Servicios Personalizados
Revista
Articulo
Indicadores
- Citado por SciELO
- Accesos
Links relacionados
- Similares en SciELO
Compartir
Revista Costarricense de Salud Pública
versión impresa ISSN 1409-1429
Rev. costarric. salud pública vol.15 no.29 San José dic. 2006
Consumo de tabaco en estudiantes de secundaria de un centro educativo privado (San José) y uno público (Cartago), año 2006
Marcela Ma Jiménez H.1
Karla Mesén Villalobos2
María Virginia Umaña R.3
Luis Gmo.Jiménez H.4
Palabras clave: Tabaquismo, tabaco, adolescencia, estudiantes, fumado, centro educativo, privado, público, consumo, prevalencia.
Resumen
El presente trabajo realizado durante el primer semestre del año 2006, muestra la actual situación relacionada con el consumo de tabaco en 90 estudiantes, entre los 12 a 18 años de edad, en un centro educativo privado de San José y otro de carácter público de Cartago.
La recolección de los datos se efectuó mediante una encuesta. La entrevista fue anónima y voluntaria; se eligió de forma aleatoria a estudiantes de 7º, 8º, 9º y 10º nivel de esos dos centros educativos, seleccionados también al azar. Los datos se manejaron de forma confidencial y la condición de fumador activo se definió como aquellos estudiantes que de acuerdo a su opinión, fuman al menos un cigarro diario o 10 cigarros semanalmente.
Los resultados en la población estudiada revelan, que hay consumo activo de tabaco en una proporción diferenciada por sexo; que la edad de inicio del hábito del fumado fue entre los 12 y 15 años; que hay una mayor presencia de consumo en el colegio privado; que hay una gran cantidad de personas que dicen haber probado cigarrillos de tabaco al menos una vez en su vida; que hay permanencia del vicio del fumado en algunos individuos jóvenes y que existen niveles de fumado pasivo.
En conclusión, el fumado activo en este caso fue bajo en relación con los resultados de otros estudios; sin embargo, hay una mayor presencia de fumado pasivo; la edad de inicio es cada vez menor entre los (as) individuos jóvenes, por lo que la educación continua debe enfocarse a estos grupos de menor edad.
Introducción
El consumo de drogas es un tema de preocupación pública y de seguridad ciudadana. Esa preocupación radica en especial por el consumo de personas jóvenes, cuya edad de inicio cada vez es más temprana1.
Se ha definido al tabaquismo como una enfermedad pediátrica, debido a que es en la adolescencia cuando se empieza a fumar2, tan es así, que un 61% de la población adulta fumadora inició el hábito antes de alcanzar la mayoría de edad3. En 1988, el 57% de los (as) fumadores (as) había fumado su primer cigarrillo antes de los 18 años, mientras en el 2000 aumentó a un 68%4, por lo que la tendencia al aumento en el consumo ocurre a expensas de fumadores jóvenes, ya sea como consumidor activo o al menos que lo haya probado alguna vez5.
Es difícil encontrar en la etapa adulta fumadores que se hayan iniciado después de los 19-20 años,6 sin embargo, el fumado activo aumenta significativamente con la edad7, siendo más frecuente en hombres1,5,6,8.
Así, la exposición temprana a drogas es un predictor significativo para el desarrollo de diversos problemas, ya que mientras más temprano se empiece a fumar, mayor será el riesgo de convertirse en un fumador regular y sufrir consecuencias a largo plazo por ese hecho9.
Se han descrito factores sociales que pueden influir, de modo que los (as)hijos (as) de padres (madres) fumadores (as), tienen más riesgo de fumar7 y de utilizar otras drogas; incluso una exposición antes del nacimiento puede predisponer a los (as) niños (as) a una experimentación temprana10.
El fumado es responsable por lo menos de 1 de cada 5 muertes que ocurren en el mundo y está relacionado con la ocurrencia de cánceres, infartos agudos al miocardio, tumores de pulmón, enfisemas y bronquitis; además se asocia con problemas de disfunción eréctil, osteoporosis y riesgos de cáncer de seno, sin considerar que en el mundo existe 1,1 billón de fumadores (as). En el caso particular de Costa Rica, se calcula que la población de fumadores (as) activos asciende a 750.000 mil personas11.
El consumo de tabaco es la principal causa de morbilidad y mortalidad prematura evitable en los países industrializados1,2. Se calcula que la reducción del consumo de tabaco a la mitad, implicaría evitar más de 20 millones de fallecimientos en el mundo en los próximos 25 años12.
Por estas razones, es importante continuar evidenciando lo que ocurre en nuestro alrededor, y en este caso en concreto, se trata de la situación actual de estudiantes de secundaria de un centro educativo privado y otro público, en los cuales se identificó la edad de inicio del fumado, el consumo activo y la exposición pasiva, que pueden ofrecer datos para orientar acciones contra el consumo del tabaco.
Materiales y métodos
Para este estudio transversal se seleccionaron al azar dos centros educativos: uno privado en San José y otro de carácter público en Cartago, sin razones de peso para tal efecto más que el carácter científico, así como estudiantes activos de secundaria al momento de visitar los lugares, quienes se encontraban en sétimo, octavo, noveno y décimo año, y con edades entre los 12 y 18 años.
Se contó con la colaboración de las autoridades y personal de planta de los centros educativos, quienes seleccionaron aleatoriamente un grupo por cada nivel y donde se solicitó colaboración a los (as) estudiantes para la investigación. En promedio había 20 estudiantes por grupo en el colegio privado y el doble en el público.
Se aplicó una encuesta anónima y voluntaria a aquellos (as) estudiantes anuentes a colaborar, cuyos datos se manejaron colectivamente y de forma confidencial.
Las variables incluidas en el instrumento de recolección de datos fueron: sexo, edad, centro educativo, nivel de enseñanza, edad de inicio del fumado, hábito de fumado, frecuencia de fumado, personas cercanas a la persona con el hábito del fumado.
Se consideró el estado de fumador activo a los (las) estudiantes que fuman, según su criterio, al menos un cigarrillo diario o 10 semanalmente.
Resultados
Se encuestaron en total 90 (36%) estudiantes: 53 hombres y 37 mujeres, de los cuales el 10% son fumadores activos y en el que sólo se identificó una mujer fumadora (ver tabla 1).
Del total de estudiantes, 37 (41 %) opinaron haber fumado alguna vez en su vida (no fuman actualmente) y 22 de estos corresponden al centro educativo privado (59%). La distribución según la edad se observa en la tabla 2.
La edad de inicio del fumado en general se encuentra entre los 12 y 15 años. En el centro educativo privado, 4 de 6 estudiantes fumadores activos mencionaron haber iniciado el fumado entre los 12 y 14 años de edad; mientras que en el colegio público, 2 iniciaron a los 15 años. La única mujer fumadora activa inició el fumado a los 15 años de edad (ver tabla 3).
Comparando la edad de inicio del hábito del fumado, con la edad actual de los estudiantes fumadores activos, se observa que 6 tienen al menos 2 años de ser fumadores activos y uno tiene cuatro años (ver tabla 4).
En la tabla 5 se observa, que de los 90 estudiantes encuestados, el 69%(62) mencionaron tener contacto frecuente (SI) con personas fumadoras activas; 67% (54) en el grupo de los (as) estudiantes que no fuman y 89%(8) en los (la) que fuman.
Discusión
La prevalencia de fumadores activos en la población estudiada es menor a la reportada para ese grupo de edad en la población costarricense, en la cual dos de cada diez estudiantes son fumadores activos7. Esa frecuencia encontrada mediante este trabajo, es mayoritaria en el centro educativo privado, contradiciendo la evidencia de otros casos previos en que mencionan que es en estratos económicos bajos donde prevalece5.
Además, en este estudio se encontró que el fumado sigue siendo un hábito que predomina principalmente en los hombres, y esto concuerda con datos que indican que de cada 10 fumadores, dos son mujeres. En Costa Rica la prevalencia de tabaquismo en mujeres es la mitad o menos que en hombres5.
Se confirmó que la población en mayor riesgo y la que debe ser objeto de atención en programas de prevención sobre este flagelo, es aquella compuesta por los de menor edad, pues los jóvenes con menos de 15 años son los que inician el consumo de cigarrillos de tabaco1,7. Esa población meta debe entenderse como aquella compuesta por el grupo de menores de 10 años, en los cuales debe inculcarse una actitud de autoresponsabilidad sobre la salud individual y colectiva. Si a menor edad inicia el hábito del fumado, posiblemente los años de permanencia en el mismo serán mayores, con los consecuentes perjuicios sobre la salud de las personas1,7; incluso, aunque no fumen directamente, hay un porcentaje considerable (67%) de jóvenes que están en contacto con fumadores activos, exponiéndose a los riesgos indirectos debido a los efectos de exposición continua; esto por que entre los fumadores se encuentran familiares y amigos, con los cuales posiblemente se comparte gran parte o la mayoría del tiempo.
La exposición al hábito del fumado puede influir en la condición de fumador; sin embargo, en este estudio se evidenció que una mayor cantidad de estudiantes que no fuman están en contacto con fumadores activos, de manera que se convierte en un factor que debe de investigarse con mayor profundidad7,10.
El ofrecer cigarrillos de tabaco a los jóvenes puede ser una práctica que se realiza subliminalmente y que va adquiriendo cada vez mayores proporciones, tanto si proviene de personas ajenas, familiares, amigos o si su origen está en la influencia que ejerce la publicidad1. Y a pesar de que la mayoría de estudiantes encuestados en este estudio no son fumadores activos, si se observa que un 41% de ellos ha fumado al menos una vez en su vida y que por lo tanto deben existir factores o condiciones protectoras que de alguna manera debieron haber contribuido para que no continuarán en el mismo, contrario a la evidencia que expone que de cada 5 personas jóvenes que han experimentado con cigarrillos de tabaco, 3 de ellos llegarán a ser dependientes del hábito del fumado7.
Conclusiones y recomendaciones
Este estudio encontró que existe un mayor número de estudiantes hombres del centro educativo privado que tiene el hábito del fumado, lo que evidencia un factor que se relaciona con el sexo y la condición socioeconómica.
Se confirma que hay una disminución en la edad de inicio de ingestión de sustancias como el tabaco en personas jóvenes, la cual es enmascarada bajo un comportamiento social de permisibilidad o de aceptación, ya que los (las) adolescentes fumadores (as) activos (as) tienen años de adicción; además de existir inuencias de diversos factores, entre los cuales habría que considerar el rol que juega la publicidad, los grupos de pares,las características biológicas individuales y la exposición pasiva.
La cantidad de estudiantes que han tenido experiencias con el fumado de cigarrillos de tabaco fue considerable en este estudio, sin embargo, muchos de ellos (as) no continuaron con el mismo, lo que es un indicio, entre otras cosas, para que el recurso humano del sistema educativo y de salud logren un rol más activo y determinante en esta temática. Para ello deberá realizarse un abordaje de los y las posibles víctimas de este fenómeno, desde edades todavía más tempranas como la primaria o incluso el kinder, el prekinder o los maternales, disminuyendo de esta manera la probabilidad de que el vicio se instaure en esas personas a pesar de que los adultos que los rodeen sean fumadores (as) activos (as), especialmente en aquellos (as) niños (as) que tienen factores que les colocan en una posición más susceptible y que requieren adecuadas estrategias que fomenten las actitudes en pro de la salud.
También es necesario, además de la prevención sobre el fumado en el ámbito escolar, que se incentiven programas o proyectos de promoción de la salud en las poblaciones adultas y que estas adquieran una actitud más responsable, pues su proceder es un ejemplo para los (as) menores de edad que les rodean.
Referencias
1 MIDEPLAN. Plan Nacional de Desarrollo 2002-2006. Lucha contra la Pobreza y la Drogadicción. Disponible en www. mideplan.go.cr/ [ Links ]
2. Giovino GA. Epidemiology of tobacco use among US adolescents. Nicotine Tobacco Res 1999; 1: 31-40. [ Links ]
3. Tapia-Conyer R; Cravioto P; Medina-Mora ME; Hoy MJ; Kuri P. Consumo y abandono del uso de productos de tabaco. En: El consumo de tabaco en México y Encuesta Nacional de Adicciones 1998 (Tabaco). México, D.F.: Secretaría de Salud, 2000: 53-59. [ Links ]
4. Medina-Mora ME; Natera G; Borges G; Cravioto P; Fleiz C; Tapia-Conyer R. Del siglo XX al tercer milenio. Las adicciones y la salud pública: drogas, alcohol y sociedad. Salud Mental 2001;24(4):3-19. [ Links ]
5. Ronderos, M. Las Enfermedades Cardiovasculares en Costa Rica. Consultora del Programa de Prevención y Control de Enfermedades No-Transmisibles de la OPS/OMS representación en Costa Rica. 2006 pp. 9-11 [ Links ]
6. Flores G. Edad de inicio en el consumo del tabaco como predictor de la deshabituación tabáquica. Aten Primaria. 2005;35(9):66-75. [ Links ]
7. Bejarano J. El consumo de tabaco en la población joven costarricense. Hallazgos de la encuesta mundial sobre tabaco en jóvenes. Rev. Costarric. Salud Pública v.10 n.18-19 San José jul. 2001 [ Links ]
8. Sandí, L. Usted es Primero Gánele al cigarro. Instituto de Alcoholismo y Farmacodependencia. San José, Costa Rica. 1994. [ Links ]
9. Comisión Económica para América Latina y El Caribe. Panorama Social de América Latina 1999-2000. Nueva York: Naciones Unidas, USA. 2000. [ Links ]
10. Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura UNESCO Statistical Yearbook. Página web de UNESCO, Nueva York: UNESCO, USA. 1999. [ Links ]
11. IAFA. Concurso Deje y Gane. Un reto para dejar de fumar. 2006. Disponible en: www.uveritas.ac.cr/infoveritas/130306/ dejeygane.doc [ Links ]
12. Peto R; López AD. Future worldwide health effects of current smoking patterns. En: Koop CE, Pearson CE, Schwarz MR, editors. Critical issues in global health. New York: Jossey-Bass; 2000. [ Links ]
1 Estudiante Licenciatura Farmacia, UCR.
2 Estudiante Licenciatura Farmacia, UCR.
3 Estudiante Licenciatura Farmacia, UCR.
4 Magíster Scientiae Salud Pública. UCR lgjimene@cariari.ucr.ac.cr