A lo largo de este año, 2017, diversas instituciones académicas, publicaciones de revistas especializadas, eventos internacionales historiográficos e históricos, monografías, conferencias, presentaciones… han celebrado, con sus variopintos discursos, el tercer centenario de la constitución oficial de la masonería, el aniversario secular de aquella mítica reunión en una taberna londinense en los inicios de un verano templado. La historia de la hermandad, de la sociedad secreta, de sus miembros más y menos célebres, de sus actuaciones y significados por toda la geografía del orbe y del espacio-temporal que cubren los 300 años de su historia, ha sido conmemorada, a su vez, respondiendo a este matiz global que la representa. Académicos y académicas de todo el mundo, interesados e interesadas, masones y masonas han puesto de relieve el significado que para todos ellos y para toda ellas ha tenido la masonería en diferentes países y momentos de la historia. Muchos de estos trabajos desmitificando su papel, otros ensalzándolo, pero, en definitiva, todos y cada uno de ellos, reconstruyendo y re-hilvanando su papel como institución en la sociedad.

Con este segundo número del noveno volumen de la REHMLAC+, el último del año en curso, se pretende cerrar -o más bien abrir- el círculo de estudios académicos iniciados por y bajo este pretexto conmemorativo. Y no solo por el aniversario de una institución con tantos mitos, detractores y correligionarios, sino por la revalorización de su estudio más allá de esta dicotomía. La masonería, como cualquier otra institución, es una muestra de un determinado contexto social y cultural que cuenta con ciertas ventajas respecto a otras asociaciones o sociedades: la cantidad de información y documentación que genera por la propia fisiología de su engranaje, por su propio funcionamiento interno y que es significativamente diferente a la producida por otras instituciones. Un valor añadido que presta al historiador multitud de posibilidades para el estudio de diversos temas sin necesidad de que estos estén explícitamente relacionados con la masonería. Sin embargo, el camino, el proceso de este reconocimiento, apenas está iniciándose, especialmente por los mitos, el desconocimiento y la instrumentalización política que suele ensombrecer la imagen de la institución masónica. ¿Y qué mejor que terminar y comenzar esta revalorización y conmemoración de los 300 años de existencia con el suculento título de Masonerías, colonialismos, imperialismos? Estos tres conceptos podrían resumir perfectamente la historia de la orden. En primer lugar, puesto que no existe una interpretación, ni explicación ortodoxa y hermética de la masonería. Su capacidad camaleónica en el espacio-tiempo es, de hecho, uno de los elementos que la investigación ha puesto de relieve, entre ellos algunos y algunas de las autores que participan en este número. Y su versión colonialista e imperialista es el reflejo de esta adaptabilidad de la masonería que ha concluido en una versión plural de sí misma.

En segundo lugar, el nacimiento de la institución, sus primeros pasos en la sociedad europea más occidental, estuvo enmarcado por el propio contexto que iría desarrollándose a lo largo del siglo XVIII, es decir, la modernidad, hija también de la ilustración, que desembocarían en las aspiraciones colonialistas e imperialistas de las dos centurias siguientes. Compuesta por hombres -y en algunos casos, mujeres- las masonerías nacientes y aquellas que se iban expandiendo por la propia movilidad de estos componentes, no podía menos que adaptarse o ser lo que estos hacían que fuese: masonerías colonialistas, masonerías con tintes feministas, patrióticas, utópicas… todas y cada una de ellas con el reflejo de su propio contexto, o de su lucha, más o menos consciente, contra el mismo.

Los estudios que aquí se recogen son un fiel reflejo de esta rica heterogeneidad que abarca desde el propio inicio oficial de la masonería, puesto en duda por Andrew Prescott y Susan Mitchell, hasta las vicisitudes posteriores que comprenden la historia de la orden desde la historia global para determinar el condicionamiento de su inserción social, comercial e imperialista más allá de Europa, como pone en boga Ricardo Martínez Esquivel; o bien otras interrelaciones de la masonería a ambos lados del Atlántico, ya sea por sus protagonistas masones como Urbano Orad en el texto de Manuel de Paz o de las narrativas antimasónicas de José Torrubia, Lorenzo Hervás y la prensa del siglo XVIII, expuesto por Felipe Santiago del Solar e, incluso el análisis del protofeminismo en la masonería a través de la figura de Concepción Arenal por Miriam Roma García y el de la teosofía de Jinarajadasca compuesto por Otto German Mejía. Pero, además, el número incluye diversas versiones de la pluralidad del término masonería en diversos contextos coloniales, que reabren y responden a las categorías colonialistas e imperialistas que coronan su título: desde la actuación y el significado de las logias italianas en Turquía por Emanuela Locci la inclusión y exclusión de masones musulmanes en los talleres españoles del Norte de África por Valeria Aguiar Bobet, la masonería cosmopolita en el Uruguay del siglo XIX por Efraín Cano Sosa, la masonería construida y desarrollada en el interior de Argentina durante el siglo XX en pugna con la institución católica por Ana María T. Rodríguez, y la reflexión asumida por los masones pernambucos frente a la revolución de 1930 y respecto a sus conexiones con Brasil y el resto del mundo por Augusto César Acioly.

Muchos de estos trabajos fueron presentados en la World Conference on Fraternalism, Freemasonry & History: Research in Ritual, Secrecy and Civil Society celebrada en mayo en la Biblioteca Nacional de Francia en París y cuyas jornadas y conferencias han sido relatadas de la mano del historiador Julio Martínez García. Otros forman parte de una extensa labor de investigación, incluyendo las experiencias de tesis y las reseñas de libro que han sido presentadas y publicadas a lo largo de este año. Pero lo más importante, en conjunto, es que estos trabajos construyen y reconstruyen el significado y la significación de la masonería, la antimasonería y la teosofía desde las últimas perspectivas teóricometodológicas: cosmopolitismo, historia global, alteridades, imaginarios, análisis discursivos y conceptuales, redes sociales, sociabilidad, identidades, feminismo, etcétera. Sin duda, un gran muestrario académico con el que cerrar el aniversario de la orden masónica y reabrir, a su vez, nuevas preguntas, nuevos estudios y nuevas reflexiones sobre su condición social y cultural, su actuación, influencia y, por supuesto, su papel en la historia. O al menos, en su defecto, situar y reconsiderar toda la documentación producida por la orden y todo el potencial histórico e historicista que le es inherente.

Sin más preámbulos, que lo disfruten.