Introducción
Las empresas familiares en todo el mundo tienen ciertas características en su comportamiento, principalmente por la interacción de la familia en aspectos como la empresa, la propiedad y la gestión (Fitzgerald, Haynes, Schrank y Danes, 2010; Chrisman, Sharma, Steier y Chua, 2013; Esparza, García y Duréndez, 2016). Estas características, tanto internas como externas, influyen en que dichas empresas difieran en comportamientos relacionados con el desarrollo de prácticas de RSE y, por consiguiente, en la obtención de ventaja competitiva (Habbershon, Williams y MacMillan, 2003; Vilanova, Lozano y Arenas, 2009; Hammann, Habisch y Pechlaner, 2009; Sweeny, 2009). En este sentido, es importante estudiar estas relaciones causales en virtud de que aún son escasos los trabajos de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) en la empresa familiar (Fitzgerald et al., 2010; Burton y Goldsby, 2009) y su relación con el éxito competitivo y la innovación. La RSE desde sus inicios se ha concebido como una visión de negocio a medio y largo plazo para que las empresas familiares sean más competitivas. Las principales barreras para implementar RSE en estas empresas son: la escasa descentralización en la toma de decisiones del propietario que antepone los intereses de la familia a los de la empresa, el nepotismo, el no contar con profesionales externos y que la primera generación puede dificultar o favorecer la adopción de un comportamiento socialmente responsable.
La importancia de llevar a cabo esta investigación, que ha sido muy escasa en un país con economía emergente, es poder contrastar estos resultados con los obtenidos por estudios previos en diversos contextos y, además, por la gran relevancia que tienen estas empresas por su alta contribución al Producto Interno Bruto (PIB) y la generación de empleo en la región y el país (Chrisman, Sharma, Steier y Chua, 2013; Belausteguigoitia, 2012). Por lo anterior, se plantea la pregunta de investigación: ¿existe algún efecto importante y significativo en el desarrollo de prácticas de RSE con el éxito competitivo y la innovación de las empresas familiares mexicanas?
El objetivo principal del presente trabajo es identificar los efectos que tienen las prácticas de RSE desarrolladas por las micro, pequeñas y medianas empresas (mipyme) familiares en el sur del estado de Quintana Roo, México, con el éxito competitivo y la innovación. Este trabajo se ha organizado de la siguiente manera: en primer lugar, se presenta la revisión de la literatura. En segundo lugar, se describe la metodología de investigación. En tercer lugar, se proporciona el análisis de los resultados y, finalmente, se presentan las principales conclusiones del estudio, incluyendo limitaciones, implicaciones y futuros trabajos de investigación.
Marco teórico: revisión de estudios empíricos previos e hipótesis
En cuanto a la definición de RSE, una revisión de la literatura desarrollada por Dahlsrud (2008), muestra la existencia de 37 diferentes definiciones originales desde 1980 a 2003, en donde le permite identificar aspectos recurrentes que pueden clasificarse en cinco dimensiones: stakeholder, social, económica, voluntariado y medioambiente.
En México, el concepto de RSE establecido por el Centro Mexicano para la Filantropía (CEMEFI) se define de la siguiente manera: “La Responsabilidad Social Empresarial es el compromiso consciente y congruente de cumplir integralmente con la finalidad de la empresa, tanto en lo interno como en lo externo, considerando las expectativas económicas, sociales y ambientales de todos sus participantes, demostrando respeto por la gente, los valores éticos, la comunidad y el medioambiente, contribuyendo así a la construcción del bien común” (Cajiga, 2013, p. 4).
Con base en lo anterior, la teoría de los stakeholders es el encuadre adecuado para la presente investigación, lo que supone satisfacer necesidades de diversos grupos de interés (Freeman, 1984, 1997 y 2010). Esta teoría sugiere que, si se adopta como unidad de análisis las relaciones entre una empresa y los grupos de interés (clientes, proveedores, empleados, propietarios, medioambientalistas, gobierno, comunidades, gerentes, entre otros) que están o pueden estar afectados por la empresa, se podrá tratar con mayor efectividad cualquier tipo de problema.
La RSE y la competitividad en las empresas familiares
En los últimos años ha crecido el interés por estudiar la relación entre la RSE y la ventaja competitiva de las empresas (Porter y Kramer, 2006). Las empresas familiares poseen diversas capacidades que son muy difíciles de imitar debido a que interactúan tanto la familia como la propiedad y la gestión, las cuales producen relaciones sistémicas capaces de generar ventajas competitivas para la empresa (Habbershon, Williams y MacMillan, 2003).
Porter y Kramer (2006) señalaron que la adopción de políticas sostenibles y la gestión medioambiental (Tomomi, 2010) contribuyen en la obtención de ventajas competitivas por parte de las empresas. Niehm, Swinney y Miller (2008) mencionan que el compromiso con la comunidad de las pequeñas empresas familiares estaba asociado con el éxito empresarial percibido y que el apoyo ofrecido a la comunidad estaba significativamente relacionado con el desempeño financiero. Martín y Aroca (2016) ponen de manifiesto que las empresas familiares son más responsables socialmente que las no familiares. Esto lo constata Ortiz-Avram, Domnanovich, Kronenberg y Scholz (2018), en un estudio sobre la incorporación de la RSE en las mipymes, en donde obtuvieron que uno de los principales tópicos es el enfocado a los valores éticos y relaciones sociales del gerente/propietario.
Hammann, Habisch y Pechlaner (2009) y Sweeny (2009) propusieron analizar la relación entre la RSE y el rendimiento financiero considerando que la gestión sostenible desde un enfoque de la teoría de los stakeholders permite a las empresas obtener ventajas competitivas. Mientras tanto, Tantalo, Caroli y Vanevenhoven (2012) sugieren tres categorías de acciones de RSE con un alto impacto en la competitividad: gestión ética de la producción, consideraciones ambientales y creación de valor para el cliente.
Otros resultados entre RSE y desempeño financiero como un indicador de éxito competitivo han encontrado dentro de sus resultados una relación positiva (McWilliams y Siegel, 2001; Bingham, Dyer, Smith y Adams, 2011; Gallardo-Vázquez y Sánchez-Hernández, 2013) y otros una relación negativa entre estas dos variables, tal y como muestra el estudio de Margolis y Walsh (2003) en donde, de una revisión de 127 estudios, solamente siete reportaron una relación negativa.
En un estudio más reciente, Herrera, Larrán, Martínez y Martínez (2016) realizaron un análisis que les permitió corroborar cómo la figura del propietario, con sus valores y creencias éticas y la gestión responsable de las relaciones con los grupos de interés, puede originar ventajas competitivas.
Con base en la revisión de la literatura, se establece la siguiente hipótesis a contrastar:
H1: Las prácticas de RSE desarrolladas por la empresa familiar tienen un efecto positivo y significativo en la obtención del éxito competitivo.
La RSE y la innovación en las empresas familiares
La RSE puede conducir a la innovación a través de la activación de mecanismos para crear nuevas formas de trabajo, productos innovadores, servicios, procesos y nuevas oportunidades de mercado (Gallardo-Vázquez y Sánchez-Hernández, 2013; Wagner, 2010). En tal sentido, un estudio en los países nórdicos mostró que las empresas familiares perciben la RSE como una oportunidad de negocio para crear innovación y que esta sea una nueva plataforma para la competitividad (Hockerts et al., 2008). Sin embargo, en un reciente estudio en Luxemburgo sobre RSE e innovación, hallaron que las empresas con RSE logran crecer a través de innovaciones en su producto como en sus procesos (Bocquet, Le Bas, Mothe y Poussing, 2017). Por otro lado, las empresas que logran solventar los costos elevados y la falta de conocimiento en el entorno de las empresas familiares logran mejores niveles de innovación (Morales, Ortiz, Duque y Plata, 2016).
Con estos argumentos, se plantea la siguiente hipótesis a contrastar:
Sustolítico-jurídico de las municipalidades costarricenses H2: Las prácticas de RSE desarrolladas en la empresa familiar tienen un efecto positivo y significativo en la innovación.
La innovación y la competitividad en las empresas familiares
Respecto a la innovación, Høivik y Shankar (2011) indican que la RSE ayuda a la innovación y, por ende, mejora la competitividad a través de la búsqueda de otros esquemas de trabajo o grupos/redes de trabajo (networks) que no sólo contribuyan a minimizar los desafíos particulares que supondría la implementación y desarrollo de la RSE.
Las empresas familiares tienen características particulares que pueden influir en las decisiones sobre actividades de innovación, además tienen fuertes incentivos para actuar en los intereses a largo plazo de la empresa (Miller y Le Breton-Miller, 2005; Aranda, Oreza, Solorzano y Madero, 2015).
Todas esas peculiaridades incrementan la posibilidad para que apoyen la innovación como una fuente de crecimiento y riqueza (Zahra, Hayton, y Salvato, 2004), y como un mecanismo de supervivencia para mantener su competitividad en el tiempo. En este sentido, Quintana (2005) concluye en que la capacidad innovadora de las empresas familiares está condicionada por el estilo de liderazgo, el marco financiero, la estrategia adoptada, el mantenimiento del espíritu emprendedor, la gestión del talento de las personas, el nivel de profesionalización y la tradición. Otros estudios mencionan que los empresarios tienen la propiedad y la dirección, y presentan bajos niveles de escolaridad, enfrentan muchas restricciones financieras y se preocupan poco por la implementación de la RSE (Hernández, Mendoza y Salazar, 2017; Canale y López-Hernández, 2018).
En el contexto español, Gallardo-Vázquez y Sánchez-Hernández (2013) realizaron un estudio con una muestra de 710 microempresas extremeñas, encontrando que la innovación tiene una relación positiva con el éxito competitivo. Sin embargo, también se han encontrado resultados negativos como el realizado por Nieto, Santamaría y Fernández (2013), en donde hallaron que las empresas familiares realizan menos esfuerzos en innovación que las no familiares. En una región escandinava, Kraus, Pohjola y Koponen (2012), con una muestra de 533 empresas familiares de Finlandia y a través de un modelo SEM, encontraron una relación positiva y significativa entre la innovación de gestión y el éxito de la empresa.
A partir de lo anterior, se plantea la siguiente hipótesis a contrastar:
H3: La innovación es un factor que tiene un efecto positivo y significativo en el éxito competitivo de la empresa familiar.
En la Figura 1 se presenta el modelo teórico y se plantean las relaciones causales entre las variables expuestas, que configuran el modelo a contrastar en esta investigación.
El contexto de la mipyme en México
Las mipymes son entes muy importantes para el contexto mexicano, ya que promueven en gran medida la generación de empleos, coadyuvan en la utilización de los insumos, con la finalidad de satisfacer las necesidades en bienes y servicios que demanda la población (Chiatchoua y Castañeda-González, 2015); sin embargo, aún existe un rezago socioeconómico y falta de políticas públicas eficaces para el apoyo de estas empresas, lo cual se traduce en una falta de visión empresarial a largo plazo y poco trabajo en equipo (Saavedra y Tapia, 2012).
Metodología
Diseño de la investigación
La población de las mipymes del estado de Quintana Roo (México) se ha extraído de los Censos Económicos 2014 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI, 2016). De acuerdo con esta información, existen 45 080 unidades económicas que se resumen en la Tabla 1.
Para desarrollar esta investigación de tipo exploratoria y descriptiva, se ha realizado un análisis de corte transversal con una muestra de 245 empresas familiares. Las características de las empresas objeto de estudio son principalmente micro (hasta 10 trabajadores), pequeñas empresas (entre 11 y 50 trabajadores) y medianas (entre 50 y 100 trabajadores), con base en los criterios de estratificación de empresas1 establecida por el Gobierno Federal de México (DOF, 2009).
El diseño general de la muestra se basó en los principios del muestreo aleatorio simple en poblaciones finitas. Se asume un nivel de significación del 95% y un error de muestreo máximo aceptable del 6,2 %. Esta muestra se distribuyó en 245 empresas familiares (ver Tabla 2).
Tamaño | Familiar | % | Desv. St. |
---|---|---|---|
Micro | 226 | 92,2 | |
Pequeña | 18 | 7,3 | |
Mediana | 1 | 0,4 | |
Total | 245 | 100 | 0,289 |
Fuente: Elaboración propia.
Para contrastar las hipótesis propuestas en el modelo teórico, se aplicó un modelo de ecuaciones estructurales (SEM, por sus siglas en inglés) utilizando el programa AMOS, en donde la validez nomológica del modelo teórico se ha comparado con la del modelo ajustado, a través del análisis de la prueba de Chi-cuadrado ( χ2 ). También se utilizó el programa SPSS para determinar la fiabilidad del constructo a través del alfa de Cronbach (1951) y la unidimensionalidad de las escalas por medio del análisis factorial exploratorio.
El instrumento de medición
La técnica utilizada acorde con Hernández, Fernández y Baptista (2006) ha sido la encuesta, y el instrumento de medición utilizado ha sido un cuestionario dirigido directamente a los directores, gerentes o propietarios de las empresas. Los datos de las empresas se obtuvieron del Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas (DENUE). Al final se obtuvieron las 245 encuestas válidas, lo que supone una tasa de respuesta del 81,6%.
Medición de variables
RSE. Esta variable multidimensional ha sido medida con base en el trabajo de Larrán, Herrera, Lechuga y Martínez (2011), y posteriormente validada por Lechuga (2012), la cual se compone de 4 dimensiones y 24 ítems: medio ambiente (9 ítems), empleados (6 ítems), sociedad (5 ítems) y clientes (4 ítems). Esta medida ha sido utilizada en diversos estudios como los realizados por Esparza (2018), Herrera et al. (2016) y Herrera, Larrán, Martínez y Martínez (2016). En este sentido, se ha utilizado una escala tipo Likert de 1 (poco) a 5 (mucho).
Éxito competitivo. Concretamente, con base en los trabajos realizados por Camisón (2001), Paige y Littrell (2002), Marín y Rubio (2008) y Gallardo-Vázquez y Sánchez-Hernández (2013), se han seleccionado siete dimensiones o variables de resultados que han sido objeto de estudio y contrastación empírica: 1) ventas, 2) cuota de mercado, 3) satisfacción de clientes, 4) beneficios/utilidad, 5) rentabilidad, 6) calidad de productos, 7) superioridad tecnológica.
Innovación. Para medir esta variable se ha utilizado la medida establecida por la OCDE (2006) considerando que la innovación en las pequeñas empresas es un elemento muy importante para su desarrollo (García, 2007; Lin y Huang, 2008). Por tal motivo, se ha medido esta variable a través de una escala de Likert de 5 puntos (1 totalmente en desacuerdo y 5 totalmente de acuerdo).
Estimación del modelo de medida: fiabilidad, unidimensionalidad y validez de escalas
Para evaluar la fiabilidad y validez de los constructos, se utilizó tanto el Análisis Factorial Exploratorio (AFE) como el Confirmatorio (AFC) (Byrne, 2006; Brown, 2006), el coeficiente alfa de Cronbach (1951) y el Índice de Fiabilidad Compuesta (IFC) (Bagozzi y Yi, 1988). Por lo anterior, y cuando se asume inexistencia en la normalidad de los datos, se han utilizado otros métodos de estimación de los estadísticos del modelo teórico (Chou, Bentler y Satorra, 1991; Hu, Bentler y Kano, 1992); y se ha considerado lo recomendado por Satorra y Bentler (1988) respecto a utilizar los estadísticos robustos para mejorar el ajuste del modelo.
Los índices de ajuste que fueron utilizados en el modelo teórico son el Normed Fit Index (NFI), Non Normed Fit Index (NNFI), Comparative Fit Index (CFI) y Root Mean Square of Error Aproximation (RMSEA) (Bentler y Bonnet, 1980; Byrne, 1989; Bentler, 1990; Hair, Anderson, Tatham y Black, 1995).
La Tabla 3 muestra el análisis de la fiabilidad de las escalas a través del método de consistencia interna. Este primer proceso permitió comprobar que existen ítems (E1, S4 y C1) que presentaron una correlación ítem-total por debajo del mínimo recomendado de 0,3, por lo tanto, se eliminaron para mejorar el α de Cronbach. Con esta depuración, los coeficientes α de Cronbach asumieron valores superiores a 0,7 recomendado por Nunnally y Bernstein (1994), e indica la adecuada consistencia interna de todas las escalas analizadas.
La unidimensionalidad de las escalas se ha podido confirmar a través del análisis factorial exploratorio con extracción de componentes principales y rotación varimax. La aplicación del análisis factorial ayudó en la eliminación de algunos ítems, debido a que en estos casos las cargas factoriales fueron menores a 0,5 (Tabla 3), sin considerar como significativas cargas factoriales inferiores a 0,3 (Hair, Anderson, Tathaman y Black, 1995, 2005). En todas las escalas el porcentaje acumulado de varianza explicada es superior al 50% (excepto en RSE medioambiente). Así, una vez eliminados los ítems M7, EC3 y EC6, se puede concluir que las escalas propuestas resultan altamente fiables.
En una segunda fase se realizó el AFC como el proceso de depuración de las escalas. Para ello, se han revisado las estimaciones infractoras que consisten en identificar aquellos coeficientes cuyos valores se encuentran fuera de los límites permitidos (Hair et al., 2005). En este segundo proceso de depuración fueron eliminados los ítems M8, EC2 y EC7.
Para realizar el ajuste del modelo estructural se tienen en cuenta los siguientes indicadores: 1) el valor t de cada coeficiente estandarizado debe superar el ± 1,96 y las cargas factoriales estandarizadas (λ) de las diferentes variables deben ser superiores a 0,5 (Hildebrant, 1987; Steenkamp y van Trijp, 1991); 2) mientras que para el parámetro R2, que mide la fiabilidad individual de cada indicador, se tomará el valor 0,5 recomendado por Sharma (1996).
Una vez concluido con el proceso anterior, se plantearon los análisis factoriales confirmatorios para las diferentes escalas de medida por separado (Álvarez, Vila, Fraiz y Del Río, 2013). La Tabla 4 muestra los resultados obtenidos del AFC por cada variable y se observa, por una parte, que se tiene un buen ajuste en cuanto a χ 2; NFI; NNFI; CFI; χ 2 normalizada ( χ 2/gl) y, por la otra, el tamaño de todas las λ estandarizadas de las variables son significativas (p<0,001) y superiores a 0,5 (Hildebrant, 1987; Steenkamp y Van Trijp, 1991), en donde se obtiene una evidencia de fiabilidad tanto del modelo teórico como la justificación de la fiabilidad interna de las escalas (Nunally y Bernstein, 1994; Hair et al., 2005).
Para concluir con la evaluación del modelo de medida, se realizó el análisis de la fiabilidad de las distintas escalas, a través del IFC y el AVE. La Tabla 5 muestra el IFC con valores por encima de 0,7 (Nunnally y Bernstein, 1994). Finalmente, el AVE en todos los casos es superior a 0,5 con base en lo recomendado por Fornell y Larcker (1981).
Variable | IFC | AVE | AVE |
---|---|---|---|
RSE Medioambiente | 0,817 | 0,623 | Valores óptimos t de Student > ± 1,96; λ est > 0.5 En todos los casos, mayores que los valores mínimos establecidos. |
RSE Empleados | 0,857 | 0,735 | |
RSE Sociedad | 0,725 | 0,629 | |
RSE Clientes | 0,751 | 0,637 | |
Éxito competitivo | 0,839 | 0,746 | |
Innovación | 0,904 | 0,838 |
Fuente: Elaboración propia.
En la Tabla 6 se pueden observar los resultados que se obtuvieron respecto a la validez discriminante del modelo teórico. Primero, se presenta por debajo de la diagonal la prueba del intervalo de confianza (Anderson y Gerbing, 1988), el cual establece que con un 95% de confiabilidad ninguno de los elementos individuales de los factores latentes de la matriz de correlación contiene el valor 1,0. En este sentido, por encima de la diagonal, se observa la prueba de la varianza extraída (Fornell y Larcker, 1981). Por lo tanto, se obtiene evidencia empírica que demuestran suficiente fiabilidad y validez convergente y discriminante.
Resultados
Finalmente, se pretende estimar el modelo global para contrastar las hipótesis establecidas, utilizando el SEM mediante el programa estadístico AMOS. La técnica de estimación ha sido el método de máxima verosimilitud aplicando el proceso de bootstrapp con 250 muestras. En este trabajo se ha decidido integrar todos los ítems de las diferentes variables observables en uno solo, con base en el realizado por Álvarez et al. (2013, p. 83).
La Tabla 7 muestra los resultados obtenidos de la aplicación del SEM, e indican que las diferencias no significativas del modelo teórico ( χ 2= 11,874; p= 0,105) son buenas en la explicación de las relaciones observadas entre los constructos latentes (Anderson y Gerbing, 1988). Respecto a la primera hipótesis establecida H1, los resultados obtenidos, β=0,071 p<0,01, indican que las prácticas desarrolladas de RSE tienen un impacto positivo y significativo en el éxito competitivo de las empresas familiares. Estos resultados son consistentes con los encontrados por diversos autores (McWilliams y Siegel, 2001; Niehm et al., 2008; Alvarado, Bigné y Currás, 2011; Bingham, Dyer, Smith y Adams, 2011; Gallardo-Vázquez y Sánchez-Hernández, 2013). En lo referente a la segunda hipótesis H2, los resultados obtenidos, β=1,299 p<0,001, muestran una relación positiva y significativa, lo que permite confirmar que la RSE tiene un efecto positivo y significativo en la innovación empresarial, en consonancia con los resultados obtenidos por varios autores (Quintana, 2005; Hockerts et al., 2008; Wagner, 2010; Gallardo-Vázquez y Sánchez-Hernández, 2013). Con respecto a la tercera y última hipótesis H3, los resultados obtenidos, β=0,042 NS, aunque muestra una relación positiva (Kraus, Pohjola y Koponen, 2012; Gallardo-Vázquez y Sánchez-Hernández, 2013), no permiten confirmar estadísticamente que la Innovación tiene un efecto significativo en el éxito competitivo de las empresas familiares.
Hipótesis | Relación estructural | Coeficiente estandarizado | Valor t robusto |
H1 | RSE Éxito Competitivo | 0,071** | 3,274 |
H2 | RSE Innovación | 1,299*** | 6,093 |
H3 | Innovación Éxito Competitivo | 0,042NS | 0,443 |
χ2= 11,874; gl = 7; p= 0,105; χ2/gl= 1,696; NFI = 0,963; NNFI = 0,966; CFI = 0,984; y RMSEA = 0,053 | *** = p < 0,001; ** = p < 0,01; NS= No significativo |
Fuente: Elaboración propia.
Conclusiones
Las empresas familiares son muy importantes para el desarrollo de las regiones y países por su alta contribución al PIB y la generación de empleos. Por lo anterior, en este trabajo se ha cumplido con el objetivo establecido y se respondió satisfactoriamente a la pregunta de investigación planteada. En este tenor, se han contrastado las hipótesis relacionadas con las prácticas de RSE desarrolladas por mipymes familiares en el sur del estado de Quintana Roo, México, y su efecto en el éxito competitivo y la innovación (H1 y H2). Los resultados obtenidos son consistentes con otros estudios, y muestran que las prácticas de RSE desarrolladas por las empresas familiares tienen un efecto importante y significativo tanto en el éxito competitivo (Gallardo-Vázquez y Sánchez-Hernández, 2013; McWilliams y Siegel, 2001;Niehm et al., 2008; Alvarado, Bigné y Currás, 2011; Bingham, Dyer, Smith y Adams, 2011) como en la innovación (Bocquet, Le Bas, Mothe y Poussing, 2017; Morales, Ortiz, Duque y Plata, 2016; Wagner, 2010; Gallardo-Vázquez y Sánchez-Hernández, 2013; Porter y Kramer, 2006; Quintana, 2005).
Estos resultados pueden traducirse en que, mientras el compromiso y dedicación de la familia en la empresa sea con la finalidad de velar por su supervivencia para las nuevas generaciones, seguirá habiendo un mayor desarrollo de prácticas de RSE. Asimismo, esta RSE debe contribuir en que la empresa cree las condiciones necesarias para realizar actividades de innovación en productos, servicios, procesos, gestión y nuevas oportunidades de mercado que repercutan en el éxito competitivo. En cuanto a la H3, la innovación no pudo ser comprobada estadísticamente.
Dentro las limitaciones que tiene esta investigación, se puede mencionar el estudio realizado exclusivamente a mipymes, la muestra utilizada en el ámbito de la zona sur del estado de Quintana Roo, México, la estratificación de empresas1 exclusivamente con base en el número de trabajadores. En este sentido, sería interesante como futura línea de investigación considerar un mayor tamaño muestral, un estudio longitudinal e incrementar el análisis a otras áreas de la geografía del estado, del país y a nivel internacional, así como la utilización de técnicas estadísticas más robustas.
Finalmente, este trabajo presenta información que contribuye al estado del arte, enriqueciendo la literatura existente concerniente a la RSE y su relación con el éxito competitivo y la innovación de las empresas familiares; al Gobierno, para el establecimiento de políticas públicas orientadas a mayores actividades de RSE con miras a crear ventaja competitiva y desarrollo de la innovación; a los gerentes o propietarios, a fin de que comprendan la importancia de implementar actividades de RSE e innovación como un factor de ventaja competitiva; y también a las universidades, para la actualización de los programas de estudio como parte de la pertinencia.