El siguiente se trata del caso de una paciente femenina de 53 años, con antecedente de ser hipertensa en tratamien to con irbesartán 150 mg c/d y atenolol 50 mg c/12 h. Se le diagnosticó recientemente un cáncer temprano de colon sigmoides, razón por la cual fue llevada a la sala de opera ciones para realizarle la colectomía. Por el tipo de cirugía, y además porque no tenía vías venosas periféricas adecuadas, se decidió colocarle un catéter venoso central por vía sub clavia derecha. La canalización fue a primera intención y sin complicaciones aparentes. El catéter funcionó perfectamen te durante toda la cirugía; sin embargo, en el postoperatorio, cuando se evaluó la radiografía de tórax, se observó que el catéter se había direccionado hacia la vena yugular interna ipsilateral (figura 1).
Se decidió retirarle el catéter y se realizó la punción de la vena yugular interna derecha y nuevamente a primera in tención se le logró acceder, en donde se observa claramente que se trató de una canulación venosa, tanto por el color de la sangre como por su baja presión. Se avanzó el catéter sin sentir resistencia anormal y se le fijó a 15 cm de profundidad. La radiografía de tórax portátil mostró el nuevo catéter cen tral en una posición "anatómicamente inquietante", como si existiese un gran hematoma a nivel del mediastino superior que desviaba a la vena cava superior (figura 2).
Para evacuar la duda diagnóstica se le realizó una tomo grafía de tórax sin medio de contraste, la cual demostró la presencia de un arco aórtico derecho (figura 3). La aorta to rácica se ubica a la derecha de la columna vertebral y al atra vesar la crura diafragmática corrigió su trayectoria, la cual se ubicó en el centro del abdomen.
La morfología de este arco aórtico derecho consiste en una ramificación en espejo (Tipo I de Edwards), la cual representa la variante más común1. Las tres ramas del arco salen en forma de imagen en espejo de un arco aórtico iz quierdo (tiene una arteria subclavia derecha, una arteria ca rótida común derecha y un tronco braquiocefálico izquierdo) (figura 4).
Se le realizó un ecocardiograma transtorácico, el cual no demostró ninguna anomalía cardíaca estructural y se confir mó el hallazgo tomográfico de que la aorta sale del ventrículo izquierdo (figura 5), mientras que el tronco de la arteria pul monar emerge del ventrículo derecho.
El arco aórtico derecho es una condición infrecuente (se estima en el 0,01 % de los adultos)2 , 3 y en ocasiones se pre senta de manera aislada (en otras palabras, sin la coexistencia de otras anormalidades anatómicas en el sistema cardiovas cular, como en el caso de esta paciente). En ocasiones el arco aórtico derecho puede acompañarse de otras alteraciones congénitas tales como: arteria subclavia izquierda aberrante4 o un ductus arterioso izquierdo.
Como variante anatómica aislada, usualmente no pro duce síntomas; aunque a veces se puede causar el efecto de "anillo vascular", de tal manera que puede comprimir o des viar la tráquea y el esófago5 (figuras 6 y 7 ). En el interrogatorio dirigido, la paciente refiere que había consultado en múlti ples ocasiones por dificultades en la deglución de alimentos sólidos; pero nunca se le había abordado la posibilidad diag nóstica de una compresión extrínseca de causa vascular. Oca sionalmente, una sensación de cuerpo extraño en vía aérea puede ser la única manifestación sutil de esta patología6.
Como quedó ilustrado con este caso, aunque el arco aór tico derecho no es frecuente, sí es importante tener en mente a la hora de canalizar una vía venosa central7. Como se puede apreciar en la radiografía de tórax, la paciente tenía el cora zón correctamente en el lado izquierdo; sin embargo la posi ción derecha de la aorta causó desplazamiento de los vasos venosos, incluso de la vena cava superior. Las dos canalizacio nes venosas se realizaron correctamente en la vena subclavia derecha en la primera ocasión y en la vena yugular interna derecha en la segunda ocasión; pero como la aorta desplazó la vena cava superior más hacia la derecha, dio la impresión radiográfica de que la vía central "no estuvo bien tomada". Precisamente la angulación provocada en la unión de la vena innominada derecha con la vena cava superior favoreció que el catéter por acceso subclavio derecho se desviara hacia la vena yugular interna derecha.