INTRODUCCIÓN
Los relatos han dejado huella en un sitio muy remoto del inconsciente humano. En este espacio conviven seres fantásticos que se desarrollan en mundos sorprendentes y nutren la imaginación de pequeños y grandes. Desde la Antigüedad, la transmisión de historias se inició de forma oral para luego dar paso a textos escritos. La tradición homérica evidencia con claridad la presencia de historias que se robustecían del acompañamiento de instrumentos e incluso eran denominados como cantos: “Entre estos estaba cantando el ilustre aedo, y ellos escuchaban sentados en silencio. Cantaba el regreso de los aqueos que Palas Atenea les había deparado funesto desde Troya” (Homero, 2020, p.32).
Es por ello que se puede plantear que los relatos han dejado huella en un sitio muy remoto del inconsciente humano. En este espacio conviven seres fantásticos que se desarrollan en mundos sorprendentes y nutren la imaginación de pequeños y grandes.
Es así como se puede establecer una relación tremendamente estrecha entre la literatura y la música. Según López (2013):
Múltiples códigos se entrecruzan en las manifestaciones musicales y literarias, relacionadas y frecuentemente permeables entre sí, hasta el punto de creaciones en las que, por la evolución propia de la cultura, influyen las unas en las otras desdibujando la frontera entre ambas. (p.122)
Tal vinculación entre estas expresiones artísticas es lo que ha motivado a indagar a lo largo de esta investigación en el cuento sonoro y su aplicación durante la primera infancia. Este género narrativo junto con la producción de sonidos se presenta como una estrategia pedagógica innovadora, creativa, lúdica y accesible para los docentes. Debido a que contar una historia se concibe como una experiencia gratificante, pero contarla con sonido le otorga indudablemente profundidad, más valor y mayor alcance en su recepción.
El cuento sonoro emerge como una estrategia didáctica con mucho potencial, incidiendo de forma provechosa en los niños durante la primera infancia, especialmente en áreas como sus habilidades lingüísticas (a nivel de vocabulario y desarrollo de lenguaje), sus habilidades musicales (expresión corporal, rítmica, auditiva y canto), en su creatividad, imaginación y en la formación de valores. Por esta multiplicidad de beneficios, se desea llevar a cabo una guía que invite a la exploración y reflexión del cuento sonoro en los primeros años de vida, para así lograr una aplicación efectiva de esta herramienta pedagógica. De tal manera, se potencia la experiencia del aprendizaje musical y narrativo de los niños y se refuerza positivamente la labor docente.
El presente artículo partirá de la definición de cuento como un relato breve, conformado por pocos personajes que interactúan en un espacio y tiempo claramente definidos. En cuanto a su estructura, se sigue una propuesta clásica de inicio, nudo y desenlace. Por consiguiente, es fundamental que el personaje o personajes se enfrenten a un elemento, ser o situación que sirva como motivo, razón o conflicto que deba ser superado. Asimismo, dentro de esta misma estructura y resolución del nudo se manifiesta el tema central que debe adaptarse a los intereses y necesidades de la población de primera infancia; además, es crucial que esté permeado por valores y principios en los que se quiera formar a los discentes.
El cuento realmente responde a esa idea de aprender jugando y aportar esa pizca de magia que todo niño necesita (Martínez, 2011). Para reforzar esta idea es necesario hacer mención de los distintos beneficios que se pueden obtener del cuento. De acuerdo con Rondón (2018), el cuento permite estimular la creatividad de los estudiantes, transmitir valores, principios y conocimientos. De igual manera, dependiendo de la forma en que se presente el cuento, es un mecanismo para ejercitar la memoria, beneficia en el desarrollo del lenguaje, adquisición de nuevas palabras, pronunciación de las mismas, fortalece la escucha activa y la concentración. También puede ser considerado un reto, ya que introduce metáforas y símbolos que los niños deben decodificar y que luego llegarán a emplear. Además del indudable beneficio emocional de aprender con gusto y hacer parte de sus vidas el preciado hábito de la lectura.
Ahora bien, es pertinente aclarar la terminología clave para la comprensión del enfoque del artículo y más delante de la propuesta. De tal modo, se estará trabajando con el concepto de primera infancia, entendiendo su definición como la etapa que contempla desde el nacimiento hasta los ocho años de edad (Unesco, s.f.). Este resulta un periodo vital para el aprendizaje y se potencia a través de metodologías estimulantes, seguras y que invitan a la experimentación, creación y error. La integralidad de la primera infancia permite abordar temas como la interacción social, el entorno, el cuidado parental, etc., y su perspectiva se interpreta más desde la psicología.
En consecuencia con lo anterior, se evitará el empleo del término “preescolar” en lo posible, ya que se encuentra restringido al ámbito educativo. El cuento sonoro es una herramienta plena en beneficios y visiblemente interdisciplinaria, por lo que resulta indispensable asignar una palabra que le sea acorde a su globalidad. En atención a la explicación previa, a lo largo del texto se hará referencia a primera infancia y la propuesta de cuento sonoro elaborada para que el docente la ponga en práctica con esta población.
También es pertinente definir al cuento sonoro como género. En primera instancia, es relevante establecer la diferencia entre un cuento sonoro y un cuento musical. Guamán y Gutama (2022) definen los siguiente:
Los relatos sonoros son historias o narraciones que se construyen a partir de sonidos ambientales o creados con objetos sonoros y buscan independizarse del lenguaje verbal y de las imágenes, su objetivo es depender netamente del sonido para comunicar el mensaje deseado. (p, 42)
A partir de otras investigaciones es posible encontrar que se utilizan indistintamente los adjetivos musical y sonoro para referirse a la combinación entre historias, sonidos y música. Sin embargo, este artículo se enfoca de lleno en el cuento sonoro, delimitándolo como un género que se caracteriza por la vinculación entre la narrativa y la exploración sonora de diferentes objetos que pueden estar ligados a sonidos cotidianos, corporales, ejecutados con la voz o de origen digital. Tanto la narrativa como la parte de producción sonora tienen igual notabilidad, no existe una jerarquía o predominancia, ya que ambos resultan un complemento que origina un producto innovador.
Desde la parte de producción sonora, se debe visualizar al cuento sonoro como sonidos sin una línea rítmico-melódica. Lo que se busca es crear una experiencia auditiva para el oyente. Este se sumerge en una historia de la que puede ser copartícipe, por lo que se transforma en un espacio dinámico e interactivo sin brindar un discurso melódico o musical.
Es clave destacar que el docente no requiere un dominio profesional de un instrumento y la posible inclusión de alguno tiene como función ambientar al cuento o contextualizar espacios y personajes, pero nunca una ejecución como tal. Lo que se busca es generar una producción de sonidos de manera aleatoria, tal vez empleando un triángulo, una pandereta o una maraca, o inclusive con utensilios que rodean la cotidianidad como ventiladores, ollas, sartenes, pero no se está produciendo música, sino que se trata más de una creación experimental.
Por otro lado, cuando se habla de cuento musical, la música juega un papel protagónico como elemento central de la narración. El docente ejecuta instrumentos musicales para representar escenarios con melodías y ritmos. Esto sugiere que la persona que cuenta la historia debe tener algún tipo de conocimiento musical en la ejecución de instrumentos o bases en la formación musical. De tal modo, la música responde en mayor medida a las emociones de los personajes y en menor medida al entorno, por lo que hay una estrecha relación entre la melodía y el espacio psicológico del cuento. Por lo tanto, a nivel narrativo y musical resulta más complejo, ya que implica composición, adaptación y ejecución.
Una propuesta no será mejor que la otra; no obstante, es fundamental establecer una diferenciación entre ambos conceptos y no emplearlos como meros sinónimos. La mayoría de fuentes bibliográficas se centran en el cuento musical, por lo que los trabajos que presentan al cuento sonoro como foco central son bastante limitados; este detalle motivó aún más esta investigación.
Ahora bien, en cuanto a sus orígenes, el cuento sonoro es un género que coquetea con la tradición y la modernidad. Para determinar su génesis habría que partir de los cuentacuentos que trasladan de forma automática al estudioso de este género al pasado. Sin embargo, su naturaleza lúdica y versátil hacen del cuento una herramienta fresca e innovadora en el ámbito educativo. De acuerdo con Gordo y Jiménez (2014):
Como abrebocas es posible decir que la utilización de herramientas presentes en el medio, tales como los cuentos y la tradición oral, recrean la imaginación, la creatividad y posibilitan la existencia de un mundo de oportunidades y de respuestas para el niño(a), de acuerdo con la experiencia pedagógica realizada, donde la solidaridad, la igualdad, la equidad y el respeto constituyen una filosofía grupal. (p.155)
Hay una intersección entre los cuentos, los sonidos y la música porque son artes del tiempo (Palacios, 1997). Las historias y las manifestaciones musicales no son ajenas entre sí, llevan reencontrándose desde hace varios siglos, conversando, vinculándose. Los relatos pueden pasar a ser canciones y las canciones pueden pasar a ser relatos, se entienden como si fueran el extremo de una misma línea, saben fluir y encantan a su público. De acuerdo con Palacios (1997):
El cuento narrado y la música muestran muchas concomitancias y enormes campos de trabajo comunes, pues ambos son caminos que desarrollan una forma; son una progresión de sucesos y acontecimientos que se articulan ordenadamente, manteniendo una lógica en el discurso y un interés en las maneras de exponerse. Son formas discursivas: desde que empiezan hasta que acaban -conforme se va contando el cuento o va sonando la música- van apareciendo los personajes, se enfrentan entre ellos, se suceden las situaciones de mayor interés que confluyen en un final, fruto y colofón de lo acontecido hasta entonces. Los personajes “salen a escena” una y otra vez: en el cuento los reconocemos con sus nombres, sus voces y sus actos, en la música con sus ritmos, timbres y melodías. (p.2)
De acuerdo con lo anterior, existen “cuentos que suenan”, esos en que los autores reconocieron el poder de ambos lenguajes: el musical y el de la palabra. Se trascendió el mero entretenimiento para convertir a estos cuentos sonoros en herramientas didácticas, capaces de transmitir conocimiento y de maravillar al mismo tiempo. El cuento sonoro es esa unión entre la parte narrativa y la exploración sonora a través de diferentes objetos. Este es un recurso que permite potenciar las capacidades vinculadas con la conciencia auditiva y corporal, la comunicación, la escucha activa, la utilización de objetos sonoros, el reconocimiento de la voz y capacidades creativas. Además, incide en el desarrollo de la identidad a través de la confianza que brinda poder expresarse en un contexto de juego, reconociendo los sentimientos y emociones (Caballero, 2021).
En cuanto a la relación del cuento sonoro con el docente, se presenta como un recurso libre, accesible y amigable con cualquier enseñante que quiera emplearlo, permitiendo desarrollar la creatividad de los niños, pero también la de los profesores. Nadie debe ser un experto ni se aspira la creación de un producto musical, por el contrario, lo que se desea es construir a partir de la curiosidad, el juego y la autonomía.
La propuesta de elaborar e incorporar cuentos sonoros al quehacer docente y abrir una ventana de posibilidades infinitas para abordar distintos contenidos enriquece el proceso de enseñanza. Ante el deseo de dejar atrás una metodología tradicional y con la aspiración de generar aprendizajes significativos, se desea brindar una guía a los docentes para que puedan elaborar con facilidad los cuentos sonoros y obtener los diversos beneficios que confiere esta herramienta. A continuación se profundiza en algunas de sus ventajas:
A través de la combinación de narrativa y de sonido se incursiona en una provechosa estimulación temprana de los niños, permitiéndoles apreciar y explorar paisajes sonoros.
Los niños generan conciencia de su cuerpo, de los sonidos que son capaces de hacer y del movimiento, por lo que se desarrolla naturalmente la expresión corporal a partir de distintos sonidos.
Los estudiantes tienen la posibilidad de construir conceptos y definir su entorno por medio de palabras, esto es algo que facilitan los cuentos. Sin embargo, la construcción de conocimiento a partir del sonido resulta más intrínseca al proceso de aprendizaje característico de los niños. Una palabra articulada puede ser más artificiosa que la sencillez de comunicarse por medio de sonidos.
Se produce un aprendizaje simbólico y relacional de los elementos y principalmente de las emociones. Los niños aprenden a reconocer e identificar emociones a partir de sonidos específicos que se manifiestan en el cuento.
El cuento sonoro invita a los estudiantes a romper con la estructura y darse la oportunidad de experimentar, jugar y muy importante, improvisar. Por medio de la improvisación se estimula la creatividad, se desarrolla la confianza en sí mismos, se potencian las habilidades sociales y comunicativas, además, se invita a que los niños piensen y construyan desde la libertad, la diversión y el disfrute.
El sonido permite una sana y divertida vinculación entre pares, generando una conexión entre los niños y favoreciendo la socialización que es tan importante durante la primera infancia.
Los estudiantes se entienden también desde su individualidad y cómo son capaces de relacionarse con sonidos, con la trama de la historia y con sus compañeros. A través de una herramienta como el cuento sonoro se va definiendo poco a poco la identidad desde el reconocimiento de su propio color y textura dentro de la globalidad de la trama.
La percepción sonora también potencia el desarrollo de otros sentidos, ya que el sonido puede fortalecer otras áreas cuando se estimula a través de acciones concretas. Por ejemplo, el sentido de la vista se beneficia cuando se propone el uso de imágenes en el cuento, las cuales deben sonorizarse.
El cuento sonoro es una experiencia altamente sensorial, por lo que la propuesta del belga Édgar Willems resulta la más oportuna para este artículo. Willems abarca la conexión de la música y la naturaleza humana en el desarrollo de la sensibilidad auditiva de los infantes (Esquivel, 2017). En el caso específico de esta investigación, el enfoque es propiamente en el sonido y su relación con la narrativa, además de su incidencia en distintas áreas del desarrollo infantil como la creatividad, identidad, conciencia motriz, escucha activa y concentración. Por estas razones, el método del teórico se ajusta a cabalidad y se considerarán sus aportes para enriquecer la presente propuesta.
La interdisciplinariedad del cuento sonoro trasciende las áreas de la literatura y la música. Una vez que se ejecuta, habilidades interpretativas y de conciencia corporal propias de las artes dramáticas entran en juego; asimismo, en caso de implementarse alguna escenografía o recurso visual de apoyo, las artes plásticas e incluso la tecnología pueden llegar a cobrar relevancia. Willems propone que “la educación es muy sensorial, pues la práctica musical exige el involucramiento de los sentidos como el oído, la vista y el tacto” (Esquivel, 2017, p.36).
El método Willems hace alusión a la música que se encuentra en el interior, esto facilita la reproducción y por último la interpretación (Mier, 2012). Esta concepción va muy de la mano con el cuento sonoro y el reconocimiento de los sonidos corporales que puede llegar a realizar el infante. El diálogo con el cuerpo y el descubrimiento de las capacidades motrices y corpóreas refuerza la identidad, estimula la confianza y la creatividad, además de que promueve la improvisación.
De igual manera, su teoría hace alusión a la permanencia de los sonidos en la memoria, otro aspecto que también se desarrolla en el cuento sonoro. Para facilitar las intervenciones de los estudiantes, se crean fórmulas (esta práctica se viene dando desde la Antigüedad). Estas fórmulas consisten en pasajes repetitivos u oraciones que presentan una estructura fácil para su memorización, lo mismo se aplica con los sonidos. En la parte del cuento donde el sonido se incorpora, automáticamente tendrá más valor y el niño lo recordará con mayor facilidad. Este es uno de los aspectos que hace tan atrayente al cuento sonoro, los contenidos se asimilan a profundidad si se acompañan de sonidos que facilitan su memorización.
La búsqueda de comprender y percibir la complejidad del lenguaje musical (Mier, 2012) es uno de los objetivos de Willems. De igual forma, resulta uno de los fines del cuento sonoro. A la hora de aplicarlo, el docente está consciente de sus múltiples beneficios, especialmente, el entendimiento de ambos lenguajes -narrativo y el musical-, la capacidad de interpretarlos, asumirlos y apreciarlos es uno de los pilares fundamentales del cuento sonoro.
La psicología, emociones y sensaciones forman parte de la enseñanza de la música de acuerdo con Willems. Para fortalecer su propuesta, Willems establece que se debe asemejar la incorporación de la música en la vida de los niños con los procedimientos que se emplean cuando se aprende la lengua materna. Es decir, hay un proceso de imitación, repetición, construcción de palabras y, por último, producción. Esto debe ir de la mano de la multidisciplinariedad, los sentidos y las emociones.
Retomando lo mencionado por Willems, el cuento sonoro resulta una estrategia de enseñanza a nivel musical, lingüístico, fonético e incluso gramatical que alude a la imitación, a la repetición, involucra y juega con las emociones de los pequeños a través del suspenso y los nudos en la historia; además de ser totalmente multidisciplinario. La integralidad del cuento sonoro permite que se cumplan preceptos básicos de Willems como el inculcar el amor a la música, desarrollar a los niños en sus áreas sensoriales, afectivas y psicológicas, permitir aprender a través del juego, fomentar la continua participación de los niños, moldear conceptos de libertad y generar conciencia de los elementos naturales del entorno.
Este artículo se origina de una pregunta clave: ¿Es importante crear una guía de cuento sonoro para brindar una herramienta didáctica efectiva e innovadora a la asignatura Música para el Niño en Preescolar de la UNED? A partir del 2019 se introdujo el cuento sonoro en esta asignatura y desde sus inicios se han presentado dificultades para delimitar correctamente lo que es un cuento sonoro; por ende, se presentan problemas a la hora de elaborarlo. Por esta razón específica, se decidió desarrollar una guía que lleva a los estudiantes de la mano en la construcción del cuento sonoro.
Visto el potencial inmejorable del cuento sonoro, se presenta como objetivo de esta investigación crear una guía metodológica que permita a los estudiantes de la asignatura Música para el Niño en Preescolar de la Universidad Estatal a Distancia de Costa Rica (UNED) -y, por supuesto, a cualquier docente de primera infancia-implementar una herramienta innovadora como el cuento sonoro de manera efectiva en las aulas. Para concretar este objetivo general, se proponen como objetivos específicos establecer una definición propia de cuento sonoro, desarrollar categorías sonoras y narrativas como base para la elaboración y evaluación del cuento sonoro; y, por último, analizar el capítulo de cuento sonoro de la Unidad Didáctica de Natalia Esquivel.
Este artículo está cobijado por un enfoque cualitativo que busca recopilar, crear y compartir información referente al tema del cuento sonoro para enriquecer no solo a la Unidad Didáctica, sino también a la asignatura en general. Asimismo, se elaboran materiales a los que puedan acudir los profesionales en primera infancia, solventando así vacíos teóricos y prácticos con los que pueden encontrarse.
De tal forma, la guía está concebida para ser un respaldo claro, ameno y preciso que facilite la comprensión de los elementos esenciales a nivel narrativo y musical que debe comprender un cuento sonoro. Además, acompaña a los docentes en cada uno de los pasos que deben ser tomados en cuenta para aplicar exitosamente este recurso en la práctica pedagógica. Asimismo, para facilitar su comprensión, se incluye una rúbrica de autoevaluación que permite determinar fortalezas y áreas de mejora en la elaboración, puesta en escena y en la integración del cuento sonoro en el aula. De igual manera, se incluye un cuestionario para constatar la efectividad de la guía en los estudiantes.
MATERIALES Y MÉTODOS
La propuesta didáctica desarrollada en este artículo sigue una metodología cualitativa. El enfoque prioritario es “cualificar y describir el fenómeno social a partir de los rasgos determinantes, según sean percibidos por los elementos mismos que están dentro de la situación estudiada” (Guerrero, 2016, p.1). La elaboración de una guía para la aplicación del cuento sonoro busca ser abordada desde sus propiedades y su dinámica, por lo que la investigación de tipo cualitativa resulta la opción más aterrizada.
Esta metodología responde a la necesidad de generar datos descriptivos (Quecedo y Castaño, 2002, p.7). Los datos, a diferencia del enfoque cuantitativo, son esas experiencias transmitidas a través de palabras o conductas observables. Los datos brindan información que se analiza a partir de un entorno, de sus individuos y su interacción dentro de un fenómeno social.
El método cualitativo permite comprender y explicar el funcionamiento de la práctica social en palabras sin priorizar los números. La vivencia de la construcción de un cuento sonoro a partir de la guía didáctica brindada es lo que se desea cualificar. Surgen preguntas como por ejemplo: ¿Resulta provechosa la guía?, ¿esclarece el proceso de elaboración del cuento sonoro?, ¿enriquece la experiencia de los estudiantes? En cuatrimestres previos se ha evaluado el cuento sonoro y se tienen claras las áreas de mejora, por lo que ahora quiere analizarse este proceso a partir de la introducción de la guía.
El contexto o espacio en el que se lleva a cabo el cuento sonoro y quiénes lo desarrollan son fundamentales. A partir de la vivencia a través tutorías, el escaso material de consulta y la evaluación de videos de cuentos sonoros de cuatrimestres anteriores, se determinan fortalezas y puntos de mejora. Fundamentalmente, se evidencia que no existe claridad en lo que es un cuento sonoro ni mucho menos cómo diseñarlo, por lo que se presentan muchos vacíos que deben ser resueltos.
La población con la que se trabaja son estudiantes de la asignatura Música para el niño en Preescolar de la UNED del I cuatrimestre 2024, siendo un total de 89 estudiantes. Es importante rescatar que al ser una investigación cualitativa no se da la misma selección de muestra que se da en el enfoque cuantitativo, que debe ser probabilístico (Salas, 2020).
Lo que se pretende entender es el fenómeno de estudio, es decir, el cuento sonoro, y si es pertinente elaborar una guía para los estudiantes. Por esta razón, no hay muestra, sino que se trabaja con la población completa, ya que se cuenta con los recursos para analizar a toda la población matriculada en el I cuatrimestre 2024, además, los casos y recolección de información resultan accesibles.
La población resulta participativa y voluntaria, ya que se comunica primero a la cátedra de estudio y luego se comparte la información de la investigación con los estudiantes. Camacho (2008) incluso explica que “es necesario aclarar que en el enfoque cualitativo no son relevantes las nociones de población y muestra en cuanto se trabaja con todo el grupo o la comunidad” (p.121), como se lleva a cabo en este artículo.
De tal modo, la primera técnica cualitativa que se emplea es la observación con un fin exploratorio durante las tutorías: ¿Comprenden los beneficios del cuento sonoro? ¿Pueden definir qué es un cuento sonoro? ¿Cuáles son las áreas de mejora? ¿Cuáles son las principales dudas que salen a relucir? ¿La Unidad Didáctica aclara las inquietudes con respecto a la elaboración de un cuento sonoro? ¿Qué elementos debería contener la guía que va a acompañar a los estudiantes en el proceso de construcción del cuento sonoro?
Ante estas interrogantes, los estudiantes muestran desconocimiento e inseguridad a la hora de crear el cuento sonoro. La información que se brinda con respecto a este tema es muy escasa, por lo que no hay claridad en cuanto a beneficios ni la diferencia entre un cuento tradicional y un cuento sonoro.
A partir de la observación y la evaluación de trabajos de cuento sonoro entregados en formato de video, se lleva a cabo una guía para que les resulte más claro a los estudiantes cómo debe ser el producto final. Asimismo, se establecen categorías narrativas y sonoras para determinar fortalezas y debilidades. Finalmente, se comparte una rúbrica de autoevaluación y un pequeño cuestionario para medir los resultados de la experiencia
Aunado a esto, se realiza el análisis de la Unidad Didáctica de Natalia Esquivel. En primera instancia, se contextualiza este documento y se analiza a partir de las categorías narrativas y sonoras propuestas más adelante en este artículo. Además, se pretende establecer patrones y temas necesarios en la planificación de un cuento sonoro que se puedan incorporar en el texto. A partir de la información obtenida, se brindan sugerencias e insumos para enriquecer la Unidad Didáctica.
Dentro de los insumos se visualiza un apartado con la guía; además de una rúbrica de autoevaluación que permite a los estudiantes identificar áreas de mejora o generar conciencia con respecto a los elementos que ya dominan. Estos recursos son producto de las necesidades, inquietudes y dudas propias que los estudiantes han manifestado durante la etapa de observación.
En cuanto a la validez de la investigación, se procura que los resultados reflejen una imagen completa y representativa de la realidad estudiada, tal como lo establece Martínez (2006). El proceso de observación de los videos de cuento sonoro, además de las categorías establecidas para llevar a cabo su análisis, como también la herramienta de autoevaluación brindada son elementos que confieren validez a las investigaciones cualitativas. El tema de credibilidad propuesto por Martínez (2006) conduce el análisis de resultados del presente artículo, ya que se lleva a cabo la recolección de las respuestas de los 89 estudiantes y se busca contrastar para determinar si existe algún tipo de variación. Además, el análisis se realiza con estudiantes de distintos grupos, centros universitarios y diferentes profesores.
En términos de confiabilidad, nuevamente las categorías de sonido y narrativas de las que se despliegan luego los criterios de evaluación resultan esos marcadores que respaldan los resultados obtenidos. Asimismo, las grabaciones quedan a disposición de otros tutores o investigadores, por lo que si se emplean las mismas categorías y criterios de análisis, se obtendrían los mismos resultados. Esto hace referencia a la confiabilidad interna propuesta por Martínez en las investigaciones cualitativas (2006).
Instrumentos de análisis
Para llevar a cabo el análisis de la Unidad Didáctica y de los videos de cuento sonoro se propusieron categorías sonoras y narrativas que nacen de la observación y áreas de mejora detectadas.
Categorías narrativas
A nivel narrativo, los elementos imprescindibles que se han categorizado son la organización, los personajes, el tiempo, el espacio, el tema y el mensaje. Una vez que el docente se aventura en la elaboración del cuento sonoro, la idea es que cuente con los recursos necesarios que lo guíen a través de esta experiencia. Por esa razón, se ha considerado vital establecer categorías que serán la base de la guía didáctica y alumbrarán el camino del docente hasta encontrar el lugar deseado: el espacio de armonía entre narración y sonido.
Tabla 1 Categorías narrativas que se deben aplicar al cuento sonoro
Categorías narrativas que se deben aplicar al cuento sonoro | ||
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Categorías | Características | |
Organización | Introducción, nudo, desenlace | |
Personajes | Rasgos físicos y emocionales, intenciones y deseos | |
Tiempo y espacio | ¿Dónde y cuándo se desarrolla? | |
Mensaje | Transmisión de aprendizaje, moraleja |
Elaboración propia
Categorías de sonido
Entre las categorías de sonidos se trabaja con el boceto sonoro, la diversidad sonora y la coherencia. Para definir todo el proceso de exploración de sonido y el sinfín de posibilidades de una trama sonorizada, se hace referencia al boceto sonoro. Este parte desde detalles elementales como el presupuesto y los insumos con los que cuenta la persona encargada de ejecutar el cuento sonoro. A través de la misma práctica se desarrolla el proceso exploratorio y se descubren otras opciones sonoras. Esto permite un engranaje coherente y exuberante de sonidos que facilitan la calibración entre lo auditivo y textual.
Por otro lado, se presenta la segunda categoría de este apartado: la diversidad sonora. Esta se entiende como un abanico de posibilidades de sonidos que se pueden incluir dentro del hilo literario del cuento. Con el fin de llevar a cabo una guía didáctica completa, se han propuesto subcategorías de esta diversidad sonora que lo que buscan es enriquecer y fortalecer las herramientas para transmitir adecuadamente los aprendizajes esperados. Las subcategorías son las siguientes:
Sonidos cotidianos
Sonidos vocales
Sonidos corporales
Sonidos digitales
Tabla 4 Ideas de sonidos corporales para agregar a un cuento sonoro
Idea de sonidos corporales para cuentos sonoros | |||
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Ejemplo 1 | Ejemplo 2 | Ejemplo 3 | |
Chasquido de dedos | Palmadas | Chirrido de nariz | |
Chasquido de lengua | Estallido de labios | Frotar las manos | |
Trompetilla con las manos | Golpes suaves en el muslo | Frotar el antebrazo | |
Tamborileo en el pecho | Golpe en el suelo con los pies | Arrastrar los pies en el suelo |
Elaboración propia.
En cuanto a los sonidos digitales, son todos aquellos que requieren del uso de un dispositivo tecnológico y podría ser cualquier sonido corporal, cotidiano o vocal producido digitalmente.
Por último, dentro de las categorías de este apartado se incluye la coherencia sonora. Esta hace referencia a la consistencia y conexión que deben tener los sonidos seleccionados por la persona docente en función con los paisajes que se van hilvanando en la narración del cuento. A través de la coherencia sonora se logra mayor comprensión de la trama y la conexión de los sonidos con los aprendizajes y experiencias previas de los infantes. La coherencia sonora propone que hay una complementariedad entre sonido y narrativa, no una jerarquía.
De acuerdo con ambas categorías, la sonora y la narrativa, se establecen los siguientes criterios de análisis:
Se lleva a cabo el análisis de los cuentos sonoros a través de los criterios previamente compartidos. El estudio se centra en estudiantes del I cuatrimestre 2024 de la asignatura Música para el niño en Preescolar de la carrera Educación Preescolar de la UNED. Además, se utiliza un cuestionario para determinar la efectividad de la guía didáctica. Se brinda el cuestionario a 89 estudiantes, se obtienen 85 respuestas. Para analizar el cuestionario y recolectar sus resultados de forma más eficaz, se llevó a cabo la siguiente tabla de cotejo:
Cuestionario
¿Cómo influyó la guía de cuento sonoro en su proceso creativo a la hora de desarrollar el cuento?
¿Le parece que la guía de cuento sonoro le ayudó a clarificar ideas o a tomar decisiones que de otra manera podrían haber sido más difíciles de abordar? Le agradecemos si brinda algún ejemplo.
¿Considera que el trabajar con la guía de cuento sonoro enriqueció su comprensión de los elementos sonoros y su papel en la narrativa? Describa cualquier nuevo aporte que haya adquirido.
De igual forma, se les brinda a los estudiantes una rúbrica de autoevaluación que responde a la guía didáctica establecida. El fin de esto es que los mismos estudiantes puedan determinar qué elementos les resultan más complicados o a cuáles les deben prestar más atención.
Unidad didáctica
La Unidad didáctica está dividida en cuatro capítulos: 1-La música en edad preescolar, 2-Apreciación musical y educación auditiva, 3-Canto, rítmica y ejecución musical y 4-Planeamiento y procedimientos metodológicos. Los capítulos están estructurados de la siguiente manera: citas, definiciones, palabras claves, objetivos, una introducción, resumen, reflexiones y ejercicios (Esquivel, 2017).
Para llevar a cabo el análisis de la Unidad Didáctica, se determina la estructura del capítulo, la definición que se brinda de cuentos sonoros, los ejemplos que utilizan y la teoría desarrollada en torno al cuento sonoro.
El capítulo 3 Canto, rítmica y ejecución musical es el que desarrolla propiamente el tema del cuento sonoro. De la página 176 a la página 179 se condensa la información en torno a este recurso didáctico. Este apartado no cuenta con subtítulos, el desarrollo del tema es continuo y se abordan distintas ideas. Por ejemplo, se inicia con una definición escueta de cuento sonoro, sus secciones más importantes, cómo llevar a cabo una selección rápida de cuentos sonoros, los elementos que se pueden combinar con esta herramienta, algunas referencias, un párrafo destinado a la creación del cuento sonoro, dos tipologías y el cierre.
Ahora bien, propiamente relacionado con la elaboración del cuento sonoro, se propone la posibilidad de utilizar un cuento ya existente y se brindan algunos parámetros para llevar a cabo la selección (que sea atractivo, corto, con frases repetidas y que tenga un lenguaje rítmico). Se hace además referencia a los efectos sonoros. La Unidad Didáctica menciona reiteradamente la importancia de hacer uso de efectos sonoros, que resultan sonidos más musicalizados.
De forma continua, se hace alusión a la importancia de los estribillos dentro del cuento. De esta enunciación se desprende que el sonido resulta nada más un acompañamiento ocasional durante la narración. Esto también se relaciona con el tema de los coros, siendo el elemento más llamativo del cuento sonoro, según la Unidad Didáctica.
Algunas sugerencias que se podrían implementar para enriquecer la Unidad didáctica basándose en lo propuesto en este material son las siguientes:
En lugar de iniciar con citas, podría iniciarse con preguntas generadoras. ¿Qué es un cuento sonoro? ¿Cuáles piensa que pueden ser los beneficios de incorporar cuentos sonoros en las lecciones? Asimismo, se podrían brindar ejemplos de algunos cuentos sonoros.
De igual forma, iniciar con la definición del cuento sonoro y proponer su diferenciación con respecto al cuento musicalizado podría solucionar la falta de especificidad actual y se aclara así el panorama para los estudiantes.
Deberían plantearse subtítulos que hagan referencia al cuento sonoro y su relación con las artes visuales, con las artes dramáticas y con la tecnología. Esto ordenaría un poco más la información y ampliaría los alcances interdisciplinarios que posee este recurso didáctico.
Las referencias de cuentos sonoros que se comparten están desactualizadas y se relacionan más con los cuentos musicales. Sería interesante contar con una biblioteca propia en la que se haga referencia solamente a cuentos sonoros. También, se mencionan autores como Eric Carle o Carmen Lyra, estos cuentos no fueron escritos para ser sonorizados. Nuevamente, es importante contar con recursos propios y que sí fueron pensados para que se les incorpore sonido.
Es fundamental desarrollar más el apartado que hace referencia a la creación del cuento sonoro, ya que es muy limitado y se restringe específicamente a las edades de 5 a 6 años. Brindar una guía y mayor información para elaborar el cuento sonoro podría ser muy enriquecedor.
Resulta más acorde motivar a la escritura de cuentos sonoros propios y no a la utilización de cuentos ya existentes porque esto restringe la construcción del boceto sonoro y los alcances que pueda tener el docente.
Es recomendable eliminar los apartados que hacen alusión al cuento en rima homologándolo con el cuento sonoro, esto responde más a un poema y son géneros diferentes. Lo mismo sucede con los cuentos que pueden presentar rima o no, en este tipo de texto solo se acumulan elementos, pero no hay una estructura real de cuento. Por último, los conceptos de estribillo y versos no son propios del cuento, sino del poema.
Discusión de resultados
De los cuentos sonoros analizados se constata que el haber brindado mayor dirección en la parte narrativa permite que los estudiantes, en su mayoría, presenten una estructura clara y coherente; además que desarrollen un cuento y no otro género literario. Otro aspecto provechoso de la guía es la exploración de sonidos que llevaron a cabo los estudiantes. Por último, la recepción que muestran los estudiantes con respecto a la guía arroja resultados muy positivos en el cuestionario aplicado.
Sin embargo, persiste el problema de jerarquizar la narrativa ante el sonido. En la mayoría de los casos, el sonido está en función del texto, se presenta de forma aislada o de manera forzada; en algunos casos, no se presenta. Un aspecto significativo que podría solucionar esta área es abordar con mayor profundidad el cuento sonoro en la Unidad Didáctica. La sugerencia para llevar a cabo dicha propuesta es desarrollar más el capítulo de cuento sonoro.
Otro aspecto que se debe analizar es la modalidad a distancia propia de la institución. A pesar de que la guía es clara en los pasos a seguir, la naturaleza de tutorías virtuales dificulta que se lleven a cabo prácticas en clase. Es importante brindar el espacio en tutorías para su elaboración, puesta en práctica y evacuación de dudas. De esta forma, se establecería un pilotaje de clase que puede incluir un ejemplo de cuento sonoro, la exploración y creación del boceto sonoro en conjunto y la posibilidad de crear un cuento sonoro con acompañamiento del docente y de la guía.
La evaluación de los cuentos sonoros se lleva a cabo siguiendo los criterios propuestos en el apartado de instrumentos de análisis. Los resultados son los siguientes: Un total de 50 estudiantes tuvieron un nivel inicial, lo que representó un 56,14%, 24 estudiantes lograron un nivel intermedio que se traduce en un 21,36% y el nivel avanzado fue logrado por 15 estudiantes; es decir, un 13,35%.
Los criterios empleados hacen referencia a 1) desarrolla la organización narrativa, 2) establece coherencia entre la narrativa y el sonido, y 3) selecciona diversas categorías sonoras. La principal razón por la que los estudiantes obtienen un nivel inicial se debe al punto 2, la coherencia entre la narrativa y el sonido. Continúa siendo un reto para los estudiantes lograr la correspondencia entre la narrativa y el sonido. A pesar del apoyo que brindó la guía, el cual evidentemente fue muy útil, aún se deben llevar a cabo más prácticas y actividades relacionadas con la elaboración de cuentos sonoros. Es fundamental que en las tutorías se reserve un espacio para poder explicar y construir con los estudiantes un cuento sonoro de manera dirigida.
Por otro lado, los resultados del cuestionario aplicado evidencian los siguientes datos:
De los 89 estudiantes completan el cuestionario 85 estudiantes. El cuestionario se basa en tres preguntas que se centran en la influencia que tiene la guía, si la guía logra clarificar la elaboración del cuento sonoro y si enriquece el proceso. En cuanto a la primera pregunta, “¿influye la guía de cuento sonoro en el desarrollo del material final?”, se obtuvo un 96,4% de respuestas positivas y un 2,3% de respuestas de otro.
Las respuestas positivas evidencian el valor y la utilidad de la guía para desarrollar el cuento sonoro. En cuanto a las respuestas pertenecientes al apartado otro, un estudiante hace alusión a limitaciones personales, otra persona se refiere al tema de la memoria, el cual no se relaciona con la guía; por último, otro estudiante menciona la falta de imaginación. De este primer indicador, se evidencia el valor innegable de la guía en el desarrollo del cuento sonoro.
En cuanto al segundo indicador, el 95,2% de los estudiantes considera que la guía clarifica adecuadamente los pasos a seguir en la construcción del cuento sonoro. Un 1,1% establece que no necesita de la guía para llevar a cabo lo solicitado y la respuesta de un 2,3% se clasifica en el apartado otro porque hacen mención al tema del poco tiempo brindando para realizar el cuento sonoro y a la necesidad de compartir más videos para aclarar más el tema.
El último indicador del cuestionario tiene el objetivo de determinar si la guía enriquece de alguna forma las categorías narrativas y de sonido. Un 96,4% responde de forma positiva y un 2,3% nuevamente elige el apartado otro. En este último se refieren al uso de voces agudas y graves, la presencia de sonidos cotidianos y de sonidos de animales; sin embargo, no hay ningún desarrollo de estas respuestas, por lo que se clasifican como otro.
PROPUESTA
Guía para elaborar un cuento sonoro
Boceto sonoro
Pienso en los sonidos que estén a mi alcance.
Observo mi alrededor y determino cuáles sonidos puedo producir.
¿Qué elementos de mi entorno pueden ayudarme a producir sonidos?
¿Cuáles sonidos corporales podría incluir?
¿Me gustaría incorporar sonidos vocales? ¿De qué tipo?
¿Tengo alcance a algún sonido digital?
Experimentemos con esos sonidos, ¿cuáles me gustan más?
Tema
1. Pienso en un tema que quisiera abordar con mis estudiantes.
Mensaje o moraleja
1. ¿Qué mensaje específicamente me gustaría compartirle a mis estudiantes?
Personajes
¿Qué tipo de personajes les llaman más la atención a niños de la primera infancia?
¿Cuántos personajes voy a tener?
¿Puedo imaginarlos?
¿Cuáles son algunas características de mis personajes?
Espacio
¿Dónde se van a ubicar mis personajes?
¿Cómo es ese espacio?
Tiempo
1. ¿En qué momento específico se desarrolla la acción de mi texto?
Estructura
¿Cómo será el orden en que se desarrollarán las acciones?
¿Cuál es el inicio, el nudo y el desenlace?
¿Cuáles son los eventos específicos de cada una de estas etapa?
Manos a la obra, ¡comencemos a escribir nuestro cuento!
Algunas preguntas que pueden surgir en este proceso son las siguientes:
¿Cuánta debe ser la extensión de mi cuento? Esto es muy libre; sin embargo, recuerde que su población son niños de la primera infancia, las acciones suceden con mayor rapidez y se presentan con mucha claridad.
¿Qué tan extensos deben ser mis párrafos? Esto varía mucho, pero normalmente los párrafos están compuestos por 5 oraciones completas. Podría considerar un párrafo para el inicio, dos para el nudo y uno para el desenlace.
¿Puedo incluir diálogos? ¡Por supuesto! El diálogo enriquece la narración y es un espacio que facilita la interpretación sonora.
¿Qué tipo de léxico puedo usar? Recuerde que está dirigido a un público de niños; no obstante, este también es un espacio para que los estudiantes vayan adquiriendo nuevo vocabulario, por lo que es importante utilizar nuevas palabras e incorporar figuras literarias sencillas para que los pequeños se inicien en el análisis literario.
Diversidad sonora
A partir de los sonidos que identifiqué en el boceto sonoro y teniendo claro mi cuento, procedo a clasificar mis sonidos en cotidianos, corporales, vocales y digitales.
¿Hay algo más que deba incluir que omití en la etapa del boceto sonoro?
Coherencia sonora
Establezco en mi cuento esos momentos en los que incorporaré sonidos.
¿Resultan coherentes con lo que he escrito?
¿Complementan mi texto o son distractores?
¿Qué puedo cambiar o mejorar?
Autoevaluación
Evalúo qué tal fue mi experiencia.
¿Qué se me facilitó y qué áreas debo fortalecer?
Procedo a completar la rúbrica de autoevaluación.
Los estudiantes recibieron la versión gráfica de esta misma guía de trabajo para elaborar cuentos sonoros.
CONCLUSIONES
Detrás de todo proceso de enseñanza hay un arduo camino de investigación, planificación y análisis. ¿Cuál es la utilidad real de lo que se está implementando? ¿Cómo puede ayudar a los colegas docentes? ¿Qué impacto tiene en los estudiantes? ¿Cómo puede presentarse de la manera más clara y amigable? Estas y otras preguntas se presentaron a la hora de llevar a cabo la guía de cuento sonoro. Se tomó el cuento sonoro y se desmenuzó en todos sus componentes; primero, se procuró entender el concepto como tal; segundo, se descompuso en sus categorías narrativas y sonoras; por último, se analizó su presencia en el libro de texto de Natalia Esquivel.
El valor de esta guía es invaluable, ya que condensa el trabajo de investigación que se llevó a cabo durante seis meses y los resultados del cuestionario arrojan números positivos. La aceptación de la guía y su utilidad sobrepasan el 95% de las respuestas de los estudiantes y demuestran la importancia de brindar materiales de soporte para que los futuros docentes puedan implementar estrategias y herramientas distintas, innovadoras, interdisciplinarias y claro, enriquecedoras.
La investigación permitió establecer la definición propia de cuento sonoro como un género que combina la narrativa con la exploración sonora a través de categorías de sonidos cotidianos, sonidos corporales, sonidos vocales y sonidos digitales. Se caracteriza por la interrelación entre la narrativa y la forma creativa e innovadora en que la persona narradora complementa las categorías sonoras para causar asombro y comprensión del mensaje que se desea transmitir, sin que exista una jerarquía entre narración y sonidos, es decir, tanto la narración como la producción sonora son igual de importantes. Esta herramienta didáctica no solo busca entretener, sino que también tiene el potencial de transmitir conocimiento y desarrollar habilidades como la conciencia auditiva, la comunicación, la creatividad y la expresión emocional en un contexto lúdico.
La educación sensorial que propone Willems resultó el cimiento teórico para justificar la importancia y alcance del cuento sonoro. El aprendizaje no debe ser una práctica meramente memorística, sino interna, que involucre todos los sentidos y pueda así grabarse a partir de experiencias significativas y lúdicas. La interdisciplinariedad del cuento sonoro permite desarrollar no solo las áreas sensoriales, sino también las emocionales. Willems defiende esa búsqueda de libertad y reconocimiento del entorno a partir de la música y el juego, lo cual es una consecuencia natural del cuento sonoro.
La herramienta del cuento sonoro representa un espacio de exploración seguro para estudiantes y docentes, rompe con el sistema de enseñanza tradicional y permite a ambos actores (docentes y educandos) retar su creatividad, descubrir nuevas habilidades y acompañarse durante el emocionante juego de adquirir nuevos conocimientos. El aprendizaje interior de Williems se concreta realmente cuando se examina el interior y se descubre que la música y la narrativa forman parte de la historia de la humanidad.
Las categorías sonoras y narrativas emergen como elementos fundamentales en la elaboración y evaluación del cuento sonoro proporcionando un marco estructurado que puede guiar tanto a la persona docente que ejecuta el cuento sonoro como para personas estudiantes que participan activamente del proceso creativo. Estas categorías no solo facilitan la organización de los elementos narrativos como personajes, tiempo y espacio, sino que permiten también una integración efectiva de los sonidos que pueden ser cotidianos, vocales, digitales y corporales.
Se añaden a dichas categorías, criterios de evaluación, con los cuales, se obtuvieron datos importantes relacionados a la inclusión de elementos como la diversidad sonora, coherencia sonora y la estructura narrativa como pilares en la construcción de un cuento sonoro. Estos criterios de evaluación abren una ventana a concertar cuentos sonoros que no solo cumplan una función de entretenimiento, sino que se conviertan en una herramienta didáctica poderosa que enriquece la experiencia de aprendizaje, cumpliendo con una estructura especifica que debe ser planificada con previa antelación. Además establecer procesos evaluativos brindaron criterios técnicos justos y eficientes para tomar decisiones en cuanto al nivel de desempeño que obtuvieron las estudiantes en la ejecución del cuento sonoro.
A través del proceso de investigación, se determinaron algunas limitantes. Por ejemplo, la variedad de enfoques con que se aborda el cuento sonoro en la Unidad Didáctica genera definiciones muy amplias y poco precisas de lo que realmente es un cuento sonoro. De igual manera, el material y recursos brindados por la universidad y que se pueden encontrar en Internet son escasos.
Tres fueron los indicadores que se tomaron en cuenta para analizar los cuestionarios de las estudiantes: ¿influye, clarifica y enriquece la guía del cuento sonoro? Los resultados fueron sumamente positivos, lo cual indica que el camino tomado fue el correcto; además, evidencia que los estudiantes no poseían un respaldo ni tampoco un instructivo para llevar a cabo un cuento sonoro. No obstante, el análisis de los cuentos sonoros muestra aún áreas de fortalecimiento, en especial en el apartado de coherencia y relación entre el sonido y el texto. A raíz de esto, se determina que, si bien la guía es útil, es importante socializarla en tutorías previas y abrir espacios para llevar a cabo cuentos sonoros antes de la presentación del trabajo final.
Los resultados anteriores, a pesar de ser favorecedores, demuestran que aún hay un arduo camino por recorrer y que se pueden brindar más insumos que apoyen a los futuros docentes para que puedan lograr aprendizajes significativos en los educandos. También evidencian campos de investigación que no han sido abordados o en los que la información que se encuentra es bastante limitada.
A raíz de esto, se sugiere considerar la posibilidad de llevar a cabo minicápsulas relacionadas con el tema del cuento sonoro, generar una videoteca con ejemplos de cuentos sonoros, desarrollar una biblioteca de documentos con recursos escritos que puedan esclarecer la elaboración de cuentos sonoros, impartir webinarios, proponer una tutoría específica de cuento sonoro para poder llevarlo a cabo de forma grupal y claro está, brindar capacitación al cuerpo docente.
Siguiendo las ideas anteriores, también se abre la posibilidad para llevar a cabo un análisis más profundo de los capítulos de la Unidad Didáctica y proponer una actualización de material o enriquecerla con documentos complementarios que fortalezcan la asignatura de Música para el Niño en Preescolar de la UNED. Incluso podría considerarse abordar otros temas que se relacionen con el cuento sonoro como los recursos visuales, elementos de interpretación, impostación de la voz, manejo del público, etc. Las posibilidades en torno al cuento sonoro son muy amplias y es un tema que se puede desarrollar desde distintas aristas, por lo que este artículo resulta una invitación para profundizar más en el apasionante tema del cuento sonoro.