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Revista Costarricense de Ciencias Médicas

Print version ISSN 0253-2948

Rev. costarric. cienc. méd vol.24 n.3-4 San José Jul. 2003

 

Obesidad y sobrepeso en la población estudiantil costarricense entre los 8 y 17 años

Aileen Fernández-Ramírez1, José Moncada-Jiménez2  


Resumen

La obesidad durante la niñez y la adolescencia está aumentando en todo el mundo. Esta condición está asociada con diversos factores de riesgo para enfermedades crónicas. Sin embargo, la prevalencia de sobrepeso y obesidad en esta población ha sido difícil de cuantificar debido a que existe una gran variedad de definiciones. El propósito de este estudio fue determinar la prevalencia de sobre peso y obesidad de la población estudiantil costarricense entre los 8 y 17 años. Se seleccionó en forma aleatoria una muestra representativa de 9 900 estudiantes de escuelas y colegios costarricenses. Para definir sobrepeso y obesidad se utilizaron los puntos de corte del índice de masa corporal (IMC) recomendados por laOrganización Mundial de la Salud y la "International Obesity Task Force". También se utilizó el pliegue del tríceps como criterio para estimar la adiposidad. Se encontró que las mujeres presentaron mayor IMC y adiposidad que los hombres en todas las edades analizadas. Estos aumentaron con la edad, especialmente en las mujeres a partir de los 12 años. La prevalencia total para hombres y mujeres en los diferentes grupos de edad fueron: 14,9 a 23,3% (Sobrepeso 8 -11 años), 4,8 a 9,9%. (Obesidad 8 -11 años), 14,9 a 21,6% (Sobrepeso 12-­17 años) y 2,2 a 9,8% (Obesidad 12-17 años). Estos porcentajes fueron mayores en las mujeres que en los hombres al calcularlos con base en los criterios internacionales. La prevalencia de obesidad fue más elevada cuando se utilizó el pliegue del tríceps para estimarla. En conclusión, la prevalencia de sobrepeso de estudiantes costarricenses oscila de un 15 a un 23% y de obesidad de un 2,2 a un 9,8%.Esta varía dependiendo de la edad, el sexo y del criterio utilizado para definirla.

Palabras claves: sobrepeso, obesidad, prevalencia, niños, adolescentes.
 
Abstract
 
Child and adolescent obesity is increasing worldwide. It has been shown that this condition is closely related to several risk factors for chronic diseases. However, the prevalence of overweight and obesity in these populations has been difficult to quantify due to the wide variety of definitions used. The aim of this study was to determine the prevalence of overweight and obesity in Costa Rican students aged 8-17 years. A national-representativesample of  9990 subjects was randomly selected from Costa Rican elementary and high­school institutions. In order to define overweight and obesity, the sex-and age­specific body mass index (BMI) cutoffs recommended by the World Heath Organization (WHO) and by the International Obesity TaskForce (IOTF) were selected. The triceps skinfold thickness was also used as a criteria for adiposity. Females had higher IMC and adiposity than boys at all ages, and both parameters increased with age, especially in female students starting at 12 years of age. The global prevalence rates for males and females in the different age groups were 14.9 to 23.3% (overweight 8 -11 yrs.), 4.8 to 9.9%. (Obese 8-11 yrs.), 14.9 to 21.6%  (Overweight 12-17 yrs.), 2.2 to 9.8% (Obese 12-17 yrs.). These rates tended to be higher in girls than in boys and also were higher when the IOTF cutoffs were used in comparison with the WHO criteria. The highest prevalence rate for obesity in this Costa Rican sample was achieved when the 90th percentile of the triceps skinfold thickness was used as the criteria. In summary, the prevalence of overweight in Costa Rican students was between 15 to 23% and the prevalence of obesity between 2.2 to 9.8%. These rates change according to age, sex, and when different criteria to define overweight and obesity are used.

 
Key words: overweight, obesity, prevalence, children, adolescents
 
Introducción  

La obesidad se ha incrementado en forma significativa a escala mundial y actualmente se considera uno de los problemas de salud pública más difíciles de controlar (1-5). Se ha establecido que este incremento está ocurriendo en todas las etapas de la vida, en la infancia (6-8), la niñez, la adolescencia (2, 9, 10) y en la edad adulta (3, 11). La escasa información sobre la prevalencia de obesidad en muestras representativas de niños y jóvenes ha sido una preocupación reciente debido a que se ha documentado que el sobrepeso en la adolescencia está asociado con la aparición de obesidad, enfermedades crónicas y una mayor mortalidad en  la edad adulta (12-14). Se ha estimado que un 60% de los niños con sobrepeso poseen por lo menos un factor de riesgo adicional para enfermedad cardiovascular, como por ejemplo, hipertensión, dislipidemia e hiperinsulinemia. Además, un 30% de los casos nuevos de diabetes en niños y adolescentes se podrían atribuir a la obesidad (15). Por estas razones, se está haciendo énfasis en la necesidad de monitorear el comportamiento del sobrepeso y la obesidad desde la infancia, con el fin de establecer las tendencias de este problema y tomar medidas preventivas (7, 10, 15-17). 

Los reportes sobre prevalencia de sobrepeso y obesidad en la niñez y la adolescencia de diversas naciones, como en Estados Unidos (2, 9), España (18), Australia (19), China (9, 20), Inglaterra ( 2), Mozambique (21), Brasil ( 9) y en general en América Latina (22) confirman que estos se han incrementado entre dos y cuatro veces en las últimas tres décadas. Aunque la mayor parte de los estudios provienen de países desarrollados, algunos reportes indican que ésta no es una enfermedad exclusiva de estos países (5, 9, 21-23); por ejemplo, en Brasil la prevalencia de sobrepeso se incrementó de 4,1 a 13,9% entre 1 974 y 1 997 (9).
  
Las limitaciones que presenta el índice de masa corporal (IMC) para clasificar el estado nutricional de niños y adolescentes son bien conocidas, sin embargo, existe un consenso internacional sobre la conveniencia de utilizarlo para identificar a los jóvenes con sobrepeso, dada su facilidad de uso en la práctica clínica yen estudios epidemiológicos (24-33). Las estimaciones de prevalencia de sobrepeso y obesidad en la niñez varían en un rango muy amplio y tradicionalmente han sido de difícil interpretación debidas principalmente a las diferencias en los criterios para definirlas y a la utilización de distintos valores de referencia. El comité de expertos de la Organización Mundial de la Salud recomendó el uso internacional del percentil 85 de los datos extraídos de la Encuesta Nacional de Nutrición de los Estados Unidos para clasificar a los adolescentes con sobrepeso y de los puntajes z de peso para talla para niños menores de 10 años (33, 34). Esta recomendación ha sido adoptada en varias naciones, sin embargo se ha criticado debido a la arbitrariedad con que se establecen los percentiles y a la inconveniencia de aplicar las normas estadounidenses en países con características muy diferentes (29, 35). Recientemente, el grupo de trabajo sobre la obesidad en los niños del "International Obesity Task Force (IOTF)" recomendó nuevas referencias internacionales para definir sobrepeso y obesidad en niños y adolescentes (32, 35). Se propusieron definiciones internacionales estándar con el fin de comparar las tendencias a escala mundial. Los investigadores mezclaron los datos de IMC de jóvenes de 6 a 18 años de estudios nacionales de Brasil, Inglaterra, Hong Kong, Holanda, Singapur y los Estados Unidos, y calcularon puntos de corte internacionales para cada edad y sexo (35).
 
Este informe tiene el propósito de analizar la prevalencia del sobrepeso y obesidad de niños y jóvenes costarricenses con base en el IMC y los pliegues de grasa subcutánea al aplicar diversos estándares de referencia.
 
Materiales y métodos
 
Esta investigación formó parte del proyecto para el establecimiento de normas nacionales de los componentes de salud física desarrollado por la Universidad de Costa Rica y el Ministerio de Educación Pública entre 1996 y 1998 (36). Se seleccionó una muestra aleatoria representativa de estudiantes entre los 8 y 17 años de ambos sexos matriculados en el sistema de educación general básica pública con base en las listas proporcionadas por el Ministerio de Educación Pública del Gobierno de Costa Rica. Se midieron un total de 9 990 sujetos (n = 4 959 mujeres, y n = 5 031 hombres). El tamaño de la muestra fue definido con base en la fórmula para poblaciones infinitas. La muestra fue estratificada por nivel socioeconómico y zona geográfica (urbana o rural). Se envió una carta explicando las mediciones a los familiares y educadores de los estudiantes, y se les solicitó que firmaran un formulario de consentimiento informado para participar como sujetos en el estudio. Esta investigación fue aprobada por la Vicerrectoría de Investigación de la Universidad de Costa Rica.
 
La medición de las variables antropométricas (peso, talla y pliegues de grasa subcutánea) estuvo a cargo de un solo grupo de 5 administradores que viajó por todo el país con el objetivo de asegurar la confiabilidad de las mediciones. Este grupo estuvo conformado por fisiólogos del ejercicio y profesores de educación física que participaron previamente en un taller de capacitación. Para la medición del peso corporal, se utilizó una báscula de plataforma marca Detecto®, calibrada en kg (0,1 kg más cercano) y para la talla un tallímetro, calibrado en cm (0,1 cm más cercano). Los pliegues cutáneos fueron medidos con un calibrador de grasa marca Lange® (Cambridge Scientific Instruments, Cambridge, MD) calibrado en mm (0,5 mm más cercano). La adiposidad se determinó midiendo los pliegues de grasa subcutánea del brazo (tríceps) y de la espalda(subescapular), de acuerdo con el protocolo descrito previamente (37). Además se midieron el peso y la talla para obtener el IMC (peso en kg / talla2 en m). El peso corporal se midió con el sujeto descalzo y con ropa ligera (pantalón corto y camiseta). Se realizó la lectura con el sujeto inmóvil, en posición erguida, la vista al frente y colocado en el centro de la balanza. Para medir la talla corporal, se colocó al sujeto descalzo y en posición erguida, de espalda al tallímetro. El estudiante debía tener los maléolos internos juntos y talones, glúteos, hombros y región posterior de la cabeza en contacto con el aparato. Posteriormente, con ambas manos se realizó una ligera tracción hacia arriba en la mandíbula, orientando la cabeza en un ángulo aproximado de 90°, con el sujeto viendo al frente.
 
La prevalencia de sobrepeso y obesidad se calculó utilizando las tablas de referencia desarrolladas con base en las Encuestas Nacionales de Salud y Nutrición de los Estados Unidos y adoptadas por la OMS para uso internacional (33). En este estudio el percentil 85 del IMC se clasificó como sobrepeso y el percentil 95 como obesidad para efectos comparativos con la nueva clasificación internacional de Cole (35). También se utilizó el percentil 90 del pliegue del tríceps (38). Los puntos de corte internacionales fueron desarrollados de acuerdo con los percentiles promedio de IMC de diversos países que pasan por un IMC de 25 kg . m
2 y un IMC de 30 kg . m2 a la edad de 18 años (35). El cálculo de la prevalencia de sobrepeso también incluye elporcentaje de jóvenes con obesidad (IMC>25 kg . m2) y la prevalencia de obesidad corresponde al porcentaje de jóvenes con IMC>30 kg . m2 a la edad de 18 años.
 
Para describir las características de los grupos de estudiantes se calcularon las medias y las desviaciones estándar (DS), así como los percentiles por edad y sexo. Los datos se analizaron con la versión 8 del Programa Estadístico para la Ciencias Sociales (SPSS, Inc., Chicago, IL). Se utilizó un análisis de varianza (ANOVA) factorial 3 x 2 (clasificación x sexo) para estudiar los puntajes de sobrepeso y obesidad. También se aplicaron ANOVA factoriales 2 x 10 (sexo x edad) para estudiar las variables IMC y los pliegues subcutáneos (tríceps, subescapular, y la sumatoria de ambos).
 
Resultados
 
En este estudio se determinaron las características antropométricas de una muestra representativa nacional de 9990 estudiantes costarricenses entre los 8 y 17 años. La estadística descriptiva de las variables por edad y sexo se presenta en el Cuadro 1.

Además, en el Cuadro 2 se incluyen los percentiles 50, 85, 90 y 95 de los pliegues de grasa subcutánea del tríceps, la región subescapular y de la sumatoria de ambos (tríceps + subescapular). Al estudiar el comportamiento de las medidas antropométricas de acuerdo con la edad y el sexo, se encontró que existían interacciones significativas entre estas variables (p < 0,05). La técnica de los efectos simples aplicada a los datos de IMC mostró que este fue mayor en las mujeres entre los 11 y 17 años (p < 0,05), mientras que de los 8 a los 10 años no se detectaron diferencias significativas entre los hombres y las mujeres (Figura 1).

Asimismo, los valores promedio de grasa subcutánea fueron mayores en las mujeres que en los hombres en todas las edades (p < 0,05). Sin embargo, es a partir de los 12 años donde se encontraron las mayores diferencias entre ambos sexos. En la figura 2 se observa el aumento marcado de la adiposidad en la región del tríceps de las mujeres, mientras que en los hombres ésta tiende a disminuir a partir de esa edad. Aunque la grasa de la región subescapular de los hombres no se reduce, también se obtuvieron mayores diferencias a partir de los 12 años (Figura 3). En el cuadro 3 aparecen los puntos de corte para el percentil 90 y 95 del IMC con base en los resultados del estudio costarricense, la recomendación internacional de la IOTF (35) y las normas publicadas por la OMS (33). Un ANOVA factorial demostró que no existen diferencias significativas (p > 0,05) entre los puntajes de corte del IMC al utilizar estos diversos criterios.
 
La prevalencia de sobrepeso y obesidad para niños y jóvenes de ambos sexos se calculó utilizando los criterios descritos anteriormente (Cuadro 4). Independientemente del criterio utilizado y de la edad, estas fueron mayores en las mujeres que en los hombres. Al utilizar como criterio el IMC, el sobrepeso osciló entre un 15 y un 23% en las mujeres y entre un 14,9 y un 17,6% en los hombres, mientras que la obesidad osciló entre un 2,6 y un 5,8% en las muchachas y un 2,2 a 5% en los muchachos. La prevalencia de obesidad se eleva significativamente si se utiliza como criterio la adiposidad subcutánea (percentil 90 del pliegue del tríceps), alcanzando cifras de 9,9 % en las mujeres y 9,8% en los hombres. También puede notarse que las cifras de prevalencia de sobrepeso son mayores al utilizar el criterio internacional que el de la OMS en los dos grupos de edad, sin embargo se presenta la situación inversa para la prevalencia de obesidad en los jóvenes entre 12 y 17.
 
Discusión
 
Dentro de los parámetros antropométricos más usados en la práctica clínica y en estudios epidemiológicos para establecer sobrepeso u obesidad está el IMC; sin embargo existe una alta variabilidad en los reportes de prevalencia debido a que no han existido criterios uniformes para establecerla. Este es el primer estudio donde se determina el grado de adiposidad subcutánea y el IMC de una muestra representativa nacional de la población estudiantil costarricense entre los 8 y 17 años. También se debe destacar el hecho de que la recolección de la información fue realizada por un solo grupo de 5 investigadores que viajaron por todo el país efectuando las mediciones, lo que avala la confiabilidad de los datos. En este estudio se comparan las prevalencias de sobrepeso y obesidad al utilizar diversos criterios. Estas se calcularon con base en las tablas de referencia publicadas por la OMS (33) y en los puntos de corte recomendados por la IOTF (35).
 
Aunque en este estudio se encontró que no existían diferencias significativas entre los puntajes de corte del IMC nacionales, internacionales y los recomendados por la OMS, por edad y sexo, las estimaciones de prevalencia basadas en el IMC variaron ampliamente al utilizar la referencia internacional y la de la OMS. Las diferencias más marcadas (6,6 a 8,3%), se presentaron en el porcentaje de sobrepeso (IMC > al percentil 85 e IMC > a 25 kg . m
2 a los 18 años) de las mujeres; mientras que en los estudiantes del sexo masculino la diferencia promedió un 2,2%. En ambos sexos la estimación fue más elevada cuando se utilizó el criterio de la IOTF (35). La prevalencia de obesidad (IMC > percentil 95 o IMC > a 30 kg . m2 a la edad de 18 años) fuemuy similar al comparar ambos criterios, sin embargo, donde se notaron mayores diferencias fue en la clasificación de obesidad con base en el IMC y con base en el percentil 90 del pliegue del tríceps (4,8 al 7,4%). El percentil 90 del pliegue tricipital se ha utilizado para definir obesidad en varios estudios (38-40), que han reportado prevalencias cercanas al 16,3% de obesidad. Sin embargo, cabe preguntarse cuál percentil del pliegue del tríceps debería usarse ya que si se realizan los cálculos utilizando como base el percentil 95, las estimaciones de obesidad son muy semejantes entre sí, mientras que si se utiliza el percentil 85 como algunos expertos lo han recomendado (38, 41), la estimación de prevalencia resultaría mucho más elevada. En este estudio, de todos los criterios analizados para establecer prevalencia de obesidad, el percentil 90 del plieguetricipital fue el que produjo los mayores porcentajes (entre 9,8 y 9,9% para hombres y mujeres, respectivamente), mientras que al utilizar como criterio el IMC se obtuvieron porcentajes entre el 2,6 a 5,8% para las estudiantes del sexo femenino y entre el 2,2 al 5% para el masculino. Estos resultados coinciden con otros reportes que indican que al utilizar el percentil 90 del pliegue del tríceps la prevalencia de obesidad fue un 3% superior que al utilizar el percentil 90 del IMC (39). En un estudio reciente donde se determinó el riesgo de sobrepeso al utilizar diversas técnicas, se demostró que la prevalencia aumentaba conforme esta se calculaba con base en IMC, los pliegues de grasa subcutánea y el método densitométrico (26).
 
La Encuesta Nacional de Nutrición de Costa Rica realizada en 1996 (42) reveló que los niños en edad escolar presentaban un 14,9% de sobrepeso (de acuerdo con normas de la OMS, 33). La publicación más reciente de los resultados de la Encuesta de Salud y Nutrición de los Estados Unidos (10) indicó que en 1999 los niños de ambos sexos entre los 6 a 11 años presentaron un 13% de sobrepeso y los adolescentes entre los 12 y 19 años un 14%. Estos datos se calcularon con base en las nuevas tablas pediátricas de crecimiento y de acuerdo con las recomendaciones de grupos de expertos que establecen que los jóvenes en o sobre el percentil 95 se incluyen en la clasificación de sobrepeso. De acuerdo con esta categorización 4,9% de los niños entre 8 y 11 años y el 5% de los jóvenes costarricenses entre 12 y 17 años presentan sobrepeso.
 
Algunos autores han indicado que las estimaciones de sobrepeso de los niños pueden oscilar entre un 11 y un 24% dependiendo del índice y las referencias utilizadas para calcularlo (3). La definición de sobrepeso y obesidad aplicada a los niños no está estandarizada, como sí lo está para los adultos, y las recomendaciones para puntos de corte varían ampliamente, del percentil 80 al 97 del IMC (18,39). Las estimaciones de prevalencia pueden distorsionarse aún más cuando se utilizan poblaciones de referencia que no son semejantes a la población estudiada. Este podría ser un problema común debido a que los estándares de los estudios provenientes de las encuestas nacionales de salud y nutrición (NHANES) de los Estados Unidos son ampliamente utilizados en todo el mundo y fueron adoptados por la OMS desde hace varios años (11,33,35,39).
 
En el estudio de Guillaume (39) se comparó el percentil 85 de 6 países con base en las referencias inglesas y estadounidenses y se encontraron dife­rencias en prevalencia de hasta de un 13%. Este mismo autor reporta que en Argentina la prevalencia de obesidad se duplicó cuando se utilizó como referencia los datos estadounidenses en comparación con datos locales con base en la referencia de peso para talla (mayor de 120%). Asimismo, otro estudio concluyó que los puntos de corte para IMC para jóvenes portugueses correspondían a percentiles menores a los recomendados para los jóvenes estadounidenses (41). La sugerencia de usar una única población de referen­cia para realizar comparaciones culturales entre países ha sido cuestionada debido a que se han utilizado las referencias de los Estados Unidos, país que presenta una de las mayores prevalencias de obesidad en el mundo (17). Los resultados de este estudio coinciden con una comparación que se realizó entre diversos países, donde se demostró que aún pequeñas diferencias en los puntos de corte pueden producir amplias variaciones en la estimación de la prevalencia. Además, si se utilizan índices diferentes (lMC, pliegues sub­cutáneos, percentiles o puntos de corte), las variaciones de prevalencia son aún mayores (39).
 
Los puntos de corte internacionales propuestos por un grupo de expertos (35) podrían ser una buena alternativa para estandarizar estas definiciones en los niños y adolescentes. Esta propuesta elimina la arbitrariedad de las definiciones anteriores y permite realizar comparaciones internacionales, sin embargo, no representa a la población mundial. Aunque los investigadores consideran que incluir a otros países producirá pocas modificaciones, se requiere más investigación al respecto. Uno de los primeros países en utilizar los nuevos puntos de corte internacionales de Cole (35) fue China, donde se encontró una prevalencia de 9,2% de sobrepeso en niños de ambos sexos (43). Más recientemente se publicaron los resultados obtenidos al aplicar este criterio en Inglaterra. Se estableció que la frecuencia de sobrepeso en los niños ingleses de 9 a 11 años fue de un 12,7% y en las niñas de un 16,7%, y la prevalencia de obesidad fue de 1,7% para los niños y de 2,6% para las mujeres entre los 4 y 11 años (2). También, se han reportado prevalencias de sobrepeso (19,2 a 24,1 %) Y obesidad (3,3 a 5,7%) para jóvenes australianos de 10 a 15 años (19) con base en la recomendación de la IOTF (35). Recientemente, se publicó un estudio internacional (9) que informa sobre prevalencias de sobrepeso para niños de 6 a 9 años de Brasil (17,4%), China (11,3%), Rusia (10,2%), y Estados Unidos (22%); y para jóvenes de 10 a 18 años de estos mismos países (12,6, 6,2, 8,5 y 27,3%, respectivamente). Al utilizar los mismos criterios de la IOTF (35), los estudiantes costarricenses de 8 a 11 años presentaron una frecuencia de sobrepeso de un 17,6% y las mujeres de un 23,3%. Las cifras para obesidad en niños y niñas fueron 4,8% y un 5,8%, respectivamente. Los estudiantes del sexo masculino y femenino entre los 12 y 19 años presentaron prevalencias de sobrepeso de 16,6 y 21,6%, y de obesidad de 2,2 y 2,6%, respectivamente. Estos datos de sobrepeso y obesidad en los costarricenses son preocupantes dado que se ubican en el límite superior del rango reportado por diversos países, lo que podría representar en un futuro el aumento de la probabilidad de una mayor prevalencia de adultos obesos y de los padecimientos asociados a esta enfermedad (13-15, 43).
 
Las diferencias encontradas en los reportes entre países pueden deberse a las variables que inciden en el proceso de crecimiento y desarrollo, como son los factores étnicos, socioeconómicos, culturales, factores genéticos y ambientales (26, 44). También se deben considerar diferencias entre los patrones de maduración de la población estudiada y de la población donde se obtuvieron las referencias (33, 43). Aunque el uso de las normas internacionales podría permitir el control de algunos de estos factores, todavía se requiere mayor investigación sobre la necesidad de incluir otros países en dichos estándares.
 
Las elevadas cifras de sobrepeso encontradas en la población joven de diversos países podrían estar asociadas a factores que afectan el equilibrio energético. Los cambios en los patrones de actividad física (disminución del gasto energético) y de los hábitos de alimentación (aumento del consumo energético) se consideran los responsables más importantes. Se ha determinado que se está dando un incremento a la ingesta de alimentos ricos en calorías por medio del alto consumo de comidas rápidas y bebidas gaseosas, mientras que un alto porcentaje de jóvenes no come las porciones recomendadas de frutas y vegetales. Por otra parte, el nivel de actividad física que practican los niños y jóvenes se ha reducido debido a la gran cantidad de tiempo dedicada a la televisión, el transporte motorizado y la reducción de las oportunidades para realizar ejercicio en la comunidad y en las instituciones educativas (1, 3, 11, 43, 45-49). Según los reportes de varios investigadores, en Costa Rica la situación es muy similar. Se ha determinado que desde la niñez se presentan hábitos inadecuados de alimentación y un aumento preocupante de la inactividad física conforme avanza la edad (50-52). Las investigaciones coinciden en que el monitoreo del riesgo de sobrepeso y obesidad es una necesidad urgente; sin embargo, la validez de las técnicas utilizadas para realizar las mediciones de éstas han sido cuestionadas, dado que dependen de una serie de factores como son la sensibilidad y precisión de las mediciones, los patrones de referencia utilizados, el grado de madurez, el sexo y la procedencia (18, 35).
 
Los esfuerzos recientes por estandarizar estos monitoreos en la población joven del mundo pueden ser una de las armas para combatir en forma más efectiva este problema. Aunque el debate acerca de los puntos de corte posiblemente continúe, este estudio pretende proveer información base para realizar análisis y discusiones de esta problemática en Costa Rica. Por lo tanto, es recomendable un monitoreo continuo que permita establecer las tendencias de estas variables a lo largo del tiempo, estudiar las causas de los cambios y formular políticas para la promoción de una vida más activa y una alimentación saludable para prevenir la obesidad, así como identificar grupos de alto riesgo y establecer programas de intervención oportunos.
 
En conclusión, la prevalencia de sobrepeso de estudiantes costarricenses oscila. de un 15 a un 23% y de obesidad de un 2,2 a un 9,8%. Estas cifras varían dependiendo de la edad, el sexo y del criterio utilizado para definirlas. Los porcentajes de sobrepeso al usar los estándares internacionales son elevados (16,6 al 23,3%) en comparación con los datos de otros países donde se ha aplicado este mismo criterio.
 
Agradecimiento
 
Un reconocimiento muy especial a la Dra. Marta Picado R., M.Sc. Glenda Pearson P., M.Sc. Cecilia González A., y a Rosiris Salas G., quienes con su esfuerzo y dedicación hicieron posible la medición de los componentes de la salud física a nivel nacional. Esta investigación fue financiada por el Ministerio de Educación Pública y el Laboratorio de Rendimiento Físico y Salud (LARENFISA) de la Escuela de Medicina de la Universidad de Costa Rica.
 
 
    
 
 

Notas:

 
1 Fernández, A., González, C., Moncada, J., Pearson, G., Picado, M., y Salas, R. (2001). Normas nacionales. Componentes de salud física: estudiantes costarricenses entre 8 y 17 años. San José, Costa Rica: Editorial Baula.

2 World Health Organization. (1995). WHO Technical Report # 854. Physical Status: The Use and Interpretation of Anthropometry. Geneva, Switzerland: WHO.

3 Cole, T. J., Bellizzi, M. C., Flegal, K. M., Y Dietz, W. H. (2000). Establishing a standard definition for child overweight and obesity worldwide: international survey. British Medical Journal, 320(6), 1-6.

a Sobrepeso definido como un IMC = 25 kg . m2 a los 18 años.
b Obesidad definida como un IMC = 30 kg . m2 a los 18 años
  

 
Nota:

1 Sobrepeso definido como un IMC = 25 kg . m2 a los 18 años y obesidad definida como un IMC = 30 kg . m2
a los 18 años (Cole et al., 2000).
  
 



  Referencias
 
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1 Laboratorio de Rendimiento Físico y Salud, Departamento de Fisiología, Escuela de Medicina, Universidad de Costa Rica. E-mail: aileenf@cariari.ucr.ac.cr

2 Escuela de Educación Física y Deportes, Universidad de Costa Rica. E-mail: jmoncada@cariari.ucr.ac.cr