Taxonomía
Nombre científico: Eugenia brasiliensis Lam.
Nombre común: Grumichama, fragosa, cereza brasileña, grumixama.
Familia: Myrtaceae.
Origen: Exótica.
Distribución en el mundo: Crece en forma silvestre al sur de Brasil.
Distribución en Costa Rica: Plantada ocasionalmente en regiones altas de Cartago y Turrialba.
Descripción
Arbusto mediano de aproximadamente 5m; Aunque puede alcanzar en buenas condiciones 10 m de alto (Geilfus, 1989).
Es perennifolio, de copa de tipo globosa, angosta y delgada, pero piramidal cuando crece aisladamente.
Fuste ramificado desde la base, su corteza es desprendible en capas delgadas, brillante, oscura y su raíz es poco agresiva.
Las hojas son simples, opuestas, coriáceas, ovadas, de 8 a 12 cm de largo y 5 a 6 cm de ancho. Lustrosas en la cara superior y cuando jóvenes presentan una coloración rojiza.
Las flores son pequeñas, blancas, abundantes, solitarias o en grupos, el árbol florecido llama la atención por la cantidad de flores.
Produce frutos carnosos, tipo baya, globosos, de 1 a 2,5 cm de diámetro, los cuales cuelgan de largos y delgados pedúnculos; son de color rojo a negro púrpura en la madurez y presentan cuatro sépalos verdes y persistentes a manera de corona. Su pulpa es blanca, comestible, de sabor agradable y dulce. Un árbol con frutos llama la atención por la abundancia y el color púrpura.
La semilla es de forma oval a redondeada, ligeramente comprimidas, de 0,8 a 1 cm de largo y aproximadamente 0,4 cm de grosor. Presenta una testa delgada de color verde clara, lisa y brillante (Torres et al., 2011).
Su madera es moderadamente densa (0,71 g/cm3), y debido a la poca altura y copa angosta, esta especie es óptima para uso en el paisajismo, en especial si se planta en vías estrechas (figura 1 y 2). Otro uso importante, considerando que sus frutos son consumidos por las aves, es su reforestación en plantaciones heterogéneas destinadas a la recomposición de áreas degradadas y conservación de sitios (Lorenzi, 1992). También es apreciada como cerca rompevientos (Geilfus, 1989).
Dendrofenocronograma
Se presenta a continuación información fenológica de grumichama, para el Valle Central de Costa Rica (Cuadro 1).
Manejo de semilla y viverización
Los frutos de grumichama se recolectan en el Valle Central de Costa Rica durante el período de febrero a julio. La madurez de sus frutos se reconoce por su color púrpura, textura y dispersión, la cual es de tipo barócora (por peso), epizóocora (por adhesión a pelaje animal) y antrócora (por consumo directo). La recolección preferiblemente debe hacerse directamente del suelo o bien mediante el uso de podadora de extensión o manta (Torres et al., 2011).
Las semillas se siembran por el método de puntos en un sustrato a base de tierra más arena. Éstas se deben cubrir apenas superficialmente, siendo que la germinación se experimenta entre 20-60 días después de la siembra. Su porcentaje de germinación, dependiendo de la calidad de la semilla, varía de un 85-100 % y se puede llegar a obtener un total de 1814 semillas por kilo (Torres et al., 2011).
Las plántulas se encuentran listas para su repique o trasplante, bajo el sistema de producción en bolsa plástica o pote biodegradable, tres semanas posteriores a la germinación. En cuanto al mantenimiento en el vivero, es recomendable aplicar sombra por un periodo no mayor a los 8 días, así como la incorporación, en el sustrato, de fertilización química u orgánica en caso de ser necesario (Torres et al., 2011).
Una vez plantada, esta especie es de crecimiento lento, empieza a producir frutos al cuarto o quinto año. El injerto tipo púa y el acodo aéreo serían opciones de reproducción asexual interesantes para lograr la fructificación al segundo año de plantada (Geilfus, 1989).