Introducción
El Daño corporal podría definirse como toda alteración anatómica o funcional causada por agentes externos, y desde un punto de vista médico-legal toda alteración física, mental o psíquica, causada por agentes mecánicos, físicos, químicos o biológicos, derivados de una de causa exógena, tenga o no carácter doloso.
Un niño se considera aquella persona que tiene una edad comprendida entre el nacimiento y hasta el final de la adolescencia.
La valoración Médico Legal del daño corporal en los extremos de la vida debe de incluir: evolución probable de la enfermedad anterior sin el accidente, las características del estado anterior patológico o no patológico, evolución probable del traumatismo sin el estado anterior, las consecuencias de la asociación entre el estado anterior y el trauma.
Y con estos puntos se deberá de realizar una valoración médica completa con el fin de determinar incapacidad funcional y/o incapacidad para la vida autónoma.
El objetivo de la presente revisión es poder enmarcar las consideraciones especiales a tomar en consideración al realizar la valoración Médico Legal durante la infancia y en la adultez mayor, tomando en cuenta tanto los parámetros intrínsecos como extrínsecos, para asi poder determinar incapacidades temporales y/o permanentes
Valoración del Daño Corporal en la Niñez
Según el Comité de Prevención de Accidentes en la Infancia en España se determinó que hay unos 200 mil niños accidentados por año, en el 33 por ciento de los casos se dieron en el domicilio, el 38 por ciento en la calle y solo el 7 por ciento en la escuela.
Existiendo predominio en verano entre las 14 y las 20 horas. La proporción según el sexo, es del 71 por ciento de niños, frente al 29 por ciento de las niñas.
a) Lesiones óseas
En cuanto a lesiones oseas la angulación y los desplazamientos corrigen mucho mejor en los niños más pequeños, los trastornos de rotación no se corrigen nunca.
Uno de los problemas mas importantes es la producción de una lesión traumática a nivel del cartílago del crecimiento.
La lesión completa del cartílago lleva, inevitablemente, al acortamiento evolutivo del hueso. La lesión de la diáfisis es la más benigna por que no se afectan los cartílagos del crecimiento.
La fase de crecimiento es un estado previo fisiológico que puede influir sobre las consecuencias de un traumatismo, que si no es patológico no debe de considerarse como factor concausal, sino como un factor ocasional (no concausal), de acuerdo con los mismos criterios expuestos en la relación de causalidad Médico Legal.
La consolidación Médico Legal en este extremo de la vida en general se encuentra acortada pero no siempre sucede así. Por regla general esta alargado en los neonatos respecto a los lactantes, y el éstos respecto a los niños de mas de dos años. Los adolescentes suelen tener el período de consolidación acortado respecto a los tiempo medios de curación (García Blasquéz, 2004).
Cuando se sabe que las lesiones son susceptibles de mejorar con el paso de los años, no se esperará para establecer la consolidación Médico Legal hasta el final del crecimiento o desarrollo, ésta se fijará dentro de un plazo razonable.
La mejora previsible y esperada explicará y se tendrá en cuenta en las conclusiones de la valoración.
La determinación de la consolidación médico legal y, por lo tanto el período de incapacidad temporal plantea problemas, porque la evolución de las lesiones, se ve afectada por el crecimiento o desarrollo, porque las secuelas verdaderamente no se pueden determinar hasta la finalización del crecimiento, y por que tampoco se puede esperar a valorar e indemnizar a la edad 18 años.
Y además se está estableciendo una consolidación temporal o provisional a la espera de la consolidación Médico Legal (Creusor, 2006).
Si se considera que existe la probabilidad de que la incapacidad permanente final sea algo mayor o menor, porque no se ha esperado al final de crecimiento en la determinación de la consolidación médico legal, la tasa de IT se ampliará o reducirá sin necesidad de esperar al final del crecimiento, argumentado cuál es la tasa actual y el porqué de la tasa final que estimamos (Beuji-Hugues, 2005).
Esta forma de actuar ni impide en absoluto que, si pensamos que en un futuro pueden existir variaciones de los daños personales , por lo que se podría señalar el concepto de daños futuros, señalando la necesidad de una nueva valoración futura al final del desarrollo, 18-20 años. (Steinbach, 1997)
b) Trauma Cráneo encefalico
Son las lesiones que se encuentran más frecuentemente en los accidentes de la infancia.
La existencia de fontanela, que permite una cierta distención en casos de hipertensión es un caso de mejor pronóstico en la infancia, por le contrario la relación volémica y de elementos formes de la sangre los vuelve mas susceptibles a un shock hipovolémico.
Valoración del Daño Corporal en la adultez mayor
El envejecimiento es un Proceso heterogéneo e irreversible que se inicia partir del momento que el organismo alcanza la capacidad funcional máxima. Cursa con disminución progresiva de la reserva fisiológica en la mayoría de órganos y sistemas.
En la mayoría de tejidos hay una disminución del número de células, con consiguiente disminución de su peso, la masa ósea se pierde hasta en un 20 por ciento.
La piel se atrofia con propensión a formar ulceras de presión en pacientes con trastornos de movilidad. La marcha se modifica con presencia de una mayor base de sustentación, disminución del braceo y a una mayor flexión del tronco A nivel del sistema respiratorio es probable encontrar disminución y enlentecimiento de los cilios, además de disminución reflejo de la tos. A nivel del corazón con pérdida progresiva de células musculares, sobre todo en el tejido de conducción (nódulo sinusal), lo que podría causar alteraciones del ritmo.
Los (as) adultos (as) mayores presentan siempre un estado anterior, determinado por sus por todo su historial clínico (patologías anteriores), o por las características propias del envejecimiento, o deterioro involutivo de sus estructuras anatómicas y capacidades funcionales que se suma a una menor capacidad de adaptación y de respuesta a la alteración de la salud. En cuanto a la consolidación Médico Legal y el estudio del período de incapacidad temporal, cuando las lesiones finalizan con la curación no puede pretender que el evaluado vuelva a su estado previo que tenía antes de producirse la lesión.
Los días totales de incapacidad funcional temporal pueden verse prolongados por el estado de fragilidad previo debido a la senilidad, pero serán valorados en su totalidad como daño resultante de hecho lesivo (Gisbert, 2001).
Se produce una aceleración de la involución senil, también llamado efecto “tobogán” de sus capacidades funcionales o deterioro súbito de su estado general tras la acción de un traumatismo , esto se considera que es debido a la situación de equilibrio frágil e inestable. Otra situación distinta es la del que presenta una patología previa, estado anterior patológico, que interactua con las lesiones resultantes del hecho lesivo y precipita el deterioro brusco de la capacidad funcional general.
En España la producción de una involución senil tras el accidente o una aceleración del proceso senil se ha llamado: Perjuicio senil (Val, E. 1991). Sin embargo es una situación que se debe valorar dentro de la incapacidad funcional permanente.
Para realizar una adecuada e integral valoración del daño corporal en adultos (as) mayores debemos recurrir a :
a) Valoración clínica, b) Valoración funcional (ABVD, AIVD), Karnosfky, índice Katz, índice de Barthel c) Valoración mental: MMSE, Yesavage, Rating scale for depression y d) Valoración social
La evaluación funcional comprenderá tres grandes áreas: 1) Actividades de la vida diaria (AVD), 2) actividades instrumentadas de la vida diaria (AIVD) y 3) movilidad.
Conclusión
La valoración del daño corporal en los extremos de la vida, siempre plantea una serie de variantes a las cuales el médico forense debe enfrentarse, dado que se debe de realizar una valoración global del peritado tomando en cuenta sus factores fisiológicos según la edad, así como los estado anteriores tanto patológicos como no patológicos.
Es importante antes de realizar una valoración tanto en la niñez como en la adultez mayor retomar conceptos básicos de desarrollo, crecimiento así como de involución, siendo que estos serán actores primordiales en el desarrollo y estabilización de lesiones, y a su vez serán factores determinantes en la producción o no de estados secuelares, que podrían llevar a un severo de deterioro de la capacidad para realizar actividades básicas en los adultos mayores, en los (as) niñas podría condicionar su capacidad de integrarse en un futuro de una manera adecuada al ámbito laboral y/o social.
De una forma un tanto simplista, suele señalarse que el problema de la valoración del daño corporal del niño es su futuro, ya que tiene toda la vida por delante y no ha concluido aún su desarrollo físico, psíquico ni, por supuesto social.
Por el contrario, la dificultad en la valoración del daño corporal en el adulto mayor proviene de que este arrastra tras de sí un pasado, y por ende un estado anterior que interactúa con las lesiones determinadas por el evento traumático, de tal modo que resulta importante delimitar el papel de cada uno de los factores..