De forma paralela al desarrollo de la investigación sobre emociones positivas y bienestar psicológico en otros ámbitos de la conducta humana (Seligman y Csikszentmihalyi, 2000; Vecina Jiménez, 2006), el contexto deportivo está superando también la primacía que la ansiedad y otras emociones desagradables han tenido en su relación con el rendimiento y la ejecución deportiva (McCarthy, 2011).
En los últimos años, ya es habitual encontrar investigaciones sobre conceptos como las estrategias de afrontamiento eficaz (Cantón y Checa, 2012; Poliseo y McDonough, 2012), el optimismo (Gaudreau y Blondin, 2004; Ortín, Garcés de Los Fayos, Gosálvez, Ortega y Olmedilla, 2011), los estados de flow (Koehn, 2013) o el bienestar psicológico (Smith, Ntoumanis, Duda y Vansteenkiste, 2011) en el contexto deportivo. La cuestión, ahora, es si los deportistas pueden experimentar ansiedad u otras emociones negativas -en el sentido de desagradable- durante la competición, pero al mismo tiempo percibirse con un nivel elevado de bienestar psicológico. Y si es así, ¿cuál es el papel que juegan las estrategias de afrontamiento?
El concepto bienestar psicológico ha sido operacionalizado de diferentes maneras: enfatizando en el fenómeno tal y como se experimenta puntual o momentáneamente esa felicidad hedónica (Diener, Suh, Lucas y Smith, 1999), o como un concepto más integral del desarrollo humano, como la entienden Ryan y Deci (2001). La definición de bienestar psicológico propuesta por Ryff (1989) se asemeja más a la tradición eudaimónica, que lo enmarca dentro del modelo multidimensional "Modelo Integrado de Desarrollo Personal", compuesto por seis dimensiones: autoaceptación, relaciones positivas con otras personas, autonomía, dominio del entorno, propósito en la vida y crecimiento personal (Romero, Zapata, García-Mas, Brustad, Garrido y Letelier, 2010).
Además, el estudio de las estrategias de afrontamiento en el contexto deportivo ha sido una de las cuestiones más abordadas por su papel regulador de los efectos y las consecuencias de las emociones experimentadas (Dias, Cruz y Fonseca, 2010; Gaudreau y Blondin, 2004; Hoar, Kowalski, Gaudreau y Crocker, 2006; Márquez, 2006). Existen diferentes aproximaciones al estudio de las estrategias de afrontamiento, pero en su mayoría tienen como punto de partida la conocida teoría de Lazarus y Folkman (1984), en la que se define el afrontamiento como el conjunto de esfuerzos cognitivos y conductuales, en constante cambio, que son desarrollados para controlar las diferentes demandas específicas internas o externas y que son evaluadas como desbordantes de los propios recursos del individuo (Márquez, 2006). Las últimas investigaciones relacionan las estrategias de afrontamiento con el objetivo de logro, además de con el bienestar psicológico, de forma que la estrategia dependa también del objetivo que se persiga (Smith, Ntoumanis, Duda y Vansteenkiste, 2011), aunque la mayoría de estudios se ha centrado en demostrar la relación entre la utilización de estrategias de afrontamiento centradas en la tarea y un mayor bienestar psicológico y al contrario con las estrategias de afrontamiento centradas en la emoción (Molinero, Salguero y Márquez, 2010; Poliseo y McDonough, 2012; Romero et. al, 2010). En el caso de las estrategias de distanciamiento, todavía no existe un consenso en su influencia. Se encontró en algunas ocasiones, una relación positiva con bienestar (Endler y Parker, 1990) y en otros casos ausencia de relación (Ntoumanis y Biddle, 1998).
El objetivo de esta investigación consiste en estudiar el papel de las estrategias de afrontamiento como protector del bienestar psicológico, a pesar de experimentar ansiedad en sus diferentes manifestaciones durante una competición deportiva. La utilización de determinadas estrategias de afrontamiento, ¿podría protegernos de los efectos negativos del tono hedónico de la ansiedad sobre el bienestar psicológico?
Método
Participantes
La muestra de deportistas que han participado en esta investigación es de 213 hombres, de 4 deportes diferentes, obtenida a través de un procedimiento de muestreo incidental. La media de edad de los participantes se ha situado en 21,67 años con una variabilidad de 6,15 años. La distribución por deportes ha sido la siguiente: 43,7% de futbolistas, 44,10% de jugadores de baloncesto, 7% de balonmano y 5,2% pertenecientes a fútbol sala. La media de años de práctica deportiva se sitúa en 11,13 años con una DT=6,14.
Variables e instrumentos
En primer lugar, en cuanto a las variables sociodeportivas medidas han sido la edad, la modalidad deportiva y los años de práctica deportiva con o sin competición. Las estrategias de afrontamiento han sido evaluadas a través Cuestionario de Estrategias de Afrontamiento en Competición Deportiva (ISSCS; Gaudreau y Blondin, 2002) adaptado para población española (Molinero, Salguero y Márquez, 2010).
Este cuestionario está formado por 31 ítems, que se contestan con una escala tipo Likert con un rango de 1 a 5, donde 1 significa nada y 5 mucho, y que se distribuyen en 8 factores: Análisis lógico-esfuerzo, búsqueda de apoyo, relajación, visualizacire/control del pensamiento, resignación, salida de emociones desagradables, distracción mental y distanciamiento. Estos factores se distribuyen, a su vez, en tres factores de segundo orden: afrontamiento centrado en la tarea, afrontamiento centrado en las emociones y afrontamiento centrado en la distracción. En esta muestra los datos de consistencia interna se sitúan en niveles altos de alfa de Cronbach de .796 y .729 en Coping Tarea y Coping Emoción y un nivel de fiabilidad aceptable de la escala Coping Distancia (formado únicamente por 6 ítems) con un α de Cronbach de .603.
Además, el bienestar psicológico ha sido medido a través de las Escalas de Bienestar Psicológico de Ryff (1989) en la versión reducida, traducida y adaptada al castellano por Díaz, Rodríguez-Carvajal,
Blanco, Moreno-Jimenez, Gallardo, Valle y Van Dierendonck (2006). El instrumento cuenta con un total de 29 ítems, que conforman las seis escalas, y los participantes responden utilizando un formato de respuesta tipo Likert cuyo rango varía entre 1 (totalmente en desacuerdo) y 6 (totalmente de acuerdo). Los seis factores son autoaceptación, relaciones positivas, autonomía, dominio del entorno, propósito en la vida y crecimiento personal. Además, el modelo que obtiene un mejor ajuste en la adaptación española presenta un factor de segundo orden: Bienestar psicológico. Las evidencias de consistencia interna en esta muestra son aceptables con un α= .764, para la escala global y valores entre α=.825 y α=.736 para las subescalas.
En último lugar, se ha medido la ansiedad a través del "Cuestionario de Causas, Manifestaciones y Estrategias de Afrontamiento de la Ansiedad en la Competición Deportiva" (Márquez, 1992), que se refiere únicamente a las manifestaciones de la ansiedad. Esta subescala está formada por 24 ítems que se agrupan en 4 factores: manifestaciones fisiológicas, manifestaciones emocionales, distorsiones mentales/ pérdida de concentración y preocupación. Este instrumento pregunta al sujeto acerca de lo que piensa, siente y hace cuando está nervioso, antes y/o durante y/o después de la competición y se contesta con una escala Likert, que oscila entre 0 (nunca) y 4 (siempre). El coeficiente de fiabilidad en la muestra de este trabajo presenta un valor de .864 para la escala global.
Procedimiento
El procedimiento empleado para recoger los datos ha consistido en el desarrollo de un muestreo incidental en diferentes competiciones deportivas, ya que la evaluación debía realizarse justo después de finalizar una competición. Se deja un tiempo prudencial de recuperación y descanso. Máximo una hora después de la competición, el deportista debía completar el cuestionario con el investigador presente, con posibilidad de preguntar alguna duda si se daba el caso. Durante la recogida de los datos, se aseguró la
confidencialidad y se llevó a cabo el proceso de confirmación del consentimiento informado para participar en la investigación.
Análisis de datos
Utilizando el paquete estadístico SPSS 22.0, se han realizado correlaciones bivariadas entre las medidas de bienestar psicológico, ansiedad precompetitiva y estrategias de afrontamiento. Además, se han llevado a cabo los análisis de regresión jerárquica para estudiar qué porcentaje de varianza del bienestar psicológico se explica a través de las variables: manifestaciones de la ansiedad y estrategias de afrontamiento.
Resultados
Todas las correlaciones son significativas y en el sentido esperado (ver tabla 1) presentando una relación nula entre la utilización de estrategias de afrontamiento centradas en la tarea (Coping Tarea) y las manifestaciones de la ansiedad, que solo presentan relación directa y significativa con la preocupación ante la competición. Las estrategias de afrontamiento dirigidas a la emoción (Coping emoción) correlacionan positivamente con todos los factores de la ansiedad competitiva y con la preocupación. El Coping distancia presenta también correlaciones significativas y positivas con todas las manifestaciones de la ansiedad. Por último, se destaca que el bienestar psicológico correlaciona de forma inversa con todas las variables de la ansiedad comentadas, con las estrategias centradas en la emoción y en el distanciamiento, y de forma directa con las estrategias de afrontamiento centradas en la tarea.
En esta muestra, las variables explicativas en sentido positivo son las siguientes: utilizar estrategias de afrontamiento centradas en la tarea y tener más experiencia deportiva. Además, las variables explicativas en sentido inverso son las siguientes: pérdida de concentración y ansiedad fisiológica. Por tanto, en esta muestra, el bienestar psicológico de los deportistas es mayor si no pierden la concentración ni experimentan ansiedad fisiológica, si tienen más experiencia y si utilizan estrategias de afrontamiento orientadas a la tarea.
En cuanto a la ecuación de regresión (ver Tabla 2), las variables que resultan predictoras del bienestar psicológico con una R2 = .402 son las siguientes: pérdida de concentración, ansiedad fisiológica, estrategias de afrontamiento centradas en la tarea y los años de práctica deportiva (F4,206=35.795; MCE=.364; p=.000).
Discusión
Con la expansión generalizada del estudio de las emociones positivas y el bienestar en los últimos años (Seligman y Csikszentmihalyi, 2000), se han sucedido también las investigaciones en el contexto deportivo, aunque no siempre se ha definido correctamente a qué tipo de bienestar se refiere (Lundqvist, 2011). Esta investigación utiliza el mismo concepto de bienestar psicológico de otros trabajos en contexto deportivo (Edwards y Steyn, 2008; Liberal, Escudero, Cantallops y Ponseti, 2014; Romero Carrasco, Brustad, Campbell, Cuevas y Ucha, 2013) en el que se toma de base el modelo "Modelo Integrado de Desarrollo Personal" (Ryff , 1989) para operacionalizar y dar sentido al vago término de bienestar psicológico.
Esto implica que aquello que se está midiendo va más allá de la satisfacción con un desempeño o un resultado particular, sino que se ve influenciado por más variables.
Las variables predictoras del bienestar psicológico, que resultan de este estudio, aparecen también en otros trabajos similares. En primer lugar, la pérdida de concentración como manifestación de la ansiedad es una variable que predice significativamente los niveles de bienestar de forma muy similar al papel en otros estudios recientes (Allen, Jones, McCarthy, Sheehan-Mansfield y Sheffield, 2013). También, es el papel protector de las estrategias de afrontamiento centradas en la tarea y el debilitador de las estrategias dirigidas a la emoción durante la competición deportiva (Dias, Cruz y Fonseca, 2012; Levy, Nicholls y Polman, 2011; Molinero, Salguero y Márquez, 2010; Ntoumanis y Biddle, 1998; Poliseo y McDonough, 2012; Romero et al., 2010). En tercer lugar, la experiencia en la competición deportiva ya ha demostrado su papel en la regulación de la ansiedad (Hanton, Neil, Mellalieu y Fletcher, 2008), pero en este caso, además, presenta influencia en la experimentación de bienestar psicológico.
La ecuación de regresión resultante de este trabajo, que predice en un 40% la experiencia de bienestar psicológico para esta muestra de deportistas, describe cuál debe ser el objetivo: orientar hacia la utilización de estrategias de afrontamiento centradas en la tarea y evitar las estrategias dirigidas a la emoción. Si no puede evitarse experimentar ciertos niveles de ansiedad en una competición deportiva, se debe reconocer el papel mediador de las estrategias de afrontamiento, no solo en el rendimiento deportivo, sino también en los niveles de bienestar psicológico percibido. Muchas de las estrategias que se emplean en el entrenamiento psicológico para el rendimiento, como la reestructuración cognitiva, cumplirían, aquí, una función destacada desde un punto de vista de la psicología aplicada al deporte.