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Revista Costarricense de Ciencias Médicas

Print version ISSN 0253-2948

Rev. costarric. cienc. méd vol.25 n.3-4 San José Dec. 2004

 

Situaciones de salud bucal en personas adultas mayores: problemas y desafíos

William Brenes1, Federico Hoffmaister2

Resumen

Situaciones de salud bucal en personas adultas mayores: problemas y desafíos.

El objetivo de esta investigación es identificar el estado de salud bucal, las prácticas de autocuidado, la calidad de las prótesis y el uso de los servicios de salud de las personas adultas mayores que asisten a clubes de interacción social. Mediante un estudio de prevalencia se investigó a 234 personas adultas mayores de ambos sexos. Todos ellos provenientes de 15 clubes estratificados por condiciones geográficas y sociales del entorno donde se localizan los clubes. Los principales resultados del estado de salud bucal fueron: a) El 53% de las personas adultas mayores estudiadas han perdido la totalidad de sus dientes y el 38,4% con pérdida dental parcial que requiere de rehabilitación protésica para satisfacer la capacidad masticatoria. b) De las personas que conservan al menos un diente en boca, la caries activa es prevalente en el 77,7% y las periodontopatías en el 52,9% de esta población y el 83,5% tiene un deficiente control de la placa dental. c) El 63,9% de las prótesis superiores y en el 74,2% de las prótesis inferiores necesitan ser reacondicionadas o renovadas por prótesis bien concebidas. Se concluye que el estado de salud bucal de las personas adultas mayores estudiadas en la presente investigación, puede ser catalogado como un relevante problema de salud pública. La acumulación de daños por problemas buco-dentales de la población estudiada requiere de una ampliación de cobertura por parte de los servicios de salud, así como de las acciones de educación para la salud, que contrarresten los factores de riesgo de las enfermedades odontológicas y estomatológicas prevalentes en la población.

Palabras clave: Envejecimiento, epidemiología bucal, autocuidado, uso de servicios de salud.

Abstract

Situation of oral health in elderly people: problems and challenges. The goal of the investigation is to identify the condition of oral health on elderly people. The research was developed by the recognition of personal oral health care, also evaluating the quality of dental prosthesis and the use of dental medical services on elderly people who attends clubs of social interaction in Costa Rica. The inquiry was developed through a prevalence study with the participation of 234 elderly people, male and female. All the participants are active members of 15 social clubs. The groups-or social clubs- where stratified by geographic and social conditions, related with the surroundings conditions, especially location. The results reveled by the investigation are: a) From the studied population elderly people, 53% has been lost the totality of their teeth, 38,4% has partial dental loss that requires a rehabilitation dental prosthesis for satisfy the chew capacity, b) From the elderly people who conserve a tooth at least, the active decay is prevalent in 77,7% and 52,9% have periodontal illness, 83,5% have a deficient control of the dental plaque, c) The evaluation of dental prosthesis results are that 63,9% of the superior dental prosthesis and 74,2% of the inferior dental prosthesis, need repairmen or being replaced. The most relevant conclusion of the research is elderly people oral healthcare can be catalogued as serious problem of public health. The accumulation of injuries by oral and dental problems reveled on the research, indicates that elderly adults require an expansion of dental medical service as well as preventing education actions of reduce the factors of risk of the oral diseases and stomatology prevalence in the elderly population.

Key words: aging, oral epidemiology, use of dental services

Introducción

El análisis de las situaciones de salud bucal en personas adultas mayores, ha cobrado un interés reciente, debido a los acelerados cambios en la estructura demográfica de la población costarricense, con un peso relativo cada vez mayor de este grupo respecto del resto de la población. Lo anterior, producto de la convergencia por el aumento en la esperanza de vida y la reducción en la fecundidad (1) que han provocado un acelerado proceso de envejecimiento en la población.

Estudios previos realizados en comunidades costarricenses han advertido de la seria problemática bucal en personas adultas mayores. En 1990 en algunas comunidades del cantón Vásquez de Coronado de la provincia de San José, el 70% de la población de 60 años y más tenía la condición de pérdida dental total (2) En el cantón de Barva de la provincia de Heredia la pérdida dental total se estimó en el 63% de las personas adultas mayores estudiadas (3)

En otros contextos de América Latina, como es el caso de Chile, la frecuencia de pérdida dentaria en personas que asisten a clubes de ancianos en Valparaíso fue de 33% y se encontró que aquellos que aún conservaban dientes tenían un promedio de seis dientes (4) Algunos indicadores de sobrevivencia dental han sido medidos como el caso de Cuba, donde el 9,4% de la población mayor de 65 años, conservaba más de 20 dientes (5) En el estudio del cantón de Barva de Heredia, solamente el 4% mostró 20 o más piezas dentales en boca.

La frecuencia de caries dental, medida por el Índice COPD (número de dientes cariados, obturados y perdidos) reportados en cinco países latinoamericanos, todos ellos realizados con personas mayores de 60 años, reportaron los siguientes datos (6): Brasil 27,2, Costa Rica 26,1, Cuba 28,0, Chile 24,7 y Venezuela 19,1. El componente pieza dental perdida, fue el más frecuente del Índice COPD.

Los anteriores resultados advierten de la masiva pérdida de los dientes naturales en las personas adultas mayores y de la alta frecuencia de caries dental que sufren los dientes remanentes. Asimismo, la enfermedad periodontal avanzada, en el estudio del cantón Vázquez de Coronado, se encontró en el 33,7% de las personas que aún conservaban dientes.

Los datos anteriores muestran un serio problema de salud pública en este grupo de población. Entre los posibles factores explicativos se han señalado algunos trastornos sistémicos crónicos, como es el caso de la diabetes. Esta enfermedad proporciona el doble de riesgo de desarrollar enfermedad periodontal severa, comparado con personas no diabéticas de la misma edad y género (7) Los malos estilos de vida asociados a la deficiente nutrición y a las malas prácticas de autocuidado, son otro factor a ser considerado en la etiopatología de la morbilidad dental de las personas adultas mayores.

También hay que tomar en cuenta que la mala higiene de la boca y de las prótesis dentales no solamente es un factor riesgo de las enfermedades odontológicas, sino de las infecciones neumónicas. Al respecto, se ha informado, que en pacientes ancianos con cuidados dentales, la frecuencia de neumonías es menor al ser comparados con la frecuencia de estas infecciones en pacientes sin adecuados cuidados dentales (8)

Se ha seleccionado este tipo de población dado que en Costa Rica, cada día existen más cantidad de personas adultas mayores participando en este tipo de organización. Por ejemplo, en la Asociación Gerontológica Costarricense (AGECO) actualmente se localiza una red de sesenta y siete clubes diseminados en todo el país. Adicionalmente es relevante propiciar la participación social de las personas adultas mayores en procesos de promoción y protección de la salud.

Previo a la realización de este estudio, no se conocía el estado de la salud bucal, las prácticas de cuidados dentales, la calidad de las prótesis y el uso de los servicios de salud en las personas adultas mayores que participan en los clubes de interacción social, constituyéndose estos temas como los ejes centrales a desarrollar en la investigación.

La información generada por esta investigación será fundamental en la definición de las principales líneas o ejes pedagógicos, para la realización de una estrategia educativa destinada a la promoción y protección de la salud bucal de las personas adultas mayores. Adicionalmente se proporciona la evidencia epidemiológica para abogar por una ampliación de la cobertura de los servicios de salud que brinda la Caja Costarricense de Seguros Social.

Materiales y métodos

El procedimiento epidemiológico utilizado para esta investigación es un estudio tipo prevalencia o transversal. La sobrevivencia dental se identificó mediante la proporción de personas de la población en estudio que preservan veinte o más dientes funcionales incluyendo todos los dientes anteriores. El indicador de capacidad masticatoria fue construido por niveles de deterioro de los tejidos dentales. Este indicador muestra seis categorías en orden descendente, de aquellos que tienen una muy aceptable condición masticatoria hasta aquellos con pérdida dental total sin rehabilitación protésica: a) Conserva veinte o más dientes funcionales, incluyendo todos los dientes anteriores sin necesidad protésica, b) Con mayor cantidad de pérdida de dientes que la categoría "a", rehabilitado protésicamente (incluye también, la pérdida de dientes de una arcada), c) Con mayor cantidad de pérdida de dientes que la categoría "a", pero sin rehabilitación protésica (incluye también la perdida de dientes de una arcada), d) Sin dientes totalmente, con rehabilitación protésica total, e) Sin dientes totalmente con rehabilitación protésica parcial, f) Sin dientes totalmente sin rehabilitación protésica.

Las enfermedades bucales estudiadas son: caries dental y enfermedad periodontal. Además, se les preguntó a las personas estudiadas, sí padecían de resequedad en la boca. También fue evaluado el adecuado o no control de placa bacteriana. En el caso de caries y enfermedad periodontal los pacientes edéntulos totales se excluyeron del análisis.

Las evaluaciones clínicas fueron realizadas por profesionales en odontología, los criterios clínicos utilizados fueron los siguientes: a) Caries activa: Evidencia clínica de caries dental en la superficie de cualquier diente (en el caso de pacientes edéntulos marque 8: NO APLICA) b) Control de placa bacteriana: Evidencia clínica de puntos sangrantes en el surco gingival, posterior al uso de una sonda periodontal (en el caso de pacientes edéntulos marque 8: NO APLICA) d) Enfermedad periodontal activa: Evidencia clínica de al menos una bolsa periodontal igual o superior a 6 mm. (en el caso de pacientes edéntulos marque 8: NO APLICA) e) Resequedad en la boca: pregunte ¿Tiene usted resequedad en la boca?

Para la identificación de las prácticas de autocuidado oral, se cuantificó la técnica utilizada en la última vez que se higienizó la boca.

En la evaluación de la calidad en las prótesis dentales, los criterios utilizados son de dos categorías: 1) Criterios clínicos de retención, estabilidad, soporte y años de uso, 2) La satisfacción que tienen las personas adultas mayores respecto a la funcionalidad y la estética.

Además, se evidenció en los pacientes los signos de alteración patológica de los tejidos mucosos o dentales de soporte de las prótesis y la necesidad clínica de cambio de las prótesis. La definición de esto criterios se muestran en el cuadro No. 1

El uso de los servicios de salud se identificó mediante indicadores de cobertura. Para esto se realizaron las siguientes preguntas: a) En el último año, ¿Ha tenido algún problema con sus dientes, encías o dentaduras postizas? b) Por este problema, ¿Fue usted atendido(a)? c) ¿Dónde lo atendieron? Con estas tres preguntas se construyeron los siguientes indicadores: 1) Porcentaje de la población que tuvo algún problema buco-dental en el último año, 2) Porcentaje de la población que manifestó haber tenido un problema buco-dental el último año y que tuvo consulta odontológica, 3) La distribución de la población atendida según entidad que brindó el servicio.

La población en estudio fue seleccionada mediante un muestreo por conglomerados, que para los fines de este estudio están estratificados por grupos de clubes incluidos en las Redes de AGECO, según ubicación geográfica y condiciones sociodemográficas del entorno donde se localizan los clubes. Una primera estratificación territorial fue organizada con base en la ubicación espacial de los clubes que integran las redes de AGECO, a saber:

- Clubes ubicados en la provincia de San José

- Clubes ubicados en otras provincias del Valle Central

- Clubes ubicados en provincias fuera del Valle Central

Un segundo nivel de estratificación por condiciones del entorno al que pertenecen los clubes de AGECO, se aplicó en el marco de medición. La definición de los criterios de clasificación fueron los siguientes: a) Baja: son los lugares en la que sus habitantes tienen una condición socioeconómica baja, es decir presentan dificultades para satisfacer sus necesidades de empleo, alimentación, recreación, vestido, transporte, vivienda y/o salud b) Media - Baja: Son comunidades que presentan un mayor avance en cuanto a la captación de servicios públicos, nivel de escolaridad, población económicamente activa, sin embargo hay importantes deficiencias. La mayoría de personas mayores en estas zonas reciben pensión del régimen no contributivo, cuentan con apoyo familiar y acceso mínimo a los servicios básicos c) Media: Son comunidades cuyas condiciones del entorno permiten que sus pobladores accedan a los servicios de manera satisfactoria, es decir cuentan con situaciones que contribuyen al mejoramiento de la calidad de vida: agua potable, telecomunicaciones, alumbrado eléctrico, por lo general el tipo de vivienda se encuentra en buenas condiciones d) Media- alta: son comunidades con excelente acceso a los servicios, han logrado un desarrollo social satisfactorio, con apoyo de la industria, sus habitantes cuenta con un nivel educativo alto, facilidades para el acceso al campo laboral e) Alta: Son comunidades que se encuentran en progreso constante, tanto desde el punto de vista social como económico. Con referencia a las personas mayores que integran los Clubes, la mayoría cuentan con pensión de Invalidez- Vejez y Muerte u otra categoría, tienen una mayor capacidad de ahorro por sus ingresos económicos, cuenta con el apoyo económico familiar, tienen acceso a todo tipo de servicios.

Una vez clasificados los clubes, según estratos territoriales y estratos por condiciones socioeconómicas del entorno de la localización de cada grupo, se procedió a cuantificar la población en cada subcategoría, así como el peso porcentual de cada categoría respecto del total.

Con esta información se hizo en un primer momento el cálculo del tamaño de muestra para población infinita otorgándole un nivel de confianza del 95%, una prevalencia del 30% de personas con dientes naturales (según datos de estudios anteriores) y un error de muestreo del 5%.


Donde Z es el nivel de confianza = 1,96

(p) es la prevalencia de personas con condición de salud oral con veinte o más dientes funcionales incluyendo todos los anteriores.= 0,3

(q) es el complemento del valor de P = 0,7

(d) es el error máximo permitido = 0,05

En un segundo momento se corrigió el cálculo para una población finita de 1,842 personas adultas mayores que participan en los clubes de las redes de apoyo de AGECO.

La muestra se estimó en 275 personas.

Definido el tamaño de la muestra, se procedió a darle el peso que le correspondió a cada categoría. Con la muestra estimada que le corresponde a cada categoría, de forma aleatoria fueron seleccionados los clubes a ser encuestados.


Resultados

Caracterización social y demográfica de la población en estudio.

Un total 234 personas (hombres y mujeres) de sesenta años y más fueron seleccionados directamente de quince clubes incluidos en una muestra estratificada por conglomerados. La media de edad fue calculada en 71,25 (DS ± 6,79) y la mediana en 70 años. El ámbito de edad osciló de 60 años a 91 años. La participación de las mujeres respecto de los hombres en el estudio es ocho veces mayor, 208 (88,9%) mujeres estudiadas y 26 (11,1%) hombres. El principal comportamiento modal del estado civil encontrado en las mujeres fue la viudez (44,2%) En tanto que en los varones el comportamiento modal más frecuente en su estado civil estuvo dado por los casados (61,5%) (Cuadro 3)

Estado de la salud oral de las personas adultas mayores.

La capacidad masticatoria por niveles de deterioro de los tejidos dentales según sexo se muestra en el cuadro 3. La prevalencia de personas adultas mayores que conservan veinte o más dientes funcionales en boca, incluyendo todos los dientes anteriores (índice de sobrevivencia dental) se estimó con un valor de p = 0,085 (IC al 95% 0,05-0,12) O sea, un 8,5% de la población conserva piezas dentales para satisfacer su necesidades masticatorias de forma natural. No se observan diferencias importantes por sexo.

Las categorías "d" y "e" corresponden a la población con pérdida dental parcial, cuantificada en un 38,4% de la población. De estos, el 38% tiene algún tipo de rehabilitación, en tanto que el 62% no cuenta con ningún tipo de prótesis. Este grupo requiere de rehabilitación protésica para devolver su capacidad masticatoria.

El pérdida dental total se cuantificó en un 53% de la población estudiada (categorías f, g, h del cuadro 3). De estos están rehabilitados protésicamente el 76,0%, parcialmente el 18,0% y sin ningún tipo de rehabilitación el 6% de los edéntulos que corresponde a mujeres exclusivamente.

En el cuadro 4 son mostradas las frecuencias absolutas y relativas de caries activa, enfermedad periodontal, el inadecuado control de placa bacteriana y resequedad bucal.

En los tres primeros casos los análisis están dirigidos únicamente a las personas que conservan dientes naturales. En el caso de la resequedad bucal fue analizado a la totalidad de la población.

La caries dental activa mostró una frecuencia del 77,7% en la población estudiada. La comparación de la frecuencia de esta enfermedad según sexo no mostró diferencias confiables (OR = 1,74 IC = 0,87-6,42 X² = 0,87 p = 0,35)

La enfermedad periodontal presentó una prevalencia del 52,9% en la población bajo estudio. La prevalencia de los varones (75,0%) es superior a la de las mujeres (48,9%). Los hombres tienen 3,14 veces el riesgo de padecer enfermedad periodontal relacionado con las mujeres (OR = 3,14 IC = 0,85-12,62 X² = 3,71 p = 0,05)

Por su parte el control de placa inadecuado se presentó en el 83,5% de la población en estudio y no fueron encontradas diferencias por sexo. La resequedad en la boca fue reportada en 127 (54,5%) de los participantes. El comportamiento según sexo es similar.

Autocuidado de la salud oral

El uso del cepillo de dientes fue la práctica higiénica más frecuente en toda la población (96,1%) Los enjuagatorios, con sustancias para el control de placa se presentaron en el 9,2% de la población. El uso del hilo dental se cuantificó en el 3,9% de las personas adultas estudiadas.

El uso del cepillo de dientes entre los que conservan 20 o más piezas dentales incluyendo los anteriores y los edentulos parciales es similar (ver cuadro 5)


La frecuencia del uso del hilo dental en las personas con veinte o más piezas dentales se calculó en 25%, en tanto que para los edentulos parciales el uso de esta práctica se fijó en 4,5% (OR = 7,01 IC al 95% 1,42-36,6 y la prueba exacta de Fisher el valor p = 0,01)

Se relacionó el uso del hilo dental con la ocurrencia de la enfermedad periodontal. De siete personas que utilizan el hilo dental, en un caso se presentó la enfermedad (0,14) en tanto que, en 45 personas que no utilizan el hilo dental, en 21 se presentó la enfermedad (0,46). El análisis de este contraste tiene problemas de precisión por el poco número de casos que utilizan el hilo dental. En todo caso en términos de riesgo las personas que no utilizan el hilo dental tienen 5,25 veces el riesgo de tener enfermedad periodontal comparada con las personas que utilizan el hilo dental. La prueba exacta de fisher muestra un valor de "p" de 0,11. Por lo que las diferencias son fácilmente explicables por el azar.

La práctica de autocuidado más frecuente de la higiene bucal y de las prótesis en las personas con pérdida de piezas dentales es el cepillo dental.

Calidad de las prótesis

Los criterios clínicos de retención, estabilidad y soporte tienden a ser más favorables en las prótesis superiores que en las prótesis inferiores (Cuadro 6) Al relacionar la deficiente retención de las prótesis inferiores respecto de las superiores, en términos de riesgo es 6,47 veces mayor la posibilidad que de encontrar esta irregularidad en una prótesis inferior promedio que en una prótesis superiores promedio (OR = 6,46 IC 95% 3,75-11,22 X² = 55 p = 0,00) Con respecto de la deficiente estabilidad de las prótesis inferiores respecto de las superiores, en términos de riesgo es 3,76 veces mayor la posibilidad de encontrar esta irregularidad en una prótesis inferior promedio que en una prótesis superiores promedio (OR = 3,76 IC 95% 2,21-6,40 X² = 28,21 p = 0,00)

Por su parte, al analizar el deficiente soporte de las prótesis inferiores respecto de las superiores, en términos de riesgo es 7,2 veces mayor la posibilidad de encontrar esta irregularidad en una prótesis inferior promedio que en una prótesis superiores promedio (OR = 7,2 IC 95% 4,22-12,13 X² = 64 p = 0,00)

La satisfacción estética y funcional que le dan las personas adultas mayores a sus prótesis, superiores como inferiores, son en términos generales más altas que los criterios de evaluación clínica. (Cuadro 6)

La evidencia clínica de alteraciones patológicas de los tejidos mucosos o dentales de soporte de las prótesis muestran una prevalencia de 18,6% en la arcada superior y 28,3% en la arcada inferior. (Cuadro 10)

En términos de riesgo, la probabilidad de la existencia de evidencias clínicas de alteraciones patológicas en la arcada inferior producto de las prótesis es de 73% más riesgo al ser comparadas con las evidencias clínicas de alteraciones patológicas en la arcada superior (OR = 1,73 IC 95% 1,01-2,98 X² = 4,47 p = 0,07)

El criterio clínico de la necesidad de cambio de prótesis se estableció en el 63,9% de las prótesis superiores y en el 74,2% de las prótesis inferiores.(Cuadro 6)

La media aritmética de años de uso de las prótesis superiores se estableció en 17,51 años con una desviación estándar de 15,59 años, en tanto que la media aritmética de las prótesis inferiores fue de 14,37 años con una desviación estándar de 13,78 años. (cuadro 8). Las diferencias en el número de uso de las prótesis superior con la inferior son estadísticamente significativas. 1

Uso de los servicios de salud

El 26,1% de la población bajo estudio manifestó haber tenido un problema odontológico durante el último año. El comportamiento según sexo no muestra diferencias. De estas personas el 88,3% acudieron a consulta odontológica. (Cuadro 7)

Los servicios odontológicos privados atendieron el 56,6% de la población y la CCSS atendió al 43%. Aunque se observan diferencias según sexo en uso de los servicios de salud, el escaso número de varones que acudieron a consulta impide el análisis estadístico de los datos.

Discusión

El estado de salud bucal de las personas adultas mayores estudiadas en la presente investigación, puede ser catalogado como un relevante problema de salud pública. Los argumento que le dan base a la anterior afirmación son: a) El 53% de las personas adultas mayores estudiadas han perdido la totalidad de sus dientes y el 38,4% con pérdida dental parcial que requiere de rehabilitación protésica para satisfacer la capacidad masticatoria, b) De las personas que conservan al menos un diente en boca, la caries activa es prevalente en el 77,7% y las periodontopatías en el 52,9% de esta población y el 83,5% tiene un deficiente control de la placa dental, c) El 63,9% de las prótesis superiores y en el 74,2% de las prótesis inferiores necesitan ser reacondicionadas o renovadas por prótesis bien concebidas.

Con base en la evidencia epidemiológica sobre el mal estado de salud bucal de este grupo de población, se podría plantear la siguiente pregunta: ¿el deterioro de los tejidos de la cavidad bucal de las personas adultas mayores son parte normal del proceso de envejecimiento? El criterio de los autores de esta investigación es que el envejecimiento no conlleva de forma normal a la pérdida de piezas dentales. Uno de los argumentos para sustentar esta hipótesis está dado por los resultados de un estudio ejecutado durante la década de 1980 donde se analizó el estado dental de 887 indígenas ubicados en 10 localidades amerindias, con distintos procesos de transición cultural y social de Costa Rica y Panamá (9). En la población mayor de 50 años incluida en el estudio se logró constatar, que el índice de historia natural de la caries dental, incluida la conservación de los dientes era más favorable en este grupo de edad que en los grupos más jóvenes. La explicación que se dio a este fenómeno, estuvo dada por el acelerado proceso de aculturación al que estaban expuestas las nuevas generaciones, incluidos los cambios en los hábitos alimentarios con la introducción de dietas altamente cariogénicas, a las que no estuvieron expuestas en su niñez y juventud los adultos mayores indígenas.

Sí el envejecimiento no conlleva a un deterioro de los tejidos bucales, entonces ¿cuáles son los factores que han determinado, que esta población tenga una condición bucal tan desfavorable? Los factores condicionantes de las enfermedades están atribuidos según el modelo aplicado por Lalonde, ex ministro de salud de Canadá, en cuatro fracciones atribuibles: los estilos de vida, el medio ambiente, la biología humana y los servicios de salud (10) En el caso de las enfermedades bucales los componentes: "estilos de vida" y "servicios de salud"; podrían tener el peso relativo más importante en la causalidad de estas morbilidades, por lo que solamente estos a dos factores se hará referencia en esta discusión de resultados.

Hay que ubicar retrospectivamente en el tiempo, como fueron las condiciones sociales que determinaron en buena medida los estilos de vida y el uso de los servicios de salud, cuando estas personas estaban en el período de la niñez y la adolescencia, lo que en epidemiología se denomina, el efecto cohorte. Si la media de edad, según los resultados del estudio, fue calculada en 71,25 (DS ± 6,79), entonces hay que remontarse a la década de los años treinta del siglo pasado. En ésta década, según lo relata el historiador Juan Rafael Quesada Camacho: (11)"...Es indudable que al finalizar la década de 1930, Costa Rica mostraba rasgos evidentes de crisis. La economía giraba en torno a unos pocos productos, al punto que, algunos estudiosos hablan de monocultivo, y esa dependencia traería consecuencias casi drásticas a causa de la segunda guerra mundial". Incluso a principios de los años cuarenta los sociólogos John y Mavis Biezans (12) en su obra La vida en Costa Rica señalaban: "...la población rural (la mayoría) eran peones descalzos que trabajaban en los cafetales y cañales y que no tenían propiedad alguna, y otros campesinos también descalzos y pobres, tienen un par de acres de terreno, una casita y una yunta de bueyes". Al respecto se le ha señalado a esta época "la Costa Rica descalza" (13) y también "la Costa Rica de personas sin zapatos ni dientes". La Costa Rica de los bajos salarios y dietas inadecuadas que causaban según John y Mavis Biezans, una mortalidad infantil entre los peones, que alcanzaba "proporciones espantosas", como ejemplo contaban que: "En el distrito cafetalero de Santo Domingo, muere un niño cada cuatro antes de su primer cumpleaños. En 1940 murieron dos de cada quince nacidos en el país, durante su primer año de vida..." Ese era el panorama de pobreza en que se desarrolló la niñez y la adolescencia de nuestra población en estudio. El bajo nivel de escolaridad y la escasa cobertura de los servicios de salud fueron el común denominador. Además, las prácticas odontológicas no profesionalizadas en la época, provocaron una mutilación dental masiva a los niños y jóvenes, con las consecuencias que hoy analizamos en las personas adultas mayores estudiadas.

Posterior a la década de los años cuarenta, se empezaban a producir transformaciones en el país. En el campo de la salud, se gestaban fuertes reivindicaciones como el seguro social, además del salario mínimo y la jornada máxima. Actualmente se cuenta con instituciones del Estado, como es el caso de la CCSS, que prestan servicios de salud a la población, con una visión odontológica de preservación de los dientes y prevención primaria de las enfermedades. Además de programas que dan cobertura a las poblaciones de niños y jóvenes mediante la aplicación masiva de fluoruros en dentífricos y en la sal de consumo humano.

Es de esperar, el denominado efecto cohorte del grupo en estudio, gradualmente se disminuya y las nuevas generaciones que pasen los 60 y más años, contarán con mejores condiciones en su estado bucal.

Otro argumento, de que el envejecimiento no lleva de forma normal a la pérdida de piezas dentales, se relaciona con el Autocuidado, como uno de los componente del estilo de vida que determinan el proceso salud enfermedad bucal.

Un criterio epidemiológico para valorar "el buen estado de salud oral" en una población adulta, esta dado por el indicador de sobrevivencia dental, que corresponde al porcentaje de la población, que conserva veinte o más dientes funcionales, incluyendo todos los dientes anteriores. Se supone que las personas con esta condición tienen una funcionalidad masticatoria autónoma sin necesidad de prótesis. Aunque el indicador no mide el estado en que se encuentran los dientes, el hecho, de que una persona de 60 años y más conserve esta cantidad de dientes, puede suponerse entre otras cosas, que se deba a un adecuado autocuidado.

En este estudio, la población con esta condición fue estimada en el 8,5%, lo que puede ser calificado como un bajo porcentaje de población adulta mayor con un relativo buen estado de salud bucal.

La práctica del autocuidado por medio del empleo de hilo dental, pese a la poca frecuencia de su uso en la población en estudio, mostró un efecto benéfico en el estado de salud bucal para aquellas personas con esta práctica.

Lo anterior se evidenció por el hecho de que las personas consideradas con un relativo buen estado de salud bucal (con veinte o más dientes funcionales) es una práctica desarrollada por uno de cada cuatro adultos; en tanto en los edéntulos parciales, grupo comparativo, esta práctica se dio en menos del 5%.

Aunque la población en estudio, son personas en su mayoría con las actividades del diario vivir resueltas. El control de placa en términos generales es deficiente. Al ser el uso del cepillo dental una práctica casi exclusiva en la población para el autocuidado de la higiene, es recomendable reforzar la práctica de autocuidado bucal con otras estrategias como son los enjuagatorios con sustancias antiplaca y el uso del hilo dental. Además del control de placa periódico mediante procedimientos clínicos.

Con base en las necesidades de salud identificadas por este estudio, la negociación y concertación entre las organizaciones de clubes de interacción social con la CCSS se convierte en prioridad. El propósito de esta negociación es la ampliación de cobertura y mejoramiento de la calidad de los servicios odontológicos dirigidos a las personas adultas mayores.

Agradecimiento

Los autores agradecen el apoyo financiero otorgado por la Asociación Gerontológica Costarricense (AGECO), que busca con los resultados de esta investigación desarrollar estrategias pedagógicas que favorezcan el Autocuidado de la salud bucal en personas adulta mayores. Se le agradece a la Dra. Elsa Solano T; por su colaboración en el trabajo de campo.

Referencias

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13. Barahona MA. El desarrollo social. Capítulo 1. Costa Rica Contemporánea. Editorial de la Universidad de Costa Rica. San José. 1999. pp 155.        [ Links ]

1. Escuela de Salud Pública. Facultad de Medicina. Universidad de Costa Rica.

2. Maestría en Gerontología. Universidad de Costa Rica.

1 Dado que el valor "t" calculado es mayor que el valor de "t" tabulado, entonces no es posible aceptar la hipótesis nula . Esto es, con un nivel de significancia de 0,05 se tiene evidencia que permite concluir que el promedio de años de uso de las prótesis superiores son diferentes que el promedio de uso de las prótesis inferiores. (t calculado = 1,9 t tabulado 1,645)