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Revista Costarricense de Ciencias Médicas

Print version ISSN 0253-2948

Rev. costarric. cienc. méd vol.20 n.3-4 San José Dec. 1999

 

El precarismo: análisis histórico y su desarrollo en el distrito de Pavas, San José, Costa Rica
 
 
Ligia Chacón1,  Enrique Freer2 *
 

 
Resumen

El precarismo no es un problema actual: sin embargo, en Costa Rica este fenómeno ha empeorado notablemente en los últimos 15 años.  El objetivo de este trabajo de revisión es mejorar el conocimiento del precarismo en Costa Rica y sugerir su impacto en la salud.  El precarismo se considera parte del deterioro general en las condiciones de vivienda de América Latina, donde tres cuartas partes de su población viven en unas pocas megaciudades.  Debido a la urgente necesidad de establecer mecanismos internacionales para la recopilación y difusión de información acerca de los efectos de los asentamientos humanos y la vivienda sobre la salud, este trabajo analiza el origen del precarismo desde la antigüedad dentro del contexto social y económico de las diferentes épocas por las que ha pasado.  Se señala a la pobreza como la principal causa del precarismo en Latinoamérica.  Se realiza un análisis histórico del problema de los asentamientos humanos con características de tugurio en Costa Rica, problema que se ha acentuado desde 1980 siendo la zona Oeste de la capital especialmente en el Distrito de Pavas la más afectada.  Se presentan, como ejemplo, algunas características demográficas del precario Villa Libertad.

Palabras clave

Precarismo, tugurio, pobreza, Villa Libertad, Pavas.
 
 Abstract
 
Precarium settling is not a recent problem, however, in Costa Rica this phenomena has worsen during the last fifteen years.  The aim of this review is to improve the knowledge about precarious settling in Costa Rica and to suggest a possible impact in human health.  Precarious settlings are consider part of the general deterioration in housing conditions in Latin America, where three quarter parts of its population llve in few big cities.  Due to the urgent need to establish international mechanisms to collect and publish information about the effects of human establishment and housing on the health, this work analyze the origins of precarious settiings since ancient ages until present within the context of social and economical factors.  We stress the importance of poverty as a cause of precarious establishments in Latin America.  An historical analysis about the problem of slum in Costa Rica is performed, showing an increase in frequency since 1980 specially in the West side of the Capital, been the Pavas District more affected.  Demographic figures about the precarious establishment Villa Libertad are shown.
 
Key words

Precarious settlings, slum, poverty, Villa Libertad, Pavas.
 

Introducción

En los últimos años se ha detectado un aumento acelerado en la formación de precarios, fenómeno muy relacionado al aumento de la pobreza y al deterioro general de la sociedad.  Esto es producto de la realidad política y socioeconómica de los países subdesarrollados (1).  América Latina es un buen ejemplo del impacto de la pobreza pues en 1999 unos 224 millones de personas vivían por debajo del límite de la pobreza (2), fenómeno que produce un desequilibrio en la organización del espacio geográfico (3).  Costa Rica se ha visto afectada por el problema de los asentamientos humanos con características de tugurio en diferentes zonas del país, sobre todo cerca de su capital.  Este comportamiento se ha acentuado desde 1980 y la zona Oeste de la capital, especialmente en el Distrito de Pavas.

Los precarios se consideran una respuesta de adaptación de los grupos sociales marginados (4).  Estos generalmente se ubican en terrenos no utilizados por los sistemas de producción, en las cercanías de ríos y quebradas.  El asentamiento no se realiza en una forma organizada o planificada, ni cumple las normas establecidas de construcción en las respectivas municipalidades (5-10).  Los precaristas no tienen las condiciones económicas mínimas para mantener un nivel de vida adecuado por lo que recurren a múltiples estrategias para asentarse.

El precarismo en Costa Rica ha ido en aumento a partir de finales de la década de los 70, de manera que se ha convertido en un problema de muy difícil manejo.  El Distrito de Pavas ha sido invadido en forma importante y actualmente existen muchos asentamientos de este tipo.  A finales de la década de los setenta y principios de los años ochenta, se iniciaron en Pavas una serie de invasiones de terrenos por grupos de precaristas.  Esta fue la estrategia más frecuente utilizada por esos grupos de indigentes para realizar presión política al Gobierno de la República con el fin de resolver sus problemas de vivienda.  Estas invasiones de terrenos no aptos para la vivienda fueron aumentando en frecuencia, número de viviendas y densidad de la población, y se convirtieron en un problema peligroso para la salud de los individuos y el ambiente (11).  Se establecieron así en San José múltiples asentamientos.  Solo en el Distrito de Pavas se formaron alrededor de 18 precarios entre ellos Pueblo Nuevo, Libertad 1, Libertad 2, Metrópolis 1, Metrópolis 2, Rincón Grande, Paz 86, Finca San Juan, Santa Lucía, Loma Linda, Tarzán, Maní, Villa Libertad, Metrópolis 3, Nueva Revelación, Cristo Viene, Nueva Juventud y Miguel Angel Rodríguez (12).

Según estudios realizados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1995 (13) la salud humana es influida principalmente por la intervención mutua entre los seres humanos y los factores bióticos, químicos, físicos y socioeconómicos que constituyen el medio humano.  Se demostró que la mayoría de las enfermedades e incapacidades humanas se deben a factores del medio y que las enfermedades transmisibles son la principal causa de la morbilidad y mortalidad en los países en desarrollo.  Esto se debe en gran medida a la pobreza, el subdesarrollo y los bajos niveles de vida.

La ONU en 1977 (14) había declarado como urgente la necesidad de establecer mecanismos internacionales para la recopilación y difusión de información acerca de los efectos de los asentamientos humanos y la vivienda sobre la salud, así como de establecer criterios de salud para las condiciones sociales y ambientales de dichos asentamientos.  Se sugirió que cada país necesitaba investigar la salud ambiental y dedicar esfuerzos a problemas resultantes de las condiciones particulares del medio propio.  Este trabajo de revisión pretende mejorar el conocimiento del precarismo en Costa Rica y sugerir un posible impacto en la salud.
 

Análisis moderno de los asentamientos humanos
 
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Asentamientos Humanos convocada en 1976 en Bogotá, Colombia enfocó la atención mundial en las condiciones del hábitat del hombre y la relación de estas condiciones con la calidad de la vida.  Después de analizar problemas como el crecimiento y la distribución demográfica, la degradación de las condiciones ambientales, la dotación de vivienda, infraestructura y servicios relacionados con el estado de la salud, se vinculó los intereses tradicionales de la salud pública con el saneamiento básico y la vivienda (15).  La Asamblea Mundial de la Salud del 17 de mayo 1976 señaló la necesidad vital de tomar en cuenta los aspectos ambientales y sanitarios en la planificación y construcción de los asentamientos humanos.  Se reafirmó en esta reunión la responsabilidad de las autoridades sanitarias para ejercer influencia sobre las características higiénicas de los asentamientos (16, 17).  En 1992 la ONU vuelve a plantear la urgente necesidad de establecer mecanismos internacionales para la recopilación y difusión de información acerca de los efectos de los asentamientos humanos y la vivienda sobre la salud (15).

El enfoque moderno para analizar el problema del precarismo incluye el concepto de ética ambiental.  En el pasado cuando se hablaba de ética no se tomaba en cuenta la relación de la persona con otros animales y mucho menos con el ambiente.  Durante siglos los seres humanos y las empresas han considerado el ambiente como un recurso de tipo llimitado.  Ya se ha demostrado que esto no es cierto y que debemos preservar el sistema ecológico en el cual la supervivencia de cada especia depende de las otras (18).  Esta ética ecológica no está basada en el concepto de que el bienestar humano depende del bienestar del sistema sino que el sistema ecológico debe ser preservado per se.  Muchos de los problemas actuales del ambiente se deben a falta de acciones protectoras adecuadas.

El mantenimiento de los recursos naturales como parte del ambiente, se relaciona con el mantenimiento de del suelo, agua (ríos, lagos y océanos) y el aire.  Actualmente en América Latina se han declarado prioritarios tres aspectos ambientales: el agotamiento y destrucción de los recursos forestales, el impacto de la variación climática global y los problemas asociados a las zonas urbanas (19).  Entre 1990 y 1995 se perdieron por deforestación y reconversión de tierras 5.8 millones de hectáreas por año.  Tres cuartas partes de la población de América Latina está concentrada en unas pocas ciudades, produciendo esta urbanización no planificada produce un gran impacto en el medio ambiente.
 
 
 El Precario

 
El origen del concepto precario es muy antiguo.  Los primeros en tratar de definirlo fueron los romanos dentro de su estado de Derecho.  Derecho se consideraba el conjunto de normas de conducta de cumplimiento coercitivo, impuestas con el empleo de la fuerza en caso necesario, y que tiende a hacer posible la convivencia armónica y social de los hombres.  Así las normas que rigen a cada pueblo, constituyen el Derecho de ese pueblo (20, 21).  Roma surge a mediados del siglo VIll a.c. y consolida un vasto imperio con su Derecho propio, el Estado Romano y con un Derecho romano, que perduró por más de dos milenios.  Fue en la época del imperio romano, en la primera mitad del siglo V d.C. cuando el Emperador Justiniano elaboró la gran compilación legislativa "Corpus luris", que constituyó la base del Derecho privado de los pueblos de Europa (20, 22).  Se definió entonces precario como lo que se concede a ruego del que pide, para que use de ello mientras lo permita el que lo concede (20, 23).  El vocablo precario viene de preces, ruego o súplica, de tal modo que el precario no es más que un acto de liberalidad que da lugar a una concesión, permiso o simple tolerancia que determina la situación posesoria que lo caracteriza (24).  El precario no tiene término de duración prefijado, pues no es una vinculación contractual, sino que es unilateral.  En el precario existen dos personas que lo integran: el "precario dans" concedente o tolerante y el precarista.  Los dos son poseedores, pues la posesión de facto está en manos del precarista y la jurídica radica en uno como en otro (24).  Hay tres elementos que lo caracterizan: la carencia de título en el usuario, la tolerancia del dueño y la gratuidad (25).  Se denomina precarista al que usa o disfruta de la cosa por tiempo unilateralmente determinable (20).

El precario, en su evolución, tuvo épocas bien definidas, se originó en las concesiones del "ager publicus", las tierras de la ciudad, de donde se deriva el derecho a utilizarlas y ocuparlas por todo ciudadano que tuviera rebaños o ganado que necesitara pastar, que generalmente eran sólo los patricios, quienes pagaban un simbólico tributo anual.  Así las personas ricas se fueron apoderando poco a poco de grandes extensiones de terreno y como consecuencia de esto es que surge el "precarium".  Al difundirse el cultivo de los cereales, los primeros ocupantes empezaron a ceder pequeñas parcelas a los plebeyos, pero sólo a título de precario.  Este fue el origen del "ager publicus occupatorius" (24).
 
Del año 250 a.C. hasta siglo I a.C. fue la época del derecho pretorio, en que surgió la necesidad de proteger al precario estableciendo dos interdictos para la defensa en favor del concedente o precario dans y la otorgada a favor del precarista (22).  Es la época en que el precario pasa de los organismos públicos o pseudopúblicos a las relaciones privadas.

En la época del Derecho Clásico del siglo I a.C. hasta el siglo III d.C. el precario es objeto de particular protección y con la característica de una relación en la que sobresale de una parte el poder de "imperium" o señorío y por otra, la supeditación por un disfrute pleno pero limitado por la potestad en que se funda.
 
El precario en el Derecho Posclásico, sobre todo en el Derecho Justiniano (siglos IV-V) la posesión del precarista es equiparada a la detentación del arrendatario, por lo que algunos historiadores señalan que el arrendamiento vino a sustituir al precario (24).  El concepto de precario se hace más generalizado y entonces en lugar de expresarse como una figura jurídica concreta, se expresa como una cualidad que es la precariedad (26, 24).

En la época medieval se olvida el precario que los clásicos configuraron y es suplantado por la nueva idea que surgiera en la era posclásica de la "precaria".  Sobresale en esta época el feudo que contribuyó en la formación de los cimientos de una nueva organización social y política.  También es importante en este tiempo, la influencia de la Iglesia, la recepción del derecho romano que vuelve a imponerse y el derecho canónico.

En los primeros siglos de la edad moderna (S.  XVI - XVIII) se puede decir que salvo algunas modalidades accidentales, las condiciones de la tierra continúan iguales que la medieval (27).  Los señores feudales habían adquirido inmensos poderes, siendo la característica predominante de la época.  La monarquía llega a obtener un poder absoluto sólo secundada por el feudo, con marcada influencia del criterio imperial del derecho romano (27).  Gracias a la revolución francesa, el poder Real se debilita ante el reconocimiento del principio de la soberanía nacional basada en un fuerte individualismo que determina nuevas corrientes en el derecho de propiedad.  Como consecuencia de esto en forma radical se eliminan las relaciones que vinculaban al hombre con la tierra y el dueño de ella, y entonces se genera un vínculo jurídico entre el señor y el siervo (23, 27).  Este ambiente llega a ser propicio para el resurgimiento del precario clásico con su particular situación de superioridad que lo caracteriza, pero desprovisto de los vínculos de sumisión personal y vasallaje.  Entre los códigos civiles actuales que definen y hacen mención del precario, se tiene al código civil chileno y el colombiano.  Estos describen como precario la tenencia de una cosa ajena sin previo contrato, por ignorancia o mera tolerancia del dueño (28-30).
 
 
Concepto de precario en Costa Rica

 
Los precarios costarricenses generalmente se ubican en terrenos no utilizados por los sistemas de producción, en las cercanías de ríos y quebradas, fenómeno que produce daños en estos lugares.  Estos daños ocurren porque el asentamiento no se realiza en una forma organizada o planificada, ni se cumplen las normas establecidas de construcción en las respectivas municipalidades (5, 10).

En la Ley No. 2760 de la Dirección de Urbanismo del Instituto Nacional de Vivienda y Urbanismo (31) para la Erradicación de Tugurios y Defensa de sus Arrendatarios se establece que: Artículo 1.- Las Municipalidades de la República son las encargadas de que las ciudades y demás poblaciones reúnan las condiciones necesarias de seguridad, salubridad, comodidad y belleza en sus vías públicas, en los edificios y construcciones que en terrenos de las mismas se levanten sin perjuicio de las facultades que las leyes conceden en estas materias a otros organismos administrativos.  Además en el Artículo 3 se señala, "todo local destinado a vivienda debe reunir las condiciones indispensables- para ser habitado, de modo que pueda ofrecer a sus moradores continuo y efectivo bienestar.  Prohíbese dar en arrendamiento, para fines de vivienda, cualquier local calificado de inhabitable por falta de los requisitos mínimos de seguridad, higiene, comodidad y sana convivencia vecinal".  En el Artículo 6 se establece que "se debe cumplir con los mínimos predefinidos en la respectiva reglamentación municipal, la cual recomienda para evitar el hacinamiento, debe existir un espacio de 30 m2 para la vivienda de dos personas y 7,5 m2 para el dormitorio de una persona (31).  Estas condiciones no se cumplen en los precarios.

En el código civil costarricense (32), en el capítulo lI, Artículo 279 sobre el derecho de posesión, se lee lo siguiente: "independientemente del derecho de propiedad, se adquiere el de posesión: Primero, por consentimiento del propietario.  Los actos facultativos o de simple tolerancia no dan el derecho de posesión.  Segundo: por el hecho de conservar la posesión por más de un año.  El año corre desde que se tome públicamente la posesión, o si fuere tomada clandestinamente, desde que eso conste al despojado.  Tercero: en todos los casos en que la ley, como seguridad del acreedor, lo autoriza para retener la cosa de su deudora o manda que todos, o algunos de los bienes de éste pasen a poder de un depositario".  El Artículo 280 dice: "El derecho de posesión puede adquirirse y ejercerse en nombre propio o en nombre de otro".  El Artículo 282 dice: "Subsiste el hecho de la posesión, mientras dure la tenencia de la cosa o goce del derecho o la posibilidad de continuar una u otra".
 
 
Origen del Precario en Costa Rica

 
En Costa Rica, en el año 1831 se declararon propias las tierras que tuvieran por lo menos cinco años de producir café.  Esta medida incentivo su cultivo en tierras alejadas de San José, contribuyendo así a la organización minifundista de la producción.  Las dos terceras partes de la población de entonces, eran pequeños propietarios, pues para la producción del café, la tierra fue distribuida en pequeñas parcelas, lo que hizo que la producción nacional subiera de quinientos quintales en 1832 a 90.000 quintales en 1846.  Su siembra se fortaleció en Pavas, San José y Cartago, en extensas áreas y originó el latifundio comercial cafetalero del siglo XIX.  Sin embargo, la pequeña y mediana propiedad continuaban siendo la proporción mayoritaria sostenidas con el trabajo familiar del productor (33, 34).

La pequeña propiedad se vio afectada negativamente en 1857, época en que muchos de los pequeños y medianos propietarios se vieron obligados a vender sus pequeñas parcelas a los grandes propietarios y a convertirse en trabajadores de estos latifundios.  Durante el período de 1858 a 1869 la regulación del comercio internacional provocó dentro del plano nacional la formación de ciertos grupos, haciendo que la sociedad dejara de ser un grupo homogéneo e igualitario como en años anteriores.  Políticamente nació una "aristocracia cafetalera" que originó una naciente pugna de intereses, al controlar el crédito rural, el procedimiento y comercialización del producto (33).  La Economía monoproductora fue perfeccionada para que adquiriera el nivel necesario para depender del grano como única fuente de riqueza nacional.  Para esto, la superficie del cultivo debió extenderse y casi todos los pequeños productores, convirtieron sus posesiones en cafetales (34, 35).  Con la primera guerra mundial el país sufrió una seria crisis al decaer su comercio exterior y las metas del Estado, esto hizo que a nivel interno se tomaran una serie de medidas restrictivas.  Se impusieron los impuestos a las exportaciones y otras mercancías.  En 1916 se estableció el impuesto sobre la renta.  A partir de 1929 se hicieron sentir los efectos, en el ámbito nacional, de la crisis mundial, con las caídas de los precios del café, siendo ésta una de las peores crisis que ha atravesado este país (35, 36).

En 1957 la producción nacional estaba basada en el café, que ocupaba el primer lugar en las exportaciones.  En 1958 los pequeños productores empezaron a dedicarse al cultivo de café exclusivamente, y dejaron de producir productos para su propia subsistencia.  Esto provocó las llamadas crisis de subsistencia, ya que su dedicación absoluta a la siembra del café los obligaba a comprar todos los productos básicos que antes producían y exportaban como trigo, sebo, zarza, vainilla, tabaco, ganado y cacao.  Con esto, la organización del sistema productivo y comercial tuvo problemas socioeconómicos graves, y muchos jornaleros en vez de buscar la riqueza en la tierra, se vieron obligados a prestar servicios al hacendado (35).  Con el deterioro de las condiciones de vida del campesinado se generó un ambiente propicio para la aparición de movimientos reivindicativos, entre los que se encuentra el desarrollo del precarismo rural, entendiendo éste como la invasión y toma de tierras de parte de los campesinos, sean éstas privadas o estatales.  El fenómeno del precarismo rural a partir de los años sesenta se convirtió en un problema social.  Este fenómeno estuvo íntimamente ligado al fenómeno de tenencia de la tierra.  Dos formas muy usuales de tenencia de la tierra las constituyen el arriendo a cultivadores particulares y el precarismo (34).  La propiedad de los terrenos bananeros, en la forma de grandes posesiones de las transnacionales, así como las de los mayores productores privados, son puestas en muchos casos en manos de medianos y pequeños agricultores, que pagan un arrendamiento a la compañía o a algún otro gran productor (34).  El fenómeno del precarismo no es nuevo en las áreas bananeras, pues existe constancia de una gran cantidad de precaristas en tierras de la United Fruit Company desde 1907 (33, 37).  La intervención del Estado en los casos de ocupación precarista era entonces prácticamente inexistente, razón por la cual se crea el 14 de Octubre de 1961 por ley 2825, el Instituto de Tierras y Colonización, ITCO, hoy Instituto de Desarrollo Agrario (lDA), el cual tiene como uno de sus fines esenciales resolver el grave problema de la posesión precarista en el país (38, 39).

El programa de ocupación precarista del IDA se desarrolló de 1966 a 1970 (40) y en alguna medida logró hacer descender el número de invasiones durante cinco años.  Los movimientos se intensifican a partir de 1970, y se mantuvieron igual hasta 1980.  El 28% de las invasiones estaba concentrado en Limón y representaba el mayor número de movimientos precaristas a nivel nacional.  Otros lugares que se destacaron en movimientos precaristas fueron: La Cruz, Coto Brus, Siquirres, San Carlos, Osa, Corredores, Pococí y Sarapiquí.  El período de 1970 a 1980 es el de mayor incidencia de movimientos precaristas (39).
En la década de 1980 se intensificaron las luchas por la vivienda, y la participación popular en grupos organizados llamados frentes de vivienda jugó un papel muy importante.  Estas organizaciones recurrieron a la ocupación llegal de terrenos urbanos, la mayoría de ellos propiedad estatal, por lo que se desarrollaron de esta forma numerosos asentamientos en el Gran Area Metropolitana (5).  En 1986 el déficit habitacional era de 132.000 viviendas, y entre sus factores contribuyentes, se señalan la disminución del poder adquisitivo de los salarios, la disminución en la inversión del Estado en el sector vivienda, el aumento en el precio de los materiales de construcción a partir de 1979, el proceso acelerado de urbanización sobre todo en el área metropolitana de San José después de 1950 y el crecimiento demográfico (5).

La crisis económica produjo un descenso considerable en el nivel de vida de la población, lo que condujo a un aumento de los sectores sociales cuyos ingresos económicos les impedía adquirir una vivienda.  La falta de recursos económicos obligó a estos sectores sociales a resolver el problema habitacional, mediante la ocupación llegal de terrenos urbanos carentes de infraestructura básica y la construcción de viviendas con materiales de desecho.  Es así como surgen numerosos asentamientos calificados como precarios debido a la ocupación llegal del terreno, la precariedad de la vivienda, la carencia de servicios básicos e infraestructura sanitaria y otros servicios colectivos, así como el hecho de que muchos de estos terrenos no reúnen las condiciones físicoambientales adecuadas para el desarrollo de asentamientos humanos (5, 9).  Esto produjo un cambio socio espacial muy importante.  Los terrenos de uso agrícola y los que permanecían sin ningún uso se urbanizaron y pasaron a ser áreas residenciales.  Ocurrió también la extensión de las redes de infraestructura hacia zonas cada vez más alejadas del antiguo casco urbano de San José, donde se ubican muchos de los asentamientos precarios ( 9).
 
 
 Causas del precarismo

Con frecuencia se tiende a definir esta forma de asentamiento considerando sus características más visibles, las cuales reflejan pobreza, insalubridad y hacinamiento.  Sin embargo, los rasgos que distinguen este tipo de asentamiento implican una diferente modalidad de ocupar, organizar, acondicionar y utilizar el espacio urbano por parte de grupos de bajos ingresos que no encuentran ofertas adecuadas a sus necesidades y a su capacidad de pago en el mercado inmobiliario tradicional (4).

El asentamiento precario constituye una respuesta de adaptación de los grupos sociales marginados.  De modo que ha pasado a ser la forma normal de ocupación, organización y acondicionamiento de la tierra urbana, de un creciente sector de la población, especialmente en las metrópolis y los centros de crecimiento explosivo.  El asentamiento en precario es una manifestación de las estrategias de supervivencia que desarrollan los grupos marginados de los procesos de producción y el consumo, para asegurar su subsistencia en condiciones extremadamente adversas.  En esta perspectiva, el asentamiento precario puede verse como una respuesta racional a las demandas no satisfechas de techo y servicios básicos de los urbanos pobres (4).

A los grupos sociales, sometidos a condiciones de extrema pobreza, se les denomina grupos marginados (41).  Este concepto implica el conjunto de características sociales, económicas, políticas y culturales derivadas de la pobreza.  De modo que el término de pobreza se utiliza para designar una situación permanentemente de desventaja frente a la sociedad, a partir de una extrema insuficiencia de recursos económicos virtualmente imposible de superar por la ausencia de oportunidades o su drástica limitación dentro de un ordenamiento social marcadamente selectivo y excluyente (42).

Por lo general, los sectores sociales urbanos empobrecidos, excluidos del mercado inmobiliario por su falta de capacidad de pago para alquilar o comprar una vivienda, se hacinan en zonas deterioradas y de bajo costo (43).  Se ven obligados a desarrollar acciones colectivas que forman territorios, conocidos como las invasiones de terrenos, que son la modalidad dominante de presión contra la renta del suelo y la crisis habitacional (44).  Estas luchas infringen el orden legal de acceso a la tierra, modifican las reglas e imponen soluciones institucionales, modificando además profundamente el paisaje urbano.  La ocupación de terrenos estatales, constituye una estrategia que lleva implícito asegurarse que no se emitirán órdenes de desalojo contra los precaristas, y a la vez constituyen acciones de presión para que el gobierno, por medio de las instituciones propietarias de terrenos, garantice la búsqueda de soluciones al problema habitacional (43, 45).
 
La pobreza

No se puede hablar de precarios y tugurios sin tomar en cuenta su causa principal: la pobreza.  Según el Banco Mundial más de 1.000 millones de personas en el mundo viven en condiciones de pobreza.
 
Seiscientos treinta millones viven en la pobreza extrema y las cifras tienden a agravarse (46).  Latinoamérica a pesar de tener gran riqueza en recursos naturales no produce suficiente comida para su población (42, 47) por lo que prevalece una situación de escasez.  El 45% de la población Latinoamericana (224 millones de personas) es lo suficientemente pobre para no conseguir comida.  Se define familias en pobreza como todas aquellas familias cuyo ingreso familiar por persona es inferior a la línea de pobreza (4).  Para definir esta línea se usa la canasta básica, la cual es definida por la CEPAL como el valor mínimo posible para obtener los recursos con los cuales puede vivir una familia.  Esta canasta básica se ha dividido en dos: el cincuenta por ciento se destina a la alimentación y el otro cincuenta restante al vestido.  Así una familia estará en pobreza cuando sus ingresos son inferiores al valor de la canasta básica, pero mayores que el cincuenta por ciento de la misma.  Todas aquellas personas cuyos ingresos son iguales o inferiores al cincuenta por ciento del costo de la canasta básica, son clasificados como indigentes.  Según los informes del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), del total de 737.130 hogares entrevistados para Julio de 1998, 562.151 fueron catalogados como no pobres, 138.030 se catalogaron como hogares en extrema pobreza y 36.949 como hogares que no alcanzan a satisfacer sus necesidades básicas (48).
 
 
Los turgurios
 
Generalmente se usan los vocablos tugurio y precario como sinónimos.  El precario, según lo expuesto anteriormente, es el inmueble que se posee por ruego, suplica, tolerancia o mera intrusión. El tugurio, puede ser cualquier edificio convertido en un área inhabitable y que carece de servicios básicos (6, 49).  El tugurio no es sólo una vivienda en estado avanzado de deterioro, sino que debe contar con condiciones inherentes de degeneración social, moral y económica de sus moradores. (6, 50).  Los tugurios tanto pueden ser alquilados como ocupados por su propio dueño, pueden ser legales como ilegales.  Incluyen cabañas, chozas, cuchitriles, cuevas, cobertizos, casillas y otras formas de vivienda.  Los tugurios nuevos son construidos porque tienen un uso adecuado a su precio, en tanto que los viejos sobreviven porque no hay nada más barato ni más eficaz para reemplazarlos (51).  En los tugurios se forman vecindarios miserables (52).  Los tugurios existen porque ninguna nación ha podido producir vivienda adecuada a un precio que los trabajadores pobres estén en condiciones de pagar (51).  De acuerdo con lo expuesto, podemos decir que los precarios reúnen muchas características de tugurio pero no todos los tugurios son precarios.
 
 
Acciones estatales para resolver el precarismo en Costa Rica

A principios del siglo, se sentía ya en el país el grave problema de viviendas que no reunían las condiciones necesarias mínimas para ser habitadas, por lo que la municipalidad del cantón central de San José, emitió, el 5 de Abril de 1904, un reglamento para las casas de vecindad conocidas vulgarmente como "chinchorros" que fue aprobado por el Poder Legislativo (53).  El hacinamiento y las malas condiciones de higiene de los chinchorros motivaron la definición de una serie de condiciones que debía reunir cada vivienda, como alumbrado de petróleo, de alcohol o eléctrico, piso de madera, agua suficiente, habitaciones bien ventiladas, baños y servicios sanitarios adecuados a juicio de la policía.  Además se les concedía dos años de tiempo a todas aquellas casas que no reunían las condiciones mencionadas para que se pusieran al día, y un mes para que los propietarios construyeran excusados y baños higiénicos.

En 1911 el Congreso autorizó al Ejecutivo, por medio de la ley No. 10 formalizar con una compañía inglesa, un contrato para la construcción de viviendas para las familias de bajos recursos económicos, en el cual la compañía invertiría hasta 500.000 libras esterlinas, pero al final, las casas se construyeron para personas de altos y medianos ingresos que tuvieran terrenos libres de gravámenes (54).

El 17 de Octubre de 1922 el Congreso de la República emitió el Decreto No. 23, mediante el cual autorizaba al Poder Ejecutivo para que realizara un empréstito hasta por un monto de 400.000 colones, para que lo destinara exclusivamente a la construcción de casas baratas e higiénicas en la ciudad de San José, para las familias pobres y sin vicios (55).

En 1937 se presentó al Congreso un proyecto de ley para resolver el problema de la vivienda en Costa Rica, proyecto que se materializó por medio del acuerdo No.10 del Poder Ejecutivo del 1 de Mayo de 1939 (56).  Se funda así la Junta Nacional de la Habitación con personaría jurídica y autonomía que inician con un capital de un millón de colones y con una partida de 200.000 colones anuales de presupuesto para construir casas para familias de bajos recursos.  Desde su creación hasta 1942 la junta construyó 85 unidades por un valor de 573.000 colones (56).  Aunque se hacían esfuerzos, éstos eran insuficientes, pues la escasez de viviendas para los pobres era grande.  En 1942 se creó la Cooperativa de Casas Baratas La Familia.  En esta cooperativa y con la ayuda de muchas personas, se elaboró un proyecto denominado Ley de casas baratas municipales la familia, que se convirtió en ley de la República por el decreto No. 190 del 13 de Agosto de 1942.  Las casas serían destinadas para peones, obreros, artesanos y empleados.  Para darle sustento económico a la ley, se estableció un impuesto de diez céntimos a todas las entradas a espectáculos de teatro y cine.  La preocupación del gobierno por dotar de casa a las personas de bajos recursos llegó a sentirse más en 1945, época en que el problema de la vivienda se había agravado más, por el aumento desproporcionado de la población, especialmente en el área metropolitana, por las migraciones de los campesinos y provincianos hacia la capital.  Fue en este tiempo que se emitió el decreto No. 188 del 23 de Agosto de 1945 conocido como Ley de la Habitación y con la que se derogaban las leyes que crearon la Junta Nacional. de la Habitación y la Cooperativa de las casas baratas la familia, y pasando los bienes y recursos de estas instituciones a la Caja Costarricense del Seguro Social, a la cual se le conferían las funciones de aumentar y mejorar la vivienda popular en todo el país, de acuerdo con las condiciones fijadas en esta ley (57).

En el Artículo 65 de la Constitución de 1949, pasó a ser precepto constitucional la promoción de viviendas de interés social, al afirmarse que "el Estado promovería la Construcción de viviendas populares y crearía el patrimonio familiar del trabajador".  Con base en este principio constitucional e inspirado en un alto sentimiento social se creó el Instituto Nacional de Vivienda y Urbanismo con la ley No. 1788 del 24 de Agosto de 1954 (58).  Sus objetivos fueron obtener un mayor bienestar económico y social, procurando a la familia costarricense una mejor habitación.  Planear el desarrollo y el crecimiento de las ciudades.  Proporcionar a las familias costarricenses que carezcan de alojamiento adecuado y, en las condiciones normales, de los medios necesarios para obtener una vivienda que reúna los requisitos indispensables a efecto de facilitar el desarrollo y conservación de la salud física y mental de sus moradores.  De manera preferente deben atenderse el problema de la clase de más bajos recursos de la colectividad, tanto en las ciudades como en el campo (58).
 
 
Formación de precarios en Pavas
 
Pavas es el distrito noveno del cantón central de San José, con una extensión de 9,33 Km2, una población de 80.000 habitantes y una densidad de población de 8.602 personas por Km2.  Este distrito se encuentra en el noroeste de la ciudad de San José y limita en el norte el Río Torres, en el sur el Río Tiribí, en el este el Distrito de Mata Redonda y Escazú.  En sus inicios el distrito estaba dedicado al cultivo del café y la ganadería.  Los primeros habitantes del Distrito de Pavas eran los que trabajaban como peones en las grandes fincas de café existentes y para los que los dueños habían destinado casas de habitación.  Fue en 1960 que inicia su desarrollo urbanístico con urbanizaciones para clase media y alta.  Pero al mismo tiempo que se urbanizaba, se inició el establecimiento de precarios.

En 1969, llegaron los primeros precaristas a lo que es hoy Pueblo Nuevo de Pavas, luego un segundo grupo llegó en 1978 e invadieron un terreno que pertenecía a la Municipalidad de San José y después de algún esfuerzo la Municipalidad les cedió los terrenos con sus respectivas escrituras.  En 1979-1980, llegaron los precaristas a lo que es hoy Libertad 1 obtuvieron finalmente el terreno del INVU.  En 1982 llegaron los precaristas a lo que es hoy Libertad 2 y después de algunas luchas lograron obtener terrenos del INVU.  En 1984 los precaristas invadieron lo que hoy se conoce como Metrópolis 1 y 2 (llamado previamente San Pedro) y al mismo tiempo se formó Rincón Grande (59, 60).

La Quebrada de Pavas fluye entre Libertad 2 y Villa Esperanza de este a oeste y desemboca en el río Tiribí.  Esta zona había sido destinada para zona verde, lo que nunca se logró, pues en 1986, llegaron los precaristas y formaron lo que fue, hasta Agosto de 1991, el precario Paz 86 con una población cercana a las 2000 personas.  En Agosto de ese año la quebrada se desbordó y arrastró los ranchos de 300 familias.  Las personas fueron ubicadas, junto con precaristas de la carretera Moreno Cañas, Guachipelín y otros, en lo que es hoy Finca San Juan (12, 61).  La quebrada fue entubada y la zona fue declarada inhabitable.
 
De 1991 al 992 se formaron los precarios Santa Lucía y Loma Linda en Bribri, Tarzán y Maní en Oscar Felipe (61).  A finales de 1992, se inició otro precario donde había estado el precario Paz 86.  En la mitad de la década de los 90 se formaron los precarios Metrópolis 3 y Nueva Revelación (60).  En 1996-1997 se inicia un precario en uno de los terrenos de Santa Fe, y al que se le puso el nombre de Cristo Viene.  En Diciembre de 1997 los precaristas invadieron la plaza y centro comunal de las Libertades e iniciaron un nuevo precario que es llamado Nueva Juventud.  En 1998 inicia el precario Miguel Angel Rodríguez en Rincón Grande. (59, 60).  Las invasiones de precaristas a lo largo de este tiempo se han caracterizado por estar formadas por costarricenses y por gran número de extranjeros latinoamericanos como nicaragüenses, salvadoreños y guatemaltecos, de lo que no se tiene cifras exactas por la alta migración que los caracteriza y por la falta de un censo (12).
 
 
El precario Villa Libertad
 
Este precario se desarrolló en la zona de la Quebrada de Pavas declarada inhabitable.  La población del precario Villa Libertad en 1999 era de 1.740, entre nicaragüenses y costarricenses, con 85% de los primeros y 15% de los segundos, aunque se reconoce que esto es fluctuante (la población varía en semanas).  Residen en 26.250 m2, para una densidad de población de 663 personas por cada 10.000 m2.

En 1999 existían 250 unidades habitacionales lo cual da una densidad habitacional de 95,3 casas por manzana (10.000 m2).  Del total de casas 165 (66 %) se encuentran en las pendientes de la quebrada entubada y un 85 (34%) sobre el tubo madre de la cloaca que va desde Villa Esperanza a Libertad y sobre el tubo por donde va el cauce de la quebrada de Pavas.  El tamaño de las casas es muy pequeño pues el 48% de las casas tienen una superficie menor o igual a 30,50 m (12).  Estos indicadores revelan la existencia de un gran hacinamiento pues en casas de menos de 30,5 m2 viven de 6 a 8 personas utilizando dormitorios inferiores al tamaño sugerido por las normas de construcción.  Según las Naciones Undas, existe hacinamiento cuando en un dormitorio de 7 m2 duermen más de 2 personas (13, 16) y en este precario duermen de 4 a 6 personas en un cuarto.  A pesar de la evidente pobreza la situación sigue empeorando, a principios del 2000 el número de viviendas en este precario aumentó de 250 a 400.
 
 
Conclusiones

Históricamente el precario como concepto tiene su inicio desde el antiguo Imperio Romano.  Ha evolucionado con la historia de la humanidad pero actualmente se le conoce como la tenencia de una cosa ajena sin previo contrato, por ignorancia o tolerancia del dueño.  Existe un aumento acelerado en la formación de precarios en América Latina y Costa Rica no ha escapado a este fenómeno.  Desde la década del 80 el precarismo ha aumentado principalmente en San José.  Una de las zonas más afectadas es el oeste de la ciudad principalmente el distrito de Pavas donde existen 18 precarios.

El precarismo se considera una respuesta de adaptación de los grupos sociales marginados, los cuales al no tener recursos o acceso al crédito para construir vivienda establecen asentamientos en lugares inhabitables.  Los factores que causan el precarismo hay que buscarlos en las causas de la pobreza.  Se necesitan estudios sobre precarismo y las características de los precarios en Costa Rica, así como su impacto en el medio ambiente y la salud de los individuos.
 
 
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1. Clínica de Pavas, COOPESALUD RL.
2. Unidad de Microscopia Electrónica, Universidad de Costa Rica.
 
Dirigir correspondencia a: Unidad de
Microscopia Electrónica.  Universidad de Costa
Rica.  CP-2060, San José, Costa Rica.  Teléfono:
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