A manera de introducción:
“Annie Besant ha venido de Inglaterra, con su elocuencia ardiente y sus canas jóvenes, a mantener los dogmas teosóficos: el espíritu es una mina de hechos: hay que descubrir y clasificar los hechos del espíritu: hechos del espíritu, científicos como cualesquiera otros, (…) Annie Besant lo que quiere es que se piense con libertad, que el hombre conozca y fomente lo puro de sí, que se vea el mundo como una vía de deberes purificadores que la vida del hombre se emplee en redimir la raza humana''.1(1)
José Martí
El tema que se desarrollará en este trabajo versa sobre la articulación del movimiento teosófico cubano, en su primera etapa que transcurre entre 1894 y 1904. El movimiento teosófico cubano ha tenido una marcada invisibilidad para la historiografía cubana y latinoamericana. No así el movimiento teosófico moderno en su repercusión internacional, el cual ha sido profusamente investigado por diversos estudiosos a nivel mundial. Entre los múltiples trabajos dedicados al tema, destacan numerosas perspectivas, algunas con una excelente rigurosidad científica y otras pseudocientíficas.
En la actualidad el tema ha alcanzado una nueva vitalidad para la historiografía moderna, se acrecientan los estudios académicos sobre la temática teosófica en las últimas décadas del siglo XX y las primeras del siglo XXI. Sobresalen varias directrices de la ciencia histórica que oscilan entre los estudios históricos sobre el ocultismo, los movimientos espiritistas, la historia del esoterismo occidental, la institucionalización de la Sociedad Teosófica en un país determinado, la historia de las ideas y la historia de las mentalidades. Algunos de estos trabajos abordan aspectos individuales de los fundadores del movimiento teosófico o generales de la Sociedad Teosófica en su desarrollo como institución, al destacar los estudios de investigadores europeos y estadounidenses.2(2)(3)(4)(5)(6)(7)(8)(9) Aunque en las últimas décadas han surgido un grupo de investigadores que estudian el movimiento teosófico en América Latina, abordan la temática desde una perspectiva netamente latinoamericana, entre estos pioneros destacan los trabajos de Marta Elena Casaús Arzú,3(10) Eduardo Devés Valdés,4(11) Otto German Mejías Burgos,5(12) Chester Urbina Gaitán,6(13) Ricardo Martínez Esquivel,7(14) Esteban Rodríguez Dobles8(15) y Dora Barrancos.9(16) Aunque estos autores traen a discusión la importancia e influencia del movimiento teosófico en América Latina a través de diversas miradas, ante sus ojos críticos, pasa desapercibida la articulación de la Sociedad Teosófica Cubana y su relevante importancia para la articulación de un movimiento teosófico regional. A excepción de Ricardo Martínez Esquivel y Esteban Rodríguez Dobles10(17) quienes hacen una breve referencia al desarrollo teosófico en Cuba. Igualmente, este vacío historiográfico se hace palpable en la academia cubana, pasa desapercibido el desarrollo histórico de la Sociedad Teosófica cubana para el grueso de los historiadores cubanos, a pesar de ser un elemento importante que ayuda a comprender las nuevas formas asociativas de carácter esotérico y los nuevos movimientos de renovación espiritual que se introducen en el país en los años terminales del XIX y las primeras décadas del siglo XX.
Entre los escasos textos que abordan el tema y sirven como referencia, se encuentran: los escritos de los propios teósofos11(18)(19)(20)(21) que al ser en muchos casos protagonistas de los hechos, testimonian sobre el proceso de introducción y organización de la teosofía en Cuba, en forma autobiográfica, anecdótica y apologética. Pese a estas limitaciones teóricas y metodológicas, las obras de estos primeros cronistas teosóficos tienen un alto valor por su contribución al conocimiento y comprensión de la historia sobre la Sociedad Teosófica en Cuba. Además, constituyen obras de obligada consulta porque son unos excelentes indicadores para medir como se veían los teósofos a sí mismos.
En la línea académica la bibliografía referente a la Sociedad Teosófica en Cuba y al movimiento teosófico cubano en general resulta escaza y focalizada en una región determinada y en una personalidad específica. Entre los escasos trabajos encontrados que abordan el tema destacan:
La tesis de maestría ''La Fundación Cultural Oasis Teosófico Martiano en el período 1950-1960: Un estudio desde la historia local'',12(22) del profesor de filosofía Noel R. Sampedro Muñoz, que trata el tema desde la perspectiva de la historia regional, destaca la labor sociocultural de la Fundación Cultural Oasis Teosófico Martiano y sus intenciones sincréticas entre el pensamiento martiano y la teosofía, al enfatizar los puntos humanistas coincidentes entre ambos.
Otros referentes los constituyen, la tesis de grado Manuel Martínez Méndez: claves y proyecciones de su pensamiento en el campo intelectual cienfueguero (1948-1953),13(23) la cual, ofrece información desde la perspectiva de la historia intelectual. Se adentra en el pensamiento de un destacado teósofo radicado en Cienfuegos, Manuel Martínez Méndez, intenta descifrar las claves de su pensamiento y su repercusión en el campo intelectual cienfueguero. Además, el artículo Las logias de la ciudad de Las Tunas: protagonistas de la historia en la República Neocolonial de Cuba,14(24) de las historiadoras cubanas Milena Medina Pérez e Ilianet Mora Turro, que se realiza desde la perspectiva de la historia cultural y regional, destacan el papel sociocultural que juega la logia teosófica Esperanza en el desarrollo de la localidad.
Por las razones anteriores, es posible afirmar que el movimiento teosófico cubano ha tenido una marcada invisibilidad para la producción historiográfica nacional y extranjera. Por lo cual, esta investigación resulta ser uno de los primeros acercamientos a la historia de la Sociedad Teosófica cubana. En consecuencia, la historia narrada en el presente artículo probablemente sea de las más desconocidas en Cuba, Centroamérica y el Caribe.
Debido a la escasez de fuentes bibliográficas, se procedió a centrar el trabajo en las fuentes documentales y periodísticas, mayormente procedentes del Archivo de la Sección Cubana de la Sociedad Teosófica (ASCST), el cual cuenta con una documentación que data de 1901 y abarca todas las logias que militaron por la Sección Cubana de la Sociedad Teosófica desde su fundación en 1905, hasta la fecha, comprenden el territorio nacional y el área de influencia de la Sección Cubana en Centroamérica y el Caribe. Aunque se debe puntualizar que el Archivo de la Sección Cubana de la Sociedad Teosófica (ASCST), es privado, está diezmado y disperso, situación que dificultó el trabajo en el mismo. En dicho archivo se encuentran valiosos manuscritos, testimonios gráficos, libros de actas de las logias que integran la institución, listados de miembros, expedientes personales, correspondencia institucional y privada, cartas constitutivas entre otros documentos valiosos para la adecuada reconstrucción histórica.
Otro centro de almacenamiento de las fuentes documentales imprescindibles para esta investigación, es el Archivo Nacional de Cuba (ANC), donde se tuvo acceso al fondo Registro de Asociaciones, en el cual se localizan diversos expedientes referentes a las logias teosóficas cubanas y a la Sección Cubana de la Sociedad Teosófica. Donde fue posible encontrar certificados de constitución, actas de constitución de las logias teosóficas, reglamentos, estatutos, actas de reuniones, decretos, resoluciones de cancelación y balances de la contabilidad institucional. Igualmente, aunque en menor grado se obtuvo material documental de los archivos privados, de la logia teosófica Annie Besant en La Habana, de la logia teosófica Sophia en Cienfuegos y de la logia Leadbeter en Sancti Spíritus. Además, se utilizó la colección de revistas teosóficas que se encuentra en la Biblioteca Popular H.P. Blavastsky de la Sección Cubana de la Sociedad Teosófica entre las que destacan, Revista Teosófica 1901-1903, Revista Teosófica Cubana 1951-1955, The Theosophist, 1900-1905 y la Revista Teosófica Española Sophia 1900-1912. Por otra parte, de la Biblioteca Nacional de Cuba José Martí, se utilizaron varias de las publicaciones periódicas de la época relacionadas con la teosofía en Cuba.
La teosofía y el movimiento teosófico moderno
A continuación, se explicará brevemente ¿qué es la teosofía? ¿cómo surgió y se desarrolló la Sociedad Teosófica internacional? Además, se analizarán las condiciones que propiciaron la inserción de la sociabilidad teosófica en el espacio cubano, y el surgimiento de las primeras logias teosóficas en la Isla.
La palabra teosofía proviene de dos palabras griegas; theós que significa dios o divinidad, y de sophía que significa sabiduría o conocimiento es decir, etimológicamente la teosofía se refiere al conocimiento de las cosas referentes a la divinidad. Por lo que básicamente significa sabiduría divina, e implica que esa sabiduría es accesible al alma humana a través de la intuición directa de una realidad suprasensible.15(25)
Esta corriente filosófica se origina en la Grecia pitagórica bajo la elaboración de los primeros filósofos como Platón (387 a.C.-347 a.C.), Armonio Sacca (175-242), Plotino (205-270) y Porfirio (232-304). Igualmente estuvo presente en el movimiento neoplatónico de Alejandría en la figura del filósofo griego Jámblico de Calcis (250-330).16(25)
Más tarde el termino fue adoptado en la era cristiana, por Clemente de Alejandría (150-217); alcanzó mayor desarrollo en la época moderna, a través de varios movimientos místicos que acuñaron la expresión para sí. Encabezados por Jakob Böhme (1575-1624), Valentín Weigel (1533-1588), Johann Georg Gichtel (1638-1710), William Law (1686-1761)) y Emanuel Swedenborg (1688-1772), entre otros; poseedores de concepciones esotéricas, de inspiración religiosa o mística, todas fundadas en una tradición occidental de pensamiento de carácter cristiano, se conoce a estas ideas como teosofía cristiana.17(7)
A finales del siglo XIX el término es reinterpretado por una médium de origen ruso, Helena Petrovna Blavastsky18(4) (1831-1891), quien junto al retirado coronel estadounidense Henry Steel Olcott19(26) (1832-1907), el joven abogado William Quan Judge (1851-1896), y un grupo de once personas, fundan el 17 de noviembre de 1875, en la ciudad de Nueva York una sociedad de estudios esotéricos la cual llamaron Sociedad Teosófica. De esta manera, inician el movimiento teosófico moderno.
La Sociedad Teosófica desde sus inicios asume la tradición teosófica anterior al unir estos preceptos en una mezcla heteróclita de neoplatonismo, gnosticismo, hermetismo, Kabaláh y los dogmas filosóficos de religiones orientales, tales como el hinduismo y el budismo. Con estas particularidades, la Sociedad Teosófica lleva acabo una reinterpretación de la teosofía, a partir de ese momento se conoció como la teosofía de Blavastsky. La teosofía de Blavastsky y el movimiento teosófico moderno no deben considerarse una religión, ni en su extensión una secta, más bien se encamina hacia los dominios de una espiritualidad, definida en este artículo como una espiritualidad esotérica.20(25)
Esta nueva teosofía, sostiene que todas las religiones constituyen intentos del hombre de acercarse a lo divino. Es decir, cada religión posee una porción de la verdad universal y todas tratan de explicar lo mismo, miran hechos iguales a través de su dogma religioso imbuido en un prisma cultural e histórico. En resumidas cuentas, la doctrina teosófica de Blavastsky presentaba a finales del siglo XIX una alternativa de espiritualidad alejada de las dogmáticas enseñanzas de la Iglesia católica. Crea una transcripción de filosofía científica alejada de la supuesta vacuidad del materialismo y del positivismo, presenta a la nueva teosofía como el núcleo o la esencia misma de todas las religiones y la verdad absoluta.
Por otra parte, los organizadores de la moderna Sociedad Teosófica basaron sus intereses en tres objetivos, que serán decisivos a la hora de manifestar la visibilidad de su sociabilidad, los cuales rezan así: formar un núcleo de la fraternidad universal de la humanidad sin distinción de raza, credo, casta, sexo o color -la aceptación de este precepto es imprescindible para poder ingresar en la asociación-. El segundo se encamina hacia el estudio y la búsqueda del conocimiento atávico y reza así: fomentar el estudio comparativo de religiones, filosofía y ciencias. El tercero y último dice: investigar las leyes inexplicadas de la naturaleza bajo todo aspecto posible, los poderes psíquicos y espirituales latentes en el hombre, este objetivo es para los más adelantados e incluso la práctica del mismo se asocia al círculo interno de la institución, al cual se accede a través de una iniciación secreta.
La naciente asociación para su funcionamiento asume los signos comunes a las formas de la sociabilidad moderna, equivalentes a las sociedades de ideas y a la sociabilidad masónica. Sus criterios van desde las prácticas democráticas electivas, la generación de una opinión pública, una mentalidad intrínseca, hasta el desarrollo de una cultura impresa propia. Su principal paradigma organizativo lo fueron las logias masónicas de las cuales muchos de sus fundadores fueron parte.
En su desarrollo, crearon una asociación internacional cuya base fueron las logias o ramas teosóficas. Para la constitución de una logia teosófica se requiere de un mínimo de 7 integrantes pertenecientes a la Sociedad Teosófica Internacional. Este proceso de ingreso se hace mediante la adquisición de un mínimo de conocimiento teosófico, el cual se legaliza a través de un diploma de ingreso firmado por el presidente internacional de la institución y el representante regional de la misma en el país donde se encuentre el aspirante. Una vez cumplido este requisito se procederá al acto de constitución de la logia, en el cual se eligen mediante sufragio universal, los cargos directivos: presidente, secretario, tesorero, vocales y en algunos casos bibliotecario. También en este acto se aprueba el reglamento de la logia que estaría en concordancia con el reglamento internacional de la institución, posteriormente se presenta la nueva asociación ante las autoridades locales.
La organización internacional de la Sociedad Teosófica es de carácter jerárquico. En la cúspide de la pirámide se encuentra la directiva internacional representada por un presidente, un secretario, un tesorero y un consejo presidencial, radicados en Adyar, Madras India, la sede principal. El presidente internacional de la Sociedad Teosófica de Adyar se elige por sufragio universal de todos los miembros de la Sociedad Teosófica Mundial.
En segundo lugar, siguen las secciones nacionales o regionales, las cuales tienen un secretario general y un comité ejecutivo o consejo seccional que representa el poder legislativo, son elegidos por sufragio universal de todos sus miembros. Las asambleas o convenciones anuales de las secciones representan el poder legislativo donde se somete a votación todos los aspectos de importancia, con forme creció la institución, las convenciones anuales tomaron valor representativo, se enviaban a los mismos dos representantes por logias, de modo que se establece el voto de segundo grado. Hay que puntualizar que para la constitución de una sección nacional o regional se requiere que el país o región determinada cuente con un mínimo de 7 logias debidamente establecidas y con la aprobación de la dirección internacional que es la que patenta su jurisdicción.
En último lugar están las logias teosóficas, las cuales son los núcleos base que sustentan la organización internacional de la Sociedad Teosófica, se reúnen regularmente según lo defina su reglamento y sus reuniones pueden ser cerradas o abiertas al público de acuerdo lo dicte la ocasión. A fin de cuentas, la teosofía fue uno de estos movimientos de renovación espiritual que se insertaron como alternativas de carácter erudito y alejada de las ortodoxias religiosas de la época. Esta corriente irracionalista, surge y se inserta en las principales capitales del mundo, introduce en Occidente una nueva forma de entender los saberes y culturas orientales, llega a un redescubrimiento de Oriente por parte de Occidente. Impulsa en su de cursar un humanismo de nuevo tipo, que se imbricó entre las alternativas humanista surgidas entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX.
Después de constituida la Sociedad Teosófica en 1875 en Nueva York, en su labor propagandística y divulgativa Olcott y Madame Blavastsky se embarcan en un viaje de reafirmación espiritual hacia la India. Salen de Nueva York el 17 de diciembre de 1878, hacen escala en Londres, donde instauraron una logia y organizaron la continuidad del movimiento en Europa. Las logias teosóficas fundadas en Londres y el éxito de la institución en la multicultural urbe capitalina anglosajona, fue dejada en manos de Charles Massey (1838-1905) quien más tarde organizaría la Sección Británica de la Sociedad Teosófica.
Olcott y Madame Blavastsky llegaron a Bombay el 16 de febrero de 1879, asentaron allí una misión teosófica. En octubre de 1879, comenzaron a publicar una revista llamada The Theosophist, que se convertiría en el órgano oficial de la Sociedad Teosófica y en un importante medio de divulgación de la literatura teosófica a escala internacional. Es importante aclarar que el proselitismo y la divulgación de las ideas base de la teosofía, fue un elemento fundamental en la mentalidad teosófica de finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Durante los siguientes cuatro años, Olcott y Madame Blavastsky comenzaron una serie de viajes de exploración y promoción de las ideas teosóficas, lo que abarcó una parte importante del subcontinente Indio.21(26)
Este trabajo de divulgación trajo como resultado la creación de la Rama Blavatsky de Bombay el 25 de abril de 1880, la cual se convertiría en el centro de difusión en la India. En diciembre de 1882, el núcleo central de teósofos, liderados por Blavastsky y Olcott, se mudan a una pequeña propiedad en Adyar,22 cerca de Madrás, donde constituyeron la sede central de la Sociedad Teosófica, llamada el cuartel general de Adyar. Entre los años 1885 y 1891 la Sociedad Teosófica experimentó un aumento constante de su membresía; a partir de este momento se implementaron y se crearon centros teosóficos importantes en Londres, París, Nueva York y Sydney, desde donde comenzaron a difundirse las enseñanzas teosóficas en Europa, América y Australia.
Después de la fundación de las primeras logias teosóficas que constituirían el fundamento del movimiento teosófico, estas se expandieron por toda Europa al aprovechar el ambiente favorable imperante a finales del siglo XIX, llegan a España entre 1889 y 1891 de la mano del abogado madrileño José Xifré y Hamel (1855-1920)23(9) y el ingeniero agrónomo Francisco Montoliú Tagones (1861-1892).24(9) Estos teósofos, a su vez, influyeron en la difusión de la teosofía en el mundo de habla hispana, a través de la traducción y publicación de una extensa variedad de libros y revistas teosóficas, estos textos llegaban a Cuba de manera prolífera.
La teosofía llega a Cuba en 1894 por influencia de algunos teósofos españoles entre los que destaca el militar español José Jiménez Serrano (¿?-1910),25(9)(21) líder del movimiento teosófico en Alicante y uno de los principales difusores de la teosofía en Centroamérica.
Las primeras logias teosóficas cubanas: origen y formación (1894-1904)
A continuación, se abordará el primer periodo de la historia del movimiento teosófico cubano, el cual se denominará etapa preseccional,26(27) que transcurre entre 1894 y 1904. Esta etapa de la historia de la teosofía en Cuba está dividida en dos subperiodos, periodización que facilita la comprensión del proceso de inserción y organización de la Sociedad Teosófica en Cuba. El subperiodo A) corresponde a los años transcurridos entre 1894 y 1900. Y el subperiodo B) que transcurre entre 1901 y 1904.
Etapa preseccional, subperiodo A) 1894-1900
El subperiodo A, transcurre desde 1894 a 1900 y está caracterizado por un accionar efímero y un lento crecimiento focalizados en áreas geográficas especificas o regionales, como es el caso de Sancti Spíritus, La Habana y Cienfuegos. Su organización se mueve a través de minúsculos grupos de estudiantes de teosofía que no sobrepasan la veintena. Este inicia con la llegada a Cuba en 1894 del militar español José Jiménez Serrano (¿?-1910),27(9)(21) perteneciente al grupo de teósofos de Madrid, quien en su agenda personal traía la tarea de expandir los ideales teosóficos en la región. Según testimonios de la época José Jiménez Serrano, era un hombre que poseía una vasta cultura, y traía tras de sí una extensa variedad de literatura teosófica de lo más novedoso que se había traducido del inglés y el francés al español.28(21)
Inmediatamente Jiménez Serrano, empezó a hablar a sus contemporáneos sobre la teosofía y muy pronto se popularizaron en la Ciudad de Sancti Spíritus las tertulias teosóficas del intelectual autodidacta José Jiménez Serrano. Estas reuniones fueron el germen de los estudios de teosofía en Cuba. Los miembros más asiduos a estas reuniones se organizaron hasta fundar a finales de 1894 la ''Agrupación Teosófica de Sancti Spíritus'',28 su pequeña membresía estaba integrada por personas pertenecientes a la intelectualidad profesional de la época, con un alto nivel de instrucción, mayormente médicos, profesores, militares y abogados. Destacan como figuras principales, el militar español José Jiménez Serrano, el profesor Manuel Janer Román, el doctor Ramón Rogina Carbonell, Agustín Marshall, Wenceslao Hernández, Gabriel Benítez; Tomas Carbonell, Rufino Ontañón y el joven de 14 años, Lorgio Vargas García.30(21) Es importante resaltar que este hecho marca el inicio del proceso de introducción de la teosofía en Cuba como una nueva forma de sociabilidad. En estos momentos la teosofía es apreciada por el universo de la localidad como una espiritualidad moderna y científica que se convierte en una nueva alternativa frente al enraizado catolicismo.
El crecimiento de la ''Agrupación Teosófica de Sancti Spíritus'' es limitado y focalizado exclusivamente en la ciudad espirituana, esto es resultado de tres causas fundamentales. Primeramente, su crecimiento es ralentizado por los defensores más reacios de la Iglesia católica, que se oponen a la propaganda teosófica en la región. Seguidamente, está el poco alcance social a nivel nacional del incipiente grupo teosófico y la focalización de sus actividades propagandísticas. Como último factor, se debe destacar la coincidencia del desarrollo de esta agrupación con el estallido de la guerra de Independencia de 1895, lo que produce que su membresía se disperse e impida su asiento legal en este momento. Este escenario propició que la vida del primer grupo de estudiantes de teosofía en Cuba fuera efímera y poco conocida, llegó a su fin a pocos meses de constituida. No obstante, no es posible dejar de destacar que varios de sus integrantes contribuirían de forma activa a esparcir la semilla del movimiento teosófico en Cuba.
Posteriormente, con la culminación de la contienda de liberación nacional cubana en 1898, la Isla quedó bajo el gobierno interventor de los Estados Unidos, situación que aprovecharon muchos cubanos emigrados para regresar al país, entre estos emigrados que regresan al suelo patrio se imbricaron los antiguos integrantes de la ''Agrupación Teosófica de Sancti Spíritus'' los cuales una vez en el país, reactivaron sus labores divulgativas, comenzaron a reorganizarse, encontrándose en la urbe capitalina cubana, Miguel R. Muñoz Forval y Ramón Rogina Carbonell, quienes lograron interesar a varias personas con sus charlas teosóficas, reunieron así un grupo de nueve personas, entre los que destaca, José María Massó Juncosa y Guillermo P. Gonzáles, quienes obtuvieron sus diplomas de miembros de la Sociedad Teosófica provenientes de la Sección Europea, radicada en Londres, en 1898 y 1899 respectivamente.31 Paralela a la reorganización habanera se producen reuniones de un pequeño grupo de simpatizantes de las ideas teosóficas en la ciudad de Cienfuegos por iniciativa del abogado José Torrado González Llorente.
Esta paulatina reorganización de los teósofos cubanos fundamentalmente en La Habana daría paso a la conformación de un pequeño núcleo de teósofos en la Isla, entre 1899 y 1900.32(18) Este reverdecer teosófico en Cuba se insertó en el auge del movimiento asociativo insular ocurrido entre 1900 y 1904.33(28) De esta forma se crearon las condiciones para el establecimiento de las primeras logias teosóficas cubanas.
Etapa preseccional. Subperiodo B) 1901-1904
Con la anterior reorganización se da por iniciado el subperiodo B), que transcurre entre 1901 y 1904. Inicia con el surgimiento y desarrollo de los cuatro primeros grupos de estudiantes de teosofía, distribuidos en La Habana, Cienfuegos, Sancti Spíritus y Banes.
Se debe precisar que la implantación de la constitución de 1901, y la creación del estado cubano el 20 de mayo de 1902, fueron factores medulares que facilitaron la introducción y el establecimiento de la Sociedad Teosófica en Cuba, pues la Constitución de 1901, aunque atada jurídicamente por la Enmienda Platt, se instituía como una de las constituciones más adelantadas de su época. La cual establecía el reconocimiento de los derechos individuales fundamentales del hombre y legalizaba el asociacionismo y la libertad de culto, reflejado en su artículo 28, donde expresa: ''Todos los habitantes de la República tienen el derecho de reunirse pacíficamente y sin armas, y el de asociarse para todos los fines lícitos de la vida''.34(29)
La creación del estado cubano en 1902 y la puesta en vigor de la Constitución de 1901, como se mencionó, fueron factores que beneficiaron el proceso de inserción y establecimiento de la Sociedad Teosófica en Cuba, porque reconocía la libre profesión de todas las religiones y el ejercicio de todos los cultos.35(29) Del mismo modo, terminaban drásticamente con la supremacía religiosa que había ostentado la Iglesia católica por más de 400 años en Cuba. Al separar la Iglesia del Estado36(29) crearon una crisis de paradigmas, que abrió el universo sociorreligioso cubano a nuevas alternativas espirituales, dentro de las cuales se imbricó la teosofía.
Como bien se analiza con anterioridad, el resultado del arduo trabajo proselitista-propagandístico de los pocos teósofos cubanos y la situación favorable del contexto histórico, tuvo como resultado la articulación de las primeras logias teosóficas cubanas, destaca la fundación de la logia Annie Besant, de La Habana37 el 20 de enero de 1901, en la calle Villegas n.º 111. Los directivos de la logia Annie Besant, de La Habana, se eligieron por sufragio directo y secreto, los puestos fundamentales fueron: como presidente: José María Massó Juncosa, vicepresidente: Nicasio Ramírez Martínez, secretario general: Ramón Rogina Carbonell, administrador: Miguel R. Muñoz Forval, tesorero: Horacio Arroyo López, bibliotecario: Arturo Carricarte del Villar, vocales-consejeros: Miguel M. Romero Ripoll, Ambrosio L. Pereira, secretarios: Guillermo Pérez de Utrera Arcaño, Pedro Hernández Choperna, Hipólito Mora García.38(21)
Esta logia se consolida como primera de su tipo en Cuba, Centroamérica y el Caribe, marca el inicio de la inserción de la sociabilidad teosófica en la región. Destacaría posteriormente por su ascendente éxito en el liderazgo del movimiento a nivel nacional y regional.39(14) Los temas de discusión que primaban en los espacios sociales de esta primera logia teosófica cubana, giraban en torno al ocultismo, el esoterismo, el orientalismo, la teosofía, las religiones comparadas y las lecturas de textos acerca del cristianismo, el judaísmo, el budismo y el hinduismo.
A propósito de constituirse legalmente, la logia Annie Besant, y como una estrategia propagandística que tuvo como finalidad lograr una opinión favorable para las ideas eclécticas que plantea la teosofía, comenzó a publicarse la Revista Teosófica, el 7 de septiembre de 1901 40 como órgano de difusión teosófica. Esta revista transciende los espacios de la asociación para convertirse en la voz de los teósofos cubanos. A continuación, se adjunta un fragmento de su primer artículo titulado ''Nuestro Propósito'':
Con el alba de este siglo, y satisfaciendo exigencias de nuestra propia conciencia, venimos a la vida pública con el propósito de aportar al acervo común nuestro contingente de ideas. (…) La Teosofía viene hoy a llenar un vacío, aquí donde tan pocas personas se disponen a buscar la verdad por el espinoso camino de las incertidumbres y las dudas. Esta doctrina que ofrece solución a todas las dificultades; que demuestra de una manera indubitable la relación exacta que existe entre la humanidad y la causa que la llamó a la vida; que asevera la existencia de una verdadera religión y una verdadera ciencia, enseñando los términos de aquella relación, que nos demuestra también, que si no miramos superficialmente la multitud de sistemas religiosos del mundo, todas las aparentes contradicciones desaparecerán, dando paso a una verdad universal, más clara y más evidente, cuanto más dispongamos la mente a investigarla; esta doctrina, repetimos, tan amplia y tan generosa, cuyas conclusiones son tan evidentes, es la que sometemos a la consideración de los hombres de ciencia, si es que la ciencia ha de servir para establecer algún progreso moral útil en beneficio de la humanidad. (…) No debemos aceptar los escombros que nos ofrecen los diversos sistemas religiosos, inclinándonos a uno u otro sin madura reflexión, porque sería absurdo creer que cualquier sistema puede ser verdadero cuando no encierra en sí toda la verdad. (…) Estamos obligados a exponer verdades nuevas, para demostrar viejos errores y si en el camino de nuestras disquisiciones logramos la cristalización de ideas hasta ahora no definidas, habremos cumplido el deber que informa nuestro propósito (…) ''Nuestra bandera ondea actualmente en todas las latitudes y ostenta el lema pacificador por excelencia; el de la Tolerancia Mutua. No venimos a perturbar las conciencias, venimos a unificarlas, poniendo de manifiesto la fuente primitiva de donde proceden todos los cultos. No venimos a destruir el credo de la ciencia contemporánea, venimos a unificarlo y completarlo poniendo de manifiesto verdades que, por ser hasta ahora, poco menos que desconocidas, no por eso dejan de ser manifestaciones de la Absoluta Verdad.41(30)
En este fragmento se reflejan claramente los propósitos y directrices que la fraternidad adoptará en Cuba, argumentan que su sistema de búsqueda de la verdad es el camino para alcanzar la autorrealización espiritual y señalan que sus cimientos son la libertad de conciencia, el libre pensamiento y una fraternidad universal que incluye la igualdad racial, social y de género.42 Dentro de este orden de ideas, los teósofos cubanos presentan, la inserción de la Sociedad Teosófica en Cuba como uno de los triunfos del ''progreso''. Debe señalarse que las ideas promulgadas por el grupo teosófico cubano se equiparan con las aspiraciones sociales y políticas del momento de reafirmación nacional que vive la nación cubana en ese preciso instante.
De ahí que, bajo los postulados de libertad de conciencia, libertad de pensamiento y fraternidad universal, la teosofía prosperó en La Habana al articularse de esta manera el núcleo teosófico habanero. La fundación de la logia Annie Besant fue seguida por la fundación de las cinco primeras logias nacionales que conformarían el grupo que contribuyó al establecimiento de la institución en Cuba. Según expone, Rivero Aponte la teosofía en Cuba en la etapa que transcurre entre 1901 y 1904:
Adquirió un incipiente interés para las localidades porque presenta ante el pueblo-nación una nueva dinámica liberal, progresista, modernista y cosmopolita, facilitándose así la creación de microespacios de sociabilidad teosófica que evolucionarían hasta convertirse en los grupos teosóficos regionales. En estos microespacios de sociabilidad convergen personas de diversas procedencias, social e ideológica las cuales se cohesionan bajo la filosofía de fraternidad universal que predica la teosofía.43(27)
Lo que significa que, la articulación de los grupos teosóficos regionales en muchos casos se da a partir de la fundación de las primeras logias teosóficas en Cuba. Por ejemplo, después de la fundación de la primera logia teosófica en La Habana, se funda en Cienfuegos la logia Sophia44 en 1902, posteriormente el grupo teosófico habanero se diversifica lo que facilita la fundación de la segunda logia en la ciudad, la logia Concordia45 en 1902. En Sancti-Spíritus se reorganiza la iniciativa teosófica al crear un pequeño grupo teosófico en la región para propiciar la fundación de la logia Bhakti-Gyan,46 en 1903. Casi al mismo tiempo, surge en Banes un grupo muy importante de teósofos que toma el protagonismo institucional en la región oriental del país, en esta primera etapa, lo que facilitó la fundación de la logia Fraternidad de Banes47 en 1903. A partir de estos grupos pioneros en La Habana, Cienfuegos, Sancti-Spíritus y Banes, la teosofía de Blavastsky se expandió por todo el territorio nacional cubano. Vale la pena aclarar que el componente principal de los grupos de teosóficos regionales cubanos se conforma en esta etapa esencialmente por intelectuales.
La teosofía de Blavastsky en sus primeros pasos en Cuba se definió por ser una corriente de pensamiento que se enfrentó con el positivismo, el materialismo48(31) y con los dogmas de las heterodoxias religiosas predominantes, trataba de encontrar en la filosofía teosófica-orientalista, la espiritualidad esotérica y en el estudio comparado de religiones, elementos identitarios, y regeneradores del individuo que actuaran en favor de un proyecto social encaminado hacia la regeneración social, espiritual y kármica de la nación. De modo que convierte a las logias teosóficas en núcleos generadores de cultura, ideología, espiritualidad y opinión pública.
Uno de los elementos favorables para la articulación de un grupo teosófico nacional fue la visita del conferencista y presidente-fundador de la Sociedad Teosófica Internacional, Henry Steel Olcott a la capital cubana en 1903. Su estancia de casi un mes en la Isla fue un factor determinante que facilitó el establecimiento de nuevas logias y el crecimiento de la membresía de la institución en la nación, al actuar como un catalizador para darle más visibilidad social a la institución en Cuba. Lanzaba a la palestra pública al incipiente movimiento teosófico cubano. (Ver Imagen 1)
Además, Olcott en su paso por Cuba involucró a los teósofos cubanos en sus planes para constituir un centro teosófico en Centroamérica y el Caribe que actuara como una especie de cuartel general regional, sin la tortuosa dependencia de los centros europeos, norteamericanos y de la desgastada Agencia Presidencial de Argentina. Lo que garantizaba estratégicamente con estos planes, la supremacía internacional de la Sociedad Teosófica. Ante esta propuesta, los grupos teosóficos cubanos respondieron con una progresiva reorganización para encaminarse hacia la unidad nacional. El líder cubano que se pone al frente de este proceso de unidad nacional es el presidente de la logia Annie Besant de La Habana, José María Massó Juncosa, quien era un reconocido miembro de la masonería cubana.
Se puede determinar que, en este periodo, por las razones antes citadas se observó un progresivo crecimiento en logias y un aumento en la influencia de la Sociedad Teosófica cubana en su entorno a nivel nacional. El crecimiento exponencial, se manifiesta de la siguiente manera: en 1894 había un aproximado de 10 personas que formaron un grupo de estudios teosóficos en la ciudad de Sancti-Spíritus. Ya en 1901, había 14 miembros de la Sociedad Teosófica agrupados en una logia. En 1902, 38 miembros agrupados en 3 logias; en 1903, 64 miembros agrupados en 5 logias, en diciembre de 1904 la Sociedad Teosófica contabilizaba en Cuba 173 miembros, agrupados en 5 logias. Destacaban como núcleos más fuertes La Habana con 2 logias debidamente constituidas, Banes con la logia de mayor membresía en Cuba que contaba con 74 afiliados y Sancti-Spíritus con una de las logias más activas.50
Por lo que se pudo apreciar anteriormente, el aumento fue significativo si se tiene en cuenta el carácter selectivo de la teosofía, y el poco alcance divulgativo que tenía en estos años en la Isla. En poco menos de diez años crece 17 veces el número de miembros iniciales y multiplica sus logias hasta llegar a cinco, lo cual se acerca a la cantidad de logias estipulada para conformar una sección nacional de la Sociedad Teosófica. Aspecto que resumiría las aspiraciones del incipiente movimiento teosófico cubano.
Antes de concluir, se debe precisar que en esta etapa que transcurre entre 1901 y 1904, comienza el reconocimiento de la universalidad de la figura y del pensamiento de José Martí por los líderes de la Sociedad Teosófica, este acto resulta muy importante porque resultó ser un puente que se estableció entre la cultura nacional y los principios de la teosofía. Aspecto que los líderes teosóficos cubanos aprovecharon a su favor para difundir sus ideales en Cuba, al matizarlos a través de una discursiva nacionalista.
Asimismo, a lo largo del proceso de introducción y establecimiento de la teosofía en Cuba, el insipiente movimiento teosófico cubano toma como emblema de sus postulados el término ''científico'' el cual se reconoce desde finales del siglo XIX como estandarte del progreso y la modernidad. Esta apropiación de la cientificidad para introducir conceptos y doctrinas espirituales les garantizó un cierto nivel de éxito entre la intelectualidad y el sector profesional de la nación.
Conclusiones
Después de desarrollar la investigación, es posible llegar a las siguientes conclusiones. Existieron una serie de condiciones que resultaron favorables para que se llevara a cabo el proceso de introducción y organización de la Sociedad Teosófica en Cuba. Entre las que destacan el nacimiento de la República cubana en 1902, la puesta en vigor de la Constitución de 1901, el acelerado incremento económico, demográfico y la implantación de los más novedosos adelantos científico-técnicos, que experimentó la nación cubana en los primeros años del siglo XX.51(32) Por supuesto, la entrada de la nación en el nuevo siglo con un espíritu claramente imbuido del modernismo y el progreso que trajo, aparejado con un cambio paulatino de la mentalidad cubana.
Del mismo modo, se puede citar como otro factor importante, la alianza de la Sociedad Teosófica con la masonería local, con la cual compartía ideales y metas afines.52(33) También, destaca el acercamiento de la teosofía a la cultura y mentalidad nacional a través de una discursiva y un accionar que se homologaba con los postulados martianos, y nacionalistas que se fomentaban en los primeros años republicanos, crea de esta forma un puente entre la cultura nacional y los principios de la teosofía.
Conjuntamente, se identificó como uno de los elementos favorables a la articulación de un grupo teosófico nacional la visita del conferencista y presidente-fundador de la Sociedad Teosófica internacional, Henry Steel Olcott a la capital cubana en 1903. Ya que su estancia de casi un mes en la Isla fue un factor determinante que facilitó el establecimiento de nuevas logias y el crecimiento de la membresía institucional, lo que actuaba como un catalizador para darle más visibilidad social a la institución en Cuba. Para completar el puzle se une como último factor, la ardua labor proselitista y divulgativa de los líderes teosóficos cubanos.
Por lo antes expuesto, se concluye que entre 1894 y 1904 se emplaza la primera etapa del movimiento teosófico cubano. A la cual se denominó, etapa preseccional. Porque presenta rasgos comunes, lo suficientemente importantes para hacerlos identificables, que la hacen cualitativamente distinta a otras etapas de la historia de la Sociedad Teosófica en Cuba. Además, con la realización del presente artículo se logra traer a la escena académica, la historia de uno de los movimientos de espiritualidad alternativa que tuvo un marcado protagonismo a principios del siglo XX en Cuba. Así se rescata una parte importante de la conformación histórica, sociocultural y espiritual de la nación cubana.
Fuentes Documentales:
Archivo Nacional de Cuba (ANC).
Registro de Asociaciones
Archivo Histórico Provincial de Cienfuegos (AHPC)
Registro de Asociaciones.
Archivo de la Sección Cubana de la Sociedad Teosófica (ASCST).
Libro Registro de Miembros Sección Cubana de la Sociedad Teosófica (1901-1950).
Libro Registro de Miembros Sección Cubana de la Sociedad Teosófica, 1 y 2.
Testimonio gráfico.
Carpeta Logia Annie Besant, Archivo documentos importantes. Carta Constitutiva provisional de la rama teosófica de La Habana, denominada Annie Besant, emitida por la rama teosófica de Madrid, España el 23 de agosto de 1900.
Carta Constitutiva de la logia Annie Besant, expedida por la Sección Americana de la Sociedad Teosófica, firmada por Alexander Fullenton en calidad de Secretario General de Sección Americana y por Henry Steel Olcott en calidad de presidente de la Sociedad Teosófica internacional, 17 de marzo de 1902
Libro de Actas # 1 de la Logia Annie Besant (1901-1912).
Acta de constitución de la Rama de la Sociedad Teosófica de La Habana denominada Annie Besant.
Carta Constitutiva de la logia teosófica Sophia de Cienfuegos, copia de la expedida en 1902. (18 de septiembre de 1941)
Biblioteca Popular H.P. Blavastsky de la Sección Cubana de la Sociedad Teosófica.
Revista Teosófica 1901-1903
Revista Teosófica Cubana 1906-1930; 1951-1955
The Theosophist 1900-1905
Revista Teosófica Española Sophia 1900-1912