Introducción
Los cambios decimonónicos que experimentó Costa Rica fueron todo un ambicioso proyecto de modernización que transformó la identidad nacional moderna. Estos propulsores se influenciaron, principalmente, por aquellos costarricense que, por diversos motivos, estudiaron y vivieron en Europa, “y que venían con ambiciosos proyectos de modernización y por irrupción de la cultura de masas” (Molina,1996, pp.65-67). Precisamente, la práctica deportiva era uno de esos proyectos que identificaba a las sociedad modernas de finales del siglo XIX y principios del XX.
La práctica deportiva en Costa Rica tuvo sus orígenes a finales del siglo XIX, y se instaura en un lugar localizado en la parte Occidental del Valle Central de San José, conocido hoy en día como el Parque Metropolitano de La Sabana. En 1873 se fundó el Jockey Club de Costa Rica y, en 1875, se realizaron las primeras carreras de caballos en La Sabana. En 1876 se introdujo el fútbol en el país, siendo la Sabana el punto de partida.
Posteriormente, otros deportes empezaron a ser practicados en los alrededores de la Sabana, como el béisbol en 1896, el cricket en 1899, el polo en 1902, el atletismo en 1905 y el golf en 1908, entre otros.
La práctica del atletismo en Costa Rica se inició a finales del siglo XIX, cuando se creó el Liceo de Costa Rica y el Colegio Superior de Señoritas, en donde se incluyó en sus programas de estudio el curso de gimnasia y educación física. Para ello se contrataron profesores provenientes de Europa, quienes comprendían entre sus contenidos, la práctica del atletismo. Además, a finales del siglo XIX llegaron un grupo de costarricenses que concluyeron sus estudios en Inglaterra y que conocieron y practicaron eventos deportivos, los cuales llegaron a ejecutarse y generar curiosidad e interés en la población.
Esa influencia extranjera en el ambiente cultural, educativo y social de Costa Rica de finales del siglo XIX y principios del siglo XX fue muy diversa y se vio afectada por diversos factores, tanto políticos como económicos. Este aporte extranjero fue determinante en la cultura popular y la identidad del costarricense de la época, ya que, específicamente, en el campo de la actividad deportiva, se buscaba crear una cultura que contribuyera a “morigerar las costumbres de los sectores populares, con el fin de encauzar la sociabilidad de estos grupos hacia diversiones consideradas por el ideario liberal como más cultas y modernas” (Urbina, 2001, p.2).
La llegada del suizo Samuel Montandon a Costa Rica en 1888, contratado para desempeñarse como Profesor de Cultura Física, Higiene y Gimnástica en el liceo de Costa Rica y en el Colegio Superior de Señoritas, fue fundamental en la enseñanza y la difusión de las distintas disciplinas deportivas no solo en escuelas y colegios, sino también en las actividades atléticas que se volvieron populares como parte de las fiestas cívicas.
La tarea que inicio Montandon a finales del siglo XIX fue continuada por destacadas personalidades nacionales y extranjeros a principios del siglo XX, entre quienes destacan Eduardo Garnier, uno de los fundadores del Club deporte La Libertad y profesor de educación física en el Liceo de Costa Rica y en el Instituto de Alajuela; el profesor Gustavo Michaud, quien introdujo el baloncesto en Costa Rica y fue miembro activo de los clubes deportivos de la época; y el doctor Carlos Pupo, médico graduado en Europa, quien trabajó en áreas afines como la salud, en la que promovió estilos de vida saludable como la actividad física cotidiana, buenos hábito alimenticios y de higiene.
En 1896 en Atenas, Grecia, se celebraron los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna, en donde el atletismo fue el deporte principal. Rápidamente, a nivel mundial, se empezó a poner en práctica la enseñanza del atletismo y Costa Rica no fue la excepción, inclusive, se convirtió en uno de los primeros países de la región en construir una instalación para dicha práctica y en organizar un evento atlético.
Todos estos acontecimientos convergieron para que en los primeros años del siglo XX, en Costa Rica, se organizara el primer evento atlético con todo un protocolo y normas que marcaron el inicio de una tradición deportiva de continuo crecimiento en el país.
La Sabana y los primeros clubes de deportes
Mencionar el Parque Metropolitano de La Sabana en Costa Rica es sinónimo de deporte. Está localizado en la parte Occidental del Valle Central de San José, y su historia se remonta a la época colonial.
En 1883, Pedro Márquez y Santiago Güell fueron los primeros en presentar una propuesta para que se transformara en un parque de recreo, sin embargo, esa propuesta no se hizo realidad hasta inicios del siglo XX, cuando en 1924 se inauguró el antiguo Estadio Nacional, con motivo de la Olimpiadas Centroamericanas. Además de los deportes, también se empezaron a realizar actividades sociales y recreativas. Hasta hubo un lugar llamado Parque Costa Rica, el cual tuvo plaza de toros; hubo otro llamado Bosque de los Niños, creado en 1915 y que incluía un lago artificial.
Entre 1950 y 1960, el director general de Deportes de esos años, Antonio Escarré, solicitó que La Sabana volviera a ser la de antes, pero no fue escuchado hasta 1974. Ese año, 1974, La Sabana perdió los hangares y el aeropuerto fue reubicado en Alajuela, por lo que dicho espacio se llenó de canchas de fútbol. En 1976 se presentó el proyecto del Parque Metropolitano de La Sabana, promovido por el ministro de Cultura, Guido Sáenz, y diseñado por el arquitecto José Antonio Quesada.
A finales del siglo XIX, ese terreno llano empezó poco a poco a cobrar importancia como zona de esparcimiento y recreación. “Las gentes acudían a él para practicar la equitación, pasar un día de campo o simplemente ir a caminar y disfrutar del placer de contemplar la naturaleza” (Zamora, 2009, p.21), e incluso a finales del siglo XIX, el espacio abierto y amplio de la Sabana fue utilizado por una organización denominada Club de Carreras, la cual realizaba carreras de caballos.
Esto provocó que, rápidamente, la Sabana fuera utilizada para organizar diversos eventos deportivos y la formación de diferentes clubes, como fue el caso del Club deporte El Josefino, establecido el 13 de julio de 1904; el Club deporte Costarricense, fundado el 10 de agosto de 1904; el Club deporte Cartaginés, en 1906; el Club deporte el Invencible; el Club deporte Monte Líbano; el Club deporte Domingueño, fundados en 1904; y el Club deporte La Libertad, fundado en 1905, entre otros.
Primer evento atlético en Costa Rica
Los Clubes de deporte Josefino y Costarricense unieron esfuerzos y organizaron los primeros Juegos atléticos costarricenses durante las fiestas cívicas de fin año en la capital, “los cuales se realizaron en la Sabana, en el mes de diciembre de 1905” (Crónica, 1905, p.4). El proyecto fue aprobado por la municipalidad, por lo que “contó con el apoyo y el aval de la comisión organizadora” (El deporte en la fiestas, 1905, p.2).

Fuente: Rudd. (1905a). Vista en la Sabana. Fotografía. Recuperado de Páginas Ilustradas.
Figura 1 Vista general de la Sabana, San José
“El programa de las actividades deportivas durante de las fiestas cívicas josefinas de 1905 se desarrolló en dos días” (Programa de las fiestas cívicas, 1905, p.3). El 31 de diciembre a las 8 a.m. se celebró el partido de fútbol entre el Club deporte de Limón y un equipo conformado por jugadores de los clubes de deporte Josefino y Costarricense.
El equipo de Limón estuvo conformado por lo señores: E. Lenis, C. Mears, F. Galbraith, C. H. Lankaster, y G. Quiros, A. Bailey, O. J. Pinto y E. de Paso, y J. Anderson, y O. Maduro. Mientras que el equipo combinado josefino y costarricense lo integraron: los señores R. Quirós, O Baird, C, S, Moseley, B. Jimenez , E. Brenes, E. Garró, C. Stuart, M. Gonzålez, C. White, y A. Brenes. Muchos de ellos, también tomaron parte en las pruebas atléticas.
El entusiasmo que despertó el match fue tan grande, “que la mayor parte de los limonenses se vinieron a pasar las fiestas a la capital” (De deporte, 1905, P3).

Fuente: Rudd. (1905b). Miembros de Limón Sport Club. Fotografía. Recuperado de Páginas Ilustradas.
Figura 2 Miembros del Club deporte de Limón y del Club deporte Costarricense, que tomaron parte en los Juegos del 15 de setiembre de 1905 en el puerto del Atlántico.
El 30 de diciembre, a partir de las 8:00 a.m, se llevó a cabo el concurso atlético, el cual fue de inscripción abierta para todos los clubes de deporte de Costa Rica. Se realizó en la Sabana, “donde se trazó una pista de atletismo de 440 yardas de perímetro” (Plan de los terrenos donde se verificaron los juegos atléticos, 1905, p.2), que comprendía una cancha de fútbol de 100 yardas de largo y 75 yardas de ancho, zonas para saltos alto, largo y vara (garrocha), así como una zona de asientos reservadas para los ilustres invitados, entre ellos, el señor Presidente de la República.
El entusiasmo que despertaron las justas deportivas de las fiestas cívicas de la capital fue tan grande que, días antes de su realización, se dieron fuertes apuestas entre quienes iban a participar y particulares. Se apostó entre extranjeros hasta 500 colones para el partido de fútbol entre el club deporte de Limón y los josefinos. Y sumas de 5 y 10 colones para algunas de las pruebas del concurso atlético.

Fuente: G.I.M. (1905). Plano del espacio en que se verificarán los ejercicios de sport. Plano. Recuperado de Páginas ilustradas.
Figura 3 Plano del espacio donde se verificaron los primeros ejercicios de deporte durante las fiestas cívicas en la Sabana, 1905.
El programa y descripción del concurso atlético
El programa completo consistió en 14 eventos, los cuales fueron (Los juegos de deporte en las fiestas, 1905, p.2):
1. Carrera de 100 yardas1 para varones. Descripción: el mejor atleta gana. Fuertes músculos, un cuerpo sano y mucha energía es lo único que se necesita para triunfar (Concurso atlético de 1905, 1905, p.1114).
2. Salto alto para varones. Descripción: “es uno de los ejercicios más elegantes en el concurso atlético. Hay dos maneras de saltar, de frente con las rodillas dobladas y de un lado con un pierna después de la otra. El primer método es el sueco y francés, el segundo el americano. Ambos tienen sus méritos” (Concurso atlético de 1905, 1905, p.1114).
3. Carrera de señoritas de 75 yardas. Parecido al evento número 1, pero para señoritas. Fue abierto para todas las señoritas, incluyendo extranjeras.
4. Carrera de 220 yardas para varones. Semejante al evento número 1, pero con el doble de distancia.
5. Salto con percha2 (vara o garrocha) para varones. Un evento poco conocido en Costa Rica. El cual se debía saltar por encima de una cuerda o varilla, colocada a una distancia cualquiera, hasta 12 pies del suelo (3.75 metros), y con la ayuda de una ligera pero fuerte percha, o garrocha, que se utiliza como sostén (Concurso atlético de 1905, 1905, p.1114).
6. Carrera de transformaciones para varones. Una carrera desconocida en Costa Rica. Fue introducida a Francia desde la India. La distancia recorrida era de 100 yardas, dividida en tres partes de 25, 50 y 75 yardas respectivamente. En cada uno de estos tramos se ubicó un cajón en el que se encontraba unos pantalones o una falda, una camisa, una levita, un sombrero o un paraguas. Debían vestirse apresuradamente con cada uno de los trajes y proseguir a toda velocidad, pero caminando, al siguiente cajón, cambiarse de ropa y seguir hasta terminar el evento.
7. Carrera de obstáculos para varones. Este ejercicio se conformó del salto y la carrera. La distancia fue de 120 yardas, y de obstáculos de madera, muy livianos, de dos pies y medio de alto y colocados a 10 yardas uno de otro, dejando un espacio de 15 yardas antes y después del primero y último obstáculo.
8. Tiro de martillo para varones. Ejercicio escocés. Consistió en lanzar con los brazos, la mayor distancia posible una bola de plomo de 16 libras fijada a un alambre de acero de 4 pies.
9. Carrera de 400 yardas para varones. Semejante a la prueba numero 4, pero necesitaba cierta economía de fuerza por parte de los atletas, ya que es el doble de la distancia.
10. Salto a lo largo para varones. Prueba muy conocida por los jóvenes.
11. Carrera de enhebrar la aguja (mixto). El juego de enhebrar la aguja consistió en una competencia en parejas de una distancia aproximada de 150 yardas. Las señoritas estarán sentadas en sillas colocadas a propósito para el juego, en espera de sus compañeros, que estarán a 150 yardas al frente de ellas, y quienes saldrán a la voz del juez a todo correr, con una hebra de hilo y una aguja, entregándola a la señorita respectiva, y volviendo con ella enhebrada ante el Juez (El Noticiero, 22 de diciembre de 1905, p.2).
12. Combate naval (tug of war)3. El ejercicio consiste en halar una gruesa cuerda hasta que uno de los dos teams participantes fuera arrastrado de un lado o del otro. Los teams estaban limitados a 6 participantes de cada lado, y sentados en el suelo podían ayudarse apoyando los pies contra las piezas de madera fijadas en el suelo a seis pies de intervalo (El Noticiero, 22 de diciembre de 1905, p.2).
13. Carrera de la milla.
14. Carrera de maratón4, cuyo recorrido fue entre Tres Ríos y la Sabana.
Todos los participantes en los juegos atléticos números 1,2,4,5,7,8,9,10, 13 y 14 recibieron, además de un premio, un título firmado por el presidente de la comisión organizadora, el señor don Louis Michaud, por los jueces del evento y el señor Gobernador de San José. El ganador de cada uno de estos eventos fue llamado Campeón para el año de 1905 (El deporte en las fiestas, 1905, p.2). Los ganadores de las pruebas 6, 11 y 12, recibieron premios de reconocimiento. Los participantes pagaron por la inscripción de cada evento 50 céntimos, y el encargado de ese cobro fue el secretario de la comisión organizadora don Juan Carranza.
El 30 de diciembre de 1905, por motivos del primer concurso atlético en Costa Rica, el campo que rodeaba la pista atlética de la Sabana estaba totalmente circundando de sillas que ocupaban señoras y señoritas de la sociedad, quienes lucían sus mejoras galas; “vestidos largos hasta los zapatos, mangas bombachas de vuelos, sombreros de alas ancha y rematados en su copa por altos y anchos lazos de seda y plumas de hasta 30 centímetros, de colores adecuados y en armonía con las faldas” (Salas, 1951, p.20).
Se estimó que asistieron entre tres a cuatro mil espectadores y que pagaron entre veinticinco y cincuenta centavos cada una. Para este evento no construyeron graderías, por lo que la mayoría los espectadores estaban de pie y solo los que habían pagado cincuenta centavos tenía el privilegio de una silla.
Los ganadores de las pruebas atléticas
La primer prueba que se celebró fue la carrera de maratón; la primera carrera pedestre en Costa Rica, cuyo recorrido fue entre Tres Rios y la Sabana. El ganador fue Ricardo Moreno Cañas; en segundo lugar llegó Abel Villanca; en tercera posición Quinico Aguilar, y en cuarto lugar Luis Esquivel. La carrera de las 100 yardas fue ganada por Francisco Castro G. con un tiempo de 10 segundos y 3/4.
La prueba del salto alto la gano Gordianito Fernández, con una distancia de 4 pies y 8 pulgadas.
La carrera de las 220 yardas la volvió a ganar Francisco Castro G. con un tiempo de 27 segundos.
En el salto con percha el ganador fue Eugenio Garrón, con una altura de 7 pies y tres pulgadas.
La carrera de transformación fue ganada por Eduardo Ganier Ugalde.
La carrera de 120 yardas con obstáculos fue ganada por Antonio Facio.
El tiro del martillo lo ganó Mr. Taylor, con una distancia de 72 pies y 7 pulgadas.
La carrera de la milla la gano Eugenio Garrón, con un tiempo de 4 minutos, 47 segundos y 3/5.
El ganador de la prueba del salto a lo largo fue “C.S. Mosley, con una distancia de 18 pies y 7 pulgadas” (Las fiestas. 1906. p2)
En la carrera de enhebrar la aguja, tomaron parte por Limón: Hortensia Acuña. Por San José: Florencia, Nelly, Lidia y Maria Cristina Quirós. Cecilia y Julia Gutierrez. Arabela Urquía. Alice Farrer. Argentina Gotay. Adriana Willis. Alejandrina Michaud y Madame Michaud. El acto se definió en tres vueltas, en donde ganó la primera la Argentina Gotay. Las otras dos vueltas, fueron ganadas por Adriana Willis, quien quedó al final triunfadora
La última prueba fue el combate naval, ganada por el equipo del Club costarricense integrado por Samuel Montandón, Gustavo L. Michaud, Charles Stuard, Charles White, Mr. Farrer, Eugenio Garron y M. A. Baird.
A las 11:30 a.m. del 30 de diciembre de 1905, terminó el evento. “El señor gobernador hizo la entrega de los premios y se dispersó la concurrencia en medio de las mayores muestras de alegría” (Las fiestas, 1906, p.3). El Club deporte costarricense resultó el más laureado al ganar sus integrantes casi todas, menos dos, las pruebas realizadas (Club deporte Costarricense, 1906, p.2).
El impacto social de tan novedoso evento no se hizo esperar. La prensa escrita le dedico páginas completas a describir con lujo de detalles cada uno de los eventos realizados, se desbordó en elogios hacia el comité organizador, comprometiéndolo a continuar realizando este tipo de actividades como parte de las actividades culturales de las fiestas costarricenses.
Tabla 1 Resumen de los ganadores del primer evento atlético celebrado en Costa Rica en 1905.
Prueba | Ganador | Marca (pies/yardas) | Marca (metros) |
100 yardas (91.44 metros) | Francisco Castro | 10 y 3/4 segundos | 10 y 3/4 segundos |
Salto alto | Gordianito Fernández | 4”8 | 1.42 metros |
220 yardas (201,7 metros) | Francisco Castro | 27 segundos | 27 segundos |
Salto con pértiga | Eugenio Garrón | 7”3 | 2.21 metros |
Milla. 1609 metros | Eugenio Garrón | 4:47 y 3/5 minutos | 4:47 y 3/5 minutos |
120 yardas con obstáculos | Antonio Facio | ||
Lanzamiento del Martillo | Mr. Taylor | 72”7 | 22.12 metros. |
Salto largo | C.S. Monley | 18”7 | 5.66 metros. |
Maratón | Ricardo Moreno Cañas | ||
Carrera de enhebrar la aguja | Adriana Willis y Mr. Baird | ||
Combate naval | Club costarricense compuesto por su Samuel Montandón, Gustavo L. Michaud, Charles Stuard, Charles White, Mr. Farrer, Eugenio Garron y M. A. Baird. |
Fuente: elaboración propia.
Comentarios de todo tipo se desplegaron ante la actividad:
De estos concursos salían preparados para la lucha en la bregas duras de la vida pléyades de jóvenes bien formados con sus cuerpos sanos y su mente fresca, dispuestos a entablar batalla dura contra los vicios y corrupciones que en aquel entonces no ganaban adeptos con la facilidad que los agarran hoy. Las generaciones se creaban más fuertes y carecían de esa fobia de modernismos insaboros y pasajeros que no dejan más que una pobre generación muerta de entusiasmos y tocada de anemia y spleen” (Salas, 1951, p.20).
Reflexión final
Los primeros juegos atléticos celebrados en Costa Rica fueron todo un éxito; no solo desde el punto de vista organizativo, al lograr captar el interés de los costarricenses en participación y asistencia, sino que, además, contribuyeron al proceso civilizatorio del país por medio de un ambicioso proyecto que germinó de un sencillo evento que se celebró en un llano lugar y que, posteriormente, se convirtió en el Parque Metropolitano La Sabana.
Hoy, más de un siglo después de haberse celebrado aquellos primeros juegos atléticos, la Sabana y la variedad de deportes que ahí se practican siguen siendo el principal referente como centro deportivo nacional.
Desde entonces, la práctica del atletismo se ha convertido en un espectáculo de gran impacto social, que ha evolucionado en diferentes ámbitos, tanto formales como informales, que van desde el proceso pedagógico escolar en la educación física, hasta eventos recreativo y competitivos de carácter internacional.