mejor relación de costos del sistema.Los diseños de SSP podrían ser mejorados si se revisa la capacidad de carga (área basal) que soporta el sistema y su relación con el crecimiento diamétrico. Estudios preliminares, de espaciamientos dentro de estas franjas, están demostrando que las 2 hileras de borde registran un crecimiento diamétrico mayor al de la hilera central (Murillo y Badilla 2019), tal y como sería esperable. Por tanto, un nuevo diseño SSP podría incluir una mayor densidad de árboles, pero únicamente en las 2 hileras de borde, con 2 objetivos: 1) aumentar la captura de carbono y 2) aprovechar su mayor tasa de crecimiento para aumentar su productividad.
Si se quisiera relacionar el modelo de costos a su valor del 2020, se puede observar que el índice de precios del consumidor ha sido de un promedio entre 1,5 y 2% anual, entre el periodo del 2017 y el 2020 (IPC 2020); la relación del colón con el dólar se ha mantenido casi exactamente con el mismo valor de ₡575 en este periodo de años; mientras que el costo del jornal se ha apreciado en un 9% con un monto de ₡9711 en el 2017 hasta ₡10 620 en el I semestre del 2020 (MTSS 2020), con una proporción muy cercana al de la tasa de inflación del 2% anual. Puede observarse que aunque el conjunto de datos pudo aumentar levemente del 2017 al 2020, la baja inflación del periodo y el mantenimiento del dólar en un valor exactamente igual, permite asumir que el conjunto de las relaciones y proporciones de los costos de todo el modelo, se mantienen muy similares al día de hoy.
Se considera que esta base de datos comprende todas las labores en que se incurren para establecer el componente forestal en un SSP. Con los resultados, se esperaría que se motive el sector ganadero para queincorpore el componente forestal en sus fincas con un enfoque productivo. La producción ganadera, junto con la producción de madera, pueden proporcionar aportes de carbono neutralidad del país.
CONCLUSIONES
El costo total para producir madera en 2franjas.ha-1 con 150 árboles en el modelo de alta inversión del SSP, se estimó en ₡751 759 (US $1307), en un ciclo de 8 años con melina. Mientras que, con teca en un ciclo de 16 años, el costo total estimado fue de ₡ 966 818 (US $1681). Para el modelo de baja inversión el costo total del cultivo de árboles en franjas en SSP, para melina,es de ₡545 739 (US $949) y para teca₡714 548(US $1242).
El costo de la mano de obra fue el rubro de mayor peso dentro de la estructura de costos, con un 41% y 44% en melina y teca, respectivamente, seguido por el de la cerca eléctrica.
Para plantar en un SSPla misma cantidad de árboles.ha-1, de una plantación compacta en bloque, se requiere de 4,17 ha en melina y 5,5 ha en teca.
Los resultados del estudio destacaron la importancia de promover el uso de especies maderables de alto valor comercial, que permitan mejorar los ingresos de la finca. La investigación realizada tuvo como principal objetivo generar información sobre el costo de plantar árboles en franjas en fincas ganaderas, para motivar el fomento de su conversión en un sistema silvopastoril eficiente, de mayor impacto económico, social y ambiental.