Introducción
Los ecosistemas costeros donde interactúan manglares, pastos marinos y arrecifes de coral son altamente productivos y biológicamente complejos (Martin et al., 2016), siendo los arrecifes coralinos uno de los ecosistemas más biodiversos del mundo (Knowlton, 2001; Reaka-Kudla, 1997). Los arrecifes de coral se ven afectados por diversos factores naturales y antrópicos, algunos a escala regional y local, como la sobrepesca y la eutrofización del agua, o bien, escala mundial como el calentamiento y la acidificación de los océanos (Camp et al., 2018; Kleypas et al., 1999; Knowlton et al., 2021). Los efectos globales se ven exacerbados por el rápido crecimiento y desarrollo de la población humana (Neumann et al., 2015). Hasta el momento, ha resultado en la pérdida de al menos la mitad de los arrecifes de coral del mundo (Gattuso et al., 2014; Hughes et al., 2018; Knowlton et al., 2021; Wilkinson, 2008).
Enfrentar la acelerada degradación de arrecifes coralinos requiere una acción integrada en múltiples dimensiones y escalas (Anthony et al., 2017; Rocha et al., 2015). Los factores globales deben reconocerse y abordarse a nivel geopolítico (Aronson & Precht, 2016), mientras que a nivel regional y local las comunidades costeras juegan un papel crucial para disminuir factores de estrés y asegurar el manejo efectivo de estos ecosistemas (Aanesen et al., 2014; Lester et al., 2017; Trialfhianty & Suadi, 2017). Las medidas a escala local deben integrar la participación de las personas y usuarios de los recursos naturales, con el fin de evitar fallas de conservación convencional y excluyente del pasado (Andrade & Rhodes, 2012). El resultado de procesos no participativos es la falta de apoyo y cumplimiento a las medidas establecidas (Bennett & Dearden, 2014; Wilkinson et al., 2003).
En la actualidad, la gestión de recursos busca asegurar enfoques integrales donde es requisito reconocer a las comunidades y personas como un componente del ecosistema (Andrade, 2007; Röckmann et al., 2012). Diversas experiencias han fortalecido esta visión integral en esfuerzos de conservación, restauración e investigación, encontrando un valor agregado a las iniciativas al propiciar una mayor participación, conciencia y empoderamiento sobre la toma de decisiones y manejo de ecosistemas (Garbarino & Mason, 2016; Hesley et al., 2017; Kittinger et al., 2013). En Costa Rica, procesos de gestión con relación a ecosistemas arrecifales se han implementado en la creación del Área Marina de Manejo Santa Elena en el Pacífico Norte, el plan de comanejo del Parque Nacional Cahuita en el Caribe sur (Sistema Nacional de Áreas de Conservación [SINAC], 2012; SINAC, 2017) y, recientemente en programas de restauración de arrecifes coralinos, como el caso del Golfo Dulce (Kleypas et al., 2021). Desde el 2016 empezó un esfuerzo integral para intervenir arrecifes de coral degradados en este golfo, ubicado en el Pacífico Sur de Costa Rica. Este programa se ha basado en los siguientes cuatro principios de la restauración ecológica: (1) incrementar la integridad ecológica, (2) estar informado sobre el pasado y futuro, (3) asegurar la integración y beneficio social, y (4) buscar la sostenibilidad a largo plazo (Suding et al., 2015).
El presente trabajo describe el conocimiento y percepción de personas locales y usuarios de los arrecifes coralinos en el Golfo Dulce sobre estos ecosistemas. Este tipo de investigaciones son clave para la toma de decisiones sobre la conservación, uso y restauración de arrecifes coralinos. Estos resultados ayudan a fundamentar líneas base para integración social en futuros programas de restauración coralina que se desarrolla en el Golfo Dulce.
Materiales & métodos
Sitio de estudio: Golfo Dulce (8°27’-8°45’ N 83°07’-83°30’ W) (Fig. 1) está ubicado en la costa del Pacífico sur de Costa Rica. Se le conoce como fiordo tropical por su morfología batimétrica (> 200 m), que, a diferencia de los fiordos de altas latitudes formados por glaciares, su morfología tiene un origen tectónico (Hebbeln & Cortés, 2001). El Golfo Dulce es uno de los sistemas mejor estudiados del Pacífico del país (Quesada-Alpízar y Cortés, 2006). La cobertura, salud y estado ecológico de estos ecosistemas en el golfo ha sido descrita por Alvarado et al. (2015), Cortés (1990), Cortés, (1991), Cortés (1992), Cortés et al. (2010), Cortés et al. (2017). El Golfo Dulce está delimitado administrativamente por los cantones de Osa y Golfito, donde las principales localidades son Golfito (11 554 habitantes) y Puerto Jiménez (9 620 habitantes) (INEC, 2011). Según los datos del Índice de Desarrollo Social [IDS], 2017, ambos centros de población tienen índices de desarrollo bajo y muy bajo, respectivamente (Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica [MIDEPLAN], 2017). Las principales actividades económicas de la zona están relacionadas al turismo, la pesca, sistemas agropecuarios y empleos informales (Molina-Bustamante & Crowder, 2014).
Trabajo de campo y análisis: se realizaron 183 entrevistas en nueve comunidades costeras del Golfo Dulce entre setiembre del 2016 y marzo del 2017 (Tabla 1). Un cuestionario estructurado fue diseñado para evaluar el conocimiento y la percepción de los entrevistados (Ruiz-Rojas, 2006; Material Suplementario 1). El término arrecifes de coral se utilizó en el cuestionario para todo biotipo de coral: comunidades, arrecifes o colonias de coral, con el fin de facilitar la compresión de las personas. Se seleccionaron las comunidades con base a su cercanía a los arrecifes coralinos (Fig. 1). El método de muestreo no probabilístico (Pimienta, 2000) de bola de nieve (Bernard, 2006) se utilizó para seleccionar los entrevistados y se clasificaron en tres grupos de potenciales usuarios de los arrecifes coralinos según su ocupación laboral: (1) Pesca artesanal (PA), personas que dependen de actividades pesqueras y utilizan embarcaciones con una autonomía máxima de tres millas náuticas (Ley N° 8436, 2005), (2) Turismo (T), trabajadores en hoteles o tour operadores que incluyen actividades en el golfo, y (3) Otros (O), entrevistados de la comunidad que no trabajan en PA o T, pero son posibles usuarios por cercanía a los sitios de estudio. Se buscó tener un número de entrevistados por grupo de usuarios y por comunidad lo más semejante, con el fin de comparar los resultados. En general, los entrevistados de PA y T son considerados usuarios frecuentes de los arrecifes coralinos en comparación al grupo “O”. En cada comunidad se identificaron informantes clave de cada categoría y el tamaño de la muestra aumentó al recibir referencia de colegas o conocidos laborales para entrevistar, tal como Bernard (2006) describe en su metodología. En total se entrevistaron 57 personas en la categoría PA, 62 en T y 64 de “O”.
Comunidad / Community | Género / Gender | Total | Grupo / Group | |||
F | M | PA | T | O | ||
Cañaza | 0 | 1 | 1 | 1 | 0 | 0 |
Golfito | 8 | 47 | 55 | 22 | 11 | 22 |
La Palma | 2 | 8 | 10 | 4 | 4 | 2 |
Playa Blanca | 4 | 11 | 15 | 9 | 3 | 3 |
Puerto Jiménez | 23 | 51 | 74 | 4 | 37 | 33 |
Puerto Escondido | 3 | 1 | 4 | 4 | 0 | 0 |
Puntarenitas | 0 | 6 | 6 | 6 | 0 | 0 |
Rincón | 2 | 12 | 14 | 6 | 4 | 4 |
Sándalo | 2 | 2 | 4 | 1 | 3 | 0 |
Total | 44 | 139 | 183 | 57 | 62 | 64 |
Abreviaturas F: Femenina; M: Masculino; PA: pesca artesanal; T: turismo; O: otros. / Abbreviations F: Female; M: Male PA: artisanal fishing; T: tourism; O: others.
Evaluación de conocimiento: esta sección consistió en 17 preguntas cerradas del cuestionario estructurado (Mat. Supl. 1). Diecisiete respuestas correctas resultan en un porcentaje o nota de 100. Se crearon tres categorías para clasificar los resultados finales según el conocimiento o desconocimiento sobre temas básicos de arrecifes coralinos y el Golfo Dulce: (1) entrevistados informados, con notas iguales o superiores a 90, (2) conocimiento medio, con notas entre 70 y 90, y (3) desinformados, con notas iguales o inferiores a 70. Los resultados fueron analizados con estadística descriptiva para agrupar los entrevistados en las categorías y encontrar diferencias entre los grupos.
Percepción sobre arrecifes coralinos: esta sección se dividió en cuatro temas: (I) visitación: se utilizó una escala de “nunca a siempre” para consultar la frecuencia de visitas a los arrecifes coralinos en el Golfo Dulce. Complementariamente se consultó la cantidad de visitas al arrecife de cada diez salidas de turismo o pesca artesanal al golfo. (II) Factores que amenazan los arrecifes coralinos en Golfo Dulce: se presentaron nueve factores que impactan negativamente los ecosistemas arrecifales y fueron calificados en una escala de percepción de “afecta mucho a nada”. Los factores seleccionados fueron: cambio climático (CC), acidificación de los océanos (AO), desastres naturales, contaminación por pesticidas, sedimentación debido a deforestación, contaminación por embarcaciones, turismo marino, desarrollo costero y sobrepesca. (III) Medidas de manejo de arrecifes coralinos: se hizo una lista de ocho herramientas de manejo y mejor uso de arrecifes coralinos en el Golfo Dulce para que los entrevistados calificaran cada medida en una escala de “muy buena a no funciona”. Otros ítems estuvieron relacionados a la falta de información y el rol del gobierno como limitantes para el adecuado manejo de arrecifes coralinos. (IV) Salud de recursos marinos y el Golfo Dulce: para conocer la percepción de los entrevistados se utilizaron escalas de “muy bien a muy mal” para describir la salud de recursos marinos claves como población de tiburones y pesquerías, la calidad del agua en el golfo y la salud de los arrecifes coralinos. Las respuestas se clasificaron en una percepción positiva o negativa de la salud del Golfo Dulce y sus recursos. Al finalizar, los entrevistados respondieron si la situación de estos recursos marinos y el golfo en diez años será igual, peor o mejor a la actualidad.
Resultados
Evaluación de conocimiento: la nota promedio de respuestas correctas de todos los entrevistados fue de 76. Hubo alta variación en las notas de todos los grupos, donde el grupo “O” obtuvo menores calificaciones en comparación a los grupos PA y T (Tabla 2). Las personas de PA tuvieron una nota promedio de 81 y, el mayor porcentaje (61 %) de entrevistados con un conocimiento medio. El grupo T tuvo el mayor porcentaje de entrevistados informados (42 %) y el menor de desinformados (6 %). El grupo “O”, tuvo el porcentaje más alto de entrevistados desinformados (37 %) y el menor de personas informadas (17 %).
Notas obtenidas / Grades | % entrevistados por categoría de conocimiento / % Interviewees by knowledge category | |||
Grupo / Group | Promedio / Average | Informados / Informed | Medio / Medium | Desinformados / Uninformed |
PA | 81 ± 15 | 25 | 61 | 14 |
T | 85 ± 13 | 42 | 52 | 6 |
O | 64 ± 28 | 17 | 45 | 37 |
Abreviaturas PA: pesca artesanal; T: turismo; O: otros. / Abbreviations PA: artisanal fishing; T: tourism; O: others.
Visitación a los arrecifes coralinos del Golfo Dulce: Más del 50 % de los entrevistados tanto de PA (52 %) como de T (68 %) consideran que la visitación es frecuente (señalado en la encuesta como “casi siempre”). Los entrevistados describieron su percepción acerca del número de visitas, en donde el 59 % de PA y el 51 % de T señalan una visitación a los arrecifes coralinos mayor a cinco de cada diez visitas al Golfo Dulce. Por otro lado, el grupo “O” en su mayoría (58 %) percibe una visitación menor a cinco de cada diez visitas. Más del 50 % de todos los entrevistados señalaron Punta Adela como el sitio de mayor visitación, seguido por los Mogos y Sándalo (Fig. 1).
Factores que amenazan los arrecifes coralinos: Más del 60 % de los entrevistados de PA y T consideran que la sedimentación y la contaminación por agroquímicos son las principales amenazas en el Golfo Dulce (Fig. 2). El grupo “O” coincidió con el impacto negativo de estos factores, aunque en general, fue el grupo que tuvo los mayores porcentajes de entrevistados sin respuesta en cada factor (> 35 %). Según la escala de percepción, el turismo es el factor con más entrevistados de PA y T que no perciben un impacto resultante de estas actividades en arrecifes coralinos. Los resultados reflejan falta de información acerca de la acidificación oceánica y su impacto en arrecifes de coral y el Golfo Dulce, al ser el factor con mayor porcentaje de abstinencia en responder para los tres grupos (PA = 51 %, T = 35 %, O = 61 %).
Medidas de manejo de arrecifes coralinos: El 35 % de los entrevistados de PA y el 40 % de T perciben las boyas fijas de amarre como la mejor medida para el Golfo Dulce (Fig. 3). Para el grupo T, las medidas de índole tradicional como las áreas protegidas y zonificación fueron bien percibidas en comparación con PA. Las vedas pesqueras y pesca selectiva se consideran como medidas que son efectivas y ya están vigentes en el golfo. En general, los entrevistados de los tres grupos perciben que las medidas propuestas pueden ser efectivas para los arrecifes coralinos en el Golfo Dulce. Más del 30 % de los entrevistados de PA y T considera que la restricción de visitas es la medida que no funciona para lograr un adecuado manejo.
Salud de recursos marinos y el Golfo Dulce: Las respuestas no permitieron encontrar una percepción positiva o negativa sobre el estado de salud de los recursos marinos enlistados. Los entrevistados de los tres grupos respondieron en igual proporción sobre un estado bueno, regular o malo. Por otro lado, el 60 % de los entrevistados del grupo PA y T consideran que los recursos marinos y el Golfo Dulce estarán peor en diez años en comparación a la actualidad. El 39 % del grupo “O” coincide con esta visión y el treinta por ciento no respondió al respecto.
Discusión
Evaluación de conocimiento: La ocupación de las personas entrevistadas parece ser determinante en su conocimiento sobre arrecifes coralinos en el Golfo Dulce. Los trabajadores en turismo tienden a dirigir sus actividades a la enseñanza e interpretación ambiental, lo que justifica que sea el grupo con más personas informadas. En respuesta a elementos relevantes, 83 % de los entrevistados no saben que es un coral y un 63 % no tiene clara la definición de un arrecife coralino. El 46 % de las personas desconocía del blanqueamiento de coral como una respuesta al estrés, y, al contrario, señalaron las colonias blanqueadas como las de mayor belleza. No percibir un coral como ser vivo, aunado a la falta de información sobre fenómenos como el blanqueamiento coralino, donde los corales son vulnerables a la mortalidad (Heron et al., 2016), limitan acciones conscientes en pro de los arrecifes coralinos en el Golfo Dulce por parte de los usuarios. Los entrevistados de PA conversaron y mostraron conocimiento sobre la vida marina, sitios en el Golfo Dulce y cambios en el tiempo, los cuales son clave en la planeación de estrategias de conservación y restauración, por lo que es importante proponer espacios donde se pueda recopilar este conocimiento tradicional (Mekonen, 2017). El grupo “O” mostró un menor conocimiento acerca de estos ecosistemas en el golfo, y por ende que la discusión de estos resultados se focalice en el grupo de PA y T.
Visitación a los arrecifes coralinos del Golfo Dulce: Los entrevistados confirman una visitación frecuente a los principales sitios conocidos con formaciones coralinas en el golfo. Las actividades turísticas descritas en estos sitios son snorkel, nadar o bien hacer paradas de apreciación al paisaje. En pesca, la visitación que se describió fue pescar y pelar carnada, sitios de descanso, y en menor cantidad, como sitios objetivo de pesca. Conocer la visitación y uso de los arrecifes coralinos en el Golfo Dulce es necesario para planificar medidas de manejo congruentes con las actividades que se realizan, así como integrar estratégicamente a los usuarios (Jobbins, 2006). El Golfo Dulce fue declarado en el 2010 como un Área Marina de Pesca Responsable (AMPR) y desde entonces las medidas de manejo fueron de orden pesquero según el acuerdo 191 de la Junta Directiva del Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (Acuerdo 191, 2010). A pesar de lo anterior, deja un vacío de manejo basado en los ecosistemas y su vulnerabilidad (SINAC, 2007).
Factores que amenazan los arrecifes coralinos: La sedimentación y contaminación por agroquímicos fueron los factores percibidos como los de mayor impacto negativo en el Golfo Dulce, lo cual concuerda con diversas investigaciones. El efecto de la sedimentación fue reportado por Cortés (1990) como una posible causante de altas tasas de mortalidad coralina en el golfo, esto debido a un aumento de sedimentos por la intensa deforestación (entre 1940 y 1990), el cambio en el uso del suelo y el dragado por minería de oro en Río Tigre (Argos, 2009; Van den Hombergh, 1999). Estudios han demostrado impactos negativos por la sedimentación en los arrecifes coralinos, ya sea por la acumulación excesiva sobre el tejido de coral vivo (Weber et al., 2012), o bien, el efecto de barrera para la penetración de la luz y por ende limitar la capacidad fotosintética de las algas endosimbiontes que proveen de recursos energéticos al coral que las hospeda (Perez III et al., 2014; Wenger et al., 2015).
Las investigaciones también han encontrado un alto riesgo por el transporte de agroquímicos a ecosistemas marino-costeros del Golfo Dulce (Fournier et al., 2019; Sarmento et al., 2015). Fournier et al. (2019) presentaron una estimación de hectáreas (ha) cultivadas de arroz, palma y pastos en el 2012 alrededor de las principales cuencas que desembocan en el golfo y su riesgo por residuos de agroquímicos, siendo el Río Tigre (703 ha), Río Esquinas (2496 ha) y Río Rincón (2171 ha) los de mayor cercanía a los arrecifes de coral. El arroz y la Palma son los cultivos de mayor extensión en esta zona (INDER, 2017). Estos resultados confirman la necesidad de integrar el impacto a ecosistemas marino-costeros en los planes de desarrollo territorial en la Península de Osa y Golfito. Por lo que, los programas de conservación y restauración de ecosistemas marinos también deben contemplar el impacto de los sistemas productivos en el Golfo Dulce.
Los entrevistados señalaron que el cambio climático afecta los arrecifes coralinos, aunque sin entender su impacto real. En cuanto a la acidificación de los océanos, las personas confirmaron que es un tema poco conocido. En general, el cambio climático y el impacto que ocasiona en los arrecifes coralinos se ha documentado científicamente (Heron et al., 2016; Kleypas et al., 1999; Kleypas & Yates, 2009). Los resultados de esta sección de la entrevista reflejan una problemática de desinformación que enfrentan las estrategias de adaptación al cambio climático en las zonas costeras, lo que implica la poca participación de las comunidades locales en la toma de decisiones y acciones.
La evidencia señala que factores de estrés a escala local pueden reducir la resiliencia de los corales ante eventos de mayor escala y perturbación (Carilli et al., 2009; Rogers, 2013), por lo que comunidades y usuarios conscientes de los factores de impacto negativo, aunado a la motivación de actuar activamente para mejorar las condiciones de su entorno, son de especial importancia en beneficio de estos ecosistemas (Keck & Sakdapolrak, 2013).
Medidas de manejo de arrecifes coralinos: Los entrevistados de PA mostraron un menor apoyo a las medidas tradicionales de conservación en comparación a T, esto puede deberse a la forma en que se limita la extracción de recursos de los sitios objetivo de protección y, por ende, afectar sus actividades económicas (Bennett & Dearden, 2014). El AMPR Golfo Dulce ya ha establecido restricción de artes de pesca, pero según los entrevistados se requiere de un mayor patrullaje y monitoreo de cumplimiento de las mismas. El golfo no cuenta con una categoría de manejo basada en ecosistemas que permita delimitar el uso o malas prácticas durante las actividades que se realizan en arrecifes coralinos. A pesar de lo anterior, estos resultados pueden dirigir el esfuerzo de los tomadores de decisiones en el proceso de planeación para el Golfo Dulce y así buscar asegurar el éxito de las medidas que se establezcan (Holmes, 2013; McClanahan et al., 2006). Más del 50 % de los entrevistados considera necesaria la participación del gobierno para asegurar un adecuado uso de los arrecifes coralinos y más del 90 % de las personas en los tres grupos, señaló la falta de información como una limitante para lograr las metas propuestas hacia el Golfo Dulce. Lo anterior permite concluir que es indispensable asegurar un programa de educación marina que fomente la concientización y apropiación de los recursos (Kittinger et al., 2013; Vodouhê et al., 2010).
Salud de recursos marinos y el Golfo Dulce: Esta sección de la encuesta muestra una visión pesimista de los entrevistados sobre la salud y situación en diez años de los ecosistemas y recursos marinos. La motivación y percepción de las personas sobre su entorno se ve reflejado en las acciones e interés con que se desenvuelven diariamente. Las estrategias de manejo deben incluir criterios sociales de este tipo, e integrar en su planificación el empoderamiento de las personas locales sobre la salud de los recursos naturales (Holmes, 2013; Ruiz-Mallén et al., 2015). Según la Constitución Política de República de Costa Rica (1949) en el artículo 50, todas las personas tienen derecho a un ambiente sano y ecológicamente equilibrado, por lo que hay una responsabilidad nacional en fomentar y fortalecer iniciativas que busquen solventar este derecho. Los programas de restauración de arrecifes coralinos deben implementar estrategias de educación, divulgación e integración de las comunidades costeras, con el fin de fomentar la apropiación, motivación y acción en pro de estos importantes ecosistemas (Hesley et al, 2017).
Los resultados de la presente investigación confirman la importancia de conocer la percepción de los usuarios de los arrecifes coralinos al planificar programas de educación, procesos participativos e integración en la conservación y restauración de estos ecosistemas. La dependencia humana hacia los ambientes marinos por recursos, recreación y seguridad alimentaria seguirá aumentando (Gelcich & O’Keeffe, 2016), por lo que una gestión que integre practicas innovadoras y basadas en la ciencia, aunada a la participación social activa, puede ser clave para el futuro de los arrecifes coralinos (Anthony et al., 2017; De la Torre-Castro et al., 2017).
Declaración de ética: los autores declaran que todos están de acuerdo con esta publicación y que han hecho aportes que justifican su autoría; que no hay conflicto de interés de ningún tipo; y que han cumplido con todos los requisitos y procedimientos éticos y legales pertinentes. Todas las fuentes de financiamiento se detallan plena y claramente en la sección de agradecimientos. El respectivo documento legal firmado se encuentra en los archivos de la revista.