Introducción

La carrera de Bibliotecología en Costa Rica se creó en el año 1968 en la Universidad de Costa Rica (UCR), por una necesidad imperante para el país: formar profesionales con un conocimiento experto y profesional para la gestión de las unidades de información; en el año 1967, la Decana de la Facultad de Educación manifestó lo siguiente: “La formación del bibliotecario tiene las características de un servidor docente en cuanto a que ha de realizar una labor educativa en el medio en que desempeñe sus labores” (^Montero, p. 56. 2001), esto significa que la biblioteca y el bibliotecario tienen como funciones principales educar y formar al usuario en el uso y en el manejo de los recursos de la información de que dispone, por lo tanto, debe contribuir con el desarrollo de habilidades y destrezas informacionales haciendo un uso inteligente de las fuentes y de los recursos de información, de manera gratuita y accesible, además de potenciar habilidades lectoras en cada persona usuaria para introducirla al gratificante mundo de las bibliotecas.

Al mismo tiempo, es claro que la biblioteca tiene una función social que va más allá de organizar campañas para estimular el hábito lector, en ese sentido, opina Josep Maria ^Espinàs:

Y así he descubierto la importancia que tenían estos centros culturales más allá de la estimulación por la lectura. Se hacen exposiciones, se organizan conciertos, se convoca a los habitantes de esa población, de ese barrio, a participar en hechos sociales, en concursos... La biblioteca como núcleo de actividades integradoras (2016, p. 4).

Por ende, la biblioteca es un espacio vital para potenciar la cultura, la ciencia, la investigación, las artes y es un agente de cambio en la comunidad donde se encuentre inmersa. En virtud de cumplir con esa misión, la Universidad de Costa Rica, y en particular la Escuela de Bibliotecología y Ciencias de la Información, en el año de 1984 puso en marcha el Bachillerato en Bibliotecología con énfasis en Bibliotecas Educativas, con la finalidad de formar profesionales en el campo educativo que pudieran desempeñar labores en bibliotecas escolares, públicas, municipales y universitarias.

No obstante, se debe tomar como antecedente la creación de la carrera en el año 1968, adscrita a la Facultad de Educación y cuya finalidad fue profesionalizar el trabajo que existía en las bibliotecas, por eso, las personas profesionales en Bibliotecología organizaron las bibliotecas escolares y públicas para ofrecer mejores servicios y productos de información. En la actualidad, la Escuela de Bibliotecología y Ciencias de la Información (EBCI) imparte cuatro carrereras y todas están acreditadas.

Por su parte, la función educativa y formadora del bibliotecólogo es inherente al trabajo de una biblioteca, ya que es la persona que orienta, facilita, recomienda, guía y colabora con la evaluación de una determinada obra y fuente de información. El bibliotecario y la biblioteca están siempre anuentes y dispuestos a ofrecer información, sin importar el origen, la etnia, el nivel social, la creencia, la afiliación política, porque se trata de estar al servicio de quien lo necesita sin hacer distinciones; en pocas palabras, la biblioteca es el lugar más democrático de cualquier sociedad, ahí no hay cabida para la exclusión.

En ese sentido, la actividad investigadora en la carrera de Bibliotecología está íntimamente ligada con el desarrollo histórico de la docencia en la Universidad de Costa Rica, porque desde el año 1968 la primera carrera de Bibliotecología establecida, con formalidad, en Costa Rica fue, precisamente, en este centro de educación superior. Cabe agregar que en el año 1990, la EBCI se convierte en la quinta Escuela de la Facultad de Educación de esta Universidad.

Más adelante, en la década de los años setenta, Costa Rica apuesta por la educación como un eje estratégico de desarrollo, en consecuencia se crea la Universidad Nacional, ubicada en la provincia de Heredia, dando paso a la segunda carrera de Bibliotecología con énfasis en Documentación. Esto posibilitó, por un lado, aumentar la oferta educativa para esta disciplina y, por otro, expandir el desarrollo de la carrera en otros puntos geográficos del país.

En este momento, las cuatro universidades costarricenses que ofrecen Bibliotecología en Costa Rica comparten un mismo propósito: formar profesionales de calidad, que reúnan las competencias académicas y laborales necesarias y pertinentes para enfrentar los desafíos de la sociedad moderna, por eso, el trabajo que desarrolla cada Escuela se caracteriza por el esfuerzo y la dedicación del personal docente al hacer de esta carrera una profesión con un alto reconocimiento social.

La carrera de Bibliotecología en la UCR

Sin embargo, es en la Universidad de Costa Rica, y en particular la EBCI, donde se realiza la mayor cantidad de investigaciones en el campo de la Bibliotecología y de las Ciencias de la Información. En suma, la carrera tiene cincuenta años de creación y se ha dedicado, desde entonces, al desarrollo de profesionales de muy alto nivel; seguidamente, se contextualizan los antecedentes de la EBCI (^{Sandí Chinchilla, 2014}, pp. 2-3):

La carrera surge como respuesta a la necesidad de formar profesionales que laboraran en bibliotecas escolares, bibliotecas universitarias y bibliotecas públicas, así como en la Biblioteca Nacional.

La carrera de Bibliotecología se estableció, formalmente, en el año 1968 según Acta del Consejo Universitario No.1672 del 25 de noviembre de 1968 y dependía, directamente, de la Rectoría.

En el año 1969, la carrera se adscribe a la Facultad de Educación, como una Sección de la Escuela de Administración Educativa.

En el año 1972 se gradúa la primera generación de profesionales en Bibliotecología, cuya titulación fue Bachiller en Ciencias de la Educación con especialidad en Bibliotecología.

En el año 1973, el Consejo Universitario aprueba impartir el Plan de Estudios de la Licenciatura en Ciencias de la Educación con especialidad en Bibliotecología, que rige a partir del año 1974. Es importante aclarar que, antes de esta titulación, únicamente se obtenía el grado de Bachiller en Bibliotecología sin ninguna especialidad.

Por espacio de 10 años, la carrera de Bibliotecología otorgó el grado de Bachillerato y Licenciatura en Bibliotecología y Ciencias de la Información. Se llevaron a cabo reformas a los planes de estudio de 1973-1981, con la finalidad de que la formación de profesionales estuviera acorde con las necesidades de la sociedad y con las tendencias de la profesión a nivel internacional.

En la década de los setentas, se establecen en nuestro país una serie de organismos e instituciones internacionales y de carácter privado que propician la creación de unidades de información especializadas, tales como: centros de documentación y bibliotecas expertas, generando un auge en la profesión bibliotecológica costarricense y, con ello, el interés por formar más profesionales en el país.

En la década de los ochentas, la Sección de Bibliotecología, que pertenecía a la Escuela de Administración Educativa, adquiere su rango de Departamento (Sesión 2706, art. 40 del Consejo Universitario del 14 de julio de 1980). En esta época, se planteó la necesidad de formar bibliotecólogos para laborar en el sector educativo del país, y para responder a esa necesidad se diseñó el Plan de Estudios del Bachillerato en Bibliotecología con énfasis en Bibliotecas Educativas (Resolución No.1458-83 de la Vicerrectoría de Docencia).

El Departamento de Bibliotecología y Ciencias de la Información ofrece dos carreras: el Bachillerato en Bibliotecología con énfasis en Ciencias de la Información y el Bachillerato en Bibliotecología con énfasis en Bibliotecas Educativas. Además, la Licenciatura en Bibliotecología y Ciencias de la Información.

A inicios de la década de los noventas, el Departamento de Bibliotecología se transforma en la quinta Escuela de la Facultad de Educación. Para esta misma década, se propone la reestructuración del Plan de Estudios, esto conlleva un mayor acercamiento de la disciplina con las necesidades de la sociedad (Resolución 4842 del 16 de noviembre de 1990).

En el segundo ciclo lectivo del año 1996, la Escuela de Bibliotecología y Ciencias de la Información ofreció un programa de Maestría Académica en Educación con mención en Bibliotecología, como parte del Programa de Posgrado de la Facultad de Educación.

Desde el año 2000, la EBCI ofrece un programa propio de Maestría en Bibliotecología y Estudios de la Información, bajo la modalidad profesional, cuya especialidad es la Gerencia de la Información.

El año 2010 inicia una nueva oferta académica en el Posgrado con énfasis en Tecnologías de la Información y de la Comunicación.

A la fecha, se han impartido cinco planes especiales de la carrera de Bachillerato en Bibliotecología con énfasis en Bibliotecas Educativas, para aquellos estudiantes que realizaron el Técnico en Bibliotecología de la Universidad Estatal a Distancia (UNED), estos planes se han impartido en los recintos de Paraíso de Cartago, San José en la sede Rodrigo Facio, en la Sede de Guanacaste y en el Recinto de Golfito.

La Escuela de Bibliotecología también ha desconcentrado el Bachillerato en Bibliotecología con énfasis en Bibliotecas Educativas en las sedes de Guanacaste, San Ramón y Puntarenas.

Desde el año 2010, luego de un proceso de Autoevaluación, iniciado en el año 2002 y finalizado con la puesta en marcha de un Plan de Mejoramiento, la Escuela se encuentra trabajando en un proyecto de Innovación Curricular inscrito en la Vicerrectoría de Docencia, para el diseño curricular de un Plan de Estudios en el campo de la Bibliotecología con un enfoque por competencias.

En el año 2010 un grupo de docentes diseñó una reestructuración al Plan de Estudios del año 1990, concentrándose en el eje de Investigación. Esta reforma parcial fue aprobada en el año 2013 y se implementó en el I semestre del 2014.

Desde diciembre del año 2010, la EBCI cuenta con la Revista Electrónica e-ciencias de la información, bajo la filosofía de “Open Access”, cuyo objetivo principal es visibilizar la producción científica de la comunidad bibliotecológica nacional, regional e internacional con un enfoque transdisciplinario.

En el año 2013, la EBCI concluyó con el proceso de Acreditación y en el año 2014 se le otorga el certificado de Carrera Acreditada por el Sistema Nacional de Acreditación de la Educación Superior (SINAES).

En el año 2015, la Escuela de Bibliotecología y Ciencias de la Información concluyó con el proceso de Autoevaluación con miras a la Acreditación y sus carreras recibieron el Certificado de Acreditación por parte de SINAES, el 3 de julio de 2015.

En el año 2014 se implementa la resolución VD-8997-2013, que permite un cambio parcial al Plan de Estudios de las carreras que imparte la EBCI, que consiste en modificar, de manera significativa, los cursos de la Sección de Investigación de la EBCI.

En el año 2017 se aprueba la apertura de una nueva carrera, la Licenciatura en Bibliotecología con énfasis en Bibliotecas Educativas.

La Asamblea de Escuela cuenta con dos profesoras eméritas: la Máster Lidiette Díez y la Máster Benilda Salas Sánchez.

Aportes de la Escuela de Bibliotecología y Ciencias de la Información con proyectos de Acción Social y de Investigación

Asimismo, uno de los principales resultados de la Escuela es precisamente la realización de Trabajos Finales de Graduación, investigaciones de docentes y proyectos de Acción Social. La Tabla 1 muestra los proyectos de esta última actividad sustantiva a disposición de la población costarricense por medio del Trabajo Comunal Universitario (TCU).

De igual manera, la EBCI ha desarrollado proyectos de Acción Social que se enmarcan en la Extensión Docente (ED) (ver Tabla 2), y ejecuta investigaciones propias (ver Tabla 3), tales como:

Consideraciones finales

Las bibliotecas son instituciones culturales que han evolucionado con el tiempo y se han perpetuado en la sociedad como un elemento determinante para el desarrollo educativo de una nación.

Los profesionales en Bibliotecología deben ser gestores culturales en sus comunidades, que promuevan actividades y que integren a los habitantes de una comunidad.

Las bibliotecas deben ser espacios de aprendizaje lúdico-creativos, pero también deben ser espacios para el “ocio y la lectura”.

Los diferentes proyectos de Acción social, Investigación y Docencia deben estar enfocados en solucionar problemas de la sociedad y, en especial, enfocar estos esfuerzos en aquellas comunidades donde hay poblaciones vulnerables, en riesgo social y de exclusión social.

Las bibliotecas escolares cumplen una función fundamental de apoyo al currículo educativo, por lo tanto, deben desarrollar programas de alfabetización lectora en coordinación con los docentes de aula, en apego a la política educativa sobre la promoción de la lectura.

El fomento de hábito lector, involucra a un gran número de actores en la sociedad: escuelas, bibliotecas, ministerios, padres de familia, comunidades, pero el principal impulsor es el Estado.

El Estado debe garantizar una industria editorial que promueva el desarrollo de hábitos de lectura, mediante la producción de materiales impresos y digitales acordes con el contexto cultural, social y educativo del país.

Las bibliotecas públicas y escolares deben poseer recursos de información y de lectura académica y recreativa para desarrollar programas de alfabetización lectora.

El desarrollo de hábitos de lectura y el desarrollo de actividades de animación a la lectura en todos los grupos etáreos y estratos de la sociedad debe estar enmarcado en una Política Nacional sobre el Fomento a la Lectura.

La EBCI, como institución educativa comprometida con la sociedad y el desarrollo nacional, forma profesionales con responsabilidad social para enfrentar los retos y los desafíos que plantean las Tecnologías de la Información y de la Comunicación.