0377-94240377-9424S0377-942420100002000020012201000122010342129143Aplicación y comparación de métodos univariados para evaluar la estabilidad en maíces del Valle Toluca-Atlacomulco, México
Andrés González1/*, Delfina de Jesús Pérez*, Jaime Sahagún**, Omar Franco*, Edgar Jesús Morales*, Martín Rubí*, Francisco Gutiérrez*, Artemio Balbuena*
1 Correo electrónico: agonzalezh@uaemex.mx * Facultad de Ciencias Agrícolas, Centro de Investigación y Estudios Avanzados en Fitomejoramiento, Universidad Autónoma del Estado de México, Campus Universitario El Cerrillo Piedras Blancas, Toluca, Estado de México. ** Programa Universitario de Investigación y Servicios en Olericultura, Departamento de Fitotecnia, Universidad Autónoma Chapingo, Estado de México.
El objetivo de este estudio fue aplicar 6 métodos univariados para evaluar la estabilidad de 25 genotipos de maíz (Zea mays L.) de los Valles Altos de México. Los genotipos fueron evaluados en 4 ambientes bajo un diseño de bloques completos al azar, con 4 repeticiones por ambiente. Con los datos del rendimiento de ]]>
i) y el coeficiente de variación (CVi) de Francis y Kannenberg, los parámetros de estabilidad (bi y S2di ) de Eberhart y Russell, la ecovalencia (Wi) de Wricke, la varianza de estabilidad (σi2) de Shukla, los índices no parámetricos (Si(1) y Si ]]>
(2)) de Huehn, y la medida de superioridad de un cultivar (Pi) de Lin y Binns. Los resultados mostraron que Chalqueño, ETA 13, H-40, San Lucas y VS-46E tuvieron los índices de estabilidad más pequeños. La metodología del biplot identificó a estos 5 genotipos, así como a Ixtlahuaca y HIT-3 como variedades estables y de alto rendimiento (de 5,92 a 7,91 t.ha-1). La metodología del biplot indicó que RG, bi, Pi y CVi, ]]>
i, Wi , σi2, Si(1), Si(2) y S2di. Chalqueño y ETA 13 pertenecen a la raza Chalqueño, Ixtlahuaca y San Lucas fueron identificadas en la raza Cónico, mientras que H-40, HIT-3 y VS-46E tienen germoplasma de otras razas, por lo que éstos podrían ]]>
Palabras clave:Zea mays L., índices de estabilidad univariados, análisis de componentes principales.
Abstract
Aplication and comparison of univariate methods to evaluate the maize ]]>
The objective of this study was to apply 6 univariate methods to evaluate the stability of 25 maize (Zea mays L.) genotypes of Mexico’s highlands. The genotypes were evaluated in 4 environments, under a randomized complete block design, with 4 replications per environment. A combined analysis of variance with grain yield data was performed. The stability indexes calculated were Francis and Kannenberg’s standard deviation (Si) and coefficient ]]>
i ), Eberhart and Russell’s stability parameters (bi and S2di), Wricke’s ecovalence (Wi ), Shukla’s stability variance ( σi2 ), Huehn’s nonparametric measures (Si(1) and Si(2)), and Lin and Binns’ assessment of cultivar superiority (Pi). The results showed that almost all genotypes were classified as stable with 6 methods; ]]>
-1). The biplot methodology also indicated that RG, bi, Pi y CVi were correlated, but they had little or no association with Si, Wi, σi2, Si(1), ]]>
i (2) and S2di indexes. Chalqueño and ETA 13 are Chalqueño race, Ixtlahuaca and San Lucas were identified as Cónico race, whereas and H-40, HIT-3, and VS-46E belong to other races, so these genotypes could be employed for increased the grain yield and the stability of maize in this region of Mexico.
Keywords:
Zea mays L., univariate stability indexes, principal components analysis.
Introducción
El entendimiento de la ]]>
En el Valle Toluca–Atlacomulco, México, se siembran 250 000 ha de maíz y un 85% de esta superficie se establece comercialmente ]]>
-1 (Niño et al. 1998, Herrera et al. 2002), pero actualmente se han liberado híbridos que tienen rendimientos de grano potencial hasta de 12,0 t.ha-1; sin embargo en la literatura especializada existe poca información sobre ]]>
]]>
Materiales y Métodos
Descripción del área experimental
]]>
Este estudio se realizó en el año 2004 en 4 ambientes de los Valles Altos del Centro de México, representados por El Cerrillo Piedras Blancas (2 fechas de siembra), Metepec y Jocotitlán, localidades situadas en el Valle Toluca– Atlacomulco, estado de México. El Cerrillo está localizado a 19°17’ de latitud norte (LN), 99°39’ de longitud oeste (LO), a una altitud de 2640 m, su clima es templado húmedo, con suelo vertisol y precipitación media anual ]]>
Material ]]>
Se consideraron 25 genotipos: 12 criollos que podrían ser representativos de las 4 razas descritas por Wellhausen et al. (1951) y 13 híbridos formados con germoplasma de esas y otras razas de Valles Altos del Centro de México (Cuadro 1; González et ]]>
Diseño y tamaño de la parcela experimental ]]>
Los 25 genotipos de maíz fueron evaluados en 4 experimentos conducidos en campo bajo un diseño experimental de bloques completos al azar; se emplearon 4 repeticiones para cada uno de los 4 experimentos. La parcela experimental era de 3 surcos de 6,0 m de longitud y 0,80 m de ancho; en cada surco hubo 33 plantas distanciadas a 0,20 m (62 500 plantas.ha-1); el surco central fue la unidad ]]>
Manejo ]]>
Los 4 experimentos se sembraron manualmente los días 7 (Jocotitlán, con riego de presiembra), 12 (El Cerrillo, fecha 1 con riego de presiembra), 14 (Metepec) y 26 (El Cerrillo, fecha 2) de abril de 2004. La fertilización se hizo con el tratamiento 140N-80P-30K; en la siembra se aplicó el 50% del nitrógeno y todo el fósforo y el potasio y el otro 50% ]]>
-1. La maleza se controló mecánica y químicamente; en este último caso se aplicó 1,0 l y 1,0 kg.ha-1 de 2,4-D amina y atrazina, respectivamente disueltos en 200 l de agua.
Análisis estadístico ]]>
El rendimiento de grano (RG) en cada uno de los 4 experimentos se calculó con las plantas cosechadas en la UEU. Posteriormente se ajustó por plantas faltantes con la formula de Iowa (González et al. 2008) y por humedad (14%) y se registró en t.ha-1. Las técnicas estadísticas empleadas fueron el análisis de varianza individual y el que resultó de ]]>
Los datos fueron sometidos a las pruebas de normalidad de Shapiro y Wilk y la de homogeneidad de varianzas de Bartlett (Steel y Torrie 1980), antes de aplicar los métodos univariados para estudiar la interacción genotipo x ambiente y la estabilidad de los genotipos de maíz. Los métodos utilizados fueron la desviación estándar (Si) y el coeficiente de ]]>
i) de Francis y Kannenberg (1978), los parámetros de estabilidad (bi y S2di) de Eberhart y Russell (1966), la ecovalencia (Wi) de Wricke (1962), la varianza de estabilidad (σ2i) de Shukla (1972), los índices no paramétricos (Si(1) y Si(2)) de Huehn (Nassar y Hühn ]]>
i) de Lin y Binns (1988); la aplicación se hizo en la forma como lo sugirieron Castañón y Tosquy (1996) y Rodríguez et al. (2002).
El análisis de varianza para un diseño experimental de bloques completos al azar para evaluar genotipos en varios ambientes se ]]>
Yijk = μ+Aj+R(A)k(j)+Gi+(GA)ij+εijk
Donde: μ es la media ]]>
i, Aj y (GA)ij son los efectos de genotipos, ambientes e interacción genotipo x ambiente, respectivamente; R(A)k(j) es el efecto de repeticiones anidadas dentro de ambientes; y εijk el error experimental de la ijk-ésima observación.
]]>
Si genotipos es considerado como factor de efectos fijos y ambientes y repeticiones como factores de efectos aleatorios, las pruebas de F son iguales a las presentadas por Sahagún (1998), para el modelo con restricciones sobre los parámetros de efectos fijos (genotipos).
La desviación estándar y el coeficiente de ]]>
El índice de superioridad de Lin y Binns (1988) surgió de la necesidad de contar con una medida de estabilidad cuando el ]]>
La ecovalencia (Wi) ]]>
i pequeños son considerados como estables. Este índice y la varianza de estabilidad de Shukla (1972) clasifican a los genotipos de manera similar.
La varianza de ]]>
Los índices no paramétricos de Huehn (Nassar y Hühn 1987) se basan en la asignación de rangos por ambientes, después se calcula la suma de diferencias absolutas de los rangos del genotipo i con respecto a otros genotipos a través de los ambientes y la varianza entre rangos del genotipo i sobre ]]>
Los parámetros de estabilidad de Eberhart y Russell (1966) incluyen al coeficiente de regresión y a la varianza de las desviaciones de regresión de cada genotipo; el primero se calcula con base en el efecto ambiental (índice ambiental), considerado fijo, y representa la respuesta de un genotipo al mejorar ]]>
En el Cuadro 2 se muestran las ]]>
i) también se puede determinar con una prueba de t.
El rendimiento de ]]>
Resultados y Discusión
Análisis de ]]>
El anava para rendimiento de grano detectó diferencias significativas entre ambientes (A), entre genotipos (G) y en la interacción GxA (Cuadro 3); ]]>
González et ]]>
Cuadro 3), debido principalmente a un incremento en los porcentajes de acame y pudrición de mazorca causada por Fusarium moniliforme.
Las diferencias en rendimiento ]]>
Cuadro 3) son atribuibles al tipo de variedad (criollo o híbrido) y probablemente, a la raza a la que pertenecen (particularmente en el caso de los criollos); los 12 criollos pertenecen a las razas Palomero Toluqueño, Cacahuacintle, Cónico y Chalqueño, y los 13 híbridos tienen germoplasma de Cónico, Chalqueño y razas de otros países (González et al. 2008); el cambio de posición de los genotipos a través de los ambientes refleja la significancia de la IGA. Crossa (1990) y ]]>
-1 y los primeros respondieron mejor en las localidades de Metepec y Jocotitlán.
En la primera fecha de siembra plantada en El Cerrillo (A1), los ]]>
-1 (Cuadro 4). H-90E produjo el mayor rendimiento de grano (7,71 t.ha-1) y fue estadísticamente diferente de Z-60, HIT-7, AS.820, HIT-3, VS-46E, los 6 Cacahuacintles y Palomero Toluqueño (medias entre 3,77 y 5,21 t.ha-1).
En la segunda fecha ]]>
Cuadro 4). H-90E fue el mejor genotipo (7,09 t.ha-1) y superó significativamente a Gavilán, AS-721, Z-60, HIT-7, AS-820, los 6 Cacahuacintles y a Palomero Toluqueño (medias entre 3,66 y 4,70 t.ha-1).
En Metepec (A3) la diferencia en el rendimiento de grano promedio entre los híbridos y los criollos fue de 2,06 t.ha-1 (Cuadro 4). H-90E tuvo el mayor rendimiento (10,82 t.ha-1) pero sólo difirió estadísticamente de AS-721, Z-60, HIT-3, San Lucas, Ixtlahuaca, VS-46E, los 6 Cacahuacintles y Palomero ]]>
-1).
En Jocotitlán (A4) los híbridos superaron, en promedio, a los criollos en 1,61 t.ha-1 (Cuadro 4). H-44 fue el mejor genotipo (9,58 t.ha-1) pero sólo se diferenció estadísticamente de AS-820, los 6 Cacahuacintles y Palomero ]]>
Los resultados anteriores indican que los genotipos con mayor rendimiento de grano a través de los 4 ambientes (X) fueron H-90E, H-44, H-40, H-33, ETA 13, Cóndor, AS-722, Chalqueño y Negro (de 8,71 a 7,12 t.ha-1; Cuadro 4). ]]>
-1, pero comparada con la raza Cónico, ETA 13 sólo difirió ]]>
Cuadro 4). Niño et al. (1998) concluyeron que las variedades criollas identificadas como Ixtlahuaca y ETA 13 produjeron 6,42 y 6,45 t.ha-1. La superioridad de H-40 sobre H-33 fue detectada por Velásquez et al. (2005); en punta de riego, en humedad residual, y en temporal favorable, su diferencia fue de 1,58; 1,27 y 1,78 t.ha-1, respectivamente. Los rendimientos de los 6 Cacahuacintles se ubicaron dentro del intervalo proporcionado por González et al. (2006), que fue de 4,06 a 6,37 t.ha-1. La identificación de ]]>
-1, y al promediar entre ambientes, el mejor de ellos produjo 6,4 t.ha-1.
Aún cuando ]]>
-1) y Cacahuacintle (entre 4,47 y 5,08 t.ha-1), las 2 últimas, por presentar granos reventadores o harinosos, respectivamente, tienen mayor demanda y un precio hasta 6 veces mayor (Arellano et al. 2003, González et al. 2006). La importancia de Palomero Toluqueño y Cacahuacintle también se ha reflejado en los ]]>
Índices de estabilidad
]]>
Los 6 métodos clasificaron a la mayoría de las variedades como estables o deseables (Cuadro 4). Al aplicar los métodos de Shukla (1972) y Wricke (1962) se observó (Cuadro 4) que los genotipos identificados como inestables al 5% fueron H-90E, Cacahuacintle 5 y Palomero Toluqueño; el resto se clasificaron como estables, aunque de ellos, VS-46E, HIT-3, H-40, Chalqueño, San Lucas y ETA 13 fueron los que presentaron las varianzas de estabilidad (σ2i) y las ecovalencias (Wi) más pequeñas.
Con los índices de Huehn (Si(1) y Si(2)) se detectó que sólo Palomero Toluqueño y AS-722 fueron inestables (p<0,05). VS-46E, HIT-3, H-40, San Lucas, Ixtlahuaca, Chalqueño y ETA 13 presentaron los índices más pequeños (Cuadro 4).
En el método de Eberhart y Russell (1966) se observó que los Cacahuacintles 6 y 2 (bi) y H-90E (S2di) fueron inestables (p<0,05). Los genotipos deseables, con coeficientes y desviaciones de regresión cercanos a 1 y 0, respectivamente, fueron Chalqueño, ETA 13, H-33, H-40, HIT-3, Ixtlahuaca y VS-46E (Cuadro 4).
Los 2 índices de Francis y Kannenberg (1978) produjeron resultados similares (Cuadro 4); los genotipos estables o deseables, con rendimiento alto (RG) y coeficiente de variación (CV) bajo fueron Ixtlahuaca, Z-60, San Lucas, AS-721, Gavilán, Negro, AS-722, Chalqueño, Cóndor, H-33, y H-40.
Con la medida de superioridad de un cultivar (Pi) de Lin y Binns (1988) se detectó que Z-60, Ixtlahuaca, AS-721, San Lucas, Gavilán, Negro, AS-722, Cóndor, Chalqueño, H-33, H-40, ETA 13, H-44 y H-90E tuvieron los mayores rendimientos e índices pequeños de Pi (Cuadro 4).
De los resultados anteriores se puede concluir que los 6 métodos de estabilidad univariados identificaron a Chalqueño, ETA 13, H-40, San Lucas y VS-46E como los genotipos con los valores más pequeños y, por lo tanto, los más deseables. A excepción de VS-46E, las otras 4 variedades tuvieron rendimientos mayores que el promedio general (6,37 t.ha-1).
Análisis de componentes principales
La estabilidad estática o biológica está relacionada con varianzas pequeñas para rendimiento entre ambientes, pero no es deseable ya que un genotipo así no responde a la aplicación de mayores insumos o a mejoras agronómicas o del ambiente. Por otra parte, la estabilidad dinámica o agronómica implica que un genotipo es estable porque su comportamiento en cada ambiente corresponde al nivel estimado, por lo que este concepto es de gran importancia para los agrónomos y fitomejoradores, quienes prefieren genotipos de alto rendimiento y con el potencial de responder a la aplicación de más insumos o a mejoras ambientales (Sabaghnia et al. 2006).
El análisis de componentes principales aplicado al conjunto de datos integrado por rendimiento de grano y los 6 índices de estabilidad indicó que los componentes 1 (60,0%) y 2 (21,7%) explicaron casi un 2,0% de la variación original (Cuadro 5). Estos resultados sugieren que las correlaciones aproximadas que se pueden detectar en el biplot pueden interpretarse confiablemente (Sánchez 1995). Al analizar la distribución de los 25 genotipos de maíz (Cuadro 6) en el biplot de la Figura 1 se identificaron 2 grupos: el primero incluyó a Palomero Toluqueño (22), Cacahuacintle (4 a 9), Cónico (20 y 23), Chalqueño (11), H-40 (15) y HIT-3 (18), mientras que en el otro grupo se localizó a ETA 13 (12) y Negro (21), de la raza Chalqueño, y a la mayoría de los híbridos formados con germoplasma de las razas Cónico, Chalqueño y otras. La raza Chalqueño (Cónico x Tuxpeño), empleada para derivar líneas que formaron al mejor genotipo (H-90E), así como las combinaciones entre líneas de esta raza y del CIMMYT, derivadas de germoplasma templado de Valles Altos de otros países, como H-44 (7,92 t.ha-1), podrían contribuir a una mejor explotación de la heterosis interracial en los Valles Altos del Centro de México.
]]>
La CP1 separó a RG y bi del resto de los índices (Figura 1,
Cuadro 7). Flores et al. (1998) y Sabaghnia et al. (2006) cuando emplearon otros métodos de componentes principales observaron resultados similares. En el biplot también se observó que Si, Si(1), Si(2), σ2i, Wi y S2di estuvieron estrechamente relacionados, por lo que presentaron gran similitud en la definición de genotipos. Sabaghnia et al. (2006) concluyeron que ]]>
i, Si(1), Si(2), σ2i, Wi y S2di, permiten identificar genotipos de alta estabilidad y rendimientos aceptables, pero los índices que están correlacionados negativamente con RG, como CVi y Pi, no deben ser recomendados para la selección de cultivares ]]>
En la Figura 1 también se observó que Si y CVi clasificaron a los genotipos de manera similar, lo cual se explica por ]]>
i. Kang et al. (1987) mostraron que σ2i y Wi, son, matemáticamente, el mismo índice y recomendaron al primero debido a la simplicidad en su cálculo. Los índices Si(1) y Si(2) se basan en rangos y están estrechamente asociados, pero el primero es más fácil de ]]>
Triticum aestivum L., Huehn 1990) y remolacha azucarera (Beta vulgaris L., Piepho y Lotito 1992), σ2i, Wi, Si(1) y Si(2) clasificaron a los genotipos en ]]>
i fue independiente de σ2i, Wi, Si(1), Si(2) y S2di , por lo que los parámetros de ]]>
i en cualquier combinación con σ2i, Wi, Si(1), Si(2), producirán resultados diferentes. La no asociación lineal entre RG y S2di que se observó en la presente investigación también fue detectada por Pham y Kang ]]>
i estuvieron correlacionados y ambos no tuvieron relación con S2di .
El método de Eberhart y Russell (1966) es muy popular en la literatura especializada, pero ha sido muy criticado debido a la dependencia de los efectos ambientales de las variedades usadas y la no linealidad de las respuestas de éstas al medio ambiente (Shukla ]]>
σ2i y Wi dan la contribución total de la suma de cuadrados de la ]]>
i y S2di mayor que 1 e igual a 0, respectivamente, tienen respuesta buena a ambientes favorables y son consistentes, mientras que los que tienen un índice menor a 1 e igual que 0 presentan respuesta buena a ambientes desfavorables y son consistentes. Los genotipos estables, o sea, los de mayor adaptabilidad, son los que tienen valores de 1 y 0, respectivamente. ]]>
Los resultados anteriores sugieren también que uno de los índices no paramétricos (Si(1) ó Si(2)) podría emplearse en sustitución de Si, σ2i, Wi y S2di. ]]>
La alta correlación negativa y significativa que se ]]>
i (Figura 1) se explica por el hecho de que el segundo se calcula a partir de suma de cuadrados de las diferencias entre el genotipo de interés con respecto al genotipo de mayor rendimiento para cada ambiente (Mi), por lo que al incrementarse el RG las diferencias con relación a la máxima respuesta son más pequeñas; además, Pi representa al cuadrado ]]>
i, determina la adaptabilidad de un genotipo (Lin y Binns 1988). Kang y Pham (1991) presentaron resultados similares.
Los resultados del presente estudio coincidieron parcialmente con la clasificación de índices de estabilidad realizados por ]]>
i2 y CVi), el segundo considera a un genotipo como estable si su respuesta es paralela a la de la media de todos los genotipos evaluados (como bi, con b=1 como estable, σ2i y Wi), y el tercero, asociado al ideal de un genotipo con desviaciones de ]]>
2di). Flores et al. (1998) clasificaron en un grupo a Pi, CVi y al rendimiento, los parámetros de Eberhart y Russell (1966) y la varianza de Shukla (1972) fueron asignados a un segundo grupo, y los índices no parámetricos de Huehn (Nassar y Hühn 1987) fueron considerados en un tercer grupo.
]]>
Del análisis de componentes principales se puede deducir que VS-46E (24), HIT-3 (18), San Lucas (23), Ixtlahuaca (20), H-40 (15) y Chalqueño (11) fueron los genotipos más estables o deseables, debido a que no presentaron interacción positiva con ninguno de los índices de estabilidad en 3 de los 4 cuadrantes del biplot (Figura 1). Los 6 métodos de estabilidad univariados también identificaron a 5 de estos 7 genotipos como deseables ]]>
Cuadro 4). Chalqueño y ETA 13 pertenecen a la raza Chalqueño, Ixtlahuaca y San Lucas a la raza Cónico y H-40, HIT-3 y VS-46E tienen germoplasma de otras, por lo que se sugiere emplearlas en un programa de mejoramiento genético para incrementar el rendimiento de grano y la estabilidad de los maíces del Valle Toluca-Atlacomulco, México.
Literatura citada
Arellano J.L., Tut C., Maria A., Salinas Y., Taboada O.R. 2003. Maíz azul de los Valles Altos de México. I. Rendimiento de grano y caracteres agronómicos. Revista Fitotecnia Mexicana ]]>
26:101-108. [ Links ]
Carballo A., Márquez F. 1970. Comparación de variedades de maíz de El Bajío y la Mesa Central por su rendimiento y estabilidad. Agrociencia 5:129-146. [ Links ]
Castañón G., Tosquy O.H. 1996. Análisis de la interacción genotipo–ambiente en híbridos tropicales de maíz (Zea mays L.) con diferentes métodos. Revista Fitotecnia Mexicana 19(2):141-150. [ Links ]
Crossa J. 1990. Statistical analysis of multilocations trials. Advances in Agronomy 44:55-85. [ Links ]
Eberhart S.A., Russell W.A. 1966. Stability parameters for comparing varieties. Crop Science 6:36-40. [ Links ]
Flores F., Moreno T., Cubero J.I. 1998. A camparison of univariate and multivariate methods to analyze GxE interaction. Field Crops Research 56:271-286. [ Links ]
Francis T.R., Kannenberg L.W. 1978. Yield stability studies in short season maize. I. A descriptive method for grouping genotypes. Canadian Journal of Plant Science 58:1029-1034. [ Links ]
Gámez A.J., Ávila M.A., Angeles H., Díaz C., Ramírez H., Alejo A., Terrón A. 1996. Híbridos y variedades de maíz liberados por el INIFAP hasta 1996. Publicación Especial Nº. 16, Toluca, México, 102 p. [ Links ]
González A., Sahagún J., Pérez D.J., Domínguez A., Serrato R., Landeros V., Dorantes E. 2006. Diversidad fenotípica del maíz Cacahuacintle en El Valle de Toluca, México. Revista Fitotecnia Mexicana 29 (3):255-261. [ Links ]
González A., Vázquez L.M., Sahagún J., Rodríguez J.E. 2008. Diversidad fenotípica de variedades e híbridos de maíz en el Valle Toluca, Atlacomulco, México. Revista Fitotecnia Mexicana 31(01):67-76. [ Links ]
Herrera B.E., Castillo F., Sánchez J.J., Hernández J.M., Delgado A. 2002. Uso de semilla criolla y caracteres de mazorca para la selección de semilla de maíz en México. Revista Fitotecnia Mexicana 25:17-24. [ Links ]
Huehn M. 1990. Nonparametric measures of phenotypic stability. Part 1: Theory. Euphytica 47:189-194. [ Links ]
Huehn M. 1996. Nonparametric analysis of genotype x environment interaction by ranks, pp. 235-271. In: M.S. Kang y H.G. Gauch, Jr (eds.). Genotype-byenvironment interaction. CRC Press LLC, Boca Raton, New York. [ Links ]
Kang M.S., Miller J.D., Darrah L. 1987. A note on relationship between stability variance and ecovalence. Journal of Heredity 78:107. [ Links ]
Kang M.S., Pham H.N. 1991. Simultaneous selection for high yielding and stable crop genotypes. Agronomy Journal 83:161-165. [ Links ]
Lin C.S., Binns M.R., Lefkovitch L.P. 1986. Stability analysis: Where do we stand? Crop Science 26:894- 900. [ Links ]
Lin C.S., Binns M.R. 1988. A superiority measure of cultivar performance for cultivar x location data. Canadian Journal of Plant Science 68:193-198. [ Links ]
Márquez F. 1992. La interacción genético-ambiental en genotecnia vegetal. In: Memorias del Simposio interacción genotipo-ambiente en genotencia vegetal. 26 y 27 de marzo, Sociedad Mexicana de Fitogenética. Guadalajara, Jalisco, pp: 1-27. [ Links ]
Martínez A. 1988. Diseños experimentales, métodos y elementos de teoría. Editorial Trillas, México, D. F., 756 p. [ Links ]
Mejía J.A., Molina J.D. 2003. Cambios de estabilidad en el rendimiento de variedades tropicales de maíz. Revista Fitotecnia Mexicana 26:89-94. [ Links ]
Nassar R., Hühn M. 1987. Studies on estimation of phenotypic stability: Test of significance for non parametric measures of phenotypic stability. Biometrics 43:45-53. [ Links ]
Nava F., Mejía J.A. 2002. Evaluación de maíces precoces e intermedios en Valles Altos Centrales de México. II. Divergencia genética. Revista Fitotecnia Mexicana 25:187-192. [ Links ]
Niño V., Nicolás C., Pérez D.J., González A. 1998. Estudio de trece híbridos y cinco variedades de maíz en tres localidades del Valle Toluca-Atlacomulco. Revista Ciencias Agrícolas Informa 12:33-43. [ Links ]
Pham H.N., Kang M.S. 1988. Interrelationships among and repeatability of several stability statistics estimated from international maize trials. Crop Science 28:925-928. [ Links ]
Piepho H.P., Lotito S. 1992. Rank correlation among parametric and nonparametric measures of phenotypic stability. Euphytica 64:221-225. [ Links ]
Rodríguez J.E., Sahagún J., Villaseñor H.E., Molina J.D., Martínez A. 2002. Estabilidad de siete variedades comerciales de trigo (Triticum aestivum L.) de temporal. Revista Fitotecnia Mexicana 25(2): 43-151. [ Links ]
Sabaghnia N., Dehghani H., Sabaghpour S.H. 2006. Nonparametric methods for interpreting genotype x environment interaction of lentil genotypes. Crop Science 46:1100-1106. [ Links ]
Sahagún J. 1998. Evaluaciones genotípicas en series de experimentos. Germen Nº. 14. Sociedad Mexicana de Fitogenética, 40 p. [ Links ]
Sánchez J.J. 1995. El análisis biplot en clasificación. Revista Fitotecnia Mexicana 18:188-203. [ Links ]
Shukla G.K. 1972. Some statistical aspects of partitioning genotype-environmental components of variability. Heredity 29(2):237-245. [ Links ]
Steel R.G.D., Torrie J.H. 1980. Bioestadística: Principios y Procedimientos. 2ª Edición. McGraw Hill. Colombia. [ Links ]
Velázquez G.A., Tut C., Lothrop J., Virgen J., Salinas Y. 2005. H-40, híbrido de maíz de grano blanco para los Valles Altos de México. Folleto técnico Nº. 21, Centro de Investigación Regional del Centro, Campo Experimental Valle de México, INIFAP, 23 p. [ Links ]
Wricke G. 1962. On a method of understanding the biological diversity in field research. Z. Pflanzenzuchtg 47:92-96. [ Links ]
Wellhausen E.J., Roberts L.M., Hernández E., en colaboración con Mangelsdorf C. 1951. Razas de maíz en México: su origen, características y distribución. Folleto técnico Nº. 5. Oficina de Estudios Especiales, Secretaría de Agricultura y Ganadería, México, D.F., 237 p. [ Links ]
Correspondencia a: Andrés González. Facultad de Ciencias Agrícolas, Centro de Investigación y Estudios Avanzados en Fitomejoramiento, Universidad Autónoma del Estado de México, Campus Universitario El Cerrillo Piedras Blancas, Toluca, Estado de México. Correo electrónico: agonzalezh@uaemex.mx Delfina de Jesús Pérez, Omar Franco, Edgar Jesús Morales, Martín Rubí, Francisco Gutiérrez & Artemio Balbuena. Facultad de Ciencias Agrícolas, Centro de Investigación y Estudios Avanzados en Fitomejoramiento, Universidad Autónoma del Estado de México, Campus Universitario El Cerrillo Piedras Blancas, Toluca, Estado de México. ]]>
Jaime Sahagún. Programa Universitario de Investigación y Servicios en Olericultura, Departamento de Fitotecnia, Universidad Autónoma Chapingo, Estado de México.