Plantas asociadas a los bosques de Abies guatemalensis (Pinaceae) del occidente de Guatemala Plants associated to Abies guatemalensis (Pinaceae)forests in Western Guatemala
The fragments of Abies guatemalensis forests in Western Guatemala are the reservoirs of plant species that have been poorly documented, missing the opportunity to expand the knowledge of the local flora and its use in conservation planning. To assess this, a floristic study was done in areas between 2 950-3 360masl in Western Guatemala between 2010-2011. Ten locations were sampled: in each a 500m2 plot was surveyed, and plants were classified in four strata by plant height (0.05-30m). A total of 119 species, 92 genera and 50 families in four divisions were found. The families with more species were Asteraceae, Poaceae, Rosaceae, Lamiaceae, Apiaceae and Solanaceae, and the most abundant genera were Salvia, Alchemilla and Bidens. The number of species found by strata was: 33 (low herbaceous), 49 (high herbaceous), 30 (shrubs) and seven in the tree strata. Regarding geographical distribution, the biggest species group detected was from central Mexico to Central America with 67%, which compared to the forests of A. guatemalensis in central and Southern Mexico, showed high floristic affinity, especially at the family and genus level. However, even having families and genera in common in the general structure of the fir forests, their floristic particularities should be taken into account when making management and conservation plans, because these are influenced by soil, latitude and microclimate conditions.
Hay una carencia de información detallada sobre la composición y estructura de las comunidades montanas guatemaltecas. El objetivo del estudio fue contribuir al conocimiento de la flora de bosques de abeto (Abies guatemalensis), para esto se hizo el levantamiento florístico en bosques de abeto del occidente de Guatemala. Se encontraron 119 especies, 92 géneros, 50 familias en cuatro divisiones. Las familias más numerosas fueron: Asteraceae, Poaceae, Rosaceae, Lamiaceae, Apiaceae y Solanaceae y los géneros más abundantes Salvia, Alchemilla y Bidens. Las especies se ubicaron en cuatro estratos, 33 en el herbáceo inferior, 49 en el herbáceo superior, 30 en arbustos y siete en árboles. Se hace énfasis en la contribución del estudio al conocimiento de la flora de bosques de A. guatemalensis y la necesidad de otros similares en los demás bosques de esta especie, que sirva para fomentar su conocimiento y conservación. Se consideraron seis grupos de distribución geográfica, el principal es del centro de México a Centroamérica con 67% de especies. Se realiza una comparación fitogeográfica y de composición florística, con otras áreas de Abies de Guatemala y México. Se propone que a pesar de haber familias y géneros comunes, que proporcionan la estructura general entre los bosques de abeto, se deben considerar las particularidades florísticas de cada área, en el manejo y conservación influidas por suelo, latitud y microclima.
Los estudios florísticos y de vegetación son importantes porque permiten aumentar el conocimiento de las especies y biodiversidad de una región o país (Knapp et al. 2001, Sánchez & Grados 2007), en especial aquellas con valor ecológico y económico (Zamora 2003), también sirve para crear bases de datos (Heywood 2004) y para abordar estudios posteriores de recursos vegetales (Olguín 2008, López-Sandoval
et al. 2010). Aunque hace falta ser reconocido por algunos biólogos de la conservación (Prima & Alfonso 2002), el conocimiento de la flora es fundamental para la justificación y desarrollo de directrices de conservación (Knapp et al. 2001, Ejtehadi et al. 2005), especialmente en áreas fragmentadas (Ponce et al. 2006, Simonetti 2006, Bouroncle 2008, Stevenson & Rodríguez 2008) como el caso de los ]]>
Abies guatemalensis Rehder (abeto) (Melgar 2003, Strandby et al. 2009). El conocimiento de las especies vegetales de los bosques templados de Guatemala está escasamente documentado (Bermúdez & Sánchez 2000), y como lo ha señalado Islebe et al. (1994), hay carencia de información detallada sobre la composición y estructura de las comunidades montanas guatemaltecas, lo que limita las ]]>
et al. 2005) ya que en esta, hay varias especies incluidas en la lista roja de CITES, ente ellas A. guatemalensis (Melgar 2003, CONAP 2009). Deben reconocerse avances en los últimos años en la documentación de las especies ]]>
et al. (2001) han contribuido a la publicación de catálogos de la flora montana y cumbres de los volcanes del occidente y el centro de Guatemala, que permite tener referencia del tipo de vegetación existente en el área de interés de este estudio. También Islebe et al. (1994) estudiaron las especies leñosas de la sierra de los Cuchumatanes y de la cadena ]]>
A. guatemalensis una de las pocas referencias documentadas, es el trabajo de González & Castañeda (1983) en las comunidades vegetales de abeto del occidente del Guatemala.
Se tiene conocimiento que la flora de los bosques montanos del occidente de Guatemala, comparten afinidad florística con los del centro y sur de México, debido a ]]>
2008) y condiciones ecológicas parecidas, tal es el caso de los bosques de A. religiosa (Kunth) Schltdl. y A. guatemalensis (Jaramillo-Correa et al. 2008, Strandby et al. 2009, Rasmussen et al. 2010). ]]>
et al. (1991), Ávila & López (2001), Sánchez-González et al. (2005), Sánchez et al. (2006) que pueden ser de utilidad para la comparación con la flora de los bosques similares de Guatemala. Por esto, el objetivo de este artículo es contribuir al conocimiento de las especies y la distribución geográfica de las plantas de los bosques de ]]>
A. guatemalensis de la parte alta de las montañas de la cadena volcánica occidental de Guatemala.
Materiales y Métodos
Área de estudio: Se ubicó en el departamento de San Marcos entre 2 800-3 400m de altitud, en el occidente de Guatemala (14°55’32” - 15°13’23” N and 91°48’38” - 92°03’50” W), que colinda con Chiapas, México. Con base en Holdridge (1978) el área de estudio comprendió las zonas de vida Bosque muy húmedo montano bajo Subtropical (Bmh-MB) y Bosque húmedo montano bajo Subtropical (Bh-MB), cuya vegetación arbórea está representada por Alnus jorullensis, ]]>
spp., Pinus ayacahuite, P. hartwegii, P. pseudostrobus, Prunus serotina, Quercus spp. y Buddleja spp. De acuerdo con Morrone (2001) está ubicada en la Región Biogeográfica Neotropical, Provincia de Chiapas. El clima es de templado a frío con temperatura media anual de 15°C, que llega a descender por la noche por debajo de los 0°C, presentándose heladas, sobre todo de noviembre a marzo. ]]>
et al. 1959). El área es quebrada con pendientes pronunciadas en su mayoría, las tierras son utilizadas para pastoreo de ovejas, cultivos y áreas de bosque. En el cuadro 1 se muestra las localidades y la ubicación donde se efectuaron los levantamientos florísticos.
Metodología de campo: Se realizaron levantamientos florísticos en los bosques de A. guatemalensis y sus áreas de borde, en diez localidades distribuidas en cinco municipios según se indica en el cuadro 1 y en tres épocas (julio-agosto y octubre-noviembre 2010 y ]]>
2, donde se registró la información para árboles, dentro de ella se establecieron cinco sub-parcelas (una en cada esquina y otra en el centro) de 1m2 para hierbas y una sub-parcela en la esquina superior derecha de la parcela grande de 16m2 para arbustos. Se recolectaron muestras de herbario, las que se documentaron con información morfológica de las plantas y descripción del lugar, se colocaron en bolsas con alcohol para ]]>
Metodología de herbario: La determinación botánica se realizó en el herbario BIGU de la Escuela Biológica de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacia de la Universidad de San Carlos de Guatemala, donde se secó, preparó y herborizó los ]]>
De acuerdo con la información geográfica existente en la base de datos de Trópicos (www.tropicos.org), se hizo la siguiente clasificación de distribución de los taxones: 1: Centro de México hasta Centroamérica; 2: México hasta Sudamérica; 3: Estados Unidos de Norteamérica hasta ]]>
Resultados
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Composición florística: Se registraron 119 especies, 92 géneros, 50 familias y cuatro divisiones. La información detallada se presenta en el apéndice 1 y en el cuadro 2, se hace un resumen de esos resultados. En la columna izquierda, se listan las 19 familias botánicas con dos o más especies que representan el 74% de la flora registrada, de ellas Asteraceae, ]]>
Salvia, Alchemilla y Bidens tuvieron mayor número de especies. En la tercera columna, en la parte superior se indica las especies clasificadas por divisiones: Magnoliophyta representa el 86%, Polydiophyta, Briophyta y Pinophyta seis, cinco y tres por ciento ]]>
En la tercera columna en la parte inferior se clasifican las especies con base en el estrato vertical que ocuparon. El herbáceo superior tuvo el 41%, seguido del herbáceo inferior con 28%, arbustos 25% y árboles seis por ciento. El estrato herbáceo inferior estuvo compuesto principalmente por musgos [Cyclodictyon albicans (Hedw.) ]]>
Hypnum amabile (Mitt.) Hampe, Hypopterygium tamariscinum (Hedw.) Brid., Mitthenothamnium reptans (Hedw.) Card., Sematophyllum galipense (C. Mull.) Mitt., y Vesicularia vesicularis (Schwägr.) Broth. var. portoricensis (Brid.) Buck.], plantas con tallos postrados (Erigeron karvinskianus DC., Geranium alpicola Loes., ]]>
repens H.E. Moore, Hydrocotile mexicana Schltdl. & Cham., Smilacina scilloidea M. Martens & Galeotti, entre las principales), rizomas/tubérculos (Adianthum andicola Liebm., Alchemilla guatemalensis Rothm., A. pectinata Kunth, ]]>
A. procumbens Rose, A. vulcanica Schltdl. & Cham., Asplenium costaneum Schltdl. & Cham., Brachypodium mexicanum (Roem. & Schult.) Link, Bromus exaltatus Bernh., Campyloneurum xalapense Fée, Cheilanthes sp. Sw., Oxalis alpina (Rose) ]]>
Woodsia mollis (Kaulf.) J. Sm.), estolones (Houstonia serpyllacea (Schltdl.) C.L. Sm. ex Greenm., Phacelia platycarpa (Cav.) Spreng. y Trifolium amabile Kunth,) y rosetas ( algunas son Echeandia matudae ]]>
Cruden, Eryngium carlinae F. Delaroche, Lepechinia caulescens (Ortega) Epling y Weldenia candida Schult.), que están creciendo muy junto al suelo. El herbáceo superior por especies anuales (Bidens chiapensis Brandegee, B. ostruthioides (DC.) Sch. Bip., B. triplinervia Kunth, Lopezia hirsuta Jacq., Salvia ]]>
M. Martens & Galeotti, Senecio callosus Sch. Bip., S. godmanii Hemsl., S. warszewiczii A. Braun & Bouché, Sigesbeckia jorullensis Kunt, Stevia incognita Grashoff, entre las más dominantes) y semiperennes que sobreviven por sus órganos subterráneos de un año a otro (se pueden ]]>
Arracacia atropurpurea (Lehm.) Benth. & Hook. f. ex Hemsl., A. xanthorrhiza Bancr., Calamagrostis vulcanica Swallen, Castilleja integrifolia var. alpigena L.O. Wiliams, Daucus montanus Humb. & Bonpl. ex Spreng., Lamourouxia dependens Benth., L. xalapensis ]]>
Muhlenbergia macroura (Kunth) Hitchc., Piptochaetium fimbriatum (Kunth) Hitchc. y Ranunculus geoides Kunt ex DC). El estrato de arbustos por semiperennes y perennes con adaptaciones para sobrevivir en la época seca y de heladas (entre las más abundantes están Acaena elongata L., Baccharis vaccinioides Kunth, Buddleia megalocephala Donn.Sm., ]]>
Comarostaphylis arbutoides Lindl., Dahlia imperialis Roezl ex Ortgies, Eupatorium sp. L., Fuchsia splendens Zucc., F. striolata Lundell, Gaultheria sp. L., Lupinus ehrenbergii Schltdl., Roldana heterogama (Benth.) H. Rob. & Brettell., Rumex ]]>
L., Rubus trilobus Moc. & Sessé ex Ser., Salvialavanduloides Kunth, Stevia polycephala Bertol., Symphoricarposmicrophyllus Kunth, Verbesina apleura S.F. Blake, V. hypoglauca Sch. Bip. ex Klatt y Polystichum ]]>
(A. Braun ex Kunze) Copel.). En el de árboles (Abies guatemalensis Rehder, Alnus acuminata Kunt, Neocupressus lusitanica (Mill.) de Laub., Pinus ayacahuite C. Ehrenb. ex Schltdl., P. rudis Endl., Prunus serotina Ehrh. y Quercus skinneri Benth.).
Distribución geográfica: Las especies se catalogaron en seis grupos de distribución geográfica (Fig. 1). El grupo 1 contiene 80, es el más numeroso, está conformado por aquellas que se distribuyen del centro de México hasta ]]>
Rumex acetosella L. y Neocupressus lusitanica (Mill.) de ]]>
Abies.
Discusión ]]>
De acuerdo con Bermúdez & Sánchez (2000), la parte montana occidental de Guatemala ha sido objeto de muchas recolectas botánicas, que están almacenadas en los principales herbarios del país. Sin embargo, son escasas las publicaciones científicas basadas en esos especímenes, por lo que hay poco conocimiento sistematizado de inventarios florísticos y estudios ecológicos. El presente estudio contribuye a superar en parte el vacío de ]]>
A. guatemalensis que es una especie protegida para Guatemala (CONAP 2009) y estas acciones contribuyen a su conservación.
En los bosques ]]>
et al. (2005) en bosques de abeto de México. Por otra parte hay 75 (81%) de los 92 géneros registrados que contienen solo una especie, lo que refuerza lo afirmado por Galindo et al. (2003), en el sentido de que en los ecosistemas templados y fríos hay una alta heterogeneidad en ]]>
et al. 2011).
En otros trabajos florísticos del área se ha obviado considerar la ]]>
et al. 2001, Viñals et al. 2001). En el presente estudio, se incluyó por la importancias ecológica de los musgos en estos ecosistemas, en especial en el proceso hídrico (Rams 2008, Tobón 2009), se ha encontrado que hay un vacío de información, sobre su taxonomía, biogeografía y ecología en el país (Véliz 2008), que visualizan la necesidad de llevar a cabo estudios en este interesante tema (Glime ]]>
Las 119 especies consignadas en este estudio para las áreas de bosque de abeto, puede considerarse como alta riqueza florística y apoya la propuesta de conservación a partir de parches de bosque (Corrêa et al. 2001). Para reforzar el argumento de la alta riqueza, puede mencionarse, que Veliz et al. ]]>
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A pesar de haber 94 bosques de A. guatemalensis, en forma de parches en Guatemala, distribuidos en la sierra de los Cuchumatanes, cadena volcánica (San Marcos, Quetzaltenango, Totonicapán y Sololá), Jalapa y Sierra de la Minas, y de ser el abeto una especie protegida (CONAP 2008), hay poca información documentada de la flora de esos lugares, esto ]]>
La información obtenida, permite tener una mejor representación del comportamiento de la composición de la flora de los bosques de abeto estudiados. Por una parte se puede notar que hay afinidad florística en los bosques de abeto de la cordillera volcánica de Guatemala al comparar con la información proporcionada por González & Castañeda (1983) y Veliz et al. (2001). En tanto, que con relación a la sierra de los Cuchumatanes, ubicada hacia el norte, hay menor número de ]]>
et al. 2001). En el caso de los bosques, similares a los del presente estudio, ubicados en el centro y sur de México, hay un reconocimiento de Islebe
et al. (1994), Velázquez & Islebe (1995) sobre la similitud de la flora de las partes altas del occidente de Guatemala con las del sur y centro de México. De la misma manera, la composición de especies en los bosques de abeto para las partes mencionadas de ambos países también guarda afinidad, en especial a nivel de familias y géneros (Madrigal 1967, Sánchez et al. 1991, Mendoza 2003, Sánchez-González et al. 2005, Sánchez et al. ]]>
et al. 2005).
Hay una marcada dominancia de la flora que tiene su origen de México a Centroamérica (67%), esto muestra la influencia del origen Holártico en los bosque de abeto (Castañeda 2008) y apoyan la idea de que posiblemente estas especies han convivido desde hace mucho tiempo en los bosques que se conformaron hacia el sur de México y occidente de Guatemala, en la última glaciación y sus periodos interglaciares (Arroyo-Cabrales et al. 2008), en los que también A. ]]>
se desplazó en su distribución hacia el sur de América. (Jaramillo-Correa et al. 2008). Rzedowski (1991) para explicar el origen de la flora fanerógama de México propone el área fitogeográfica llamada Megaméxico 2 que comprende del centro de México al norte de Costa Rica (Mesoamérica), que contiene el 64% de especies endémicas, lo cual concuerda con el grupo 1 propuesto en este estudio, y confirma ]]>
Abies del centro de México a Guatemala tienen mucha similitud en cuanto compartir una historia geológica similar (Coates 2003) además de una composición y estructura florística análoga como lo han señalado Velázquez & Islebe (1995).
Las áreas de bosque de
A. guatemalensis son objeto de protección por parte de la institución del estado dedicada a la conservación, que también es la encargada de coordinar las acciones de la estrategia nacional del abeto. Dentro de ellas está la restauración ecológica, con el fin de aumentar el tamaño actual de estos bosques (CONAP 2010). En este sentido, la información obtenida en el presente estudio será de beneficio para diversas actividades, una de ellas es identificar y utilizar las especies arbustivas que puedan funcionar como nodrizas ]]>
Agradecimientos
El autor agradece al Programa ]]>
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*Correspondencia: José Vicente Martínez Arévalo: Subárea de Ciencias Biológicas, Facultad de Agronomía, Universidad de San Carlos de Guatemala. Edificio T-8, Ciudad Universitaria, zona 12, Guatemala; josevm2000@yahoo.com 1. Subárea de Ciencias Biológicas, Facultad de Agronomía, Universidad de San Carlos de Guatemala. Edificio T-8, Ciudad Universitaria, zona 12, Guatemala; josevm2000@yahoo.com
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