Abstract
This
paper analyzes
the work
situation in Costa Rica and Colombia through the review of the labour
law’s of each country. At the same time, it takes some of the
statistics of International Labour Organization (ILO) build for the
region about this topic. The purpose of that is to count with element
that allow to compare the reality of the labour market, learn lessons,
and understand in a clear way how it shows the phenomenon in the this
countries and find out If Colombia and Costa Rica are advancing to the
gold of decent labour conditions for the workers.
Keywords: Labour market, labor
scene, laws, Colombia, Costa Rica, Decent Labour
Resumen
Este
artículo
analiza la
situación del mercado laboral en Costa Rica y Colombia a
través de la revisión de los marcos legales existentes en
dichos países. Al mismo tiempo se tomará los resultados
estadísticos que la Organización Internacional del
Trabajo (OIT) elabora para la región respecto al tema, esto con
el fin de contar con elementos de comparación que permitan
interpretar la realidad del mercado laboral, extraer lecciones y
comprender de manera clara cómo se presenta este fenómeno
en los países seleccionados. Así las cosas contar con
suficientes elementos que indiquen si en Colombia en Costa Rica se
avanza hacia la obtención por parte de los trabajadores del
Trabajo Decente.
Palabras claves: Mercado laboral,
panorama laboral, legislación, Colombia, Costa Rica, Trabajo
decente
Presentación
Las reformas
estructurales de
principios de los 90 fueron denominador común en los estados
latinoamericanos, sin embargo la aplicación y profundidad de su
ejecución presentó varianzas significativas en cada uno
de los países de la región. Entre estas, un tema de la
mayor importancia fueron las reformas a la normatividad laboral. A
partir de la parcial eliminación, o en algunos casos
supresión, del Estado de Bienestar, y la emergencia del mercado
como eje central, los estados nacionales modificaron sus leyes con el
fin de adaptarse a este nuevo panorama.
La aplicación
de dichas
reformas se realizó inicialmente con el fin de mejorar las
condiciones laborales al tiempo que se creía posible aliviar la
carga fiscal de los estados que, bajo la lógica neoliberal, se
habían vuelto insostenibles financieramente, todo esto
vía privatización, fomento a la inversión
extranjera directa y promoción de las pequeñas y medianas
empresas. Los años han demostrado que dicho propósito no
fue alcanzado. En mayor o menor medida el panorama laboral actual en la
región dista mucho de la calidad esperada por los trabajadores.
Por el contrario, a medida que pasan los años y las reformas se
profundizan cada vez más, la calidad en el empleo y por ende la
calidad de vida se precariza. Hasta el 2008, si bien la región
se encontraba en un lustro de expansión económica y
algunas cifras laborales empezaron a mostrar mejoría, no es
posible afirmar que la tendencia acrecentada en los 90 presente signos
reales de cambio estructural, ahora bien, habrá que evaluar con
fuerte atención los impactos que la crisis económica
mundial de 2009 traerá a los trabajadores de la región.
El propósito
de este
artículo es analizar la situación del mercado laboral en
Costa Rica y Colombia a través de la revisión de los
marcos legales existentes en dichos países. Al mismo tiempo se
tomará los resultados estadísticos que la
Organización Internacional del Trabajo (OIT) elabora para la
región respecto al tema, esto con el fin de contar con elementos
de comparación que permitan interpretar la realidad del mercado
laboral, extraer lecciones y comprender de manera clara cómo se
presenta este fenómeno en los países seleccionados.
Así las cosas contar con suficientes elementos que indiquen si
en Colombia o en Costa Rica se avanza hacia la obtención por
parte de los trabajadores del Trabajo Decente.
Colombia y Costa Rica
Estos países
fueron
seleccionados porque es posible encontrar elementos de análisis
que permiten realizar comparaciones: tanto Costa Rica como Colombia
presentan, en términos formales, unas de las democracias
más consolidadas de América Latina y han mantenido una
buena estabilidad política pese a las dificultades en el plano
económico y social de las últimas dos décadas. Al
mismo tiempo presentan diferencias profundas. Costa Rica fue el primer
país en abolir el ejército (1948), mientras que Colombia
aún vive bajo un conflicto social de carácter armado que
se encuentra entre los más antiguos del mundo y que no presenta
indicios claros de finalizar en el mediano plazo. Asimismo, si bien son
economías que en términos macroeconómicos han
funcionado de manera afortunada en los últimos años,
también presentan diferencias sociales importantes. Costa Rica
cuenta con uno de los mejores Índices de Desarrollo Humano de
Latinoamérica, en contraste, Colombia muestra un IDH bajo, lo
cual ofrece un primer diferenciador importante en la calidad de vida
comparada entre estos países.
Los datos iniciales
empiezan a
marcar algunas diferencias en términos generales. A
continuación, se desarrollará bajo el mismo esquema los
aspectos en materia laboral reseñados previamente (normatividad
y panorama) con el fin de encontrar similares hallazgos.
Normatividad laboral: Colombia y
Costa Rica
Los códigos
laborales
costarricense y colombiano son contemporáneos (1943 y 1950). La
promulgación del Código del Trabajo en Costa Rica se dio
bajo la presidencia de Rafael Ángel Calderón (1940 –
1944), bastante polémica porque si bien tuvo un carácter
reformista es innegable el papel histórico que el mandatario
terminaría desarrollando en la historia costarricense al llevar
a cabo un rol protagónico en la guerra civil de 1948. En el caso
colombiano, el Código Sustantivo del Trabajo sale a la luz
durante la administración conservadora de Laureano Gómez
en plena época de la violencia, luchas partidistas y
conformación del conflicto armado moderno.
En este aparte se
identificaran
elementos medulares de cada uno de los códigos laborales
costarricense y colombiano1, con el fin de establecer
posibles
diferencias entre ambos marcos jurídicos. Por limitaciones de
espacio, el texto se centrará de manera general en los
siguientes aspectos: Principios generales del derecho, contrato de
trabajo, jornada de trabajo, vacaciones, salario, suspensión y/o
terminación del contrato laboral, riesgos profesionales, trabajo
adolescente, libertad sindical, negociación colectiva,
conflictos colectivos y sindicalización en empleados
públicos.
En términos
generales la
filosofía que inspira los códigos es similar.
Fundamentalmente buscan la armonía en las relaciones de trabajo
y favorecen el mínimo de derechos y garantías para los
trabajadores. Es significativo el hecho de que Costa Rica reconozca,
dentro de sus posibilidades jurídicas, el proteger a
trabajadores costarricenses fuera del país bajo las condiciones
previas establecidas.
Para efectos
jurídicos no
existen diferencias sustanciales en la concepción de lo
qué es un contrato de trabajo. La revisión de la
normatividad muestra que se conciben de manera similar y que las
diferencias son mínimas. No obstante, se presenta un tema
crítico: el caso de los contratos de servicios y por
outsourcing. Más
allá de la definición normativa
que muestra similitud, tanto en el caso colombiano como en el
costarricense existe un alto de riesgo de mala utilización del
contrato de tercerización propiciando su uso para evadir la
responsabilidad prestacional de los empleadores. En la misma
línea, el contrato de aprendizaje colombiano, si bien es una
alternativa interesante para insertarse al mercado laboral, el hecho de
que su duración máxima sea de 3 años puede
redundar en abuso de esta forma de contratación para evitar
pagar salarios altos a profesionales calificados.
Respecto a la
jornada de trabajo,
Costa Rica y Colombia mantienen una jornada estándar de 8 horas
diarias y 48 horas a la semana. Sin embargo, y esto no es un tema
menor, es significativo el caso colombiano donde se concibe la jornada
diurna hasta las 10 p.m. (reforma laboral 20022), pues esta
medida
lejos de favorecer las condiciones laborales de los trabajadores
propicia su detrimento al eliminar al asalariado la posibilidad de
recibir el pago de horas que históricamente fueron consideradas
nocturnas.
En este caso es
claro que en
Colombia, al referirse en términos de días hábiles
y no por semanas le da al trabajador la oportunidad de contar con mayor
tiempo de descanso. Con todo, el permitir la acumulación de
periodos de vacaciones a los trabajadores atentaría contra su
calidad de vida al no propiciar el descanso necesario tras el
año laboral.
Se concibe de manera
similar la
noción de salario y salario mínimo. Sin embargo, Costa
Rica regula el pago del salario mínimo y ofrece garantías
jurídicas a los trabajadores para restituir este derecho en caso
de ser violentado. El código laboral colombiano presenta
vacíos en esta materia. Sobre los montos actuales del salario
mínimo en Colombia y Costa Rica se volverá en la
siguiente sección del texto.
En cuanto a la
suspensión
y/o terminación del contrato laboral, las regulaciones son
suficientes para trabajadores y empleadores, sin mostrar diferencias
significativas.
En el caso de los
riegos
profesionales se observan grandes diferencias entre el caso colombiano
y el costarricense. El régimen laboral del país
centroamericano ofrece mayor cobertura de los riesgos en el trabajo,
protegiendo incluso el trayecto hacia el sitio de labores, lo cual
corrobra el hecho de que Costa Rica tenga un régimen de
bienestar de alta calidad y que su Índice de Desarrollo Humano
sea considerado alto por Naciones Unidas. Por el otro lado, el caso
colombiano, si bien muestra cobertura, muestra también
ambigüedad. Esto se corrobora en el hecho de que la
administración de la salud en Colombia venga en franco deterioro
a partir de la promulgación de la Ley 100 de 1993, que bajo los
parámetros neoliberales privatizó un sector
neurálgico para el país como fue la salud, pensiones y,
en general, todo lo relacionado con la seguridad social de los
colombianos.
Si bien los dos
países
permiten el trabajo adolescente y establecen regulaciones sobre
cómo debe ser conducido para evitar abusos. A diferencia del
caso costarricense, que establece un límite claro con respecto a
la edad mínima de trabajo (15 años), Colombia no lo hace
dejando un umbral incluso menor a los 14 años dependiendo de las
circunstancias, lo cual plantea un tema serio en la agenda, no solo de
estos países, sino a nivel internacional: el trabajo infantil.
El tema sobre las
libertades
sindicales cobra importancia en los dos países seleccionados, si
bien la normatividad legal establecida en los códigos laborales
está diseñada para proteger y preservar el derecho de
asociación, la realidad muestra indicios que no concuerdan con
lo promulgado en las normas. Tanto los códigos costarricense
como colombiano tienen en su contenido la protección positiva de
los sindicatos y sus miembros, el libre derecho de asociación,
el fuero sindical, los mecanismos para la resolución de
conflictos y el derecho a la huelga, sin embargo es evidente que,
más allá de la norma, existe un sesgo estigmatizador
hacia el sindicalismo que se presenta con mayor o menor fuerza en los
países objeto de estudio.
En Costa Rica por
ejemplo, es clara
la tendencia a ejercer presión sobre la conformación de
sindicatos, si bien en 1992 el sindicalismo logró la
aprobación de la Ley 7360 sobre fuero sindical y lograron
incluir el tema de las libertades sindicales en la agenda de la
Concertación Nacional en 1993, muchas medidas no fueron
aprobadas o ni siquiera fueron redactadas en proyectos. Así,
hacia 2001 una Comisión de la OIT subrayó que “desde
hacía años, la Comisión de Expertos y el
Comité de Libertad Sindical venían constatando
divergencia entre la legislación nacional y las prácticas
nacionales -encontrando que - existen grandes deficiencias en materia
de protección efectiva del derecho, en muchos casos por ausencia
de procedimientos adecuados para tal efecto, o bien por regulaciones
deficientes o confusas.”3
El caso colombiano
es aún
más preocupante. “Colombia atraviesa por una muy particular
situación política que contribuye a consolidar un
ambiente hostil para el ejercicio de los derechos laborales y las
libertades sindicales: En primer lugar, el proceso de
reestructuración de los grupos paramilitares y la crisis por la
que atraviesa el proceso de paz con estos grupos, mantiene el nivel de
amenazas y hechos violentos contra el sindicalismo, lo que se ve
agravado por una práctica cada vez más común y
recurrente del Presidente de la República y de altos
funcionarios y funcionarias del gobierno, que realizan declaraciones en
contra de la legitimidad del sindicalismo, vinculándolo con los
grupos guerrilleros, o justificando la violencia antisindical como una
violencia entre los actores armados del conflicto, señalando de
paso que el sindicalismo es parte de alguno de ellos”4. Con
todo, no es
gratuito que la OIT y varios organismos internacionales hayan declarado
al país como el lugar más peligroso del mundo para
ejercer la actividad sindical.
La recurrente
amenaza a las
libertades sindicales que caracterizan a estos países afecta la
negociación colectiva. Al estar insertos en un entorno que busca
coartar la libertad sindical y desestimular la proliferación de
movimientos de trabajadores es claro que, más allá de lo
expresado en las normas, la negociación colectiva se encuentra
en franco declive. El caso colombiano se agudiza más debido al
conflicto armado del cual los sindicatos son víctimas
importantes. Asimismo figuras legales como el Pacto Colectivo, cuya
finalidad misma se traduce en el desestímulo a la
afiliación a movimientos sindicales atentan contra la
negociación colectiva. La figura del Contrato Sindical, si bien
está presente, es casi inexistente en la práctica.
Basado en lo
anterior, la
consecuencia lógica es asumir que los conflictos colectivos y,
esencialmente, la facultad de los trabajadores para reclamar por la
restitución de sus derechos presenta importantes fracturas en la
práctica. Con todo, la supresión del esquirolaje,
típico varias décadas atrás, es una importante
victoria de los trabajadores. Por otro lado, la figura del paro en
Costa Rica es interesante, pues regula de manera explícita la
posibilidad de los empleadores a parar por sus derechos, el caso
colombiano no muestra ninguna reglamentación al respecto.
En última
instancia, la
observación de las normas como la realidad laboral de los dos
países permite reafirmar la existencia de un fuerte sesgo
antisindical, por desgracia, no es posible profundizar sobre el tema en
este texto, así que se marcan algunas líneas generales al
respecto.
Por último,
en el tema de
los servidores públicos no existen diferencias significativas en
cuanto a su regulación. En Colombia y Costa Rica estos se
guían por disposiciones distintas a los códigos laborales
y, si bien tienen posibilidad del derecho de asociación, la
huelga y el reclamo de sus derechos no tienen las mismas libertades que
el resto de la base trabajadora.
Panorama laboral: Colombia – Costa
Rica
Una vez revisados
los aspectos
generales de la normatividad laboral para Colombia y Costa Rica se pasa
a la segunda parte de este texto que busca interpretar la
situación actual del mercado laboral en los países
seleccionados. Para esto, se recurre principalmente a los datos
estadísticos que ofrece la OIT en su texto anual Panorama
Laboral 2007. Esta publicación recoge de manera
sistemática los resultados de la Encuesta Nacional de Hogares
elaborada por el Departamento Administrativo Nacional de
Estadística (DANE) en Colombia y por el Instituto Nacional de
Estadísticas y Censos en Costa Rica (INEC).
Salario mínimo
En Colombia el
salario
mínimo legal vigente5 está fijado actualmente
alrededor
de USD$ 230 por mes, ubicándose dentro de la media de la
región. Costa Rica es el país que más alto paga el
salario mínimo6 en Centroamérica, USD$ 243 por
mes.
Ahora, si bien comparativamente Colombia y Costa Rica muestran un
salario mínimo similar, es importante tener en cuenta la ventaja
en la paridad del poder adquisitivo (PPA) del país
Centroamericano. A los costarricenses les alcanza más con su
salario mínimo que a los colombianos. Con todo, los salarios
siguen estando muy por debajo de los más altos en la
región (Argentina y Venezuela).
Costo de vida
En términos
del costo vida,
los dos países muestran un claro descenso en los últimos
once años, siendo más regular en Colombia, quien a partir
del año 2000 muestra una inflación de solo un
dígito.
Indicadores de desempleo
El caso
costarricense muestra que
en materia de desempleo ha mantenido un nivel de estabilidad en las
últimas décadas sin presentar oscilaciones fuertes al
alza o la baja en la tasa del desempleo nacional. Por el contrario,
Colombia muestra un fuerte nivel de desempleo a finales de la
década del 90, duplicando en 1999 la tasa de de 1990.
Actualmente, si bien dista de la situación de Costa Rica, el
caso colombiano ha presentado disminución en su tasa de
desocupación. A nivel latinoamericano, Costa Rica siempre ha
estado por debajo del promedio de la región. Colombia se ha
ubicado por encima del promedio, a una distancia considerable de la
media continental.
Ahora, es importante
identificar
dentro de este indicador el grado informalidad en el empleo. Se
entiende por empleo informal aquel que “comprende a los trabajadores
cuya relación de trabajo no está sujeta a la
legislación laboral nacional, el impuesto sobre la renta, la
protección social o determinadas prestaciones relacionadas con
el empleo, ya se ocupen estos en empresas del sector formal, empresas
del sector informal, o en hogares.”7 De acuerdo a la OIT el
caso
colombiano muestra una población de aproximadamente 51.5%, hacia
el año 2006, que se encontraba en este sector de la
economía. Costa Rica, hacia el año 2000, mostraba que un
32.8% de la población económicamente activa se encontraba
en este sector.8 Por otro lado, el nivel de
sindicalización en
la población trabajadora de estos países es casi
insignificante. De acuerdo a estadísticas del DANE (datos
aproximados a 2005) de las 17’288.703 personas que componen la base
trabajadora colombiana, sólo un 4,6% de ellas (831.047)
pertenecían a un sindicato.9 En Costa Rica se presenta una
situación similar, de los 1.8 millones de personas que componen
la base trabajadora, solo 165.000 (9%) se encuentran sindicalizadas.10
Las cifras demuestran la fuerte renuencia hacia los sindicatos que se
había mencionado en la primera parte del texto.
Conviene ahora
centrar la
atención en asuntos de género y empleo juvenil, temas de
complejo manejo en los dos países.
Si se examina la
tasa de desempleo
por género es común a los dos casos que las mujeres
terminen siendo las mayores perjudicadas por la falta de oportunidades
laborales al ubicarse siempre por encima del promedio nacional.
La situación
no presenta
mejoría paras los jóvenes trabajadores, en ambos casos
las tasas de desocupación para la población menor de 24
años es excesivamente elevada respecto al promedio nacional,
llegando en algunos años de la muestra a superarlo casi en un
100%.
Indicadores de ocupación
En términos
de
participación y ocupación, la relación entre la
población económicamente activa y el número de
personas que integran la población en edad de trabajar que se
encuentra buscando su ingreso al mercado laboral (participación)
o que ya está ocupada en el mismo (ocupación) no presenta
diferencias sustanciales entre Colombia y Costa Rica. En
términos generales, desde el 90 a la actualidad, las tasas
presentan una evolución similar siendo ligeramente más
altas en Colombia en términos de participación más
no en ocupación. En ambos casos están muy cerca del
promedio latinoamericano.
La
observación del empleo
urbano según la rama de actividad económica y sexo
permite corroborar tendencias similares para ambos países.
Inicialmente se observa un leve aumento en el sector de la agricultura,
sin embargo no es significativo y se sostiene la tendencia a ser un
trabajo esencialmente masculino. Los datos muestran también una
disminución considerable en el empleo en el sector industrial;
en este caso existen diferencias en cuanto a género en Colombia
y Costa Rica, el caso colombiano muestra una distribución
similar durante todo el periodo, el costarricense muestra que a partir
de la reducción general se ha presentado una mayor
reducción en el empleo femenino. El comercio, al igual que la
agricultura, muestra un leve aumento pero en este caso la
distribución en el empleo es similar entre hombres y mujeres.
Transporte, almacenamiento y telecomunicaciones muestran un incremento
sustancial de las cifras de 1990 tanto en Colombia (hasta 1995) como en
Costa Rica (hasta 2000), a partir de este momento el empleo en este
sector se estabiliza. Por último, es significativo el sector de
los servicios que ubica la mayor cantidad de población en los
dos países y que muestra un marcado crecimiento de más de
12 puntos porcentuales entre 1990 y 2006; este sector tiene una mayor
participación del sector femenino al ubicarse por encima del 40%
en los dos países y al mostrar reducción en la
participación masculina al ubicarla aproximadamente en un 15%.
El dato es relevante, pues aquí es donde se encuentran la mayor
cantidad contratos por servicios profesionales o de outsourcing, lo
cual serviría de indicio para pensar que la población
ubicada en esta categoría hace parte de un sector casi informal,
sin mayores protecciones a su seguridad social y que nuevamente las
mujeres son las más afectadas por este problema.
Indicadores de Protección
Social
En el caso de los
trabajadores con
protección de salud y/o pensiones se presentan las mayores
diferencias. Si bien Colombia muestra un incremento sustancial en la
protección de la salud, el caso de las pensiones es
extremadamente preocupante: en 2006, 7 de cada 10 colombianos que
hacían parte de la población económicamente activa
no contaban con un programa de pensiones. Costa Rica, corroborando el
hecho de contar un sistema de seguridad social líder en la
región, muestra mejores cifras de protección, no obstante
el nuevo siglo indica leves disminuciones en la protección
social de los trabajadores. En ambos casos el sector no asalariado de
la población económicamente activa (independientes)
presenta signos preocupantes en seguridad social, claro está que
es mucho más crítica la situación colombiana en
comparación con la cobertura costarricense.
Conclusiones: ¿Avanzan
Colombia y Costa Rica hacia el trabajo decente?
De acuerdo a la OIT,
el trabajo
decente se resume en “las aspiraciones de las personas en su vida
laboral, aspiraciones en relación a oportunidades e ingresos;
derechos, voz y reconocimiento; estabilidad familiar y desarrollo
personal; justicia e igualdad de género.”11 En la misma
línea este “puede ser sintetizado en cuatro objetivos
estratégicos: principios y derechos fundamentales en el trabajo
y normas laborales internacionales; oportunidades de empleo e ingresos;
protección y seguridad social; y diálogo social y
tripartismo.”12 Bajo esta
concepción se concibe la importancia
del trabajo decente como mecanismo para reducir la pobreza y lograr
espacios más equitativos, inclusivos y sostenibles para los
trabajadores sin importar el género, el sector de la
economía al cual pertenecen ni la rama en la cual se
desempeñan. Basado en lo anterior se pueden se pueden formular
las siguientes conclusiones del ejercicio:
•
En primer lugar
se debe marcar el carácter general nacional con que se aborda el
texto. Sin lugar a dudas un estudio más profundo de
carácter intranacional resultaría útil para una
mejor comprensión del fenómeno que se ha tratado de
describir.
•
En materia de
normatividad laboral Colombia y Costa Rica presentan legislación
similar con aparente mayor protección en el caso costarricense.
Un elemento importante en este aspecto son las reformas que han sufrido
los códigos en las últimas dos décadas respecto a
la aparición de nuevas formas de contratación que, al
buscar la flexibilización en el empleo, afectan de manera
directa la calidad de vida de los trabajadores.
•
Si bien la
concepción de los códigos laborales es de norma
mínima para los derechos, se presentan algunos vacíos que
afectan la forma de contratación y las libertades sindicales.
•
En cuanto al
desempleo, es claro que se evidencia una mejor situación de lado
costarricense que en el colombiano. Sin embargo, en ambos casos es
contundente que los principales afectados por este tema son las mujeres
y los jóvenes profesionales.
•
El elevado
número de trabajadores en el sector informal es preocupante. Si
bien en Costa Rica esta proporción es menor, los dos
países tienen un porcentaje alto de trabajadores informales, lo
cual lo ubica lejos del concepto de trabajo decente impulsado por la
OIT.
•
La libertad
sindical no es un tema menor en ambos países. El fuerte sesgo
antisindical ha propiciado una baja tasa de asociación,
limitaciones al derecho de huelga y, en general, importantes
violaciones al libre derecho de asociación.
•
Costa Rica
tiene una ventaja importante en cuanto al tema de la protección
social al mostrar altos indicadores de protección para su base
trabajadora. Este es un tema crítico en Colombia que afecta a la
mayoría de su población económicamente activa.
Citas y notas
1 Para evitar
dificultades en la
lectura. En este aparte no se citará todos los ítems que
se consignarán. Sin embargo se aclara que las fuentes en este
caso son: Código de Trabajo de Costa Rica (1943) y Código
Sustantivo de Trabajo de Colombia (1950). En ambos casos se
tendrán en cuenta las reformas posteriores.
2 Para mayor
información puede ver la Ley 785 de 2002.
3
Asociación Nacional
de Empleados Públicos y Privados -ANEP-. “Cronología de
hechos sobre libertad sindical a partir de la Concertación
Nacional”. [en línea]. Disponible en:
http://www.anep.or.cr/leer.php/751
4 Central
Unitaria de
Trabajadores de Colombia. “Los derechos laborales y las libertades
sindicales en Colombia”. Gente Nueva, p. 15
5 Decreto 4965
de 2007.
Presidencia de la República de Colombia.
6 Decreto
34114-MTSS de 2007.
Presidencia de la República de Costa Rica.
7
Organización
Internacional del Trabajo. Panorama Laboral 2007: América Latina
y el Caribe. OIT. p. 27.
8 Davis,
Shelton; Estanislao
Gacitúa y Carlos Sojo (Edits.) .2004. Desafíos del
desarrollo social en Centroamérica, San José: FLACSO,
Proyecto Estado de la Región. “El desafío de la equidad
social”. En: El Proyecto. Segundo Informe sobre Desarrollo Humano en
Centroamérica y Panamá, San José: El Proyecto,
2003, p. 67.
9 Central
Unitaria de
Trabajadores de Colombia, “Los derechos laborales”…p. 82.
10 Diario
Nación.
Disminuye afiliación de trabajadores ticos a sindicatos. [en
línea]. Disponible en:
http://www.nacion.com/ln_ee/2007/junio/21/pais1140362.html.
Junio 21 de
2007.
11
Organización
Internacional del Trabajo. “Trabajo decente para todos”. [en
línea]. Disponible en:
http://www.ilo.org/global/About_the_ILO/Mainpillars/WhatisDecentWork/lang--es/index.htm
12
Organización
Internacional del Trabajo. Trabajo decente…
Correspondencia a: Francisco Torres
Gómez:
Profesional en Comunicación y Relaciones Corporativas,
Universidad de Medellín, Colombia. Máster en Estudios
Latinoamericanos por la Universidad Nacional de San Martín,
Argentina. Correo electrónico:ftorres24@gmail.com
Fecha de recepción: 26 de
mayo 2009 - Fecha de aceptación: 18 de setiembre 2009