Introducción
La primera encuesta nacional de nutrición en Costa Rica se realizó en 1967 (Instituto de Nutrición de Centro América y Panamá [INCAP], Oficina de Investigaciones Internacionales de los Institutos Nacionales de Salud EEUU y Ministerio de Salud, 1969), seguido por otros en 1975, 1978, 1982, 1996 (Ministerio de Salud, 1975, 1980, 1986 y 1996) y en 2008-2009 (Ávila-Agüero, 2009). Además de las encuestas a nivel nacional, se ha publicado datos relacionados con nutrición recolectados en ciertas comunidades del país, como en el caso de las encuestas basales en comunidades centinela del Ministerio de Salud (Ministerio de Salud, 1999) y otras con fines específicos (Ministerio de Salud, Caja Costarricense de Seguro Social [CCSS], Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud [INCIENSA] y Organización Panamericana de Salud [OPS], 2009; Ministerio de Salud et al., 2003; CCSS, 2011).
Desde su apertura en la década de los años ochenta, la Escuela de Nutrición de la Universidad de Costa Rica ha enseñado a sus estudiantes sobre el proceso de realizar encuestas nutricionales. Cada encuesta se realizó con el propósito de determinar la prevalencia de problemas relacionados con la nutrición en cada comunidad; y desde el año 1983 se han realizado, como parte de los cursos, más de 40 encuestas en diferentes comunidades. En cada caso, se coordinó con autoridades locales de salud para escoger el lugar para realizar la encuesta.
Al finalizar la recolección y análisis de los datos de cada encuesta por parte de los estudiantes durante los cursos correspondientes de la Escuela de Nutrición, se elaboró un informe con todos los resultados y fue entregado a las autoridades de salud en cuya área correspondía la comunidad. Dado que se utilizó la misma metodología para recolectar las mediciones antropométricas en todas las encuestas, fue posible realizar un re-análisis de los datos y así presentar una descripción de la situación nutricional de las familias de las diferentes comunidades.
En el 2013 se publicó la información sobre los problemas de salud relacionados con nutrición y reportados por las familias en 26 encuestas nutricionales realizadas entre 1994 y 2012 (Chinnock y León, 2013). Para completar la información de las encuestas, este artículo presenta los resultados de la evaluación antropométrica del estado nutricional de los miembros de las familias encuestadas en las 25 comunidades visitadas durante el periodo de 1997 hasta 2014. Los datos antropométricos fueron recolectados por estudiantes de los cursos de Nutrición Comunitaria 1 (NU2011) y del Módulo I (NU2016) de la Escuela de Nutrición de la Universidad de Costa Rica.
Materiales y Métodos
La metodología para la definición de la población y muestra en cada comunidad, así como la obtención del consentimiento informado de parte de las familias participantes fue descrito en un trabajo previamente publicado (Chinnock y León, 2013).
Los datos antropométricos fueron tomados de cada integrante de la familia, entendiendo familia como todas las personas que viven bajo el mismo techo. Se preguntó por el nombre, sexo y edad de todos los miembros de la familia. En el caso de los niños menores de 5 años, se preguntó por la fecha de nacimiento. Para la toma de las mediciones antropométricas de peso y talla, se utilizó la técnica recomendada por la Organización Mundial de Salud (OMS, 1995). El estudiantado utilizó su propio equipo de balanzas para el peso corporal (error máximo de 300 g) y tallímetros portátiles con una sensibilidad de 1 mm, de marca Seca. Para niñas y niños menores de 2 años, se tomó la longitud y, en caso que no pudieran ser pesados solos, se tomó su peso con la madre. Cada medición fue tomada dos veces, y en caso de que la diferencia fuera mayor a 500g de peso o 0.5 cm de talla, se tomó una tercera vez. El grupo de estudiantes volvió a visitar las casas en una segunda ocasión para captar a todas las personas de las familias.
Además de la toma de medidas antropométricas, las encuestas recolectaron datos sobre morbilidad autoreportada en los miembros de la familia de 12 diferentes problemas de salud relacionados con nutrición, incluyendo el problema de exceso de peso (sobrepeso u obesidad). Los resultados del autoreporte de problemas de salud relacionados con nutrición ya fueron publicados anteriormente (Chinnock y León, 2013). La información sobre el autoreporte del problema de exceso de peso entre las familias fue utilizada en este artículo con el fin de conocer el porcentaje de los adultos (de 20 a 64 años cumplidos) que presenta exceso de peso según la evaluación antropométrica y que lo reportan.
Para realizar el análisis, los datos antropométricos fueron clasificados en cinco grupos de edad: preescolares (0 meses - 5 años 0 meses), escolares (5 años 1 mes - 9 años 11 meses), adolescentes (10 años - 19 años 11 meses), personas adultas (de 20 a 64 años 11 meses) y personas adultas mayores (igual o mayor a 65 años). En este artículo se presentan los resultados del análisis de datos de peso y talla de un total de 3510 personas evaluadas en 25 comunidades durante el periodo de 1997 a 2014. Para analizar los datos de preescolares se utilizó el programa ‘Anthro’(Versión 3.1.0), y en el caso de escolares y adolescentes, el programa AnthroPlus (Versión 1.0.3); ambos son programas de cómputo de la Organización Mundial de Salud que evalúan los datos de peso y talla por medio de una comparación con el patrón de referencia establecido por la OMS.
Para evaluar el estado nutricional de preescolares, se utilizaron los indicadores talla para edad e IMC para edad, con los puntos de corte establecidos por la Organización Mundial de Salud (2006). En el caso de escolares y adolescentes, se utilizaron los indicadores talla para edad e IMC para edad; en ambos casos con el patrón de referencia y los puntos de corte de la Organización Mundial de Salud (2007). Para las personas adultas y adultas mayores, se calculó el IMC y se agruparon los valores según la clasificación de Organización Mundial de Salud (1995) para adultos y de la Organización Panamericana de Salud (2002) en el caso del adulto mayor.
Resultados
Como se puede observar en la Tabla 1, la mayoría de las encuestas se llevaron a cabo en la provincia de San José. Tirrases y Curridabat Centro fueron encuestados más de una vez, pero en diferentes sectores en cada año. La única comunidad encuestada del área rural es San Jerónimo de Moravia (Rodríguez y Saborío, 2008).
Año | Lugar de Encuesta | Provincia | Cantón | Distrito |
---|---|---|---|---|
1997 | Lomas II Rincón Grande | San José | San José | Pavas |
1997 | Bellavista Rincón Grande | San José | San José | Pavas |
1998 | Villa Esperanza Rincón Grande | San José | San José | Pavas |
1999 | Tirrases | San José | Curridabat | Tirrases |
2000 | Sector Oeste Granadilla Norte | San José | Curridabat | Granadilla |
2001 | María Auxiliadora y Gloria Bejarano | San José | Curridabat | Curridabat Tirrases |
2002 | San Ramón | Cartago | La Unión | San Ramón |
2003 | Sector 3 de Tirrases | San José | Curridabat | Tirrases |
2003 | Sector 2 de San Diego | San José | La Unión | San Diego |
2004 | Barrio Pinto | San José | Montes de Oca | San Pedro |
2004 | Concepción | Cartago | La Unión | Concepción |
2004 | La Lía | San José | Curridabat | Curridabat |
2005 | Curridabat Centro | San José | Curridabat | Curridabat |
2005 | Lourdes Norte | San José | Montes de Oca | San Pedro |
2005 | Villas de Ayarco | Cartago | La Unión | San Juan |
2006 | Betania | San José | Montes de Oca | Mercedes |
2006 | Montúfar | Cartago | La Unión | San Juan |
2006 | Sector 15 Curridabat | San José | Curridabat | Curridabat |
2008 | La Isla | San José | Moravia | San Vicente |
2008 | Los Sitios | San José | Moravia | La Trinidad |
2009 | El Alto La Trinidad | San José | Moravia | La Trinidad |
2010 | San Jerónimo | San José | Moravia | San Jerónimo |
2012 | Américas 2 Goicoechea 1 | San José | Goicoechea | Mata de Plátano |
2013 | Calle Blancos, sector 1 | San José | Goicoechea | Calle Blancos |
2014 | San Pedro | San José | Vásquez de Coronado | Cascajal |
Fuente: Elaboración propia
Las figuras 1 a 4 reportan la prevalencia de problemas en el estado nutricional para cada grupo según edad: preescolares, escolares y adolescentes, adultos y adultos mayores. La figura 1 presenta la prevalencia de achicamiento, desgaste y exceso de peso o riesgo de exceso de peso en preescolares. Se puede observar una reducción durante el periodo de las encuestas en los problemas de déficit en talla y en peso y un aumento en el exceso de peso o riesgo de exceso. En 1997, la prevalencia de exceso o riesgo de exceso de peso era 25.3% y, en el último año de encuesta reportada, era 50%.
En el caso del grupo de escolares y adolescentes (ver Figura 2) se puede observar cambios similares. Las prevalencias de desgaste y achicamiento disminuyeron durante el periodo de encuestas presentadas; en cambio, el problema de exceso de peso aumentó del 20.4% en 1997 al 48.4% en 2014.
La Figura 3 presenta la prevalencia de exceso de peso en la población de adultos; de nuevo se puede observar un aumento desde 53.1% en 1997 hasta 68% en 2014. En esta figura se presenta también el porcentaje de adultos encuestados que tiene exceso de peso, según las mediciones antropométricas, y el porcentaje de esta población que reportó tenerlo durante la entrevista sobre la presencia de problemas de salud relacionados con nutrición. La figura demuestra que en 1997, únicamente el 14% de los adultos con exceso de peso lo reportaron y este porcentaje llegó a ser 49.3% en 2014.
La prevalencia de problemas en el estado nutricional del grupo de adultos mayores se presenta en la Figura 4. De nuevo, como en el caso de la población menor de edad, el problema de bajo peso disminuyó durante el periodo estudiado, de 47.4% en 1997 a 6.3% en 2014; al contrario, el exceso de peso aumentó de 31.6% al inicio del periodo estudiado a 75% en 2014. Es notable que hasta el 2003, la prevalencia de bajo peso era mayor que la del exceso de peso y, a partir de ese año, la situación cambia completamente y el problema más prevalente es el exceso de peso en este grupo de edad.
La Tabla 2 presenta las prevalencias de los problemas en el estado nutricional en cada grupo de edad y según año de encuesta. Es importante notar que se excluyeron de los resultados, en la Tabla 2 y en las figuras, los datos de algunas comunidades y grupos de edad en que el número captado fue menor a 11, por considerarlo una muestra demasiada pequeña.
- | PREESCOLARES | ESCOLARES Y ADOLESCENTES | ADULTOS | ADULTOS MAYORES | ||||||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
AÑO | n | Achicamiento % | Desgaste % | Exceso de peso o riesgo de sobrepeso % | n | Achicamiento % | Desgaste % | Exceso de peso % | n | Exceso de peso % | Exceso de peso y reportado % | n | Bajo peso % | Exceso de peso % |
1997 | 91 | 22.6 | 11.0 | 25.3 | 103 | 11.2 | 1.0 | 20.4 | 81 | 53.1 | 14.0 | ** | ||
1998 | 25 | 20.8 | 0.0 | 24.0 | 59 | 8.5 | 10.2 | 16.9 | 19 | 47.4 | 31.6 | |||
1999 | 34 | 13.9 | 8.8 | 26.5 | ** | ** | ||||||||
2000 | 30 | 12.5 | 10.0 | 30.0 | 81 | 7.4 | 1.2 | 30.9 | 157 | 54.8 | 26.7 | 11 | 45.5 | 27.3 |
2001 | 19 | 15.8 | 5.3 | 31.6 | 46 | 8.7 | 0.0 | 17.4 | 92 | 59.8 | 47.3 | ** | ||
2002 | 28 | 14.3 | 3.6 | 32.1 | 49 | 10.2 | 0.0 | 24.5 | 133 | 51.1 | 36.8 | ** | ||
2003 | 47 | 6.5 | 10.6 | 29.8 | 76 | 1.3 | 2.6 | 30.3 | 161 | 54.0 | 42.5 | 22 | 31.8 | 18.2 |
2004 | 34 | 2.9 | 0.0 | 32.4 | 155 | 7.1 | 1.9 | 37.4 | 145 | 62.8 | 38.5 | ** | ||
2005 | 20 | 5.0 | 10.0 | 35.0 | 57 | 3.5 | 3.5 | 31.6 | 113 | 62.8 | 31.0 | 33 | 9.1 | 48.5 |
2006 | 23 | 0.0 | 0.0 | 26.1 | 60 | 0.0 | 1.7 | 33.3 | 146 | 65.1 | 43.2 | 43 | 18.6 | 48.8 |
2008 | 42 | 4.9 | 0.0 | 28.6 | 91 | 2.2 | 1.1 | 36.3 | 146 | 69.2 | 39.6 | 22 | 4.5 | 45.5 |
2009 | 19 | 5.0 | 0.0 | 47.4 | 46 | 2.2 | 4.3 | 32.6 | 127 | 73.2 | 33.3 | 15 | 13.3 | 33.3 |
2010 | 36 | 2.8 | 2.8 | 36.1 | 78 | 3.8 | 3.8 | 29.5 | 178 | 62.4 | 34.2 | 26 | 19.2 | 26.9 |
2012 | 16 | 0.0 | 0.0 | 43.8 | 50 | 6.0 | 4.0 | 50.0 | 113 | 76.1 | 38.4 | 15 | 13.3 | 53.3 |
2013 | ** | 18 | 0.0 | 0.0 | 33.3 | 85 | 63.5 | 31.5 | 22 | 4.5 | 50.0 | |||
2014 | 12 | 15.4 | 0.0 | 50.0 | 31 | 0.0 | 0.0 | 48.4 | 125 | 68.0 | 49.4 | 16 | 6.3 | 75.0 |
Notas: (1) ** Muestra <= 10 Fuente: Elaboración propia.
Discusión
El presente estudio muestra los resultados de la evaluación antropométrica de diferentes grupos etarios de comunidades en la zona central de Costa Rica. Se observa, en el tiempo, aumento en la prevalencia del exceso de peso en todos los grupos etarios y disminución de la prevalencia de déficit en peso y talla en los menores de edad y en el peso de las personas adultos mayores.
No es posible hacer una comparación directa entre las prevalencias de problemas en el estado nutricional en menores de edad presentadas en este artículo con los datos reportados en las encuestas nacionales de nutrición debido a que estas últimas utilizan puntos de corte distintos a los de la Organización Mundial de Salud (2006). Sin embargo, las encuestas nacionales de nutrición reportan los mismos cambios. En el grupo de niños y niñas preescolares, se observa para el indicador peso/talla un descenso en el riesgo o deficiencia de peso, mostrándose un 17.8% en 1982 (Ministerio de Salud, 1986), un 12.5% en 1996 (Ministerio de Salud, 1996), hasta llegar a un 8.3% en la encuesta 2008/2009 (Ávila-Agüero, 2009); este cambio es similar al observado en el presente estudio. Por su parte, al igual que se observa en los datos presentados en este estudio, según este mismo indicador se reporta un aumento en la prevalencia de exceso de peso, pasando de un 2.3% en la encuesta de 1982 (Ministerio de Salud, 1986) hasta un 8.1% en la de 2008/2009 (Ávila-Agüero, 2009). Así mismo la prevalencia de baja talla en preescolares mostró un descenso de 7.9% en 1982 (Ministerio de Salud, 1986) a 6.1% en la encuesta de 1996 (Ministerio de Salud, 1996).
En el caso de las personas en edad escolar (5-12 años), los cambios demostrados en este estudio son confirmados por las encuestas nacionales donde se observa que se ha reducido la prevalencia de delgadez de un 16.5% en 1996 a un 6.1% en 2008/2009; mientras que ha aumentado considerablemente la prevalencia del exceso de peso de un 14.9% a un 21.4% de 1996 a 2008/2009 respectivamente (Ávila-Agüero, 2009).
La única encuesta a nivel nacional que presenta datos del estado nutricional de la población de adolescentes es la del 2008/2009 (Ávila-Agüero, 2009); ese año, la encuesta nacional reporta una prevalencia del 3% de déficit de peso, cifra muy parecida a la reportada en las encuestas de comunidad para el grupo de escolares y adolescentes en este periodo. Y la prevalencia de exceso de peso en la encuesta a nivel nacional en adolescentes es 20.8%, una cifra menor a la encontrada en las encuestas reportadas en este artículo, que supera el 30% desde el año 2003 en la población de escolares y adolescentes.
En el grupo de adultos, tanto en hombres como en mujeres, el aumento en la prevalencia de exceso de peso y disminución de la prevalencia de delgadez se demuestra según datos de las encuestas de 1982 y 1996 (Ministerio de Salud, 1986, 1996) y 2008/2009 (Ávila-Agüero, 2009), encontrándose en la última encuesta a nivel nacional 2.2% o menos de delgadez y hasta un 77.3% de exceso de peso en la población de adultos (Ávila-Agüero, 2009). Tales datos son comparables con los presentados en las encuestas de este estudio, que reporta un aumento desde 1997 en la prevalencia del exceso de peso en este grupo poblacional, alcanzando 68% en 2014. Otros estudios denotan prevalencias de exceso de peso similares en la población de adultos; por ejemplo, se reporta un 59,4% en la encuesta CARMEN en 2001 (Ministerio de Salud et al., 2003); un 62.1% en la encuesta de la Caja Costarricense de Seguro Social (2011) y más de 57% en la investigación Estudio Latinoamericano de Nutrición y Salud (ELANS) del 2015 (Piedra, 2016).
No es posible comparar la prevalencia de los problemas en el estado nutricional de la población adulta mayor de la última encuesta nacional de nutrición del 2008/2009 con los datos de este artículo, porque la primera utiliza puntos de corte para el indicador IMC diferentes a los de la OPS (2002). Sin embargo, la encuesta a nivel nacional reporta también que la mayoría de este grupo poblacional (59.0%) presenta un exceso de peso corporal.
Los datos presentados en este artículo nos permite ver que, de las personas que tienen exceso de peso según la evaluación antropométrica, el porcentaje de gente que lo reporta cuando se pregunta por la presencia del problema es menor al 50% en todas las encuestas, excepto la del 2014 cuando llega al 50%. Diferentes autoras y autores han reportado que, en general, existe una subestimación de la enfermedad autoreportada en comparación con la diagnosticada por profesionales en salud (Mackenbach, Looman y van der Meer, 1996; Okura, Urban, Mahoney, Jacobson y Rodeheffer, 2004; Schrijvers, Stronks, van de Mheen, Coebergh y Mackenbach, 1994; Datta Gupta y Jurges, 2012). No se conoce la razón para esta diferencia tan grande en el caso del exceso de peso. Posibles razones son que las personas no saben que tienen exceso de peso, que no lo reconocen como un ‘problema de salud’, sino de otra índole, como por ejemplo de estética, o que no desean admitirlo. Este tema requiere de más investigación porque la forma de prevenir o tratar el problema dependerá de las percepciones que tengan las personas sobre el mismo.
La obesidad es un problema que va en aumento a nivel mundial. Para el 2005, según la Organización Mundial de Salud, 1.6 billones de personas alrededor del mundo tenían exceso de peso y al menos 400 millones eran obesas (Slawson, Fitzgerald y Morgan, 2013). Esta enfermedad es causada por una compleja interacción entre el ambiente, la predisposición genética y el comportamiento humano. Sin embargo, los factores ambientales son los que tienen una mayor contribución. En los Estados Unidos (EUA) se ha relacionado el incremento en la cantidad y la densidad de las comidas ingeridas con el incremento en la prevalencia de obesidad. Así mismo, en Inglaterra el aumento en la posesión de autos y en el hábito de ver televisión se ha relacionado con aumento de obesidad en la población. Además, es evidente que la disponibilidad y el precio de los productos alimenticios, afecta el consumo, así como la calidad de los parques locales afecta los niveles de actividad física en una comunidad (Slawson et al., 2013).
La evidencia científica indica que los determinantes más importantes para la incidencia de Enfermedades Crónicas No Transmisibles (ECNT) son los patrones de alimentación inadecuados, las prácticas de estilo de vida (fumado, alcohol y sedentarismo) y el exceso de peso corporal (OMS, 2011). Estos factores a la vez tienen condicionantes sociales y económicos. En el mundo, para el 2008 se presentaron 36 millones de muertes debidas a las ECNT (Ministerio de Salud, 2014).
Costa Rica no escapa de esta realidad; en los últimos años el país se enfrenta a un perfil de morbimortalidad particular, donde conviven las enfermedades transmisibles y no transmisibles, mostrándose cada vez más un incremento en las ECNT derivadas del cambio en los patrones dietéticos y en la adopción de un estilo de vida poco saludable (OMS, 2003).
Las ECNT son en gran medida prevenibles, ya que el mejoramiento en el estilo de vida reduce el riesgo de progresión de la enfermedad en un 58% en 4 años; además, se evitarían las cardiopatías en un 80% y la diabetes mellitus tipo 2 en un 90% (Salvadó, Rubio, Barbani, Moreno y Grupo colaborativo de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad [SEEDO], 2007). Las diferentes guías de atención a dichas enfermedades recomiendan como primer medida de tratamiento la pérdida de peso de entre 5 y 10% del peso actual de los individuos, al momento de encontrar su enfermedad con el fin de reducir y/o revertir las consecuencias a largo plazo de la enfermedad (Ciliska et al., 2006), utilizando para ello intervenciones donde se abordan múltiples factores de riesgo, programas que ofrezcan varios componentes de atención y la colaboración de un equipo interdisciplinario (OMS, 2011; Ciliska et al., 2006).
Finalmente, es necesario señalar algunas limitaciones de los datos presentados en este artículo. Primero, las comunidades encuestadas no son representativas de toda la población en Costa Rica. Todas son comunidades ubicadas en el valle central del país y, por el hecho de haber coordinado con las autoridades locales de salud para seleccionar el lugar de la encuesta, a menudo son comunidades que presentan más problemas o para las cuales no existe suficiente información. En segundo lugar, por el hecho de que el estudiantado realiza las primeras visitas para captar a las familias durante un día entre semana, no se lograr captar familias cuyos integrantes se encuentran fuera de las casas durante el día.
Conclusión
Este estudio encontró, para el periodo 1997 a 2014, una disminución en las prevalencias de déficit en peso y talla en los menores de edad y de bajo peso en personas adultos mayores; además, un aumento en la prevalencia de exceso de peso en todos los grupos de edad. Esta situación es preocupante, debido al mayor riesgo que presentan personas con exceso de peso de sufrir enfermedades crónicas no transmisibles, y a las implicaciones que esto lleva para los servicios de salud del país. Como en el caso de todos los problemas de salud relacionados con nutrición, es preferible tratar de prevenir el problema del exceso de peso desde edades tempranas en la población. Por lo tanto, la importancia del trabajo del personal en los sectores de salud y educación para la promoción de la salud, y específicamente para lograr estilos de vida saludable en la población. Al ser la alimentación un factor clave en la prevención del problema, el rol del nutricionista es indispensable en este proceso.