En el último número de Acta Médica (vol. 57 (2), abril-junio 2015) aparecen los reportes de dos casos clínicos que me llaman la atención y cuyas listas de autores no me parece completas.

Aunque me complace que los médicos publiquen, que se difunda el conocimiento y se fomente la educación médica, creo que deben respetarse ciertos principios elementales.

Son dos reportes de casos clínicos infrecuentes. El primero se refiere a una paciente con una miocardiopatía secundaria a un paraganglioma torácico, tumor que fue resecado mediante una técnica moderna y compleja, intervención que eventualmente condujo a la curación de la enferma.¹ Es obvio que el proceso diagnóstico y el manejo de la situación requirió de todo un equipo de profesionales especialistas, tanto médicos como quirúrgicos, sin embargo no veo dentro de los autores un solo nombre de los que practicaron la operación. Ignoro si los cirujanos fueron invitados a participar en el reporte, pero me parece que el artículo se hubiera enriquecido con la participación de ellos.

El segundo artículo describe el caso de una mujer con un adenoma paratiroideo localizado en el mediastino. De igual manera, reconozco lo difícil del diagnóstico y que la situación anatómica lo hacía no accesible para cirujano general. Por ello me extraña también que entre los nombres de autores del reporte, no veo ni el del endocrinólogo, ni el del cirujano de tórax, quien en última instancia fue el que logró extirpar el tumor y la curación de la enferma.²

No sé si existirá literatura que describa la composición del "equipo de reporte de casos clínicos", y ni siquiera sé dónde buscar esa información. Pero creo que en la publicación de casos complejos y en los cuales intervienen varias especialidades debieran aparecer representantes de las mismas, para que cada uno exponga su participación a la solución del problema de fondo.

Lo valioso de los casos clínicos no es solo su rareza, sino las ideas y propuestas que cada quien aporta en el proceso diagnóstico y terapéutico. Por otro lado, cada lector también tiene su ángulo particular de interés y posiblemente se identifica con una especialidad y aprende de esos reportes.