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Revista de Estudios Históricos de la Masonería Latinoamericana y Caribeña

On-line version ISSN 1659-4223

REHMLAC vol.6 n.1 San Pedro, Montes de Oca May./Nov. 2014

 

“El templo de Colohete (Honduras) y su significado simbólico”

Libny Rodrigo Ventura Lara


*Dirección para correspondencia:

Resumen

El artículo aborda la singularidad del templo colonial del pueblo indígena de San Manuel de Colohete, Honduras, antigua encomienda de la familia Lara que por la influencia que pudo haber tenido en él se extraen cuidadosamente sus raíces hasta remontar a un presunto principado judío medieval en la ciudad de Narbona, Francia. El enfoque está puesto sobre su simbología que al parecer está relacionada con la “Tradición del Templo” (tradición arquitectónica asociada con el Templo de Salomón). Esta tradición Andrés Cassard la advierte en el palacio del Escorial, España construido en el siglo XVI. Martha Fernández hace lo mismo respecto a la arquitectura virreinal de Nueva España. La referencia a las tradiciones de constructores está plasmada en su fachada con una serie de símbolos que incluyen la escuadra y el compás. Ello lleva a plantearse la existencia de la tradición masónica operativa entre algunos de los constructores coloniales del área.

Palabras clave: Templo de Colohete, Familia Lara, principado judío, símbolos, tradición masónica operativa

Abstract

This article concerns the uniqueness of the colonial church in the indigenous town of San Manuel de Colohete, Honduras, on the land formerly belonging to the Lara family.  From the influence they might have had in the Temple’s s construction, we carefully trace their roots back to medieval Jewish principality in the city of Narbonne, France.   The focus of this paper is on the Temple’s symbols which are seemingly related to the "Temple Tradition ", (architectural tradition associated with the Temple of Solomon).  Andrés Cassard describes this tradition in the Palace of El Escorial in Spain, constructed in the sixteenth century. Martha Fernandez does the same with the viceroyalty architecture in New Spain.  References to the builder's traditions are embodied in the facade through a series of symbols that include the square and compass. This suggests the existence of a masonic operative tradition among some of the colonial builders of the area.

Key words: Colohete´s Temple, Lara Family, Jewish Princedom, symbols, Masonic Operative Tradition


Introducción

Aislada en las montañas de Honduras, la iglesia del pueblo indígena de Colohete es notable por su arquitectura y estética signada por quienes parecen guardar alguna tradición emparentada con la masonería. Es una manifestación arquitectónica en plena época colonial (estilística predominante: siglo XVII), no guarda relación directa con la masonería moderna o especulativa. La hipótesis es que fue edificada por personas depositarias de la “Tradición del Templo”1. A su vez posee una simbología que responde a diferentes tradiciones simbólicas en torno  a  significados  religiosos  y  políticos,  que  van  a  la  par  de  su  contexto  territorial, poblacional e histórico.

La presente investigación se conduce a través de las estructuras de expresión artístico-cultural tratando de definir una identidad ideológica que traspasa religiones, nacionalidades y continentes. En cuanto a la metodología tal vez sea pertinente la afirmación de Umberto Eco: “aunque el investigador  comience con el mayor empirismo posible, acaba por convencerse que ha descubierto alguna estructura precisa de la mente humana”2. El artículo se compone en dos secciones: el contexto geohistórico y el lenguaje simbólico del templo.

Contexto geohistórico

La Montaña Celaque, en torno a la cual se asienta Colohete, es la más alta del país con un  bosque  nublado  del  que  nacen  diferentes  ríos.  En  su  entorno  se  desarrolló  la  cultura indígena lenca del cacique Lempira, cuyo nombre conserva la moneda nacional de Honduras. La imponente presencia de este monte probablemente se relaciona con Icelaca dios del tiempo, una de las principales deidades lencas según investigaciones de la etnóloga Anne Chapman3.

Próximo a esta área está la falla del Motagua, conjunción de las placas tectónicas de Norteamérica  y del Caribe.  El Celaque  se encuentra  flanqueado  por dos fallas  tectónicas (evidente en La Campa), una se extiende hasta la ciudad de Gracias a Dios4. La ciudad de Gracias a Dios fue el eje administrativo  colonial donde Marie Leroy identifica las familias más notables: «  (…) c’est à partir du début du 17e. siècle que l’on remarque l’accaparament des hautes fonctions par certaines familles dans le cabildo de Gracias a Dios, telles De Lara et les Betancour  »5.

Durante el siglo XVIII, Colohete estuvo bajo la jurisdicción eclesiástica del curato de Guarcha de Gracias a Dios, compuesto por los pueblos indígenas del Celaque poseedores de iglesias que en general, la escritora Leticia de Oyuela, refiere como “las iglesias mistéricas del occidente  de  Honduras”.  Estos  pueblos  eran  Nuestra  Señora  de  Belén  de  la  Guarcha, Concepción de Colohete, San Gaspar de Caiquín y San Matías de La Campa.

Estudios sobre el templo de Colohete

Los historiadores del arte que han abordado el templo de Colohete lo han hecho de forma un tanto tangencial. En 1967, Pál Kelemen le dedicó algunos párrafos en Baroque and Rococco in Latin America6. Luego en 1988, Juan Benito Artigas lo desarrolla  más con su artículo “Arquitectura hondureña: Luquigüe, La Campa y Colohete”7. Finalmente en el año 2000, Mario Felipe Martínez Castillo en Por las Rutas de la Plata y el Añil lo refiere escuetamente8. No obstante dos décadas después, en el 2008, Artigas recapitula:

(…) signo de identidad nacional y americana. Como obra de arte no tiene paralelo, para  mí sería suficiente  para tomarlo  en cuenta  además  está completo  o lo estaba espero que siga así. Es más importante de lo que muchos piensan. Ya comenté que es el más completo de toda la región, entendiendo por región a todo el continente9.


 
La principal razón por la cual no se le ha dedicado un estudio más objetivo al templo no es su estilo  anacrónico, sino  la falta  de documentos  históricos.  Al respecto, Martínez Castillo afirma que “de casi todas las iglesias de Honduras existe documentación  sobre su edificación o reconstrucción, excepto de Colohete”10.Imagen 1

Documentación

El único documento contemporáneo al templo de Colohete es el título de encomienda de los pueblos de Colohete, Caín (sic), Erandique y Laganguera extendido por el presidente de la Audiencia al capitán Fernando de Lara y Guevara en 166611. Este es el punto axial de la tesis de licenciatura de quien escribe, publicada en 200912.

La  mayor  parte  de las iglesias  coloniales  de Honduras  y quizá  de Centroamérica, fueron edificadas durante el siglo XVIII debido a cierta recuperación demográfica indígena, esto  último  según  Linda  Newson  en  El  Costo  de  la  Conquista.  Los  pueblos  indígenas tributaban  a la Corona y le solicitaban  autorización  para edificar sus iglesias,  para ello la Corona  difería  la  cuarta  parte  de  su  tributo.  Así  ejemplifica  la  edificación  de  la  iglesia parroquial de Belén Gualcho de la Corona en 172313. La legislación especificaba:

[…]  que  en  las  cabeceras  de  todos  los  pueblos  de  Indios,  así  los  que  están incorporados  en nuestra  Real Corona,  como  los encomendados  a otros qualesquier personas, se edifiquen Iglesias donde sean doctrinados y se les administren los Santos Sacramentos, y para esto se aparte de los tributos que los Indios hubieran de dar a Nos y a sus Encomenderos […] Y esta cantidad se entregue a personas legas, nombradas
por los Obispos, para que la gasten en hazer las Iglesias […]14.

Esta  ley  parece  dejar  la  responsabilidad  de  la  edificación  de  templos  indígenas  a terceros.  Al margen  parece quedar el encomendero  como simple receptor  de tributos.  Por legislación el encomendero  no podía utilizar indígenas en haciendas ni obrajes, ni tenerlos cerca de sus encomiendas,  mucho menos residir en ellas. No obstante, todo lo anterior fue frecuente, al menos en las jurisdicciones periféricas en estado permanente de guerra contra indios  o  piratas  como  las  capitanías  de  Chile  y  Guatemala.  La  legislación  sobre  los encomenderos ofrece otro matiz:

Ley ii Que los Encomenderos soliciten la Reducción y Doctrina de los Indios. [Felipe II  Ordenamiento   de  Poblaciones]   Mandamos   que  los  Españoles   Encomenderos soliciten  con mucho  cuidado,  que sus Indios  sean reducidos  a Pueblos,  y en ellos edifiquen Iglesias para su doctrina, y enseñança guardando las leyes, que tratan de las
reducciones15.

Faculta al encomendero responsabilizándolo  en la edificación de iglesias, o al menos es una de sus interpretaciones posibles. Esto encuentra respaldo en la práctica con Francisco de las Casas, primo de Hernán Cortés, quien lega parte de su testamento para la edificación de la iglesia de su encomienda: “A la magnificencia de este encomendero debemos la iglesia de Yanhuatitlán, por más que no haya sido él sino su hijo Gonzalo...”16.

Parece  que al final,  Gonzalo  sólo  logró  financiar  el retablo  mayor  que encargó  al maestro  Andrés Concha,  quien trabajó  en el Monasterio  Real del Escorial,  la mayor obra arquitectónica  de España del siglo XVI17. Esto lleva a la hipótesis sobre que la iglesia de Colohete lleva la impronta del encomendero. Algunos encomenderos se habrían sentido obligados por tradición (emulando la nobleza peninsular) a patrocinar iglesias y capillas en sus términos, al menos eso es de esperarse de los que fueron exitosos.

El interés y patronazgo de familias poderosas sobre los templos de sus localidades está demostrado. En Honduras, la hoy catedral metropolitana fue financiada por un cura de la rica familia Zelaya. Sobre el vecino San Antonio de Oriente, Kelemen anota: “It is reported that the Mairena family, who owned the richest lodes, built this church out of the proceeds of their mines”18.

Antecedentes de la familia Lara en Europa

Los antecedentes del encomendero de Colohete deben buscarse por el apellido Lara. El  primero  en  Honduras  fue  sobrino  del  maestre  de  Cristóbal  de  Lara,  miembro  de  la Universidad  de Mareantes de Sevilla y de la Cofradía de Nuestra Señora del Buen Aire19. Misma  de  quien  fue  cófrade  un  bisnieto  del  Marqués  de  Santillana,  Pedro  de  Mendoza, fundador de Buenos Aires, Argentina.

Se identifica a esta familia por testamento redactado en alta mar en 1580, entonces Diego Rodríguez de Lara mercader transatlántico deposita sus hijos, Fernando y María, en su hermano Cristóbal de Lara, “hombre rico y avinado”20. Entre sus testigos figura un primo llamado  Pedro  de  Lara,  corredor  de  la  Lonja  de  Sevilla 21 .  Padre  de  Francisco  de  Lara reconocido como noble, fue caballero 24 de Sevilla y teniente del Almirante de Castilla22.

Su  nieta  Mencía  de  Lara  Vitoria  y  Goveo,  fue  madre  del  primer  marqués  de Castromonte por matrimonio con Alonso Baeza Manrique de Luna y Santo Domingo, IV Sr. de Estepar23. El señorío de Estepar se fundó por matrimonio de Juan Santo Domingo I Sr. de Estepar con María Manrique de Luna, nieta del matrimonio de Contesina de Luna con Pedro Manrique de Lara, Sr. de Valdezcaray. Este último hijo de Pedro Manrique de Lara y Mendoza, VIII Sr. de Amusco, y primo hermano de Fernando el Católico.

Un hermano de María Manrique de Luna, Garcí Manrique de Luna, fundó el Colegio Manrique en la Universidad de Alcalá de Henares. Fue el primero en España enfocado en la educación  de los vástagos  de una familia24 . Por ese definido  sentido  de clan, y marcado comportamiento endogámico, cabe preguntarse si ¿los Manrique de Luna enlazaron con los Lara de Sevilla a consciencia de guardar un parentesco entre sí?

La  historia  de  esta  casa  está  llena  de  conflictos  y  cabos  sueltos,  varios  de  sus miembros se pierden en la oscuridad de los tiempos. Salazar y Castro considera a los Lara de Sevilla legítima rama de la Casa de Lara sin poder probarlo genealógicamente, afirmando que no obstante,  tenían  el mismo  carácter,  apellido  y escudo  de  armas 25. Fue Pedro  de Lara corredor de Lonja, nieto de Pedro Hernández de Lara y de Ana Contesina, ¿realmente nieto de Pedro Manrique de Lara y Contesina de Luna?

La identidad de la familia Lara medieval, particularmente del brazo Manrique va aparejada al señorío de Amusco por diez generaciones  hasta llegar al señorío soberano de Molina26. Inicia con Rodrigo González de Lara, cruzado, edificador del castillo templario de Latrun  próximo  a  Jerusalén 27 .  Sánchez  de  Mora  estima  que  concertó  con  el  conde  de Barcelona  Ramón de Berenguer  y el rey de Navarra García Ramírez el matrimonio  de su sobrino Manrique con la única hermana de la vizcondesa de Narbona28.  Esta testó a favor de su sobrino Pedro Manrique y del Temple, como también al Hospital:

Primum  “dimitto  corpus  meum”  ad  sepeliendum  in  cimiterio  beate  Marie  domus mansi Dei et dimito “Militie temple” per amore Dei et per salute anime met parentum meorum totum meum kastrum de Albars cum ingressibus et egressibus suis […]
Aduch “ego domna Ermengards de Narbona rogo et obnixe deprecor comitem Petrum [Pedro Manrique] meum dilectum fium et carum nepotem” […]29.

Los Narbona hunden sus raíces en las redes nobiliarias del sur de Francia, contando entre  sus  antepasados  al duque  Guillermo  de  Aquitania  (860-918)  fundador  del  Cluny 30 . Según  Eduardo  Callaey,  la  masonería  medieval  se  compuso  de  gremios  constructores  al interior de la orden benedictina,  a la cual perteneció el Cluny31. Promovieron  las cruzadas (papas Gregorio VI y Urbano II), a su vez las posesiones del Cluny en las rutas de Tierra Santa y en España pasaron posteriormente al Temple. También considera que San Bernardo de Claraval, redactor de la regla del Temple, impregnó fuerte espíritu benedictino  al Císter32.

Éste tiene un monasterio junto a la colina de las ruinas del castillo Latrún en la línea verde entre Palestina e Israel.

La figura de Guillermo I de Aquitania es axial no sólo por la fundación del Císter, sino por ser el último gran magnate carolingio  del sur de Francia, último nasi (príncipe  judío) secular de Francia, plantea Joaquín Javaloys. Este principado fue fundado en Narbona por cesión carolinigia a un exhilarca de Babilonia según Zuckerman, Makhir de Narbona, bajo el nombre público de Teodorico de Narbona, padre de San Guillermo I de Toulouse; incluía el condado  de Toulouse,  marquesado  de Septimania,  y el condado  de Narbona.  Su principal fuente es el Addendum del Seder Sefer ha-Qabalah que se conserva en Jewish Theological Seminary of América, Nueva York33.

En Europa, el linaje Lara-Narbona sobrevivió excepcionalmente a las cruzadas contra los cátaros, manteniéndose  vizcondes de Narbona hasta inicios del siglo XV34. En España, Lara y Fajardo fueron acusados de practicar el judaísmo por la inquisición de Murcia en el 1567, siendo primos del rey fueron absueltos35. En el 2001, fueron descubiertos  los restos intactos de una sinagoga en el castillo de Lorca alcaidía de los Fajardo36. A finales del siglo XVI,  el linaje  principal  de  los  Manrique  de  Lara  duques  de  Nájera,  se extinguió  siendo sucedido por sus parientes los Ladrón de Guevara también con antecedentes templarios37.

El linaje de Lara en Centroamérica

En Centroamérica el linaje de Lara tomó asiento en la ciudad de Gracias a Dios. El referido  Fernando  de  Lara,  sobrino  del  maestre  sevillano  Cristóbal  de  Lara,  contrajo matrimonio con doña María de Guevara hija de doña Ana de Guevara expresamente “noble” en la documentación. Su hermano, don Diego de Guevara estuvo casado con una de las hijas del capitán Alonso de Cáceres, fundador de Comayagua, capital colonial de Honduras38.

El  documento  más  antiguo  de  esta  familia  en  la  Audiencia  de  Guatemala  es  el “Informe  de Fernando  de Lara  1605”39 , presentando  por testigo  a Gerónimo  Sánchez  de Carranza ex gobernador de Honduras y comendador del Hábito de Cristo, orden derivada del Temple portugués40. Referente internacional  en esgrima por su obra De la Filosofía de las Armas y de su Destreza y la Aggression y Defensa Cristiana, declaró que Lara era “noble hidalgo”, recibiendo su hijo Joseph de Lara la encomienda de Piraera y Maxaitique en 1612.

En 1666, su nieto Fernando de Lara y Guevara, adquirió la encomienda de Colohete del presidente de la Audiencia Don Martín Carlos de Mencos, confirmada por la Corona en 1669. Mencos fue procesado  por la justicia española por tráfico ilegal de plata y añil con Holanda  a través de las costas de Honduras41.  Efectivamente,  Murdo MacLeod  afirma en Spanish Central America A Socioeconomic History que en Amsterdam había un importante mercado  de añil42 . Éstos  poseyeron  haciendas  de añil en Gracias  según  se infiere  de una referencia  tardía  en  1795 43 .  El  añil  fue  el  principal  motor  económico  de  la  Audiencia, altamente valorado en el mercado internacional. Fronterizo con Gracias, San Salvador y San Miguel concentraban su producción en Centroamérica. Allí los Lara y Mongrovejo y Ladrón de Guevara tuvieron las haciendas añileras La Bermuda y San Jacinto44.

Cabe acotar que Liebman afirma en Los Judíos en México y América Central que había judíos secretos al sur de Nueva España, manteniendo haciendas y comercio ilícito con sus parientes holandeses, siendo los de Honduras “muy ricos”45. Es posible que estuvieran asociados con los de San Salvador y San Miguel, obligados por las autoridades a comerciar por el distante puerto de Veracruz, para evitar el Caribe.

En el Caribe había judíos holandeses en Curazao y posteriormente en Jamaica, centro de la piratería. Moses Cohen de Lara fue Haham en la sinagoga Neveh Shalom de Spanish Town el primer cuarto del siglo XVIII46. Muy probablemente el mismo Moses Cohen de Lara importante  traficante  de esclavos de Jamaica47. ¿Tendría relación con los Lara Bonifáz de Yucatán  donde  Liebman  menciona  que los judíos  tenían  libertad  para  comerciar  esclavos negros? Estos declaraban descender de los Siete Infantes de Lara.

En Amsterdam, David Cohen de Lara fue lexicógrafo y traductor de literatura religiosa hebrea al castellano como el Tratado doctísimo del temor divino para sus parientes en los dominios españoles. En Hamburgo, se consideraban de la nobleza utilizando heráldica. En su cementerio aparecen Cohen de Lara, Senior, Coronel y Shaltiel48.

En Honduras, Colohete tiene elementos funerarios: la asociación de leones (cupulines) sobre los jabalíes (gárgolas) proclamando  el triunfo de la vida sobre la muerte49. En 1687, falleció el capitán Joseph de Lara, tío del encomendero, enterrado en la Iglesia Los Remedios de Santiago de Guatemala. Su hijo, el sargento Fernando de Lara y Reinoso trató de obtener la encomienda  de  Colohete,  recibiendo  Colosuca  en  1691 50 .  Todavía,  en  1726,  tenía  dicha encomienda,   siendo  probablemente   el  último  encomendero   criollo  de  Honduras  y  de Centroamérica51.

Su hermano, el bachiller Joseph de Lara educado en el colegio jesuita, fue rector del Colegio  Seminario  Nuestra  Señora  de  la  Asunción 52 .  Y  canónigo  de  la  Catedral  de Guatemala53. Su influencia y poder quedan reflejados en 1688 al adquirir en Santiago de los Caballeros, las que parecen ser las casas patrimoniales de los Alvarado frente al Palacio de los Capitanes:

Don Tomás de Alvarado Villacreces Cueva y Guzmán, vecino, vendió al Bachiller Don Joseph de Lara Cura Rector de la Santa Iglesia Catedral, unas casas principales […] habían sido de sus padres el Capitán Don Marín de Alvarado  Villacreces  Cueva y Guzmán y Doña Bárbara del Castillo y Polanco […]54.


Una relación indirecta de los Lara y los Alvarado remonta a Colohete [Colohetique] encomienda  de Gonzalo de Alvarado, fundador de Gracias a Dios y primo del adelantado Pedro de Alvarado. Éste, hijo de Diego Gómez de Alvarado y Mexía Sandoval y Porras, Trece de Santiago y maestresala de Enrique  IV de Castilla, padre de Isabel La Católica.

El linaje y el Grial

Los  intereses  de  la familia  se extendían  a las  minas  de  San  Andrés  de  la Nueva Zaragoza,  llamadas  “poderoso  y  rico  monte”  por  Fuentes  y  Guzmán  en  su  Recordación Florida, siendo Joseph de Lara uno de sus mineros más exitosos55. Junto a las minas discurre el río Lara y se levanta el cerro la Magdalena rememorando a la hermana del bachiller:

En la ciudad de Santiago de Guatemala a tres de agosto [de 1694] Manuel Sánchez de Villanueva […] otorga carta de dote a su futura esposa Doña Josefa de Lara y Cardoso, doncella hija legítima de Lorenzo García Cardoso y de Doña Magdalena de Lara […] por medio del Bachiller Don Joseph de Lara, tío de ella, canónigo más antiguo de la
Santa Iglesia Catedral en algunas joyas y ropa56.

Su nombre también está junto a Piraera, encomienda del padre de doña Magdalena de Lara. Este municipio  de Intibucá  probablemente  se origina en 1629 por el título de tierra “Santa María Magdalena”57. Aparece en 1742 como nombre del único documento conocido de la cofradía de Gracias58. Es notorio que la iglesia parroquial graciana esté de costado a la plaza, en desmérito como se refiere en 1782 “de hallarse la parroquia de esta ciudad en una situación tan imperfecta, como carecer de plaza al frente de la puerta principal”59.

Otra Magdalena es la hija de Pedro Manrique de Lara, II conde de Paredes de Nava, sobrina de Alonso Manrique de Lara, arzobispo de Sevilla, inquisidor general de España. Fue Magdalena Manrique de Lara primera esposa de Pedro Fajardo y Chacón, I marqués de los Vélez, alcaide de Murcia y Lorca. En la sinagoga de Lorca se encontró el símbolo helicoidal de una flor de seis pétalos en doble circunferencia, como en las iglesias del Celaque, asociado en Judea con la menoráh (especie de ‘lámpara’ de siete brazos del Templo). También puede contemplarse en una pieza importante de la sinagoga de Migdal [Magdala], la más antigua en Israel.

Una hija de Pedro Fajardo y Chacón, Ana Fajardo y Silva, contrajo matrimonio  en 1561 con Juan Manrique de Lara, señor de San Leonardo (San Leonardo de Yagüe), hijo del I duque de Nájera. Este pueblo sirve de acceso al cañón de Río Lobos con su notable ermita asociada  al Temple  por  el conde  de Campomanes.  La iglesia  de San  Leonardo  tiene  los escudos de armas de los Lara y Fajardo.

En cuanto a sus primos, los condes de Paredes de Nava, es necesario acotar que en la corte del primer  conde,  Rodrigo  Manrique  de  Lara,  se  encontraba  la  familia  de  Pedro Berruguete,  famoso artista  con obras  en el Museo  de Louvre,  la Colección  Windsor  y el Palacio Ducal de Urbino. A él se adjudica la que se considera la mejor colección de retratos de los reyes de Israel y de Judá, retablo mayor de la Iglesia de Santa Eulalia, Paredes de Nava60.

Difícil saber las motivaciones que tuviera el pintor o su mecenas, lo más natural es la representación de la genealogía real de Jesús, sin embargo, la escena se repite con énfasis en la entrada a El Escorial y en la fachada de Notre Dame, París. Otro mecenazgo notable es el de Pedro Manrique de Lara I duque de Nájera, sobre la sinagoga de Amusco del siglo XV61.

En ese pueblo se calcula que la mitad de la población  era judía siendo aljama. El duque decidió la edificación de una sinagoga en un lugar muy privilegiado rivalizando con la iglesia. “Frente a la plaza principal, ayuntamiento y la Iglesia [no permitido a las sinagogas]. A su vez Lacave se refiere a esta sinagoga como tan magnífico edificio”62.

Las razones de los Manrique quedan expuestas en una leyenda tejida como parte de los medios publicitarios  de la época: las leyendas épicas, cantares y trovas. Simon Doubleday propone que El cantar del Mío Cid se compuso en la corte de los Manrique de Lara, señores soberanos de Molina para legitimarse en el poder, ya que el héroe del cantar, Rodrigo Díaz de Vivar, era bisabuelo de la esposa del conde Pedro Manrique63. Éste, hijo de Emersenda de Narbona, se representa como prototipo español del rey David:

[1179]  Este  mismo  año sucedió  el memorable  desafío  en que el conde  don Pedro triunfó de las estralas fuerzas del moro Zafra, cuyas victorias tenían tan amedrentados los caballeros de aquel tiempo, que ninguno osaba combatir con el. Según leyenda, este personaje  era de estatura descomunal  y “tenia de ojo a ojo un palmo, ya esta desproporcion todo lo demas con que solo su presencia cusava horror”. Sin embargo el conde Pedro invocó a Nuestra Señora de la Huerta [advocación de uso templario según
Alarcón] y se enfrentó al musulmán, venciéndolo y matándolo64.

El conde Pedro fue el heredero de la última vizcondesa de Narbona, Ermengarda. Ésta es poco conocida,  siendo junto con Leonor de Aquitania  y María de Champagne,  las tres nobles mecenas de los trovadores según Cheyete. En sus cortes nació la leyenda del mítico rey Arturo, Lancelot y Guinervere, el Santo Grial, todos, creación de Chrétien de Troyes.

Cuando  otro  trovador  necesitó  nombres  para  los  padres  de  su  héroe,  William  de Orange,  eligió  a Aymeri  de Narbona  como  “one of the paladians  of the epic tradition  of Charlemagne, and as it happened, the name of Ermengard’s father and grandfather and for his hero’s mother Ermengard”65. William de Orange como era conocido en el siglo XII Guillermo I de Tolosa, hijo de Teodorico-Makhir  de Narbona. Habiéndose convertido al catolicismo y retirado al monasterio de Saint-Guilhem-le-Désert, donde se considera hubo importante documentación. No obstante, ésta se perdió a causa de un incendio en el monasterio en 1066, año en que la Iglesia canonizó a Guillermo [Isaac] de Toulouse. Sólo se salvó el Inventario de Juliofred del año 813 titulado “San Guillermo Príncipe de los límites de toda Galia”66. Título que Arthur Zuckerman interpreta como la jurisdicción de su principado sobre los judíos de Francia.

Se  ha  dicho  que  Makhir  de  Narbona  pudo  ser  una  invención  de  los  judíos  para legitimar su presencia ante su inminente expulsión de Francia. No obstante, hay referencias que mucho antes, a finales del siglo X, había una sección judía de la ciudad donde se asentaba el palacio viscondal narbonense. Afirma Frederic Cheyette: “Their houses crowed around the palace of the viscounts”67. “The Jewish quarter of Narbonne was called ‘New City’” y “The Makir family bore, in fact, the name "Nasi" (prince), and lived in a building known as the Cortada Regis Judæorum”68.

Entonces la divisa que aparece junto al escudo de los Manrique: “Nos non venimos de reyes, que reyes vienen de nos”, adjudicado a sus raíces godas parece adquirir otro sentido, el de un linaje en el cual se legitimaron reyes e imperios69.

El templo de Colohete y su significado

De la naturaleza de los símbolos John White afirma: “El símbolo esconde tanto como revela y las palabras son solamente la verdad aproximada; no son la auténtica verdad. Por lo tanto,  los  símbolos  son  sólo  guías,  no  garantía” 70 .  Umberto  Eco  propone  que  “si  todo fenómeno  cultural  es un acto de comunicación  y puede ser explicado  mediante  esquemas propios  a  cualquier  acto  de  comunicación  será  conveniente  individualizar  la  estructura elemental de la comunicación donde ésta se produzca”71. La simbología representada en el templo es predominante europea, algunos elementos remontan al Medio Oriente. También es preciso abordar la cosmovisión indígena que la antecede y expresa.

Ek o Venus maya

En el oeste hondureño, mayas y lencas compartieron la cosmovisión mesoamericana. Hasta hace pocos años existió en Colohete una escultura tosca de un gran felino. Según sus habitantes, el dueño de las tierras en que se encontraba la destruyó por temor a que atrajera turistas.  Puede  estar  relacionada  con  las  esculturas  de  “jaguares  o  pumas”,  alegoría  a  la divinidad negra Ek [Venus] procedentes de las ruinas de la ciudad maya de Copán empotradas en un puente  antiguo  próximo  a la basílica  de Esquipulas.  Kelemen  advierte:  “Colohete, Honduras situated only twenty-seven miles southeast of Copan and not far from Camotan”72. El arqueólogo Carlos Navarrete Cáceres considera la transpolación del culto maya en el Cristo Negro de Esquipulas73.

En   ese   sentido,   el  Cristo   de   Colohete   es  considerado   por   algunos   como   la representación  más antigua de un cristo negro en América Central. En el retablo mayor, su escultura “excepcionalmente oscura y bella”, empotrada también en lo alto de su fachada74, en cuya base una circunferencia con un trébol de cuatro hojas corresponde con el símbolo de Ek.

Simbología Franciscana

La fachada está plantada de esculturas, Kelemen anota “estatuas originales sobreviven una rara ocurrencia”75. Tres de ellas visten hábito franciscano (san Francisco, santa Clara y san Antonio de Padua). En el centro, la Virgen de la Inmaculada Concepción, advocación original del pueblo “Concepción  de Colohete”.  Este dogma promovido  por franciscanos  y jesuitas se estableció por el Concilio Vaticano I76.

Todas sus cruces de herrajería presentan otro aspecto franciscano: están compuestas por esferas radiadas en clara alusión a las custodias (relicario solar de la hostia consagrada). Se llamó “custodia” a las subdivisiones administrativas franciscanas. Por otra parte, el uso de artesonado fue manifestación temprana en Nueva España según refiere Fernández:

Al principio las cubiertas de las iglesias fueron de madera, pero en vista de que eran frecuentemente consumidas por el fuego, se fueron sustituyendo por bóveda; entre los artesones más famosos y notables podemos mencionar el de la iglesia franciscana de Tlaxcala77.


El artesonado  de cinco  paños  de Colohete  no es frecuente  por ser de arquitectura colonial temprana, uno de los pocos ejemplos que llegan a nuestros días es la iglesia San Francisco Uruapán78. La única referencia a los franciscanos en la jurisdicción de Gracias es la designación en 1730 de Fray Diego de Lara de la Orden de los Franciscanos Menores para la doctrina y curato del partido de Sensenti79.

La creación del moderno municipio en 1901 parece ser la primera referencia al pueblo con el nombre de “San Manuel de Colohete”, también relacionado con los franciscanos en memoria de la circuncisión de Jesús “Emanuel” (1° Enero).

Simbología relacionada con el Judaísmo

Esta influencia la advierte Martha Fernández en La imagen del Templo de Jerusalén en la Nueva España. En América, las órdenes de San Francisco, Santo Domingo y San Agustín desarrollaron  un plan arquitectónico  pretendiendo  volver  a las fuentes  originales  de la fe, implicando inevitablemente al judaísmo. Así la iglesia franciscana de Tlaxcala tiene estrellas de David en el artesón, también en San Francisco, Antigua Guatemala, donde los abuelos de Jesús: Santa Ana y San Joaquín aparecen asociados con dicha estrella.

Refiere Fernández, la cruz atrial (frente a la fachada) podría estar relacionada con el tabernáculo levantado por Moisés, y el atrio y claustro, imágenes del paraíso a cuyo efecto ayudaba el jardín80. Esto corresponde  perfectamente  con la representación  de una zarza en llamas en el centro de la fachada recordando la teofanía de Moisés en el desierto.

El Lirio del Valle

Las paredes interiores de Colohete y las zapatas de las columnas en la casa cural [el convento] de La Campa, representan el símbolo primigenio de la estrella de David: la azucena o lirio nativo israelí el shoshan zajor [רוחצ ןשוש] que significa lirio blanco puro. La raíz de su nombre: shesh (seis) refiere a su composición de seis pétalos, posteriormente confundida con shoshana (rosa). De hebreo ha-shoshan al árabe-hispaico hazuzan, asuzena.

Representado en el Templo de Salomón según la Toráh, también en osarios funerarios de Judea del período del II Templo y en iglesias bizantinas81. Al parecer redescubierto por los cruzados relacionándolo como “el lirio de la Virgen” [Madonna Lily] adoptado por los reyes franceses en su representación de perfil, previamente ya tenía un significado importante en la cábala judía “Perah Shoshan «Fleur de lys»82.
 
Habían pasado sólo 30 años de la disolución del Templ cuando en 1342 Clemente VI creó la   Custodia de Tierra Santa por las bulas Gratia Agimus y Nuper Carissimae. Entonces, los lugares santos fueron entregados a los franciscanos, cuya figura legal y posesión efectiva mantienen hoy día. Ellos debieron advertir la representación del lirio en Galilea y Jerusalén, Masada y el Herodión (palacio de Herodes). Imagen 2

El Árbol de la Vida

Elevando  la  vista  en lo  más  alto  de  la  fachada  se encuentra una  cruz patriarcal relacionada con los fundadores de las grandes órdenes religiosas como san Francisco. Ésta es una representación única en Hispanoamérica según opina Artigas:

Por lo que yo sé no son frecuentes los símbolos masónicos en las iglesias católicas
[latinoamericanas],  no conozco otro caso. Además aparecen en el lugar más visible junto  al  arco  de  la entrada.  No  recuerdo esta  cruz en  ningún  otro  lugar.  Sería interesante  averiguar si no tiene alguna relación con los signos anteriores [compás, escuadra y triángulo equilátero] pudiera ser83.
 
La diferencia  de esta cruz se inicia cuando  como  expresión  barroca  sus brazos  se multiplican (doble travesaño recruzado), en cuyas junturas hay círculos radiados y sus brazos terminan en flores de lis. Así más por casualidad que por ingenio aparece un “Árbol de la Vida”, transformando un instrumento de muerte (la cruz) en un árbol vivo con ramas (cruces recruzadas) frutos (custodias o sefirot) y flores (flores de lis). Imagen 3

La hermandad: la escuadra y el compás

Antes  que pretender adjudicar  una  identidad  a Colohete  es indispensable tener  en cuenta la advertencia  de  David  Martín  López en  “Arte y  masonería:  consideraciones metodológicas  para  su estudio”,  que  muchas  veces  desde  la perspectiva  del historiador  e incluso hasta del masón, se subraya de manera inexacta y apostilla una curiosa manifestación artística de cualquier índole como masónica, sin entrar en su finalidad o estética84Imagen 4

La situación es compleja ya que la mayor parte del lenguaje simbólico masón proviene de múltiples influencias estéticas orientales, religiosas, gremiales, mitológicas y alquimistas85. Por ello, en una obra de arte o arquitectura es necesario abordar los símbolos asociados a la masonería  en su contexto  definiendo  su funcionalidad  y quienes  fueron sus promotores  y edificadores, algo que ya se ha tratado de definir.

La   masonería   originalmente   funcionó   como   un   conglomerado   de   gremios   de constructores artesanos que resguardaban la tradición de su arte. En el Medievo se encargaron de la construcción de iglesias, catedrales y otros inmuebles. En la Baja Edad Media pasaron gradualmente a la discreción, entonces se la ha relacionado con la Capilla de Rosslyn (Escocia del siglo XV).

Dos siglos después, en 1666, se produjo el Gran Incendio de Londres, aglutinando a gran  parte  de  los masones  en  esta  ciudad  para  su reconstrucción  total en piedra.  Allí  la masonería operativa pasó a recibir a hombres de ciencia y de arte modernos. Al iniciar el siglo XVIII, con las Constituciones  de Anderson nace la masonería especulativa identificada con aspectos filosóficos, sociales y humanitarios dentro del contexto de la fraternidad.

Nuevamente  al  acercarse  a  Colohete  se  identifican  sobre  la  entrada,  entre  otros elementos,  la  escuadra  y  el  compás  separados  el  uno  del  otro,  además  de  un  triángulo equilátero. Estos son los símbolos masónicos universalmente conocidos, representados entre la decoración fitomorfa de la fachada de estuco de bajo relieve. Han sido removidos recientemente, pero afortunadamente su existencia está documentada en planos y fotografías.

No se sabe a ciencia cierta quiénes fueron los implicados en ella por la referida falta de documentación. Pudieron ser en gran medida los miembros de la única cofradía conocida de la ciudad de Gracias, documentada en el referido título de Santa María Magdalena en 1742. A ella,  debieron  pertenecer  las  familias  más  antiguas  de  la  ciudad:  los  Trejo,  Hernández, Orellana,  Mejía,  Vaide,  Murcia,  Bueso,  López  de  Pineda,  de  Lara,  Reinoso,  Perdomo Betancourt y Dubón.

Culto Neoegipcio

En la ermita de La Campa, también del Celaque, aparece el ojo inscrito en un triángulo de gran connotación en la religión egipcia como símbolo de poder. El judaísmo continuó la creencia del “mal de ojo” protegiendo de la envidia al bebé con una cinta roja en la muñeca. Otra manifestación  es el amuleto de árabes y judíos en Israel, la jamsa: una mano con ojo inscrito. Imagen 5

La Iglesia lo correlacionó con la “Divina Trinidad”: Padre, Hijo y Espíritu Santo, en paralelismo a Osiris, Horus e Isis, cuya religión se practicaba aún a inicios del cristianismo correlacionada  con  el  triángulo  y  el  ojo. Y  su  correlación de  Cristo/Osiris  asesinado  y resucitado.

El culto del ojo estuvo asociado a los principales protectores de Egipto: Amón, Ra, Osiris y sobre todo Horus. En ese sentido, Juan Eduardo Cirlot en El ojo en la mitología: su simbolismo, expresa: “pero sobremanera bellos son los grandes ojos aislados, con una airosa curva inferior que los resigue y la línea de la ceja enmarcándolos por la parte superior”86. Así queda definida con contundencia la naturaleza de su representación.

En cuanto al triángulo, Jorge Blaschke en Enciclopedia de Símbolos Esotéricos refiere que “Este símbolo no es muy común en monumentos cristianos (…) va unido al nombre del Salvador, y a la vez, es el símbolo de la Trinidad. El triángulo en su posición normal con el vértice hacia arriba simboliza el fuego ascendente de todo hacia la unidad superior”87.

Casualmente la puerta de entrada es un arco azul a semejanza del Royal Arch of York del grado 13 de la masonería especulativa. Sobre este arco también se encuentra el Alfa o letra A. Bernard E. Jones en Freemason’s Book of the Royal Arch se refiere a “hexalfas” en alusión a la estrella de David, convergencia de dos triángulos y seis alfas88.

Según Blaschke, la letra A es símbolo de la pirámide, en el cristianismo el Alfa griega significa perfección, para musulmanes el nombre divino: Alá, corresponde con la letra hebrea aleph  (א),  la  cual  tuvo  carácter  mágico  por  ser  la  primera  del  alfabeto,  los  egipcios  la utilizaron para simbolizar al ibis89. El ibis a su vez era considerado la manifestación terrestre de Toth, dios de la sabiduría, escritura, números, astronomía, el arte y la magia90.

Simbología asociada al Temple

El Temple  fue una orden  de caballería  fundada  por  cruzados  franceses  entorno  al Templo de Jerusalén en el siglo XII. La orden en su apogeo se extendió por Europa y las rutas de Tierra Santa. Su final se asocia a su enorme poderío y riqueza a inicios del siglo XIV, se ha dicho  que  alguna  rama  sobrevivió  en Escocia  al norte  de Inglaterra,  y más  aún  en otras órdenes fundadas de sus despojos, como la Orden de Montesa en Aragón o el Hábito de Cristo en Portugal.

Se ha estudiado  la institución  como  tal sin buscar  las redes  familiares  nobles  que estuvieron relacionadas como los Lara, Guevara, Cardona y Pinós en Castilla y Aragón. Los Manrique de Lara fueron promotores de la Compañía de Jesús, cuya importante iglesia de San Ildefonso en Toledo porta el escudo de armas Manrique.

En Centroamérica,  se observa  la  presencia  de  estas  instituciones,  Montesa,  Malta, Hábito  de  Cristo,  Compañía  de  Jesús  y  Franciscanos,  en  centros  de  educación  formal, doctrinas y gobernaciones, todos, en el mismo siglo al que pertenece el templo de Colohete, así que pudieron dejar su impronta ideológica allá donde estuvieran avocados.

El trébol y la cruz paté

Nuevamente  frente al templo son notables en la base de la fachada los detalles de tréboles de cuatro hojas inscritos en círculos. Su sombra recrea la imagen de la cruz paté, también conocida como de las ocho beatitudes.

El trébol, los druidas la asociaron como planta mágica, y se sincretizó en la cruz latina con extremos  lobulados,  con esta planta, según la tradición,  San Patricio  cristianizó  a los irlandeses relacionando sus tres hojas con la Trinidad divina, refiere Blaschke91.

Rafael  Alarcón  asocia  la  cruz  paté  inscrita  en  círculo  en  i con las cruces céltico-templarias de tradición solar [el fondo del trébol es la cruz, el círculo el sol] representada en la antigua iglesia de Iria Flavia, finisterre gallego92. En otro contexto,  Ángel  Almazán  Gracía  lo identifica  como  uno de los símbolos  más herméticos grabados en la torre del castillo de Chinón, por los altos dignatarios del Temple allí aprisionados93.

Libro abierto libro cerrado

Disponiéndose a entrar al templo, se encuentran dos estatuas, una a cada lado con un libro que se correlacionan con las esculturas superiores del segundo cuerpo por su vestimenta a  usanza  de  la  antigua  Judea,  siendo  éstos  los  cuatro  evangelistas.  Es  posible  que  su significado tenga que ver con la simbología que advierte Xavier Musqueira en La espada y la cruz: tras las huellas de los Templarios sobre España:

Las figuras de un santo, un monje o incluso la de una mujer que lleva entre sus manos un libro abierto significan lo revelado, la inspiración divina en este libro arquetípico. Pero en otras ocasiones, simbolizarán  que dichas figuras se encuentran  en un lugar especialmente  favorable  para adquirir  conocimientos.  Si además  estas  imágenes  se repiten pero ahora con el libro cerrado, entonces será señal de que la importancia del
mensaje deberá permanecer secreta, personal e intransferible94. Imagen 6

La escultura a la izquierda sostiene un libro abierto, a la derecha un libro cerrado bajo el brazo, que probablemente confieren al sitio un lugar de revelación y conocimiento. Esta iconografía  pudiera  estar relacionada con las pinturas de la base del retablo mayor que representan dos espejos invitando al autoanálisis.
  
Junto a la escultura del libro cerrado entre la vegetación aparece un pájaro orientado hacia el guardián y su libro. Alarcón hace alusión al “lenguaje de los pájaros” en que están escritos los libros, no inteligible a los simples mortales. Referencia genérica a los gansos, ocas jars, cuya  “selva escondida”  es  un “lugar  donde  alienta el  Espíritu  de  la  naturaleza incontaminada”95.

Su sentido alquímico expresado esotéricamente  en el “Juego de la Oca”, el camino hacia el oeste que emprenden “los jars compañeros trabajadores de la piedra, marcado por el dios Sol-Osiris en forma de ganso, quien debía de entrar en el mundo de los muertos, para renacer otra vez glorioso del huevo primigenio, al siguiente día”96.

Las Cruces

La herrajería de Colohete presenta en campanarios y cúpula variantes particulares de la cruz latina representativa  de la iglesia romana. En la cubierta interior del techo, la cruz griega  [cuatro  brazos  iguales]  y la cruz paté  [cuatro  brazos  iguales  con extremos  anchos patados [forma de pié]. Se puede afirmar que la cruz paté fue la más corrientemente usada por los templarios en Aragón, asimismo la cruz griega en Castilla y Portugal97.

Una variante de la cruz paté es la “cruz de malta” utilizada por los caballeros de la Orden de Malta. La cruz paté también está asociada con la Orden de la Merced cuya presencia está muy bien documentada en la ciudad y partido de Gracias, que no es el caso de Colohete donde  aparecen  cuando  la doctrina  estuvo  a cargo  de los franciscanos.  Ninguna  de estas cruces corresponde a la iconografía franciscana, en contraste la tau, una de las principales del Temple y con la que signaba San Francisco, no la hay.

La cruz patriarcal refiere a los padres fundadores de las grandes órdenes misioneras (remate fachada) en la Edad Moderna: franciscanos, agustinos y dominicos. Fue introducida en occidente por el duque de Lorena Godefroy de Bouillon (1058-1100), primer rey cruzado de Jerusalén, por ello se la conoció originalmente como cruz de Lorena. Pronto pasó a ser uno de los principales emblemas del Temple ligado al culto de los lignum crucis (partículas de la cruz original,  según se creía),  depositados  en relicarios  con su forma.  El más reconocido lignum crucis está en Caravaca, Murcia, por lo que esta cruz es conocida en España como cruz de Caravaca98. Los templarios  la utilizaron  para identificar  a su gran maestre y altos dignatarios y al parecer para determinados edificios con valor mistérico-iniciático99.

El Rojo o Gules

Un aspecto fundamental en la identificación del Temple es el color con que se definían. Alarcón considera que no era difícil confundir a un templario aunque llevase cruces variadas o iguales a otras órdenes. El uso del color rojo en fondo blanco aseguraba su identidad por dictámenes papales de 1146 y 1210100.

Nuevamente el color rojo en Colohete debe considerarse en su contexto. Jorge Luján Muñoz en Nueva antología de artículos de historia del arte, arquitectura y urbanismo refiere que en los retablos coloniales de Guatemala, estofadores y doradores usaban oro legítimo y a veces pintaban determinadas partes de rojo101. La iglesia parroquial de Gracias conserva el retablo mayor dominado inversamente  por el rojo con dorado en sus bordes, ¿quizá por el costo del dorado (oro)?

En Colohete,  el dorado  domina  retablos,  el rojo/ocre  la pintura  mural y mueblería (confesionario,  alacena  de Santos Olios y púlpito).  Es interesante  la caracterización  como “colores heráldicos” de Colohete que hace Martínez Castillo: “de los colores [y metales] de inspiración heráldica (oro [amarillo], gules [rojo], plata [blanco], azur [azul], sable [negro]) están presentes el oro y el gules”102.

El rojo en lenguaje heráldico es la defensa de los desvalidos. Fue el color dominante del escudo Manrique de Lara y único en su rama vizcondal Narbona-Lara, una rara ocurrencia. En el Languedoc  de Narbona  se originó y desarrolló  el ciclo de leyendas  griálicas  de los trovadores, una de las cuales menciona el color rojo en un acto de deshonra a la cruz103.

¿Acaso  la psique  atormentada  de un converso  obligado  a adorar  un arquetipo  que choca  con  su  base  cultural?  De  deshonrar  la  cruz  fueron  acusados  los  templarios,  pero también  varios judeoconversos  por la Inquisición  española.  En el occidente  hondureño  se observó en cierta medida un hibridismo judeoconverso104.

Simbología Política

El poder político  durante  la mayor parte de la historia  de la humanidad  ha estado ligado con aspectos religiosos y convencionales  de la vida pública. Durante la colonia, los símbolos de poder de la monarquía representaban al Estado, mientras que los de la casa real a la nación. A su vez el poder político estaba legitimado en el poder espiritual representado por el Papado.

Es necesario definir que Carlos V de Alemania,  I de España, tenía un proyecto de unidad en sus reinos mediante la fe, que continuó Felipe II y bajo cuya premisa se convocó el Concilio de Trento. Así la monarquía española de los siglos XVI y XVII tuvo gran apoyo en la religión en la cual basaba sus ritos y símbolos. De tal forma que para el siglo XVII el reino español era conocido internacionalmente como “La Monarquía Católica”.

La potestad  papal está representada  en los confesionarios  de Colohete  con la tiara papal  (tricorona)  y  las  llaves  de  San  Pedro.  Su  poder  estaba  depositado  en  el  rey  para cristianizar las Indias según el “Regio Patronato Indiano”, el rey español tenía potestad para designar y deponer obispos, cobrar diezmos y la obligación de pagar salario a eclesiásticos.

En la mueblería del templo se encuentran  múltiples atriles para misarios, todos con leones rampantes  en su base, también los cañones corridos están coronados  con cupulines (cúpulas  pequeñas)  en que descansan  una pareja de leones. Su representación  puede estar asociada con el reino de Castilla y León (representada  por el castillo y el león rampante). Castilla y no Aragón, patrocinó el proyecto de las Indias imponiendo su idioma y heráldica.

No obstante, las barras en oro y gules del reino de Aragón definen la Orden de la Merced de origen aragonés,  cuyo escudo está en la iglesia La Merced de Gracias y en la puerta lateral derecha  de la catedral  de Santa Rosa de Copán,  mas no en las iglesias  del Celaque.
 
Los  reyes Católicos asumieron el  águila  de  San Juan   como   símbolo propio, posteriormente su nieto Carlos I lo integra con el águila bicéfalo de los Austrias (Habsburgo).

Se  lo representa en  las  iglesias  coloniales  más antiguas,  siglos  XVI y  XVII  e, incluso posteriormente por tradición, en Colohete se la encuentra en la base del retablo mayor.
Imagen 7

El siglo XVIII inicia con una nueva casa real: los Borbón, casa real francesa originada en Navarra cuyo símbolo primigenio fue la flor de lis. Ésta, representada en la herrajería y pintura mural de Colohete que podrían datar de fines del XVII. Por entonces, María Luisa de Orleans, sobrina de Luis XIV, fallecida en 1689, primera esposa de Carlos II.

Es natural que construyéndose la mayoría de las iglesias de Honduras durante el siglo XVIII bajo el patronazgo de la Corona, representasen al lis aunque en realidad su uso no fue notable. Se observa en la balconería de ciudades de tradición colonial del área: Santa Rosa de Copán, Honduras; Metapán, El Salvador; y algunos ejemplos en Antigua Guatemala.
 
Tampoco  en  la  península  parece  haber  estado  muy difundida como  demuestra  su hallazgo en la iglesia Santa María Magdalena en Zaragoza en 2008:

Es  el  misterio  de  las  flores  de  lis,  y  en pleno  centro  de  Zaragoza.  Durante  la restauración  de las fachadas de la iglesia de la Magdalena  en Zaragoza apareció la primitiva portada mudéjar del templo. Y, en ella, la flor de lis es un elemento principal, lo que es muy raro en este tipo de arte. Pero algún especialista ha atado cabos y resulta que esa misma decoración está presente en la iglesia zaragozana de San Miguel y en la de Herrera de los Navarros105.


El templo de Colohete representa la flor de lis de forma muy particular en la pintura del artesonado (interior del techo) del cual es único y principal elemento seriado, pudiendo significar  “la  rosa  de  la  mañana  o la  Aurora”.  Su  uso  en  este  sentido  lo  refiere  Michel Pastoreau en Una Historia Simbólica de la Edad Media Occidental:

En la iconografía medieval, la decoración en sembrado casi siempre está asociada a la idea de lo sagrado. Por un lado, se opone al campo liso que, de algún modo, representa el campo neutro y, por el otro, a los campos rayados, moteados, compartimentados, que tienen connotaciones negativas. En un contexto real, la estructura en sembrado se
asocia a las consagraciones y pone de relieve el origen divino del poder106.

Ello comparte un paralelismo con la Sainte Chapelle, capilla real de París, cuyo techo interior representa la flor de lis en pequeñas dimensiones en fondo azul, en Colohete se la representa  en  grandes  dimensiones  en  fondo  blanco  [plata].  Ambas  expresiones  en  oro. ¿Acaso   una  reivindicación   de  la  familia  Lara  de  la  ciudad  de  Gracias   a  Dios  sus encomenderos?

Conclusiones

El templo  de Colohete  tiene un mensaje  que como toda iglesia colonial  posee sus códigos de información según tradiciones y estilos vigentes. En ese contexto, el templo de Colohete  parece  introducirnos   en  viejos  misterios,   que  denotan  la  naturaleza   de  sus constructores superando   la   convencional   interacción   indígena-católica   de   las   iglesias doctrineras hispano coloniales.

La documentación  y datos que nos llegan son muy puntuales, parece que el mismo encomendero, el capitán Fernando de Lara y Guevara, quisiera esconder información al negar al fiscal de su majestad los datos de quien fue el anterior encomendero. Lamentablemente el conjunto tampoco conserva ningún escudo de armas. El vacío provee el peligro de la especulación, pero, sin embargo, es necesario atreverse a tejer hipótesis que lo salven.

La principal es que los constructores del templo de Colohete guardaron cierta relación con las tradiciones masónicas operativas, al menos en “La tradición del Templo” asociada con el palacio de San Lorenzo El Escorial al que Andrés Cassard se refirió en su Manual de la Masonería. Esto, considero queda demostrado, siguiendo lo descrito por la historiadora del arte Martha Fernández en su obra La imagen del Templo de Jerusalén en la Nueva España.

1. La Tradición del Templo en el contexto hispánico tiene por su principal referente a Felipe II, quien encargó a J. B.  Villalpando y  a  Jerónimo de  Prado  realizar  disertaciones sobre  el  Templo  de  Jerusalén (debidamente publicadas). Es por ello que a este monarca se lo conoce como “el Salomón”, por mandar construir el palacio de San Lorenzo del Escorial, tomando por modelo el Templo de Jerusalén con el ideal de monarca judío. Las referidas disertaciones de Villalpando y Prado son citadas por Andrés Cassard, Manual de Masonería. El Tejador de los Ritos Antiguo, Escocés, Francés y de Adopción (New York, 1871).

2. Umberto Eco, La Estructura Ausente: introducción a la semiótica (Barcelona: Ed. Lumen, 1972), 401.

3. Claudia Marcela Carías, Tradición oral indígena de Yamaranguila (Tegucigalpa: Guaymuras, 2004), 33.

4. Mapa Geotectónico de la República de Honduras (Tegucigalpa: Instituto Geográfico Nacional, 1997). Escala: 1/1.000.000. También es una zona de “contacto inferido” que se reúne a la de Gracias.

5.  Marie Leroy, “Entre centre et périphérie Gracias a  Dios de 1536 a 1700, Une jurisdiction de la partie occidentale du Honduras Dans l’Amérique Centrale colonial” (Tesis de Maestría, Universidad de París Nanterre,
2006), 58.

6. Pál Kelemen, Baroque and Rococo in Latin America (New York: Dover Publications, 1967), Vol. I, 131.

7. Juan B. Artigas, “Arquitectura hondureña: Luquigüe, La Campa y Colohete”, en: Cuadernos de Arquitectura Virreinal 5 (1988): 12.

8. Mario Felipe Martínez Castillo, Por las Rutas de la Plata y el Añil (Tegucigalpa: Fomento Cultural-Grupo Financiero el Ahorro Hondureño, 2000).

9. Juan Benito Artigas, correo electrónico al autor, 5 de junio, 2008.

10. Martínez Castillo, Por las Rutas de la Plata y el Añil.

11. “Título de Encomienda a Fernando de Lara y Guebara vezino de Gracias a Dios de 305.18 tostones”. Archivo
General de Centroamérica en Guatemala (AGCA), Signatura A3, Leg. 2072 Exp. 31509 Fol. 2.

12. Libny Rodrigo Ventura Lara, El linaje de Lara en Honduras: conquistadores, encomenderos y hacendados (Tegucigalpa: Instituto Hondureño de Antropología e Historia, 2009).

13. “Reedificación de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de Belén de la Guarcha jurisdicción de la ciudad de Gracias a Dios”. AGCA A1.24 Leg. 1584 Exp. 10,228.

14. Antonio de León Pinelo y Juan de Solorzano Pereira, Recopilación de Leyes de Indias (San Lorenzo El Escorial: 1681), Libro I, Titulo Segundo. De las Iglesias Catedrales, y Parroquiales, y de sus erecciones y fundaciones. Ley VIII.

15. De León, Recopilación, Libro VI, Titulo IX De los Encomenderos de Indios.

16. Guillermo Porraz Muñoz, El Gobierno de la Ciudad de México en el siglo XVI (México: UNAM, 1982).

17. Juan Bautista Carriedo, Estudios históricos y estadísticos, del departamento de Oaxaca (Oaxaca: imprenta del autor, 1847), 54.

18. Kelemen, Baroque and Rococo, 131.

19. María del Carmen Borrego Plá, Los hermanos de la Cofradía de Mareantes en el Siglo XVI. La Casa de la Contratación y la Navegación Entre España y las Indias (Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 2004), 385. Registrado el 17 de marzo de 1851.

20. “Bienes de difuntos: Diego Rodríguez de Lara”. Archivo General de Indias en Sevilla, España (AGI), Casa de la Contratación 669, N 3.

21. “Pedro de Lara”. AGI Contratación 5236, N.2 R. 17. data: 1592.

22. José Díaz Noriega y Pubul, La Blanca de la Carne en Sevilla (Madrid: Instituto Salazar y Castro, 1976). Tomo III, 7. “Francisco de Lara caballero 24”. Archivo Histórico Nacional en Madrid, España (AHN), Sección de Nobleza Baena, C.318. data: cc. 1610.

23. “Mencía de Lara con Alonso de Baeza Manrique de Luna”. AHN Sección de Nobleza Baena, C. 101, D. 3.

24. Luis de Salazar y Castro, Historia Genealógica de la Casa de Lara (Madrid: Imprenta Real, 1796), 504.

25. Salazar y Castro, Historia genealógica, Tomo I, Capítulo V: Línea de los Lara en Sevilla, 277.

26. Demetrio Guinea Magaña y Tomás Lerena, Señores de la guerra: tiranos de sus vasallos: los duques de Nájera en La Rioja del siglo XVI (Logroño: Piedra de Rayo, 2007).

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30. Christian Settipani, La Noblesse du Midi Carolingien (Oxford: Unit for Prosopographical Research, 2004), 66.

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38. Base documental del borrador Herencia medieval en América Central del autor, 2013. Un cuñado de Diego de Guevara casó con una hija de Pedro Afán de Rivera, posterior gobernador de Costa Rica, hermano del duque de Alcalá de los Gazules, tuvo dos hijos casados con hijas de Gaspar Troche conquistador de Honduras y su esposa hija del adelantado Juan Ponce de León, presunto pariente de los condes de Arcos.

39. “Informes Fernando de Lara”. AGI Guatemala 117, N.8. Data: 1604-1605.

40. Francis A. Dutra, Military Orders in the Early Modern Portuguese World: The Orders of Christ, Santiago and Avis (Santa Barbara: University of California, 2006), 228. Honduras también tuvo por gobernador un caballero de la Orden de Malta (San Juan), Don Melchor Alonso Tamayo. “Cauallero de la Religion de San Joan, gobernador y capitan general de la prouincia de honduras por el Rey nuestro señor” AGI Indiferente 124 N 45 F 21/50; data: 21.6.1673.

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42. Murdo J. MacLeod, Spanish Central America: A Socioeconomic History (Berkeley: University of Califronia,
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43. “Doña María Teresa Núñez contra don Nicolás de Lara por pesos.” AGCA AI.15 (4) Leg. 191 Exp 1885; data:
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44. Juan José Falla, Extractos de escrituras públicas (Guatemala: Amigos del país, 1994), Tomo IV.

45. Seymour Liebman, Los Judíos en México y América Central (México: Siglo XXI, 1971), 262.

46.  “Neve Shalom [citado el 7 de marzo de 2011]: disponible en http://www.sephardim.org


47. Eli Faber, Jews, slaves, and slave trade: setting the record straight (New York University Press, 1998), 189.

48. “Hamburgo,    una    Historia    Medieval    [citado    el    8    de    octubre    de    2013]:    disponible    en http://elpais.com/diario/2003/09/20/viajero/1064092091_850215.html

49. Juan Carmona Muela, Iconografía clásica: guía básica para estudiantes (Madrid: Ediciones Itsmo, 2000), 185, 186.

50. “Confirmación de Encomienda de Colosuca”. AGI Guatemala 108, N.1; data: 1691.

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60. “Iglesia de Santa Eulalia [citado el 16 de marzo de 2012]: disponible en  http://www.paredesdenava.com. En la arquivolta de la entrada a la iglesia, el escudo condal Manrique de Lara recuerda su mecenazgo.

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62. Lacave, Juderías y Sinagogas, 232.

63. Doubleday, The Lara Family, 44-45. Por otra parte la leyenda de Los Siete Infantes de Lara pone en descrédito a los personajes relacionados con el linaje de los Castro, acérrimos enemigos de los Lara.

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83. Juan Benito Artigas, correo electrónico al autor, 27 de agosto de 2009

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88. Bernard E. Jones, Freemason’s Book of the Royal Arch (Londres: George G.Harrap & Company, 1957 [citado el 4 de mayo de 2014]): disponible en http://www.phoenixmasonry.org/freemasons_book_of_the_royal_arch.htm, sostiene que la antigüedad del Real Arco en la masonería va más allá de la masonería especulativa y lo remite a la edificación de arcos como la obra maestra de los masones medievales.

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95. Alarcón, A la sombra, 70.

96. Alarcón, A la sombra, 74.

97. Alarcón, A la sombra, 244-248. “A pesar de que existían unos diez modelos distintos de cruces templarias, aproximadamente, podemos reducir el muestrario a cuatro modelos básicos, considerando a las demás como variantes más o menos circunstanciales”.

98. Alarcón, A la sombra, 168, 275, 288-292. “En total hemos conseguido, hasta ahora, noticias de trece lignum crucis relacionados con las encomiendas y posesiones templarias, de las cuales solamente seis se conservan en la actualidad…”.

99. Alarcón, A la sombra, 244-248. “Finalmente la cruz patriarcal o de doble tramo, aparte de ser la insignia distintiva del Gran Maestre y altos dignatarios de la Orden, parece marcar también determinados edificios del Temple con un valor mistérico-iniciático.”

100. Alarcón, A la sombra, 244-45.

101.  Jorge  Luján  Muñoz,  Nueva  Antología  de  Artículos  de  Historia  del  arte,  Arquitectura  y  Urbanismo (Guatemala: Caudal, 2010), 78.

102. Mario Felipe Martínez Castillo, entrevista con el autor, Tegucigalpa 19 de octubre, 2007.

103. Alarcón, A la sombra, 269-270.

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105. “El    misterio    de    las    flores    de    lis”    [citado    el    4    de    marzo    de    2012]:    disponible    en http://www.heraldo.es/noticias/cultura/el_misterio_las_flores_lis.html

106. Michael Pastoureau, Una historia simbólica de la Edad Media occidental (Madrid: Katz, 2006), 116.


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*Correspondencia:
Licenciado en Historia. Doctorando de Historia en la Universidad de Haifa, Israel. Correo electrónico: libny.l@gmail.com

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