INTRODUCCIÓN
En América Latina y el Caribe, la evaluación de las Instituciones de Educación Superior (IES), carreras de grado y programas de postgrado constituye un tema trascendental que marca las agendas de las agencias de acreditación de la región. En las últimas décadas, las IES han desarrollado de forma continua procesos de evaluación que tienen como finalidad mejorar la calidad de sus funciones sustantivas (Docencia, Investigación y Vinculación con la Sociedad), involucrando de forma directa a los estudiantes a través de la medición de los resultados de aprendizaje obtenidos en su proceso formativo y según su área de estudio. La oferta educativa que desarrollan las IES configura un eje fundamental, en donde se entrelaza la academia, la práctica profesional, la investigación y la tecnología, determinando las condiciones de calidad que pueden ser verificadas a través del cumplimiento de estándares de los modelos de acreditación.
La investigación como elemento consustancial del proceso educativo se enmarca en el escenario de evaluación a través de la relación docente-estudiante, en donde las prácticas investigativas se encuentran ligadas a la búsqueda constante del conocimiento. Los programas formativos diseñados para atender las necesidades del entorno nacional y/o regional establecen en sus mallas curriculares componentes que procuran fortalecer las competencias investigativas de los estudiantes a lo largo de su formación. En este escenario, la evaluación de la investigación formativa en educación superior a distancia en América Latina y el Caribe nos lleva a examinar cuáles son los criterios, categorías, dimensiones y/o indicadores que las agencias de acreditación de América Latina y el Caribe contemplan en sus modelos para valorar el tránsito del estudiante en el programa de formación y ''las acciones desarrolladas para el logro de habilidades y conocimientos que les permitan desempeñar con éxito las actividades asociadas a la investigación científica, al desarrollo y a la innovación'' (Velandia et al., 2017).
La investigación científica y la investigación formativa constituyen, sin lugar a duda, elementos fundamentales que las Instituciones de Educación Superior desarrollan para poner en marcha un conjunto de proyectos, en donde interactúan docentes y estudiantes, equipos de investigación transdiciplinarios que enlazados en el diseño curricular sistematizan experiencias que aportan a la obtención de las competencias investigativas de los estudiantes y a resultados que permiten atender de forma pertinente las necesidades de la sociedad.
Criterios para la evaluación de la investigación formativa en educación a distancia en Latinoamérica
La evaluación de la educación no presencial requiere contar con cánones de calidad que enmarquen las particularidades de esta modalidad de estudios. Las dimensiones, criterios y/o indicadores de evaluación de carreras y/o programas a distancia deben dar respuesta a la visión, misión, modelo pedagógico, diseño curricular, cuerpo docente, investigación, infraestructura tecnológica, entornos virtuales que caracterizan a este tipo de estudios.
Desde esta concepción, la evaluación de la investigación formativa se encuentra implícita en los modelos de evaluación de carreras no presenciales. Estos son visibles en la valoración del currículo y en los procesos metodológicos que emplea el docente dentro de la formación profesional de sus estudiantes, a través del desarrollo del currículo universitario como espacio en donde el estudiante se va formando y adquiriendo conocimientos por medio del acto de investigar (Rojas et al., 2015)La determinación de componentes, criterios, estándares e indicadores que mantienen las agencias de acreditación en América Latina y el Caribe para la evaluación de la investigación formativa de la modalidad no presencial, la podemos observar en la tabla 1.
Ver en pdf Tabla 1 Agencia de acreditación en América Latina y el Caribe
A partir del análisis comparativo de seis modelos de evaluación de carreras no presenciales de organismos de acreditación y/o certificación de América Latina y el Caribe, Agencia Nacional de Evaluación y Acreditación de la Educación Superior (ANEAES - Paraguay), Consejo de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (CACES - Ecuador), Instituto Latinoamericano y del Caribe de Calidad en Educación Superior a Distancia (CALED - Ecuador), Consejo Nacional de Acreditación de Colombia (CNA - Colombia) y Sistema Nacional de Acreditación de la Educación Superior (SINAES - Costa Rica), se estable- ce que la evaluación de la investigación formativa se desarrolla a través de la definición de Dimensiones, Categorías, Componentes, Factores, Criterios, Subcriterios y Características.
La ANEAES, en sus dimensiones y componentes, evalúa la investigación formativa enmarcada en el proyecto académico que define con claridad los objetivos y el perfil de egreso, en coherencia con su misión y con las necesidades del medio. Incluye el plan de estudio, el sistema de evaluación permanente del proceso enseñanza-aprendizaje y la promoción de las actividades de investigación y de extensión.
El CACES evalúa la investigación formativa implícita en la articulación de las prácticas preprofesionales de los estudiantes con los programas/proyectos de vinculación que respondan a situaciones problemáticas del entorno nacional. El criterio currículo, subcriterio diseño del Aprendizaje, y el indicador plan curricular valoran la planificación de los procesos educativos y las estrategias educativas utilizadas por el docente, considerando para el efecto el rol de la tecnología.
El CALED-OLC considera la evaluación de la investigación formativa, en la categoría enseñanza y aprendizaje, mide que los alumnos experimenten métodos adecuados para la investigación eficaz con el acceso pertinente a profesionales y recursos bibliográficos. El modelo del CALED para la autoevaluación de programas de pregrado a distancia evalúa la investigación formativa a través del criterio: destinatarios y procesos educativos, identificando cómo se diseña y mejora el programa en función de los objetivos de aprendizaje; y, valorando cómo se fomenta el aprendizaje independiente del alumno a través de actividades complementarias, proyectos de investigación, prácticas extraprograma.
El CNA enmarca la evaluación de la investigación formativa como parte inherente del proyecto educativo, medido a través de la articulación de las labores formativas, académicas, docentes, científicas, culturales y de extensión. El programa académico debe demostrar que promueve, desde la interacción profesor-estudiante, el desarrollo de capacidades de indagación y búsqueda, pensamiento crítico, creativo e innovador, y la formación en diferentes métodos para la investigación, la innovación y la creación, de acuerdo con el nivel de formación y en contribución a la solución de problemas de la sociedad.
Finalmente, el SINAES evalúa la investigación formativa a través de sus dimensiones y criterios, considerando que el plan de estudios refleje el desarrollo de prácticas con rigor científico por parte de los estudiantes y la participación del personal académico en actividades de docencia, investigación y extensión social. El proceso educativo valora la existencia de políticas institucionales que guíen la labor investigativa y cuenten con los recursos requeridos para esta labor.
CONCLUSIONES
En América Latina y el Caribe, la evaluación de la educación a distancia y en línea es un tema pendiente, las agencias de acreditación enfrentan un reto notable postpandemia, si bien en la región varias agencias de acreditación han desplegado acciones importantes para la elaboración de criterios, estándares e indicadores específicos para la evaluación de la educación a distancia, el esfuerzo debe expandirse al resto de organismos de acreditación (Morocho et al., 2022).
En este contexto, la evaluación de la investigación formativa se enmarca en los modelos de evaluación que han desarrollado las agencias de acreditación para carreras con oferta no presencial, observando que se evalúe a través del cumplimiento de Dimensiones, Categorías, Componentes, Factores, Criterios, Subcriterios y Características. A partir del contraste de modelos, se determina que los elementos de base para la valoración son: Proyecto Académico, Pertinencia, Currículo, Academia, Proceso de Enseñanza y Aprendizaje, Destinatarios y Procesos, Recursos; y, también en los aportes de la investigación, la innovación, el desarrollo tecnológico y la creación, asociados al programa académico.
Los resultados de los procesos de evaluación de la investigación formativa deben permitir la implantación de planes de mejora que redireccionen los sistemas de gestión y políticas institucionales de las Instituciones de Educación Superior, profundizando en el desarrollo de prácticas investigativas que permitan fomentar el aprendizaje y la interacción docente-estudiante y la expansión del sistema de producción del conocimiento como respuesta a las necesidades reales de la sociedad.