1. Introducción
El fenómeno migratorio se desarrolló en la literatura española a partir de los años sesenta del siglo XX, a través del cultivo de diferentes géneros literarios como la novela, el cuento, el teatro e incluso la poesía, por reconocidos escritores como Julio Llamazares, José María Merino, Luis Mateo Díez, Francisco Ayala, Rodrigo Rubio, Mariano Tudela, Víctor Canicio Chimeno, José Hierro, Lauro Olmo Gallego y Alfonso Paso Gil, por citar solo algunos nombres.
En lo que concierne a la emigración irregular de los ciudadanos africanos, principalmente marroquíes, que comenzó a finales del siglo XX y principios del XXI, se han publicado muchas obras de ficción por escritores españoles como Antonio Lozano, Andrés Sorel, Miguel Naveros, Jorge Reverte, Miguel Ángel de Rus, Gerardo Muñoz Lorente, Nieves García Benito, Lourdes Ortiz, Encarna Cabello, Eduardo Iglesias, Manuel Valls y Josep Lorman, entre otros, con la finalidad de destacar las dolorosas consecuencias del fenómeno migratorio y el penoso trayecto de los emigrantes, tanto en su país de origen como en el de destino. No obstante, alrededor del año 2000 se ha empezado a hablar de una literatura marroquí en español y en catalán, escrita por emigrantes de segunda generación como Najat El Hachmi, Laila Karrouch, Mohamed El Morabet y Saíd El Kadaoui Moussaoui, pero que no se han ocupado en profundidad del problema migratorio. Esto quiere decir que en España no hay todavía una verdadera literatura de inmigrantes (Kunz, 2002, p. 135).
La diferencia entre los escritores marroquíes y los españoles en cuanto al acercamiento al tema de la inmigración marroquí en España es que los primeros producen obras literarias de carácter objetivo y fiel a la realidad migratoria, en contraste con los autores españoles que retratan una experiencia ajena a ellos y un fenómeno que han vivido desde fuera:
Hasta que los mismos migrantes no tomen la pluma para crear su propio mundo literario, el punto de vista de los inmigrantes se refleja con mayor fidelidad en las historias de vida que usa la investigación sociológica y antropológica, como también en reportajes y relatos testimoniales (Kunz, 2002, p. 111).
Dentro de los trabajos publicados sobre la inmigración marroquí en la literatura española contemporánea conviene mencionar los siguientes: Andrés-Suárez, Kunz y D’ors (2003) con La inmigración en la literatura española contemporánea (2002); Karzazi (2003) con La experiencia imaginaria de Marruecos en la narrativa española contemporánea (1980-2001); Abrighach (2006) con La inmigración marroquí y subsahariana en la narrativa española actual, (Ética, estética e interculturalismo); Akaloo (2012) con Cruzando fronteras: imágenes literarias de la migración marroquí a España. Una lectura comparatista; Ettahri (2014) con «El marroquismo en la novela española actual»; Greskovicova (2021) con El fracaso de la otredad y las narrativas de la frontera: representaciones de la inmigración marroquí en la literatura española del siglo XXI, entre otros.
En cuanto a la obra de Gerardo Muñoz Lorente, cuya novela se analiza en este artículo, esta ha sido estudiada de forma amplia, pero desde perspectivas y planteamientos distintos, de modo que el tema de la representación de los inmigrantes marroquíes en la sociedad receptora a partir de la metodología del análisis crítico del discurso ha sido menos tratado.
El ámbito del análisis crítico del discurso es muy amplio, por eso nos limitamos al enfoque sociocognitivo que tiene como base principal la triada «discurso-cognición-sociedad». La importancia que adquiere este método consiste en el estudio del discurso racista, cuyos componentes discursivos se centran en las descripciones negativas en torno a minorías o inmigrantes a partir de estructuras de polarización ideológica entre nosotros y ellos. Tales estructuras del discurso se explican en términos de prejuicios étnicos e ideologías racistas socialmente compartidos. Dichos discursos y sus cogniciones consisten en la reproducción de la dominación y la desigualdad étnicas por parte de grupos dominantes de cara a grupos minoritarios. Por lo tanto, en tales discursos se observa una representación positiva de nosotros y una representación negativa de ellos.
En este artículo nos centraremos en la novela Ramito de hierbabuena de Muñoz Lorente, la cual aborda la emigración irregular proveniente del norte de África, un nuevo fenómeno tanto en la historia como en la narrativa contemporánea de España. Para realizar esta investigación, se aplica el análisis crítico del discurso, en tanto es un método conveniente para analizar los flujos migratorios en la literatura.
La finalidad esencial de este artículo es estudiar las estrategias discursivas ideológicas en la novela de Muñoz Lorente para determinar y definir algunas actitudes de discriminación y exclusión de los personajes españoles hacia la protagonista marroquí de Ramito de hierbabuena, a través de las cuales el inmigrante sufre un rechazo generalizado que se basa principalmente en la contraposición entre «nacional» y «extranjero».
Finalmente, la opción por este tema se justifica por haber sido poco tratado, dado que la mayoría de los trabajos realizados respecto al fenómeno migratorio giran en torno al análisis crítico del discurso periodístico o político. De igual modo, el propósito de esta investigación se concentra en analizar la construcción de los emigrantes marroquíes y los problemas que afrontan en España.
2. Marco teórico y metodológico
El estudio de los fenómenos migratorios despierta un gran interés entre los investigadores de materias tan diversas como la demografía, la historia, la economía, la política, las relaciones internacionales y las ciencias sociales. En efecto, dentro de esta diversidad, el fenómeno migratorio ocupa un lugar muy importante en las ciencias sociales. El aspecto complejo de este fenómeno, así como las consecuencias que se derivan de él, lo convierten en un tema de investigación de los más relevantes, cuya importancia se extiende en la actualidad, suscitando nuevos debates y discursos, no sólo por su heterogeneidad discursiva, sino también por el auge del racismo y el aumento de las desigualdades sociales entre los autóctonos y los inmigrantes.
Hoy en día, la cuestión de la emigración clandestina preocupa a la comunidad internacional y se ha convertido en los últimos años en uno de los principales desafíos globales, debido a su impacto humano, económico, social y cultural. De hecho, España se considera, desde hace décadas, uno de los principales destinos de las peligrosas rutas de la emigración irregular hacia Europa, a causa de las elevadas tasas de paro y la falta de perspectivas en los países en vías de desarrollo. Por lo tanto, cabe señalar que no hay fenómenos y cambios sociales cruciales en la actualidad sin su representación, definición y componentes discursivos en un sinfín de textos literarios y medios de comunicación, que a menudo se entienden como un verdadero problema, debido a la imagen que transmite la prensa y otras manifestaciones literarias sobre la tragedia de la emigración clandestina. Esta se considera, sin lugar a duda, uno de los más importantes fenómenos sociales, sobre todo en los países desarrollados de Norteamérica y Europa.
En lo que se refiere a la emigración del norte de África a Europa, Marruecos juega un papel decisivo por el hecho de ser un país que goza de una estratégica ubicación geográfica que le sirve de puerta hacia el continente europeo, en concreto España, lo que contribuye al crecimiento de vías clandestinas para llegar a la otra orilla del Estrecho en busca de una vida mejor. Como consecuencia, asistimos a un discurso anti-migratorio y a múltiples formas de racismo en los países receptores, como manifestaciones de un grupo étnico dominante y de sus prácticas discriminatorias e ideológicas de superioridad frente al inmigrante.
En este contexto, los escritores que se han ocupado del tema migratorio han procurado transmitir sus ideas acerca de lo que pasa en su entorno, y se han convertido de esta forma en voceros de una sociedad afectada por la emigración clandestina, las muertes casi diarias en el Estrecho, así como las condiciones infrahumanas en las que viven, es decir la dura realidad a la que se enfrentan a su llegada a España y los mayores problemas de rechazo, racismo e integración que padecen: «La literatura por su carácter simbólico puede contribuir a un conocimiento más profundo del tema y a la iluminación de aspectos oscuros o invisibles» (Andrés-Suárez, 2002, p. 16).
Según Marco Kunz (2002), hay un aspecto visible en el tratamiento literario de la inmigración en España que está relacionado con cierta conmiseración y patetismo, además de una visión alarmista con el propósito de «provocar efectos emocionales en el lector» (p. 234). En cuanto a las tendencias actuales de la narrativa contemporánea sobre inmigración, existen, por un lado, dos características principales que definen la literatura de tema migratorio: se trata de una literatura realista y una estética de compasión. Por otro lado, esta literatura tiene tres modalidades narrativas: en primer lugar, la mímesis o imitación de la realidad con base documental (realismo mimético); en segundo lugar, una mezcla entre vida y ficción (realismo simbiótico); por último, una modalidad caracterizada por el lirismo poético (realismo poético) (Abrighach, 2006, pp. 86-87). Asimismo, las obras de temática migratoria son un instrumento para defender a los nuevos nómadas del capitalismo (Kunz, 2002, p. 132), que ejerce un poder económico, social y político sobre los países emisores de emigrantes, provenientes principalmente de sus excolonias.
El discurso constituye un modo principal de expresión y demostración de ciertas estructuras de poder y dominación presentes en la sociedad. Por ello, los discursos literarios sobre la emigración indocumentada exponen recursos de poder impuesto por los autóctonos contra los emigrantes, por medio de estrategias plagadas de xenofobia y exclusión como vía fundamental de manifestación de identidades sociales. Una buena parte de la población receptora está cargada de prejuicios que actúan como una barrera que se interpone entre el español y el inmigrante.
En este trabajo, nuestro interés se focaliza en el discurso literario en torno al tema migratorio, aplicando el análisis crítico del discurso que se define como un método que estudia las relaciones de dominación, desigualdad y racismo que se reproducen a través de mecanismos discursivos, compartidos de una forma colectiva produciendo muchos efectos cognitivos, representaciones y significados que se asocian a cada grupo (Van Dijk, 1996).
En efecto, el análisis crítico del discurso se centra en el estudio de la representación de «lo extranjero» dentro de determinados y diversos contextos nacionales como una serie de ideas difundidas en una determinada sociedad. De igual modo, permite poner de manifiesto ideologías que representan el racismo, la dominación y la desigualdad entre los autóctonos y los emigrantes. En este contexto, Van Dijk (2001) argumenta que:
Uno de los campos de investigación más interesantes para el análisis crítico del discurso es el estudio de los discursos de la inmigración, en general, y de su función en la reproducción del racismo, en particular. La desigualdad social es el resultado del abuso de poder y en el ámbito de las relaciones étnicas esa dominación puede ser ejercida tanto por prácticas discriminatorias no verbales, como por prácticas propiamente discursivas. (p. 13)
Dicho análisis se ocupa del estudio de los temas relativos a los emigrantes, ya que contribuye a acceder al imaginario social del Otro, víctima de la reproducción de discursos racistas y xenófobos. Por lo tanto, consiste en demostrar cómo se aumenta el valor de un grupo concreto en detrimento de otro, es decir, a partir de la utilización de fórmulas que legitiman al propio grupo y deslegitiman al contrario con el fin de marginar y excluir: «Los discursos no son solamente formas de interacción o prácticas sociales, sino que también expresan y transmiten significados y pueden, por lo tanto, influenciar nuestras creencias sobre los emigrantes o las minorías» (Van Dijk, 2009, p. 186).
Luisa Martín Rojo, otra figura clave en el análisis crítico del discurso en España, sostiene que el análisis crítico del discurso: «Se centra en la desigualdad en la sociedad y las formas en que se usan los textos para ejercer poder y mostrar ideología» (citada en del Niño, 2003, p. 106). Por otra parte, Norman Fairclough (1995) explica a su vez que la lengua se vincula con lo social por ser el dominio primario de la ideología y de las luchas de poder. Por tanto, ha elaborado tres dimensiones para el estudio del discurso:
El análisis de textos hablados o escritos (análisis lingüístico), el análisis de la práctica discursiva: procesos de producción, distribución y consumo de textos (análisis intertextual) y el análisis de los eventos discursivos como instancias de la práctica sociocultural (análisis social). (p. 2)
El marco teórico y metodológico de nuestro estudio gira en torno al análisis crítico del discurso, que es una disciplina multidisciplinar, desarrollada alrededor de los años noventa desde la lingüística crítica, cuyo objetivo determinante reside en estudiar sistemáticamente el discurso escrito y hablado desde la perspectiva cognitiva, social, política, histórica y cultural. Este trabajo se propone analizar nociones claves del análisis crítico del discurso como la ideología y el racismo, mediante una herramienta metodológica sociocognitiva ligada al mencionado discurso desarrollado por Van Dijk (2012).
3. Consideraciones generales sobre el autor y su obra
Gerardo Muñoz Lorente nació en Melilla en 1955, es periodista, escritor, investigador histórico y colaborador habitual en medios de comunicación. Actualmente vive en Alicante, es conocido principalmente por su obra novelística e histórica. Es autor de ensayos y novelas como: El fantasma de Lucentum (1987); Secretos (1993); El fruto de la melancolía (1998); Un negro detrás de la oreja (2000); Ramito de hierbabuena (2001); El rosario de Mahoma (2004); La semilla de la dama negra (2005); Refugio de libertad (2006); La expulsión de los moriscos en la provincia de Alicante (2010); El desastre de Annual (2021); entre otros.
Hay que precisar que el tema marroquí, sobre todo la inmigración, el islam, la expulsión morisca y la guerra del Rif es el núcleo temático de las obras de Muñoz Lorente, o como dice Víctor Morales Lezcano «el marroquismo» (citado en Ettahri, 2015), que constituye una tendencia literaria de algunos escritores españoles que se interesan por Marruecos debido a la proximidad geográfica y de vecindad con España. Esto se debe evidentemente al pasado familiar norteafricano de Muñoz Lorente y su estancia durante muchos años por motivos profesionales en Melilla.
El autor de Ramito de hierbabuena (2001) se inspiró en una fotografía publicada por muchos periódicos españoles que mostraban el cuerpo sin vida de una chica marroquí en la playa de Tarifa, y afectado por las repetidas muertes de los emigrantes en las aguas del Estrecho que tratan de alcanzar las costas españolas. Por eso, Muñoz Lorente decide trasladarse al norte de Marruecos con el objetivo de recoger información y testimonios para escribir esta novela, basada en la trágica realidad que se vive diariamente al otro lado del Estrecho, dando a conocer al público los deseos y miedos que empujan a mucha gente a arriesgarse para alcanzar el supuesto paraíso europeo (Moltó, 2001).
La obra Ramito de hierbabuena (nombre adjudicado por el amante a la amada por su dulzura y sensualidad), además de hablar de la inmigración, retrata la historia de amor de dos primos de origen bereber, Maimuna y Habib, nacidos en el norte de Marruecos, que se enfrentan a unas circunstancias adversas que dificultan sus ilusiones. Una historia de amor que se acaba frustrando dramáticamente en las aguas del Estrecho de Gibraltar. Son dos jóvenes de la misma zona que se encontraron por casualidad en un mercado. En aquel momento, Habib le regaló a Maimuna un ramito de hierbabuena y se prometieron verse otra vez. Con el paso del tiempo, pensaron en emigrar a España para escaparse de las tradiciones de su país y embarcaron el día 23 de julio de 2000 para cruzar el Estrecho, pero las olas sacudían fuertemente la patera y murieron todos en la mitad del Mediterráneo.
Asimismo, el autor describe la vida cotidiana de los habitantes del Rif y procura transmitir al lector las circunstancias de los habitantes de la zona. Igualmente, trata temas de gran interés como la inmigración clandestina, la prostitución y las mafias que tienen como foco de sus maniobras el Estrecho de Gibraltar. Según Muñoz Lorente, Ramito de hierbabuena es «Una novela que nos humaniza la realidad que leemos todos los días y al tiempo nos permite reflexionar sobre ella» (Moltó, 2001, párr. 3).
En este contexto, hay que tener en cuenta que el inmigrante marroquí proviene de regiones, en su conjunto rurales, perjudicadas por la incultura y el analfabetismo que le dificultan integrarse en la vida laboral y en la sociedad española, lo cual lo lleva a encerrarse en sí mismo y quedarse excluido y marginado. Por eso, la representación del Otro en España se basa en los parámetros raciales y étnicos que no han cambiado durante siglos, porque a los inmigrantes de hoy se les atribuyen los prototipos de antaño como bárbaros e incultos.
Según Muñoz Lorente, para muchos marroquíes la travesía del mar se debe a la influencia de las imágenes de riqueza que transmiten los medios de comunicación españoles, así como las imágenes que transmiten los emigrantes que viven en España y que traen coches, regalos o compran casas. Los efectos de la televisión influyeron en el proceso migratorio al mostrar un mundo extraordinario donde parecía reinar la opulencia, la comodidad y la riqueza, como afirma Muñoz Lorente (2001): «[…] En Europa el trabajo bien pagado no faltaba, los hogares eran confortables y sus hijos podían comer bien todos los días y estudiar hasta bien mayores» (p. 29).
Asimismo, los índices de tolerancia y aceptación de los inmigrantes musulmanes en general, y de los marroquíes en particular, han conocido un cambio considerable desde los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, y más todavía desde los atentados del 11 de marzo de 2004 en España. Estos atentados, sumados a otros en varias capitales occidentales, han contribuido a la extensión de sentimientos negativos y de rechazo hacia los inmigrantes. Debido a la masiva llegada de inmigrantes marroquíes al territorio español, algunos medios de comunicación venían avivando sentimientos de odio e islamofobia contra la comunidad inmigrante. En este contexto, el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas sostiene que «De entre los inmigrantes de distintas nacionalidades, son los marroquíes los que gozan de menos simpatías entre los españoles» (Karzazi, 2003, p. 358).
El discurso periodístico desempeña un papel influyente en la formación de la opinión pública respecto al tema de la emigración clandestina, especialmente a partir de los años 90 del siglo XX. El boom económico en España y el cierre de las fronteras en 1991 han producido un aumento inmenso de las noticias por la prensa sobre el fenómeno migratorio irregular, donde el Estrecho de Gibraltar ocupa un lugar sustancial. Al respecto del papel que toma el discurso periodístico, Van Dijk (1997) dice:
La mayor parte de nuestro conocimiento social y político, así como nuestras creencias sobre el mundo, emanan de las decenas de informaciones que leemos o escuchamos a diario. Es muy probable que no exista ninguna otra práctica discursiva, aparte de la conversación cotidiana, que se practique con tanta frecuencia y por tanta gente como son el seguimiento de noticias en prensa y televisión (pp. 29-30).
El discurso mediático en relación con la inmigración es un discurso alarmista, puesto que los medios de comunicación presentan la inmigración marroquí como un problema para la sociedad de destino. Así, producen discursos, por lo general, de tipo negativo sobre los inmigrantes marroquíes centrándose en noticias sobre el terrorismo, el fanatismo, la delincuencia y el machismo, y basándose en discursos que distinguen entre nosotros y ellos, entre el norte desarrollado y el sur en vía de desarrollo:
Sin ir más lejos, tenemos un ejemplo que concierne de pleno a la situación actual: la presentación mediática de la noticia del asesinato de la joven Encarnación López en El Ejido no fue como la del acto de un perturbado, al igual que la tragedia paralela vivida en Valencia, sino como la del acto de «un inmigrante», lo cual transmite implícitamente la criminalización de todo un colectivo. (Martín Muñoz, 2000, párr. 3)
Los medios de comunicación representan una fuente de poder e influencia social a escala mundial. En este sentido, Van Dijk (2008) apunta que su papel no solo consiste en transmitir información, sino también en transmitir actitudes e ideologías:
Los medios de comunicación por supuesto tienen muchos roles, como informar a los ciudadanos, así como también formar y transformar actitudes e ideologías. Lo hacen también sobre inmigración e inmigrantes, o minorías étnicas. La investigación tanto nacional como internacional ha mostrado, una y otra vez, que esa cobertura es sesgada y profesionalmente defectuosa, y de esa manera contribuye al problema del racismo, más bien que a su solución. Efectivamente, en ese sentido, forma y confirma actitudes racistas entre la población (p. 15).
En sentido general, contribuyen a la reconfiguración y reconstrucción del racismo a través de la trasmisión de una ideología determinada en sus noticias, destinadas específicamente contra las minorías étnicas.
La obra de Muñoz Lorente está basada en un realismo tradicional y el uso de un lenguaje híbrido mezclando términos provenientes del léxico árabe, amazigh y francés. La acción transcurre en espacios reales y reconocibles como Segangan, Nador y Melilla. El escritor ambienta su obra en dichos lugares con el propósito de poner de manifiesto la situación de pobreza y marginación y falta de perspectivas en la que viven los habitantes de esta zona.
4. Análisis crítico del discurso en Ramito de hierbabuena
Uno de los recursos más importantes en la obra de Muñoz Lorente está relacionado con la generalización, que es producto de un pensamiento ilógico. La mayoría indica que las mujeres no emigran, o sea que las mujeres marroquíes no salen fuera de su país, hecho que no es cierto porque ellas también emigran al igual que los hombres, por lo que muchas generalizaciones son falsas y profundamente injustas. Por tanto, es una información que no tiene credibilidad, al menos, en la actualidad, ya que la inmigración femenina es tan manifiesta y problemática como la masculina.
Muchos estudios aseguran, hoy en día, que casi la mitad de los inmigrantes en el mundo son mujeres. A lo largo de la historia, las mujeres estaban presentes en las migraciones, pero no recibían mucha atención (Domingo Pérez, 2008). Por lo tanto, su presencia en los procesos migratorios, tanto internos como internacionales, pasó desapercibida durante mucho tiempo, con lo cual era un sujeto invisible. Asimismo, la evolución de la inmigración femenina marroquí en España creció considerablemente a inicios del siglo XXI, no sólo gracias a la reagrupación familiar (Soriano Miras, 2006), sino a la aparición de nuevos modos migratorios no vinculados al hombre, lo que condujo a un cambio en el imaginario colectivo la idea tradicional de la mujer como dependiente y subordinada (Reher et al., 2011; Marey y del Pozo, 2020).
Para confirmar la existencia de la emigración femenina, Muñoz Lorente escoge como protagonista de su novela Ramito de hierbabuena a una mujer llamada Maimuna, que emigra clandestinamente en una patera que se hunde en el Mediterráneo (consecuentemente, todos los que estaban en ella mueren), con el fin de engendrar empatía en el lector y demostrar que no sólo los hombres quienes emigran, sino también las mujeres:
Con Maimuna quise generar empatía en el lector español, provocar en él sentimientos que le sirvieran para identificarse con quienes arriesgaban su vida, abandonando a sus familias y amigos, en busca de una vida mejor, poniendo la mirada más concretamente en la mujer, en las dificultades añadidas que encontraban, en los mayores riesgos que debían afrontar, como la trata de blancas, aunque tuvieran la piel oscura, como Maimuna. (Muñoz Lorente, comunicación personal, 31 de diciembre de 2021)
Por otra parte, el emigrante aparece sin nombre y pasa a denominarse «ilegal», «indocumentado» o «clandestino», lo cual asigna a los inmigrantes un carácter ilegítimo debido a la eliminación de su propia alteridad relativa a su lengua, cultura y religión, de modo que afecta negativamente la manera de su integración y de relacionarse con ellos: «Casi al mismo tiempo que los guardias civiles, llegaron a la playa los primeros reporteros gráficos, dispuestos a recoger la imagen de otro emigrante ilegal ahogado, una imagen demasiado repetida» (Muñoz Lorente, 2001, p. 12).
El discurso pone de manifiesto, en muchas ocasiones, las opiniones y posiciones desfavorables de los inmigrantes porque representan grupos minoritarios y marginales. Esta diferencia conduce a la discriminación y el incremento de la discrepancia entre los autóctonos y los extranjeros, como argumenta Van Dijk (1997): «El público receptor tiende a aceptar esta imagen negativa de las minorías, ya que resulta concordante con los tópicos, prejuicios y estereotipos dominantes, que tal vez ellos mismos posean» (p. 68). La aventura migratoria supone para los emigrantes aceptar un nuevo entorno, muchas veces, harto complejo y hostil. Una de las formas vulnerables de los inmigrantes derivadas de la discriminación y el racismo es su asociación con la animalidad. Las cualidades y las acciones de los inmigrantes se parecen a las de las fieras, con el fin de demostrar su lucha cotidiana: «Nos tratan como a apestados, no nos quieren más que para trabajar como esclavos o animales» (Muñoz Lorente, 2001, p. 29).
Asimismo, en la novela de Muñoz Lorente, la cuestión del racismo se presenta desde otro punto de vista, ya que señala a menudo la persecución policial a la que son sometidos cada día los inmigrantes clandestinos, lo cual les causa miedo permanente y un estado de angustia constante, de modo que viven en los márgenes y no se integran fácilmente porque su vida está siempre en peligro. La mayor parte de la obra pone el acento en los obstáculos que padecen los inmigrantes, esencialmente el abuso de poder y el acoso policial, lo que contribuye a dificultar su integración (Muñoz Lorente, 2001).
En este marco, a causa de los flujos migratorios y la llegada de pateras de personas pobres en busca de trabajo, el panorama mundial pone de relieve la pérdida de la solidaridad hacia los inmigrantes y la abundancia de discursos discriminatorios y xenófobos respecto a las minorías, debido al «sentimiento egoísta que anida en los corazones más insolidarios y en las mentes más inflexibles» (Muñoz Lorente, comunicación personal, 31 de diciembre de 2021). Del mismo modo, el propio autor explica la dificultad que tienen los españoles para entender el fenómeno migratorio y la realidad de los marroquíes:
Históricamente los españoles han dado la espalda a sus vecinos del sur. Conocen mucho mejor la cultura y la historia de Francia y de Portugal que la de Marruecos. En parte es porque existe una mayor afinidad cultural con los países vecinos europeos, pero también porque pervive en parte de la sociedad española un sentimiento insano de superioridad con respecto a los países africanos, que está alimentado fundamentalmente por la ignorancia. (Muñoz Lorente, comunicación personal, 31 de diciembre de 2021)
Desde la perspectiva histórica, el «moro» constituye aquel Otro distinto cuya imagen está relacionada con la Reconquista y Al-Ándalus. La convivencia en España de la cultura musulmana y cristiana ha contribuido a la expansión de prejuicios y estereotipos anti-moros hacia Marruecos y los marroquíes. Por ello, es importante señalar que desde hace largo tiempo se utilizaba el término «moro» para categorizar y excluir de la sociedad española al Otro, causando de esta manera un abismo entre los autóctonos y los inmigrantes. Esto significa que los moros nunca han gozado de buena reputación en España, son los indeseables, los que representan el peligro (El-Madkouri, 2009).
Es de suma importancia recordar que esta visión en torno al Otro, que es incompatible con los valores de la sociedad occidental, no se refiere solamente al pasado, sino que sigue vigente en nuestros días a causa de los flujos migratorios de marroquíes a España, que constituyen la continuación histórica desde 711, causando una gran «inseguridad colectiva» para el país ibérico (Flesler, 2001). Las denominaciones que se dan por lo general al inmigrante como Otro, extranjero, diferente y tercermundista, manifiestan que muchas personas aprecian y juzgan a los seres humanos de acuerdo con sus razas, sus religiones y sus culturas. Estas designaciones son impuestas por Otros y colocan a la comunidad inmigrante en el aislamiento y la marginación. La realidad es que el espacio simbólico y social del inmigrante es «una encrucijada en la que convergen factores económicos, étnicos, culturales, religiosos» (Fernández García, 199, p. 100).
En palabras de Muñoz Lorente (2001), aunque los españoles no se consideran racistas según encuestas oficiales, es cierto que tratan en conjunto a los inmigrantes provenientes del sur con recelo e ignorancia. El autor critica por lo tanto su desconocimiento de los marroquíes a pesar de la proximidad geográfica, así como el uso abundante del término peyorativo «moro». Y uno de los importantes objetivos del argumento de la novela partiendo de las aseveraciones de los personajes Habib y Maimouna consiste en superar los prejuicios y la ignorancia que aflora sobre el pueblo marroquí por parte de los españoles.
La obra de Muñoz Lorente llama al respeto del Otro y la apreciación de la diferencia, de igual modo denuncia el rechazo y el fomento del racismo hacia los inmigrantes procedentes de países en vía de desarrollo. Manifiesta, además, una postura dura de denuncia contra la desconsideración de las necesidades de los emigrantes procedentes de Marruecos no sólo por la historia en común con España, sino porque en el siglo pasado los propios españoles fueron emigrantes y su tierra estaba habitada por la pobreza y la tiranía política (Greskovicova, 2016).
A menudo, las expectativas de los inmigrantes en busca de oportunidades y perspectivas mejores y más seguras no se consiguen en Europa. Muestra de ello es la declaración que hace uno de los personajes de Muñoz Lorente: «Ese paraíso del que nos hablan muchos de los emigrantes y que nos enseñan las televisiones de los irumien no existe en realidad. Hay riqueza, es cierto, pero sólo la disfrutan ellos, y no todos» (Muñoz Lorente, 2001, p. 29).
Es importante señalar que la narrativa española contemporánea sobre inmigración clandestina marroquí está caracterizada por una fuerte inclinación a la compasión hacia los inmigrantes, de manera que el autor expresa claramente su actitud humanitaria y sus sentimientos solidarios que demuestran su defensa y apoyo moral y ético respecto a los inmigrantes:
Estoy convencido de que la literatura, como el cine, ayuda mucho a concienciar sobre el problema de la migración clandestina (no me gusta calificarla de ilegal, aunque formalmente lo sea). Creo que, al final, Europa y demás países llamados del Primer Mundo terminarán por respetar plenamente los derechos de los inmigrantes económicos, del mismo modo que ya se respetan los de los refugiados políticos, o al menos así es oficialmente. (Muñoz Lorente, comunicación personal, 31 de diciembre de 2021)
En suma, el análisis crítico del discurso acerca de la inmigración se focaliza principalmente en el retrato del inmigrante dentro de la sociedad receptora, que lo percibe y representa en general de forma negativa, como consecuencia de la entrada a un país de una forma clandestina, cultivando un discurso dominante de carácter racista y discriminatorio, así como unas estrategias y polarizaciones desfavorables que deslegitiman al inmigrante, considerado muchas veces como un intruso, por medio de discursos y juicios descalificadores. Sin duda, estos juicios y discursos xenófobos, entre otros, contribuyen a crear una situación de desigualdad y de diferencia entre los autóctonos y los inmigrantes, lo cual sitúa a estos últimos en la exclusión y marginación.
5. Conclusión
En primer lugar, se puede apreciar que el autor destaca en su obra que las mujeres emigran al igual que los hombres, y desmiente así lo contrario al escoger como personaje principal de su novela a una mujer emigrante. Asimismo, se desprende de esta novela la adversidad, el mal desenlace y el desencanto ante la realidad que contrasta con la mitificación de Europa, así como la infelicidad frente a la injusta situación de los inmigrantes del Tercer Mundo en los países más avanzados.
En segundo lugar, se puede deducir que los inmigrantes carecen de nombre y de visibilidad en la novela, ya que en gran medida se denominan ilegales, lo cual lleva a la vulnerabilidad de sus derechos como ciudadanos que tienen nombre, cultura, origen y costumbres. Esta cuestión produce nuevos modos de vida que imposibilitan la integración y la convivencia, al mismo tiempo generan nuevas formas de marginación y de abismo entre el sujeto migrante y los autóctonos.
En este artículo se hace hincapié en los rasgos negativos de la inmigración. Por ello, la ilusión de pasar de la miseria de la tierra natal a un mundo aparentemente «mejor» en el paraíso europeo, se convierte en un infierno y un fracaso. Se detecta también la existencia de una serie de estrategias que controlan el discurso a partir de la intensificación de cosas negativas vinculadas a los inmigrantes, centrándose en los aspectos desfavorables de esta minoría que vive al margen de la sociedad de residencia. De igual modo, se comprueba que el autor se ocupa del tema migratorio por solidaridad y compromiso, con el objeto de sensibilizar a la comunidad europea de las tribulaciones de los inmigrantes irregulares en la sociedad de destino.
En relación con lo antes expuesto, también es posible afirmar que una de las formas del racismo contra los inmigrantes en la novela está relacionada con la persecución policial que sufre el colectivo inmigrante a diario. Es más, otra forma de rechazo consiste en la asociación de los inmigrantes con la animalidad.
En definitiva, el autor expone que los españoles no son racistas según muchos estudios oficiales en comparación con otros países europeos. En España hay gente que aprecia a los inmigrantes marroquíes porque son necesarios, pero es cierto que la sociedad española, en gran medida, no es muy amable con ellos.
Finalmente, se puede decir que la representación de los inmigrantes procedentes del sur del Estrecho está cargada fundamentalmente de percepciones negativas. Así que la idea de los «moros en la costa» de los tiempos pasados reaparece en el tiempo actual para intensificar el miedo y los prejuicios de los españoles hacia los inmigrantes marroquíes. Así, las fronteras geográficas se presentan no sólo como fronteras de progreso, sino también de actitudes y posturas entre el grupo dominado y el dominante.