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Revista de Biología Tropical

On-line version ISSN 0034-7744Print version ISSN 0034-7744

Rev. biol. trop vol.61 n.1 San José Mar. 2013

 

Hábitos alimentarios del venado cola blanca Odocoileus virginianus (Artiodactyla: Cervidae) en el Parque Natural Sierra Nanchititla, Estado de México

Ulises Aguilera-Reyes1*, Víctor Sánchez-Cordero2*, José Ramírez-Pulido3*, Octavio Monroy-Vilchis1, Georgina Isabel García López1 & Mariusz Janczur1


*Dirección para correspondencia:

Abstract

Food  habits  of  the  white-tailed  deer,  Odocoileus  virginianus  (Artiodactyla:  Cervidae)  in Nanchititla Natural Park, Mexico. White-tailed deer is a species with a large behavioral plasticity and adapta- tion to different habitats, including their food habits. This study was conducted with the aim to determine the food habits of this species in the cloud (BMM) and pine-oak (BPE) forests. Deer scats and plant samples were obtained following standard methods, from Sierra Nanchititla Park in the State of Mexico, from June 1990 to May 1992. A total of 104 deer pellet-groups were collected, and histological analysis for herbivores was used and compared with stock samples of plant tissues collected from the study area. We applied the Spearman correlation and Morisita index to determine alimentary preference. The results showed that the deer consumes 79.44% of plant species from BMM and 20.56% of the BPE. There is a selectivity tendency for 12 of the 14 plant species located in the BMM, while for BPE no tendency was observed. Key species that are part of the elemental diet of the deer in these areas were: Acalypha setosa, Smilax pringlei, Psidium sartorianum and Dendropanax arborea. The consumption of plants did not differ significantly between the dry and rainy seasons in terms of biological form, however, during the dry season there is a tendency to consume trees, and by the end of the rainy season to consume herbs. The data indicate that the deer can be selective with BMM plants, while for the BPE tends to be opportunistic.

Key words: white-tailed deer, food habits, cloud forest, pine-oak forest, Mexico.

Resumen

El  venado cola blanca es una especie  con una gran plasticidad  conductual  y  de   adaptación  en  diferentes hábitat. En el  Parque Sierra Nanchititla en el Estado de México se realizó un estudio para determinar  los hábitos alimentarios en el bosque  mesófilo  de montaña (BMM) y bosque de  pino-encino (BPE). De junio 1990 a mayo 1992 se recolectaron 104 muestras de  excremento  de venado en las dos zonas de  estudio. Aplicamos el índice de Morisita y la correlación de Spearman para determinar la preferencia alimentaria. Se utilizó el análisis histológico de heces fecales para herbívoros las cuales se compararon con muestras de tejidos vegetales de plantas de la zona de estudio. Los resultados muestran que consume el 79.44% de especies vegetales del BMM y 20.56% del BPE. Existe cierta tendencia en la selectividad de 12 de las 14 especies de  plantas  localizadas en el BMM, mientras  que  para el BPE no se aprecia tal tendencia. Las especies clave que for- man parte de la alimentación elemental del venado fueron: Acalypha setosa, Smilax pringlei, Psidium sartorianum y Dendropanax arborea. El consumo de plantas no varió sig- nificativamente entre la época seca y lluviosa en función de  la forma biológica (X2=12, p=0.21). Sin embargo, durante la época seca existe cierta tendencia a consumir árboles y a finales de la época de lluvia a consumir hierbas (Z=1.61, p=0.95). Los datos indican que el venado puede ser selecti- vo con plantas del BMM, mientras que para el BPE tiende a ser oportunista.

Palabras clave: venado cola blanca, hábitos alimentarios, bosque  mesófilo  de  montaña,   bosque  de  pino-encino, México.

La distribución geográfica del venado cola blanca (Odocoileus virginianus) ocurre en la mayor  parte  de  México,  con  excepción  de la península de Baja California y el norte de Sonora (Hall 1981, Ceballos & Oliva 2005). En el centro de México, habita la subespecie Odocoileus  virginianus  miquihuanensis  (Hall 1981,  Ceballos  &  Oliva  2005).  El  conoci- miento de los hábitos alimentarios del venado cola blanca en diferentes hábitat, ha permitido establecer  la  gran  adaptación  de  este  herbívoro  en  diferentes  tipos  de  vegetación,  ya que  consume  especies  herbáceas,  arbustivas y arbóreas, comportándose como una especie oportunista  o  selectiva  según  las  condiciones ecológicas de los sitios en donde habita (Gallina  1978,  1981,  1993,  Narváez  et  al. 1983,  Clemente  1984,  Morales-García  1985, Villarreal & Gabriel 1986, McCullough 1985, Medina-Flores 1986, Di Mare 1994, Vaughan & Rodríguez 1995, Martínez et al. 1997, Colín- Negrete & Bernal-Barragán 2005, Ortega et al. 2011, Hernández-Silva et al. 2011).

El venado puede percibir la calidad de una planta con base en su palatabilidad, consumiendo aquellas partes que son altamente digeribles y le brindan mayores nutrimentos. Para tener acceso a estas características pueden verse obligados a consumir ciertas plantas, aún con el costo que les representa la ingestión de compuestos secundarios que pueden ser tóxicos en menor o mayor medida. Por ejemplo los herbívoros, en épocas de invierno en zonas  templadas o frías donde se reduce la disponibilidad de alimento, consumen aquellas plantas que les reditúan beneficio en el aporte de grasa, aun a costa de que estas plantas contengan los compuestos mencionados (Smith 1991, Provenza et al. 1992, Ernest 1994, Vangilder et al. 1982, Henke et al. 1988, Silva- Villalobos et al. 1999, Arceo et al. 2005, Plata et  al.  2009).  Diversas  técnicas  se  han  usado para determinar los hábitos alimentarios del venado cola blanca. Sin embargo uno de los más utilizados es a través del análisis de los restos de tejido vegetal presentes en los excrementos (Camargo-Sanabria & Mandujano 2011, Gallina 1993, Mandujano 2011).

Los estudios sobre la ecología alimentaria del venado se han desarrollado principalmente en bosques templados, tropicales y semiáridos, en cambio, son escasos en sitios que involucran el Bosque Mesófilo de Montaña (Villarreal- Espino-Barros 2008). Por lo que el presente trabajo tiene como objetivo determinar los hábitos alimentarios del venado cola blanca (Odocoileus virginianus texanus) en este tipo de bosque, y compararlo con los del bosque de pino-encino, así como establecer la posible selectividad en la alimentación entre la época seca y lluviosa y las formas biológicas de las plantas.

Materiales y Métodos

Área   de   estudio:   El   presente   estudio se desarrolló en el Parque Natural Sierra Nanchititla, ubicado en el Municipio de Luvianos en el Estado de México. El Parque se encuentra dividido en dos zonas: una menor de aproximadamente 20ha, donde se localizan alrededor de 20 venados cola blanca (Odocoileus virginianus texanus), y donde fueron liberados cinco venados jóvenes en junio de 1990, y una zona mayor de 1 508ha, donde se encuentra la mayor población. En esta zona, se liberaron 16 venados (Odocoileus virginianus texanus) en septiembre de 1987, y 25 más fueron liberados en agosto de 1988, para un total de 41.

El Parque se localiza en la región Fisiográfica de la Cuenca del Balsas, en la Provincia de la Sierra Madre del Sur, Sub-provincia Depresión del Balsas (INEGI 1987). Las coordenadas de la reserva (RNSN) son, 100º36’49’ - 100º16’03’’ O - 18º45’13’ - 19º 04’22’’ N y cuenta con una extensión de 1 528ha.

Clima: En  las  altitudes  de  700  a  los 2 000msnm, en la región correspondiente a la Depresión del Balsas, las precipitaciones son más abundantes en el verano. La orientación del relieve hacia el sur recibe más insolación y por ello tiene una mayor temperatura promedio que la del Norte, esto condiciona las características climáticas de esta zona, con los climas cálido Awo(w-) hacia los transicionales, cálidos templados, con las variantes más o menos húmedos A(C)w(w) y (A)C(w2)(w), de acuerdo con la clasificación de Köppen, modificada por (García 1981), en los que se definen dos épocas la de estiaje de noviembre a abril y la de lluvias de mayo a octubre.

Vegetación: Todas las variaciones en la riqueza geomorfológica y climática del Parque Estatal dan por resultado diversos tipos de vegetación; en el presente estudio se enlistan, los dos bosques referidos para el presente estudio de acuerdo con Aguilar-Ortigoza (1994) y Zepeda-Gómez & Velázquez-Montes (1999).

Bosque mixto de pino-encino (BPE): Corresponde a la vegetación arbórea en la que dominan  diferentes  especies  de  los  géneros Pinus sp. y Quercus sp. En estos bosques el estrato arbóreo es el dominante y está representado principalmente por Pinus oocarpa, Quercus elliptica, Q. urbanii, Clethra mexicana, Styrax ramirezii y Arbutus xalapensis; entre las arbustivas se encuentran Salvia sessei, Tibouchinis sp. y Fuchsia microphylla; casi no existen herbáceas. En estas zonas muy perturbadas se encuentran grandes espacios abiertos y se llegan a establecer palmas del género Brahea. La mayor parte del bosque presenta algún grado de perturbación por incendios, resinación de pinos y extracción de leña. Dentro de la reserva este tipo de vegetación ocupa 1 225ha, que corresponden al 82% de superficie total.

Bosque  mesófilo  de  montaña  (BMM): Se caracteriza por sus componentes principalmente arbóreos de 15 a 20 metros de alto. Entre los árboles destacan Inga histonii, Matudea triversis, Clusia salvinii, Oreopanax arborea y Eugenia sp. Muy cerca de los ríos se presentan ejemplares de Alnus firmifolia, en claros de este bosque se encuentran estratos arbustivos y herbáceos donde abundan especies de compuestas, gramíneas, rubiáceas, melastomatáceas, selaginelas, equisetos y helechos.

Recolecta de excrementos: Se utilizó un muestreo aleatorio sistemático en la zona de estudio (Bonilla 1991). Cada 15 días se colectaron los excrementos en el campo, desde junio de 1990-mayo de 1992. Se realizaron transectos fijos de 500m de longitud en los dos tipos de vegetación. Los grupos fecales se agruparon de acuerdo con su fecha de colecta, sólo se colectaron aquellos excrementos que se encontraban frescos los cuales fueron en total 104 grupos fecales, 52 en cada tipo de vegetación de los cuales 27 correspondieron a la época de estiaje y 27 a la de lluvia.

Muestreo de la vegetación: Se realizaron muestreos de vegetación en las zonas mejor conservadas del Bosque de Pino-Encino (BPE) y del Bosque Mesófilo de Montaña (BMM). El muestreo se realizó por formas biológicas esto es: estrato herbáceo, arbustivo, arbóreo y lianas. Las variables implícitas fueron; dominancia (ya sea en forma de cobertura o área basal), densidad y frecuencia para obtener el valor de importancia (VI). Estos datos permitieron establecer una relación de selectividad de las zonas donde la especie acostumbra ramonear (Brower 1977). En relación con lo anterior, se utilizó un método distinto para cada uno de los estratos. Para el estrato arbóreo se trazaron cinco líneas Canfield de 100m, tanto en el BPE como en el BMM, cada 20m, con el método de cuadrantes centrados en un punto; de cada una de las especies se obtuvo su VI (Morisita 1959, Cottam & Curtis 1957, Catana 1963). Para el estrato arbustivo, sobre la misma línea se hicieron cinco cuadrantes de 64m2 y se obtuvo también su VI. Para el estrato herbáceo se procedió de la misma forma que en el estrato arbustivo, pero utilizando cuadrantes de 1m2, debido a las características del mismo, y se obtuvieron también los VI (Brower 1977). Las plantas presentes en estas áreas de muestreo se colectaron a fin de determinarlas y practicarles la técnica histológica. Las plantas colectadas fueron determinadas por especialistas de la Facultad de Ciencias de la Universidad Autónoma del Estado de México y depositadas en el herbario de referencia de la misma.

Para demostrar si las especies de plantas son semejantes en los dos tipos de bosques muestreados se aplicó el Índice de Similitud de Morisita (Horn 1966).

Determinación de la alimentación: La determinación de la composición de la alimentación del venado cola blanca, se basó en la técnica histológica para herbívoros propuesta por Holechek et al. (1982), Peña & Habib (1980). Para realizar las observaciones de las muestras de los excrementos en el microscopio, se hicieron cinco preparaciones histológicas permanentes para cada muestra colectada. El trabajo se repitió cada 15 días y durante dos años. Las observaciones consistieron en revisar y registrar las especies de plantas encontradas en 20 campos por preparación, con un micros- copio binocular Zeiss y con objetivos de 40X y oculares de 10X, obteniendo 400 aumentos.
Se acumularon un total de 100 observaciones por muestra. La identificación de las plantas presentes en las preparaciones se efectúo reconociendo características histológicas como: la forma y tamaño de pelos epidérmicos, forma de células epidérmicas y células silíceas, formas de estomas y tricomas, entre otras. Se hicieron preparaciones de plantas (hojas, ramas, frutos y flores) colectadas en los muestreos de los dos tipos de vegetación (Quintanilla et al. 1988). El porcentaje de frecuencia por especie se obtuvo por el número de campos donde apareciera la planta en un total de 100 campos por muestra (Fracker & Brischle 1944).

Observaciones directas preliminares con venados jóvenes: Con la intención de determinar  si  la  técnica  histológica  para  herbívoros era adecuada,  se  introdujeron  cinco  venados jóvenes  (Odocoileus  virginianus  texanus)  en la zona de menor extensión del Parque. Estos venados  fueron separados de su madre desde la primera semana de nacidos y alimentados en forma artificial por tres de los autores del presente trabajo hasta los cinco meses de edad cuando fueron liberados, se observó sus  hábitos alimentarios y se determinó las especies que consumieron. Las observaciones se realizaron por la mañana y por la tarde a lo largo de dos meses. Las plantas consumidas fueron posteriormente verificadas, al colectarse los excrementos y aplicarles la técnica histológica para herbívoros. El porcentaje de eficacia de la técnica histológica aplicada a los venados jóvenes fue del 88.8%, es decir de las 18 especies que consumieron y fueron determinadas por observación directa, 16 fueron correctamente identificadas a través de la técnica histológica.

Determinación de la preferencia alimentaria: Para comprobar si existen preferencias en el consumo de especies de plantas en el BMM, con respecto al BPE, se realizó una sumatoria entre los porcentajes de consumo de alimento para cada tipo de vegetación y se compararon.

Para comprobar si el venado cola blanca es selectivo en la alimentación de especies de plantas en cada tipo de vegetación, se aplicó un análisis de correlación de rangos de Spearman entre los porcentajes de consumo y los valores de importancia (VI) de las especies consumidas, se trabajó con una (p=0.05) (Zar 1984).

Para  verificar  si  existen  diferencias  en el consumo de plantas entre la época seca y lluviosa, se compararon los porcentajes de consumo de las formas biológicas de las plan- tas en ambas épocas, utilizando la prueba de Wald-Wolfowitz, por último, para comprobar la preferencia de plantas en función de su forma biológica, se aplicó una X2 de bondad de ajuste (Zar 1984).

Resultados

El Índice de Similitud de Morisita aplicado a la vegetación permitió establecer que las comunidades vegetales son diferentes florísticamente, en los dos tipos de bosque muestreados, dado que el índice obtenido fue de:
1M=0.35, lo que indicó un valor muy bajo de especies de plantas similares dada su frecuencia y cobertura (Horn 1966 citado por Krebs 1989).

En la vegetación del BMM, destaca un pasto de la familia Poaceae (Panicum sp) con (12.3 de VI), para el caso de las herbáceas, en cuanto al estrato arbustivo: Psidium guajava fue la única planta que consumió el venado con (3.0 de VI); mientras que de las especies arbóreas, destaca Psidium sartorianum con (73.5 de VI) (Cuadro 1). Con respecto al Bosque de Pinoncino (BPE), se encontró que una sola especie fue la consumida por el venado en el estrato herbáceo: Vaccinium geminiflorum teniendo un VI de 22.2; para el estrato arbustivo: Gliciridium sepium fue la que obtuvo el VI mayor con un (38.9), finalmente de la vegetación arbórea, dos encinos: Quercus sp. y Quercus rugosa obtuvieron valores de importancia de 21 y 64 respectivamente (Cuadro 1).

De las especies de plantas que formaron parte de la alimentación de los venados se observa  que  tres  especies  fueron  preferidas para su consumo en el BMM: Acalypha setosa con (18.02%), Smilax pringlei con (16.91%) y Psidium sartorianum con (11.71%), además de otras once especies que tuvieron porcentajes de consumo menores (Cuadro 1); en el BPE, destacan cuatro especies como las más consumidas por los venados: Clethra mexicana, con 5.31%, Asissanthera cuadrata 4.18%, Clethra aleoides 2.56% y Hedyosmum mexicanum 2.08%, el resto, es decir seis especies más, tuvieron porcentajes de consumo menores al 2% (Cuadro 1). En total 24 especies de plantas fueron consumidas por los venados, 15 del BMM y 9 del BPE, todas ellas diferentes. Esto refleja la composición distinta de cada tipo de vegetación (Cuadro 1). La sumatoria de los porcentajes de consumo de especies vegetales para cada tipo de vegetación manifiesta claramente que el 79.44% del consumo se dirigió a especies localizadas en el BMM, mientras que el 20.56% fue para las especies localizadas en el BPE (Cuadro 2).

Cuatro especies fueron consumidas por los venados en zonas perturbadas del BPE; Cuphea procumbens con el (23.69%), Pteridium aquilinum 3.83% y dos especies más no determinadas lo que indica la movilidad de los venados en la búsqueda de recursos alimentarios.

La  correlación  de  rangos  de  Spearman para determinar la relación entre el valor de importancia de las plantas y el porcentaje de consumo en el BMM, no muestran una relación entre las dos variables analizadas (rs =-0.111, p<0.05). Para el BPE los cálculos muestran una correlación muy baja (rs=0.383, p<0.05). Con respecto al BPE la correlación fue rs=0.383, p<0.05, lo que indica una baja correlación. Por otro lado, el consumo alimenticio de plantas durante la época seca y lluviosa no mostró diferencias significativas (Z=1.608, p=0.949) (Fig. 1).

La prueba de X2 aplicada muestra que el consumo alimenticio en función de la forma biológica  de  las  plantas  no  es  significativo (X2=12, p=0.213) aunque existe tendencia a consumir mayormente especies del estrato arbóreo (Fig. 2).

Discusión

Los venados consumieron en total 28 especies: 15 del Bosque Mesófilo de Montaña  (BMM), nueve del Bosque de Pino Encino (BPE) y cuatro de las partes perturbadas del BPE. Se apreciaron tres grados de preferencias de consumo: tres especies de alto consumo mayores al 11%, siete de consumo moderado mayores  al  2%  y  14  de  consumo  menor  o igual al 2% (Cuadro 1). De las nueve especies consumidas por los venados en el BPE cuatro fueron consumidas moderadamente y seis fueron de bajo consumo. Una de las predicciones del presente estudio propone que podría ocurrir un consumo mayor en el BMM con respecto al BPE. EL 79.44% del total consumido se realizó hacia 15 especies del BMM, mientras que tan sólo el 20.56% fueron producto del consumo de nueve especies del BPE con lo cual, aunque  no  se  pudo  comprobar  estadísticamente la primera hipótesis, los datos son indicativos de que ésta puede ser correcta. Se considera que la preferencia de consumo de plantas del BMM por parte de los venados radica en la más amplia  disponibilidad  (en  espacio  y  tiempo) de alimento a lo largo del año. Así mismo, el BMM provee a estos cérvidos de una mayor cobertura, lo cual es otra razón por la que consumieron plantas de este tipo de vegetación, pues les es posible reducir los riesgos de depredación, sobre todo después del ramoneo cuando se echan y rumian (Villarreal & Gabriel 1986). Posiblemente este sea de los primeros estudios efectuado sobre hábitos alimentarios de esta especie en un BMM.

Cuatro    especies fueron consumidas por  los  venados  en  las  zonas  perturbadas del BPE, entre estas plantas, cabe destacar a Pteridium aquilinum, un helecho indicador de  perturbación y que está presente en algunas zonas del área de estudio. Al respecto, varios autores comentan la necesidad de algunos herbívoros de consumir especies que les provean de nutrientes o energía a pesar de poseer compuestos secundarios, como en el caso de este helecho, para llevar a cabo sus funciones vitales (Church 1988, McArthur et al. 1991, Ernest 1994, Provenza 1995, Silva-Villalobos et al. 1999, Colín-Negrete & Bernal-Barragán 2005). Durante la temporada seca disminuye sustancialmente la disponibilidad de alimento y posiblemente los venados tiendan a consumir helechos como el que se menciona. Esto apoya lo citado por otros autores toda vez que P. aquilinum fue consumida sólo durante la época seca (Stanley-Smith  1992, Aguilar-Ortigoza  1994, Zepeda-Gómez & Velázquez-Montes 1998).

La baja relación entre los porcentajes de consumo y los VI que consumieron los venados en el BMM, indica que los venados están siendo selectivos, vgr: 12 de las 14 especies fueron seleccionadas para su consumo aun cuando estas plantas obtuvieron VI bajos. En particular destacan dos especies como altamente seleccionadas: A. setosa y S. pringlei; sin embargo, en el muestreo realizado no se encontró a S. pringlei, por lo que no se obtuvo su VI, por lo que sólo se puede afirmar que hubo una fuerte selectividad hacia A. setosa.

Con respecto a la correlación aplicada a los porcentajes de consumo y los VI de las especies de plantas en el BPE, se obtuvo un valor que indica una correlación alta, es decir, los venados consumen estas especies por la frecuencia y oportunidad en esta época de lluvias y porque pueden tener altos valores nutrimentales.

Comparando las dos épocas, se puede observar  que  A.  setosa  fue  consumida  tanto en época de lluvias como en seca, por lo que pudiera tratarse de una especie clave de consumo, posiblemente por la calidad y cantidad de nutrientes que esta especie posee a pesar de no tener un VI alto (5%). Esto muestra la necesidad de efectuar estudios comparativos de tipo bromatológico de esta especie con otras en el área de estudio. Algunos autores mencionan que  los  herbívoros  poseen  una  desarrollada capacidad  para  detectar  los  nutrientes  que las  plantas  poseen,  a  través  del  olfato  y  el sabor (Church 1988, Provenza 1995, Plata et al. 2009). De probarse el mayor valor nutritivo de A. Setosa, en programas de mejoras de hábitat para el manejo de fauna silvestre como el venado, esta especie sería una de las que  tendrían  que  favorecerse  (Gallina  et  al. 1981, Villarreal & Gabriel1986, Gallina 1993, Sánchez-Carrillo 2011).

Por  otra  parte,  las  especies  C.  procumbens y D. arborea que se consumieron en alto porcentaje durante la época de lluvias, junto con D. drakeana, serían otras especies que debieran de tomarse en cuenta, pues también fueron fuertemente preferidas por los venados para su consumo.

El consumo de plantas en el estrato arbóreo fue el mayormente consumido con 31.79%, mientras que el arbustivo fue el de menor consumo con 15.37%. La prueba de X2 aplicada a la variación de los hábitos alimentarios de los venados cola blanca a lo largo del año en función de la forma biológica no fue significativa, sin embargo durante el mes de abril, consumieron mayormente árboles. Esto se debe a que disminuye substancialmente la disponibilidad de alimento del estrato herbáceo, dado que son los últimos meses de estiaje y por lo tanto, los venados dirigen su atención al estrato arbóreo. Durante el mes de noviembre consumieron mayormente  hierbas  lo  que  resulta  razonable si tomamos en cuenta que la abundancia y  frecuencia  de  esta  forma  biológica  estuvo más disponible.

Con base en la variación de la alimentación entre la época seca y la época de lluvia, el resultado de la prueba estadística no fue significativo; esto quiere decir que no existe una tendencia a preferir algún estrato biológico en determinada época del año. En este sentido se comportan de manera similar a como lo refieren otros autores en  estudios  realizados  en  diferentes  regiones de México y Centroamérica donde predominan los bosques templados y tropicales (Narváez et al. 1983, Clemente 1984, Medina-Flores 1986, Di Mare 1994, Silva-Villalobos 1999, Arceo et al. 2005, Villarreal-Espino-Barros et al. 2008, Hernández-Silva et al. 2011, Sánchez-Carrillo et al. 2011, González & Briones-Salas 2012).

Del presente estudio se concluye que los venados prefirieron consumir especies vegetales del Bosque Mesófilo de Montaña (79.44%) con respecto a las del Bosque de Pino-encino (20.56%). Los datos permiten establecer cierta tendencia  demostrable  en  la  selectividad  de 12 de las 14 especies de plantas localizadas en el BMM, mientras que para el BPE no se aprecia tal tendencia. Además, las especies clave que forman parte de la alimentación elemental de los venados fueron: Acalypha setosa, Smilax pringlei, Psidium sartorianum y Dendropanax arborea.

Agradecimientos

Al Personal de la Comisión Estatal de Parques Naturales y de la Fauna del Gobierno del Estado de México por las facilidades otorgadas para la realización de la presente investigación. A Carmen Zepeda Gómez, por el apoyo en la determinación  de  las  especies  de  plantas. A Oscar Sánchez, Guillermina Flores, Victoria Rivas Manzano por sus valiosas aportaciones al manuscrito.


Referencias

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*Correspondencia:

Ulises Aguilera-Reyes. Centro de Investigación en Recursos Bióticos, Facultad de Ciencias, Universidad Autónoma del Estado de México. Instituto Literario No. 100 Oriente, Colonia Centro, Toluca, Estado de México 50000. México; uaguilera22@gmail.com
Víctor Sánchez-Cordero. Departamento de Zoología, Instituto de Biología, U.N.A.M. Circuito exterior s/n, Ciudad  Universitaria, Copilco, Coyoacán. A.P. 70-153/70-233 México, Distrito Federal. C.P. 04510; victor@ibiologia.unam.mx
José Ramírez-Pulido. Departamento de Biología, División de C.B.S Universidad Autónoma Metropolitana.  Unidad Iztapalapa, Av. San Rafael Atlixco No. 186, Col. Vicentina C.P.09340 Del. Iztapalapa México D.F.; jrp@xanum.uam.mx
Octavio Monroy-Vilchis. Centro de Investigación en Recursos Bióticos, Facultad de Ciencias, Universidad Autónoma del Estado de México. Instituto Literario No. 100 Oriente, Colonia Centro, Toluca, Estado de México 50000. México.
Georgina Isabel García López. Centro de Investigación en Recursos Bióticos, Facultad de Ciencias, Universidad Autónoma del Estado de México. Instituto Literario No. 100 Oriente, Colonia Centro, Toluca, Estado de México 50000. México.
Mariusz Janczur. Centro de Investigación en Recursos Bióticos, Facultad de Ciencias, Universidad Autónoma del Estado de México. Instituto Literario No. 100 Oriente, Colonia Centro, Toluca, Estado de México 50000. México.
1.    Centro de Investigación en Recursos Bióticos, Facultad de Ciencias, Universidad Autónoma del Estado de México.
Instituto Literario No. 100 Oriente, Colonia Centro, Toluca, Estado de México 50000. México; uaguilera22@gmail.com
2.    Departamento de Zoología, Instituto de Biología, U.N.A.M. Circuito exterior s/n, Ciudad  Universitaria, Copilco, Coyoacán. A.P. 70-153/70-233 México, Distrito Federal. C.P. 04510; victor@ibiologia.unam.mx
3.    Departamento de Biología, División de C.B.S Universidad Autónoma Metropolitana.  Unidad Iztapalapa, Av. San Rafael Atlixco No. 186, Col. Vicentina C.P.09340 Del. Iztapalapa México D.F.; jrp@xanum.uam.mx

Recibido 14-XI-2011. Corregido 20-VII-2012. Aceptado 21-VIII-2012.

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