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Revista de Estudios Históricos de la Masonería Latinoamericana y Caribeña

On-line version ISSN 1659-4223

REHMLAC vol.6 n.2 San Pedro, Montes de Oca Jan./Apr. 2015

 

“Patriotismo, prensa e intelectuales en Costa Rica (1846-1849)”

Chester Urbina Gaitán1*


Resumen

Los conceptos referentes a patriotismo utilizados por el Dr. José María Castro Madriz en el periódico El Costarricense entre 1846 a 1849 amor a la patria y un fuerte sentido de identidad con su gobierno. Por otra parte, el concepto de patriotismo emitido por don Nicolás Gallegos en 1849 es de carácter antropológico y está referido a una valoración y afecto positivo de amor y sacrificios a la patria. Estos textos son importantes porque empezaron a construir una plataforma de convocatoria a la defensa de la soberanía nacional, a la defensa del Estado y de la paz y estabilidad política una década antes de la Campaña Nacional.

Palabras clave: Costa Rica, Estado, Patriotismo, Intelectuales, Prensa, Identidad Nacional

Abstract

The concept of patriotism used by Dr. José María Castro Madriz in the newspaper El Costarricense between 1846-1849 was based upon a love of country and a strong sense of identity with their government. Moreover, the concept of patriotism issued by don Nicolas Gallegos in 1849 is anthropological in nature and refers to an assessment of the positive effect of love and sacrifice to the country. These texts are important because they began to build a platform to call for the defense of national sovereignty, the defense of the State and of peace and political stability, a decade before the Campaña Nacional.

Keywords: Costa Rica, State, Patriotism, Intellectuals, Press, National Identity


Introducción

El café en la década de los cuarenta del siglo XIX vincula formalmente a la economía nacional con el mercado mundial. El café se convirtió en el primer producto nacional libre de trabas, que si las tuvo el tabaco en la colonia. Es decir, el café se podía sembrar en cualquier parte del Valle Central, y al convertirse en el producto nacional quiebra el localismo económico y los resentimientos generados contra los privilegiados sembradores de tabaco. Como producto nacional era generador de “conciencia nacional” y no de conciencia fragmentada. Asimismo, en estos años se supera el faltante de cuadros políticos debido a la llegada de abogados centroamericanos y a la fundación de la Universidad de Santo Tomás que será la institución formadora de cuadros para la administración pública2.

Según Manuel Calderón en esta década la mentalidad política de los costarricenses, aunque divididos – en republicanos y conservadores – los llevó a comprender la necesidad de defender intereses que, si bien eran de clase y, por lo tanto, particulares, eran presentados como nacionales. Hacia 1849 las condiciones objetivas para la formación del Estado estaban dadas, solo faltaban las condiciones subjetivas que facilitaran el momento constitutivo, que se daría con la guerra 1856-1857, en que los costarricenses salieron a la defensa de un tipo de convivencia social, que venían forjando desde la colonia. Defendieron una cultura, una lengua, un credo religioso, una forma de propiedad y de relaciones sociales y, por encima de todo, una economía basada en los principios del mercado que se veía en peligro por el esclavismo3. Sin embargo, no se sabe cómo eran presentados estos intereses y cómo era definido el término patriotismo que a un nivel ideológico contribuirá a cohesionar a los costarricenses en la defensa de una causa común. A diferencia de Juan Rafael Quesada quien señala que las canciones contenidas en el Clarín Patriótico (1857) fueron clave en el rescate de los cantos patrios que motivaron a la ciudadanía frente a la inminente guerra contra William Walker4 considero que antes de la Campaña Nacional existían discursos, canciones y poemas que apelaban al patriotismo de los costarricenses y de la defensa de la soberanía, del Estado y de la paz del país que no fueron incluidos en esa publicación. Lo cual se verá más adelante.

Acerca del patriotismo debe señalarse que a partir del siglo XIX en América Latina la unidad sociopolítica dominante ha sido el estado, el patriotismo ha estado estrechamente relacionado con este sistema. La identidad social de los individuos refleja su pertenencia a una nación y su ciudadanía en un estado. Sobre esta base desarrolla una adhesión que es dirigida más frecuentemente hacia la nación y hacia el Estado5.

Fundamentado en todo lo anterior es que el presente artículo pretende estudiar el significado que los intelectuales y políticos nacionales le dieron al término patriotismo antes de la llegada al poder como Presidente de la República de don Juan Rafael Mora Porras (1849-1859). Para esto se revisará la forma en que estos personajes usaban este concepto político en el periódico El Costarricense del período antes citado, la interiorización de este término político por parte de los sectores populares y la definición que le dio don Nicolás Gallegos en su libro Lecciones de ética o moral de 1849.

Defensa de la soberanía nacional, paz, paternalismo y consolidación del Estado en Costa Rica (1846-1849)

El 14 de noviembre de 1846 salía a la luz El Costarricense como semanario oficial publicado por la imprenta del Estado. Su director fue el Dr. Nazario Toledo (1807-1887), director de la Imprenta Nacional. Incluía artículos, editorial, acuerdos, notas de gobierno, noticias extranjeras, entradas y salidas de barcos, etcétera6. Con respecto al Dr. Toledo se sabe que vino al país proveniente de Guatemala en 1835, fue Presidente de la Asamblea Constituyente de 1846, Ministro Plenipotenciario de Costa Rica en Guatemala en 1849, docente en la Casa de Enseñanza de Santo Tomás, Rector y profesor en la Universidad de Santo Tomás y Ministro de Instrucción Pública en 1858 entre otras funciones públicas7. Fue admirador del iluminismo francés, del liberalismo y del progresismo8. A fines de 1859 regresó definitivamente a Guatemala.

El 15 de diciembre de 1846 el Jefe de Estado Dr. José María Castro Madriz en la revista general que pasó a las milicias del departamento de Heredia les recordó su lealtad a Costa Rica: “No sois vosotros aventureros, no sois atletas mercenarios que venden su sangre a precio de dinero, que luchan por el pillaje, i que ciegos instrumentos de fuerza i de barbárie, sirven al mayor sueldo, sin respeto ni adhecion á la bandera en que pelean,…”9. Además, les dirige un discurso fundacional sobre el ser costarricense y su deber de sostenimiento del gobierno y de defensa de la soberanía nacional: “Soldados; sois padres de familia, sois todos propietarios, sois honrados, sois ciudadanos, en una palabra: sois costarricenses, i con este dulce titulo empuñais esas armas solo por sostener el Gobierno que habeis creado para vuestro bien, i defender los derechos del suelo, de éste suelo predilecto en que nacierais – Tal es vuestra condición, Soldados, igual á la de vuestros camaradas que habitan en los demás Departamentos del Estado10. Este discurso constituye una llamada a la defensa de la soberanía nacional diez años antes de la Campaña Nacional, lo que matiza la idea de que únicamente los discursos y proclamas de 1856 y 1857 exhortaron a los costarricenses a defender la independencia del país11.

Ante esto es que se afirma que las proclamas emitidas sobre patriotismo en los años cuarenta del siglo XIX – principalmente por el Dr. José María Castro Madriz – comenzaron a construir una plataforma de convocatoria a la defensa de la soberanía nacional que será continuada una década después por don Juan Rafael Mora Porras. Por otra parte, Castro Madriz hace referencia al concepto de patriotismo en términos de “amor a la patria”12 y un fuerte sentido de identificación con el sistema de gobierno13. Este último concepto de patriotismo fue interiorizado por algunos miembros de los sectores populares, lo cual se expondrá más adelante.

Lo señalado por el Dr. Castro Madriz constituye un discurso constitucional de una forma específica de identidad costarricense, donde se le atribuyen cualidades como las de padre de familia, propietario, honrado y ciudadano. Esta caracterización pretende que el costarricense perciba cuáles son sus vínculos primordiales y la creencia en un parentesco de sangre. Esta identificación se da dentro del ámbito de la conformación de una identidad étnica en un grupo de parentesco ampliado, está sustentada sobre elementos protonacionales que son usados para generar la fuerza coercitiva del deber moral de solidaridad del costarricense para con los miembros de su colectividad y la fuerza emocional que produce el simbolismo de los vínculos de sangre y de familia14. La nación se construye sobre el modelo de la “comunidad étnica”. Para Anderson esto se fundamenta sobre el sentimiento de una “camaradería horizontal” fundada en “mitos fraternales”15. Según H. Isaacs la familia es la comunidad primordial por excelencia a cuya imagen y semejanza se construyen comunidades más amplias, como los grupos étnicos, los grupos emigrados y la misma nación16.

Con respecto a los elementos protonacionales comparto la definición de Eric J. Hobsbawn en cuanto a que son una serie de atributos que son valorados como específicos y distintivos de una colectividad humana, entre ellos se puede citar cualidades más o menos objetivas como la lengua, un determinado grupo étnico, la religión, un territorio y régimen constitucional compartido. También existen características subjetivas como una historia o mitología comunes, una cultura, etc. Estas características ya sea sola o combinadas son expuestas como los elementos distintivos de la nación y parte fundamental de la identidad de sus miembros17.

La primera administración del Dr. Castro Madriz abonó a la conformación de la imaginería de una comunidad política de tipo nacional al aprobar el surgimiento de Costa Rica como República el 31 de agosto de 1848, redecretó el 15 de setiembre como fiesta nacional y permitió la creación de una bandera, un escudo y una moneda18. Esto es resaltar, ya que como explica Ricardo Martínez Esquivel, lo anterior permitió el inicio del proceso de construcción del nacionalismo costarricense clave en la creación de un ambiente positivo entre personas con preocupaciones cívicas, antesala de la organización de una institución como la masonería, que tiene entre sus objetivos tuve la formación de ciudadanos patriotas e incluyó a Castro Madriz como una de sus principales líderes19.

Según se ha podido comprobar este mandatario puso las bases para la construcción de una identidad nacional al concebirla como “una familia plenamente extendida”20. En Costa Rica luego de la independencia se mantuvieron los prejuicios racistas de la colonia, lo que orientó la conformación del proceso de integración socio-cultural de los grupos subalternos, quienes al enfatizar su blanquitud buscaban su asimilación con el grupo dominante. La idea de “homogeneidad” fue factible debido a que en el pequeño territorio del Valle Central los mestizos eran el grupo predominante mientras que las otras poblaciones aborigen y mulata se localizaban en su periferia21. Según Dachner la élite costarricense del período federal elaboró una imagen de su comunidad política inmersa en un espacio geopolítico más amplio, el territorio de la República Federal. Sin embargo, la imagen de lo costarricense se crea en contrapunto con el resto de la comunidad federal. Lo costarricense llegó a asociarse al trabajo, la paz, la homogeneidad étnica y el respeto al régimen de derecho, atributos que se percibieron como rasgos particulares de Costa Rica y las referencias obligadas para diferenciar al “nosotros” de los “otros”. Por otra parte, el resto de Centroamérica aparece como una comunidad multiétnica asediada por la guerra civil22.

Víctor Hugo Acuña Ortega ha señalado que desde los primeros años de vida independiente en el país ha existido un discurso que exalta que la población costarricense contaba con una serie de virtudes ejemplares como la tranquilidad, la neutralidad, el progreso, el pacifismo, un espíritu de negociación, un carácter industrioso y laborioso y un pueblo compuesto por propietarios23.

En la revista general que el Jefe de Estado Provisorio José María Alfaro hizo a los jefes, oficiales y tropa de la ciudad de San José el 20 de diciembre de 1846 les indicó lo siguiente: “Esas armas son para hacer valer los derechos del Estado, son el apoyo firme de la libertad de la patria, con ellas cuenta el Gobierno para sostener el orden público, i en ellas confía el patriotismo para la conservación de sus garantías é inmunidades”24. La empatía por el gobierno del Dr. Castro Madriz se hizo evidente en unos versos que algunos miembros de los sectores populares le dedicaron en la visita que hizo a la ciudad de Cartago el 29 de agosto de 1847:

Bendecid pues un Gobierno
Paternal i de leyes,
Que bondadoso i tierno
Ejerce en vuestro suelo
El poder de hacer bienes,
Que os ha legado el cielo.

La confianza la calma i la alegría
Rebosa en su semblante
Como el que mas, amante
De los progresos i armonía
Os brinda en vuestros Lares
La paz de Dios de los altares25.

En estos versos sobresale el “paternalismo” del gobierno del Dr. Castro Madriz y la paz y estabilidad que había traído al país. Esta posición de sometimiento político comienza a darle un aura paternal y bondadosa a los gobernantes y al Estado, así como remarcar el carácter “pacífico” de los costarricenses. En esta misma línea de identificación patriótica con el gobierno del Dr. Castro Madriz sobresale su visita a la ciudad de Alajuela el 7 de mayo de 1848, la cual hizo para conciliar a esta población luego de sofocado el movimiento revolucionario del 11 de septiembre de 1847. Con motivo de la llegada del mandatario toda la ciudad de Alajuela estaba adornada de arcos triunfales, de gallardetes blancos y de banderas iguales al pabellón nacional que se considera que era el símbolo de la paz. Los vecinos de los suburbios se hallaban en expectativa del acto. Entre la población circuló la proclama que don José María daría donde señalaba los motivos que lo impulsaron a sofocar el movimiento revolucionario de esta ciudad, su papel de protector de la población y del deber de esta de buscar la paz y la obediencia al gobierno. Asimismo, calificó al pueblo alajuelense de valiente, industrioso y pacífico. Termina su diatriba indicando: “El dia del convencimiento ha llegado: la voz penetrante del dolor se acata; ocho meses de sosobras, de desconfianzas i de saña hablan i conmueven; calma la agitacion; el sol de la concordia brilla, i Costarica se une i regenera”.26 Enseguida un coro cantó una canción patriótica que la ciudad de Alajuela le dedicó al Dr. Castro Madriz y que por su importancia se reproduce totalmente:

Alajuelas hermanos gocemos
La luz fébea que nos resplandece,
En el alto Señor que aparece
A brindarnos la paz i el favor:
Mas rendidos también tributemos
A este ser filantrópico, amable,
Gratitud, sumisión perdurable,
Pues nos une con lazo de amor.

Rásguese el pecho tierno
Clamando dulcemente
Bendicion, loor eterno
Al digno Presidente.

A! que en glorias de paz se entroniza,
Y con mano sagaz protectora
Desvanece la lid protectora.
Compatriotas, mil lauros cantad:
Hoy vuestra alma mostradle sumisa
Por trofeo de sus muchas bondades:
Y vosotras futuras edades,
De laureles su sien coronad.

Rásguese &.

A los yerros que pudo inducirnos,
La desgracia casual, detestemos,
Y entusiastas desde hoy comencemos
Un tranquilo i dichoso vivir.
Y vos, HÉROE, que sabeis rendirnos
Indulgente benigno i piadoso
No olvideis a este pueblo amoroso,
Y sus votos dignaos admitir.

Rásguese &.27.

Del discurso anterior sobresalen los epítetos de protector y de héroe atribuidos al Dr. Castro Madriz y la sumisión política que le brindan los alajuelenses. El hecho que este gobernante hiciera circular su discurso entre la población alajuelense resaltando los rasgos nacionales de trabajador y pacífico y su carácter paternal demuestra el interés de éste gobernante de construir un nacionalismo alrededor de su figura. Asimismo, sus discursos emitidos en la prensa y su interés en darle a Costa Rica el rango de República lo hacen merecedor de constructor del primer nacionalismo en el país, lo que matiza la idea de Steven Palmer sobre el carácter pionero del nacionalismo de Tomás Guardia28.

Ante la supresión de la conspiración de Alajuela de septiembre de 1847 contra el Dr. Castro Madriz éste se dirigió a los costarricenses para recalcarles la fuerza de su gobierno, lo cual lo llevaría inclusive a sacrificar su propia vida por el país: “Descanzad entre tanto: nada temais; el que hoy es depositario de vuestras confianzas vela por vuestra seguridad i bien estar, i mientras que algun riesgo pueda amenazaros será el primero en exponer su vida en vuestra defensa, como amigo i compatriota vuestro”29. Debe aclararse que este movimiento político se debe al descontento de los alajuelenses por las multas y castigos impuestos por el gobierno del Dr. Castro Madriz.

El 13 de octubre del año antes citado se realizó un acto público en San José para celebrar la neutralización del movimiento revolucionario alajuelense en contra del Dr. Castro Madriz, ante lo cual este gobernante emitió un discurso conciliatorio donde señala: “Olvidemos agravios, depongamos pasiones innobles; abrazemonos en el gran dia de la patria para que esta sea respetable, fuerte i venturosa por la unión”30. Seguidamente una orquesta interpretó una canción entre cuyos versos se destaca:

Felizmente no viera el Estado Con su sangre la tierra inundar
De sus hijos se encuentra rodeado
Que le salvan de horror sepulcral.

Loor eterno al heroico caudillo
Cuya sombra al rebelde ahuyentó
Que en seis días la paz cimentó
Y á la patria de oprovio libró31.

Según las estrofas anteriores para 1847 existía un concepto de Estado y patria ligado al lugar de nacimiento, es decir, sobre Costa Rica, situado por encima de los localismos, y a su paz y estabilidad política. Esto matiza la idea de Acuña de que cuando el Presidente Castro Madriz toma la decisión de declarar a Costa Rica en 1848 como República, inicia, con ello, la consolidación de un proceso propio de afirmación de lo nacional32.

Para el 3 de febrero de 1849 un escritor que protegía su identidad con el pseudónimo “El Guardia Nacional” señalaba que el localismo es el egoísmo de las sociedades. Asimismo indicaba: “Una virtud es amar nuestra Patria, distinguir en ella el Estado, a que pertenecemos, el distrito i el pueblo donde estamos avezindados, donde hemos visto la primera luz, donde también la vieron nuestros padres”33. Sobre esto, debe señalarse que los discursos estudiados sobre patriotismo se dieron dentro del marco urbano del Valle Central, núcleo geográfico a partir del cual se propagara la identidad -que se consideraba a sí misma- blanca de los costarricenses. Para Acuña esto se explica por el temprano consentimiento al interior de los grupos políticos y el temprano éxito de la economía cafetalera, factores que posibilitaron la afirmación de una conciencia regional en el Valle Central que posterior a 1870 se extenderá entre las clases populares como la base del nacionalismo costarricense34. Asimismo, pese a la existencia del sentimiento localista, las elites políticas de las ciudades principales del Valle Central costarricense compartían una cierta imagen común sobre su comunidad política, sobre su Estado. Esto pudo mantenerse debido a la calma política que vivía el país35.

Aparte de las contribuciones que los políticos e intelectuales antes mencionados hicieron a la construcción del concepto de patriotismo en el periódico El Costarricense existe la que realizó el intelectual Nicolás Gallegos. Don Nicolás Gallegos nació en San José en 1818. Estudió en la Casa de Enseñanza Pública, con Rafael Osejo y Nazario Toledo. Se graduó de Bachiller en Filosofía y Maestro en Artes, en 1832, por el Colegio de Santo Tomás. En 1842, fue profesor de Filosofía en la Casa de Enseñanza Pública, hasta su erección en 1843 en Universidad, momento en que fue nombrado Catedrático de Filosofía en ésta; la desempeñó por un año, renunciando el 11 de abril de 1845, por motivo de un viaje a Nicaragua. Durante muchos años fue Miembro de la Dirección de Estudios de la Universidad y Secretario de la Corte Suprema de Justicia. Fue su Rector en 1846, 1864 y 1875-1876. Murió en 1882. Redactor del Mentor Costarricense, La Tertulia y La Paz y el Progreso. Es el autor de los primeros textos de filosofía en el país36.

Cabe destacar que desde 1843 se había establecido en la ciudad de San José la Universidad de Santo Tomás, fundada por Castro Madriz y caracterizada por su afán liberal e ilustrado para esos años. La universidad poseía una Cátedra de Racionalismo en su Facultad de Filosofía, donde, se promovían ideales como la autonomía, la libertad de cátedra, la igualdad; así como se motivaba al individuo por medio de la educación a reconocer y practicar sus derechos37.

En 1849 don Nicolás publicó su libro: Lecciones de ética o moral que según Láscaris: “constituye un manual, teísta, que no plantea dependencia de la Ética respecto de la Metafísica, y en el que el posible trasfondo escolástico es tan difuminado que casi no se percibe. Sigue fielmente las ideas de la Escuela Escocesa, especialmente a Hutcheson y sobre todo a Dugald Stewart. Vigencia de la libertad, prioridad de la moral respecto de la ciencia, pero dentro de un conjunto sensualista. Respecto al tema de la sociedad sigue a Locke, y respecto a la religión a Montesquieu”38.

Gallegos indica que como las leyes de la patria amparan al hombre, debe defenderla39. Agrega que la benevolencia es un deseo vehemente y constante de la felicidad del objeto a que se dirige. Según este concepto la benevolencia puede llegar a ser caridad, amistad, amor paterno, patriotismo, etcétera40. Define como patriotismo el amor que tiene el hombre al país en que nace41. Asimismo señala que el patriotismo es una virtud cívica, y que el que no hace sacrificios por su patria o pide paga por lo que le ha hecho, no es patriota42. Gallegos hace alusión a un concepto más antropológico de patriotismo acerca del cual Daniel Bar-Tal ha señalado que el patriotismo, definido como la adhesión de los miembros a sus grupos y al país en el que residen, se puede encontrar en cualquier grupo etnográfico que viva en un espacio geográfico determinado. Esta adhesión, que se asocia con una valoración y afecto positivo, se expresa a través de creencias que poseen contenidos de pertenencia, amor, lealtad, orgullo y asistencia al grupo y la tierra43.

Conclusión

Los discursos sobre patriotismo contenidos en el periódico El Costarricense entre 1846 a 1849 -principalmente los emitidos por el Dr. José María Castro Madriz- usan este concepto en términos de amor a la patria y un fuerte sentido de identidad con su gobierno. Se pudo evidenciar que para 1847 existía entre algunos miembros de los sectores populares un concepto de Estado y patria ligado al lugar de nacimiento, es decir, sobre Costa Rica, situado por encima de los localismos, y a su paz y estabilidad política, lo que inicia la consolidación de un proceso propio de afirmación de lo nacional. El hecho que este gobernante resaltara su carácter paternalista y los rasgos nacionales de los costarricenses de propietario, trabajador y pacífico demuestra su interés en construir un nacionalismo alrededor de su figura. Asimismo, sus discursos emitidos en la prensa y su interés en darle a Costa Rica el rango de República y cohesionarla a nivel político-mental lo hacen merecedor de constructor del primer nacionalismo en el país. Por otra parte, el concepto de patriotismo dado por don Nicolás Gallegos en 1849 es de carácter antropológico y está ligado a una valoración y afecto positivo de amor y sacrificios a la patria. Resalta el hecho de que estos textos comenzaron a construir una plataforma de convocatoria a la defensa de la soberanía nacional, a la defensa del Estado y de la paz y estabilidad política una década antes de la Campaña Nacional.

1 El autor agradece las observaciones y comentarios a una versión preliminar del texto al Dr. Manuel Araya Incera y al Dr. Rafael Cuevas Molina.

2 Ana María Botey Sobrado, Costa Rica, Estado, economía, sociedad y cultura: desde las sociedades autóctonas hasta 1914 (San José: Editorial de la Universidad de Costa Rica, 2000), 203-204.

3 Botey, Costa Rica, Estado, economía, sociedad y cultura, 207-208.

4 Juan Rafael Quesada Camacho, Clarín patriótico: la guerra contra los filibusteros y la nacionalidad costarricense (Alajuela: Museo Histórico Cultural Juan Santamaría, 2006).

5 Daniel Bart-Tal, “La monopolización de patriotismo”, en: Psicología Política XLII, no. 11 (1995 [citado el 13 de marzo de 2013]): disponible en http://www.uv.es/garzon/psicologia%20politica/N11-3.pdf.

6 El Costarricense (Noviembre 14 de 1846), 1.

7 Luis Felipe González, Historia de la influencia extranjera en el desenvolvimiento educacional y científico de Costa Rica (San José: Imprenta Nacional, 1921), 48.

8 Jorge Mario Salazar Mora, Historia de la educación costarricense (San José: EUCR, 2003), 13.

9 El Costarricense (Diciembre 19 de 1846), 12.

10 El Costarricense (Diciembre 19 de 1846), 22.

11 Carmen María Fallas Santana, “La voluntad de la Nación y la regeneración política: Los pronunciamientos militares de 1859, 1868 y 1870 en Costa Rica”, en: Diálogos IX no. 2 (Agosto 2008 - Febrero 2009 [citado el 22 de marzo de 2013]): disponible en http://www.historia.fcs.ucr.ac.cr/articulos/2008/vol2/03carmenfallaspronunciamientos.pdf.

12 P. Alter, Nationalism (New York: Edward Arnold, 1985).

13 Ronald Beiner, Theorizing Nationalism (State University of New York Press, 1999), 228-229.

14 Harold R. Isaacs, Idols of the Tribe, Group Identity and Political Change (New York: Harper & Row Publishers, 1975).

15 Benedict Anderson, Imagined Communities (London - New York: Verso, 2000), 4-7.

16 Isaacs, Idols of the Tribe, Group Identity and Political Change.

17 Eric Hobsbawm, Naciones y nacionalismo desde 1780 (Barcelona: Crítica, 1992), 46-79.

18 David Díaz Arias, Construcción de un estado moderno: política, estado e identidad nacional en Costa Rica, 1821-1914 (San José: Editorial de la Universidad de Costa Rica, 2005), 33-34.

19 Ricardo Martínez Esquivel, “Masones y masonería en la Costa Rica de los albores de la modernidad (1865- 1899)” (Tesis de Maestría Académica en Historia Centroamericana, Universidad de Costa Rica, 2012), 110.

20 Walter Connor, Ethno-nationalism. The Quest for Understanding (Princeton University Press, 1994).

21 Mesoamérica VII, no.12 (1986); María Eugenia Bozzoli, Eugenia Ibarra y Juan Rafael Quesada, 12 de octubre, día de las culturas. Costa Rica pluricultural (San José: Editorial de la Universidad de Costa Rica, 1998); y Ronald Soto Quirós, “Imaginando una nación de raza blanca en Costa Rica: 1821-1914”, en: Amérique Latine Histoire et Mémoire. Les Cahiers ALHIM no. 15 (2008 [citado el 1 de abril de 2013]): disponible en http://alhim.revues.org/index2930.html

22 Anuario de Estudios Centroamericanos 22 (1996): 122.

23 Revista de Historia 45 (Enero-junio. 2002): 191-228.

24 El Costarricense (Enero 9 de 1847), 33a.

25 El Costarricense (Septiembre 4 de 1847), 170.

26 El Costarricense (Mayo 13 de 1848), 366.

27 El Costarricense (Mayo 13 de 1848), 367.

28 Jean Piel y Arturo Taracena, Identidades nacionales y Estado moderno en Centroamérica (San José: Editorial de la Universidad de Costa Rica, 1995), 75-85.

29 El Costarricense (Septiembre 11 de 1847), 177.

30 El Costarricense (Octubre 16 de 1847), 196.

31 El Costarricense (Octubre 16 de 1847), 196.

32 Piel y Taracena, Identidades nacionales y Estado moderno en Centroamérica, 55.

33 El Costarricense (Febrero 3 de 1849), 71.

34 Revista de Historia 45, (Enero-junio 2002): 218.

35 Díaz, “La invención de las naciones en Centroamérica, 1821-1950”, en: Asociación para el Fomento de los Estudios Históricos en Centroamérica (AFEHC) 15 (Diciembre 2005 [citado el 15 de abril de 2013]): disponible en http://ress.afehc-historia-centroamericana.org/_articles/portada_afehc_articulos14.pdf p.8.

36 Revista de Filosofía 11, 285.

37 Martínez Esquivel, “Masones y su participación política en Costa Rica (1865-1899)”, en: Diálogos (Número especial 2008, 1824-1825 [citado el 29 de abril de 2013]): disponible en http://historia.fcs.ucr.ac.cr/articulos/2008/especial2008/articulos/06-politica/76.pdf.

38 Revista de Filosofía, no.11, 286.

39 Nicolás Gallegos, Lecciones de ética o moral (San José: Imprenta de la Nación, 1849), 66.

40 Gallegos, Lecciones de ética o moral, 48-49.

41 Gallegos, Lecciones de ética o moral, 69.

42 Gallegos, Lecciones de ética o moral, 70.

43 Politics and Individual 2 (1993): 45-62.

Fuentes primarias

Periódico El Costarricense 1846-1849.


Bibliografía

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1 Maestría en Ciencias Sociales con énfasis en Identidad y Cultura, FLACSO Sede Guatemala. Profesor de la Universidad Politécnica de Nicaragua. Correo electrónico: chesterurbina@yahoo.com

Fecha de recibido: 23 octubre 2014 - Fecha de aceptación: 20 noviembre 2014

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