Introducción
Conforme la sociedad ha ido avanzando, la tecnología digital es una constante en la vida del ser humano y actualmente es parte importante de su estilo de vida. Al mismo tiempo, los métodos de enseñanza también se han ido modificando de acuerdo con estos cambios y las exigencias de la sociedad (Cabaleiro y Vera, 2020). Debido a lo anterior, la educación ha experimentado una serie de transformaciones orientadas hacia el uso de modernas herramientas digitales para crear nuevas modalidades de educación basadas en los entornos virtuales de aprendizaje (EVA) (Molotsi, 2020). En Costa Rica, el uso de los EVA en la educación superior ha experimentado un notable incremento en los últimos años (Navas-Brenes, 2021). Sin embargo, en muchos casos, la información recopilada en estos entornos no es aprovechada. Esto plantea la necesidad de explorar nuevas estrategias y enfoques para mejorar la calidad y los resultados del aprendizaje. Con este ensayo se pretende examinar cómo el análisis de estos datos puede potenciar el proceso de enseñanza-aprendizaje y mejorar los resultados académicos.
En la educación, existen diversos paradigmas o enfoques de análisis de datos cuyo objetivo es obtener información sobre el aprendizaje para la toma de decisiones. Entre estos está el Learning Analytics o Análisis del Aprendizaje (LA, por su nombre en inglés). El LA se puede definir como “la medición y recopilación de datos extensos sobre los alumnos con el objetivo de comprender y optimizar el proceso de aprendizaje y los entornos en los que ocurre” (Volungeviciene et al., 2019, p. 1). Este paradigma resulta de la interacción de las personas usuarias en la web debido al uso de sus dispositivos móviles y otras herramientas que les permite comunicarse. Mediante el uso del LA para examinar los datos de seguimiento, se pueden identificar patrones relacionados con los procesos de aprendizaje y, de esta manera, recopilar datos extensos sobre el estudiantado (Wong et al., 2019). Estos datos pueden provenir de diversas fuentes, como los sistemas de gestión del aprendizaje, plataformas en línea y actividades interactivas, entre otras (Wong et al. 2019).
La interacción dentro de los EVA genera huellas digitales y una gran cantidad de información que puede ser analizada con el objetivo de mejorar los resultados de aprendizaje y el éxito académico (Rojas-Castro, 2017). Por tanto, el LA recopila datos en la educación llevada a cabo en los EVA, específicamente sobre la interacción mediada por tecnologías en tres sentidos: de la población estudiantil con el contenido; de la población estudiantil y su docente; y entre la población estudiantil (Gašević, 2018). De hecho, Gómez et al. (2019) y Moreira (2019) opinan que el uso de tecnologías y la interacción que estas generan en el entorno educativo pueden favorecer el aprendizaje significativo. Estos estudios también enfatizan la importancia de profundizar la comprensión de cómo aprende la población estudiantil y contribuir al desarrollo de teorías del aprendizaje (Silva et al., 2022).
Desde las primeras décadas del siglo pasado, autorías destacadas en el campo educativo, como Vigotsky, Bruner y Piaget, han mencionado la importancia de la interacción y la comunicación para la construcción social del aprendizaje (Córdoba, 2020). Lo anterior, se relaciona con diversas teorías del aprendizaje que destacan el papel fundamental de la interacción y la comunicación en el proceso educativo. El constructivismo, desarrollado por Piaget en el siglo XX, pone énfasis en la construcción activa del conocimiento por parte del estudiantado (Córdoba, 2020). Por otro lado, el socioconstructivismo, basado en los trabajos de Vygotsky en las décadas de 1920 y 1930, enfatiza la influencia de la interacción social en el aprendizaje (Guerra, 2020; Wong et al., 2019). El aprendizaje colaborativo, que fomenta la participación activa y la colaboración entre la población estudiantil (Damiá n et al., 2021), así como el aprendizaje situado, que enfatiza la relevancia del contexto y la aplicación práctica del conocimiento (Mora-Vicarioli y Salazar-Blanco, 2019), también respaldan la importancia de la interacción y la comunicación en la educación y a la vez permiten al estudiantado construir su propio conocimiento. En el contexto de avances tecnológicos y herramientas digitales cada vez más accesibles, se denota cómo el proceso educativo se está renovando. Estos cambios no solo favorecen la evolución de la enseñanza, sino que también empoderan la participación de la persona estudiante en su propio proceso de aprendizaje.
En los entornos virtuales es beneficioso que tanto el estudiantado como el personal docente tengan la oportunidad de aprender sobre las tecnologías que utilizan en el aula, hacer un mejor uso de estas y sacar el máximo provecho para facilitar la comprensión del tema por parte del estudiantado (Silva et al., 2022). Esto debido a que el personal docente puede beneficiarse al estar preparado para utilizar herramientas digitales que se alineen con las expectativas y habilidades de la población estudiantil actual, lo cual implica la apropiación e integración de estas herramientas en su práctica educativa (Cruz, 2019). Por tanto, el personal docente en sí mismo, debido a la incursión de las tecnologías digitales en la educación, se ha convertido en analista de datos, con el propósito de mejorar su manera de enseñar y obtener mejores resultados de aprendizaje en sus estudiantes (Contreras-Bravo et al., 2021). El LA ofrece la posibilidad de indagación, recolección y análisis de los datos que se originan en un EVA producto de las acciones que realiza el alumnado (Sabulsky, 2019). Como docentes, somos parte de una era de cambio en la educación, donde deberíamos hacer uso de los recursos disponibles dentro de las metodologías de aprendizaje, con el fin de lograr los objetivos y formar al estudiantado con competencias necesarias para su vida profesional.
El objetivo de este ensayo es explorar cómo los EVA generan datos que pueden ser analizados mediante el LA con el fin de identificar patrones de aprendizaje y proporcionar retroalimentación personalizada al estudiantado. Asimismo, el ensayo contribuye a llenar los vacíos de conocimiento existentes en el campo, dado que en Costa Rica son escasos los estudios que han investigado cómo el uso de estrategias basadas en datos mejora los resultados de aprendizaje. Por último, se presentan ejemplos de implementación del LA en Latinoamérica en general y en Costa Rica en particular, lo que demuestra su relevancia y aplicabilidad en diferentes contextos educativos de la región. Estos análisis podrían brindar datos relevantes al personal docente acerca de la población estudiantil y permitir tomar decisiones para mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Dentro del marco de este ensayo se desarrolla un análisis tipo documental, con el fin de examinar materiales relevantes sobre el LA en general, en Latinoamérica y su aplicación en Costa Rica, para respaldar y fundamentar los argumentos presentados. Para garantizar la coherencia y la validez de estos análisis, se establecen criterios de búsqueda y selección de materiales. Estos criterios se basaron en la pertinencia del tema, por lo que se consideraron publicaciones sobre LA en la educación superior, análisis de datos en EVA, métodos de LA y personalización del aprendizaje mediante LA, así como temas relacionados al LA en Latinoamérica y en Costa Rica. Al seleccionar las publicaciones, se consideraron la autoridad y confiabilidad de las fuentes, así como la actualidad y relevancia de los temas en relación con los objetivos del ensayo. Se utilizaron buscadores y bases de datos científico-académicos para llevar a cabo la búsqueda, entre ellos Google Académico, EBSCO, SCOPUS, ScienceDirect y plataformas en línea como ResearchGate. Las principales palabras clave utilizadas fueron learning analytics, big data en educación, educación en línea, tecnología educativa, gestión del aprendizaje y evaluación del aprendizaje.
El análisis del aprendizaje en los entornos virtuales
El análisis del aprendizaje se definió oficialmente por primera vez en la convocatoria a la primera Conferencia Internacional sobre Análisis y Conocimiento del Aprendizaje, celebrada en Alberta Canadá en febrero de 2011 (Covadonga, 2019). En esa fecha la Sociedad de Investigación del Análisis del Aprendizaje (SoLAR, por su nombre en inglés), definió el análisis del aprendizaje como el proceso de recolección, análisis y presentación de datos sobre el estudiantado y su entorno, cuyo objetivo principal es comprender y mejorar el aprendizaje y los entornos en los que se desarrolla (SoLAR, 2021). Algunas personas autoras, como Siemens (2013), Gašević et al. (2015), Lang et al. (2022), Littlejohn (2022), mencionan que el origen del LA se relaciona con la minería de datos educativos, aunque también se sugieren campos como análisis web y el aprendizaje automático, entre otros. No obstante, lo que sí es claro en la literatura es que el desarrollo de la teoría del LA está relacionado con el enfoque que se le ha dado a la tecnología en la educación (Stewart, 2017).
El análisis del aprendizaje surge, por tanto, gracias al uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en el entorno educativo, que han potencializado nuevas técnicas de aprendizaje (Contreras-Bravo et al., 2021). En este sentido, se nota en las aulas la transformación que los procesos educativos han ido teniendo en los últimos años debido a la incorporación de las TIC, lo que se debe principalmente a la necesidad de responder a las demandas de la sociedad actual. Estas demandas están enfocadas en el desarrollo de habilidades digitales que le permitan al alumnado participar en un entorno cada vez más tecnológico (Claro et al., 2021). Asimismo, se busca el acceso a recursos educativos en línea, lo cual aumenta las oportunidades de aprendizaje y la disponibilidad de información actualizada (Lai y Bower, 2019). Además, se valora la capacidad de buscar y evaluar las fuentes de información, así como hacer un uso crítico de ellas, en un contexto donde la sobreabundancia de información puede generar confusión (Elmwood, 2020).
La integración de las TIC en la educación ha generado un impacto significativo y a la vez se han convertido en instrumentos educativos con fines de mejorar la calidad educativa y obtener un aprendizaje significativo apoyado en la tecnología (Hernández, 2017). Las TIC generan interacción a diferentes escalas, lo cual origina datos e información que pueden ser analizados. Gracias a lo anterior, el LA rastrea y analiza está información sobre el alumnado y sus procesos de aprendizaje con el propósito de crear conocimiento sobre las técnicas de aprendizaje y, por lo tanto, mejorar el proceso de aprendizaje y su entorno (Corona et al., 2019). Estas nuevas prácticas en la educación han mostrado ser eficaces para que el estudiantado se involucre en su propio proceso de aprendizaje y que las prácticas educativas les sean más llamativas, despierten más su interés y les permitan la construcción de su aprendizaje y un mayor compromiso con este (Gómez et al., 2019).
El uso de los EVA y las TIC conlleva a que el personal docente busque la manera de mejorar y adaptar sus cursos para asegurar una mejor comprensión y eficiencia en el aprendizaje de sus estudiantes (Rojas-Castro, 2017). Sin embargo, es importante mencionar que los datos recopilados en estos entornos no siempre pueden reflejar el panorama completo del aprendizaje. En esta interacción que surge en los EVA se genera una considerable cantidad de información que queda registrada a través de las TIC, como los foros, blogs, chats y campus virtuales entre otros (Covadonga, 2019). No obstante, es necesario seleccionar datos que sean precisos y relevantes en el proceso del aprendizaje. El análisis del aprendizaje, por tanto, puede recopilar estos datos disponibles en los EVA para su análisis, interpretación y creación de informes para optimizar el aprendizaje (Corona et al., 2019; Macfadyen, 2022), pero requiere de la capacitación del personal docente para la interpretación y uso adecuado de los datos. En este sentido, diversos estudios resaltan la relevancia de la retroalimentación en el análisis de datos mediante el LA, tanto para el estudiantado como para el personal docente, con el objetivo de brindar comentarios significativos y oportunos (Banihashem et al., 2022; Macfadyen, 2022; Zheng et al., 2021; Tabla 1).
Estrategia | Descripción |
Retroalimentación personalizada | Mediante el análisis de datos es posible brindar retroalimentación valiosa, oportuna y constructiva que fomente el crecimiento tanto de estudiantes como de docentes. La retroalimentación debería considerarse un componente esencial en entornos enriquecidos con datos, ya que permite identificar áreas de mejora, resaltar fortalezas y proporcionar orientación personalizada para mejorar el proceso de aprendizaje (Banihashem et al., 2022; Macfadyen, 2022). |
Aprendizaje colaborativo | El análisis de datos de redes sociales permite explicar el proceso de colaboración en el aprendizaje grupal. Mediante el uso del LA es posible identificar patrones de participación, interacciones efectivas y contribuciones significativas por parte del alumnado durante las actividades colaborativas (Kent y Cukurova, 2020). |
Autonomía | El LA ofrece al personal docente métricas que les permite evaluar la autonomía del estudiantado y así implementar estrategias para fomentar el desarrollo de habilidades de aprendizaje autodirigido, al promover un papel más activo por parte del estudiantado en su proceso de aprendizaje (Macfadyen, 2022). |
Evaluación del aprendizaje | El LA respalda la implementación de prácticas de evaluación alternativas y complementarias que aprovechan la amplia gama de datos educativos disponibles actualmente (Macfadyen, 2022). Estas prácticas ofrecen enfoques más efectivos para mejorar el aprendizaje, especialmente aquellos procesos que revelan el desarrollo de la comprensión del estudiantado a lo largo del tiempo (Macfadyen, 2022), lo cual contribuye a un mejor aprovechamiento de los recursos educativos. |
Aprendizaje individualizado | El LA crea oportunidades para el aprendizaje individualizado e identificar los comportamientos del estudiantado que están asociados con el éxito académico (Yılmaz y Çakır, 2021). Al examinar los comportamientos que afectan al éxito, el LA sirve como una herramienta de evaluación alternativa que complementa las prácticas tradicionales de evaluación (Yılmaz y Çakır, 2021). |
Fuente: elaboración propia a partir de las fuentes incluidas.
Cabe mencionar que actualmente existe un alto número de sistemas o plataformas virtuales para la gestión del aprendizaje. Así, Sabulsky (2019) menciona algunos ejemplos entre estos: Moodle, Carolain, Sakai o Blackboard, además de otros como Google analytics, Smartklass y Gismo, que no solo registran datos, sino que poseen funciones extra para realizar estadísticas o bien crear informes de los procesos de aprendizaje que se llevan a cabo. Sin embargo, a pesar de que se cuenta con toda esta información sobre el comportamiento y el desempeño tanto del estudiantado como del personal docente, en el contexto del aprendizaje abierto, que se refiere a la disponibilidad de recursos y oportunidades en línea, flexibles y accesibles para todos (Trujillo, 2020), Volungeviciene et al. (2019) mencionaron que todavía se está desarrollando una práctica constante en la educación superior para aprovechar estos datos y mejorar los procesos de aprendizaje y enseñanza en este ámbito. En el contexto de la pandemia de COVID-19 (2020-2021), el personal docente se vio en la necesidad de acudir a nuevas herramientas para gestionar la enseñanza-aprendizaje y en muchos de los casos se recurrió al uso de los EVA como herramientas para este proceso. Es probable que debido a ello se generara una gran cantidad de datos que pueden ser aprovechados para mejorar el aprendizaje del estudiantado.
El análisis del aprendizaje como metodología de aprendizaje
Para Gašević (2018), el análisis del aprendizaje consta de cuatro etapas principales:
1. La recopilación y el procesamiento previo de datos: sobre los diferentes procesos de aprendizaje y sus resultados con ayuda de los recursos disponibles en los EVA.
2. El modelado de datos: procesamiento de los datos recopilados a través de métodos estadísticos, con el fin de dar información acerca del aprendizaje, la enseñanza y la educación.
3. La presentación de resultados: dar a conocer los resultados de aprendizaje a las diferentes partes involucradas.
4. Las intervenciones: acciones con el propósito de mejorar el entorno y la experiencia de aprendizaje.
Al analizar las etapas anteriores, se nota que el LA es importante en el campo educativo, ya que contribuye a mejorar la calidad del aprendizaje del estudiantado al tomar acciones específicas para aumentar su rendimiento. Contreras-Bravo et al. (2021) resumen, por ejemplo, las potencialidades del LA, algunas ya antes mencionadas por Stewart (2017). Así, plantean que a través del análisis de los datos se puede identificar a las personas estudiantes que requieren mayor mediación por parte de su docente, dar recomendaciones académicas al alumnado, valorar los cursos y adaptarlos a las necesidades actuales y, por último, identificar habilidades o carencias en las personas docentes, con el fin de buscar mejores técnicas de enseñanza (Contreras-Bravo et al., 2021).
Existe una diversidad de estudios relacionados con el LA, en donde se han procesado una gran cantidad de datos, que básicamente están disponibles para su uso. No obstante, es importante también considerar, que, al momento de interpretar estos datos, hay que tener en cuenta una serie de elementos importantes, tales como los sesgos cognitivos, las variables culturales y las cuestiones relacionadas con las habilidades del alumnado (Domínguez et al., 2020). La razón de esto es que dichos elementos en conjunto con el modelado de los datos pueden contribuir con una mejor toma de decisiones, así como la implementación de técnicas que favorezcan los procesos de enseñanza y aprendizaje en los EVA. Entre los desafíos que trae el LA están la interpretación de los datos que ponen atención sobre individuos y tareas de aprendizaje particulares (Corona et al., 2019). Asimismo, el LA supone que cada estudiante puede recopilar sus datos e interpretarlos para cambiar su comportamiento y mejorar su aprendizaje (Sabulsky, 2019).
Por otro lado, cabe resaltar las palabras de Prinsloo (2018), quien menciona la importancia de tener en cuenta de dónde procede la recopilación y procesamiento de los datos. Si bien es cierto que existen una gran cantidad de investigaciones realizadas a través del LA, estas se han originado y obedecen principalmente a países desarrollados, donde la accesibilidad al internet y los recursos digitales puede llegar a la mayor parte del estudiantado y no es tan desigual como en países en vías de desarrollo (Prinsloo, 2018).
En una revisión de literatura realizada por Contreras-Bravo et al. (2021), se encontró que el número de trabajos en el tema del LA ha aumentado en los últimos años, sin embargo, la literatura procede principalmente de países como Corea del Sur, China, algunos países europeos y Norteamérica. Cabe resaltar que, si bien estos datos analizados se pueden extrapolar y aplicar en países en desarrollo, sigue siendo importante tomar en cuenta que no todo el alumnado tiene la misma capacidad para acceder a los recursos digitales e incluso manipularlos. De hecho, la extensión del internet en la región latinoamericana se sitúa en el 59,6 %, lo que la coloca por debajo del promedio mundial (Cobo y Aguerrebere, 2018). En el caso de Costa Rica, en un estudio se encontró que el 99 % del estudiantado tuvo acceso a las tecnologías móviles y el 76 % pudo acceder a internet todos los días desde algún dispositivo tecnológico (Villalobos-García y Nuñez-Sosa, 2020). Asimismo, Salas y Yang (2020) mencionan que en Costa Rica el 72 % de la población adulta usa internet.
El análisis del aprendizaje y su puesta en práctica
A pesar de que se menciona un aumento de investigaciones relacionadas con el LA (Contreras-Bravo et al., 2021), existe escasa evidencia empírica disponible en la literatura sobre el uso de datos del LA por el profesorado (Volungeviciene et al., 2019). Aun cuando la definición del LA menciona la posibilidad del uso y aplicación de esta teoría para ayudar a las instituciones educativas, al personal docente y al alumnado a mejorar su aprendizaje (Stewart, 2017), su aplicación aún requiere una mayor difusión y adopción generalizada.
Sin embargo, existe una serie de investigaciones que se han centrado en la teoría del LA para dar recomendaciones en los procesos de enseñanza y aprendizaje a las diferentes partes que los componen. Es importante destacar algunas investigaciones producidas. A continuación, se darán algunos ejemplos donde se ha aplicado el LA, principalmente en Latinoamérica, aunque lamentablemente son escasas las producciones latinoamericanas. Como se mencionó, la mayor parte de las investigaciones provienen de algunos países europeos, Corea del Sur, China y Norteamérica. Diversas personas autoras han realizado investigaciones sobre la producción de publicaciones en el campo del LA en Latinoamérica (Cechinel et al., 2020; Contreras-Bravo et al., 2021; Espinoza-Guanuche et al., 2020; Lemos et al., 2017; Salas y Yang, 2020). Contreras-Bravo et al. (2021) encontraron que Colombia y Brasil son los mayores productores en esta región.
En el estudio realizado por Cechinel et al. (2020), se recopilaron y clasificaron 282 artículos publicados entre 2011 y 2019, los cuales documentan el crecimiento del LA en Latinoamérica. Entre los países que han realizado investigaciones en el área están Argentina (Salica, 2021; Salica y Almirón, 2021), Brasil (Oliveira et al., 2019), Colombia (Aristizabal, 2016; Salazar-Cardona y Triviño-Arbeláez, 2020) y México (Bras, 2019; Corona et al., 2019) (Tabla 2). En el estudio de Bras (2019) se hace un análisis sobre la implementación del LA en el Sistema Universidad Abierta y Educación a Distancia de la UNAM. También; es importante mencionar que existe un proyecto llamado Fortalecimiento de la capacidad para utilizar el análisis del aprendizaje para mejorar la educación superior en América Latina (Proyecto LALA) que comenzó en octubre de 2017 con el objetivo de aumentar el uso del LA en Latinoamérica y la producción de investigaciones (Muñoz-Merino et al., 2021). Aunado a lo anterior, también existen en el área varias iniciativas que han implementado el LA en la educación (Tabla 3).
Autoría y año | Revista | País del estudio |
Álvarez et al., 2019 | CEUR Workshop Proceedings | Chile |
Aristizabal, 2016 | Gestión de la Educación | Colombia |
Bras, 2019 | Revista Iberoamericana de Educación | México |
Cala y Grisales, 2019 | CEUR Workshop Proceedings | Colombia |
Carvalho et al., 2019 | CEUR Workshop Proceedings | Brasil |
Corona et al., 2019 | Revista Iberoamericana de Educación | México |
García et al., 2021 | CEUR Workshop Proceedings | Brasil |
Hilliger et al., 2020 | British Journal of Educational Technology | Chile, Ecuador |
Oliva-Córdova et al., 2019 | CEUR Workshop Proceedings | Guatemala |
Oliveira et al., 2019 | Revista Iberoamericana de Educación | Brasil |
Peña et al., 2019 | CEUR Workshop Proceedings | Ecuador |
Pérez et al., 2022 | IEEE Revista Iberoamericana de Tecnologías del Aprendizaje | Ecuador |
Ruiz et al., 2019 | CEUR Workshop Proceedings | Uruguay |
Salas y Yang, 2020 | British Journal of Educational Technology | Brasil, Ecuador, México, Uruguay |
Salazar-Cardona y Triviño-Arbeláez, 2020 | Revista Ingenierías Universidad de Medellín | Colombia |
Salazar et al., 2019 | CEUR Workshop Proceedings | Chile |
Salica y Almirón, 2021 | Revista Iberoamericana de Tecnología en Educación y Educación en Tecnología | Argentina |
Salica, 2021 | Revista Iberoamericana de Educación a Distancia | Argentina |
Fuente: elaboración propia
País | Iniciativa | Objetivo |
Brasil | Predicción y reducción de las tasas de deserción entre el estudiantado de educación a distancia | Analizar datos para predecir, prevenir y reducir la tasa de deserción de la población estudiantil de educación a distancia a nivel universitario |
Ecuador | Proporcionar datos biométricos multimodales del estudiantado para mejorar las habilidades interpersonales | Proveer un entorno de aprendizaje escalable, sostenible y eficaz para capacitar a la población estudiantil en habilidades orales. |
México | Proporcionar retroalimentación formativa sobre procesos colaborativos | Dar retroalimentación por medio de herramientas LA para mejorar los procesos colaborativos de la población estudiantil |
Uruguay | Medir el desempeño del estudiantado en matemáticas | Proporcionar tecnologías y metodologías que generen datos con fines administrativos y operativos para mejorar la enseñanza y el aprendizaje |
Fuente: Salas y Yang, 2020
Un estudio particular donde se utilizó el análisis del aprendizaje fue el de González y Lugo (2020) en una institución educativa de Bogotá (Colombia). La investigación se enfocó en desarrollar competencias analíticas en el profesorado para impactar en los resultados académicos del estudiantado y en el acompañamiento personalizado de su ruta de aprendizaje. De acuerdo con este estudio, el Análisis del Aprendizaje es una herramienta válida para explorar nuevas y efectivas estrategias para mejorar la calidad de la enseñanza y el aprendizaje (González y Lugo, 2020). Estudios como el realizado por Azcona et al. (2019) en la Universidad de Dublín (Irlanda) han impulsado investigaciones en Latinoamérica. En dicho estudio se empleó el LA para detectar automáticamente a estudiantes en riesgo de reprobar una tarea en los cursos de programación informática y para respaldar simultáneamente la retroalimentación adaptativa (Azcona et al., 2019).
Por otro lado, uno de los estudios impulsados por el proyecto LALA se enfocó en cómo las políticas y prácticas existentes relacionadas con los datos y su análisis podrían afectar la incorporación del LA en las universidades latinoamericanas (Hilliger et al., 2020). En esta investigación se estudiaron cuatro universidades, dos chilenas y dos ecuatorianas, con el fin de aprovechar los datos existentes que se han recopilado en la región durante años (Hilliger et al., 2020). En un estudio anterior realizado también en Bogotá se sugiere el análisis del aprendizaje para procesar datos como el nivel socioeconómico, los esquemas de alimentación, el desempeño año por año, entre otros, para mejorar los procesos de gestión en el contexto educativo (Aristizabal, 2016).
Para finalizar, se menciona el estudio llevado a cabo por Miñan-Olivos et al. (2021) de la Universidad Tecnológica de Perú en pleno contexto de pandemia por COVID-19. En dicha investigación se utiliza el LA para determinar el rendimiento académico del alumnado en un curso virtual llevado a cabo de manera asincrónica y en el que usaron Web analytics para la recolección de los datos (Miñan-Olivos et al., 2021). Estas personas autoras mencionan la importancia del análisis de datos para gestionar el aprendizaje del alumnado, ya que al medir variables específicas se pueden tomar decisiones para mejorar el rendimiento académico de cada estudiante. En el caso de Costa Rica, los estudios en el tema son escasos. De acuerdo con Guzmán-Valenzuela et al. (2021), en Costa Rica, durante el período comprendido entre 2013-2019, se encontró solamente una publicación sobre LA, según las afiliaciones de las primeras autorías a las bases de datos SciELO y WoScc.
Uno de los trabajos encontrado para este ensayo fue el de Romero y Rojas (2014), que mencionan la importancia de utilizar el LA en la educación superior para el mejoramiento continuo de los contenidos, así como individualizar el proceso de aprendizaje; sin embargo, no es una aplicación práctica del LA. En el caso del trabajo realizado por Chacón-Rivas et al. (2017) se realiza un análisis de datos a través del LA y herramientas de analítica académica para generar información orientada a la toma de decisiones. Dicha investigación es realizada en conjunto por el Instituto Tecnológico de Costa Rica y la Universidad Autónoma de Baja California Sur con la finalidad de compartir y desarrollar nuevas herramientas que faciliten el acceso a la información y su análisis y que es necesaria para la toma de decisiones (Chacón-Rivas et al., 2017).
En el estudio de Sánchez-Gutiérrez y Villalobos-González (2022) se analiza el impacto de la pandemia en la calificación final de la asignatura de Química I en la Universidad Estatal a Distancia de Costa Rica. Se utiliza el enfoque de analíticas de aprendizaje y se consideran las diferencias regionales como variable de estudio. Los resultados se utilizarán para tomar decisiones en la planificación y evaluación del aprendizaje en la asignatura (Sánchez-Gutiérrez y Villalobos-González, 2022). Adicionalmente, otros estudios llevados a cabo en Costa Rica hablan sobre el LA como una importante herramienta para mejorar el proceso de enseñanza y aprendizaje (Hernández-Campos et al., 2021).
Según Cobo y Aguerrebere (2018) el uso del LA en la región latinoamericana puede generar herramientas que ayuden a analizar “las repercusiones del contexto socioeconómico de la persona estudiante, la calidad del centro de enseñanza o universidad, el compromiso del alumnado y la efectividad de los sistemas de enseñanza, entre otros” (p. 63). Adicionalmente, cada institución es diferente, por lo tanto, podrían surgir diferentes puntos de vista sobre el potencial del LA y el uso de los datos (Volungeviciene et al., 2019). El poco uso del LA en Latinoamérica se debe sobre todo al desconocimiento de desarrollar una mejor comprensión hacia el tema y las políticas de privacidad de los datos; deberíamos verlo con el propósito de tomar decisiones, tanto de personas académicas como de educadoras, así también entre las instituciones clave, para abordar los nuevos desafíos en este campo (Cobo y Aguerrebere, 2018).
Conclusiones
El LA surge como resultado del uso de las TIC en la educación, con el objetivo de comprender y optimizar el proceso de aprendizaje. Las TIC han transformado los procesos educativos y generado un impacto significativo al convertirse en instrumentos para mejorar la calidad educativa y facilitar un aprendizaje significativo respaldado por la tecnología. El LA recopila y analiza datos disponibles en los EVA, para obtener información relevante y precisa. Sin embargo, es necesario capacitar al personal docente en la interpretación y uso adecuado de estos datos. Aunque existen diversas plataformas que registran datos sobre el comportamiento y desempeño de estudiantes y docentes, todavía se requiere una práctica constante en la educación superior para aprovechar plenamente estos datos y mejorar los procesos de enseñanza-aprendizaje. El uso de los EVA ha aumentado en el contexto de la pandemia de COVID-19, lo que ha generado una gran cantidad de datos que pueden ser aprovechados para mejorar el aprendizaje de la población estudiantil. El LA puede ser una herramienta para proporcionar retroalimentación significativa y oportuna tanto a estudiantes como a docentes. En resumen, el LA tiene el potencial de procesar los datos disponibles y contribuir a la mejora continua de la educación y requiere de una práctica constante para aprovechar plenamente su potencial en la educación superior.
El LA como metodología de aprendizaje invita a adoptar una postura crítica y reflexiva sobre su aplicación. Si bien el LA puede ser una herramienta provechosa para mejorar la calidad de la educación al tomar medidas específicas, es importante reconocer y considerar sus limitaciones. Así también, hay que tener en cuenta que el LA no puede ser abordado de manera aislada, sino que debe ser integrado con los elementos cognitivos, culturales y contextuales que influyen en el proceso educativo. Los sesgos cognitivos, las diferencias culturales y las habilidades individuales de la población estudiantil pueden tener un impacto significativo en la interpretación y aplicación de los resultados del análisis. Por lo tanto, hay que tener cautela y crítica en la interpretación de los datos y considerar cómo estos factores pueden influir en las decisiones y acciones tomadas a partir de ellos. Además, es importante tener en cuenta la procedencia de los datos utilizados en el LA y la accesibilidad a los recursos digitales en diferentes países y contextos educativos. Si bien se han llevado a cabo numerosas investigaciones y estudios en países desarrollados, existe la necesidad de equidad y representatividad en la generación de conocimiento en este campo. Los contextos educativos en países en vías de desarrollo pueden enfrentar desafíos significativos en términos de acceso a la tecnología y recursos digitales, lo que puede limitar la aplicabilidad y generalización de los resultados obtenidos en otros contextos.
El LA representa una herramienta de gran potencial para mejorar los procesos educativos y el rendimiento de la población estudiantil. Aunque existe una creciente atención e investigación en este campo, todavía se necesita una mayor difusión y adopción generalizada sobre el LA, especialmente en Latinoamérica. Es fundamental fomentar la capacitación docente en la interpretación y uso adecuado de los datos recopilados, así como promover la generación de evidencia empírica en esta región. Solo a través de un enfoque crítico y una mayor colaboración entre personas investigadoras, docentes y autoridades educativas, se podrá aprovechar plenamente el potencial del LA para mejorar la calidad de la educación y el aprendizaje en Latinoamérica y más allá.
El uso del LA en diferentes contextos educativos ha demostrado ser una herramienta válida para explorar nuevas estrategias y mejorar la calidad de la educación. Los estudios mencionados, tanto en Latinoamérica como en Costa Rica, resaltan los beneficios del LA en el desarrollo de competencias analíticas del profesorado, el acompañamiento personalizado de la población estudiantil, la detección temprana de estudiantes en riesgo, la toma de decisiones basada en datos y la gestión del aprendizaje. Sin embargo, a pesar de su potencial, el uso del LA en la región aún es escaso debido al desconocimiento y las políticas de privacidad de los datos. Para aprovechar plenamente los beneficios del LA es necesario generar una mejor comprensión y promover la colaboración entre la academia, docentes e instituciones clave. El LA puede proporcionar herramientas para analizar el contexto socioeconómico de la población estudiantil, la calidad de las instituciones educativas, el compromiso estudiantil y la efectividad de los sistemas de enseñanza. Cada institución es única y es importante considerar diferentes puntos de vista y abordar los desafíos que surgen en el campo del LA. Con un enfoque adecuado, el LA puede ser una poderosa herramienta para la toma de decisiones informadas en el ámbito educativo.