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Revista de Estudios Históricos de la Masonería Latinoamericana y Caribeña

On-line version ISSN 1659-4223

REHMLAC vol.12 n.1-2 San Pedro, Montes de Oca Jul./Dec. 2020

http://dx.doi.org/10.15517/rehmlac.v12i1-2.40777 

Artículo

Relaciones entre la masonería andaluza e hispanoamericana en la primera mitad del siglo XX. Una mirada desde Andalucía

Relations between Andalusian and Spanish-American Freemasonry in the first half of the 20th century. A view from Andalusia

José Leonardo Ruiz Sánchez1 

1Universidad de Sevilla, España

Resumen

Las relaciones entre la Masonería en Hispanoamérica y España no se circunscriben exclusivamente a las logias que desde el otro lado del Atlántico dependían de Obediencias españolas o a los masones que buscaron en su exilio acomodarse allí tras la guerra civil iniciada en 1936. En lo que se refiere a Andalucía, esas relaciones cuyas causas son muy distintas a las anteriores y existían desde comienzos del siglo XX.

Palabras-clave: Masonería; Andalucía; Hispanoamérica; Siglo XIX

Abstract

Relations between Freemasonry in Latin America and Spain are not limited exclusively to the lodges that depended on Spanish Obediences from the other side of the Atlantic or on the Masons who sought to settle there in exile after Spain’s in 1936. With regards to Andalusia, those relationships were quite different from the latter at least at the beginning of the 20th century.

Key words: Freemasonry; Andalusia; Latin America; 19th century

Introducción

Es habitual cuando se aborda la relación entre la masonería española en general y andaluza en particular con Hispanoamérica, pensar, casi en exclusividad, en dos aspectos. Por un lado, en las logias que al otro lado del Atlántico reconocían la autoridad y dependían de las diferentes Obediencias y de la masonería española, tanto a finales del siglo XIX (más de cuatrocientas)1 como ―a pesar de la crisis finisecular de la masonería española― a comienzos del siglo XX (más de 80 nuevos) solo bajo la Obediencia del Gran Oriente Español, según los listados que han publicado distintos y reputados historiadores2. Por otro lado, en todo lo relacionado con las vicisitudes del exilio español tras la última guerra civil (1936-1939). Este es un caso más estudiado, al que se han referido tanto los expertos en el exilio como los que han estudiado la masonería del momento, quienes han detectado con nitidez el volumen que alcanzó el hecho así como la dispersión de la que fue objeto entre los distintos países al otro lado del Atlántico. Siendo nutrida la nómina de los que quedan enmarcados en este contexto, no agota ahí toda la relación que se ha tenido desde España ―más en concreto desde Andalucía― con el continente americano al menos desde comienzos del siglo XX, como desgranaremos a continuación.

A partir de la obra en la que hemos participado Los masones andaluces de la República, la Guerra y el exilio.- Diccionario biográfico, dos volúmenes con más de mil páginas, más de cinco mil biografías de masones que participaron en los más de 160 organismos masónicos andaluces durante la primera mitad del XX, podemos constatar con mejor acierto la existencia de estas relaciones3[1].

Al respecto y para el caso que nos ocupa debemos precisar varias cuestiones. La primera de ellas es que las 5.662 biografías confeccionadas por los 16 especialistas se refieren, como se ha indicado, no tanto a masones andaluces como a personas que en algún momento de su vida han estado vinculadas a talleres andaluces inclusive, por tanto, los que pudieron participar en los de otras regiones españolas e incluso ―como indicaremos― en países hispanoamericanos. La segunda, que la realización de estas biografías ha sido posible gracias a la documentación (a veces incompleta, fragmentaria) que se ha conservado como consecuencia de los procesos de incautación de documentos durante los primeros momentos del franquismo, en su obsesiva política represiva antimasónica; si bien este hecho ha permitido reunir la documentación y, ya en la actualidad, proceder a una consulta sistemática, también somos conscientes de que parte de la información pudo no existir (es posible que datos que ahora nos interesan acaso no fueron recabados por los talleres en su momento), pero también que parte de la documentación pudo perderse o destruirse y, en consecuencia, los resultados que a continuación exponemos, con ser sin lugar a dudas fiables, también hemos de entender que no dejan de ser indicios de una cuestión que pudiera ser de mayores dimensiones. En tercer lugar, la documentación ―y por tanto la información― está recogida desde aquí, desde el solar hispano y andaluz, por lo que determinadas cuestiones requerirían una constatación desde el otro lado del Atlántico, que al menos por ahora se nos hace imposible; pongamos varios casos: si el hermano masón de aquí refiere que perteneció a algún taller de allende, lo asumimos como veraz siempre que no haya documentación que lo contradiga; tenemos evidencias de los garantes de amistad o representación de algunos talleres del otro lado del océano, pero difícilmente encontraremos (salvo alguna referencia en las actas de los talleres, salvo raros casos conservados) quiénes de los de aquí lo fueron allí; y, habiéndose detenido aquí el reloj masónico entre 1936/39 (no el represivo), poco sabemos de la trayectoria de los andaluces en los talleres masónicos americanos, trabajo que podría ser interesante ―entre otros aspectos― para constatar la pervivencia del ideal que les caracteriza, la acogida que tuvieron y la razón de la misma.

No creemos necesario insistir aquí sobre las características de la masonería andaluza (bastante dispar en su distribución geográfica como bien sabemos), de los aspectos socioprofesionales de sus miembros, de su ideología o de la participación destacada en determinadas empresas políticas de distinta naturaleza, remitiendo a la introducción que figura en el mismo diccionario y a las obras que se han publicado con posterioridad. Solo en el caso de requerirse haríamos alguna referencia que reafirmase nuestras hipótesis4[2][3].

El número de masones de Andalucía que nos ocupan en el análisis que presentamos superan los 80 hermanos. Queda claro que, con matices, existe correspondencia entre el número de masones que hubo en cada provincia y quienes estuvieron cruzando el Atlántico. En las primeras décadas del siglo, las relaciones parece que fueron más, en general, de la Andalucía costera Occidental incluyendo Sevilla y Málaga; sobre todo de Cádiz, acaso porque aún se mantenían algunas de las inercias anteriores al 98. En el exilio, tras la Guerra Civil, no puede sorprender la escasa o nula presencia de granadinos o jiennenses, por cuanto el número de hermanos en estas primeras décadas del siglo fue muy exiguo en estas provincias (poco más de un centenar en el primer caso; ni siquiera eso en el segundo), abundando por el contrario los onubenses y sevillanos; extraña la escasa presencia de gaditanos, acaso porque la vía de salida pudo ser otra (a través de Gibraltar, hacia el mundo anglosajón o europeo).

Nacidos en Hispanoamérica e iniciados en España

El número de masones nacidos en los territorios de ultramar e iniciados en talleres andaluces o españoles, pero vinculados a la masonería andaluza, fueron 12 como se ha reflejado en el cuadro no. 15. Por países, seis lo hicieron en Cuba (uno al menos con posterioridad a la independencia), cinco en Puerto Rico y uno en Chile. Por la profesión de la mayoría, militares vinculados a la Armada, puede deducirse que podían pertenecer al personal peninsular establecido en los últimos territorios de dominación española en América, nacidos en fechas próximas a esa coyuntura. Precisamente terminaron por recalar en aquellas provincias andaluzas más vinculadas militar y, posiblemente, también comercialmente con aquellos territorios de ultramar.

Table 1 Masones andaluces nacidos en Hispanoamérica 

NOMBRE NACIMIENTO FECHA PROFESIÓN RESIDENCIA
BONILLO MAURICIO, Enrique CUBA (La Habana) 26.05.1893 Oficial de Infantería Cádiz
GUTIÉRREZ VALVERDE, Miguel CUBA (La Habana, S. José de las L.) 1910 Industrial Málaga
LÓPEZ NAVAS, Enrique CUBA (La Habana) 12.09.1892 Maquinista naval Málaga/Cádiz (El Puerto SM)
MARTÍNEZ PEDROSO, Manuel CUBA (La Habana) 03.02.1883 Catedrático de Derecho. U. de Sevilla Sevilla
ORTEGA AMAYA, Sebastián CUBA (Santiago) - Militar (escribiente) Sevilla
SÁNCHEZ GALI, Pedro Moisés CUBA (Santa Clara) 04.09.1884 Maestro Almería
HERAS ALSINA, Pedro de las PUERTO RICO (San Juan de) 14.08.1880 Coronel de Infantería Cádiz/Málaga
HIDALGO SÁNCHEZ, Luis PUERTO RICO (San Juan de) 1899 Representante industrial Cádiz
JIMÉNEZ HIDALGO, Antonio PUERTO RICO (San Juan de) 28.06.1888 Industrial Cádiz (La Línea)
JIMÉNEZ MARTEL, Bernardo PUERTO RICO (Mayagüez) 1895 Comerciante Cádiz (Jerez)
ORTEGA GONZÁLEZ, Antonio PUERTO RICO (San Juan de) 19.07.1905 Empleado Cádiz (La Línea)
CASTELLANO NARANJO, Miguel CHILE (Santiago) - Comandante de Infantería Cádiz

Elaboración propia

En lo que se refiere a su vinculación con la masonería, todos fueron iniciados ya en talleres peninsulares estableciendo su residencia en algún momento en Andalucía. Dentro de la escasa información que tenemos sobre la mayoría, es precisamente en su condición masónica donde detectamos elementos que todavía le vinculaban al lugar de su naturaleza en el caso de algunos. Así, el industrial cubano Miguel Gutiérrez Valverde al ser iniciado en 1934 en la logia Fraternidad núm. 19 de Málaga, su lugar de residencia, tomó de nombre simbólico “Martí”; el escribiente de oficinas militares Sebastián Ortega Amaya (o Anaya) tomó como nombre simbólico “Maceo” cuando fue iniciado en la logia sevillana Pi y Margal núm. 13; por último, Luis Hidalgo Sánchez, nacido en San Juan de Puerto Rico, fue iniciado el 1 de junio de 1931 en la logia Fidelidad núm. 13 de Cádiz con el simbólico “Puerto Rico”6.

Entre los más significados se encontraba Manuel Martínez Pedroso, Catedrático de Derecho Político y Vicerrector de la Universidad de Sevilla. Pertenecía a una familia de comerciantes de la industria tabaquera, ennoblecidos por Carlos III con el título de condes de Pedroso y Garro que él nunca utilizó. Su infancia la pasó en Madrid donde se licenció en Derecho (1904) y doctoró (1910), siendo iniciado en 1909 aquí en la prestigiosa logia Ibérica núm. 7 con el simbólico “Valmy”; en 1928, residiendo ya en Sevilla, ingresó en la logia España y Trabajo núm. 42 además de pertenecer ―ya en los años treinta― a talleres norteafricanos de Ceuta y Larache. Desde 1927 era catedrático de Derecho Político Español en la Universidad de Sevilla. Comenzó su andadura política en la Agrupación Socialista de Madrid y, tras afiliarse al Partido Comunista de España, reingresó en el PSOE siendo diputado a Cortes por Ceuta en 1936. Durante la Guerra fue representante de la República Española en Tánger, encargado de negocios de la legación española en Varsovia (Polonia), delegado ante la Sociedad de Naciones y Embajador de España en Moscú (URSS), donde le sorprendió la guerra7 [4].

También lo fue Pedro Moisés Sánchez Gali, maestro de instrucción primaria, iniciado en la logia Jovellanos núm. 337 de Gijón en 1917, donde alcanzó el tercer grado; encargado de una escuela de niños en la ciudad minera de Mieres procuró entonces la renovación pedagógica acudiendo a modelos europeos. En 1922, tras solicitar plancha de quite, se trasladó a Almería donde se afilió en la logia Evolución núm. 403, siendo expedientado al poco por lo que fundó en 1923 la logia Redención núm. 18 (adscrita a la Gran Logia Española la GLE, no al Gran Oriente Español como la anterior) de la que fue Venerable y volvió a ser expulsado. Políticamente se identificó con el socialismo, siendo en Almería un destacado directivo durante los años veinte y treinta del PSOE y también de la UGT. Fue líder del sindicato minero de Serón y alcalde socialista de esta localidad almeriense durante la Segunda República 8 [5] [6].

Por último, el militar Pedro de las Heras Alsina fue iniciado en 1924 en la logia gaditana Hijos de Hiram núm. 9, ingresando posteriormente ―tras participar en distintos talleres― como afiliado en la de Málaga Patria Grande núm. 18 (1931), de la que fue Venerable y Orador; en ambas ciudades fue miembro de los capítulos allí establecidos. Ideológicamente fue un destacado republicano que mantuvo su militancia masónica durante la guerra, a cuyo término huyó a Francia donde falleció al poco9 [7].

De dos de los nacidos en Ultramar tenemos constancia de que regresaron a su lugar de origen, en ambos casos a Cuba. Uno lo hizo solo momentáneamente, Martínez Pedroso, que regresó a La Habana durante su exilio pues desde Moscú (en donde era embajador) marchó por Suecia, Nueva York, La Habana y finalmente a México, donde se estableció en 1939; aquí impartió clases en el Instituto Ruiz de Alarcón inicialmente, fue profesor del Centro de Estudios Sociales del Colegio de México e impartió Teoría del Estado y Derecho Internacional en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de México durante una veintena de años, además de hacerlo en otros prestigiosos centros y de trabajar como asesor para la Editorial Fondo de Cultura Económica; paradójicamente en España se le había suspendido de sueldo y separado definitivamente del servicio en 1937. En 1946 representó en Venezuela al Gobierno de la República en el exilio. Fue también asesor jurídico de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México en cuya capital falleció el 10 de mayo de 1958c.

En el caso de Sánchez Gali se exilió primero a Francia trasladándose al poco a La Habana, donde fue uno de los impulsores de la sociedad “Fraternidad Española en el Exilio” además de colaborar de la revista Mundo Masónico; tras su paso fugaz por México regresó de nuevo a La Habana donde fue entonces profesor y, en contacto con las organizaciones republicanas en el exilio, reemprendió sus actividades políticas (perteneció a la Agrupación Socialista Pablo Iglesias) y masónicas (Orador de la Logia José Nakens; miembro de la comisión de relaciones exteriores de la Gran Logia de Cuba; participación en la fundación de la Universidad Nacional Masónica José Martí (1951). Falleció en la capital cubana el 12 de mayo de 195511 [8].

Iniciados en tierras americanas, luego en talleres andaluces

Según nuestros datos, al menos diez de los masones de Andalucía comenzaron su vida masónica en talleres hispanoamericanos. La información entendemos que es incompleta como más arriba indicamos y procede de la que facilitaron al afiliarse en los talleres andaluces, sin que en nuestra investigación hayamos hecho incursión alguna al respecto. La mitad pertenecieron a distintos talleres de Cuba (aparecen citadas las logias Paz y Unión, Fraternidad, Hiram, Colón y Verdad); dos a talleres de Puerto Rico (en un caso a la logia Minerva) y, uno en cada caso, a talleres argentino, de la República Dominicana y de los Estados Unidos. Como puede comprobarse, con respecto al lugar de nacimiento solo en uno de los casos de entre los conocidos lo había hecho en un país sudamericano (Chile) si bien perteneció a un taller en Cuba, muestra de la movilidad de este personal.

Table 2 Masones en Andalucía iniciados en Hispanoamérica 

NOMBRE NACIMIENTO LUGAR, FECHA Y TALLER en el que se inició VECINDAD
CASTELLANO NARANJO, Miguel CHILE (Santiago) Cuba, 1903, logia Paz y Unión Cádiz
DOMÍNGUEZ RUIZ, Manuel Huelva Cuba (San Nicolás), logia Fraternidad núm. 158 Huelva y Sevilla
GÓMEZ GÓMEZ, José Aristides (España) Cuba, logia Hiram Ubrique (Cádiz)
RODRÍGUEZ GÓMEZ, Andrés Albuñol (Granada) Cuba, logia Verdad (Matanzas) Albuñol (Granada)
SAAVEDRA MÉNDEZ. Luis Huelva? Cuba, logia Colón Huelva
ALFONSO MÁS, José Sevilla Argentina (General Picó), antes de 1914, logia Constelación 294 Sevilla
CARVAJAL NARVÁEZ, Manuel Albolote (Granada) República Dominicana (Santo Domingo), hacia 1920, logia Libertad núm. 20 Granada
MARTÍNEZ GARCÍA, Miguel Burgos (Quintana/Briviesca) Puerto Rico, 1894 La Atunara (Cádiz)
TORRES DE LA VEGA, Rafael - Puerto Rico, antes de 1917, logia Minerva núm. 322 Málaga
ROMERO CASTELLANOS, Emilio Maracena (Granada) Estados Unidos, Nueva York logia Internacional núm. 22 Granada y Cádiz

Elaboración propia

De los iniciados en Cuba, en el caso del comandante de Infantería Miguel Castellano Naranjo, se afilió en 1904 en la logia España núm. 259 de Cádiz de la que fue dado de baja en marzo de 1912 por falta de pago; en realidad la baja coincidió con la disolución del taller gaditano, que tenía actividad desde 189712. De Luis Saavedra Méndez, consta en 1928 que se había afiliado en Huelva al taller Minerva núm. 17 en funcionamiento desde 1924, donde desempeñó el cargo de Orador en 1932; políticamente fue vocal de la comisión organizadora del Partido Republicano Radical Demócrata y miembro de Unión Republicana, por tanto seguidor de Diego Martínez Barrio tanto en política como en Obediencia, ya que su taller era de la Gran Logia Simbólica Regional del Mediodía13 [9]. Por último, en el caso del capitán de Infantería onubense Manuel Domínguez Ruiz, sabemos que fue iniciado en la logia Fraternidad núm. 158 de San Nicolás donde obtuvo el grado 18º; en 1905 perteneció a la logia Fe núm. 261 de Sevilla, donde ejerció de Orador (1907) y de Secretario (1908); más tarde fue el fundador de la logia Dos de Mayo núm. 303 (Venerable entre 1908-1909), miembro de la Joven Andalucía núm. 349 (Secretario Adjunto en 1914), afiliado a Isis y Osiris núm. 377 (1917), donde causó baja al año siguiente por traslado a Barcelona e ingresando más tarde en un taller de Valladolid, falleciendo finalmente en 193314. José Arístides Gómez Gómez, practicante, fue iniciado en la logia Hiram de Ranchuelo (Cuba) el 20 de junio de 1910 afiliándose al poco de su regreso a España en la logia América núm. 1 de Ubrique (Cádiz) y más tarde en España Democrática núm. 341, en la capital gaditana, que tuvo actividad entre 1912-1924. 15

Del sastre albuñolense Andrés Rodríguez Gómez tenemos más noticias: con grado 18, se afilió a la logia Verdad núm. 32 de Albuñol (Granada) cuando hicimos nuestro estudio sobre la provincia de Granada dónde se había iniciado; fue la consulta de la documentación del Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo (TERMC) creado en 1940 quien nos dio noticia de ello: lo había sido en la logia Verdad de Matanzas (Cuba) hacia 1906/7, teniendo como jefes a Ricardo A. Virne y a José Villa. Ante el tribunal reconoció la razón de su ingreso entonces en la masonería: la grave situación económica granadina le llevó en 1905 a probar fortuna en Cuba. Llegado a La Habana buscó trabajo como cortador en la sastrería Casa J. Beller no siendo admitido y desconociendo la causa:

Pasados unos dos años pude enterarme que no se me admitió en la referida casa porque el declarante no pertenecía a la masonería, como dentro de ella estaban todos los que se hallaban trabajando y sus propietarios. Ante ello decidí ingresar en la secta y ya perteneciendo a ella volví a solicitar trabajo en la referida Casa J. Balles haciendo constar que era masón y de esta forma quedé colocado como cortador sastre hasta el año 1918 en que pensé regresar a España.16

Centro Documental de la Memoria Histórica. TERMC, 12.901. José-Leonardo Ruiz Sánchez, “La represión de la masonería granadina durante la guerra civil y el franquismo (1936-1963). Nuevas aportaciones”, en prensa.

Le dieron de baja del taller por falta de asistencia y pago en 1918 rompiendo –decía años más tarde― el justificante, pues no deseaba continuar siendo masón dado su “acendrado ideal católico” que bordeó por ser requisito indispensable para trabajar. De cuando regresó a Albuñol decía la Guardia Civil que “daba muchas conferencias a sus amistades relacionadas con la masonería, pues era gran propagandista y entusiasta”, quedando afiliado en 1926 en la logia existente, también llamada Verdad, en reunión presidida por el secretario municipal que era su principal impulsor. En su defensa ante el tribunal refería su ideología conservadora, por lo que había permanecido durante toda la guerra encerrado en su cortijo, sin tomar participación en actividades políticas; también insistía en su condición de “ferviente católico” y practicante de la “Religión Católica con toda la devoción y respeto que pueden hacerlo los humanos”, añadiendo cómo durante la guerra “fui perseguido por los marxistas, que destrozaron mi casa de Albuñol, así como el cortijo”, habiendo tenido “escondida y disfrazada de campesina a una monja que en la actualidad se encuentra en Málaga, con grave riesgo y peligro de mi vida, ya que si los rojos se dan cuenta de ello nos hubieran asesinado a los dos, pero nada me importaba tal peligro con tal de salvar a una Sierva de Dios, siendo mi mayor recompensa haber conseguido, como lo conseguí, este propósito”. Todo ello convenientemente acreditado por las autoridades civiles y eclesiásticas locales. El párroco señalaba expresamente:

Cumple fielmente sus deberes religiosos y se muestra excelente cristiano en la práctica de la virtud y la fe. Como exponente de su fe y religiosidad debo aducir que cuando los marxistas saquearon esta Iglesia y destrozaron sacrílegamente las imágenes, dicho Sr. Rodríguez concibió el proyecto y formuló la promesa de adquirir en su tiempo una nueva Imagen de N. P. Jesús Nazareno de su especial devoción; promesa que ha cumplido adquiriendo la Imagen y donándola a la Iglesia, aportando para ello mil quinientas pesetas, y una fervorosa propaganda a favor de su devoción.17

Ruiz Sánchez, “La represión de la masonería granadina”. Ni por ese acendrado catolicismo el tribunal le libró de condena: con fecha 20 de marzo de 1940 el tribunal le condenó a inhabilitación absoluta y perpetua.

De los dos iniciados en Puerto Rico tenemos escasas noticias. De Rafael Torres de la Vega, residente en Málaga, solo nos consta su afiliación en 1917 a la logia malagueña Virtud núm. 385 cuando estaba en posesión del grado 13º. En el caso del militar Miguel Martínez García (sargento de carabineros más exactamente), burgalés de nacimiento y residente en La Atunara de Cádiz, participó el 1 de junio de 1927 en la creación del triángulo Numancia núm. 24 de esta localidad (que solo tuvo actividad entonces) y ese mismo año tarde estuvo en la logia Floridablanca núm. 14 de La Línea de la Concepción, que venía funcionando desde 1924 y permanecería en activo hasta 1936, de la que fue dado al poco baja por falta de asistencia y pago18.

El rentista sevillano José Alfonso Más fue iniciado, como se ha indicado, en la logia Constelación núm. 294 de General Picó (Argentina). Hacia 1921 perteneció a las logias sevillanas Isis y Osiris núm. 6 y Trabajo núm. 12 de la que fue Tesorero (1924) y Limosnero (1925); hacia 1927 ingresó en España y Trabajo núm. 42, a la que aún pertenecía en 1936. En estos talleres tuvo cierta relevancia, desempeñando también el puesto de vocal en la Comisión Permanente de la Gran Logia Simbólica Regional del Mediodía. Políticamente perteneció al Partido Republicano Radical, de Martínez Barrio, a quien acompañó luego cuando se escindió el partido en el Partido Republicano Radical Democrático y Unión Republicana. En vísperas de la Guerra se alistó a la Milicia Nacional presentando más tarde retractación de pertenencia a la masonería, lo que no le eximió de la aplicación de la legislación represora19.

Con respecto al iniciado en la logia Libertad núm. 20 de Santo Domingo, el representante granadino (de Albolote) Manuel Carvajal Narváez, fue en este taller Hospitalario (1925-1926) y Venerable (1928) además de Garante de Amistad de la logia Giner de Ronda; a comienzos de 1933 se afilió a la logia Alhambra núm. 69 de Granada, siendo dado de baja por falta de asistencia y pago en 1934 y, tras quedar sin efecto este acuerdo, se le expidió la correspondiente plancha de quite el 6 de mayo de 1935. De todos los anteriores, solo este último parece que volvió al continente americano al existir indicios de su vuelta tras la Guerra20.

Por último, Emilio Romero Castellanos fue iniciado en octubre de 1926 en la logia Internacional núm. 22 del Gran Oriente Brooklin de Nueva York por José María del Gallego y Ramón Ortiz, donde alcanzó el grado 3º. Según confesaba lo hizo porque, alejado de su patria y familia, se lo propusieron diciéndole que era una institución que perseguía un fin benéfico y la perfección del hombre ajustado a los preceptos de la moral. En 1928 regresó a España accediendo en 1933 a la petición de algunos hermanos para que se afiliase al triángulo Riberas del Genil, de Granada. Poco duró en el taller pues unos meses más tarde decidió trasladarse a vivir con toda la familia a Cádiz para lo que solicitó plancha de quite. Desde el inicio de la guerra se vinculó el Batallón Miliciano de Cádiz, identificándose con los sublevados sin poder actuar en primera línea por faltarle la mano derecha. De su condición de católico daba cuenta el haber contraído matrimonio canónico en la Basílica de Ntra. Sra. de las Angustias de Granada en 1929 habiendo bautizado a sus dos hijos además de hacer la primera comunión. Iniciados en España, más tarde en Hispanoamérica. El exilio y otros21 [10].

Iniciados en España, más tarde en Hispanoamérica. El exilio y otros

Por último nos corresponde abordar el caso de aquellos que habiendo pertenecido a la masonería andaluza a lo largo de sus vidas o bien al término de ella se trasladaron al otro lado del Atlántico, sin que podamos precisar en no pocas ocasiones si a partir de entonces mantuvieron o no su actividad masónica. Está claro que el número más crecido de los que forman parte de este apartado corresponde a los exiliados durante y sobre todo en 1939, al final de la Guerra Civil española; pero también existieron –aunque no fuesen muchos― quienes lo hicieron con anterioridad por razones económicas, familiares o profesionales.

Con anterioridad a 1939

Tenemos constancia de que al menos siete masones andaluces (tres de Sevilla, dos de Cádiz y uno de Córdoba y Huelva) habían recalado entonces en territorio americano. Como puede apreciarse en el cuadro no. 3, dos fueron los puntos de destino: Argentina (con cuatro destinatarios) y Cuba (tres). Son mayoritarios los que lo hacen a finales de la segunda y tercera década del siglo.

Table 3 Masones de Andalucía instalados en Hispanoamérica con anterioridad a 1939 

NOMBRE ORIGEN y TALLER DESTINO Taller FECHA TRASLADO
AGUILAR DE LA CORTE, Alfredo Sevilla, Joven Andalucía Argentina Después de 1914
ARRERO GARCIA, Juan Sevilla, Fe Argentina 1909
HERNÁNDEZ MORENO, Lorenzo Sevilla, Isis y Osiris Argentina 1919
JUNCO FERNÁNDEZ, Eloy Cádiz, España Democrática y Fermín Salvochea Argentina 1924
OJEDA MALLOFRET, Tomás Riotinto (Huelva), Diógenes, Emancipación y Fraternidad Cuba (La Habana) 1899
GIL ARAGUÉS, Antonio Cádiz, España Democrática Cuba, Amor Fraternal) Hacia 1920
GONZÁLEZ VILLALÓN, José Córdoba, Tolerancia Cuba (regresa en 1936) 1927-1936

Elaboración propia

La casuística de cada uno de ellos es muy distinta. El más madrugador de todos fue Tomás Ojeda, jornalero y sindicalista de Riotinto (Huelva) iniciado en 1893 en la logia Diógenes, donde desempeñó el cargo de Venerable (1895), siendo uno de los dos elementos más valiosos de la masonería en la zona minera onubense: fundó el triángulo Emancipación en Nerva en 1897, de mayoría obrera que abatió columnas dos años después, momento en el que, a comienzos de 1899, puso en pie en Riotinto la logia Fraternidad, de los que fue Venerable. El 26 de septiembre de ese mismo año escribía a los responsables de la Obediencia pidiéndoles como favor que le buscasen un trabajo en Madrid u otro sitito, ya que tenía su salud bastante quebrantada y quería salir de ese “maldito centro minero”; poco después fue despedido al ausentarse de su trabajo por tener que acudir a una reunión de la sociedad obrera que presidía, sin que sus hermanos pudieran hacer algo por reintegrarlo en su puesto de trabajo, lo que precipitó su solicitud de plancha de quite (14 de octubre de 1900) y su partida al día siguiente rumbo a La Habana cuando contaba unos 28 años22 [11]. Antonio Gil Aragués, era Catedrático de Instituto, natural de Jaca (Huesca); el propietario José González Villalón, residía en Cabra (Córdoba) donde ejercía como perito del Banco Hipotecario de España en 1927, momento en el que marchó a Cuba regresando en vísperas de la guerra para instalarse en Linares (Jaén) y de donde huyó al término de la misma, perdiéndosele completamente el rastro desde entonces; Alfredo Aguilar de la Corte fue profesor de la Escuela Normal de Magisterio de Sevilla; de Juan Barrero García tan solo sabemos que fue fundador y Venerable de la logia Dos de Mayo de Sevilla; y de Lorenzo Hernández Moreno, fotógrafo, que se había afiliado a la logia en 1918 pidió la baja al año siguiente cuando decía que marchaba a Argentina; tampoco sabemos que llevó al mecánico Eloy Junco Fernández, de Cádiz, a marcharse a Argentina, país que fue esas fechas punto de destino de muchos andaluces como sabemos merced a los estudios del profesor Contreras Pérez23. De la actividad masónica de todos ellos, solo de Gil Aragués nos tramiten nuestras fuentes que participó en Amor Fraternal.

El extenso y complejo exilio

Como decíamos más arriba, el mayor número de los masones andaluces que se trasladaron allí lo hicieron debido al exilio al que se vieron obligados junto a otros muchos españoles tras la Guerra Civil. Es un fenómeno bastante tratado por parte de una historiografía reciente por lo que aquí nos limitaremos a constatar la distribución por países y algunos datos generales sobre ellos llegado el caso. Su número supera el medio centenar. Algunos estuvieron en varios países, aunque predominó la permanencia en alguno de ellos y si bien buena parte fallecieron durante el exilio también los hubo que regresaron de manera puntual o permanente, incluso durante el propio franquismo, aunque constituyó la excepción. De aquellos que nos consta de manera fidedigna los relacionaremos por países de destino.

Nos consta que Cuba fue más bien tierra de paso que de permanencia. Circunstancialmente recalaron Manuel Martínez Pedroso, Manuel Mateos Silva (ambos finalmente establecidos en México) y Antonio Orst Nadal (como paso hacia Venezuela). Que sepamos, quien sí permaneció fue Pedro Moisés Sánchez Gali, como vimos más arriba maestro de instrucción primaria, cubano de nacimiento: salió para el exilio por Francia y, tras un paso fugaz por Cuba y México, terminó por establecerse de nuevo en la Mayor de las Antillas, donde desarrolló gran actividad entre el exilio republicano y entre la masonería cubana como dijimos, muriendo aquí el 12 de mayo de 195524.

En Costa Rica terminó su exilio el abogado cordobés, historiador, catedrático y director del Instituto de Enseñanza Media de Córdoba Antonio Jaén Morente. Fue iniciado en la logia Trabajo de Sevilla en 1924 y más tarde perteneció en la misma ciudad a la logia España, de la que causó baja por plancha de quite. Jaén Morente fue uno de los más respetados intelectuales del republicanismo cordobés, también del incipiente movimiento andalucista, si bien durante la Segunda República ingresó en Derecha Liberal Republicana, el partido de su paisano Niceto Alcalá-Zamora. Concejal y diputado a Cortes en 1931 por su Córdoba natal fue también Gobernador Civil de Málaga; más tarde se afilió al Partido Republicano Radical Socialista siendo nombrado Ministro Plenipotenciario de España en Lima (Perú); luego perteneció al partido de Manuel Azaña por el que fue de nuevo elegido diputado. A partir de 1939 residió principalmente en Ecuador y Costa Rica ganándose la vida como profesor; en este último país donde falleció el 8 de junio de 196425 [12].

Venezuela fue también tierra de paso (por allí lo hizo Eloy Vaquero, finalmente instalado en Nueva York). El único masón andaluz que nos conste su permanencia fue Enrique Guerrero Ramos, Inspector Interino de Enseñanza Primaria de Almería, nacido e iniciado en Lubrín en la logia Germinal en 1932, que lo hizo tardíamente. Militante socialista detenido al fin de la guerra fue procesado y encarcelado durante un año en Granada; tras permanecer luego desaparecido fue localizado en Madrid siendo nuevamente procesado en marzo de 1956 dictándose como sentencia su inhabilitación en 1957. Ese año pidió y le fue concedido permiso para trasladarse a Venezuela26.

Chile fue lugar de paso del abogado y destacado político socialista y comunista granadino Antonio Pretel Fernández en su huida. Desde el puerto de Almería marchó a Orán (donde se reunió con su familia), marchó entonces a Chile (desconocemos por cuanto tiempo) si bien finalmente se trasladó a la URSS donde falleció en 1980. Quien sí recaló y permaneció en este país fue el farmacéutico Francisco Saval Moris, natural de Ciudad Real y residente en Málaga donde abrió una farmacia y laboratorio: se inició en diciembre de 1925 en la malagueña logia Pitágoras, perteneció además a distintos capítulos de Sevilla y Barcelona contribuyendo a fundar el de Málaga (Fraternidad). Identificado con el republicanismo era amigo personal de Diego Martínez Barrio, si bien ingresó en el Partido Republicano Radical Socialista. Fue elegido diputado por Málaga en 1931, nombrado el año siguiente Director General de Ganaderías e Industria Pecuarias y más tarde Inspector Farmacéutico de Géneros Medicinales de la Aduana de Málaga; además de otros cargos relacionados con la sanidad, fue nombrado consejero nato del Instituto Nacional de Sanidad. Durante la Guerra pudo huir desde Valencia en dirección a Francia desde donde marchó en 1939 a Chile, creando al poco una empresa familiar dedicada a la producción de medicamentos que le permitió llevar una vida próspera y que más tarde su hijo, bioquímico, impulsaría de una manera definitiva (Laboratorios Saval). Aquí se mantuvo hasta su muerte27.

Todo indica que a Puerto Rico solo llegó el representante granadino (de Albolote) Manuel Carvajal Narváez, quien había pertenecido a la logia Libertad de Santo Domingo en los años veinte siendo entonces su garante de amistad, y más tarde en los talleres Giner (de Ronda, Málaga) y Alhambra (de Granada) del que se extendió plancha de quite en mayo de 1935. Allí parecía residir hacia 195128.

A Colombia llegó el químico malagueño Francisco Burgos Reyna. Siendo estudiante en la Universidad de Granada ingresó en la logia Alhambra (1928) y más tarde afiliado al triángulo Alhambra II (1934) de la misma ciudad; obtenida la correspondiente plancha de quite a comienzos de 1936 abandonó España en julio de 1937 rumbo instalándose en Colombia donde se dedicó a ocupaciones profesionales. En 1942 el TERMC le condenó en rebeldía a la pena de 12 años y 1 día por no haberlo localizado. Con fecha 19 de agosto de 1953 y a través de la Embajada Española en Bogotá presentó una solicitud de indulto; decía entonces que era el superintendente de la fábrica de jabones que la empresa Curaxao Tradign Co. SA tenía en Barranquilla. La petición la formulaba debido al tiempo transcurrido y de las medidas de gracia aprobadas hasta entonces por el franquismo, máxime cuando él no había tenido militancia política. Quería regresar junto a sus padres que residían en Málaga y –sobre todo― junto su esposa y sus tres únicos hijos nacidos en Colombia de matrimonio canónico, que residían habitualmente en España “para atender en la patria a una más perfecta educación católica y moral, los que asisten al colegio de los Hermanos Maristas de Málaga, colegio en el que el suscribiente se educó”. La idea era, de concederle el indulto, liquidar sus intereses allí para fijar su residencia en España. El tribunal contestó al poco que no veía obstáculo en que regresase, “debiendo presentarse una vez efectuado ante este Organismo para resolución de las diligencias que hubiere lugar en relación con las responsabilidades que tuviera pendientes”. Diez años más tarde, todo seguía igual recordándosele que estaba juzgado y condenado en rebeldía29.

En la República Dominicana se instaló el catedrático de Matemáticas del Instituto General y Técnico de La Rábida y más tarde del de Huelva, nacido en Logroño Amós Sabrás Gurrea, iniciado en 1925 en la logia Minerva de Huelva ciudad en la que residía, más tarde fundador en la misma ciudad de la logia Soto Vázquez y Transigencia. En 1935 fue uno de los vicepresidentes de la Liga Española de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. Perteneció al Partido Reformista; más tarde se vinculó al socialismo resultando concejal y diputado en las Cortes de 1931 y 1933. Fue miembro del Ateneo de Madrid, presidente de la Asociación de Catedráticos Nacionales de Segunda Enseñanza y vicepresidente de la Sociedad Matemática Española. Poco después de la sublevación militar fue nombrado delegado del Gobierno de la República para la Infancia y la Emigración en París, encargándose de la acogida de niños españoles desde esta capital entre 1937 y 1939. Al concluir la guerra se trasladó a la República Dominicana, donde permaneció veinte años en la ciudad de Trujillo ejerciendo de profesor de Matemáticas en la Universidad de Santo Domingo, de la escuela Superior de Peritos Contadores y de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura, desarrollando una intensa actividad docente e investigadora. Regresó en 1960 siendo procesado y conmutada la pena por la de inhabilitación. Falleció en Huelva en 1976 30 También por la República Dominicana pasaron Gabriel Morón y Pedro Vallina que se establecieron definitivamente en México.

La nómina de los masones andaluces que recalaron en Argentina se eleva a cuatro. Poco sabemos del maestro de instrucción primaria de Algeciras (Cádiz) Daniel Candel López, iniciado en 1930 en logia Trafalgar, que tras refugiarse en 1936 en Tánger marchó a América falleciendo en 1963 en Argentina; otro tanto podemos decir del empleado municipal de Jerez de la Frontera Antonio Chacón Ferraz, iniciado en 1936, que luego perteneció a la logia Renovación de Buenos Aires, sin que hayamos podido determinar cuándo estuvo en dicho taller31. También es singular el caso del sindicalista minero onubense, afecto a la UGT y secretario de la Casa del Pueblo de Huelva, Rafael Jurado Chacón, iniciado en 1934 en la logia Francisco Esteva: tras la sublevación militar dejó su ciudad para participar en la guerra trasladándose a su término a Marsella y desde allí a México; en 1963 se marchó a Argentina dedicándose al negocio del calzado, regresando a España en 1976 y falleciendo aquí un año más tarde32. Un caso a medio camino entre Argentina y Uruguay es el del abogado sevillano Manuel Blasco Garzón, iniciado en 1908 en la logia Fe de su ciudad natal de la que fue dado de baja por falta de asistencia y pago dos años más tarde. Amigo desde la infancia de Martínez Barrio, militó en su juventud en el partido liberal por el que fue teniente de alcalde y alcalde accidental además de diputado por Estepa en 1923. En Sevilla lo fue todo: desde presidente del Colegio de Abogados, hasta la Federación de Futbol y Aero Club de Andalucía, pasando por la Presidencia del Ateneo (organizador de la reunión que dio nombre a la Generación del 27). Durante la República se afilió al Partido Republicano Radical resultando elegido como diputado en 1933 y 1936. Durante el período del Frente Popular fue Ministro de Comunicaciones y Marina Mercante y más tarde de Justicia, cargo en el que se mantuvo durante los meses siguientes al inicio de la guerra. Al cesar fue nombrado Cónsul General de España en Argentina, partiendo hacia Buenos Aires en noviembre de 1936; un año más tarde fue designado Cónsul en Uruguay, fijando su residencia familiar en Montevideo donde vivió a partir de 1939 del ejercicio de su profesión, de sus conferencias y de las colaboraciones con algunas editoriales. Desde su exilio en Rio de la Plata permaneció vinculado hasta su muerte a las organizaciones políticas republicanas, dirigió la revista España Republicana y presidió la Fraternidad Española, volviendo a ingresar en la Masonería del Grande Oriente Federal Argentino. Falleció en Montevideo el noviembre de 195433.

Sobre todo, fue México quien mayor número de masones andaluces de todo tipo y lugar recibió. Es el episodio más conocido por lo que nos detendremos poco en él. Nos consta según las referencias que hemos podido obtener que al menos una cuarentena buscó este país para su exilio y, como podrá comprobarse, algunos consiguieron retornar a España años más tarde incluso antes de la muerte del dictador. Formularemos el análisis siguiendo su procedencia provincial. De entre los granadinos solo nos consta el Catedrático de Derecho Civil y Procesal de su Universidad Gabriel Bonilla Martín, iniciado en la logia Trabajo de Sevilla (donde estaba Diego Martínez Barrio), que fue el impulsor al poco del taller Alhambra de la ciudad (1925); era afín a Manuel Azaña, aunque progresivamente fue alejándose de la política. Durante la guerra fue nombrado consejero permanente de Estado (agosto de 1936) llegando a ser su presidente. Expedientado por las nuevas autoridades franquistas le apartaron de la Universidad granadina. Se exilió a Francia y más tarde en México ocupando distintos cargos del Gobierno en el exilio (presidió el Consejo de Estado, entre otros) además de ser asesor del Gobierno mexicano. En su abultado expediente figura la sentencia de 30 de octubre de 1942, entonces en paradero desconocido. A la pregunta de un familiar sobre su situación procesal en 1959 las autoridades franquistas respondieron que todavía estaba vigente la sentencia. El 16 de julio de 1962, con 73 años, autorizado por la Comisión Interministerial de Repatriaciones regresó a España, formulando entonces su declaración ante el tribunal que ratificó la sentencia anterior. Formuladas las alegaciones y pruebas de descargo se celebró un nuevo juicio el 8 de octubre posterior ratificándose la pena impuesta, pero acordándose también dirigirse al Gobierno sugiriéndole que la conmutase por la de 6 años y 1 día de prisión mayor. Y en tanto, decretaba la prisión atenuada en su domicilio, quedó autorizado a regresar a México dado que era exiliado político. Finalmente, con fecha 27 de junio de 1963 le fue conmutada en el sentido indicado por el tribunal, pena que habría de cumplir en situación de libertad vigilada hasta el 9 de octubre de 1968. Murió en México en 197034.

En el caso de Málaga nos constan tres. El periodista Carlos Alonso Álvarez, Benito Juárez, iniciado en 1935 en la malagueña logia Fraternidad quien, al poco, se afilió en la logia Mithras de Veracruz. De Jaime Valle Segura, iniciado en 1932 en la logia Pitágoras de Málaga, solo sabemos que perteneció también a la logia José Ventosa Calderón de Villahermosa, México. Y del empleado en el Instituto de Bachillerato de Málaga Luis Velasco Damas, iniciado en la logia Liberación en 1933, sabemos que pertenecía al Partido Republicano Radical Socialista y más tarde al partido de Manuel Azaña; fue elegido diputado a Cortes en 1936 y cuando los sublevados tomaron la ciudad huyó con su familia a Francia y al poco a México trabajando como administrativo en el Colegio Madrid; asumió la dirección del periódico mensual Izquierda Republicana publicado por el Ateneo Salmerón; falleció en la Ciudad de México en diciembre de 195535.

De entre los cordobeses destaca Francisco Azorín Izquierdo, arquitecto de Diputación Provincial de Córdoba iniciado en 1917 en Turdetania, de ideología socialista y republicana que fue diputado a Cortes en 1931; durante la Guerra se trasladó a Barcelona y más tarde pasó a ejercer en Francia de cónsul de España logrando embarcar en el Ipanema con destino a México junto a su familia en 1939 donde falleció en 1975. Del importante núcleo intelectual y político, además de masónico, de Puente Genil se destaca el obrero del campo, periodista y escritor Gabriel Morón Díaz, iniciado también en Turdetania (1923), que fue uno de los líderes más destacados del socialismo cordobés y andaluz de comienzos del siglo XX: alcalde de Puente Genil y diputado a Cortes (1931) ostentó distintos cargos representativos, siendo durante la guerra Gobernador Civil de Almería y, más tarde, Director General de Seguridad; logró exiliarse primero en Santo Domingo y desde 1941 en México donde falleció en 1973. También el destacado periodista y poeta de Puente Genil (Córdoba) Juan Rejano Porras, iniciado en el taller malagueño Liberación, ejerció de reportero durante la guerra en zona republicana, salió primero hacia Francia y luego a México donde dirigió la sección cultural de El Nacional; falleció en el país azteca en julio de 1976 cuando preparaba su regreso a España. Por último, el albañil residente en Puente Genil Eustaquio Sotomayor Martín, iniciado en la logia de este municipio 18 Brumario (1925); socialista, fue concejal y alcalde en 1931 de Puente Genil partiendo luego hacia la Ciudad de México donde residió al menos hasta 194836.

Al menos nos constan cinco almerienses. El médico Antonio Capella Bustos, iniciado en la logia Progreso de Almería, miembro del PRRS, concejal en el Ayuntamiento de Alhama de Almería; también era médico ―pero en Alhama― Juan Company Jiménez, iniciado en la logia Progreso de la capital, republicano federal y más tarde del partido de Azaña, diputado en Cortes en 1931 y 1936, que marchó a Orán y desde allí en 1944 a México desde donde volvió a España en 1949 falleciendo al poco. El profesor e Inspector de Enseñanza Benigno Ferrer Domingo, de la logia Progreso de Almería, socialista, diputado en 1931 y 1936, afincándose primero en Francia, más tarde en México (1945) desde donde regresó en 1948 para cumplir en Madrid la pena de confinamiento y donde murió en 1962. También el agente comercial almeriense Miguel Granados Ruiz, iniciado en la logia Evolución, más tarde fundador de la logia Progreso y luego afiliado en Actividad, miembro destacado del republicanismo almeriense: perteneció al Partido Republicano Radical, a Alianza Republicana y finalmente al Partido Republicano Radical Socialista; fue alcalde republicano de Almería y Gobernador Civil de Badajoz huyendo tras la guerra a Orán y luego a México donde presidió el Ateneo Salmerón y estuvo estrechamente vinculado a las organizaciones republicanas del exilio. E igualmente Isaac Llopis Muñoz, capitán de carabineros residente en Almería donde se afilió en los años veinte en la logia Evolución; en 1936 estaba al frente de la comandancia de carabineros de Almería siendo nombrado gobernador civil al producirse la sublevación; los informes policiales le calificaban de “comunista peligrosísimo” acaso por su nombramiento como Jefe Supremo de las fuerzas de Carabineros de toda la zona de Levante; huyó por Francia falleciendo en México en marzo de 196337.

Más extensa fue la nómina de los de Huelva con al menos once. El minero metalúrgico Crescenciano Bilbao Castellano, iniciado en la onubense Francisco Esteva (1932) afiliado a la UGT y PSOE desde su juventud, diputado a Cortes (1933 y 1936), con gran protagonismo en la revolución de Asturias de octubre de 1934 a la que apoyó; salió por Francia tras haber ejercido varios cargos durante la guerra embarcando rumbo a México donde subsistió en los primeros meses gracias a la ayuda de amigos, algunos masones, manteniéndose vinculado a la Orden y falleciendo en 1961 en Cuernavaca38. El farmacéutico y abogado onubense Luis Cordero Bel, iniciado en la logia Francisco Esteva, del Partido Republicano Radical, fue concejal y alcalde de Huelva, Presidente de la Diputación Provincial, diputado en Cortes en 1931; durante la Guerra se puso al frente de la columna minera que se dirigió a recatar Sevilla de manos de los sublevados siendo masacrados a la entrada en la capital andaluza; logró salir con vida llegando en 1942 a México donde retomaría sus actividades políticas y participaría en las instituciones españolas durante el exilio, falleciendo allí en febrero de 195839 El obrero salmantino residente en Huelva Agustín Marcos Escudero, masón y socialista, diputado (1931) fue internado en 1941 en un campo de concentración de Argelia de donde logró salir en 1942 y llegar a Veracruz, falleciendo en 1950 en la Ciudad de México40. El Profesor de la Escuela Normal de Maestros de Huelva, nacido en Oviedo, Florentino Martínez Torner se inició en la onubense Minerva y luego se afilió a Cañavate; socialista, fue elegido diputado en 1931; al producirse el golpe militar se refugió en Francia desde donde pudo embarcar con su familia hacia Veracruz, instalándose definitivamente en México DF, siendo auxiliados por los republicanos españoles; escribió en El Nacional y falleció en la Ciudad de México en 196941. El empleado onubense iniciado en Redención Antonio Mateo Alarcón, seguidor de Martínez Barrio por el que fue concejal en Ayamonte: refugiado en Tánger y más tarde en Casablanca trabajó de contable en distintas compañías, pudiendo embarcar y dirigirse a Veracruz donde llegó en diciembre de 1941 estableciéndose de contable en México DF; también fue el caso del minero onubense Rafael Jurado Chacón, quien tras su llegada a Veracruz se estableció en México DF marchándose en 1963 a Argentina, desde donde regresó a España en 197642. El maquinista naval del puerto de Huelva Antonio Orts Nadal, iniciado en la logia Minerva, socialista y de UGT, huyó al comienzo de la guerra hacia Casablanca y de ahí pudo llegar primero a La Habana y más tarde a Veracruz regresando al parecer a España en 1969; el abogado onubense José García Mayorga, de la logia Minerva en 1936, miembro de Unión Republicana y afecto al socialismo quien, tras una breve estancia en Francia llegó el 14 de julio de 1939 a Veracruz, donde trabajó inicialmente como vendedor de libros y fallecería en 1953; el mecánico minero de Riotinto y Huelva José Gómez Roldán se había iniciado en la logia Francisco Esteva, fue elegido concejal socialista de la capital en 1931 y huyó a Inglaterra en 1936 escondido en unas vagonetas de mineral, regresando por Francia para luchar contra los sublevados si bien, tras la derrota, consiguió embarcar desde Francia hacia Veracruz, trabajando luego en una fábrica de Tapachula de donde regresó muy enfermo a España para morir en marzo de 1955 en Huelva43. El industrial onubense (de Ayamonte) Pablo Ojeda Ojeda, iniciado en la logia Isis y Osiris (1918) y más tarde afiliado en Redención (Ayamonte) y Minerva de Huelva; miembro del Partido Republicano Radical presidió la gestora de su pueblo siendo más tarde Presidente de la Diputación Provincial; se refugió en Tánger al inicio del golpe desde donde pasó a Tetuán y, en 1941, logró llegar a Veracruz instalándose en México DF donde dirigió una empresa automovilística de auxilio en carretera; regresó finalmente a Ayamonte donde falleció en 195844. El industrial también ayamontino Carlos Rodríguez Segura, iniciado en la logia Redención de su ciudad, seguidor de Martínez Barrio; fue durante la Guerra Gobernador Civil de Alicante y Comandante de Carabineros; según parece huyó por Portugal y de ahí a México45.

Y otros tantos suman la nómina sevillana. El comerciante Hermenegildo Casas Jiménez, que perteneció a las logias Joven Andalucía, Adelante e Isis y Osiris, entre otras; alcanzó el cargo de Gran Maestre Accidental de la Gran Logia Española y fue en 1937 presidente de la Delegación Española de la Asociación Masónica Internacional en París; concejal y diputado por Sevilla, se exilió en México donde retomó intensamente sus actividades masónicas perteneciendo a varias logias46. El abogado sevillano José Domínguez Barbero, iniciado en la logia Fe, fundador más tarde la logia Germinal y perteneciendo luego a Joven Andalucía e Isis y Osiris, todas ellas del GOE; vinculado al Partido Republicano Radical tuvo cargos representativos a nivel local y nacional durante la Segunda República cuando fue elegido diputado por Sevilla (1931) y ministro del Tribunal de Cuentas, lo que le llevó a salir camino del exilio mexicano donde fallecería. 47 Los hermanos Andrés y Ramón González Sicilia de la Corte, médico y abogado respectivamente además de profesores en la Escuela Normal de Magisterio de Huelva y Sevilla, vinculados a distintos talleres sevillanos; ambos se exiliaron a México desde Casablanca (donde el segundo era Cónsul de la República Española, quien además ejerció distintos altos cargos políticos durante la Segunda República de la mano de Martínez Barrio)48. Puede ser también el caso del industrial sevillano Abelardo Lucena Sánchez, iniciado en Isis y Osiris, concejal republicano del Ayuntamiento de Cazalla de la Sierra, de quien el Tribunal para la represión decía que había fallecido durante su exilio en México49. También fue el caso de Manuel Martínez Pedroso, a quien ya nos referimos con anterioridad por haber nacido en La Habana, iniciado en Madrid y más tarde afiliado en Sevilla, donde fue Catedrático de Derecho Político y Vicerrector de su Universidad; diputado socialista fue durante la Guerra representante de la república en Tánger, Varsovia, Sociedad de Naciones y Embajador de Moscú, donde le sorprendió la Guerra y tras un periplo por Suecia, Nueva York y La Habana llegó a México en 1939 donde desarrolló una importante actividad docente y política como se indicó más arriba falleciendo allí en 195850. El maestro de primera enseñanza y empleado de la Compañía de Ferrocarriles MZA Manuel Mateos Silva, que perteneció a Joven Andalucía, donde fue iniciado, e Isis y Osiris, era militante republicano seguidor de Martínez Barrio; en 1936 fue nombrado Delegado Oficial del Gobierno en el Consejo de Administración de la Compañía Telefónica Nacional de España, ejerciendo también de secretario particular del Presidente de las Cortes (Martínez Barrio); se refugió primero en Francia, más tarde en Nueva York y tras una breve estancia en La Habana acompañando a Don Diego se trasladó a México en octubre de 1939, siendo nombrado al poco miembro de la Comisión de Socorros de la Junta de Auxilio a los Republicanos Españoles (JARE) falleciendo en este país en 195951. El panadero sevillano Antonio Mijé García, iniciado en la logia España, uno de los principales líderes del Partido Comunista durante la Segunda República; fue elegido diputado a Cortes en 1936 desempeñando distintos puestos de responsabilidad en el Ministerio de la Guerra; tras una estancia breve en Francia consiguió trasladarse a México y finalmente a Praga (1950) que fue la ciudad en la que residió habitualmente; falleció en París en 197652. El médico Manuel Olmedo Serrano, nacido en Morón de la Frontera (Sevilla) iniciado en Isis de donde pasó luego a Isis y Osiris, taller dirigido por Martínez Barrio, siendo elegido más tarde miembro del Consejo General Simbólico del GOE; alcalde socialista de Morón en 1931 y diputado a Cortes ese mismo año le cogió en Madrid la sublevación militar participando en la Guerra con distintos cargos; al final de la Guerra marchó a Francia y de allí a México donde llegó acompañado de su esposa e hijos, manteniendo su vinculación con las instituciones republicanas y reemprendiendo allí su trayectoria masónica pues llegó a ser Venerable de la logia Libertad 233; falleció en Ciudad de México en marzo de 197153. En cuanto al también médico y propagandista ácrata sevillano (de Guadalcanal) Pedro Vallina Martínez, fue iniciado durante la realización de sus estudios universitarios en Madrid (La Catoniana) y luego afiliado a Fe y Democracia en Sevilla; miembro del comité central de la organización anarquista, tras prestar servicio como médico en varias unidades de milicianos, consiguió exiliarse a Francia, Santo Domingo y México, donde trabajo en el Estado de Oaxaca, falleciendo en Veracruz en febrero de 1970. Y por supuesto el sevillano Diego Martínez Barrio, periodista e industrial del ramo de la imprenta, que perteneció a numerosas logias de su ciudad siendo además el Gran Maestre de la Gran Logia Simbólica Regional del Mediodía y Gran Maestre Nacional del Gran Oriente Español, Presidente de Honor y vicepresidente de la Junta Nacional de la Liga de Derechos del Hombre, entre otros cargos masónicos, cuya trayectoria política es sobradamente conocida. Reemprendió su actividad masónica nada más llegado a México, manteniendo durante los primeros años del exilio contactos muy estrechos con la masonería americana. En su calidad de presidente de las Cortes republicanas en el exilio ocupó la presidencia de la República hasta su muerte el 1de enero de 1962.

También a destacar entre los instalados en México los militares Fernando Claudín Jareño, Luis Flores González e Isaac Llopis Muñoz, vinculados a distintos talleres andaluces, que después de la guerra marcharon a México54. Igual hizo Cándido Viqueira Fullós, teniente coronel de Caballería (que perteneció al taller sevillano Isis y Osiris) miembro de la Guardia Presidencial y ayudante de Manuel Azaña que exiliado en 1939 falleció en México en 196055.

Para completar este listado se hace necesario incluir aquí a los que se situaron en Estados Unidos, más concretamente en Nueva York: al iniciado en el taller granadino Alhambra (1925) Fernando de los Ríos Urruti (aunque nacido en Ronda, Málaga) y al cordobés (de Montalván) iniciado el taller Turdetania (1917) Eloy Vaquero Cantillo. El primero es personalidad sobradamente conocida como catedrático de Derecho Político de la Universidad de Granada y destacado socialista que fue diputado en las Cortes de la Segunda República, ministro de Justicia y más tarde de Instrucción Pública y Estado entre 1931 y 1933. La sublevación militar le cogió en Ginebra siendo enviado por el Gobierno republicano a París para gestionar el envío de armas para la causa republicana. En septiembre de 1936 fue nombrado Embajador en Washington, puesto que mantuvo hasta el final de la guerra. Miembro del Gobierno republicano en el exilio fue también profesor ordinario y luego emérito en la New School for Social Research de Nueva York, ciudad en la que falleció en mayo de 1949 tras larga enfermedad. Respecto a Vaquero Cantillo, maestro de instrucción primaria y abogado, de larga y profunda actividad masónica en la Gran Logia Simbólica Regional del Mediodía, perteneció a las organizaciones autonomistas que dirigía Blas Infante pero también fue afín al Partido Republicano Radical en el que militaba Martínez Barrio. Diputado (1931), ministro de la Gobernación y más tarde de Trabajo, Sanidad y Previsión Social (1934-1935). Tras el triunfo del Frente Popular huyó de Córdoba y se instaló primero en Gibraltar y más tarde en Londres, Nueva York, La Habana y Caracas; en Venezuela vivió durante dos años ganándose la vida como profesor de Lengua Castellana y Geografía e Historia. En 1939 se instaló en Nueva York, donde trabajó como profesor en la Universidad de Columbia y falleció en septiembre de 196056.

Otros casos peculiares

Algunos casos reflejan una situación muy especial, indicativa pero no determinante. Es el caso del Cónsul de Uruguay en Cádiz, que consta como iniciado en la logia Fidelidad núm. 23 gaditana (1927), pero sin que hayamos podido determinar ni siquiera cuál era su ciudadanía. Otro tanto podemos decir del Cónsul Honorario de México en Málaga, Porfirio Smerdou Fleissner, del que sí hemos podido determinar su nacionalidad (Trieste, Italia), iniciado en 1936 en la logia Fraternidad núm. 19; jugó un papel fundamental al cobijar a los derechistas perseguidos en 1936 en Málaga, logrando salvar más de medio millar de personas trasladándolas a Gibraltar, pero cuando tomada la ciudad por los sublevados quiso hacer otro tanto con los perseguidos republicanos fue sacado de allí por su familia y, ya en Italia, intercedió por los condenados en su antigua ciudad. Caso distinto es el del zapatero granadino (de Torrenueva, Motril) Francisco Callejón Castellanos, de quien sabemos que residió en Buenos Aires y regresado a Granada se inició en la logia Riberas del Genil en 1933 y, con posterioridad, afiliado a la logia Hiram en Madrid; todo paree indicar que no tuvo actividad masónica durante su estancia en Argentina57.

Más complejo es el caso de José Marcial Dorado, gaditano que residió en Madrid, Sevilla y La Habana. Sabemos que perteneció a la logia sevillana Numantina núm. 1 de la Gran Logia Simbólica Independiente Española, donde fue iniciado en junio de 1893, y más tarde afiliado en Fe, donde ejerció de Venerable, siendo amigo de un joven prometedor apellidado Martínez Barrio. Desde comienzos de siglo era uno de los dirigentes más conocidos del republicanismo local pues llevaba participando en las distintas publicaciones de este ideal además de figurar en la junta provincial de Unión Republicana, liderada por Nicolás Salmerón y Alonso. En la segunda década del siglo se afincó en la isla de Cuba donde logró una holgada posición económica como secretario general en las Antillas de la Sociedad Bíblica Americana, dependiente de la Iglesia Evangélica a la que pertenecía como pastor. Tras la proclamación de la República regresó a España respondiendo a una petición personal de Diego Martínez Barrio, siendo elegido diputado a Cortes por Sevilla; fue además vocal del partido si bien a finales de 1932 se vio obligado a regresar a Cuba requerido por su familia y ante la situación delicada de sus negocios. En 1939 recibió a Martínez Barrio y sus familiares en La Habana manteniéndolos a sus expensas durante varios meses y desempeñando el puesto de secretario de relaciones exteriores de Acción Republicana Española, uno de los organismos constituidos por los que caminaban juntos en el exilio. Falleció en febrero de 1941. La pregunta que queda flotando en el aire, ahora mismo sin respuesta, es si fue la amistad personal, la relación masónica o la política (o todas a la vez) la que mantuvo esta relación a lo largo de tantos años58.

Otras manifestaciones de las relaciones con Hispanoamérica: Garantes de Amistad y delegados representantes, la revista Andalucía Masónica y el fallido Congreso Masónico Hispano-Americano

Con todo lo anterior no se concluye las relaciones que pudieron existir entre la actividad masónica andaluza e hispanoamericana en las primeras décadas del siglo XX. Los nombramientos de Garantes de Amistad para talleres de ultramar, así como ostentar la representación de los mismos en las Asambleas anuales en las dos principales Obediencias españolas del momento son indicativos de la existencia una interrelación entre hermanos masones de ambas orillas del Atlántico. Reiteramos que el análisis lo hacemos sobre la información que hemos podido acopiar, que no es toda, lo que quiere decir que seguramente la realidad superaría estas cifras. El estudio lo hacemos por países porque acaso así se expresa mejor por dónde fluyeron estas relaciones.

El cuadro no. 4 refleja que al menos 16 organismos masónicos de Hispanoamérica, de 11 países distintos, mantuvieron relaciones con los andaluces. Esta realidad encierra otra no menos indicativa: en siete casos lo hacían en representación no de una logia sino de Grandes Logias del país (Argentina, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Perú, Puerto Rico y Venezuela) con ocasión de la Asamblea Nacional del Gran Oriente de España, lo que no dejaba de ser el mantenimiento de relaciones al más alto nivel; en la mayoría de esos casos (todas salvo Ecuador y Puerto Rico) es la única relación que hemos encontrado con ese país59 [13].

En nuestra opinión más ilustrativa –estrecha― es la relación que se mantiene con las logias. Sobresale de entre todos los países el caso de México donde se mantienen relaciones con casi una decena de talleres de distintos puntos del país (Mérida y Tampico que sepamos). También es significativo Puerto Rico (con relación al menos con dos talleres), Ecuador (Guayaquil) y Honduras (Puerto Cortés). Un caso peculiar que nos consta es el de la República Dominicana, en Santo Domingo, donde se conserva un Garante de Amistad de un taller de allí (Libertad) con una logia de aquí (Giner).

Entre los Garantes de Amistad (en dos ocasiones es la misma persona) se encuentran nombres muy destacados de la realidad masónica andaluza del momento. Felipe Sánchez García, empleado municipal, era el representante de la mexicana La Oriental y de la Gran Logia del Perú ante el GOE; pertenecía a la logia Joven Andalucía núm. 349 de Sevilla, afiliado luego a Fe y Democracia núm. 10, fue varias veces Secretario, Venerable de este último taller, además de representante de su logia en las Asambleas Anuales de la Gran Logia Simbólica Regional del Mediodía (1926 a 1931), Gran Tesorero de la Comisión Permanente Regional durante la Segunda República; políticamente perteneció al Partido Republicano Radical aunque no tuvo cargo político alguno. También fue Venerable de su taller (entre otros Hijos de Hiram núm. 9) Enrique Raggio López Serrano, comerciante, granadino residente en Cádiz, que lo fue de un taller un taller mexicano (en Tampico) y de otra logia de Honduras, además aspirante a Gran Maestre Nacional en julio de 1934 que perteneció a la Asociación de la Prensa de Cádiz, aunque no tuviese vinculación con ella.

Table 4 Garantes de Amistad o Representantes de organismos Hispanoamericanos 

PAÍS NOMBRE LUGAR Y TALLER en el que trabajaba TALLER DEL QUE ERA GARANTE
MÉXICO SÁNCHEZ GARCÍA, Felipe Joven Andalucía, Sevilla La Oriental, Mérida, Yucatán (1928)
RAGGIO LÓPEZ SERRANO, Enrique España Democrática, Cádiz Chee Kung Tong 5, Tampico
SEGUÍ MARTÍ, Francisco Generalife, Motril (Granada) ¿
GÓMEZ MÁRQUEZ, Joaquín Isis y Osiris (Sevilla); Redención (Huelva) Benito Juárez, ante el GOE
PONCE DE LEÓN y CORREA, José Verdad (Málaga) Benito Juárez 3
MORAL GALÁN, Francisco Ganivet, Granada Tolerancia Masónica (1932); Esperanza (1933); Renacimiento (1934); Fénix, Yucatán, (1934); También Internacional, Gibraltar
PUERTO RICO SEGUÍ MARTÍ, Francisco Generalife, Motril (Granada) ¿
ZARAGOZA GARCÍA, Cristóbal Trabajo, Sevilla Gran Logia Hispano-Norteamericana ante el GOE (1928)
REPÚBLICA DOMINICANA ESPEJO GONZÁLEZ, Francisco Giner, Ronda (Málaga) Logia Libertad 20; también de Lixus de Larache
CARVAJAL NARVÁEZ, Manuel Libertad 20, Santo Domingo Alhambra, Granada Giner, Ronda (Málaga), 1928
ARGENTINA DURÁN AGUILAR, Miguel España y Trabajo, Sevilla Gran Junta Simbólica de la Argentina (desde 1927)
COLOMBIA LEBÓN ECHEVARRÍA, Daniel Isis y Osiris, Sevilla Gran Logia de Colombia ante el GOE (1928)
COSTA RICA IRIGOYEN VIDAUR, Santiago España y Trabajo, Sevilla Gran Logia de Costa Rica ante el GOE (1928)
ECUADOR ARDERIUS PERALES, Antonio Igualdad, San Fernando (Cádiz) Luz de Guayas 1, Guayaquil (1933)
MIRABLANCA GARCÍA, Eliseo Pi y Margall y Andalucía, Sevilla Gran Logia del Ecuador ante el GOE; también Rumanía
GUATEMALA AGIUS, Miguel Amargura, La Línea (Cádiz); Internacional, Gibraltar Gran Logia de Guatemala ante el GOE (1931)
HONDURAS RAGGIO LÓPEZ SERRANO, Enrique España Democrática, Cádiz Estrella del Norte, Puerto Cortés (1933)
PERÚ SÁNCHEZ GARCÍA, Felipe Joven Andalucía, Sevilla Gran Logia del Perú, ante el GOE (1928)
VENEZUELA BUEN LOZANO, Demófilo de Isis y Osiris; Occidente; Trabajo (entre otras), Sevilla Gran Logia de Venezuela ante el GOE (1928); También de Grandes Logias de Hamburgo, Yugoslavia y Filipinas

Elaboración propia

Quien reunía numerosas representaciones tanto de América como de distintos países europeos era Demófilo de Buen Lozano, abogado y catedrático de Derecho Civil de la Universidad de Sevilla, miembro de una conocida familia de librepensadores; aparte de pertenecer a la reputada logia Ibérica núm. 7 de Madrid, también lo era de distintos talleres sevillanos (afiliado en 1921 a Isis y Osiris, donde fue Venerable; Occidente; Trabajo, donde fue también Venerable) hasta que en 1934 estableció su residencia en Madrid. Desempeñó además el puesto de Gran Maestre del Gran Consejo Federal Simbólico desde 1925, por lo que era una personalidad destacada tanto de la Gran Logia Simbólica Regional del Mediodía como del GOE. Su trayectoria política también fue relevante al pertenecer a distintas formaciones republicanas: Partido Reformista; Partido Republicano Radical (de Lerroux y Martínez Barrio); y, más tarde Acción Republicana (el partido de Manuel Azaña). Además fue consejero de Estado, Presidente de la Sala 5ª del Tribunal Supremo y Presidente del Patronato para la incautación de los bienes de los jesuitas, todos ellos durante la Segunda República60.

Con respecto a Francisco Seguí Marty, funcionario de aduanas, grado 33º, participó en distintos talleres de los que fue Venerable antes de establecerse en el puerto granadino de Motril desde donde impulsó la reconstitución de la masonería en la provincia en los años veinte. Entre otros títulos ostentaba el ser Miembro de Honor del Gran Oriente Español y Benemérito de la Orden, por acuerdo de la VIII Asamblea Nacional Simbólica celebrada en Barcelona en 1929. Un caso singular es el de Francisco Moral del Galán, empleado granadino que llegó a ostentar el cargo de Garante de Amistad de distintas logias mexicanas, sin que fuese un destacado miembro de la masonería granadina y menos de la andaluza o española; acaso, el que perteneciese a la Gran Logia Española y no al GOE en una región en la que aquella tenía escasa presencia contribuya a explicar el interés por desarrollar relaciones con numerosos talleres hispanoamericanos, en unos momentos de fuerte presencia de andaluces en aquellas tierras, para así ganar prestigio y adeptos61 [14]. Un último aspecto de todos los anteriores. En el caso de alguno de los anteriores que marcharon al exilio, no constatamos correlación entre el destino final y la representación que ostentó con anterioridad.

Con respecto a las publicaciones masónicas la masonería andaluza no se ha caracterizado precisamente por tener órganos propios de difusión de sus planteamientos e ideales y menos en este momento que estudiamos. La excepción la constituye Andalucía Masónica, publicada de una manera bastante irregular entre 1907 y 191662 [15]. Fue una empresa de la logia Virtud de Málaga que mantuvo su actividad podemos decir que sin interrupción entre 1883 y 1922 (primero en la Obediencia Catalano-Balear, luego Gran Logia Española, hasta 1914; a partir de 1917 en el Gran Oriente Español) o, mejor dicho, de su Venerable, el abogado y procurador malacitano José Ponce de León y Correa, Jesús, grado 33º, iniciado en ese taller en la temprana fecha de 1883 y que lo dirigió de una forma permanente hasta su extinción. Ponce, aparte de líder del republicanismo local, fue también el Gran Maestre, entre 1914 y 1916, de la efímera Gran Logia Simbólica Regional Andaluza63 [16].

En sus páginas aparecieron continuas referencias a la actividad masónica en la América de habla hispana, en algunos casos entre los talleres que impulsaba su Obediencia (la Catalano-Balear, por la fecha en la que se publicó la revista) o con aquellos otros con los que tenía cierta relación, todo debido sin duda a la importante emigración andaluza a aquel continente entonces64 [17]; en este sentido, el hijo del Venerable escribió una serie de ocho extensos trabajos desde allí, la mayoría muy críticos sobre la emigración en aquel continente65. En el Cuadro no. 5 han quedado reflejadas las referencias a organismos masónicos hispanoamericanos que se extienden por buena parte de la geografía de aquel continente.

Table 5 Talleres en Hispanoamérica citados en Andalucía Masónica (1907-1916) 

PAIS CIUDAD TALLER OBSERVACIONES
Puerto Rico Arecibo Obreros Unidos Logia española; muerte de Luis Franco Palomo
- Estrella de Oriente Populoso taller, bajo la G. L. Sob. de Puerto Rico
Naguabo - Levantar columnas, bajo la G. L. Sob. de Puerto Rico
- Celis Aguilera Sol de Oriente Fiat Lux San Juan Bautista Tanamá Unión y Trabajo Betances Tramitación de expte. bajo la G. L. Sob. de Puerto Rico
Utado Sol de Oriente Ayuda damnificados inundaciones 1907
Argentina Santa Fe Verdad Boda entre Carlos Duboch y Jacinta Spelmaun
- Eugenio Labán Fundación, bajo auspicios G. L. Catalano-Balear
- Libertad General San Martín Gioverne Italia Cóndor de los Andes Protección Justicia Masón Perfecto Logias del Gr. Or. Nacional del Rito Argentino
Bahía Blanca Estrella Polar Ayuda damnificados inundaciones 1907
Venezuela San Felipe Tolerancia no. 15 Gran Oriente de Venezuela
Carupano Virtud y Orden Ingreso de numerosos hermanos
Chile - Esperanza Construcción de su templo
Cuba La Habana Hijos de la Patria Fiesta Vº aniversario Constitución Cubana
La Habana - Referencias por inundación del Guadalmedina
Perú Iquitos - Referencias por inundación del Guadalmedina
Guayaquil Filantrópica de Guayas Ayuda damnificados inundaciones 1907
México - - Referencias por inundación del Guadalmedina
Brasil Rio de Janeiro Fraternidad Española Ayuda damnificados inundaciones 1907
América Hugo Bassi Unión Italiana Aurora Risorta A.G. Adams Lautaro 15 de Septiembre Logias del rito escocés
Ushuata General Necochea Delta Logias del rito azual

Elaboración propia

No solo referencias a talleres. En octubre de 1907 Andalucía Masónica se hacía eco del nombramiento, a propuesta del delegado de la Gran Logia Catalano-Balear Alfredo Corrales, de Antonio Gagliastri como Inspector de las entidades fundadas por dicha Obediencia en Chile y Perú; y de la designación del Gran Maestre de la misma como Vicepresidente de la Oficina Internacional de Informaciones Masónicas constituida en Estados Unidos bajo los auspicios de la Gran Logia del Estado de Illinois66. La catástrofe acaecida en septiembre de 1907 en Málaga, cuando el río Guadalmedina se desbordó e inundó el centro de la ciudad causando víctimas, generó una respuesta solidaria de la masonería hispanoamericana que participó en la colecta que se hizo para los damnificados, entre otras del Gran Logia de Venezuela. O la noticia de la muerte de Miguel Bayona, antiguo teniente del Supremo Gran Oriente del Rito Nacional Mexicano y Venerable de las logias Arquitectura Mora y Regeneración67. De las que trabajaban bajo la Gran Logia Soberana de Puerto Rico decía en otro lugar que “que celebran incluso tenidas blancas a las que acuden numerosas familias de profanos para instruirlos del objeto y fines de la masonería” además de “demostrarles la falsedad de las imputaciones y groseras calumnias que continuamente lanzan contra aquella sus sistemáticos enemigos los clericales”, lo que aplaudían por los constantes trabajos “en beneficio de la Humanidad y del Progreso”68. También en sus páginas hemos encontrado, incluso, anuncios de la Notaría y bufete de Francisco Socorro en Puerto Rico69.

No solo hacía referencia a los talleres sino también se hacía eco Andalucía Masónica de las numerosas publicaciones con las que tenía correspondencia. De entre ellas entresacamos las que siguen: Ciencia y Virtud, órgano oficial del Gran Oriente de Cuba; Luz de Occidente, órgano oficial de Supremo Oriente de Cuba; La Verdad, de Paraná; La Verdad, de Montevideo; El Sol de América, órgano oficial de la logia de igual nombre en Caracas; Pentalpa, órgano oficial de la logia Virtud y Orden de Carupano. La Regeneración, revista masónica de Argentina. O Delta, de Belén (Oriente de Pará); Elitros, de Maracaibo; Masonerie Home Journal, de Louiaville (Kentucki). En una extensa publicada en septiembre de 1910 relacionaba los periódicos recibidos: La Antorcha del Progreso, revista masónica de la logia Monte-Cristi, Palacios, Cuba; Unión Fraternal, de la logia de igual nombre en Coro, Venezuela; El Nivel, órgano de la logia Rosa de América, de Panamá, que elogiaba; La Verdad, publicación de Santiago de Chile; Archivo Masónico, de Recife, Brasil; Boletín Oficial de la Gran Logia Soberana de Puerto Rico; La Revista, defensora de la Masonería Simbólica de Laredo (Texas); Oriente Masónico, revista moral e ilustrada de Santiago de Cuba; La Cadena de la Unión, “hermosa revista masónica de Buenos Aires, órgano independiente de la masonería universal, que como siempre viene nutrida de artículos de propaganda y con amplia información de los trabajos realizados por la masonería argentina”70.

Sin duda todo ello es suficientemente ilustrativo de ese interés por desarrollar unas intensas relaciones con la masonería de Hispanoamérica. Acaso el principal obstáculo a la consecución fuese que, precisamente, en esas fechas la masonería andaluza estaba aún despertándose del largo letargo que le ocasionó la crisis finisecular del siglo XIX.

El otro caso, menos conocido es el proyecto de celebrar en España un Congreso Masónico Hispanoamericano–como puso de manifiesto hace años Álvarez Rey71 [18], a quien seguimos en este aspecto― cuya idea arranca al menos de 1914; efectivamente fue resultado de la proposición presentada por uno de los delegados en la Asamblea Legislativa del Gran Oriente Español de ese año con la que se pretendía promover “una corriente de fraternal concordia” que uniera entre sí a los distintos pueblos americanos y reiniciase unos lazos de afecto masónico con la metrópoli que quedarían plasmados en una magna reunión a celebrar en Madrid en el año 1916, que el conflicto bélico frustró entonces. La idea fue retomada por la misma Obediencia en 1920 asociándose al proyecto que venía gestándose desde hacía años en Sevilla con la finalidad de celebrar el Certamen Iberoamericano (que finalmente fue una realidad en 1929-30) al que se invitarían todos los Orientes y Potencias Masónicas regulares de América Latina; nada se concluyó entonces, acaso por la gravedad de la situación política peninsular. Cuatro años más tarde, el 27 de febrero de 1924, la logia Trabajo núm. 12 de Sevilla abordó la conveniencia de construir en la capital andaluza un Gran Templo, propiedad de la masonería española, en el que se pudiera reunir un Congreso Masónico en coincidencia con la celebración de la Exposición Iberoamericana. La Gran Logia Simbólica Regional del Mediodía (GOE), con sede en Sevilla, acordó unos meses más tarde impulsar la iniciativa que planteaba al menos dos dificultades no menores: la importante inversión económica a realizar y la persecución de la que era objeto la Orden por las autoridades del régimen dictatorial de Primo de Rivera, lo que sin duda debió contribuir a enfriar los ánimos.

En 1927 el proyecto lo retomó la otra Obediencia peninsular, la Gran Logia Española con sede en Barcelona (que también tenía en marcha su Exposición Universal), como iniciativa del conjunto de toda la masonería española y no solo de esta Obediencia. Se pretendía celebrar en Madrid organizado por la Asociación Masónica Internacional y en coincidencia con los certámenes internacionales, pero el GOE renunció a ello por la persecución de la que era objeto por parte de las autoridades de la dictadura, lo que dejó abierta como única la posibilidad de celebrarse en Barcelona. Las invitaciones se cursaron a finales de 1928 y pronto se tuvieron las adhesiones de las Grandes Logias de Panamá, Honduras, Puerto Rico, Chile y la Gran Logia Unida “La Oriental Peninsular” de México; ellas y otras decidieron asistir con delegación. Solicitada la autorización gubernativa nunca se recibió contestación, lo que se entendió que se toleraba la reunión y, debido a ello, comenzaron a llegar los representantes de los distintos países. En el momento previo de su inauguración, el 5 de septiembre de 1929, la autoridad gubernativa se personó y anunció que quedaba prohibida su celebración.

Recapitulación

Llegados a estas alturas del trabajo parece conveniente efectuar una recapitulación sobre lo tratado. Para conocer bien la interrelación ente la masonería andaluza e hispanoamericana se requiere un doble esfuerzo. Por una parte el realizado desde España, más arriba expuesto (que es solo una aproximación) y una labor similar al otro del Atlántico en fechas anteriores al gran trasvase que supuso el exilio a partir de 1939. Aunque se constata el hecho de la interrelación con anterioridad, los resultados se nos antojan bastante exiguos en lo que se refiere a las personas, no así el intercambio de información de lo que es elocuente, entre otras, la revista masónica malagueña.

Las características de la masonería andaluza sí que parece que tiene que ver con los intercambios entonces producidos: la parálisis general de los talleres en las dos primeras décadas necesariamente había de traducirse en el nivel de los intercambios, a pesar de lo cual Andalucía Masónica se hace eco de ese interés. Obviamente, las provincias andaluzas con más efectivos masónicos (Sevilla, Málaga, Huelva e incluso Almería) reúnen una mayor proporción de intercambios frente a Jaén o Granada donde existió escaso desarrollo de la Orden. Las fechas también son importantes: antes del gran movimiento como consecuencia del exilio, los intercambios se situaban más en la zona caribeña, en tanto que a partir de 1939 fue México el punto neurálgico habida cuenta de la ayuda que al republicanismo español ofrecieron sus autoridades; con anterioridad, la emigración de andaluces a Argentina y Brasil tiene su traducción en las referencias a talleres de esos países.

Acaso la conclusión más importante de todo este trabajo sea la necesidad de profundizar más en el tema, pues lo anterior –reconocemos― es insuficiente. No dejamos de pasar este detalle que nos traslada el profesor cubano Dariel Alba Bermúdez cuando ha analizado los libros de miembros de la Respetable, Meritoria y Centenaria logia Hiram de Ranchuelo. Entre su fundación el 20 de febrero de 1904 y el inicio de la guerra civil española: de los 203 hermanos, figuran como cubanos 139 y como españoles 57, la segunda nacionalidad más representada, lo que viene a significar más del 28% de los miembros del taller; lamentablemente de esos 57 solo se especifican que 9 son canarios 1 uno asturiano; entre 1936 y 1959, figuran otros 7 españoles, y a partir de entonces uno más en la década de los sesenta. Puede resaltarse igualmente que uno de los siete maestros fundadores –nos dice Alba Bermúdez― era de origen español, Joaquín Ruiz Gutiérrez, investido como Segundo Vigilante de la logia, iniciado en la logia Asilo de la Virtud de Cienfuegos.

Que no solo era la pertenencia de españoles en la masonería americana (cubana en este caso) sino la solidaridad con lo que ocurría en la península ya lo vimos en el caso de las inundaciones de Málaga de 1907; pero también en otras como se constata en la misma logia Hiram, que también nos refirió –y agradecemos― Alba Bermúdez. En la sesión de aprendiz celebrada el 4 de septiembre de 1905 se leyó la plancha del Segundo Vigilante, hermano Felipe Yanes Sosa, proponiendo que,

Con motivo de las desgracias que afligen al pueblo de Andalucía, la Logia Hiram contribuya a la suscripción en la Habana por el Dr. Delfín, para aliviar el estado de miseria en que se encuentran aquellos hermanos nuestros.― Sometida a votación si la Logia Hiram ha de contribuir con alguna a dicha obra Benéfica fue acordado por unanimidad.― A proposición del hermano Fabregat acordó el taller, ―previa discusión― contribuir con la cantidad de veinte pesos de los fondos de Beneficencia más el producto del saco en la tenida de esta noche.72

Libro de Actas no.2 de la logia Hiram, Ranchuelo (Cuba), sesiones de 4 y 18 de septiembre de 1905, 49, 50 y 53.

El acuerdo adoptado estaba en relación con la terrible hambruna que asoló el campo andaluz, sobre todo en el Valle del Guadalquivir, como consecuencia de la pérdida de las cosechas por la sequía. La bolsa de beneficencia produjo ese día 18 cts. si bien fueron finalmente treinta los pesos con los contribuyó el taller, siendo según decía el hermano Salvador Díaz Berry –como se recogía en acta días más tarde― una de las primeras logias en contribuir a la suscripción. Díaz Berry, también era español73.

REFERENCIAS

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1Unas 210 corresponderían a Cuba, 58 a Puerto Rico, 38 a Estados Unidos, 12 a Argentina, 4 a México, y a la República Dominicana, 1 a Canadá y los casi 40 talleres en el Archipiélago Filipino, según los estudios de Ferrer Benimeli, Castellano Gil, Ayala Pérez, Cuartero Escobés y Guzmán-Stein, casi todos publicados en las Actas del V Simposium Internacional de Historia de la Masonería Española, en Masonería española y América, coord. José Antonio Ferrer Benimeli (Zaragoza: CEHME, 1993).

2En Estados Unidos al menos 42, sobre todo en Pensilvania y Filadelfia, 20 en Puerto Rico, 19 en Argentina, además de los que aún permanecían activos del siglo anterior. Ferrer Benimeli, “Las Logias del Grande Oriente Español (19001936)”, en Masonería, Política Sociedad, coord. Ferrer Benimeli (Zaragoza: CEHME, 1989), 1031-1082; Pere Sánchez y Ferré, “Los pleitos de territorialidad en el seno de la AMI: el caso del Gran Oriente Español y sus Logias americanas (1900-1930”, en Masonería española y América, 391-399.

3Leandro Álvarez Rey y Fernando Martínez López, (coords.) Los masones andaluces de la República, la Guerra y el exilio. Diccionario biográfico (Sevilla: Universidad, 2014), vols. I y II.

4Álvarez Rey y Martínez López, Los masones andaluces de la República, 13-46. Álvarez Rey, La masonería en Andalucía (Granada: Caja-Granada, 2010). Fernando Martínez López y Álvarez Rey, eds., La masonería en Andalucía y la represión durante el franquismo (Madrid: Biblioteca Nueva, 2017).

5A ellos se ha de añadir el caso de Miguel Castellano Naranjo, nacido en Chile, pero que al ser iniciado en América lo hemos incorporado en el apartado siguiente.

6Los masones andaluces, 518, 792 y 533-534, respectivamente.

7Álvarez Rey, “Manuel Martínez Pedroso”, en Universidad de Sevilla. Personalidades (Sevilla: Editorial Universidad de Sevilla, 2015), 384-385.

8Pedro Martínez Gómez, “Pedro Moisés Sánchez Gali”, en Diccionario Biográfico de Almería (Almería: Instituto de Estudios Almerienses, 2006), 358-359. Yván Pozuelo Andrés, La logia Jovellanos (1912-1939). Memorias e historia borradas por el franquismo (Oviedo: Masónica.es, 2019), 61.

9Manuel de Paz Sánchez, Militares masones de España. Diccionario biográfico del siglo XX (Valencia: Fundación Instituto de Historia Social, 2004), 217-218.

10Álvarez Rey, “Manuel Martínez Pedroso”, 384-385.

11Fernando Martínez López, coord, Masones, republicanos y librepensadores en la Almería Contemporánea (1868-1945) (Granada: Universidad de Almería-Córduba, 2010), 441.

12Las únicas noticias están referidas en Los masones andaluces, 238-239. Aun siendo militar, no es referenciado en el diccionario de militares realizado por Manuel de Paz.

13María de los Ángeles Sanpedro Talabán, “La masonería en Huelva durante el siglo XX, 1900-1936, en Huelva en su Historia 3 (1990): 505-602.

14Paz Sánchez, Militares masones de España, 148-149.

15La referencia a la iniciación en Cuba se la debo a Dariel Alba Bermúdez quien gentilmente cuando le trasladé el caso consultó el Libro de Miembros de la Logia Hiram de Ranchuelo (4, apdo. 76) donde figuraba.

16Los masones andaluces, 674; Paz Sánchez, Militares masones de España, 272.

17Los masones andaluces, 74.

18Así aparece insinuado en su expediente ante el Tribunal para la represión de la Masonería y el Comunismo. CDME. TERMC, 22.424.

19El tribunal también le acusaba de haber pertenecido, a su regreso a España, a la logia Fermín Salvochea de Cádiz en 1928, defendiéndose de esta acusación diciendo que es cierto que acudió a una reunión de esta, pero que no presté conformidad para su ingreso ni pagó recibo alguno. Fue condenado el 3 de julio de 1942 a 12 años y 1 día de reclusión, conmutándole el Consejo de Ministros el 12 de febrero de 1943 la pena por la de 6 meses y 1 día de prisión menor. Ruiz Sánchez, “La represión de la masonería granadina”, en prensa; CDMH. TERMC 1.233.

20La importancia de Tomás Ojeda, Chíes, en los distintos talleres puede seguirse sin dificultad en Eduardo Enríquez del Árbol, La masonería en Huelva y su provincia en el último tercio del siglo XIX (Huelva: Diputación Provincial, 1994).

21Los masones andaluces, 451, 497, 59, 133 y 564, respectivamente.

22Masones, republicanos y librepensadores, 441.

23Una buena síntesis biográfica en Álvarez Rey, Los diputados por Andalucía de la Segunda República, 1931-1939 (Sevilla: Centro de Estudios Andaluces, 2010), tomo II, 278-291

24Masones, republicanos y librepensadores, 368-369.

25Álvarez Rey, Los diputados, tomo III, 412-417.

26CDME-TERMC, 22.424.

27Ruiz Sánchez, “La represión de la masonería”. CDMH. TERMC 2.896.

28Una buena síntesis biográfica en Álvarez Rey, Los diputados, tomo III, 360-368.

29Los masones andaluces, 203 y 285 respectivamente.

30Los masones andaluces, 2565.

31Álvarez Rey, Los diputados, tomo I, 431-449.

32Ruiz Sánchez, La masonería en Granada, 201-202.

33Los masones andaluces, 77, 1.114 y 1.133 respectivamente. Álvarez Rey, Los diputados, tomo III, 542-546 (Velasco Damas).

34Los masones andaluces, 115-116, 746-747, 896 y 1063-1064, respectivamente. Álvarez Rey, Los diputados, tomo I, 328-339 (Azorín Izquierdo) y tomo II, 566-575 (Morón Díaz).

35Los masones andaluces, 212, 257-258, 379, 498-500 y 588-589 respectivamente. Sobre Llopis, también M. de Paz, Militares masones, 242-243. Y sobre Juan Company Jiménez y Benigno Ferrer Domingo, vid. Álvarez Rey, Los diputados, tomo I, 585-593 y tomo II, 82-87.

36Álvarez Rey, Los diputados, tomo I, 404-415.

37Los masones andaluces, 262-264.

38Álvarez Rey, Los diputados, tomo II, 400-403.

39Álvarez Rey, Los diputados, tomo II, 458-467.

40Los masones andaluces, 693 y 565, respectivamente.

41Los masones andaluces, 799, 426-427 y 470, respectivamente.

42Los masones andaluces, 782-783.

43Los masones andaluces, 941.

44Los masones andaluces, 232-233.

45Álvarez Rey, Los diputados, tomo I, 645-649.

46Los masones andaluces, 493-494.

47Los masones andaluces, 628.

48Álvarez Rey, “Manuel Martínez Pedroso”, en Personalidades, 384-385.

49Los masones andaluces, 696-697.

50Álvarez Rey, Los diputados, tomo II, 484-492.

51Álvarez Rey, Los diputados, tomo III, 33-39.

52de Paz Sánchez, Militares masones, 119 y 168-169, respectivamente.

53Los masones andaluces, 1154.

54Álvarez Rey, Los diputados, tomo III, 282-297.

55CDMH. TERMC 2959.

56Los masones andaluces, 645-646.

57De una manera meridiana se tienen claras las estrechas relaciones entre la masonería de Costa Rica y la española si se tiene en cuenta que –como dice Miguel Guzmán-Stein– entre 1899 y 1936 cinco españoles ejercieron el cargo de gran maestre de la Gran Logia de Costa Rica, entre ellos Tomás Povedano y Arcos (1905 y 1907), nacido en Lucena (Córdoba) en 1847 e iniciado en 1873 en la logia Fénix Graco de Sevilla, dependiente del Gran Oriente Lusitano Unido. El profesor insiste cómo a inicios del siglo XX los españoles solían agruparse en determinadas logias como Regeneración y Hermes, que se convierte en un taller de atracción para los hispanos en la década de los años treinta cuando quedará reagrupados en torno a Hiram, conocida como la “logia de los españoles”; todo indica que los andaluces no se prodigaron aquí. Miguel Guzmán-Stein, “De cómo el Generalísimo Francisco Franco Bahamonde, jefe del estado español, otorgó la Orfen de Caballero de Isabel la Católica a un masón gallego que fue dos veces Gran Maestro de la Gran Logia de Costa Rica”, en La Masonería en Madrid y en España del siglo XVIII al XXI, coord. Ferrer Benimeli (Zaragoza: Gobierno de Aragón, 2004), 1209-1272.

58María del Carmen Fernández Albéndiz, “Demófilo de Buen Lozano”, Universidad de Sevilla. Personalidades, 94-95.

59Referencias de la actividad masónica de ambos en Ruiz Sánchez, La masonería en Granada en la primera mitad del siglo XX (Sevilla: Universidad, 2012). Sobre la etapa de Seguí en la logia Jovellanos de Gijón, Pozuelo Andrés, La logia Jovellanos, 32-35.

60Un interesante estudio de los contenidos de la revista en Ruiz Sánchez, “Secularización, laicismo y anticlericalismo masónico en Málaga a comienzos del siglo XX”, en Gibraltar, Cádiz, América y la Masonería, 253-280.

61Una aproximación a su actividad en Manuel Tamajón Velasco, “La Logia Virtud de Málaga (1900-1925)”, en La Masonería española en época de Sagasta, coord. Ferrer Benimeli (Logroño: CEHME, 2007), 1405-1418.

62Al respecto, nos remitimos al trabajo de Francisco Contreras Pérez, Tierras de ausencias. La moderna configuración migratoria de Andalucía (1880-1930) (Sevilla: Universidad, 2000).

63Entre ellos los publicados desde Rio de Janeiro (enero de 1908) y Buenos Aires (abril y octubre de 1908). No está de más añadir que la información en AM sobre la masonería en Iberoamérica es anterior a los artículos de Luis Ponce de León. La visión crítica sobre el procedimiento emigratorio se observa en un trabajo sobre el Hotel de la Emigración en Buenos Aires, que era deplorable para los españoles que transitaban entre ambos continentes.

64Andalucía Masónica 4 (octubre 1907): 7.

65Andalucía Masónica 18-19 (enero-febrero 1909): 8.

66Andalucía Masónica 5 (noviembre 1907): 10-11.

67Andalucía Masónica 18-19 (enero-febrero 1909): 8.

68Andalucía Masónica 29 (septiembre 1910): 11.

69Álvarez Rey y Fernández Albéndiz, “La masonería española y América (en torno al Congreso Masónico Iberoamericano de 1929)”, en Actas del II Congreso Internacional de Hispanistas (Málaga: Universidad Internacional de Andalucía y Editorial Algazara, 1998), 281-300.

70Nos dice Dariel Alba Bermúdez, como fruto de sus investigaciones, que se había iniciado en la logia el 26 de marzo de 1905, a los 37 años, siendo el hermano no. 39 del taller, de profesión empleado.

71Álvarez Rey y Fernández Albéndiz, “La masonería española y América (en torno al Congreso Masónico Iberoamericano de 1929)”, en Actas del II Congreso Internacional de Hispanistas (Málaga: Universidad Internacional de Andalucía y Editorial Algazara, 1998), 281-300.

72Libro de Actas no.2 de la logia Hiram, Ranchuelo (Cuba), sesiones de 4 y 18 de septiembre de 1905, 49, 50 y 53.

73Nos dice Dariel Alba Bermúdez, como fruto de sus investigaciones, que se había iniciado en la logia el 26 de marzo de 1905, a los 37 años, siendo el hermano no. 39 del taller, de profesión empleado.

Recibido: 20 de Febrero de 2020; Aprobado: 15 de Abril de 2020

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