Introducción
En la actualidad, el consumo de drogas, tanto las de tipo legal (alcohol, tabaco, tranquilizantes, etc.) como las ilegales (marihuana, hachís, cocaína, etc.) obtienen unos altos porcentajes de consumo entre la población. Además, existe elevada incidencia en numerosos problemas para la salud de las personas que las utilizan (infartos, cáncer, afecciones…), así como una creciente mortalidad en muchos de sus consumidores habituales (Becoña, 2007).
Dicha problemática concierne a una preocupación social y ha conducido a una profunda transformación y adecuación de las estructuras y recursos provenientes desde la administración. Lo anterior con la finalidad de hacer frente a las necesidades planteadas desde diferentes ámbitos como la prevención de consumo, el control de la oferta de sustancias adictivas y, de la misma manera, la asistencia sanitaria y social.
De este modo, el uso de drogas en España ha experimentado un aumento significativo desde principios de la década de los noventa hasta la actualidad, ligado un considerable incremento de las consecuencias sociales, sanitarias y culturales (Baquero, Pastor, & Llopis, 2003; Calafat, Juan, Becoña, Fernández, & Gil, 2002; Oliva, Parra, & Sánchez-Queija, 2006). Así, las drogas constituyen uno de los problemas más importantes con los que se enfrenta la sociedad; resulta especialmente alarmante cuando el consumo de drogas se produce en población adolescente, no solo por los problemas inmediatos que pueden generarle sino, también, por la consolidación de patrones de consumo y hábitos desadaptativos que conlleva su inicio desde edades prontas.
Desde el Plan Nacional Sobre Drogas (PNSD, 2016), se alude a un aumento significativo del consumo de drogas entre los adolescentes, así como variaciones en la edad de inicio (situada en los 13.2 años). Las sustancias más consumidas por los adolescentes españoles resultan ser, por orden descendente, alcohol, tabaco y cannabis. A la edad media de los 16 años, un 67.8% de los adolescentes se consideran consumidores ocasionales de alcohol; un 39.4%, de tabaco y un 8.9% afirma ser consumidor habitual de cannabis.
Otro aspecto a destacar es el policonsumo entre los adolescentes; es decir, el hecho de que es frecuente que incluyan más de un tipo de sustancia en sus patrones de consumo. Por ejemplo, los consumidores habituales de cocaína recurren, además de tabaco y alcohol, a otras drogas ilegales como cannabis o alucinógenos (Calafat et al., 2002). De este modo, existe una situación compleja en la que un gran porcentaje de la población consume no solo de una sustancia, sino de varias al mismo tiempo, lo que podría acarrear consecuencias indeseables. Numerosos estudios insisten en que se trata de un problema complejo en el que interaccionan variables de muy diversa índole (Bravo, Echeburúa, & Aizpiri, 2008; Espada, Méndez, Griffin, & Botvin, 2003; Gilman et al., 2009).
Sin duda, resulta una situación preocupante si se tiene en cuenta la adolescencia como periodo vital y paso previo a la edad adulta. En este, tienen lugar los primeros contactos con las sustancias adictivas que pueden derivar en la consolidación de patrones de consumo perdurables en el tiempo que podrían acarrear problemas que afecten de manera determinante en la edad adulta (Alcalá, Azañas, Moreno, & Gálvez, 2002; Gómez-Fraguela, Fernández, Romero, & Luengo, 2008).
Por otro lado, la práctica de la actividad físicadeportiva está considerada como uno hábito representativo dentro de una línea de estilo saludable con innumerables ventajas para las personas que la practican (Cruz, Fernández, & González, 2007). Desde esta perspectiva, numerosas investigaciones señalan que aquellos adolescentes deportistas que realizan una práctica habitual de actividad físico-deportiva se inician más tarde en el consumo de drogas (De Vries et al., 2006; Rodríguez, De Abajo, & Márquez, 2004; García, Carrillo, Fernández, & Sánchez, 2006; Nistal, Prieto, Del Valle, & González, 2003; Pastor, Balaguer, & García-Merita, 2006; Warren et al., 2008).
Un aspecto esencial de cualquier práctica físicodeportiva es la motivación de sus participantes; esta puede determinar su adherencia y evitación del abandono deportivo (García-Calvo, 2006; Macarro, Romero, & Torres, 2008; Mañas, Salvador, Boada, & Agulló, 2007).
Así, la motivación hacia la práctica deportiva es una de las variables psicológicas más estudiadas en deportistas.
Desde la perspectiva de la teoría de la autodeterminación (TAD) (Deci & Ryan, 2002), resalta un continuo que abarca diferentes grados de autodeterminación en la conducta, desde la no autodeterminada hasta la más autodeterminada (Moreno & Martínez, 2006). En este recorrido, se abarcan tres tipos fundamentales de motivación, intrínseca, extrínseca y amotivación, reguladas por el sujeto de manera interna o externa. La motivación intrínseca, hace referencia a motivos propios del sujeto en el desarrollo de la actividad suponiendo el compromiso, diversión y disfrute siendo un fin en sí misma (Deci & Ryan, 2000). La motivación extrínseca alude a motivos de práctica ajenos a la propia actividad o deporte siendo una tarea externa a la actividad que se está realizando. La amotivación hace referencia a la falta de motivación para desarrollar una tarea o actividad en un contexto determinado. Por lo tanto, la motivación es un elemento clave para lograr la adherencia y el compromiso en el deporte (Iso-Ahola & St.Clair, 2008) representando una disposición psicológica de deseo y decisión de seguir participando en él (Scanlan, Russell, Beals, & Scanlan, 2003).
Numerosos estudios relacionan la motivación con el consumo de sustancias. Moreno, GonzálezCutre y Cervelló (2008) determinan la relación entre motivaciones intrínsecas propias a la actividad deportiva y ausencia de consumos prediciendo hábitos saludables en adolescentes deportistas. Otros trabajos asocian un menor consumo de tabaco y alcohol con una alta motivación intrínseca, menor amotivación, mayor disfrute y creencias de éxito de la actividad físico-deportiva (Inglés, Delgado, Bautista, Torregrosa, Espada, García-Fernández et al., 2007; Llamas, 2009; Usán, Salavera, Murillo & Álvarez, 2017). En una misma línea, Leyton, Jiménez, Domínguez y Corzo (2012) manifiestan la relación de una ausencia de consumo de tabaco en relación con motivaciones intrínsecas y autorreferenciales unidas a hábitos de salud favorables como un adecuado descanso y alimentación.
En una línea opuesta, los trabajos de Moreno et al. (2008) determinan que aquellos deportistas que adquieren una motivación menos autodeterminada predicen significativamente hábitos de consumo de sustancias durante la adolescencia. Moreno y Cervelló (2009) muestran relaciones positivas entre motivaciones puramente extrínsecas y falta de motivación hacia la práctica deportiva con consumos de alcohol en una línea de comportamientos más desadaptativos.
Villalbí, Suelves, Saltó y Cabezas (2011) manifiestan la implicación y consecuencias del consumo de cannabis en el rendimiento deportivo de los futbolistas (mayor fatigabilidad, menor recuperación física, dificultades cardíacas…); estas merman su motivación intrínseca hacia la práctica deportiva en una línea de comportamientos menos autodeterminados.
Pese a todo ello, y siguiendo a Moreno et al. (2008), resultan necesarios más estudios que indaguen las relaciones entre la práctica de la actividad físicodeportiva y el consumo de drogas.
De este modo, el principal objetivo de este estudio es analizar la relación e influencia de la motivación deportiva en el consumo de alcohol, tabaco y cannabis en deportistas adolescentes escolares con las siguientes hipótesis:
Existencia de relaciones significativas entre mayores motivaciones intrínsecas y menores consumos de alcohol, tabaco y cannabis en una línea más de conductas más autodeterminada.
Existencia de relaciones significativas entre mayores motivaciones extrínsecas y falta de motivación con mayores consumos de alcohol, tabaco y cannabis en una línea de conductas menos autodeterminada.
Método
Diseño
Siguiendo a Ato, López y Benavente (2013), el estudio es de tipo ex post-facto, de carácter prospectivo, con un diseño descriptivo simple, respondiendo a un muestreo aleatorio simple.
Muestra
El grupo estuvo compuesto por 626 adolescentes deportistas masculinos, pertenecientes a 14 clubes de fútbol, con edades comprendidas entre los 14 y 19 años, todos ellos federados y activos en la práctica deportiva (ver Tabla 1).
Edad | N | % |
---|---|---|
14 años | 102 | 16.2 |
15 años | 144 | 23.0 |
16 años | 138 | 22.0 |
17 años | 98 | 15.6 |
18 años | 86 | 13.7 |
19 años | 58 | 9.2 |
Instrumentos de evaluación
Para recoger la información y lograr una aproximación al objetivo establecido se utilizaron dos cuestionarios.
Para percibir los motivos de práctica de los adolescentes deportistas se utilizó una versión traducida y adaptada de la Sport Motivation Scale (Pelletier, Fortier, Vallerand, Tuson, Brière, & Blais, 1995), validada y traducida al español por Núñez, Martín-Albo, Navarro y González (2006). Esta escala se compone de 28 ítems repartidos en tres grandes motivaciones con sus respectivas subvariables de igual número de ítems (4): motivación intrínseca, orientada hacia la práctica (p. ej. por la satisfacción que me produce realizar algo excitante) (α= .82), aprendizaje (p. ej. por la satisfacción de aprender algo más sobre este deporte) (α = .76) y perfeccionamiento (p. ej. por la satisfacción que siento mejorando algunos de mis puntos flacos) (α = .78); motivación extrínseca, identificada (p. ej. porque en mi opinión es una de las mejores formas de conocer gente) (α = .72), introyectada (p. ej. porque debo participar para sentirme bien conmigo mismo) (α = .78) y externa (p. ej. porque me permite ser valorado por la gente que conozco) (α = .79) y, por último, amotivación (p. ej. no lo sé, siento que no soy capaz de tener éxito en este deporte) (α=.81) o, lo que es lo mismo, la falta de motivación hacia la práctica deportiva. La fiabilidad del instrumento original denota un alfa de Cronbach de .750.
Con la finalidad de percibir el consumo por parte de los futbolistas adolescentes, se utilizó una versión adaptada de la Encuesta Estatal Sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias (ESTUDES, 2016), promovida por la delegación del gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas (PNSD). Se tomaron las categorías generales del consumo de alcohol (α = .77) tabaco (α = .74) y cannabis (α = .75) con tres opciones de respuesta: consumo habitual, ocasional o ausencia del mismo, mostrando una consistencia interna de .768.
Procedimiento
Para la realización del estudio se contó con la aprobación de los 14 clubes de fútbol y de los padres/ tutores de los futbolistas por medio de consentimiento informado acerca de los fines de la investigación. Un día de la semana, acordado previamente con los entrenadores, se llevó a cabo la cumplimentación de los cuestionarios en cada uno de los clubes. Una vez recogidos los datos, se procesaron y analizaron mediante el programa estadístico IBM SPSS v22.0. Todos los sujetos y sus padres/tutores fueron previamente informados de la naturaleza del estudio, participaron de manera voluntaria, respetando las directrices éticas de la Declaración de Helsinki (AMM, 2000) en todos sus términos.
Análisis de datos
Se procedió a realizar una estadística descriptiva para hallar los datos sociodemográficos de las diferentes variadas estudiadas. Posteriormente, se realizaron correlaciones entre las variables motivación deportiva y consumo. Se estableció un análisis de ecuaciones entre las diferentes motivaciones y consumos. Finalmente, mediante el análisis de cluster, se clasificaron a los sujetos del estudio según sus características específicas, en diferentes grupos cuyas puntuaciones fueron significativas entre sí. Para todas las operaciones, se tuvo en cuenta un nivel de significación p ≤ .05.
Resultados
Variables descriptivas
Tal y como se observa en la Tabla 2, las diferentes motivaciones intrínsecas (orientadas hacia la práctica, aprendizaje y perfeccionamiento) obtuvieron mayores puntuaciones que las motivaciones extrínsecas, emergiendo la motivación introyectada como variable de mayor media entre ellas. La amotivación, o falta de motivación, resultó la menos puntuada por los deportistas adolescentes.
Motivación deportiva | Media | DT | Rango | α |
---|---|---|---|---|
Intrínseca practicar | 4.04 | .69625 | 4.00 | .82 |
Intrínseca aprender | 3.81 | .79518 | 4.00 | .76 |
Intrínseca perfeccionar | 3.90 | .74248 | 3.75 | .78 |
Extrínseca externa | 2.49 | .89661 | 4.00 | .79 |
Extrínseca identificada | 3.51 | .83687 | 4.00 | .72 |
Extrínseca introyectada | 3.73 | .68084 | 4.00 | .78 |
Amotivación | 1.72 | .76653 | 4.00 | .81 |
Por otra parte, atendiendo a las prevalencias de consumo de drogas, el alcohol se denotó como la sustancia más consumida entre los deportistas adolescentes, tanto a nivel habitual (N = 148; 23.6 %) como ocasional (N = 344; 54.9 %), seguido por el tabaco (véase Tabla 3). El consumo de cannabis resultó ser menos acentuado que las dos anteriores, con escasas prevalencias de consumo habitual (N = 44; 7.0 %) así como ausencia del mismo (N = 445; 71.0 %).
Relación entre la motivación deportiva y el consumo de alcohol, tabaco y cannabis
Se analizaron las variables deportivas y de consumo; se apreciaron correlaciones significativas entre varias de ellas (véase Tabla 4). Así, destacó la significación de motivaciones intrínsecas, especialmente las orientadas hacia la práctica y el aprendizaje, con el consumo de alcohol, tabaco y cannabis, de la misma manera que lo hizo con la motivación extrínseca identificada (-.146**) y la falta de motivación (.143**).
Nunca | Ocasional | Habitual | - | ||||
---|---|---|---|---|---|---|---|
Sustancia | N | % | N | % | N | % | α |
Alcohol | 134 | 21.4 | 344 | 54.9 | 148 | 23.6 | .77 |
Tabaco | 326 | 52.0 | 219 | 34.9 | 81 | 12.9 | .74 |
Cannabis | 445 | 71.0 | 137 | 21.8 | 44 | 7.0 | .75 |
** La correlación es significativa al nivel .01 (bilateral). * La correlación es significante al nivel .05 (bilateral).
Análisis del modelo entre la motivación y el consumo de alcohol, tabaco y cannabis
En la Figura 1 se muestra el resultado del análisis con ecuaciones estructurales mediante el método de extracción de máxima verosimilitud, confirmando la adecuación del modelo compuesto por los constructos planteados en el estudio. En este caso, se observa cómo la motivación presenta relaciones inversas con los consumos (tabaco r = -.20; alcohol r = -.15; cannabis r = -.15). Esto indicaría que, a mayor motivación en los adolescentes, menores consumos y viceversa. Por otra parte, todos los factores de motivación presentaron adecuados ajustes con la amotivación, presentando una pequeña relación inversa (r = -.11). Por lo que se refiere al ajuste del modelo, los diversos índices de ajuste resultaron adecuados; de este modo, se puede afirmar que el modelo propuesto acerca de la estructura factorial entre los factores es sustentable: χ2(35)=85.678, p< .001; χ2/gl = 2.447; CFI = 0.96; NFI = 0.94; TLI = 0.94; RMSEA = 0.063, IC 95% (0.048 - 0.079).
Patrones de conducta entre variables deportivas y consumo de alcohol, tabaco y cannabis
Por último, se clasificó a los participantes en tres grupos homogéneos en función de sus niveles de motivación y consumo realizando un análisis de cluster, el cual tiene por objetivo la clasificación de los individuos en grupos significativos. Tal y como se puede observar en la Tabla 5, se establecieron tres grupos significativos en función de sus medias.
A continuación, se muestran, de manera específica, las diferentes medias de cada variable en función a los tres grupos significativos anteriores (Tabla 6).
G.1 | G.2 | G.3 | Media | |
---|---|---|---|---|
Motivación deportiva | - | - | - | - |
Intrínseca practicar | 3.39 | 4.35 | 4.14 | 4.04 |
Intrínseca aprender | 3.04 | 4.25 | 3.92 | 3.81 |
Intrínseca perfeccionar | 3.27 | 4.31 | 4.00 | 3.90 |
Extrínseca externa | 2.12 | 3.29 | 2.18 | 2.49 |
Extrínseca identificada | 2.96 | 4.00 | 3.51 | 3.51 |
Extrínseca introyectada | 3.32 | 4.11 | 3.73 | 3.73 |
Amotivación | 2.06 | 2.03 | 1.38 | 1.72 |
Sustancias consumidas | - | - | - | - |
Alcohol | 1.53 | 1.12 | .79 | 1.08 |
Tabaco | .100 | .52 | .21 | .50 |
Cannabis | .77 | .36 | .11 | .35 |
Primer grupo (N = 167; 26.6%). Caracterizado por conductas menos adaptativas: Las motivaciones intrínsecas se dispusieron por debajo de la media en detrimento de un mayor consumo de alcohol, tabaco y cannabis, así como prevalencias superiores de amotivación.
Segundo grupo (N = 192; 30.6%). Caracterizado por conductas mixtas: Las variables deportivas de motivación se dispusieron en su mayoría por encima de la media, resultando prevalencias ligeramente superiores a ella en los consumos de alcohol, tabaco y cannabis.
Tercer grupo (N = 267; 42.6%). Caracterizado por conductas más adaptativas: Las medias de este grupo en motivaciones intrínsecas fueron superiores a la media total resultando las extrínsecas y amotivación por debajo de ella. Todo ello unido a un considerable descenso de las prevalencias de alcohol, tabaco y cannabis por parte de los futbolistas adolescentes que componían este grupo.
Discusión
El objetivo de la investigación era analizar la relación e influencia de la motivación deportiva en el consumo de alcohol, tabaco y cannabis en deportistas adolescentes escolares. De este modo, la primera hipótesis que planteada fue la existencia de relaciones significativas entre mayores motivaciones intrínsecas y menores consumos de alcohol, tabaco y cannabis en una línea más de conductas más autodeterminada.
Según desprenden los resultados, la hipótesis se cumplió; revelaron relaciones entre motivaciones predominantemente intrínsecas hacia la práctica, aprendizaje y perfeccionamiento con unas menores prevalencias de consumo de alcohol, tabaco y cannabis.
Moreno et al. (2008) encontraron que, aquellos deportistas con motivaciones más intrínsecas predecían positivamente los motivos de salud y ausencia de consumo de drogas. Así, los adolescentes con ausencia o escasa prevalencia de consumo se encontraban más intrínsecamente motivados hacia la práctica físico-deportiva que los orientados extrínsecamente. Diversos estudios asocian un menor consumo de tabaco y alcohol con una alta motivación intrínseca y mayor práctica físico-deportiva en edad extraescolar (Inglés et al., 2007; Llamas, 2009; Usán et al., 2017). En una misma línea, Leyton et al. (2012) manifiestan la relación de una ausencia de consumo de tabaco en relación con motivaciones intrínsecas unidas a hábitos de salud positivos, como un adecuado descanso y alimentación. De esta manera, la motivación se revela factor muy importante para la salud física y psicológica (Moreno et al. 2008; Portolés & González, 2016; Rees & Sabia, 2010).
La segunda hipótesis del trabajo aludía a la existencia de relaciones significativas entre mayores motivaciones extrínsecas y falta de motivación con mayores consumos de alcohol, tabaco y cannabis en una línea de conductas menos autodeterminada. A tenor de los resultados, se demostró tal relación entre la motivación y el consumo de alcohol, tabaco y cannabis. Así, desde una línea menos autodeterminada diferentes trabajos aluden a una mayor medida de los motivos extrínsecos en la práctica físicodeportiva en coincidencia con el consumo de sustancias ligado a perfiles conductuales más desadaptativos (RuizRisueño, 2011; Ruiz-Juan & Zamarripa, 2012; Vasters & Pillon, 2011).
Los trabajos de Moreno et al. (2008) determinan que aquellos deportistas que poseen menos motivación autodeterminada en la práctica deportiva predicen significativamente hábitos de salud poco consistentes que conllevan el consumo de sustancias durante la adolescencia. De igual manera que los adolescentes de este estudio, los deportistas que consumen habitualmente alcohol y tabaco reflejan motivaciones predominantemente extrínsecas. Moreno y Cervelló (2009) muestran relaciones positivas entre motivaciones puramente extrínsecas y consumo de alcohol en comportamientos más desadaptativos. A su vez, el consumo de cannabis se ha relacionado peyorativamente con la motivación y adhesión hacia la práctica deportiva. De este modo, Villalbí et al. (2011) manifiestan la implicación y consecuencias del consumo de cannabis en el rendimiento deportivo de los futbolistas mermando su motivación intrínseca hacia la práctica deportiva.
Por todo ello, la motivación de los adolescentes influye y desempeña una labor relevante sobre las conductas de consumo (Jiménez, Cervelló, García-Calvo, SantosRosa & Iglesias, 2007; Rubak, Sandbaek, Lauritzen & Christensen, 2005), por lo que resulta fundamental atender a ella para en la prevención e intervención del consumo en aras de una mayor adherencia y disfrute de la actividad físico-deportiva (Agulló-Calatayud, 2008; González-Alcaide, Valderrama-Zurián, y AleixandreBenavent, 2008; Bartík, 2012; Hodge, Hargreaves, Gerrard & Lonsdale, 2013;Pérez-Milena, Olmedilla, Mesa, Jiménez, Martínez & Pérez-Milena, 2010; Prieto, 2015; Roessler, 2009).
Limitaciones del estudio
Las limitaciones del estudio residen en su diseño transversal, pues toma los datos en un momento espacio temporal dado. A su vez, los clubes encuestados responden de una manera aleatoria a su inclusión en el estudio y no se toma una muestra uniforme de todos los barrios de la ciudad, por lo que se afecta a las posibles diferencias entre sus niveles deportivos y sociales. A la par, las prevalencias de motivación y consumo pueden variar de un año a otro, incluso dentro de un mismo año, en cuanto los adolescentes avanzan en la etapa de la adolescencia.
Implicaciones prácticas
Para finalizar, este trabajo puede tener unas implicaciones de carácter práctico que desemboquen en unas estrategias didácticas a utilizar sobre deportistas adolescentes. Lo anterior a través de entrenadores o monitores deportivos, que guíen hacia conductas autodeterminadas como pueden ser la promoción de motivaciones intrínsecas hacia la práctica del deporte impulsadas por el esfuerzo, interés y diversión en detrimento de las extrínsecas así como formación en consumo de sustancias. Un ejemplo de ello resultan las estrategias a utilizar para alcanzar un clima motivacional implicante a la tarea (García-Calvo, Santos-Rosa, Jiménez & Cervelló, 2006).
A su vez, programas de intervención dirigidos por profesionales del ámbito en la apuesta de la Administración y los propios clubes deportivos por el trabajo con sus adolescentes en las variables acaecidas puede ayudar a contribuir a la formación integral y educacional del deportista no reduciéndola sólo a la deportiva.