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Diálogos Revista Electrónica de Historia

On-line version ISSN 1409-469X

Diálogos rev. electr. hist vol.23 n.2 San Pedro Jul./Dec. 2022

http://dx.doi.org/10.15517/dre.v23i2.49109 

Historia de Costa Rica

Los sastres esparzanos y Puntarenenses de Costa Rica: su inserción al mundo del trabajo, trayectorias ocupacionales y estrategias familiares ante procesos de cambio y continuidad (1950-1972)

Tailors of esparza and Puntarenas in Costa Rica: their insertion into the world of work: occupational trajectories and family strategies in the face of processes of change and continuity (1950-1972)

Víctor Sánchez Espinoza1 
http://orcid.org/0000-0002-4507-202X

1Historiador de la Universidad de Costa Rica, San José, Costa Rica. ORCID: https://orcid.org/0000-0002-4507-202X

Resumen

El artículo expone el análisis de las trayectorias ocupacionales de los sastres en los cantones de Esparza y Puntarenas durante el periodo 1950-1972, basado en una metodología de historias de vida. El trabajo distingue y problematiza las dinámicas de comportamiento de este grupo ocupacional, en el mundo del trabajo en los cantones mencionados, alrededor de su inserción al mundo laboral. Con base en fuente primaria, específicamente las entrevistas realizadas a sastres de estos cantones durante el año 2016, el trabajo reconstruye con información de primera mano, las dinámicas y trayectorias de estos artesanos durante la segunda mitad del siglo XX en las periferias costarricenses. La finalidad del trabajo subyace en un esfuerzo por integrar el estudio de estos grupos de artesanos periféricos, a una visión más amplia sobre otros estudios realizados acerca de los artesanos en el centro del país, desde un análisis con perspectiva comparada de casos.

Palabras clave artesanos; historias de vida; ocupaciones; familia; historia oral

Abstract

This paper exposes an analysis for tailor's; their occupational trajectories during 1950-1972 in Esparza and Puntarenas cantons. Life histories is the methodology's name been used. This academic product makes out and problematizes those behavioral dynamics focused on the occupational group mentioned; tailors, and its economical labored world inserted in the cantons already mentioned and the global labored relation. It is based on primary sources, most specifically interviews. Those interviews were applied to tailors in the region in matter during 2016, with the intention to recreate dynamics and trajectories for hand workers such as artisans in the second half of the 20th century all around the villages, small town conceptualized in this paper as Costa Rican peripheries. The purpose of this paper is to integrate these peripheral artisans' groups, to a broader vision of other studies carried out on artisans in Costa Rica's Central Valley, from a comparative perspective.

Keywords artisans; life history; occupation; family; oral history

Introducción

El estudio que se estructura a partir de tres ejes: la inserción de los sastres en el mundo del trabajo, el desarrollo de ocupaciones paralelas a la sastrería y las razones que los impulsaron a oficiarse como sastres. Con base en los tres ejes de análisis, se problematizan aspectos como los marcos de acción y capacidad de agencia de los sastres ante los condicionantes de la estructura económica en que estaban insertos, así como factores particulares de sus experiencias de vida, específicamente el papel de las familias en cuanto a la herencia de factores objetivos y subjetivos que permearon su inserción y desarrollo en esta actividad.

Este trabajo se plantea como un análisis desde el materialismo estructuralista clásico, y su interés reside en problematizar, comprender y someter a debate las dinámicas e interacciones de los actores sociales en estudio, desde una perspectiva comparada. En términos generales, el artículo no solo funciona como un análisis que arroja luz acerca de las particularidades de los grupos de artesanos en las periferias de Costa Rica durante la segunda mitad del siglo XX, sino que invita a repensar las dimensiones estructurales de la economía en estos espacios. Desde el análisis de la influencia de la estructura económica y su influencia sobre los sujetos analizados, el trabajo permite identificar sus particularidades, en cuanto a las estrategias y dinámicas desarrolladas en respuesta a las condicionantes de su contexto, y cómo estas les distinguieron de las trayectorias históricas de artesanos similares en las economías en las ciudades del Valle Central de Costa Rica.

A partir del análisis se plantea que los procesos de ruptura y continuidad, en las economías de Esparza y Puntarenas hacia la segunda mitad del siglo XX, fueron la base material que creó las condiciones objetivas para el desarrollo de transmisiones transgeneracionales del oficio. Por otra parte, también se propone que esa misma estructura económica, en cuanto a mercado, condicionó a los sastres para buscar alternativas laborales paralelas a la sastrería. Por último, se identifica el papel y peso de las familias en cuanto a la herencia de factores objetivos y subjetivos, así como en la toma de decisiones. Con base en esto, el artículo demuestra las dinámicas particularizadas de la inserción y trayectorias laborales de los sastres en los cantones mencionados, que permiten distinguirles como sujetos históricos en el marco del desarrollo histórico de los cantones estudiados.

Aspectos metodológicos

El artículo se desprende de la investigación titulada Historia social de los sastres en los cantones de Esparza y Puntarenas (1950-2016) (Sánchez, 2019). En cuanto a la metodología del artículo, este se fundamenta en una perspectiva que construye un diálogo entre el materialismo estructuralista clásico y la técnica de historias de vida (Sarabia, 1985, pp. 171-173), a fin de elaborar una síntesis interpretativa de los factores objetivos y subjetivos que condicionaron los marcos de acción, consciencia y decisión de los sujetos en estudio. Aunado a esto, el artículo utiliza la perspectiva comparada, a fin de problematizar la dimensión periférica donde se ubican estos artesanos, haciendo un esfuerzo por superar una concepción reduccionista y homogenizadora de los sujetos en estos espacios, hacia una más integral que contraste los factores que condicionaron su desarrollo y las estrategias aplicadas por estos en su contexto histórico.

De este modo, la perspectiva comparada, desde un enfoque descriptivo-interpretativo, busca identificar puntos de encuentro y desencuentro entre artesanos que desarrollaron una misma actividad, en estructuras económicas diferenciadas como las de los cantones en estudio. En el artículo se comparan variables como edades de inserción las labores de sastre, orígenes familiares, desarrollo de ocupaciones previas y paralelas a la sastrería, así como razones para insertarse en el oficio o desarrollar ocupaciones paralelas. Con esto se consigue visibilizar tendencias o perfiles de estos artesanos, contextualizados respecto a las características de los espacios en que desarrollaban sus actividades.

En relación con la selección de los entrevistados, de acuerdo con el Censo Nacional de Población de 2011, los cantones de Puntarenas y Esparza contaban con aproximadamente 25 sastres (INEC, 2011); de este total poblacional fueron seleccionados diez sastres, cinco para el caso de cada cantón, que se insertaron en este trabajo durante el periodo 1950-1972. Las entrevistas, realizadas entre los meses de mayo y julio de 2016, tuvieron una duración aproximada de una hora y se estructuraron alrededor de tres ejes temáticos: orígenes y trayectorias familiares, inserción al mundo del trabajo y dinámicas laborales en el mundo de los sastres. La información recopilada fue sistematizada en una base de datos, a fin de visualizar y cuantificar de manera más efectiva los contrastes y puntos de encuentro entre las experiencias de vida de estos sujetos.

De campesinos a sastres y las transmisiones intergeneracionales del oficio

La estructura material en que se desenvuelven los actores sociales es un factor fundamental a la hora de acercarse a entender sus estrategias de acción, tanto objetivas como subjetivas. En virtud de esto, las motivaciones personales, el entorno familiar, y el trabajo en sí mismo, no pueden desvincularse de la dimensión material de las estructuras económicas en las que están insertas estas acciones y relaciones. Los cantones de Esparza y Puntarenas, pese a su cercanía geográfica, han mostrado dinámicas de desarrollo económico diferenciadas, en razón de su estructura productiva, demografía, geografía, roles dentro del desarrollo económico nacional y sus vínculos con el capitalismo global. De modo que, estas dinámicas de desarrollo han condicionado la realidad material en la que se han visto envueltas y se han desarrollado las poblaciones de trabajadores de estas localidades.

Dentro de éste desarrollo diferenciado es posible identificar, para el caso de Puntarenas, una trayectoria histórica de larga duración en cuanto al comportamiento de su estructura económica. El cantón central de Puntarenas, constituido como una ciudad-puerto, evidenció una dinamización y modernización como ciudad comercial desde la década de 1930 (Chen, 2012, p 129), alrededor de aspectos como el ferrocarril, el muelle grande y ser un destino para vacacionistas nacionales a lo largo del siglo XX. (Botey, 2006; Marín y Viales, 2012). Este proceso modernizador consolidó a Puntarenas como una localidad íntimamente ligada al comercio no solo exterior, sino uno propio, con un mercado local dinámico y significativo. (Valverde, 1997, p. 94). En el caso de Esparza, esta localidad mantuvo una estructura económica íntimamente ligada al sector agropecuario desde la época colonial, fundamentada en una división de la tierra entre la pequeña propiedad campesina y los latifundios ganaderos. (Quirós, 1976, p. 155) En el caso de la estructura económica esparzana, esta mostró un proceso de descampesinización durante la segunda mitad del siglo XX, (Rodríguez, 1993, p. 51) el cual se consolidó con una diversificación laboral hacia inicios del siglo XXI (Sánchez, 2019, p. 56). En virtud de estas características, es importante problematizar las dinámicas familiar-laborales de los sujetos en estudio, en este caso los sastres, a fin de reconstruirles como sujetos históricos en el contexto de su marco material.

Es a partir del contexto material de las economías de Puntarenas y Esparza hacia la segunda mitad del siglo XX, el artículo desarrolla su análisis. En este contexto de transformaciones en la estructura productiva esparzana y de continuidad mordenizadora en la estructura productiva puntarenense, se problematiza la inserción de los sastres al mundo del trabajo. Para efectos de distinguir las características del primer contacto de los sastres esparzanos y puntarenenses consultados, quienes se formaron como tales durante el periodo 1950-1972, la Tabla 1 da cuenta de esta información.

Tal como se muestra en la Tabla 1, en la mayoría de los casos, 7 de 10, los sastres presentaron un oficio previo a la sastrería como su vínculo primario con el trabajo; es decir, su introducción al mundo del trabajo no provino del aprendizaje del oficio de sastre. Esto se puede entender, en primera instancia, debido a una cuestión etaria acerca de la edad de aprendizaje del oficio. De los 10 sastres consultados, 6 aprendieron el oficio con una edad igual o superior a los 15 años, en tanto solo 4 lo tomaron antes de los 15 años. De estos 4 casos, como punto de división, en 3 de ellos el primer acercamiento con el mundo del trabajo se dio a través de la sastrería y, en el caso restante, el primer vínculo se dio a través de una labor artesanal, siendo estos 4 casos de sastres del cantón de Puntarenas. Es posible identificar una diferenciación que caracteriza a los sastres de los cantones en estudio, pues los sastres de Esparza tuvieron su primer vínculo con el mundo del trabajo alrededor de actividades o labores agrícolas. Por su parte los sastres puntarenenses desarrollaron su inserción al mundo del trabajo a través de labores artesanales, en la mayoría de los casos la sastrería.

Tabla 1 Edad a la que aprendieron los sastres esparzanos y puntarenenses y ocupaciones previas a su aprendizaje 

Sastre Cantón Oficios previos a la sastrería Edad de aprendizaje de la sastrería
A.C.S. Esparza Campesino 16
A.M.I. Puntarenas 13
C.S.C. Esparza Campesino 21
J.R.R. Puntarenas Peón agrícola 20
O.A.P. Puntarenas Talabartero 21
O.Z.S. Esparza Peón agrícola 15
R.G.G. Puntarenas 9
R.R.V Esparza Campesino, jornalero, misceláneo 25
R.O.C. Puntarenas 9
R.V.U. Esparza Campesino 15

Fuente: Sánchez Espinoza, 2016.

La sastrería no fue de forma generalizada el primer oficio con el que se vincularon los sastres puntarenenses, provenientes de una herencia ocupacional, sino que las labores artesanales en general constituyeron este primer contacto. Sin embargo, la sastrería fungió como la más importante, en cuanto al primer vinculo de los sastres provenientes de una herencia ocupacional con el mundo del trabajo. Asimismo, esta característica estuvo ligada al origen familiar de los sastres y el factor etario, pues aquellos que revelaron provenir de familias con tradiciones ocupacionales agrícolas aprendieron el oficio a los 15 años o posteriormente. De modo que es posible afirmar la particularidad de que los sastres provenientes de familias con una herencia ocupacional artesanal se vincularon al mundo del trabajo artesano de forma más temprana, donde las actividades artesanales fueron su primera experiencia en el mundo del trabajo en general.

A pesar que la óptica comparativa se enfoca en contrastar los sastres de Esparza con los de Puntarenas, las particularidades propias acerca del origen de estos sastres llevan a encontrar una diferenciación que responde a la naturaleza de su origen familiar. Esta diferenciación se expresó en la nula propensión de los sastres provenientes de una herencia ocupacional artesana a realizar actividades laborales previas no ligadas a los oficios artesanales, en especial la sastrería, y una lógica de ruptura de los sastres provenientes de familias campesinas con su origen laboral familiar, quienes tuvieron oficios previos ligados al mundo campesino. De esta forma, es posible entender que la transmisión intergeneracional del oficio pudo ser garantizada, para el caso de los sastres puntarenenses, por la persistencia de un espacio con condiciones para la demanda constante de la producción mercantil simple del sastre. Por su parte, en el caso esparzano, ésta transmisión intergeneracional del oficio encontró cabida debido al agotamiento de la estructura campesina, donde el oficio surgió como una alternativa de movilidad laboral en una estructura ocupacional en transformación.

No obstante, a pesar del desarrollo de una transmisión intergeneracional del oficio de sastre, esta no fue la única práctica laboral de los sastres, sino que el desarrollo de actividades paralelas al oficio no fue un fenómeno sui generis dentro de su desarrollo. En cuanto a la ejecución de labores paralelas al oficio, es necesario reflexionar sobre lo que han señalado otros autores, así como lo que se ha demostrado acerca de la práctica de actividades laborales paralelas al trabajo artesanal y en específico la sastrería (Hernández, 1999, p. 89). Samper y Cerdas (1999) evidenciaron, con base, principalmente, en el censo nacional de 1927, que la Costa Rica rural de ese periodo se caracterizó por una pluralidad ocupacional de los sujetos, donde estos podían adscribirse a más de un oficio, combinando el trabajo en lo propio con el trabajo asalariado. El fenómeno se daba mayoritariamente en el mundo rural, pero también sucedía en algunos espacios urbanos. (Samper y Cerdas, 1999).

La dinámica de los sastres esparzanos y puntarenenses de la segunda mitad del siglo XX, muestra un punto de encuentro entre los sastres de ambos cantones, en cuanto al desarrollo de una pluralidad ocupacional. Es posible evidenciar esto a partir de los datos contenidos en la Tabla 2, que expone a los sastres esparzanos y puntarenenses con oficios paralelos a la sastrería, el tipo de oficio realizado, periodo de actividad y razones para realizar actividades laborales paralelas.

Tabla 2 Ocupaciones paralelas a la sastrería desarrolladas por los sastres esparzanos y puntarenenses y las motivaciones para ejercerlas 

Sastre Oficios realizados de forma paralela Período de actividad Motivación
A.S.C Misceláneo y guarda. Temporal Garantías de pensión
R.V.U. Propietario de un billar Permanente Alternativa al oficio de tiempos de baja rentalidad
O.Z.S. Bodeguero y conductor de maquinaria pesada Ocasional Alternativa al oficio de tiempos de baja rentalidad
O.A.P. Misceláneo y oficinista Permanente Aumentar sus ingresos
R.G.G Almacén de suministros, gasolinera, empacador en un ingenio azucarero Temporal Aumentar sus ingresos
A.M.I. Descargador de camiones, embotelladora en una fábrica de refrescos Ocasional Alternativa al oficio de tiempos de baja rentalidad
R.O.C. Descargador en muelle de Puntarenas y planta de atún Ocasional Alternativa al oficio de tiempos de baja rentalidad

Fuente: Sánchez Espinoza, 2016.

La evidencia mostrada en la Tabla 2 muestra que de los diez sastres, en siete casos estos ejercieron alguna ocupación paralela a la sastrería, y en cuatro de los siete casos, el motivo principal fue la búsqueda de alternativas en periodos de baja rentabilidad. Existió una marcada relación entre la búsqueda de oficios temporales y la motivación a buscarlos en periodos de baja rentabilidad, lo que sugiere la existencia de una significativa elasticidad de la demanda en los cantones de Esparza y Puntarenas para los sastres, variando en algunos periodos del año. La demanda hacia los sastres de Esparza y Puntarenas se mostró inestable y en algunos momentos insuficiente, lo que pudo permitir espacios de tiempo para el desarrollo de otras actividades laborales o un costo de oportunidad menor al realizar actividades ajenas a la sastrería, que competían con el tiempo dedicado al oficio y que brindaban un ingreso económico extra. Un sastre que puede desarrollar otros oficios en paralelo, es un sujeto que cuenta con márgenes de tiempo que le permiten hacerlo. Estos lapsos de disponibilidad de tiempo fueron proporcionados por una baja en la demanda de su producción o por estrategias de producción paralelas al desarrollo de otro oficio, tales como la ejecución de jornadas nocturnas. En todo caso, el peso de la demanda y el mercado son centrales para comprender la motivación que tuvieron estos artesanos para buscar formas de ingresos extra.

Es importante aclarar que el oficio de sastre tiene un marcado calendario de demanda, con puntos de alta demanda ubicados entre los meses de noviembre a febrero, debido a solicitudes de confección de prendas para actividades como graduaciones, actos religiosos y uniformes escolares. Esto permite suponer que la relación entre ocupaciones ocasionales y la búsqueda de alternativas para aumentar el ingreso en periodos de baja rentabilidad, evidencia una pluriactividad orientada a garantizar la subsistencia o mantener el nivel de vida de estos sastres.

A pesar del funcionamiento de este calendario, que de una u otra forma condicionaba los ingresos de los sastres, no hay que confundir tal búsqueda de alternativas con una estacionalidad del trabajo o multiocupacionalidad, pues los sastres no pausaban su trabajo en este oficio, sino que lo desarrollaban de forma paralela a otras alternativas en tiempos de baja rentabilidad del mismo. Esta pluriactividad, debe ser comprendida como una práctica que no respondía a razones homogéneas, aunque la tendencia mayoritaria se orientó a garantizar mayores ingresos, también respondió a deseos de adquirir ciertas garantías laborales del mundo asalariado como ingresos fijos o pensiones. Aunado a esto, es necesario señalar que los artesanos consultados para el estudio nunca abandonaron el oficio, ni dejaron de identificarse como sastres, lo que evidencia que, a pesar de que la pluriactividad fue una alternativa, no fue necesariamente sinónimo de una movilidad laboral hacia otros oficios o trabajos.

En síntesis, la búsqueda de ingresos extra no fue la única razón expresada por los sastres para el desarrollo de actividades complementarias a la sastrería. La aspiración a una pensión o el impulso de familiares para conseguir un empleo asalariado, que brindara garantías de estabilidad, fueron otras motivantes. Es decir, las razones de los sastres para optar por alternativas laborales paralelas a su oficio, ya fueran de forma ocasional, temporal o permanente, presentaban dos características: la búsqueda de mantener ingresos necesarios para la supervivencia en momentos de baja en la demanda y la búsqueda de estabilidad económica, así como garantías sociales a futuro. Es importante recalcar el interés de estos artesanos independientes por la búsqueda de garantías sociales, como seguros de salud y pensiones, pues dichas políticas, ejecutadas para los sectores de trabajadores asalariados, no los cubrieron al no estar insertos en relaciones obrero-patronales (Barquero, 1959, pp. 294-295).

Sin embargo, ahondando en la problematización de la pluralidad ocupacional, tal fenómeno pudo haber sido una estrategia cuyas razones para ser aplicada variaran en virtud de coyunturas críticas. Esto es visible en una coyuntura posterior a la temporalidad del caso aquí presentado. En el periodo 1973-2000, la población de sastres en Esparza y Puntarenas mostró dos procesos diferenciados de expulsión de población del oficio de sastre (Sánchez, 2019, pp. 27-28). Esta coyuntura pudo ser uno de los momentos en que la estrategia de desarrollar oficios paralelos fuese aplicada. Es importante señalar que tal dinámica, desarrollada por la mayoría de estos sastres, pudo haberse extendido a otros que ya no estaban en el oficio al momento del desarrollo de las entrevistas para el estudio. permite especular con que algunos sastres pudieron abandonar el oficio hacia actividades que les fueron más rentables, en tanto los sastres que se mantuvieron en la sastrería jugaron con la posibilidad de complementar el oficio con otras labores, como una estrategia de supervivencia.

Contrastando la información de la Tabla 2 con los hallazgos de Samper y Cerdas (1999), así como de Hernández (1999), es posible determinar que, a diferencia de los sastres capitalinos de la primera mitad del siglo XX que se dedicaban exclusivamente a la sastrería, los sastres esparzanos y puntarenenses de la segunda mitad de ese siglo sí tendieron a ocuparse en otras labores, en su mayoría asalariadas. El fenómeno de los sastres esparzanos que tendieron a buscar alternativas a su oficio pudo responder a una dinámica común del mundo laboral rural costarricense durante el siglo XX. No obstante, los sastres puntarenenses pertenecientes a un mundo más urbanizado que el esparzano, también presentaron esta tendencia (en tres de cinco casos), lo que marca una clara diferenciación respecto a las dinámicas de los sastres capitalinos de la primera mitad del siglo XX. En ambos casos, tanto los sastres puntarenenses como los esparzanos, mostraron una dinámica diferenciada en términos de exclusividad hacia el oficio, vista en el caso de los sastres capitalinos, por lo cual sería necesario estudiar si está dinámica fue reiterativa en otras economías de las periferias costarricenses y otros oficios.

Las motivantes de oficiarse como sastre: imposiciones familiares y alternativas laborales

La familia ha sido históricamente un agente con un peso central en la vida de los sujetos, no solamente como agente constructor y modelador de visiones de mundo y valoraciones morales, sino también en la toma de decisiones. (Díaz, 1999, p. 51). La familia hereda elementos objetivos que condicionan la vida de los hijos e hijas, tales como los condicionantes materiales y las realidades condicionadas por estos. En el caso de los sastres, esta fue una dinámica común observada por Hernández (1999, p. 94) quien logró mostrar el papel de las familias impulsando a sus hijos a oficiarse a temprana edad como alternativa al trabajo agrícola. Otros casos en el mundo de los sastres, en relación con el papel de las familias, es el estudiado por Molina (2008), acerca de Harold Nichols, y el cómo sus redes familiares le permitieron oficiarse como sastre y emprender la creación de un taller de sastrería (Molina, 2008, pp. 150-151). Con base en estos estudios, es posible identificar entre los sastres capitalinos de la primera mitad del siglo XX un papel preponderante de las familias como agentes de decisión y vínculo con el oficio.

Los sastres de Esparza y Puntarenas, como cualquier otro sujeto social, no escaparon de esta dinámica. No obstante, no en todos los casos la influencia de la familia actuó como un agente determinante, ante el cual los individuos no tenían margen de maniobra y acción. A fin de identificar un perfil más completo de estos sastres, es necesario hacer una diferenciación de las particularidades de los artesanos entrevistados, acerca de sus motivantes para tomar el oficio,. A partir de la estructura familiar y su rol en el origen de los sastres, ya fuera una familia campesina o de artesanos, actuaron una serie de elementos que deben ser considerados, a fin de no crear categorías rígidas y alejadas de su realidad, sino de identificar perfiles particulares que permitan articular una visión de estos como individuos con margen de acción y decisión, y el cómo respondieron a las particularidades de su realidad material.

Este apartado se desarrolla sobre la información dada por los sastres entrevistados. Sus criterios y opiniones se exponen de forma literal acerca de las razones que consideran los llevaron a aprender el oficio, a fin de apegarse a una lectura de sus visiones. Con base en dichos criterios, se desarrolla un análisis de las particularidades, objetivas y subjetivas, de cada uno de los sastres. La pregunta generadora de para obtener las respuestas y criterios fue ''¿qué lo motivó a usted a aprender el oficio?'' Uno de los sastres del cantón de Puntarenas, y nacido en una familia con vínculos artesanos, expresa los motivos que le llevaron a aprender el oficio, en este caso aprendió el oficio de su tío. El sastre sobre sus motivaciones para aprender el oficio, como parte de una herencia ocupacional, explica lo siguiente:

''con esto vas a vivir toda tu vida'', me dijo él a mí (su tío, en referencia a la sastrería) yo me iba al taller después de las escuelas, esa era la costumbre antes, que a uno lo obligaban de salir de la escuela a irse a pegar al maestro que le estaba enseñando un oficio (…) a uno le decían ''tenés que aprender algo'' (…) no había alternativa. (A. Morales, entrevista, 28 mayo 2016)

La experiencia del sastre puntarenense expone diversos elementos dignos de análisis. El aprendizaje del oficio por medio de una figura familiar supone una continuidad ocupacional intergeneracional. Este tipo de transmisión viene mediada por una relación de poder, la cual se articula de forma vertical, donde sobresale el pariente de mayor edad como maestro y figura de autoridad que impulsa el aprendizaje y lo dirige. De esta manera, la motivación para aprender el oficio se articuló alrededor de una imposición familiar, más que de una racionalización por parte del sujeto que aprendía. Siendo así, el pariente mentor brinda estas herramientas para la vida como única garantía de subsistencia que puede heredar (Samper y Cerdas, 1999). No obstante, no fue esta la única alternativa, ya que el mismo sastre señala lo siguiente.

Tenía interés de ser mecánico (el sastre) pero la familia me desvió (…) el tío mío podía hablar con aquel amigo mecánico que era 'migo, que podía uno, pero diay, cuando en la familia me dijeron ''no, no, no, es mejor la sastrería, limpio en la casita, en el taller trabajando, limpio''. La verdad que uno jovencillo era dominado, uno lo dominaban. (A. Morales, entrevista, 28 mayo 2016)

Lo expresado por el sastre refiere al oficio como una alternativa junto a otras dentro de la realidad material, pues la evidencia muestra, que los hermanos y hermanas de los sastres no optaron por el mundo del trabajo artesanal (Sánchez, 2019, p. 81). No obstante, la herencia ocupacional y la familia como poseedora de ese patrimonio ejercieron un peso significativo como agentes que motivaron y/u obligaron el aprendizaje del oficio, como una garantía de subsistencia de cara al futuro para los infantes e incluso como una posibilidad de apoyo económico para los intereses familiares. Esto último se evidencia en otro caso, de un sastre puntarenense, hijo de sastre, que aprendió el oficio a los 9 años.

No diay, es que él (su padre) me empezó a enseñar como como si fuera yo un ayudante de él o algo así, me imagino, entonces, eso fue él (…) él me enseñó para que yo le trabajara a él (…) No, es que, es que a mí no me motiva nada, es casi que que, que, que fue como obligación. (R. Orellana, entrevista, 30 de mayo 2016)

El aprendizaje como imposición familiar se repitió en el caso de este sastre, donde la familia ejerció un peso fundamental en la motivación de tomar el oficio. El caso revela un aspecto importante, el trabajo infantil en el mundo de los oficios artesanales constituyó una ayuda al sastre instructor para agilizar la producción y generar más ingresos (Hernández, 1999, p. 88), y un aprendizaje para los infantes. Tal dinámica pudo ser común dentro de los sastres de Puntarenas, principalmente, dado que la familia, con el padre como instructor, podía apropiarse del beneficio del trabajo de los infantes haciéndoles aprendices a una temprana edad, como estrategia para incrementar los ingresos del hogar.

De ambos casos surgen elementos en común: la edad para iniciarse en el aprendizaje, el origen familiar y la función que cumple el aprendizaje. El aprendizaje del oficio a una temprana edad estuvo ligado, no solo a los sastres provenientes de familias con una herencia ocupacional, sino al aprendizaje del oficio de una forma impuesta, aun existiendo otras alternativas. Además, este aprendizaje no se desarrolló alrededor del simple ejemplo, sino que respondía a una capacitación sistemática y que pudo llegar a la explotación de mano de obra infantil, en procura de un beneficio económico para la familia, a cuya cabeza aparecía el padre como figura de autoridad que imponía el aprendizaje. Este accionar, el cual trasciende a la racionalización por parte del infante sobre el motivo para emprender dicho aprendizaje, fue una de las razones que permitieron la reproducción del oficio intergeneracionalmente.

La reproducción intergeneracional del oficio funcionó en algunos casos más como un fin de carácter material, que como un deseo de mantener vivo el oficio en la familia por cuestiones identitarias. Esto evidencia una diferencia entre ambos casos, a pesar de la similitud del aprendizaje impuesto. En el caso del primer sastre, el aprendizaje se expresó como una herramienta para la vida, pero a su vez inserto en una lógica de la identidad del artesano en relación con otros oficios, donde el oficio del sastre es ''en la casa'' y ''limpio'', como elementos de un status y distinción. Respecto al segundo caso, la imposición vino de una búsqueda del instructor y cabeza de familia por ganar manos para trabajar, más que de un interés inmediato por brindar un aprendizaje para la vida al infante aprendiz de sastre o de una identidad con el oficio que quisiera reproducir en sus hijos.

Esta dinámica podría explicarse por el limitado margen de maniobra de los sastres infantes al iniciar el aprendizaje del oficio, sin ninguna necesidad o sentido razonado por quien lo aprendía, sino que se proyectaba desde quien lo enseñaba. No obstante, tal fenómeno no fue una generalidad para todos los sastres que aprendieron el oficio en la infancia. A fin de ahondar en las motivantes de los sastres para aprender el oficio, el siguiente testimonio de un sastre, que aprendió el oficio a los 12 años e hijo de un talabartero de Puntarenas, expresó:

Tenía la opción de ser talabartería (…) y se presentaron esa gente (sastres provenientes de Heredia) ahí al frente, eran muy amistosos con Raimundo y todo el mundo ahí, y había trabajo ¿me entendés? Porque uno, uno veía trabajo…una oportunidad (lo que significaba aprender sastrería) en cierta forma y tal vez como te digo yo instintivamente, yo digo, yo digo en veces que hay ciertos oficios como que los trae uno (…) empecé primero con esos, con esos heredianos que te digo yo (quienes le enseñaron el oficio). (O. Alvarado, entrevista, 28 junio 2016)

Tenía la opción de ser talabartería (…) y se presentaron esa gente (sastres provenientes de Heredia) ahí al frente, eran muy amistosos con Raimundo y todo el mundo ahí, y había trabajo ¿me entendés? Porque uno, uno veía trabajo…una oportunidad (lo que significaba aprender sastrería) en cierta forma y tal vez como te digo yo instintivamente, yo digo, yo digo en veces que hay ciertos oficios como que los trae uno (…) empecé primero con esos, con esos heredianos que te digo yo (quienes le enseñaron el oficio). (O. Alvarado, entrevista, 28 junio 2016)

La experiencia de este sastre expone otra visión acerca del interés para aprender el oficio, no obstante, presenta la particularidad de haber aprendido, pese a su corta edad, un oficio previo de parte de su padre. Aunque no es posible afirmar si el aprendizaje en talabartería fue impuesto, es evidente que su formación como sastre respondió a una motivación propia en el contexto de circunstancias que permitieron la transmisión de este conocimiento. Respecto al caso anteriormente mostrado, del sastre que en su infancia quería aprender mecánica y la imposición familiar no se lo permitió, se encuentra su contraparte en este otro, donde ante la alternativa de un oficio distinto al enseñado por el padre, el sujeto tiene el margen de maniobra para decidir si aprenderlo o no, y decidir cuál de las alternativas desea tomar. En razón de esto, sería erróneo indicar que los hijos de artesanos que fueron instruidos en su infancia se encontraban en una rígida estructura de aprendizaje que les imposibilitaba el gozar de un margen de acción, sino que dentro de las familias de padres artesanos existían diferenciaciones en cuanto a las vocaciones de sus hijos, algo que podría variar de acuerdo con condicionantes objetivos y subjetivos de las familias.

Otro sastre del cantón de Puntarenas, que aprendió el oficio a los 9 años y nació en Nicaragua, lugar donde heredó el oficio de su padre y de donde migró a Costa Rica en 1993, narró su motivación para aprender el oficio.

Al ver, yo que ellos recibían, les pagaban sábado a sábado (los trabajadores del taller de su padre) diay yo miraba que salía la plata para los trabajadores, y diay eso me emocionó ah. Dije, yo voy, yo voy a aprender esto. (R. García, entrevista, 17 junio 2016)

En el caso de este sastre, una concepción razonada de las ventajas de aprender el oficio le impulsó a su aprendizaje. Esta experiencia, junto a la del sastre hijo de talabarteros, muestra como vínculo en común la existencia de lo que se ha denominado la ''Demanda social efectiva'' (Samper y Cerdas, 1999). Esta demanda social efectiva representa la existencia de una garantía de rentabilidad del oficio, la cual funciona como motivante para la prolongación o desarrollo de una continuidad ocupacional, y es producto de una elección racional. En ambos casos el motivante de la decisión no surgió de necesidades materiales inmediatas, ni de una imposición familiar, sino de la visualización de este aprendizaje como una oportunidad de garantías económicas en un contexto de bonanza de la actividad.

Aunque estos cuatro sastres puntarenenses presentan la coincidencia de un espacio geográfico en común, el aprendizaje en la infancia y la pertenencia a familias con padres artesanos, existió una diferenciación en el papel jugado por las familias en la toma de decisiones. Esto conduce a la definición de dos perfiles de familias y dos perfiles de sastres hijos de familias artesanas. Fue posible identificar hijos de sastres donde el peso del grupo o el cabeza de familia, generalmente el padre, tomaba decisiones de forma autoritaria, con la imposición del aprendizaje. De este tipo de familia se encuentra una continuidad ocupacional impuesta y no racionalizada por los aprendices. Esto permite construir el perfil de un tipo de sastre cuya motivación para el aprendizaje del oficio fue nula, entendiendo motivación como el impulso propio y razonado a la escogencia de un oficio, y que por ende expresa una vocación. Este tipo de sastres fueron reproductores de una continuidad ocupacional por imposición. No obstante, esta imposición pudo deberse a dos razones distintas, la búsqueda de brindar al aprendiz un oficio para garantizar su subsistencia a futuro o el interés de extraer del aprendiz fuerza de trabajo. A pesar de las diferencias entre estas razones, las mismas no son mutuamente excluyentes, existiendo la posibilidad de que otros sastres instruyeran a sus hijos en el oficio con este doble propósito. Por otra parte, existieron familias de artesanos donde la continuidad ocupacional fue una alternativa dentro de otras posibles, en estas el aprendizaje no nació expresamente de una imposición familiar. En este tipo de familia se evidenció otro perfil de sastre, uno que razonaba sobre su motivación para el aprendizaje del oficio, visualizándolo en términos objetivos como una oportunidad de garantías materiales y en términos subjetivos como vocación hacia tal actividad.

Visto lo anterior, es necesario trascender a una apreciación de los sastres como ''puntarenenses'' o ''esparzanos'' por otra en que puedan catalogarse como ''hijos de padres artesanos'' e ''hijos de padres no artesanos'', aunque la mayoría de los sastres de uno y otro cantón se caractericen por provenir en su mayoría de los respectivos tipos de familia. En relación con esto, se distingue el ser ''hijo de padres artesanos'' de otra dinámica de ser ''hijo de familias artesanas'', entendiendo que en el primer caso solo un miembro de la familia está asociado al oficio y lo hereda a un hijo; en tanto en el segundo caso, diversos miembros de la familia, de manera intergeneracional, comparten el oficio.

Siguiendo esta línea de análisis, se visualizan las motivaciones de los sastres provenientes de familias ligadas a oficios agrícolas o que ejercieron oficios agrícolas de forma previa al aprendizaje de la sastrería. Estos se caracterizaron por el aprendizaje del oficio de sastre en su temprana juventud, entre los 16 y 25 años. Uno de los sastres esparzanos señala las razones por las que se inició en el oficio de sastre a los 16 años, donde salta a la vista la ruptura respecto al oficio de sus padres, las circunstancias en que se gestó su formación y que fueron factor condicionante para tomar el oficio. Acerca de esto señaló:

Yo quería ser maestro y, (…) mis padres, principalmente mi padre, no me quejo de él, pero me decía que no, porque había que ir al Martí, que había que trabajar, entonces que, que tal vez en el trabajo no daba rendimiento, entonces yo no, no insistí, pero más adelante, mi mamá tenía una maquinita y a mí me gustaba travesear, y me gustaba hacer quesque hacía bolsas, que hacía una, una, cosillas ahí, y entonces me fui entusiasmando para, eh, aprender este oficio, eh, ya yo cuando me di cuenta que yo no podía estudiar, porque no tenía no las condiciones, se me estaba dificultando, entonces yo le dije a mi papá que yo quería, eh, aprender sastrería y ahí, sí, ahí sí me dio la oportunidad, siempre y cuando, trabajando en el campo hasta las 12 del día. (A. Soto, 16 mayo 2016).

Tres aspectos son fundamentales en la experiencia de este sastre para aproximarse a la construcción del perfil de un sastre no proveniente de una familia de padres artesanos: las condicionantes de la actividad laboral de su familia en un contexto campesino, su edad y la existencia de una herramienta que funciona como vínculo con la actividad. Se identifica una vinculación con el oficio alrededor de la máquina de coser de su madre, aunque el sastre no indica el papel de su madre dentro de su argumento. El sastre señaló que el oficio de su madre era ser ama de casa, no costurera, una ocupación que ha quedado invisibilizada y relegada como una extensión del oficio doméstico, y que es posible que fuera un factor de influencia para el acercamiento al oficio. (Dobles, 1999, p. 78).

Es evidente que la familia juega un rol importante como agente que presta condiciones para la toma de decisiones. Se evidencian en el caso del sastre anterior factores como: la herencia familiar y la imposibilidad de estudiar, una labor en decadencia (la agricultura) y herramientas para el acercamiento al oficio. Las características de este sastre de familia campesina, muestran un margen de maniobra más amplio a la hora de decidir a qué oficio dedicarse. Su edad, el agotamiento del agro, y los insumos en el hogar para acercarse al oficio, brindaron las condiciones suficientes para permitir la movilidad laboral. Esto se racionalizó de parte del sastre en la forma explicativa de la imposibilidad de estudiar y el agotamiento del agro como condicionantes objetivos, así como una vocación surgida de un acercamiento a la actividad, producto de un miembro de la familia vinculado a un oficio artesanal, su madre y la costura.

En otro caso, un sastre esparzano que aprendió el oficio a los 15 años, expuso una experiencia relativamente parecida a la del sastre anterior, donde la imposibilidad de mantenerse ligado al estudio lo impulsó a la necesidad de aprender un oficio, tal como indicó:

yo estuve hasta tercer año en el colegio ah, pero no pude pasar por, por equis razones veá (Sic), entonces no, no, salí de ahí (del colegio) y tuve que aprender un oficio, para poder subsistir, verdad. (O. Zamora, entrevista, 6 junio 2016)

La sastrería, como oficio artesanal, ofreció una oportunidad de movilidad respecto al campo, pero también una alternativa de formación en contraparte a los estudios académicos. La entrada en una juventud temprana y la transición hacia la vida adulta, significó también la necesidad de formular respuestas pragmáticas, en un contexto donde el acceso a la educación secundaria, hasta 1965, estuvo condicionado para los habitantes del cantón de Esparza a movilizarse hasta la ciudad de Puntarenas. En este contexto, entre un agro en decadencia y oportunidades académicas condicionadas por la distancia y los costos de transporte, el aprendizaje de un oficio fungió como una estrategia efectiva de supervivencia.

Por otra parte, un sastre puntarenense que migró de Santa Cruz a Puntarenas, donde acabó sus estudios de secundaria, indica la necesidad de una garantía de subsistencia para afrontar una nueva etapa en su vida, en un nuevo espacio urbano y con unas nuevas condiciones. Sobre su interés para tomar el oficio el sastre mencionó:

yo creo que me motiva la necesidad… y porque en ese tiempo yo cursaba, creo me vine a cursar quinto año aquí al colegio José Martí, no conseguía trabajo, mi mamá me mandó donde ese señor que me enseñara. (J. Ruíz, entrevista, 17 mayo 2016)

La necesidad inmediata de insertarse en un oficio con rentabilidad, sobresalió en los tres testimonios de estos sastres no pertenecientes a familias de artesanos. Las dificultades para acceder a la educación secundaria fueron, en una ruptura entre la infancia y la vida adulta, un condicionante para la toma de decisiones que impulsó a los individuos a insertarse en los oficios artesanales. El papel de la familia no se ve tan preponderante como condicional directo de la decisión tomada, aunque pareció jugar un papel significativo como vínculo que acercó a los sujetos con el oficio. Sin embargo, en estos casos, la motivación surgió de la racionalización ante una necesidad inmediata y el oficio se transformó en una oportunidad de movilidad laboral.

Sin embargo, en el caso de A.C.S., la máquina, como herramienta, se convirtió en el elemento que permitió una transmisión intergeneracional del oficio. Aunque el aprendizaje del oficio no provino de su madre, la herramienta heredada funcionó como elemento que permitió el desarrollo del aprendizaje de forma intergeneracional (Samper y Cerdas, 1999). En el caso de otro sastre puntarenense, la existencia de un una cercanía residencial con su tutor, permitió el acercamiento a la actividad (Dobles, 1999, p. 65), ya que su instructor era vecino de su madre. Su madre funcionó como agente de acercamiento, pero la cercanía residencial con un artesano fue lo que permitió el desarrollo del aprendizaje.

En ambos casos, fueron las cabezas de familia, padres o madres, quienes tuvieron vínculo con los instructores del aprendizaje y, a través de esta red de contacto, lograron facilitar la inserción de sus hijos en el oficio. No obstante, el rol de las madres como vínculo de contacto con los maestros de sastrería, como costureras en el hogar y como dueñas de una máquina, fue fundamental para comprender el acercamiento de estos sastres al oficio. La invisibilización de la labor de las mujeres, en especial el oficio de la costura (Dobles, 1999, p. 65), se pone de manifiesto cuando los sastres manifiestan qué los llevó a adoptar la sastrería como alternativa al agro, pues estos objetivan una serie de causales estructurales y materiales. Sin embargo, pese a que mencionan a sus madres, estas no aparecen como un agente activo para ellos dentro de las causas que les impulsaron a integrarse al oficio.

El rol de las madres como agentes que impulsan el aprendizaje del oficio es fundamental para entender los factores que impulsan a la formación, especialmente en los casos donde hay una ruptura ocupacional respecto a los padres. Esto queda evidenciado no solo en el caso esparzano, sino que fue una dinámica que se dio también entre los sastres capitalinos (Hernández, 1999, p. 95), y que parece responder a marcos de ruptura ocupacional. Es importante repensar acerca de lo que significa una transmisión transgeneracional de un oficio pues, en este caso, aunque las madres no son las instructoras de sastrería, su papel como costureras es fundamental para que se desarrolle un vínculo con el oficio. Es decir, podría entenderse que fungen como quienes realizan una herencia transgeneracional del oficio de forma implícita. En relación con esto, el papel de las madres como impulsoras para la toma de decisiones, en el marco familiar, específicamente como en el caso de rupturas y movilidad ocupacional, es todo un tema para estudiar.

Retomando el caso de estos tres sastres, sus experiencias reflejan la sastrería como una alternativa al agro y las limitadas posibilidades de acceder al estudio como mecanismo de movilidad social. Es decir, sus motivaciones se remitieron a la necesidad de encontrar una movilidad laboral, desarrollando una transgeneracionalidad del oficio, la reproducción del mismo que solo se da a través de una expectativa de rentabilidad. Asimismo, este aprendizaje funcionó como una herramienta para la vida, que garantizó independencia y subsistencia al aprendiz (Samper y Cerdas, 1999).

Con base en esto, es posible afirmar que hubo un perfil de familia de tradición ocupacional campesina que no impuso el aprendizaje del oficio, sino que lo facilitó como una alternativa a un fenómeno de ruptura en la estructura ocupacional campesina (Hernández, 1999, pp. 95-96). De este perfil de familia se desarrollaron sastres que se vincularon al oficio por un acercamiento desde su entorno familiar y que, motivados por las necesidades materiales, encontraron en este marco la libertad de elección acerca de qué alternativa tomar. Es decir, en un contexto de transición a la vida adulta, las dificultades para el acceso a la educación secundaria, y en el marco material de una estructura agraria en decadencia, las familias impulsaron a sus hijos a insertarse en el oficio como alternativa ocupacional rentable. Este impulso se manifestó desde vincularles con sastres instructores, hasta facilitarles herramientas para el desarrollo de la actividad.

Un sastre esparzano, quien aprendió el oficio a los 25 años, relaciona las razones de su inserción en el mundo de la sastrería como una alternativa ante labores más desgastantes, y una fuente de ingresos más lucrativa. El sastre señaló

Yo aprendí a ser medio pantalonero, le digo yo, porque eso se llama la supervivencia. De asolearse y llevar lluvia y todas esas cosas a venir a ahí, era pues mucho mejor (…) tal vez el doble, el triple o quién sabe cuánto, cuánto más (sobre su ganancia como sastre respecto al trabajo de campo). (R. Ramírez, entrevista, 11 junio 2016)

El caso de este sastre rompe con los casos anteriores, pues su aprendizaje ocurrió en la vida adulta, alrededor de reflexiones más profundas acerca del trabajo y los costos de oportunidad, así como de las necesidades inmediatas. El peso de la familia no queda evidenciado de forma explícita, pues su decisión partió de una concepción individual y no impuesta o sugerida. Esto lleva a considerar la diferenciación entre intereses y razones para tomar el oficio. En el caso de este sastre, las motivaciones y las razones se circunscriben a la necesidad de una garantía de subsistencia, en tanto en los casos de los tres sastres anteriores, hijos de familias campesinas, las motivantes se mantienen como una constante separada de las razones de acercamiento al oficio, pues a estos los motivó la necesidad de buscar alternativas al agro y la imposibilidad de estudiar. Por otra parte, las razones que los acercaron fueron subjetivadas alrededor de sus particularidades personales y familiares.

El siguiente sastre, hijo de campesinos y que aprendió el oficio a los 21 años, señaló como motivante para aprender sastrería lo siguiente:

Porque me interesaba (la sastrería), había salido del campo y ya estaba casado con mi primera esposa, y entonces ella se iba a trabajar a las escuelas y vivíamos aquí en el centro de Esparta y entonces para para dedicarme a algo (…) simplemente por mística de trabajo, por ser hijo de una familia trabajadora para dedicarme a algo (decidió aprender el oficio). (C. Soto, entrevista, 3 junio 2016)

La experiencia y motivantes de este sastre de Esparza, rompen con la tendencia de los testimonios señalados anteriormente, de haberse insertado en el oficio por necesidades materiales o una herencia desde la infancia, pero mantiene el vínculo con la visión del oficio como una alternativa al mundo del trabajo campesino. Las motivantes de este sastre apelaron a razones más abstractas, como una ética laboral. De este modo, su autonomía es notable, al aprender el oficio en la edad adulta, sin la presión de la familia a la hora de tomar decisiones y sin necesidades materiales inmediatas que lo impulsaran al aprendizaje de este oficio.

En otro caso, un sastre de Esparza, quien aprendió el oficio a los 15 años debido a que padre lo obligó a buscar un empleo. El haber desarrollado vínculos con conocidos en el mundo de los oficios artesanales le permitió asegurarse el aprendizaje de un oficio, reproduciendo esta transgeneracionalidad y permitiéndole, de igual forma, el desarrollo de estas herramientas para la vida, tal como indicó el sastre:

Sí, me dijo ( su padre) 'no, usted no puede seguir aquí de vago, usted o va a trabajar en alguna empresa o en algo o aprende un oficio pero yo no lo voy a tener aquí de vago' (…) yo iba donde el amigo ese, era amigo mío, yo iba a la sastrería en la noche a conversar y vacilar, entonces yo le dije lo que me dijo mi tata y me dice que si quería aprender un oficio ' yo te enseño a sastre'. (R. Valverde, entrevista, 26 mayo 2016).

La experiencia de este sastre expone un caso muy particular, donde queda evidenciada, nuevamente, la separación en algunos casos entre motivaciones para aprender el oficio y razones que lo acercaron al mismo.

Con base en lo expuesto en el caso de los sastres provenientes de familias no artesanas o campesinas, la construcción de un perfil familiar es más compleja, no solo por las dinámicas ajenas a la familia, como el proceso de ruptura y expulsión de población de un oficio agrario, sino por la independencia de los sastres, la edad a la que estos aprendieron el oficio y el margen de acción a la hora de tomar decisiones. Una característica general de estas familias es que no impusieron el aprendizaje del oficio, sino que lo ofrecieron como una alternativa de movilidad ocupacional ante un panorama adverso, esto cuando la familia ejerció influencia de peso sobre los individuos, pero estos conservaron un margen de maniobra.

Por otra parte, construir un perfil de los sastres hijos de familias campesinas alrededor de sus motivaciones es más complejo que en el caso de los sastres provenientes de herencias ocupacionales, pues sus motivaciones surgieron de necesidades materiales inmediatas y su racionalización partió de los condicionantes de estas necesidades, como la realidad material o el difícil acceso a la educación secundaria. El aprendizaje en la adolescencia o los primeros años de juventud, se insertó en una etapa de transición hacia la adultez, donde la familia resolvió brindar herramientas para la vida, tales como máquinas o el pago de la instrucción en el oficio, a fin de garantizar la subsistencia de los hijos. Otro perfil de sastre es aquel que, en su temprana juventud, valoró el oficio como una alternativa eficaz para garantizar su subsistencia, y más atractiva en planos subjetivos como el desgaste físico, el confort o la ética laboral.

Conclusiones

Los sastres de Esparza y Puntarenas, durante la segunda mitad del siglo XX, estuvieron notablemente condicionados por su estructura material. Evidencia de esto fueron sus respuestas a los procesos de cambio y continuidad en las estructuras económicas de los cantones en análisis. Estos sujetos respondieron a los condicionantes, a través de un proceso dialéctico, para determinarse como grupo ocupacional en un contexto particular de transformaciones y continuidades en estas estructuras.

A la luz de las características diferenciadas en las trayectorias de la estructura económica de estos cantones, es posible distinguir diferencias y similitudes en el comportamiento de los sastres. Existió una diferenciación etaria espacializada, en los procesos de inserción al mundo del trabajo, por parte de los sastres durante la segunda mitad del siglo XX. La diferenciación consistió en que aquellos hijos provenientes de familias campesinas, tuvieron su primer contacto con el mundo del trabajo a través de labores agrícolas; no obstante, cuando en su temprana juventud estos hijos de campesinos tuvieron que definir su ocupación a futuro, el aprendizaje del oficio de sastre se mostró como una alternativa viable a una estructura agrícola en decadencia. En contraste con la dinámica anterior, los sastres hijos de padres artesanos fueron insertos a una edad temprana en el oficio, siendo este mundo su primer vínculo con la esfera laboral, en un marco de demanda socialmente efectiva que permitió esta continuidad. Estos tipos de sastre, hijos de familias campesinas e hijos de padres artesanos, se distinguieron principalmente por ser los unos esparzanos y los segundos puntarenenses.

La sastrería se mostró para los sastres esparzanos como una alternativa de movilidad laboral y como una posibilidad de continuar una tradición laboral para el caso de los sastres puntarenenses, debido a la existencia de una demanda socialmente efectiva. Las características de esta demanda distinguieron a los artesanos esparzanos y puntarenenses de la dinámica de otros sastres en el centro del país. La diferenciación estuvo fundamentada en el desarrollo de labores remuneradas de forma paralela al oficio de sastre. El motivo de este fenómeno se entiende alrededor de tres aspectos, marcados por características del mercado de los sastres en tales espacios e intereses surgidos de sus condicionantes como artesanos independientes: una demanda elástica con periodos de baja rentabilidad del oficio, coyunturas críticas y el deseo de obtener garantías de estabilidad socioeconómica a futuro. Esta particularidad da cuenta de un proceso de desarrollo diferenciado de las dinámicas de los sastres independientes en la capital y una similitud con fenómenos propios de la estructura ocupacional del Valle Central de Costa Rica durante la primera mitad del siglo XX.

En cuanto a los sastres, el papel de sus familias fue central para entender sus vínculos con el oficio, siendo esta un factor condicional de gran peso en la toma de decisiones, más no determinante en todos los casos. Es posible distinguir, en relación a los orígenes familiares y el rol de las familias en la inserción de estos sujetos al oficio, patrones de comportamiento diferenciados entre los cantones, en razón de las particularidades etarias mencionadas anteriormente. Entre los sastres esparzanos existió una transmisión intergeneracional del oficio, donde las madres (costureras) propietarias de máquinas de coser, tuvieron un papel significativo. La herencia de este bien y el acercamiento familiar con los instructores en el oficio, generalmente a través de un pago por la enseñanza, fueron fundamentales para la inserción de estos sujetos en su temprana juventud al oficio. Los sastres puntarenenses, hijos de una tradición laboral, fueron cooptados por sus padres dentro del oficio, con fines de ser usados como mano de obra infantil o la enseñanza del oficio como un aprendizaje para la vida; este factor explica su temprana inserción a las labores de sastrería. De esta forma, el peso de la familia en las decisiones de los sastres fue diferenciado, por aspectos etarios y propios de las trayectorias ocupacionales familiares.

Las trayectorias ocupacionales de estos sujetos, brindan una base de evidencia fundamental para repensar y comprender sus dinámicas en las economías periféricas. La visualización de los sastres, en términos particulares, hace justicia desde el análisis histórico a distinguirlos como sujetos con agencia y dinámicas propias, no homogéneas respecto al desarrollo de los artesanos costarricenses vistos en los estudios clásicos sobre tales grupos de trabajadores. Ampliar la perspectiva sobre este grupo ocupacional, significa también el problematizar las dinámicas de las economías en las localidades periféricas y las clases trabajadoras, y el cómo se han construido históricamente. Pensar históricamente los espacios, sujetos y fenómenos en las periferias, supone un esfuerzo de acercamiento crítico y honesto. El distinguir las particularidades y coincidencias de estos elementos con las grandes estructuras de los centros, así como con otros actores y fenómenos paralelos, es un imperativo para la historiografía regional, en términos de un compromiso con la comprensión crítica e integral del pasado.

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Recibido: 16 de Noviembre de 2021; Aprobado: 02 de Marzo de 2022

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