Introducción
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) establece dentro de sus políticas, que para garantizar una educación física de calidad “las escuelas deben estar centradas en metodologías inclusivas, destinadas a fomentar sensibilización general sobre los valores de la educación física, deben ser elaboradas y utilizadas para normalizar, entre los alumnos, padres y miembros de la comunidad” (UNESCO, 2015 p. 32). De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el número de personas con discapacidad está creciendo, afectando de manera desproporcionada a las poblaciones vulnerables, además se reporta que los niños con discapacidad tienen menos probabilidades que sus homólogos no discapacitados de ingresar en la escuela, permanecer en ella y superar los cursos sucesivos (OMS, 2011 p. 11).
En México, la Secretaría de Educación Pública (SEP, n.d.), promueve la atención especializada en educación básica a personas con discapacidad de igual manera en el nivel nacional el Programa Nacional para el Desarrollo y la Inclusión de las Personas con Discapacidad 2014-2018, favorece la incorporación en el ámbito educativo (CONADIS, 2016), pero de acuerdo a nuestro conocimiento en el campo de la educación física en la educación básica, aún no se establece un programa específico con objetivos y metas para la promoción y el desarrollo de capacidades físicas condicionales, coordinativas, actitudes y valores acordes a cada tipo de discapacidad.
Las personas con discapacidad auditiva cuya limitante les impide aprender su propia lengua, seguir con el aprovechamiento de las enseñanzas básicas, participar en actividades normales para su edad y de la vida diaria (Franco, 2008), por lo que los profesores requieren una especial comunicación, competencias y estrategias didácticas para facilitar la comprensión del currículo en el proceso enseñanza aprendizaje, estos recursos pueden ser manuales, gráficas, lectura labial, lenguaje de señas entre otros (Kurkova, Scheetz, y Stelzer, 2010). Por lo anterior, en el aprendizaje de la educación fisca se requieren métodos y apoyos para que el estudiante mejore su aprovechamiento (Cawthon, 2009, Hintermair, 2011). La coordinación motora, en una persona con discapacidad auditiva puede manifestarse con problemas vestibulares afectando el equilibrio dinámico y estático, al tener como consecuencia dificultades motrices de aprendizaje asociadas a la lateralidad, sincronización, orientación, equilibrio, ubicación tiempo espacio, velocidad de reacción, adaptación y rítmica en comparación con la población general (Suarez et al. 2007, Rajendran y Roy, 2011, Walicka-Cupryś et al. 2014, Fellinger et al. 2015).
En niños con debilidad (hipoacusia) o pérdida auditiva, quienes tienen un daño en el sistema vestibular diagnosticado, ya sea una enfermedad o un padecimiento congénito, se requiere una atención educativa que se adapte de manera específica en aprender movimientos que disminuyan su déficit en las capacidades coordinativas; (equilibrio, reacción, orientación, adaptación y ritmo). Por lo anterior, el objetivo de esta investigación fue evaluar el efecto de un programa de educación física adaptado en escolares con discapacidad auditiva sobre el cociente motor.
Metodología
Participantes
El presente estudio se llevó a cabo bajo un diseño metodológico cuasiexperimental con muestreo no probabilístico por conveniencia (Thomas, Nelson, Silverman y Silverman, 2001), donde la variable independiente (programa de educación física adaptada) fue manipulada para medir su efecto sobre las variables dependientes (coordinación motora), con la finalidad de determinar el grado de cambio producido por el tratamiento, estableciendo una relación causa efecto. Se atendieron los principios éticos de investigación en seres humanos de la declaración de Helsinki (Puri, Suresh, Gogtay, & Thatte, 2009). El proyecto fue evaluado cumpliendo el reglamento de investigación y el manual de procedimientos para el desarrollo de proyectos de investigación de la Universidad Autónoma de Baja California (Protocolo n.˚ 149/1835), (UABC, s.f.).
Los sujetos participantes fueron estudiantes de las dos escuelas en la ciudad de Mexicali Baja California, México, que dan atención educativa específica a personas con discapacidad auditiva, acorde con la Clasificación Internacional del Funcionamiento (CIF) de la discapacidad y de la salud, establecida por la OMS (OMS, n.d.).
Participaron 38 niños con una edad promedio de 7.4±0.9 años, alumnos de las escuelas, divididos aleatoriamente (Barreto y Ribeiro, 2004), por sorteo sencillo, en dos grupos resultando: uno de control (GC): compuesto por 15 estudiantes (hombres n=11 y mujeres n=4), no atendidos y que no tuvieron clase de educación física. Y uno experimental (GE): compuesto por 23 estudiantes (hombres n=15 y mujeres n=8), que participaron en el programa adaptado de educación física.
Para la selección de los participantes, se utilizaron los siguientes criterios de inclusión: ser estudiante matriculado con una antigüedad mínima de 3 meses en las instituciones educativas participantes, participar de manera voluntaria en la investigación con anuencia de padre o tutor, presencia de debilidad o pérdida auditiva medicamente diagnosticada; no haber realizado tres meses previos al inicio del programa de ejercicio físico sistemático y tener la capacidad de realizar las actividades de la vida diaria de manera autónoma, sin apoyo de terceros. Los criterios de exclusión fueron: presentar cualquier tipo de condición patológica aguda o crónica que pudiera impedir realizar actividad física con intensidad moderada a vigorosa.
Instrumentos
La variable de coordinación motora se determinó mediante el test KTK, Körperkoordinationstest für Kinder de Kiphard y Schiling (1974), prueba de coordinación corporal para niños por sus siglas en alemán. El test consiste en realizar 4 pruebas (p. 5- p. 13):
1.-Desplazamientos en equilibrio de espaldas: la prueba consistió en caminar hacia atrás sobre tres barras de madera de 3 metros de largo, 3 cm de altura y una anchura variada de 6 cm, 4,5 cm y 3 cm, contando el número de apoyos realizados en tres tentativas por barra. Se contaron los pasos realizados sin caer y hasta un máximo de 8 pasos en cada intento. Se valoró el equilibrio dinámico.
2.-Saltos mono pedales: la prueba consistió en saltar bloques de espuma, de 50 cm de largo por 20 cm de ancho y 5 cm de alto, colocados progresivamente unos sobre los otros, con cada una de las piernas (pata coja). Sin embargo, fue posible que un participante se iniciara sin espumas, saltando la amplitud referida a un bloque (20 cm). El número máximo es de 12 bloques y la distancia para el desplazamiento previó al salto es de 1,50 m recorridos con una pierna. Se evalúo la coordinación de los miembros inferiores y la energía dinámica/fuerza.
3.-Saltos laterales: la prueba consistió en saltar de un lado a otro, en una plataforma de 1m por 0,60cm y por encima de un listón de 2 cm de alto, con los dos pies juntos y lo más rápido posible, durante 15 segundos, sumando el número total de dos intentos. Se valoró la velocidad en saltos alternados.
4.- Transposición sobre plataforma: la prueba consistió en desplazarse lateralmente sobre dos plataformas dispuestas en el suelo. Las plataformas tienen una anchura de 25x25 cm y 5 cm de alto. La tarea residió en desplazarse de pie sobre las plataformas dispuestas lateralmente. Al realizar un desplazamiento, se recoge con las dos manos la que se liberó y se sitúa en el otro lado, desplazándose hacia ella y así sucesivamente. En un tiempo de 20 segundos se contabilizan el número de transposiciones realizadas, tanto las de las plataformas como la del cuerpo. Se realizan dos intentos y se suma el total de las acciones. En esta prueba se valoró la lateralidad y la estructuración espacio-temporal.
De acuerdo al protocolo, en cada prueba los participantes alcanzan una puntuación, la suma de las cuatro mediciones representará el cociente motor (el cual fue utilizado como variable dependiente del estudio) y se compara tubularmente con el grupo etario equivalente a su edad, clasificándolo en cinco posibles categorías: 1.-Insuficiencia de la coordinación, 2.-Perturbación en la coordinación, 3.-Coordinación normal, 4.-Buena coordinación y 5.-Muy buena coordinación, el tiempo de duración en la aplicación del test KTK fue entre 40 minutos a una hora con cada sujeto. La evaluación inicial y final de la coordinación motora se realizó 3 días previos y 3 días posteriores al inicio y final del programa de educación física adaptado.
Procedimientos
El programa de educación física adaptado se realizó en las instalaciones educativas del centro escolar, las sesiones fueron dirigidas y supervisadas por un profesional de la cultura física con doctorado en medicina del deporte, maestría en ciencias del deporte y licenciatura en educación física. El programa tuvo una duración de 4 meses, compuesto por 5 sesiones a la semana de 50 min., las cuales se dividieron en 5 min. de calentamiento, 40 min. de fase medular y 5 min. de vuelta a la calma con estiramientos y movimientos que minimizaran de manera progresiva la intensidad de la actividad física. Durante el programa se propició una comunicación efectiva con los alumnos usando el lenguaje de señas mexicano para establecer instrucciones claras y sencillas, así como recibir retroalimentación, también como estrategia didáctica durante la fase medular de las clases se implementaron una seria de tareas propias que enfatizaran el equilibrio estático y dinámico, así como la coordinación motora, con materiales e implementos que fomentaran el juego.
Análisis estadístico
Solo se tomaron en cuenta para el análisis estadístico a los sujetos que asistieron a el 90 % de las sesiones del programa. Este se realizó mediante el Paquete Estadístico para las Ciencias Sociales (SPSS), versión 21.0 para Windows (IBM Corporation, New York, USA). Para el tratamiento estadístico inferencial se realizó la prueba de análisis de varianza (ANOVA) mixtas 2 x 2 (grupos x mediciones), para la variable de cociente de coordinación motora, el nivel de significancia se estableció a priori a un α≤ 0.05.
Resultados
La estadística descriptiva de las variables de coordinación motora en los sujetos evaluados se puede observar en la Tabla 1. A partir de la puntuación total de las 4 pruebas de coordinación motora, se determinó su clasificación motora presentándose los porcentajes en la evaluación diagnóstica y en la sumativa a la intervención (Figura 1).
Nota: los valores presentados de los sujetos evaluados son media y desviación estándar (±) del cociente motor mediante las pruebas del test KTK.
El resultado de los porcentajes de cambio (Δ%) para cada grupo de estudio [ (Mediapost -Mediapre)/Mediapre] x 100. Se pueden observar en la Figura 2.
Los resultados del ANOVA 2x2 de medidas repetidas, para el cociente motor se muestran en la Figura 3, indicando una interacción doblemente significativa entre los grupos y las mediciones.
Discusión
El objetivo del estudio fue evaluar el efecto de un programa de educación física adaptado para escolares con discapacidad auditiva, sobre el cociente motor. El principal resultado de la investigación fue que cuatro meses de participación mejoraron de manera significativa el cociente motor en los niños colaboradores, diagnosticados como personas con discapacidad auditiva, acorde con la Clasificación Internacional del Funcionamiento (CIF) de la discapacidad y de la salud, establecida por la OMS (OMS, n.d.).
Estos hallazgos son positivos, ya que en investigaciones descriptivas previas se ha observado un control postural deficiente en niños con discapacidad auditiva, sedentarios, al compararse con niños con la misma discapacidad pero físicamente activos (Ebrahimi, Movallali, Jamshidi, Rahgozar, y Haghgoo, 2017). De acuerdo a nuestro conocimiento no se cuenta con una referencia comparativa de evaluación del cociente motor en niños y niñas con debilidad auditiva; con el test KTK, se han observado valores en niños y niñas sin discapacidad diagnosticada de la misma edad (6 a 8 años), cocientes motores con clasificación de coordinación normal en el 57.1 % de los casos, en comparación a los sujetos del presente estudio con 12.0 % (Torralba, Vieira, Lleixà, Gorla, 2016).
Al evaluar el cociente motor promedio, al final del programa con clasificación de perturbación en la coordinación motora entre el grupo experimental y el control, el resultado fue 84.2 y 68.8 respectivamente, lo cual representa un porcentaje de cambio (Δ %) de 26.6 y 6.5 entre ambos grupos (Kiphard y Schiling, 1974).
En otra investigación realizada por (Fernandes, Moura, y Silva, 2017), al evaluar el cociente motor con el mismo procedimiento metodológico en niños de 6 a 7 años de edad, sin discapacidad diagnosticada que participaron en un programa enfocado en la coordinación motora, mediante el atletismo, se demostraron mejoras significativas, las cuales son congruentes con el presente estudio. Referencias nos indican que la coordinación motora de acuerdo al género se presenta con valores más bajos en niñas y escolares con obesidad (Bustamante et al., 2008, Torralba, et al., 2016), al comparar los valores encontrados de esta investigación, también con menores escolares de la misma edad.
El test KTK es de fácil aplicación, económico y proporciona información relacionada a la coordinación motora que nos puede ayudar a diagnosticar niños con dificultades de movimiento y diseñar actividades adecuadas para su edad y condición (Kiphard y Schiling, 1974). Una revisión sistemática a manera de metanálisis realizada por Vásquez, y Sepúlveda, 2017, demuestra que a pesar de ser un instrumento válido hace algunas décadas, presenta una confiabilidad al aplicarse en diferentes lugares del mundo, destacando que sería interesante contrastar los resultados de estos estudios en población que presenten algún tipo de discapacidad. En ese sentido en el ámbito de la educación física, ha sido ampliamente recomendado que los profesores sean competentes en la evaluación del alumno con base en el currículo (SEP, 2016), y en este estudio se presenta un antecedente de mejora en cuanto a la aplicabilidad, como lo establece la UNESCO, que dentro de sus políticas menciona que para garantizar una educación física de calidad las escuelas deben centrarse en metodologías inclusivas (UNESCO, 2015), y en este programa se enfatizó con una comunicación efectiva mediante lenguaje de señas, estrategias didácticas y elementos pedagógicos enfocados en la coordinación motora, además el profesor impartió la actividad considerando las características del alumno.
En la presente investigación se tienen limitaciones, al no separar el género en los grupos evaluados debido a la poca cantidad de sujetos para el estudio, también, no haber realizado un análisis de estadística inferencial por cada una de las pruebas del KTK, y haber considerado los únicos dos centros escolares de la ciudad que dan atención a personas con discapacidad auditiva, también limita la posibilidad de extrapolar los resultados obtenidos.
Conclusiones
Un programa de cuatro meses de educación física adaptada, tuvo un efecto positivo en escolares con discapacidad auditiva sobre el cociente motor. Por lo anterior, en el futuro es importante realizar más investigaciones que clarifiquen con nuevos diseños de intervención educativa los efectos sobre la variable de coordinación motora en esta población y existan mayores referencias que sirvan en el currículo, para orientar a los profesionales de la educación física y la salud que trabajan entorno a personas con discapacidad auditiva y darles una mejor atención.
Agradecimientos
El proyecto fue registrado en la Coordinación de Posgrado en Investigación de la Universidad Autónoma de Baja California, México, clave protocolo n.˚ 149/1835, y financiando por la Dirección de Superación Académica por medio del Programa de Desarrollo Profesional Docente PRODEP, aportando fondos a la Universidad Autónoma de Baja California, México, para realizar trabajo de cooperación académica con la Universidad de Huelva, España.