Introducción
El síndrome metabólico (SM) es una constelación de factores de riesgo de origen metabólico que están acompañados por un riesgo aumentado para enfermedad vascular y diabetes mellitus tipo 2. Los factores de riesgo clínico son una dislipidemia aterogénica (bajo colesterol HDL y altos niveles de triglicéridos, presión sanguínea elevada, glucosa plasmática elevada, un estado protrombótico y un estado proinflamatorio)1. El SM también se caracteriza por hiperinsulinemia, baja tolerancia a la glucosa y obesidad troncal2. El SM confiere un riesgo mayor para desarrollar diabetes mellitus tipo 2 y para desarrollar enfermedad cardiovascular en los próximos 5 a 10 años3,6.
Hay varias definiciones de SM, pero los criterios más ampliamente utilizados provienen de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Grupo Europeo para el estudio de la resistencia a la insulina (EGIR), el Programa de Educación Nacional del Colesterol Panel III del Tratamiento de los adultos (NCEP ATP III), la Asociación Americana de Endocrinólogos Clínicos (AACE) y la Federación Internacional de Diabetes (IDF)3,7,12.
En Costa Rica los estudios sobre el SM son escasos y se cita el de Alvarado-Soto y colegas sobre la prevalencia del SM en pacientes diabéticos tipo 2 e intolerantes a carbohidratos13 y el de Quirós-Alpízar y colegas14. El primer artículo es de investigación y el segundo es una revisión teórica del tema. Hay otros artículos que aunque no versan sobre el SM sí incluyen información sobre la dislipidemia en Costa Rica como el artículo de Castillo y colegas15.
El presente estudio tiene por objetivo comparar los valores sanguíneos de tres analitos incluidos dentro del SM (triglicéridos, glucosa y colesterol HDL) en pacientes adultos, de ambos sexos, de Consulta Externa del Hospital de Guápiles o de Clínicas y EBAIS del cantón de Pococí en el año 2015 con respecto a los valores de referencia según la NCEP ATP III.
Materiales y métodos
En este estudio la información se tomó de la base de datos del Laboratorio del Hospital de Guápiles, de enero a diciembre del 2015. Esta información comprende los valores de glucosa, triglicéridos (TRG) y de colesterol HDL (HDL-C) en ayunas de pacientes mayores de edad, de ambos sexos, de Consulta Externa del Hospital de Guápiles o de Clínicas y EBAIS del cantón de Pococí que asisten al Laboratorio de dicho Hospital.
En total se tomaron los valores correspondientes de cada analito de 2000 pacientes de cada sexo dando un total de 4000 valores por cada analito. El tamaño mínimo de la muestra se determinó usando el procedimiento descrito por Kringle16.
Teniendo un número de datos superior al mínimo se procedió a determinar por sexo, por grupo de edad y en forma combinada (hombres y mujeres) el grado de alteración (frecuencia absoluta y porcentaje) de cada analito con respecto a los valores de referencia de la NCEP ATP III. Además, se determinó el perfil de alteración, tanto su frecuencia absoluta como su porcentaje por sexo, por grupo de edad y combinado.
La alteración de un analito indica que presenta un valor alterado que lo hace cumplir o caer dentro del SM. Es decir, el cumplimiento se define como aquel valor de un analito del paciente que se encuentra alterado según los valores referencia o de corte determinados por la NCEP ATP III para alcanzar el SM. Se considera que una persona tiene SM cuando cumple por lo menos tres o más de los siguientes parámetros: circunferencia de la cintura >= 102 cm (hombres) ó >= 88 cm (mujeres), triglicéridos >= 150 mg/dl o recibiendo tratamiento farmacológico por los triglicéridos elevados, HDL-C <40 mg/dl (hombres) ó < 50 mg/dl (mujeres) o bajo tratamiento farmacológico por la HDL-C reducida, presión arterial >= 130/85 mm Hg o bajo tratamiento farmacológico antihipertensivo con una historia de hipertensión y glicemia en ayunas >= 100 mg/dl2, 17 o bajo tratamiento farmacológico por la glicemia elevada.
Se puede hablar también de cumplimiento, definiéndose éste como la alteración de un analito con respecto a sus valores de referencia. Es decir si un analito cumple con el SM indica que se encuentra alterado o fuera del valor normal.
Resultados
En el cuadro 1 puede notarse que en las mujeres el HDL-C es el parámetro porcentualmente más alterado, con un 75.3 por ciento de las pacientes teniendo un valor inferior al límite. Le siguen luego los TRG con un 40.6 por ciento de valores alterados.
Por grupo de edad, en los cuatro grupos el HDL-C es el parámetro más alterado, con un porcentaje de alteración entre el 73.8 por ciento y el 77.1 por ciento, seguido de los TRG. El grupo de 18-33 años es el que presenta menos valores alterados, excepto para HDL-C.
En el cuadro 2 puede notarse que el parámetro más alterado en los hombres es también el HDL-C (60.1 por ciento), seguido de los TRG (53.8 por ciento).
Por grupo de edad el HDL-C es el parámetro más alterado, excepto en el grupo de 34-49 años. En segundo lugar se ubican los TRG. El grupo de 18-33 años es el que presenta menos valores alterados.
Cuadro 1: Frecuencia absoluta y porcentaje de alteración ( ) de cada analito por grupo de edad en las pacientes mujeres de Consulta Externa del Hospital Guápiles durante el año 2015.

GLU: glucosa, TRG: triglicéridos; HDL-C: colesterol HDL
Cuadro 2: Frecuencia absoluta y porcentaje de alteración ( ) de cada analito por grupo de edad en los pacientes hombres de Consulta Externa del Hospital Guápiles durante el año 2015.

GLU: glucosa, TRG: triglicéridos; HDL-C: colesterol HDL
Se puede notar que en ambos sexos el porcentaje de alteración para la glucosa aumenta con el grupo de edad, una tendencia que no es tan clara para los otros dos analitos.
En resumen, se presenta prácticamente el mismo comportamiento en los hombres y en las mujeres, siendo globalmente el HDL-C el parámetro más alterado con un 67.7 por ciento, seguido de los TRG con un 47.2 por ciento de valores alterados en forma global.
En el cuadro 3 pueden verse los perfiles de alteración del SM en las mujeres y notarse que la alteración (o el cumplimiento) de solo el HDL-C es la situación más común (31.1 por ciento), seguida de la alteración conjunta de TRG-HDL-C (22.6 por ciento). Por grupo de edad la alteración más frecuente es la del HDL-C en los grupos 18-33 años y 34-49 años, seguida de la del par TRG-HDL-C en los dos grupos etarios de mayor edad.
En ningún grupo etario el porcentaje de mujeres sin ningún valor alterado (columna “NINGUNO”) superó el 19.0 por ciento. Por otro lado, el grupo etario que presentaba los tres parámetros alterados (columna TODOS) nunca superó el 19.5 por ciento (grupo >= 65 años).
Cuadro 3: Frecuencia absoluta y porcentaje ( ) del perfil de alteraciones de los analitos estudiados por grupo de edad en las pacientes mujeres de Consulta Externa del Hospital Guápiles durante el año 2015.

GLU: glucosa, TRG: triglicéridos; HDL-C: colesterol HDL
En los hombres la situación se invierte y la alteración del par TRG-HDL-C es la más frecuente (25.4 por ciento), seguido de la de HDL-C (13.8 por ciento). Por grupo etario el par TRG-HDL-C es el más alterado, excepto en el grupo más joven donde el HDL-C presenta mayor porcentaje de alteración.
El porcentaje de pacientes que no presentan ningún analito alterado es de 19.8 por ciento y el porcentaje de hombres con los tres analitos alterados es 14.8 por ciento.
Combinando los datos de ambos sexos (datos no mostrados) se obtiene que el binomio TRG-HDL-C está alterado en el 24.0 por ciento de los pacientes, seguido de HDL-C (22.4 por ciento). Por grupo de edad, la alteración de únicamente HDL-C es la de mayor frecuencia en los dos grupos más jóvenes (43.0 por ciento y 26.6 por ciento) y la alteración conjunta de TRG-HDL-C es la más frecuente en los dos grupos de mayor edad (24.3 por ciento y 23.2 por ciento).
Cuadro 4: Frecuencia absoluta y porcentaje ( ) del perfil de alteraciones de los analitos estudiados por grupo de edad en los pacientes hombres de Consulta Externa del Hospital Guápiles durante el año 2015.

GLU: glucosa, TRG: triglicéridos; HDL-C: colesterol HDL
El porcentaje de pacientes con los tres analitos alterados aumenta con la edad en ambos sexos, aunque la tendencia es más notoria en las mujeres.
Discusión
Puede notarse, a partir de los datos obtenidos, que tomando en cuenta únicamente tres de los cinco parámetros para definir el SM, mediante los criterios de la NCEP ATP III, que el 13.8 por ciento de la población presenta SM y desglosado por sexos lo presentan el 12.8 por ciento de las mujeres y el 13.8 por ciento de los hombres.
Obviamente si se hubieran tomado en cuenta los cinco criterios el porcentaje de pacientes con SM hubiera sido mayor, pero los dos criterios restantes no se determinan mediante pruebas del laboratorio clínico.
Los parámetros que más se alteraron fueron los lipídicos, mientras que la glicemia en ayunas se alteró porcentualmente menos. Esto puede atribuirse al gran interés que desde hace varios años se ha puesto en el control de la glucosa para prevenir la diabetes mellitus. El interés por los lípidos es más reciente y las campañas para mejorar el nivel de lípidos se centra básicamente en el nivel de colesterol total y no se diferencia tanto entre HDL-colesterol y LDL-colesterol.
El mismo patrón de alteración citan Balkau y colaboradores, los lípidos se alteran más que la glicemia usando los criterios de la NCEP ATP III. La única diferencia es que en este estudio el HDL-C resultó ser el parámetro más alterado en ambos sexos y en el caso de Balkau et al en los hombres el porcentaje de alteración de los TRG era mayor que el de HDL-C 18.
Además, en la literatura se cita que la prevalencia de la obesidad aumenta a nivel mundial y una característica asociada a la obesidad es la dislipidemia. Entonces se esperaría una mayor alteración de los lípidos a nivel poblacional, a causa del aumento del sobrepeso y de la obesidad. Este aumento de la dislipidemia y de la obesidad aumentaría la incidencia del SM19.
Concordando con lo anterior el perfil de alteración más frecuente independientemente del sexo y del grupo de edad es la combinación TRG-HDL-C. Biino et al estudiando la prevalencia del SM en poblaciones de la isla italiana de Cerdeña encontraron que la presencia combinada de TRG-HDL-C, acompañada de presión arterial elevada, era la combinación más frecuente 20.
La alteración de los tres analitos estudiados se incrementa con el grupo de edad (de 1.3 por ciento en el menor grupo de edad a 18.8 por ciento en el grupo de mayor edad) y esto está acorde con la literatura, pues se cita que la prevalencia del SM aumenta con la edad3,8,19,21. E inversamente puede afirmarse lo contrario: el porcentaje de individuos con ninguno de los tres analitos alterados disminuye con la edad (desde 23.2 por ciento en el menor grupo de edad a 15.8 por ciento en el grupo de mayor edad). En ningún caso el porcentaje de adultos sin ningún parámetro alterado superó el 23.2 por ciento.
Los valores obtenidos indican claramente la necesidad, ya conocida, de mejorar los estilos de vida de la población, buscando una mayor actividad física y una alimentación más sana y balanceada. Es imperativo disminuir o prevenir el sobrepeso en la población adulta. Esto se logra continuando con las campañas que motiven a la población a practicar estilos de vida más saludables.
Además, comparando el porcentaje de datos alterados por grupo de edad puede notarse que conforma aumenta la edad aumenta el porcentaje de valores alterados, es decir que la prevalencia del SM se ve influida por la edad. En su explicación puede citarse que con la edad aumenta el sedentarismo, el sobrepeso y la obesidad y todo esto contribuye a un aumento porcentual de valores alterados y del SM.
Este estudio presenta limitaciones, siendo la principal no poder determinar los otros dos parámetros incluidos en la definición del SM. Entonces la principal recomendación es realizar un estudio de la prevalencia del SM, determinando los valores de los cinco parámetros. La realización de dicho estudio implicaría la participación de profesionales de diferentes áreas de la salud: medicina, microbiología y enfermería.