Introducción
En los últimos años, Costa Rica ha logrado avances significativos en la promoción de la igualdad de género, con un énfasis particular en garantizar el acceso equitativo a la educación para todas las personas. En este marco, la Política Nacional para la Igualdad y Equidad de Género (PIEG) 20182030 ha trazado una serie de iniciativas estratégicas organizadas en torno a cuatro ejes principales: cultura de los derechos para la igualdad, distribución del tiempo, distribución de la riqueza y distribución del poder. El objetivo principal de estas iniciativas es asegurar que todas las personas, independientemente de su género, puedan disfrutar de los mismos derechos y oportunidades en todas las esferas de la vida. Estas acciones buscan desmantelar las barreras históricas profundamente arraigadas que han restringido de manera sistemática la participación de las mujeres, al promover una sociedad más inclusiva y equitativa (Instituto Nacional de Mujeres, 2018).
No obstante, persisten disparidades significativas en sectores como la ciencia, la tecnología y la educación superior, donde las mujeres especialmente las jóvenes residentes en zonas rurales continúan subrepresentadas. Es trascendental reconocer que estas desigualdades afectan el desarrollo personal y profesional de las mujeres, además de limitar el progreso social y económico del país en su conjunto.
En este contexto, resulta fundamental abordar las brechas de género desde una perspectiva interseccional. Las mujeres representan el 50,2 % de la población costarricense (según el Censo Nacional de Población de 2022), pero históricamente han enfrentado discriminación en los ámbitos político, económico, laboral y social. Según un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE, 2024), en Costa Rica la proporción de mujeres que trabajan en entornos urbanos supera en más de 10 puntos porcentuales a la de sus pares en zonas rurales, lo cual refleja una disparidad significativa en las oportunidades de empleo según la ubicación geográfica. Además, la brecha laboral entre hombres y mujeres es aún más pronunciada en zonas rurales: alcanza los 35 puntos porcentuales, en contraste con los 22 puntos registrados en áreas urbanas. Esta disparidad se agrava debido a la carga de trabajo no remunerado que recae desproporcionadamente sobre las mujeres en áreas rurales y limita su capacidad para acceder a empleos formales (OCDE, 2024, p. 10).
Las mujeres indígenas enfrentan desafíos adicionales derivados de la intersección de su género, su herencia cultural y las condiciones socioeconómicas adversas que enfrentan. En los territorios indígenas, la tasa de empleo promedio de las mujeres es de apenas el 17 %, muy inferior al 56 % registrado para los hombres y a las tasas de empleo de sus rurales en general. Solo el 13 % de las niñas indígenas ha completado la educación secundaria, lo que limita severamente sus perspectivas laborales y perpetúa su vulnerabilidad (Informe de la Comisión Interamerica na de Derechos Humanos (CIDH), 2017). Estos datos evidencian la necesidad de políticas específicas, así como de un compromiso decidido para abordar las barreras estructurales que enfrentan las mujeres indígenas y promover tanto su inclusión como empoderamiento en todos los ámbitos.
La pobreza, junto con la falta de acceso a una educación inclusiva y de calidad, así como los marcos legales, políticos e institucionales que perpetúan desigualdades contribuyen a la exclusión de muchas mujeres y niñas en campos como la ciencia y la tecnología. Un informe de la Organización de la Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, 2007) destaca que estas dinámicas no solo afectan a nivel individual, sino también limitan el desarrollo colectivo de las sociedades.
La educación se ha reconocido como una herramienta fundamental para romper los ciclos de desigualdad que se transmiten de generación en generación y reproducen la pobreza tanto en familias como en comunidades. En Costa Rica, este enfoque tiene implicaciones estratégicas que incluyen la reducción de problemas sociales como el embarazo adolescente, la pobreza, la violencia basada en género y la exclusión educativa (Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica (Mideplan), 2015). Sin embargo, el sistema educativo enfrenta desafíos en cuanto a la equidad de género, debido a la existencia de un ''currículo oculto'' que perpetúa estereotipos y sesgos implícitos. Este concepto, desarrollado por Phillip Jackson en la década de 1960, refiere a las normas, creencias y actitudes transmitidas de manera no explícita dentro de las instituciones educativas, las cuales influencian las experiencias y resultados de aprendizaje de manera diferenciada para hombres y mujeres (Jackson, 2009).
La segregación de género en la educación y las opciones profesionales, especialmente en disciplinas científicas y tecnológicas, es un problema persistente. El Mideplan (2015) señala que lograr la equidad en estos campos requiere la colaboración entre actores sociales, nacionales e internacionales, con el objetivo de diseñar estrategias y políticas inclusivas que fomenten la participación de mujeres en la ciencia, la tecnología y la innovación (CTI).
En respuesta a estas brechas, los proyectos de extensión adscritos a la Vicerrectoría de Investigación y Extensión (VIE), Implementando metodologías STEAM para la enseñanza de ciudades sostenibles a través de la robótica en niñas y niños del cantón de Upala, Escritura científica para incentivar las metodologías STEAM a través de aeroespacio y robótica en estudiantes de Educación General Básica de II Ciclo de escuelas públicas de los distritos de La Suiza y Orosi de Cartago y La ciencia como agente integrador de los derechos de los niños y las niñas mediante la implementación de laboratorios móviles en las comunidades fronterizas del cantón de Upala , desarrollaron un campamento educativo dirigido a niñas. Este programa busca fomentar en las niñas el interés en la lectura, la ciencia y la tecnología, a través de actividades dinámicas que fortalecen su autoestima y promueven su participación en campos tradicionalmente dominados por hombres.
El campamento se fundamenta en la necesidad de crear entornos inclusivos que permitan a las niñas desarrollar sus habilidades científicas y tecnológicas desde edades tempranas, al mismo tiempo que sensibiliza a las comunidades sobre la importancia de la equidad de género en la educación. Estas iniciativas contribuyen al empoderamiento individual de las menores e impulsan cambios culturales hacia una sociedad más equitativa.
El presente artículo tiene como objetivo evidenciar que los proyectos de extensión enfocados en niñas pueden ser herramientas transformadoras tanto para modificar las percepciones de género en la educación como para fomentar vocaciones científicas y tecnológicas entre las jóvenes, particularmente en zonas rurales, donde las desigualdades son más acentuadas. Estas acciones son fundamentales para construir un sistema educativo inclusivo que garantice oportunidades equitativas.
Metodología
Para el desarrollo del campamento educativo en Sarapiquí, se llevaron a cabo cuatro talleres con temáticas relacionadas con la lectura, la óptica, la robótica y la programación. Cada uno tuvo una duración de 90 minutos y fue diseñado para involucrar activamente a las 28 niñas participantes, quienes prove nían de la comunidad local. Estas actividades ofrecieron una oportunidad para aprender, también se ajustaron a las necesidades y contextos específicos de las menores.
Según Luján y Rodríguez (2011), un campamento educativo se entiende como una propuesta de carácter no formal que busca aprovechar el tiempo libre de manera significativa, considerando tanto los intereses temáticos como el contexto cultural y socioeconómico de los participantes. Este tipo de actividad se planifica meticulosamente para integrar aspectos didácticos y organizativos, como la evaluación, las metodologías y los recursos, con el fin de garantizar que la experiencia educativa sea coherente y adecuada a las necesidades de los estudiantes. En este sentido, el campamento desarrollado en Sarapiquí se concibió como una intervención educativa y una oportunidad para introducir a las niñas a un modelo pedagógico que va más allá de las aulas tradicionales.
Dentro de este enfoque, el campamento se enmarca en la pedagogía del ocio y del tiempo libre, que es parte de la educación no formal. Esta corriente pedagógica, nacida en Europa durante las décadas de 1960 y 1970, ha cobrado relevancia por su capacidad para crear espacios de aprendizaje fuera del contexto escolar, y ofrecer actividades organizadas que permiten a los participantes aprender de manera más libre y creativa (Fernoso, 1997, citado en Luján y Rodríguez, 2011). Así, el campamento no solo proporcionó un entorno educativo enriquecedor, sino que también rompió con las estructuras convencionales al permitir a las niñas aprender mientras se divertían y experimentaban.
Este enfoque metodológico resultó ser particularmente adecuado para las niñas de Sarapiquí, una comunidad rural donde, en ocasiones, las oportunidades educativas son limitadas. Al optar por el campamento como estrategia, se creó un espacio no solo para el aprendizaje académico, sino también para la integración social y el desarrollo de habilidades colaborativas. La metodología empleada en los talleres buscó promover una experiencia de aprendizaje activa y participativa, en la que las estudiantes tanto adquirieran como vivieran conocimientos de forma práctica y significativa.
Los talleres se desarrollaron bajo un enfoque constructivista: las participantes fueron las protagonistas de su propio aprendizaje. De acuerdo con Guerra (2020), este enfoque reconoce que el conocimiento se construye a partir de las experiencias previas de las personas estudiantes, lo cual les permite dar sentido a la nueva información a través de la interacción con su entorno. Además, se hizo hincapié en la importancia de la colaboración social, tal como lo defienden Morales y Irigoyen (2016), quienes sostienen que el aprendizaje no es un proceso aislado, sino que se potencia a través del trabajo en grupo, el intercambio de ideas y la reflexión colectiva.
Dentro del marco de los talleres, la robótica jugó un papel importante. La metodología utilizada en este campo se alineó con los principios del enfoque STEAM (Science (Ciencia), Technology (Tecnología), Engineering (Ingeniería), Arts (Artes) y Mathematics (Matemáticas)), el cual favorece la investigación, la exploración y el trabajo en equipo. A través de este, las niñas se adentraron en conceptos técnicos, además, participaron activamente en un proceso de aprendizaje colaborativo que las motivó a investigar y a crear (Guerra, 2020).
En particular, en los talleres de robótica, se utilizó el bloque inteligente EV3 para construir modelos de animales robóticos, como monos, aves, insectos y tortugas. Este ejercicio permitió a las niñas experimentar con los principios de la programación, mientras exploraban las características morfológicas de los animales. Posteriormente, en un segundo taller, las participantes utilizaron el robot educativo ''Robomaster S1'' para aplicar conceptos básicos de programación a través de la plataforma ''Camino al maestro''. Esta experiencia las introdujo a la programación y les permitió integrar la reflexión sobre la conservación de la biodiversidad, un tema relevante para el cantón de Sarapiquí.
Simultáneamente, el taller de lectura, basado en la obra Marcelo el murciélago, propició una reflexión profunda sobre temas como la aceptación, la resiliencia y el autoconocimiento. Las participantes leyeron fragmentos del texto y participaron en actividades que evaluaron su comprensión, mientras fomentaban un espacio para el análisis crítico y la reflexión personal. Este taller, más allá de ser un ejer cicio académico, contribuyó al desarrollo de habilidades emocionales y cognitivas esenciales.
El taller de óptica, por su parte, adoptó una metodología basada en la indagación. Las participantes formularon preguntas tanto sobre la luz como sobre sus propiedades, y a través de experimentos y discusiones en grupo, construyeron respuestas basadas en la evidencia. Además, tuvieron la oportunidad de observar la fauna y flora local en la Reserva Biológica La Tirimbina, lo que les permitió integrar los conceptos científicos aprendidos con la práctica de la observación directa en la naturaleza.
Todos estos talleres fueron unificados por un enfoque interseccional, el cual atendió las múltiples formas de desigualdad que afectan a las niñas de comunidades rurales, como las de Sarapiquí. Este enfoque reconoce la interacción clave de factores como el género, la ubicación geográfica y el acceso a la tecnología, para diseñar una intervención educativa que no solo respondiera a las necesidades académicas de las participantes, sino también a sus realidades sociales y culturales. Así, se diseñó una experiencia educativa inclusiva que visibilizaba las diversas formas de exclusión, a la vez que promovía la equidad y la justicia social en el acceso a la educación STEAM.
Principales Logros
Como se mencionó, el propósito fundamental del campamento educativo fue motivar a las niñas de la comunidad de Sarapiquí a adentrarse en áreas del conocimiento que tradicionalmente han sido dominadas por hombres, como la ciencia, la tecnología y la lectura. A través de una serie de talleres que incluían actividades prácticas y lúdicas, se buscó fomentar su interés por estos campos, así como promover un ambiente de aprendizaje inclusivo y colaborativo. Los talleres ofrecieron un espacio para que las participantes desarrollaran habilidades motoras, cognitivas y críticas, mientras se desafiaban a sí mismas en un entorno seguro y empoderador. A continuación, se detallan los principales logros alcanzados durante este proceso.
Participación Y Compromiso De Las Niñas
Uno de los principales logros fue la activa participación de las 90 niñas en los cinco talleres en los que se abordaron temáticas de lectura, óptica y robótica. A lo largo de estos, las niñas mostraron un notable entusiasmo, especialmente en las actividades de robótica y óptica, de manera que se alinearon con el objetivo de incentivar el interés en los campos científicos y tecnológicos. El enfoque práctico y experimental de las actividades permitió que las participantes se involucraran de manera profunda, colaborando entre sí y enfrentando retos con una actitud positiva. Las discusiones en pequeños grupos en las áreas de robótica y óptica (ver Figura 1) favorecieron el intercambio de ideas y enriquecieron la comprensión, lo que, a su vez, aumentó tanto su compromiso como su confianza al abordar problemas técnicos y científicos.
Desarrollo De Habilidades De Lectura Y Pensamiento Crítico
El taller de lectura, centrado en la obra Marcelo el murciélago, representó un hito fundamental en el desarrollo de las habilidades de comprensión lectora y pensamiento crítico de las participantes. Al trabajar con preguntas generadoras tras cada fragmento de lectura, las niñas tuvieron la oportunidad de reflexionar profundamente sobre los textos y de conectar sus aprendizajes con experiencias previas. Esta actividad les permitió comprender la idea principal y los personajes de la obra, además, reflexionar sobre temas clave como la aceptación y la superación personal.
Al final del taller, las niñas demostraron mayor disposición para leer de manera autónoma y reflexionar críticamente sobre los textos, lo que evidenció un avance en sus habilidades analíticas y de interpretación literaria.
Adopción De Enfoques Steam Y Su Impacto En El Aprendizaje
Los talleres de óptica y robótica, diseñados bajo el enfoque STEAM, permitieron a las participantes involucrarse de manera activa en el proceso de aprendizaje a través de la experimentación y el trabajo colaborativo. En el taller de robótica, las niñas programaron dispositivos sencillos, lo que les permitió comprender los principios fundamentales de la ingeniería y la tecnología. Al trabajar en equipo, pudieron compartir ideas, aprender de las experiencias de sus compañeras y encontrar soluciones creativas a los problemas planteados.
De manera similar, el taller de óptica, basado en la indagación, favoreció que comprendieran profundamente fenómenos como la reflexión y la refracción de la luz. Los experimentos prácticos, así como el uso de un telescopio y el kit de óptica para observar la biodiversidad local hicieron que los contenidos teóricos se conectaran de manera directa con el mundo natural. Lo anterior fortaleció el aprendizaje significativo.
Fortalecimiento De La Autoestima Y El Empoderamiento
Un aspecto destacado del campamento fue el fortalecimiento de la autoestima y el empoderamiento de las niñas. Al generar espacios seguros donde podían explorar sus intereses en ciencia y tecnología, las participantes desafiaron los estereotipos de género que históricamente han limitado su acceso a estas áreas.
Durante las actividades, las niñas mostraron una creciente confianza al compartir sus opiniones y reflexionar sobre sus experiencias personales, en especial durante los debates grupales. Además, la interacción con la biodiversidad de la Reserva Biológica La Tirimbina, así como la relación entre la ciencia, la tecnología y la preservación ambiental promovieron un sentido de responsabilidad y empoderamiento; asimismo, esto les permitió a las niñas reconocer su rol en la protección del medio ambiente y en la creación de soluciones innovadoras frente a los desafíos ambientales.
Impacto En Las Percepciones De Género Y En La Educación
Este campamento también tuvo un impacto profundo en las percepciones de género de las participantes. A través de un entorno inclusivo que promovió la equidad, se evidenció una disposición mayor a desafiar los estereotipos de género, en especial en disciplinas como la robótica y la ciencia, que tradicionalmente han estado dominadas por los varones. Las niñas participaron en todas las actividades mostrando un interés genuino por aprender y desarrollarse en estos campos.
La estructura del campamento, que garantizó igualdad de oportunidades de aprendizaje y participación, fue fundamental para romper las barreras de género, pues se subrayaba la importancia de la equidad en la educación. Esta experiencia también destacó el empoderamiento de las mujeres, particularmente en áreas científicas y tecnológicas, donde la representación femenina sigue siendo baja.
Reflexiones Finales
El campamento educativo dirigido a niñas en la comunidad de Sarapiquí ha demostrado ser una intervención significativa en el fomento del interés por la lectura, la ciencia y la tecnología, con un enfoque especial en la igualdad de género. A través de una metodología constructivista, las participantes se ubicaron como agentes activos de su propio proceso de aprendizaje, lo que les permitió integrar sus conocimientos previos con nuevos aprendizajes en áreas como la robótica, óptica y la lectura. Este enfoque centrado en la comunidad estudiantil favoreció un aprendizaje significativo, basado en la experiencia y la interacción social, lo cual contribuyó al desarrollo de habilidades críticas y colaborativas.
La adopción del enfoque STEAM resultó importante para estimular la curiosidad de las niñas y proporcionarles herramientas para la resolución de problemas mediante la investigación y la experimentación. Las actividades en robótica y óptica, centradas en el trabajo en equipo y la exploración autónoma, no solo enriquecieron los conocimientos de las participantes, sino que también favorecieron su empoderamiento en áreas tradicionalmente dominadas por varones. Esta integración de las disciplinas STEAM proporcionó a las niñas una experiencia educativa integral que las acercó de manera práctica y creativa a los principios fundamentales de la ciencia y la tecnología.
El taller de lectura basado en la obra Marcelo el murciélago fue otro componente clave en el desarrollo de habilidades de interpretación y análisis crítico. Las preguntas generadoras, utilizadas como herramienta pedagógica, facilitaron una reflexión profunda sobre los textos leídos, al fomentar el desarrollo de competencias cognitivas esenciales para la comprensión lectora. Este enfoque también promovió la interacción y el intercambio de ideas, lo que permitió a las participantes construir una comprensión más completa y crítica de los contenidos literarios.
Uno de los logros más significativos de este campamento fue el impacto positivo en la autoestima y percepción de las niñas con respecto a su capacidad para participar en actividades científicas y tecnológicas. La eliminación de estereotipos de género en el ámbito educativo, especialmente en disciplinas como la robótica y la óptica, contribuyó a crear un espacio inclusivo en el que las participantes pudieron desafiar las expectativas tradicionales sobre sus roles en la sociedad. A través de su participación en las actividades del campamento, las niñas no solo ampliaron sus conocimientos, sino que también se visualizaron como futuras científicas, tecnólogas e innovadoras, lo cual es un paso clave hacia la reducción de las brechas de género en estos campos.
Finalmente, la conexión de los talleres con preservar la biodiversidad, mediante la observación en la Reserva Biológica La Tirimbina, permitió que las participantes comprendieran la importancia de la ciencia al resolver problemas medioambientales. Este componente transversal de la preservación ambiental enriqueció la experiencia de aprendizaje, a la vez que fortaleció el vínculo entre la ciencia, la tecnología y el compromiso con la sostenibilidad















