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Revista de Estudios Históricos de la Masonería Latinoamericana y Caribeña

versión On-line ISSN 1659-4223

REHMLAC vol.12 no.1-2 San Pedro, Montes de Oca jul./dic. 2020

http://dx.doi.org/10.15517/rehmlac.v12i1-2.40848 

Artículo

Cosmopolitismo y migraciones. La proyección americana de la masonería del Campo de Gibraltar

Cosmopolitanism and migrations. American projection of Freemasonry from the county of Campo de Gibraltar

Antonio Morales Benítez1 

1Universidad de Cádiz, España

Resumen

Algunos hombres de la masonería campogibraltareña estrecharon vínculos con América. Este cosmopolitismo se produjo en los dos sentidos. Uno de los promotores de la expansión masónica, que estaría en la base del desarrollo posterior, había conocido la Orden en La Habana. El fundador y venerable maestro de la primera logia del siglo XX en el Campo se instalaría posteriormente en la ciudad norteamericana de Tampa. Hubo un flujo continuo con la emigración de otros masones campo gibraltareños a ciudades como Nueva York. Asimismo, tras la guerra civil el continente americano fue un lugar de exilio para algunos de ellos.

Palabras-clave: Masonería; Campo de Gibraltar; Cosmopolitismo; América

Abstract

El Campo de Gibraltar county had close masonic links with America. This cosmopolitanism took place in both directions. One of the promoters of the Masonic expansion in Spain became acquainted with the Order in Havana. Also, the founder and venerable master of the first lodge of the 20th century in El Campo later started a lodge in the American city of Tampa. Subsequently, other freemasons would migrate to cities such as New York. Also, after the Spanish civil war the American continent became a place of exile for some of them.

Key words: Freemasonry; Campo de Gibraltar; Cosmopolitanism; America

Introducción

Este enclave del sur de Europa constituye una de las zonas más relevantes de la masonería española con unas cifras de militancia y número de logias sin parangón en toda la Península Ibérica. Además el Campo de Gibraltar se nos presenta como una encrucijada de culturas, puesto que está situado entre dos continentes, tres países, un mar y un océano. Cosmopolita por antonomasia, desde el siglo XVIII la existencia de la colonia británica supuso una ventana al mundo y un puerto de salida de la emigración andaluza hacia algunas repúblicas sudamericanas. Este cosmopolitismo indudablemente supuso el intercambio de nuevas ideas y sociabilidades con el continente americano. La situación geográfica de esta comarca facilitaba estos contactos con el exterior y permitió también que los campogibraltareños pudieran conocer masones de otros ámbitos geográficos1 [1].

La masonería es una institución con una vocación universal y pronto iba a tener una proyección mundial 2 [2]. Está presente en este entorno andaluz desde el siglo XVIII con la fundación de una logia en Gibraltar dentro de la obediencia de la Gran Logia de Inglaterra. Y durante el primer tercio del siglo XIX existen intentos de extender la masonería en diversos puntos de Andalucía. Pero habrá que esperar a la revolución de 1868 para que se produzca esta expansión. Al mismo tiempo, en el cuadro de talleres aparecen relaciones con logias del Nuevo Continente por medio del intercambio de garantes de amistad y serán numerosos los viajeros que recalen en estas tierras con sus credenciales masónicas. También la comarca será puerto de embarque de personas que huyen de Europa con motivo de los conflictos bélicos.

Una influencia, por tanto, en los dos sentidos, porque la masonería funciona como un vehículo de ideas y sociabilidades, en el contexto de una provincia, la gaditana, también muy cosmopolita. No solo la ciudad de Cádiz, volcada al comercio americano, sino que también en otros lugares del interior se dejó sentir el influjo del Nuevo Continente. Ya hemos estudiado el caso de la logia América de Ubrique, fundada por un masón cubano con el mismo nombre de otro taller donde se había iniciado en su localidad natal3 [3] y que iba a operar durante más de 40 años, convirtiéndose en el taller más antiguo de Andalucía.

La conexión gibraltareña de la masonería hispana en Nueva Orleans

Esa vocación cosmopolita iba a manifestarse desde una fecha muy temprana y precisamente en la logia más antigua de la Península Ibérica. El Campo de Gibraltar se muestra como una de las comarcas más sensibles a la presencia de la Orden del Gran Arquitecto del Universo. Aquí se dejó sentir, indudablemente, la influencia de la colonia británica tras la fundación de San Juan de Jerusalén no. 51, creada por algunos componentes del Segundo Batallón de Artillería trasladado al Peñón y reconocida oficialmente por la Gran Logia de Inglaterra en 1728, tras lo cual se instalarán otros cuerpos masónicos4. Desde principios del siglo XIX la heredera de la primitiva logia, bajo su nueva denominación de San Juan y el Fénix no. 115, obtuvo el privilegio de celebrar el rito y tramitar toda su documentación en español. Y durante los años posteriores, la masonería arraigó con tal fuerza en este enclave que algunos llegaron a exagerar de una manera desproporcionada su papel al considerarlo como un centro de la masonería internacional5. Y podemos constatar la enorme atracción que ejerció el Peñón sobre sus vecinos del Campo de Gibraltar y buena parte de Andalucía al permitir que muchos entraran en contacto con la Orden cuando no era posible en España6

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De la misma manera algunos de los masones iniciados en el Peñón serán los pioneros del masonismo en muchas zonas de España, puesto que tenderán posteriormente a crear logias en sus localidades de origen. Por lo que habría que destacar el papel de la colonia inglesa en el proceso de formación de la masonería al aportar una base importante para su desarrollo posterior. Gibraltar durante los años previos a la revolución de la Gloriosa se había convertido en un referente importante para cualquier institución masónica que se implantara no solo en Andalucía.

Desde sus inicios podemos ver la facilidad con que la masonería podía extenderse a otros países desde un lugar como Gibraltar por el constante flujo de gente. Ciertamente la presencia de masones foráneos que solía recalar en sus logias como visitantes era muy alta. Y desde allí se podía promover la creación de otras logias. Así se haría en las ciudades portuarias de Cádiz y Algeciras y en Portugal. Para el historiador Keith Sheriff la dificultad iba a venir a la hora de obtener el permiso oficial de la Gran Logia de Inglaterra para obtener la regularidad.

La forma más común de extenderse era mediante la emigración de sus miembros. Así sabemos que en 1839 un masón gibraltareño, aunque residente en Cádiz, Ángel Martín, iniciado en San Juan el 16 de noviembre de 1832, fundó la primera logia de habla española en Nueva Orleans, Louisiana, denominada Los Amigos del Orden no. 5. Quedó instalada el 1 de abril de 1839, obteniendo la autorización para operar durante algunos meses, y recibiendo la carta de regularización definitiva el 24 de septiembre de 1842. Poco después se fundó una segunda logia en español denominada Silencio no. 9. Martín llegaría a convertirse en una figura importante de la Orden, alcanzando el gr. 33º en 1858. Falleció en Nueva Orleans el 3 de septiembre de 1876 a los 80 años de edad. En 1883, las logias Los Amigos de la Orden no. 5 y Silencio no. 9 se reagruparon formando la logia Cervantes no. 5, continuando con las tradiciones del rito escocés antiguo y aceptado introducido por Ángel Martín7.

Orígenes cubanos del impulsor de la expansión masónica del siglo XIX

Ricardo de Mendoza Sánchez, gracias a su labor organizativa y la infatigable actividad que llegó a desplegar, puede ser considerado el artífice de la expansión comarcal a finales del siglo XIX8. Su biografía todavía está por hacer y persisten demasiadas sombras sobre su trayectoria. Nacido en Algeciras el 27 de abril de 1854 y de profesión militar, en 1872 estaba destinado en Cuba e ingresaba en la Academia de Cadetes de la ciudad de La Habana para posteriormente tomar parte en algunas operaciones en la isla, tras lo cual en 1876 obtuvo el grado de capitán. De nombre simbólico Asdrúbal, no están demasiado claras sin embargo las circunstancias de su iniciación puesto que aunque indudablemente pudo tener sus primeros contactos con la masonería en la isla, algunas fuentes recogen que se inició el 20 de marzo de 1878 en una logia de Caracas perteneciente al Oriente de América9 [4], en tanto que otras lo sitúan en Madrid sin precisar la fecha ni el taller que lo acogió, aunque sabemos por otras informaciones que en 1880 se incorporaba a una guarnición de la capital española. Por otra parte, él mismo declarará en 1902 que había operado en la ciudad de Buenos Aires donde habría alcanzado los grados 31º y 32º, aunque ello no sería reconocido por el Oriente Español como pretendía. Ciertamente unos años antes se había ausentado de España para viajar a Argentina.

Podemos documentar su presencia en Tarifa desde 1879 con motivo de una licencia militar que disfrutó durante unos meses, pero las primeras noticias sobre su actividad masónica son del 15 de agosto de 1885 cuando intervino en la constitución de la logia Bercelius no. 199. Un año después se establecía en su ciudad natal y pedía la plancha de quite para ponerse al frente de la logia Carvajal no. 206 de Algeciras.

De cualquier forma, lo cierto es que Mendoza Sánchez se convirtió sin duda en un gran activo del movimiento masónico puesto que intervino directamente en la creación de numerosos talleres. Él mismo se atribuyó “la fundación de seis logias y cinco capítulos en este Campo de Gibraltar”10. Sabemos que intervino de una manera directa en la creación de logias como Bercelius, Carvajal, Algeciras, Roncero, Aurora del Progreso y Manzanares y capítulos como Nerja, ocupando numerosos cargos en cada una de ellas, además de mantener relaciones estrechas con las dignidades de las obediencias españolas y los masones de Gibraltar. En 1887 se encargó de la edición de un boletín masónico quincenal del Gran Oriente Nacional de España que se distribuía por todas las áreas de jurisdicción de la federación, tanto en la Península como fuera de ella, y cuya redacción y administración estaba en la calle San Antonio no. 14 de Algeciras y se editaba en la imprenta de Rafael F. Carara de la calle Real de Gibraltar11. Por lo que la existencia de este boletín nos confirma también la existencia de ese hipotético eje que se estableció durante esos años entre la ciudad de Algeciras y la plaza inglesa.

Se trataba de una de las primeras publicaciones de estas características que tuvo el Grande Oriente Nacional. Creado a iniciativa del propio Mendoza, apareció como un periódico masónico autorizado por el GONE, sin que fuese de lectura obligada para los talleres de la federación pero que irá tomando poco a poco cierto carácter oficial al ser utilizado por las dignidades de la obediencia como órgano de comunicación con las entidades que auspiciaba. Por lo que podemos considerar al periódico-boletín, del que solo se conservan diez números publicados entre los meses de enero y mayo de 1887, como un antecedente directo del Boletín Oficial del GONE que vería la luz solo dos meses después.

Sabemos también que su fuerte personalismo le acarreará numerosos problemas con los masones campogibraltareños y con los propios cargos de la obediencia, y así será procesado y suspendido en junio de 1889, siendo miembro de la logia Algeciras, por el Grande Oriente Nacional, aunque posteriormente, y una vez superados estos problemas, retomaría su actividad siendo nombrado delegado de la propia federación en la comarca. Coincidía ello con un período problemático dentro del estamento militar, ya que entre 1890 y 1892 sufrió dos Consejos de Guerra, el primero de ellos por haberse ausentado de Algeciras para viajar a Argentina, y el segundo por haberlo hecho a Gibraltar y por el delito de desobediencia cumpliendo las penas en las fortalezas militares de la Isla Verde y Santa Catalina en Cádiz. Pese a ello continuará con su actividad masónica. Incluso, sabemos que, una vez superada la crisis de finales de siglo que desmanteló todo el entramado organizativo, en 1902 protagonizó un nuevo intento por levantar columnas con la fundación del triángulo Algeciras, auspiciado ahora por el Grande Oriente Español, erigiéndose de esta forma en el fundador del primer taller del siglo XX en el Campo de Gibraltar.

De ideología republicana, llevaría a cabo paralelamente a su militancia masónica una destacada labor política, social y periodística que nos resulta menos conocida. Sabemos, por ejemplo, que emprendió la edición de otras publicaciones de carácter político, como el semanario de Algeciras La Democracia, o cultural, como la Revista Científico-Literaria, que en 1888 tenía también su redacción en la calle José Antonio de esta ciudad. Todo este activismo masónico, político y periodístico, convierte a Ricardo de Mendoza Sánchez en un referente imprescindible para conocer la historia de la comarca durante estos años.

Ruano Moreno y una nueva vía de emigración masónica

Durante la última década del siglo XIX la masonería española atravesaría un largo período de decadencia que iba a conducir a su desaparición. Coincidía con la crisis colonial, cuando tuvo que hacer frente a una campaña de desprestigio que la acusaba de haber alentado el independentismo de Cuba y Filipinas. Esta circunstancia sería aprovechada por los enemigos de la Orden para incrementar sus ataques cuestionando el patriotismo de los masones españoles. Muchas logias tuvieron que suspender sus trabajos como medida de precaución. Las propias federaciones masónicas entraron en decadencia con las detenciones de sus órganos rectores. Los masones españoles ya no pudieron librarse de ciertas sospechas. Además el acoso gubernativo haría casi imposible la reorganización de la masonería peninsular.

En el Campo de Gibraltar, como en el resto del territorio peninsular, todo el entramado se vendría abajo. La crisis finisecular supuso un punto y aparte que abrió una brecha entre el masonismo de los siglos XIX y XX. La masonería de la nueva centuria se edificará sobre unos supuestos diferentes y tendrá también unas características distintas. Muchos ya no volvieron a las logias y prácticamente hasta 1910 no tenemos noticias de las primeras fundaciones.

Francisco Ruano Moreno había nacido en Benaoján (Málaga) el 6 de junio de 1860, era un pequeño industrial y, antes de recalar en La Línea, había pertenecido a la logia Guadalevin no. 159 de Ronda, perteneciente al Gran Oriente Español. De nombre simbólico Guillén, pidió el 29 de septiembre de 1893 plancha de quite cuando ostentaba el grado 3º. Con posterioridad a ello se instaló en el Campo de Gibraltar para ser uno de los pioneros del masonismo del siglo XX y de los escasos miembros que traspasó el umbral del nuevo siglo, actuando como puente entre el XIX y el XX12. Llegó a alcanzar el gr. 30º. En agosto de 1910 un grupo de antiguos miembros de la Orden promovieron la instalación de un primer taller denominado logia capitular Regeneración, formada por algunos que habían permanecido en sueños durante todos estos años. En el mes de enero se produjo un primer contacto con el GOE, tras muchos años de ausencia de esta federación en el Campo de Gibraltar. La nueva entidad recordaba que hacía unos doce años que abatieron columnas las últimas logias de la comarca. Por ello, el 20 de febrero el taller celebraba tenida magna para solicitar oficialmente carta constitutiva al Oriente Español. Su cuadro estaba formado por un total de 42 miembros13. A ellos se unieron otros veteranos miembros de la Orden, como el propio Ruano Moreno, en ese momento gr. 24º.

La logia recibió carta constitutiva el 15 de marzo de 1911 con el número 324, figurando el veterano Ruano Moreno como primer vigilante. Además los miembros con grados capitulares constituyeron el capítulo Regenerador no. 58, al que también se expedía esa carta dos días después, ocupando aquí el cargo de segundo vigilante14.

Ante la desaparición prematura de Regeneración, víctima de una serie de crisis internas, un nuevo taller, denominado Resurrección, surgido en su propio seno, iba a recoger todo el legado masónico, continuando los trabajos y prolongando su actividad hasta 1936. Su larga trayectoria hizo que este taller se convirtiera en uno de los estandartes de la Orden en el Campo de Gibraltar y que la ciudad de La Línea pronto se erigiese en un enclave de la masonería española.

Además, fue el único núcleo operativo de la comarca durante sus primeros diez años de existencia para convertirse durante la segunda década del siglo en un referente masónico y sin duda en la columna vertebral del movimiento en la zona. Durante este período no dejó de crecer, puesto que fueron muchos los que se sintieron atraídos por los ideales de una sociedad que preconizaba la libertad, la igualdad y la fraternidad. Ello permitió multiplicar el número de iniciaciones y ensanchar de una manera notable sus filas, actuando también como una auténtica cantera de masones, puesto que algunos de sus miembros continuarán operando en otros talleres de la ciudad. Por todo ello, esta logia se situó en la base del extraordinario desarrollo que alcanzó la Orden en esta localidad durante el primer tercio del siglo XX.

Además, las relaciones con miembros de otros Orientes extranjeros no se reducían a sus vecinos del Peñón, puesto que sabemos que se intercambiaban garantes de amistad con al menos otras dos logias de México15. Asimismo, conocemos la filiación de masones procedentes de logias de Buenos Aires.

Francisco Ruano Moreno, por tanto, sería fundador de Resurrección en septiembre de 1911, y su primer Venerable Maestro. Pero en febrero de 1912 se dirigía a la obediencia para anunciar su intención de emigrar a la ciudad de Tampa, en Florida, donde residía parte de su familia. Pedía una subida de grado y preguntaba a la obediencia si tenía alguna logia allí “para, en caso negativo, levantar él mismo columnas16. Enviaba la documentación necesaria para solicitar ese aumento. En otra plancha posterior anunciaba su inminente marcha, prevista para el 4 de mayo de 1912, y la persona que debía sustituirle al frente de la entidad17. El relevo se hizo coincidir con la solemne instalación oficial del taller el 4 de mayo de 1912. La documentación solicitada llegaba una vez que se había marchado, pero había dejado instrucciones para que el propio Oriente le enviara a la ciudad norteamericana, tras comprobar que allí el Oriente español carecía de logias18.

Su hijo Diego Ruano Blanco iba a sucederle como Venerable en la logia linense desde 1915 hasta 1922. En tanto que Ruano Moreno murió en Tampa el 25 de julio de 1919. La logia Resurrección hacía constar en acta su sentir por el fallecimiento de su fundador, en tanto que “la humanidad entera ha perdido un defensor de los derechos del hombre en la sociedad profana y la Francmasonería un miembro activo, constante y leal que todo lo sacrificaba por la Orden y por cumplir fielmente todo lo que se relacionara esa defensa de la Libertad, Igualdad, Justicia y Progreso”. Y como homenaje a su fundador y primer venerable, celebró tenida fúnebre en su memoria el 30 de agosto de 1919, lamentando que “la cadena haya perdido uno de los eslabones más importantes” y acordándose de colocar una fotografía suya en la secretaría19. En 1943 el Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo (TERMC) lo condenó a 30 años de reclusión mayor e inhabilitación.

Por otra parte, durante aquellos años la emigración se presentaba como un recurso obligado para muchos y actuó como una válvula de escape de las tensiones sociales. Miles de jóvenes andaluces se vieron obligados a buscar un futuro mejor lejos de estas tierras. La proximidad de Gibraltar, desde donde diferentes navieras europeas organizaban viajes al margen del gobierno español animadas por los beneficios que les reportaban los pasajes subsidiados por los diferentes países americanos, facilitó este auge migratorio entre 1880 y 1930. En plena ola migratoria, hacia 1912-13, la prensa de la ciudad de La Línea calculaba que cada mes unas 8.000 personas —la mayoría andaluces— se embarcaban desde el puerto gibraltareño hacia el Nuevo Continente.

Esta vía sería utilizada también por algunos masones campogibraltareños. Así tenemos noticias de que se activaron los contactos y las relaciones con logias americanas. Tenemos testimonios de la presencia de varios masones afiliados a talleres de Nueva York, y quienes iban a abrir una vía de colaboración con la comarca.

Sabemos que el venerable de Floridablanca, Antonio Torres Sánchez 20, ponía en conocimiento de su logia un viaje a los Estados Unidos y México para resolver asuntos particulares y que “probablemente realizará algunas visitas a los Talleres de aquel territorio” y pedía para ello certificado del título al que se había hecho acreedor de “benemérito de la Federación”21. Sabemos que tanto Resurrección como Floridablanca, así como otras logias, activaron los contactos con talleres de la ciudad de los rascacielos22, donde se formó una colonia de masones de la comarca que no perdieron el contacto con la Orden, puesto que iban a continuar militancia en sus talleres de aquella ciudad. Sabemos que se estableció una especial relación con una logia denominada Universal no. 751 y a la que se vincularon los antiguos miembros de Floridablanca. En agradecimiento el taller linense nombró al neoyorquino F. Mayans miembro honorario en “consideración al apoyo prestado para afiliarse en dicho taller a varios hh. de estos valles”23. Este reconocimiento por su labor se hizo a propuesta del masón Rafael Bonelo Urquiza24, ya instalado en Nueva York. Bonelo había nacido en La Línea en 1898 y se había iniciado en la logia Resurrección, obteniendo plancha de quite un año después para afiliarse a una logia de la ciudad norteamericana. Desde allí acogía y prestaba ayuda a los masones linenses que llegaban.

Estos contactos iban a mantenerse durante estos años y la logia se convirtió de hecho en lugar de acogida de los masones de La Línea que, ante el evidente deterioro económico y social, optaron por la emigración. Universal en ese sentido sirvió de plataforma para instalarse en aquella ciudad. Conocemos una carta dirigida al propio Bonelo25 para que atendiera al también masón Miguel Baldachino26, gibraltareño iniciado en Floridablanca en 1926. Y se insistía en esta petición unos meses después. Finalmente, el 1 de diciembre de 1928 se daba cuenta de su ingreso en la logia.

Se dio, por ejemplo, el caso de un profano iniciado en la logia de Trilla Alcover que tenía la intención de marchar a continuación a Nueva York y le prometieron que le enviarían allí la documentación y que tras ser advertido del “engaño” por un miembro de la otra logia se mostraba dispuesto “a ir y armarles un escándalo”. Para solucionar este problema y evitar nuevas situaciones conflictivas que “redundarían en perjuicio de la masonería”, la entidad presidida por Ruano Moreno solicitaba al GOE que “constara como iniciado por nosotros”, comprometiéndose acto seguido a remitirle el certificado de aprendiz y la plancha de quite a Nueva York.

El exilio de la posguerra

La historia de la masonería española acabó de manera brusca a mediados de 1936 con su sistemática destrucción al ser víctimas de una violencia extrema. El propio estallido del conflicto fue interpretado como una derrota de una institución que venía predicando la tolerancia. Una situación que nadie había podido evitar, pese a que había numerosas voces que venían advirtiendo de los peligros que se cernían sobre la institución, el régimen democrático y la convivencia de los españoles.

Una de las primeras acciones de los sublevados en el Campo de Gibraltar fue asaltar las logias y en este contexto la institución se desplomó con extremada rapidez, quedando desarticulada con la persecución, huida, detención y asesinato de la mayoría de sus miembros, el asalto de sus templos y la incautación de todos sus efectos merced a la rapidez del castigo infligido. Posteriormente la represión iba a ser efectiva, brutal e indiscriminada, llevada a cabo por militares, falangistas y fuerzas de orden público. Parecía seguir el guion de un plan preconcebido. Algunos elementos del entorno de los sublevados, incluso, se anticipaban al castigo porque su discurso antimasónico27alentaba la aparición de listados de miembros por todas partes.

Pero en 1936 muchos pudieron salvar sus vidas gracias a la proximidad de la colonia inglesa y verdaderas oleadas de personas se dirigieron hacia Gibraltar para ponerse a salvo hasta desbordar a las autoridades, que se vieron obligadas a habilitar campamentos para alojarlas. Desde la colonia algunos pasarían hacia la zona republicana y el norte de África. Y una vez finalizada la guerra comenzaba un largo exilio que a muchos iba a llevar a América. Veamos algunos ejemplos.

Guillermo Ortega Durán

Médico de profesión, procedía de una familia de facultativos. Había nacido en la localidad malagueña de Montejaque el 23 de diciembre de 1889, destinado a la Jimena de la Frontera donde ejerció la medicina y colaboró con actividades culturales y educativas. Allí creó una academia de enseñanza, donde impartía clase para que los jóvenes pudiesen preparar el bachillerato. Colaboró con varias publicaciones. Persona inquieta y polifacética, se inició en la masonería en 1927 en la logia Autonomía de La Línea. Adoptó el nombre simbólico de Napoleón28 y alcanzó el grado 4º. Posteriormente pidió la baja mediante plancha de quite. Tras lo cual fundó la logia Fénix no. 66 de Jimena de la Frontera en 193229, siendo elegido Venerable Maestro el mismo año 1932 y Orador en 1933. Participó, en calidad de miembro de la Gran Comisión de Asuntos Generales, en la Asamblea de la GLE celebrada en La Línea y Gibraltar en 1932. Presentó una proposición30 relativa a las relaciones entre las dos obediencias hegemónicas en España que, en aquellos momentos de rivalidad, iba a dar lugar a un amplio debate al tratar este espinoso tema. En concreto pedía al Gran Consejo de Gobierno que no se obstaculizaran las buenas relaciones que en algunos casos existían entre logias de diferente adscripción. Y aunque los contactos habían quedado oficialmente suspendidos por este órgano supremo, se debían hacer esfuerzos para recuperar la normalidad institucional que debía imperar entre organizaciones hermanas, evitando actos que enturbiaran el clima de cordialidad y de colaboración, constatable aún en el Campo de Gibraltar entre talleres de una y otra obediencia. El texto de la propuesta nos muestra el distanciamiento que el conflicto con el GOE había provocado entre algunos talleres de la Gran Logia y sus órganos rectores.

En cuanto a su militancia política, fue miembro de Unión Republicana y nombrado vicepresidente de la Comisión Gestora que gobernó su localidad desde febrero hasta julio de 1936. Preocupado con la condición de la población obrera, se esforzó por obtener más fondos públicos y aumentar la recaudación del municipio con el pago de las deudas de los grandes propietarios. Iniciada la guerra civil fue elegido miembro de un comité político, formado por dirigentes políticos y sindicales. Tras la toma de la localidad por las fuerzas sublevadas, huyó a la zona republicana. Durante la guerra trabajó en hospitales de Alicante y Valencia. Al finalizar el conflicto huyó a Francia y estuvo en el campo de concentración de Argeles-sur-mer, donde incluso pudo montar una rudimentaria enfermería para atender a los internos. Con la ocupación nazi, huyó de nuevo a Casablanca. Durante un tiempo trabajó como sanitario en las obras de una presa en las proximidades de Marrakech. Pero la persecución del régimen colaboracionista de Vichy le obligó en 1940 a embarcarse hacia México. Llegado a este país, entró en contacto con el exilio republicano español y residió en Baja California hasta 1948. Tras sentirse enfermó pensó trasladarse a Venezuela, en cuya capital ejercía como médico un familiar también exiliado y que había alcanzado merecida fama en el país en el campo de la psiquiatría. Llegó a Caracas en mayo de 1948, donde falleció solo unos meses después, el 10 de enero de 194931 [5]. El régimen franquista no cejó de perseguirle. Fue condenado por el Tribunal para la Represión de la Masonería y el Comunismo a 20 años y un día de reclusión menor, además de las accesorias legales32.

Rafael Candel López

Este Maestro de Instrucción y pedagogo había nacido en Chichilla (Albacete) el 3 de mayo de 1905. Tras realizar el servicio militar en Marruecos, obtuvo destino en San Roque (Cádiz) en 1928, cerca de donde también ejercía su tío Agustín Candel Cano33. Fue nombrado director de la Escuela de Orientación Marítima-Terrestre de Algeciras, más conocida como Escuela del Pósito, donde se educaban la mayoría de los hijos de marineros. Desarrolló una actividad cultural y colaboró en varios periódicos locales. Como docente era partidario de una educación integral y la creación de comedores y roperos escolares para asegurar las condiciones materiales a los menores de edad.

A nivel político, estaba próximo a Unión Republicana y sus primeros contactos con la masonería se remontan a diciembre de 1929, cuando en el libro de correspondencia de la logia Trafalgar de Algeciras aparece una comunicación a la Gran Logia del Mediodía de “haber recomendado para su examen a este profano”. Con el nombre simbólico Rousseau y gr. 3º (1932), se inicia en esta logia algecireña en 193134. En 1935 era miembro de la comisión de Asuntos Generales. Al comienzo de la guerra civil y tras el fusilamiento de su padre, huyó a Gibraltar y de allí a Tánger, donde trabajó como docente.

Pensó en irse a México, pero finalmente se embarcó rumbo a Argentina, de donde era su esposa. En Buenos Aires publicó en 1939 su libro “Los derechos del niño. Ensayo pedagógico que pretende ser aleccionador” editado por Res Non Verba, y promovido por el Centro Republicano Español de Buenos Aires, con prólogo de Manuel Blasco Garzón, que había sido ministro del Frente Popular. Este trabajo es un resumen de sus ideas sobre estos derechos inalienables de los niños. Ese mismo año se traslada a la ciudad de Comodoro Rivadavia. Allí vio la oportunidad de aplicar sus ideas sobre educación y la escuela moderna. Empeñado en que “la cultura y educación del pueblo sea una realidad”, fundó la Academia Minerva, un centro educativo laico. En aquellos momentos no existía ningún centro de secundaria en la localidad, por lo que puede considerarse como el embrión de esta enseñanza, que pronto adquirió un merecido prestigio, e incluso consiguió que fuese considerada “obra de bien público”. Posteriormente obtuvo su incorporación como instituto al sistema público de enseñanza de Argentina en 1942. Tras lo cual consiguió que Minerva dejara de ser privada y pasase a convertirse en colegio nacional en manos del Estado. Posteriormente fue nombrado profesor de Castellano y Literatura del Colegio Nacional. Solía colaborar con programas de radio e impartía charlas. Murió en abril de 1963. Hoy es considerado como pionero de la enseñanza secundaria en la zona y antecesor del posterior Colegio Nacional Perito Moreno.

Desconocemos su actividad masónica, pero, según sus familiares, la Orden se hizo cargo de los gastos de su entierro. El periódico España Republicana de Buenos Aires informaba de su muerte con estas palabras: “(…) en las ásperas tierras patagónicas, azotada por los vientos, han quedado los despojos del exiliado español profesor Daniel Candel López, educador de generaciones argentinas”35.

En España el Tribunal Especial procedió al archivo de sus actuaciones en noviembre de 1945 al considerarlo en paradero desconocido.

José Agüero Baro

De profesión agente comercial, había nacido en San Roque el 6 de abril de 1890. Adoptó en la Orden los nombres simbólicos de Franco y Pestalozzi, gr. 3º (1928), y aunque algunas fuentes lo sitúan en Resurrección desde 1913, pensamos que se inició en la logia Floridablanca en 1927, donde ocupó los cargos de Orador (1929, 1930 y 1931), Venerable Maestro (1933) y 2º Vigilante (1934)36. Dentro de esta logia perteneció a la comisión de Justicia y presidió la de Propaganda Cultural en el año 1928. Formó parte de la comisión de Actas de la Asamblea de 1929 y de la mesa encargada de dirigir los trabajos de su federación. Según los datos aprobados por la Asamblea del GOE de febrero de 1932 se dice que era una persona “culta y excelente masón, tiene dadas reiteradas pruebas de amor a la Orden”.

Fue teniente de alcalde del ayuntamiento de La Línea en 1924, cargo del que posteriormente dimitiría. Luego fue vicepresidente del Patronato de Formación Profesional de la Escuela Elemental de Trabajo. Con la llegada de la Segunda República fue elegido concejal para volver a ocupar la Tenencia de Alcaldía. Presidió la comisión de Instrucción. Fue vocal de la Junta de la Cruz Roja y en la del Colegio de Agentes Comerciales en el Campo de Gibraltar. Presidió también la Comisión Local de Primera Enseñanza. Alcalde de La Línea entre mayo de 1933 y octubre de 1934, aunque antes había presentado su dimisión, que no sería aceptada, al pasar del republicanismo radical al partido de Martínez Barrio. Durante este período se preocupó por mitigar el paro obrero. Suya era la propuesta para la creación de un organismo, denominado Asistencia Social, para arbitrar recursos; así como, en el tema educativo, la creación de un instituto de segunda enseñanza y no cejó en su labor pese a la negativa de las autoridades37 [6]

.

Recuperó la alcaldía de La Línea entre el 19 de febrero y el 19 de julio de 1936. Durante los meses posteriores las noticias relacionadas con supuestas conspiraciones iban a ser cada vez más preocupantes. En este contexto, se produjo un intento de Agüero de conversar telefónicamente con Martínez Barrio para informarle de “unos rumores corridos en Gibraltar, donde se celebró una reunión de elementos fascistas” y de esta cita “salió la noticia de que en el día de mañana se reintegrarían a España todos los refugiados, en virtud de sucesos que habían de desarrollarse en nuestro país”38.

El 11 de julio el alcalde de La Línea intentaba de nuevo contactar telefónicamente con Martínez Barrio pero, ante la imposibilidad de hacerlo por encontrarse ausente de Madrid, le remitía una carta. Según Agüero, el día anterior se había celebrado una reunión de militares para tratar de “un proyectado complot militar de tipo derechista”, a cuyo frente estaría el propio Queipo de Llano, que se encontraba en la zona. También estarían implicados Calvo Sotelo y “un hijo de Primo de Rivera”. Asimismo, denunciaba la persecución de “los oficiales y subalternos republicanos e izquierdistas” en las guarniciones militares de la comarca, así como el traslado fulminante del responsable de la aduana, considerado próximo a la Orden. Decía también que el armamento de los cuarteles estaba encerrado y solo se sacaba el necesario para los centinelas de las guardias39. El movimiento militar debía ser inminente, “proyectado parece ser para el día 14”.

Para Agüero, todas estas noticias estaban conectadas con la actividad desarrollada por elementos derechistas que operaban desde la colonia inglesa, porque “Gibraltar es el cobijo de la caverna española”, por lo que pedía la presencia en la vecina plaza de una brigada especial de policía ajena a la plantilla del Campo de Gibraltar para ejercer una mayor vigilancia y encomendar a la representación consular un mayor celo en la defensa del régimen republicano. También consideraba que el personal destinado en la aduana debía ser de la absoluta confianza del Gobierno para evitar conspiraciones y la evasión de “capitales y de enemigos del régimen hacia Gibraltar, donde cuentan con facilidades para sus intrigas”.

Según un informe de los sublevados, fue detenido tras la llegada a La Línea de las fuerzas de los Regulares y puesto en libertad a los seis días. Huyó a Gibraltar, pasando posteriormente a Tánger y a Casablanca. Desde allí embarcó en octubre de 1941 hacia el exilio mexicano junto a numerosos republicanos españoles, entre ellos Alcalá Zamora. Su marcha del protectorado francés la haría en un barco portugués, el Quanza. Llegaron a Veracruz el 18 de noviembre de 1941, donde fueron recibidos por una multitud entusiasta al son del himno de Riego y de México.

Unos meses después, en la España dictatorial, en el Boletín Oficial de la Provincia se le abría procedimiento por el Tribunal Regional de Responsabilidades Políticas, era 21 de marzo de 1942, y se le dio por desaparecido. Finalmente, fue condenado por el Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo a 12 años y un día de reclusión menor e inhabilitación.

Juan Arjona Gil

Nacido en Jimena de la Frontera el 6 de abril de 1899, tenía la profesión de practicante y mecánico dentista. De nombre simbólico Reclús, se inició en Autonomía el 28 de julio de 1928. Fue dado de baja en la logia a petición propia y según algunas fuentes con posterioridad ingresaría en Acacia no. 68. En cualquier caso se afilió a la logia Fénix no. 66 de Jimena, donde fue secretario (1934) y garante de amistad de Renovación de La Línea (1933)40. Un año más tarde estaba en una terna para ser nombrado y ejercer esta misma función ante una logia de Canarias. A nivel político estaba afiliado al partido Unión Republicana. Miembro asimismo del Comité de Defensa del Frente Popular en 1936. Huyó de Jimena al comienzo de la guerra y estuvo en Cartagena hasta el final del conflicto. Pudo embarcar en la flota republicana en marzo de 1939, que se dirigió primero a Argelia, que denegó la entrada en el país, y posteriormente a Túnez, donde estuvo confinado en un campo de concentración de republicanos españoles. Algunas fuentes cuentan que recibieron víveres de un barco republicano venido de México. En Túnez pudo trabajar durante ocho años en una clínica. No abandonó su actividad masónica, manteniendo contactos con logias del Norte de África41. Contacta con una logia de españoles de Nueva York que le facilita su viaje y en la que figura como miembro activo. Al parecer fue este mismo taller, Lealtad Española no. 6, el que le facilitó un visado de tránsito. Posteriormente pasa a Venezuela donde trabaja como visitador médico y consigue reunirse con su familia. Durante estos años visita varias repúblicas del continente e incluso puede viajar a España y a su ciudad natal en 1977. Muere en la localidad venezolana de Valencia el 8 de septiembre de 198442. En 1938 las autoridades franquistas lo habían considerado huido de La Línea. Fue condenado en rebeldía por el TERMC a 12 años y un día de reclusión menor e inhabilitación en 1942.

Conclusión

Esta comunicación analiza la relación de la masonería campogibraltareña con el nuevo continente. Se trata de una primera aproximación a este tema sobre las vinculaciones masónicas a ambos lados del Atlántico. A partir de este estudio se pretende abrir una nueva línea de investigación, indagando en las personas que llegaron a estas tierras andaluzas para extender la masonería, así como las trayectorias de aquellos que emigraron durante las primeras décadas del siglo XX, y sabemos que uno de los promotores de la expansión masónica de finales del XIX, que estaría en la base del desarrollo posterior, había conocido la Orden en La Habana, y que el fundador y venerable maestro de una de las primeras logias del siglo XX se instalará posteriormente en una ciudad norteamericana con el propósito de crear una logia allí. En los años posteriores iba a producirse un flujo continuo con la emigración de otros masones campogibraltareños. Asimismo, tras la guerra civil española el continente americano iba a convertirse en lugar de refugio para algunos de ellos.

Fuentes

Centro Documental de la Memoria Histórica, Masonería (Legajos): 742-a-2; 205-a-9; 743-14; 506-A-1; 502-A; 503-A; 743-A-6; Exps. personales 88/ 10; 37/ 295; 717/ 21; 109/ 13; 107/4

REFERENCIAS

Algarbani Rodríguez, José Manuel, Santiago Moreno Tello y Carlos Porras Castaños. “José Agüero Baro, de la alcaldía republicana de La Línea al exilio”. En La destrucción de la Democracia. Vida y muerte de los alcaldes del Frente Popular en la provincia de Cádiz. Sevilla: Consejería de Gobernación y Justicia, Junta de Andalucía, 2012. [ Links ]

Enríquez del Árbol, Eduardo. “Problemática que plantea la multiplicidad de Logias en Andalucía Occidental (provincia de Cádiz)”. En La masonería en la historia de España. Coordinado por José Antonio Ferrer Benimeli. Zaragoza: Diputación General de Aragón, 1985. [ Links ]

Martínez Esquivel, Ricardo, Yván Pozuelo Andrés y Rogelio Aragón, eds. 300 años: Masonería y Masones (17717-2017). Tomo V Cosmopolitismo. Ciudad de México: Palabra de Clío, 2017. [ Links ]

Morales Benítez, Antonio y Fernado Sígler Silvera. “Una vía de introducción de la masonería en Cádiz (España) desde Cuba. La logia América de Ubrique y el papel del cubano Alejo Bonachea Palmero”. Ponencia presentada en el V Simposio Internacional Historia de la Masonería Latinoamericana y Caribeña. 300 Aniversario de la masonería moderna, Universidad de La Habana, 26-30 junio 2017. [ Links ]

Morales Benítez, Antonio. La masonería en el Campo de Gibraltar (1902-1942). Un espacio de libertad con una sociabilidad democrática. Cádiz: Editorial UCA, 2019. [ Links ]

Trillo, Ignacio: “El exilio del doctor Ortega y el retorno de doña Pura”. En Blog de Ignacio Trillo, https://ignaciotrillo.wordpress.com/2018/02/08/34163/Links ]

1Antonio Morales Benítez, La masonería en el Campo de Gibraltar (1902-1942). Un espacio de libertad con una sociabilidad democrática (Cádiz: Editorial UCA, 2019).

2Ricardo Martínez Esquivel, Yván Pozuelo Andrés y Rogelio Aragón, eds., 300 años: Masonería y Masones (17717-2017) (Ciudad de México: Palabra de Clío, 2017), Tomo V Cosmopolitismo

3Antonio Morales Benítez y Fernando Sígler Silvera, “Una vía de introducción de la masonería en Cádiz (España) desde Cuba. La logia América de Ubrique y el papel del cubano Alejo Bonachea Palmero” (Ponencia presentada al V Simposio Internacional Historia de la Masonería Latinoamericana y Caribeña. 300 Aniversario de la masonería moderna, Universidad de La Habana, 26-30 junio 2017).

4Sobre la historia de la masonería gibraltareña: Keith Sheriff, The Rough Ashlar. The History of English Freemasonry in Gibraltar, 1727-2002, (Gibraltar: Edit District Grand Lodge of Gibraltar- UGLE, 2002) y The History of the lodge of St. John No. 115 (1767-2017), (Gibraltar: Edit District Grand Lodge of Gibraltar-UGLE, 2017); y María Cristina Garrido y Luis Alberto Del Castillo Navarro, “Breve aproximación a la historia de la logia gibraltareña de San Juan y el Fénix”, Almoraima 3 (1993), 53-62.

5Como es el caso del francés Léo Taxil, que con una imaginación desbordante describió un panorama casi satánico del Peñón, en cuyo interior los masones ingleses fabricaban armas para la masonería internacional.

6Sobre Gibraltar y la masonería de la comarca vecina: Leandro Álvarez Rey, “Gibraltar y la masonería española”, Andalucía en la Historia 6 (2002). 26-33. Morales Benítez, “Gibraltareños en la masonería española”, Almoraima 29 (2003). 457-473. Morales Benítez, “Gibraltar y la masonería de obediencia española”, en La Masonería en la España del siglo XX, coord. José Antonio Ferrer Benimeli (Toledo: Universidad y Cortes de Castilla-La Mancha, 1996), tomo II, 911-929.

7Sheriff, “La masonería española en la logia gibraltareña San Juan (1828-1868)” (Trabajo fin de máster, en prensa). Durante la guerra civil norteamericana, junto a muchos otros españoles y miembros de su taller, se alistó en la Brigada Europea del ejército confederado. Posteriormente tuvo una gran trayectoria, siendo reconocido con la Gran Cruz de la Corte de Honor (Grand Cross of the Court of Honour) en 1876.

8Centro Documental de la Memoria Histórica (CDMH), Masonería (Legajo, Expediente), 88/ 10. Expediente Personal de Ricardo de Mendoza Sánchez. En Algeciras figura con su domicilio en la calle San Juan no. 13.

9Eduardo Enríquez del Árbol, “Problemática que plantea la multiplicidad de Logias en Andalucía Occidental (provincia de Cádiz)”, en La masonería en la historia de España, coord. Ferrer Benimeli (Zaragoza: Diputación General de Aragón, 1985), 223-238.

10CDMH, Masonería (Legajo, Expediente), 742-a-2. Carta a Jorge Girod, 17/ 7/ 1902. Ricardo de Mendoza presentaba un voluminoso currículo masónico a propósito de las palabras del Gran Maestre del GOE que decía que su nombre “le sonaba”.

11Grande Oriente Nacional de España, boletín masónico quincenal, 1887. Sobre este asunto: Morales Benítez, “El Boletín del Grande Oriente Nacional de España editado en el Campo de Gibraltar en 1887”, en La masonería española en la época de Sagasta, coord. Ferrer Benimeli (Zaragoza: CEHME-Gobierno de Aragón, 2007), tomo I, 153-164.

12CDMH, Masonería (Expediente personal): 37/ 295.

13CDMH, Masonería (Legajo): 250-a-9. Cuadro lógico de 26/ 2/ 1911. El acta está firmada por los 38 asistentes a la tenida y se adhirieron a ella otros cinco masones que no pudieron estar presentes en la sesión.

14CDMH, Masonería (Legajo): 743-14. Documentación del capítulo Regenerador no. 54, Carta constitutiva.

15Se trataría de las logias Ignacio Ramírez no. 20 y Fénix no. 13.

16CDMH, Masonería. Carta de 23/ 2/ 1912. Decía textualmente: “...en un plazo bastante breve pienso marcharme para Tampa Florida, a donde tengo mi familia y desearía llevar la graduación más alta que os sea factible concederme pues mi objeto es que si en Tampa no hubiera Log. Al Gr. Or. Esp. yo levantar columnas…”.

17CDMH, Masonería (Legajo): 506-A-1. Carta al Gr. Consejo de la Orden, 22/ 4/ 1912.

18CDMH, Masonería (Legajo): 506-A-1. Carta al Gr. Consejo de la Orden, 22/ 4/ 1912. Decían “(…) cargan ustedes en cuenta del Ve. Francisco Ruano, el cual cuando llegó el memorándum ya se había marchado y nos ordenó que por el Oriente le pasaran la cuenta a Tampa para lo cual adjuntó la dirección: “Sr. D. Francisco Ruano Moreno, Cherry Street no. 266 West Tampa, Florida”.

19CDMH, Masonería (Legajo): 506-A-1. Acta de 16/ 8/ 1919. “(…). Conste en acta el sentir de todos por la desgracia que pesa sobre nuestro Ve. Maestr. por la pérdida de su querido padre, acaecida en los Estados Unidos de América, padre cariñoso para sus hijos e invicto Masón al perder la vida nuestro q. h. Francisco Ruano, no ha dejado solamente el hueco en el seno de sus desconsolada familia , a la cual le dedicamos el más sentido pésame, sino que la humanidad entera ha perdido un defensor de los derechos del hombre en la sociedad profana y la Francmasonería un miembro activo, constante y leal que todo lo sacrificaba pro la Orden y por cumplir fielmente todo lo que se relacionara esa defensa de la Libertad, Igualdad, Justicia y Progreso. Es acordado de que habiendo sido en vida uno de los fundadores de esta logia y el 1º Venerable que esta tuvo, se adquiera una ampliación fotográfica, la cual se pondrá en el salón de Secretaría, como recuerdo a su persona y a sus méritos y que además de esto se celebre una ten. fúnebre en memoria del que en vida fue nuestro 1º Ven. igual que todos sus iguales”.

20Era un industrial, nacido en Algatocín (Málaga) el 7/9/1871, simb. Bombarda, gr. 30º. Miembro de Regeneración, en 1911. Posteriormente se afiliaba a Resurrección. Maestro de Ceremonias (1912), Primer Vigilante (1914, 1916, 1917 y 1919), Tesorero (1915) y Primer Experto (1918). Baja el 28/6/1924 por plancha de quite. Miembro fundador de la logia Floridablanca en 1924. Venerable Maestro (1926, 1927 y 1928). Su logia acordó proponerlo para su ingreso en la Orden de la Constancia por “su desinteresada y constante labor de amor y de paz dentro de la Orden”. La Gran Logia Regional del Mediodía lo honró en 4 de febrero de 1928 con el título de “Benemérito de la Federación”.

21CDMH, Masonería (Legajo): 502-A. Carta de 26/10/1928.

22CDMH, Masonería (Legajo): 502-A. Carta de 30/5/1928.

23CDMH, Masonería (Legajo), 503-A. Acta de 26/5/1928.

24Tipógrafo, nacido en La Línea el 11/2/1898, simb. Gutemberg, gr. 3º (1923). Se inició el 7/10/1922 en la logia Resurrección de La Línea. Le fue concedida la plancha de quite el 16/6/1923 para viajar a los Estados Unidos. El 10/1/1927 le fue expedido un duplicado de la citada plancha. Se afilió a una logia de Nueva York y desde este taller colaboró con los linenses que llegaba hasta alli. Murió en esta ciudad. Condenado en rebeldía en 1943 a 12 años y un día de reclusión menor e inhabilitación.

25CDMH, Masonería (Legajo): 502-A. Cartas de 25/4/1928 y 18/9/1928.

26Nacido en Gibraltar el 19/12/1902, simb. Kropotkine, gr. 3º (25/2/1928). Se inició en la logia Floridablanca el 21/7/1926, donde causó baja por plancha de quite el 24/3/1928.

27Juan José Morales Ruiz, Palabras asesinas. El discurso antimasónico en la guerra civil española (1936-1939) (Oviedo: Masónica.es, 2017), y “Memoria y represión de la masonería española en la guerra civil y en el primer franquismo”, en La Masonería española. Represión y Exilios, coord. Ferrer Benimeli (Zaragoza: CEHME, 2010), tomo II, 1775-1804.

28CDMH, Masonería (Expediente personal), 717/21.

29CDMH, Masonería (Legajo) 743-A-6.

30Acta de la Gran Asamblea Ordinaria de la Gran Logia Española, La Línea, 14-16 de mayo de 1932, Barcelona, Cooperativa de Artes Gráficas. Presentada en el último momento, también por el taller de Jimena, y firmada por su Venerable Guillermo Ortega y por el masón López Domínguez.

31Ignacio Trillo, “El exilio del doctor Ortega y el retorno de doña Pura”, en Blog de Ignacio Trillo, https://ignaciotrillo.wordpress.com/2018/02/08/34163/

32CDMH, Masonería (Expediente personal) 717/ 21.

33También masón, estaba destinado en Algeciras desde 1917. Iniciado en 1925 y Venerable Maestro de Trafalgar en 1926-27 y 1933. Reconocido docente, obtuvo a lo largo de su carrera 21 votos de gracia.

34CDMH, Masonería (Expediente personal) 109/13.

35Trabajo elaborado por su hija Elena Candel Quirós para el homenaje que le tributó la Fundación Española de Comodoro Rivadavia en 2019: “Daniel Candel López, impulsor de la superación educativa comodorense”.

36CDMH, Masonería (Expediente personal) 107/4.

37José Manuel Algarbani Rodríguez, Santiago Moreno Tello y Carlos Porras Castaños, “José Agüero Baro, de la alcaldía republicana de La Línea al exilio”, en La destrucción de la Democracia. Vida y muerte de los alcaldes del Frente Popular en la provincia de Cádiz (Sevilla: Consejería de Gobernación y Justicia, Junta de Andalucía, 2012), tomo II, 9-27.

38CDMH, Masonería (Expediente personal) 107/A. Carta de 19/6/1936.

39CDMH, Masonería (Expediente personal) 107/A. Carta de 11/7/1936.

40CDMH, Masonería (Legajo): 743-A-6.

41Recibe correspondencia de la Gran Delegación del Grande Oriente de España en el Norte de África.

42Ignacio Trillo, “El practicante republicano de Jimena, Juan Arjona Gil”, en Blog de Ignacio Trillo, https://ignaciotrillo.wordpress.com/2017/08/23/32607/

Recibido: 26 de Febrero de 2020; Aprobado: 08 de Abril de 2020

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