Introducción
La calidad de vida (CV) es considerada como un estado de bienestar general multidimensional, dinámico, que comprende la percepción del individuo frente a las condiciones económicas, salud física, emocional y relaciones sociales, establecidas por valores personales (Higuita Gutiérrez, L; Cardona Arias, J;, 2016), capaces de ser mo dificadas frente a cualquier cambio (Higuita Gutiérrez, L; Cardona Arias, J;, 2015) incluidas modificaciones en la cavidad oral, lo que da origen al concepto de calidad de vida relacionada con salud oral (CVRSO), de gran importancia por su repercusión en el individuo en los últimos años.
El flúor constituye un agente exitosos en la prevención de caries dental debido a su efecto remineralizador en esmalte dental (Ramírez Puerta, B S; Molina Ochoa , H M; Morales Flórez, J L;, 2016);sin embargo, su ingesta prolongada y en altas concentraciones puede afectar las funciones de los amelo- blastos alterando los mecanismos de mineralización del diente, y ocasionando fluorosis dental (FD) (Gómez Scarpetta, R A; Olaya Pardo , M; Barbosa Rivera , A; Durán Arismendy , L; Vergara Bobadilla , H; Rodas Avellaneda, C P;, 2014), caracterizada por alteraciones irreversibles que van desde manchas blancas hasta defectos estructurales marrones dependiendo de la cantidad de flúor ingerido (Fuentes, Riverón, Hernández, & Díaz, 2007).
En Ecuador, estudios realizados por el MSP, identificaron a Chimborazo, Tungurahua y Cotopaxi como provincias con niveles elevados de flúor (Ruiz, 1996) sin seguimiento en los últimos años. De ahí que el objetivo de este estudio fue determinar el impacto de la fluorosis dental en la calidad de vida de adolescentes entre 11 a 14 años que asisten a cuatro centros educativos del cantón Latacunga, provincia de Cotopaxi.
Método
Se plantea un estudio epidemiológico, observacional y descriptivo, ejecutado con la aprobación del Comité de Ética de la Universidad Central del Ecuador (código: 0051- FO-G-2018) y autorización de las autoridades de los establecimientos educativos junto con los representantes de los participantes mediante la firma de consentimientos informados. El análisis contó con una muestra de 128 adolescentes hombres y mujeres entre 11 a 14 años, seleccionados de cuatro unidades educativas urbanas con el mismo suministro de agua potable, pertenecientes al cantón Latacunga, provincia de Cotopaxi, Ecuador. Los criterios de inclusión fueron ausencia de enfermedad sistémica, brackets, restauraciones extensas en sus dientes anteriores definitivos y anodoncias.
La recolección de la información se realizó precautelando la confidencialidad del participante, e identificando cada instrumento y ficha con un código determinado. Se aplicó, la encuesta INEC (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, 2010) a cada representante del participante para de- terminar el nivel de estratificación socioeconómico, y el cuestionario CPQ11-14, dirigida a los adolescentes para determinar su CV; dicho instrumento consta de 37 ítemes, distribuidos en 4 dominios acerca de eventos ocurridos en los últimos 3 meses como síntomas orales (SO)=6, limitaciones funcionales (LF)=9, bienestar emocional (BE)=9 y bienestar social (BS)=13.
Adicionalmente, se realizó un registro de identificación de cada participante considerando datos demográficos sexo, edad y registros fotográficos intraorales de los dientes anteriores (Yoshio, I; Calixto, L;, 2011), los mismos que estuvieron a cargo de tres investigadores calibrados en evaluar la presencia de FD según índice de Thylstrup y Fejerskov (TF) (Meyer- Lueckel, Paris, & Ekstrand, 2015). De forma complementaria, se tomaron muestras de agua de las fuentes de abastecimiento destina- das a las unidades educativas participantes, siguiendo un protocolo establecido sugerido por el labora- torio químico de la Empresa Pública de Agua Potable y Saneamiento Latacunga (DIMAPAL) donde las muestras fueron llevadas para determinar la concentración de flúor en ellas.
Los datos recolectados fueron tabulados en hojas de cálculo separadas de Microsoft Excel (Microsoft Corp, Seattle, USA). La suma de puntajes establecidas en el cues tionario INEN permitieron determinar 5 escalas, A= alto, B= medio alto, C+= medio típico, C- =medio bajo, D= bajo (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, 2010). El cuestionario CPQ11-14 fue codificado según la escala Likert, donde 0 es nunca, 1 una o dos, 2 a veces, 3 frecuentemente y 4 todos los días o casi todos los días, así un puntaje mínimo de 0 representa buena CV y un máximo de 148 mala CV (Jokovic, A; Locker, D; Stephens, M; Kenny , D; Tompson , B; Guyatt, G;, 2002). Por su parte, los registros fotográficos fueron calificados por 3 examinadores calibrados en detección de FD, del 0 al 9 según su severidad con base en el índice de Thylstrup y Fejerskov (TF) (Meyer- Lueckel, Paris, & Ekstrand, 2015), el valor considerado fue el promedio de las tres observadores, pensando en el más frecuente. Finalmente, todos los datos obtenidos fueron analizados estadísticamente utilizando el software SPSS.
Resultados
La muestra estuvo conformada por 128 adolescentes, la media de la edad fue de 12,68 años con una variación de 1,19 años, la edad mínima fue de 11 años y la máxima de 14 años. El 53,1% (n=68) fueron mujeres y el 46,9% (n=60) fueron hombres. Al considerar el nivel socioeconómico familiar de los evaluados el 55,5% (n=71) correspondió al nivel medio típico C+ (Figura 1). En cuanto a la prevalencia de FD, según el índice TF el grado 1 fue el más frecuente con un 28,9%, (Figura 2). Referente a CVRSO, es tablecido con base en el cuestionario CPQ 11-14 la media total obtenida fue de 33,89± 15,43 ( 1).
Media | Mediana | Desviación estándar | Mínimo | Máximo | |
---|---|---|---|---|---|
Síntomas orales | 6,672 | 6,000 | 3,446 | 0 | 16 |
Limitación funcional | 8,078 | 7,000 | 4,868 | 1 | 25 |
Bienestar emocional | 9,398 | 9,000 | 4,963 | 1 | 21 |
Bienestar social | 9,742 | 9,000 | 5,910 | 0 | 28 |
Total | 33,89 | 31,00 | 15,436 | 8 | 79 |
95% del intervalo de conftanza para la media | ||||||||||
N | Media | Desviación estándar | Error estándar | Límite inferior | Límite superior | Mínimo | Máximo | |||
Sano | 27 | 20,63 | 9,208 | 1,772 | 16,99 | 24,27 | 8 | 45 | ||
Grado 1 | 37 | 29,81 | 11,259 | 1,851 | 26,06 | 33,56 | 15 | 58 | ||
Grado 2 | 35 | 39,26 | 11,954 | 2,021 | 35,15 | 43,36 | 17 | 58 | ||
Grado 3 | 18 | 41,22 | 17,818 | 4,200 | 32,36 | 50,08 | 14 | 71 | ||
Grado 4 | 9 | 53,44 | 15,273 | 5,091 | 41,70 | 65,18 | 31 | 79 | ||
Grado 5 | 2 | 50,50 | 21,920 | 15,500 | -146,45 | 247,45 | 35 | 66 | ||
Total | 128 | 34,05 | 15,548 | 1,374 | 31,33 | 36,77 | 8 | 79 |
Al relacionar las variables edad y género con CV mediante análisis de Kruskal Wallis fue encontrado un valor (p= 0,56), el cual fue confirmado con la prueba de Mann Whitney (p= 0,471), determinando así poca relación entre estas variables. Por otro lado, al comparar los niveles de FD y la CV, mediante la prueba de Kruskal-Wallis se encontró un p = 0,000 que muestra el impacto de la presencia de FD sobre la CV, en una relación inversamente proporcional, donde a mayor nivel de FD peor CV con una relación directamente proporcional entre el nivel socioeconómico y la CV. (Tabla 2).
En cuanto al análisis químico de las tres vertientes de agua que abastecen a las cuatro unidades educativas evaluadas, los análisis de concentración de flúor mostraron una media de 0,9 considerándose como un valor normal, y mostrando ausencia de relación con la presencia de FD.
Discusión
Los resultados del estudio demuestran que la CV guarda relación con la presencia de FD, difiriendo de otros estudios (Crosato, M; Biaze- vic, E; Haye, M;, 2005), (Onoriobe, U; Rozier , R; Cantrell, J; King , R;, 2014), (Moimaz, S; Saliba, O; Mar- ques , L; Garbin C; Saliba, N;, 2015) para quienes la presencia de FD no genera un impacto negativo en la CV. Por otra parte la CV, en nuestro estudio guarda relación inversa con el nivel socioeconómico, coincidiendo con otros autores (Ciocca, L; Del Corso, G; Gatto, M; Silva F;, 2015), entendiendo que una condición socioeconómica baja, pre- dispone a tener un mal estado de salud oral, comportándose como un factor de riesgo sobre la CVR- SO, explicada por la disminución de oportunidades para acceder a servicios odontológicos y compra de elementos de higiene bucal por asunto de escasos recursos económicos (Carrasco , 2009).
En estudios sobre CVRSO en adolescentes influenciados por diversos determinantes de la salud, muestran que las condiciones clínicas, los factores sociodemo- gráficos y familiares en que se des- envuelven, afectan su CV (Apaza, S; Torres , G; Blanco, D; Atezana , V; Montoya, J;, 2015), observando que escolares provenientes de familias de bajo salario, poseían peor salud bucal y puntaje más alto del CPQ11-14, (Locker , 2007) es decir, menor CV; en contraste con los escolares pertenecientes a mejores niveles socioeconómicos.
Nuestros resultados evidenciaron que la CV no guarda relación con edad ni género, coincidiendo con estudios previos (Paredes, 2014), difiriendo de otros estudios (León, E; Delgado, M; Aguilar, J; Crespo, C;, 2016) (Olivieri, A; Ferro, R; Benacchio, L; Stellini, E;, 2013), donde se observaron mayores problemas de salud oral en el sexo femenino que afectaron su CV, donde aparentemente la percepción de un individuo guarda estrecha relación con el sexo.
La percepción de la salud bucal de los adolescentes de 11 a 14 años de este estudio, reveló una percepción mayoritaria de su salud bucal como buena; sin embargo, a medida que la edad del individuo aumenta, existen diferencias de esta percepción las cuales se hacen más evidentes (Pulache, 2014) y pueden asociarse a la falta de interés en la adolescencia, sobre la importancia que la salud bucal y su salud general tienen en la CV.
Comprender el comportamiento del paciente desde una perspectiva amplia dentro de la práctica clínica, investigación odontológica y prevención de salud oral, constituye la base para el desarrollo de programas de salud oral (Diaz Reissner, C V; Casas García , I; Rol- dán Merino, J;, 2017). En nuestro estudio se pudo verificar una alta prevalencia de FD en grado 1 y 2 según el índice TF, muy semejantes a lo reportado en estudios pre- vios en poblaciones ecuatorianas (Arroyo Bonilla, D; Viteri Garcia, A; Guevara Cabrera, O; Armas, A; Arevalo Reyes, P;, 2016), estos grados leves asociados de forma directa a fuentes externas como el consumo accidental de la pasta dental empleada en la limpieza habitual (De la Cruz, D; Tapia , S; Cervantes, A; Sánchez , C; Pinelo, P;, 2013).
Si bien la prevalencia de signos visibles de FD en una población ex- presa la toxicidad tras el consumo excesivo de flúor, definir la causa etiológica exacta de la alteración puede resultar un desafío en ciertas ocasiones, aun cuando los niveles de fluoruros en agua se consideran seguros (Cury & Tenuta, 2014). La valoración de la concentración de flúor agua de las fuentes de abastecimiento de la población intervenida demostró una media de 0,9 indicando que el agua de consumo cuenta con niveles adecuados de flúor, y mostrando también que la presencia de FD no guarda relación con la cantidad de flúor encontrada en las aguas (Zietsman, 1991) (Ibrahim, Y; Affan, A; Bjorvatn, K;, 1995), pero significa que existen otras causantes para que la FD se manifieste (Khan, A; Whelton, H; O´Mullane, D;, 2004), como el consumo de pasta dental ingerida de forma accidental o involuntaria (Teixeira, M; Narvai, P; Catellanos, R; Djehizian, V;, 2002) (Farith, I; Carmona, L; Díaz, A;, 2010), lo que refuerza la necesidad de ejecutar nuevos estudios incluyendo análisis químicos de aguas de ingesta y alimentos de consumo diario o el consumo accidental del dentífrico.
Una de las limitaciones del estudio fue la falta de interés de los padres y participantes, lo que afectó el tamaño de la muestra, tomando en cuenta que la calidad de vida integra aquellos aspectos relacionados con el funcionamiento físico, mental y con el estado de bienestar de las personas (Higuita Gutiérrez, L; Cardona Arias, J;, 2016), pues conocerla permite al odontólogo proyectarse a mejorar la vida de la persona, modificando factores de forma positiva para alcanzar el bienestar integral del individuo, enfocándose principalmente en el manejo clínico de diferentes patologías orales, con indicadores de medición clínicos, que arrojen no solo mediciones tradicionales de morbilidad sino también aspectos psicosociales del individuo, considerando una población mayor de estrato económico diferente, a fin de que existan más datos con base en los que se planifiquen acciones en beneficio de nuestra población.
Conclusiones
La CV no guarda relación con edad ni con el sexo, pero sí con el nivel socioeconómico, lo que evidencia una relación directa, en la que los mejores niveles de CV se encuentran en los puestos socioeconómicos superiores, y que los menores niveles de CV, se hallan en las posiciones socioeconómicas medias y bajas. También la CV, guarda relación inversa con la presencia de FD, mientras mayores niveles de FD menor CV.