SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.12 issue2La Enseñanza de los Estudios Sociales y la Educación Cívica: hacia una profesión interdisciplinar author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

Related links

  • Have no similar articlesSimilars in SciELO

Share


Diálogos Revista Electrónica de Historia

On-line version ISSN 1409-469X

Diálogos rev. electr. hist vol.12 n.2 San Pedro Sep. 2011

 

Historia de la Ermita de Nuestro Señor de la Agonía. Liberia Guanacaste

Edgar Solano

*Dirrección para correspondencia:


Resumen

El artículo trata sobre la Historia de la Ermita de Nuestro Señor de la Agonía, ubicada en Liberia, Guanacaste. Las gestiones comunales ante el gobierno de Costa Rica para iniciar la construcción de la Ermita surgieron en la década de los años 40 del siglo XIX, pero debido a la guerra en Centroamérica, se restableció hasta los años sesenta de ese siglo, cuando finalmente se inauguró.

Palabras claves: Historia, Guanacaste, Liberia, Ermita, Infraestructura, Catolicismo.

Abstract

The article discusses the history of the Shrine of Our Lord of the Agony, located in Liberia, Guanacaste. Communal efforts of the government of Costa Rica to begin construction of the Hermitage emerged in the decade of the 40s of the nineteenth century, but due to the war in Central America, was restored to the sixties of the century, when they finally launched

Keywords: History, Guanacaste, Liberia, Church, Infrastructure, Catholicism.


Introducción

Este artículo es una aproximación histórica a los aspectos que están de por medio en la fundación y posterior construcción de la Ermita de Ntro. Sr. de la Agonía en Liberia, Guanacaste, Costa Rica. La construcción del templo por parte de un grupo de vecinos liberianos a mediados del siglo XIX, no puede verse aislada de la historia misma del poblado. En la década de los años cuarenta del siglo en mención, el poblado daba sus primeros pasos. Sus cuadrantes apenas estaban en gestación, el cabildo tenía escasos cuarenta años de funcionamiento, la parroquia adolecía de un edificio  adecuado para las funciones religiosas y la incorporación formal de la zona dentro de la organización del Estado costarricense recién empezaba a rendir frutos.

El artículo consta de tres apartados o acápites. En el primero, hacemos una descripción del contexto de la villa del Guanacaste a mediados del siglo XIX, prestando especial consideración por aquellos elementos que nos llevan a explicar la fundación de la Ermita. En segundo término, procedemos a presentar evidencias de tipo histórico relacionadas con la Ermita, sus antecedentes y su arquitectura, finalmente, mediante el rescate de un par de leyendas, nos adentramos en el imaginario en torno a la Ermita, que a lo largo del tiempo los pobladores de Liberia han ido elaborando.

Por último conviene señalar que las fuentes para el desarrollo de esta investigación provienen del Archivo Nacional de Costa Rica (cuya sigla es A.N.C.R), y del Archivo Eclesiástico de la Curia Metropolitana (cuya sigla aparecerá como A.E.C.M). De dichos repositorios hemos obtenido valiosa información, sin embargo cabe señalar que faltan muchos datos que posiblemente se han perdido en el tiempo. Por ello, es importante que para futuras investigaciones de esta especie, se dé un rescate tanto de las fuentes orales de la localidad como de los archivos familiares que sin lugar a duda han de existir.
 

Liberia en el siglo XIX

La Villa del Guanacaste (hoy Liberia), a mediados del siglo XIX era un pueblo en gestación. Sus calles tomaban forma, las tradiciones y la cultura se iban entretejiendo en medio de las haciendas ganaderas y el gobierno local daba sus primeros pasos. Quizá una de las descripciones más evocadoras sobre el poblado liberiano la hallamos en las palabras de Mons. Bernardo Augusto Thiel, segundo Obispo de Costa Rica, quien señaló que: "La ciudad de Liberia tiene calles amplias y rectas, de suelo blanco y arenisco, de surtidas casas de comercio y buenos edificios particulares. La ciudad tiene 2226 habitantes, de los que reunidos con sus barrios ascienden a 5883. Fue erigida en parroquia el 2 de junio de 1790, y en ciudad y capital de la provincia el 30 de mayo de 1854". 1

La fundación de la Ermita de Guanacaste, en 1769, marca un hito en la fundación del pueblo. La posterior erección de la Parroquia de San José de la Villa del Guanacaste, en 1790 solo viene a formalizar una situación de hecho: el pueblo ya existía y tenía vida propia. Nuestro parecer es que la vida social en Guanacaste puede rastrearse desde el primer tercio del siglo XVIII. No hay duda que la Iglesia jugó un papel de primer orden en la fundación de buena parte de los pueblos y ciudades en Costa Rica, durante la época colonial. La fundación de pueblos y parroquias son eventos que van aparejados. En lo concerniente a la actual provincia de Guanacaste, dicha relación es de relativa importancia. Por ejemplo, en 1801, había en la zona apenas 4 parroquias; en 1851 existían 8 y, en 1900, ya se registraban 16. 2

Otro ámbito que denota cómo se va conformando la ciudad de Liberia, desde el siglo XVIII, es la forma a través de la cual se va dando la consolidación de un conglomerado humano en torno a las haciendas ganaderas de la zona y, ya en el siglo XIX, en el casco central de la ciudad. Considerando la existencia de haciendas ganaderas en sus inmediaciones tales como Santa Rosa, San Jerónimo, El Jobo, Santa María, El Pelón, esta zona presentó a lo largo del siglo XIX un marcado crecimiento de su población. Por ejemplo, en 1810, ya se contabilizaban seis cuarteles o barrios en la localidad.


 


En los años que precedieron los primeros intentos por construir la Ermita de la Agonía en Liberia, ya la población mostraba una notable recuperación. Los resultados que nos ofrece el censo de Costa Rica de 1839 así lo demuestra.

La consolidación del conglomerado humano, que le dio origen a la población de Guanacaste-Liberia, recibió un fuerte impulso por parte de la Iglesia. La ausencia de autoridades políticas de Costa Rica fue suplida, en buena parte, por la presencia de las autoridades eclesiásticas. Por ejemplo, en 1787 la institución religiosa giró instrucciones para que "todo poseedor de esclavos, de cualquier clase y condición que sea, deberá instruirlos en los principios de la religión católica y en las verdades necesarias para que puedan ser, cuidando que se les explique la doctrina cristiana todos los días de fiesta de precepto, ni permitirá trabajar para sí, ni para sus dueños, excepto en los tiempos de recolección de frutos en que se acostumbra conceder licencia" 3

Uno de los ámbitos donde la Iglesia ejerció mayor presión sobre el naciente poblado del Guanacaste, en el siglo XVIII y XIX, fue en la educación. Como ya es sabido, la institución eclesiástica se ocupó de administrar durante toda la colonia y buena parte del siglo XIX, la instrucción de la juventud; así como la catequesis en general. En este sentido, las instrucciones venidas desde Guatemala enfatizaron en que "se pongan escuelas en que a los muchachos indios se enseñe la doctrina cristiana en la lengua castellana, a leer y escribir procurando que los maestros que para esto se nombraren, sean no solo de buena vida y costumbres sino con inteligencia, sepan los misterios de nuestra santa fe católica para que sin error los puedan enseñar y explicar a los párvulos haciendo que a estos maestros se les acuda con el estipendio y salario que se les señalase a proporción a los muchacho que han de enseñar".4

En el plano local, el gobernador de Costa Rica en 1773, Juan Fernández de Bobadilla, de igual forma giró instrucciones para que en los pueblos y en coordinación con los respectivos curas se promoviera la enseñanza de las primeras letras tanto a los hijos de los criollos, como a los indígenas. Por ello pidió que "se consultara la rudeza y desidia de los indios y, que los Padres entreguen a sus hijos, para que sean criados y educados en doctrina y literatura, haciéndose acreedores a los empleos públicos de que resulta el servicio de ambas majestades [y]... que sean igualados con los españoles en la educación y ministerios y, a mayor abundamiento y providencia". 5

Al mismo tenor, Tomás de Acosta, en su visita por las comunidades de Esparza y Bagaces en 1799, indicó que "ninguno de los pueblos de indios de esta gobernación, que en el día pagan tributo y cuyo estado acompaño, tiene ni ha tenido maestro de escuela y aún esta ciudad carece según lo sea bueno, pues los que los son en ella y sus barrios solo la necesidad obligaría a sus padres a poner allí sus hijos[...]por esto y porque ningún pueblo de indios llega a 50 tributarios exceptuando los de Aserrí y Pacaca [...]no me parece conseguible el establecimiento de tan justo como deseado de las consabidas escuelas". 6

La influencia de la Iglesia Católica en la vida del Guanacaste, sufre una importante modificación en la primera década del siglo XIX. Los decretos reales de Fernando VII, relacionados con la fundación de ayuntamientos, dieron impulso para que se formalizara la fundación del gobierno local. Se establecieron las normas para la elección de los miembros del municipio y, a la vez se emitió la normativa relacionada con la transición de la propiedad de las tierras reales (o realengas) a manos privadas. Asimismo, se estipuló que "cesarán desde luego sus funciones no solo los regidores perpetuos, sino todos los individuos que actualmente componen dichos cuerpos, pudiendo estos ser nombrados en la próxima elección para los cargos de los nuevos ayuntamientos...[además] todos los terrenos baldíos o realengos, y de propios arbitrios, con arbolado o sin él[...]excepto los ejidos necesarios a los pueblos, se reducirán a propiedad particular, cuidándose de que en los de propios y arbitrios se suplan sus rendimientos anuales por los medios más oportunos". 7

Ya en la década de los años cuarenta de siglo XIX, (en la cual se inicia la construcción de la Ermita de la Agonía) las necesidades de la población de Liberia se hacen más notables. El pueblo aduce que carece de cárcel, cementerio, cabildo y que el templo parroquial se halla en extremo deteriorado. Así, nos encontramos con solicitudes de diversa índole, tal y como la que los vecinos le dirigieron al gobierno central, para indicar que "ven con dolor la suerte desgraciada que sufren los cadáveres de los fieles difuntos de esta población…que señaló fuera de esta villa el cementerio o camposanto en que debían enterrarse los muertos cualesquiera que fuese el accidente de que dimanare su fallecimiento y desde entonces están sepultando en un monte que de cementerio solo tiene la bendición y nada de lo que exigen las leyes". 8

Además de un cementerio adecuado, los vecinos liberianos también le solicitaron al gobierno recursos económicos para la construcción de un nuevo templo parroquial. Dicho edificio presentó en sucesivas ocasiones desperfectos en su tejado y sobre todo en su fachada principal. De hecho en 1844, se dirigió una petitoria en la cual se le "suplica al supremo gobierno se digne conceder los arbitrios que crea convenientes para reedificar la Iglesia de esta ciudad que se halla amenazada". 9

La solicitud del pueblo liberiano a la Secretaría de Gobernación en 1844, también fue avalada por el cabildo. De hecho, algunos de sus miembros fueron los que posteriormente impulsaron la construcción de la Ermita. En aquel entonces, hicieron eco de la voluntad popular aduciendo que la reconstrucción del templo parroquial serviría para "evitar una ruina total, en que quedará este pueblo careciendo de todos los auxilios espirituales que resultaría de la diseminación de sus habitantes trasladándose a otros pueblos y tal vez a otros Estados…y considerando al mismo tiempo que esta Iglesia no tiene ningunos fondos con que pudiera contar para la ayuda de su reedificación, como también los habitantes que componen esta jurisdicción son tan pocos como el número de capitalistas que no son suficientes para contar con sus pequeños auxilios". 10

En respuesta a la solicitud de los vecinos de Liberia, el Despacho de Gobernación indicó que, "para auxiliar el trabajo material de la Iglesia de Guanacaste y mientras se liquida el noveno y medio de fábrica que corresponde a aquella parroquia del último trienio, se le dé por cuenta la cantidad de cien pesos que se pondrán a cargo del mayordomo general. De fondos píos y fábrica para que con anuencia del cura párroco y acuerdo de la municipalidad se inviertan en el referido trabajo". 11

Los elementos anteriores nos llevan a entender las razones por las cuales los vecinos de los nuevos barrios liberianos de mediados del siglo XIX, muestran interés por erigir un nuevo templo. Las carencias eran grandes, los recursos pocos y el poblamiento de la localidad se empezaba a extender hacia el sur y el oeste. Por ello es que en el registro demográfico de 1840 ya aparecen dos nuevos barrios a saber: Condega, los Cerros y Sardinal.






En las páginas anteriores hemos visto cómo se dio la conformación de la ciudad de Liberia y cómo el acrecentamiento de su población generó la construcción de calles, casas, edificios públicos y demás. También fue posible percibir que las necesidades de auxilio espiritual de los vecinos de la zona, les llevaron a solicitar al gobierno respaldo económico para la reparación del templo parroquial durante la década de los años cuarenta. En Costa Rica, la Iglesia y el Estado van de la mano en la gestación de pueblos y parroquias, Guanacaste no fue la excepción. Aún antes de la firma del concordato entre el gobierno de Costa Rica y el Vaticano, (1952) ambas instituciones confluían en intereses y objetivos. Ahí donde surgía una parroquia, pronto se concentraría la población en fiestas parroquiales y demás actividades religiosas. En las páginas siguientes veremos algunos detalles puntuales relacionados con la historia de la Ermita de la Agonía de Liberia.

La Agonía: una Ermita en un pueblo en crecimiento

Una vez delineados los elementos del contexto en el cual surge la villa del Guanacaste algunas de sus cualidades y su relación con las necesidades de construcción de edificaciones religiosas, es conveniente referirse a algunos detalles puntuales relacionados con la construcción de la Ermita de la Agonía. Con antelación se ha dicho que la construcción de la Ermita en la segunda parte del siglo XIX, obedece a la creciente necesidad de contar con un nuevo templo que complementara los servicios del "deteriorado" templo parroquial.





Aunque las referencias de la construcción nos refieren al año de 1854 como el punto de partida de la Ermita, no nos ha sido posible encontrar expedientes que nos permitan reconstruir con detalle tal evento. 12 Empero, en los archivos consultados si se logró hallar registros y documentos que nos dicen algo relacionado a la Ermita a partir de 1864. Básicamente, hallamos evidencia de las gestiones que Baltazar Baldioceda, hizo tanto en la gobernación de Guanacaste como en la Secretaría de Gobernación para captar fondos a favor de la construcción de la Ermita.

La primera gestión que encontramos es emprendida por Baltazar Baldioceda, entre diciembre de 1864 y enero de 1865, cuando calculando el mal estado de la única Iglesia de esta ciudad, "se me concedió el permiso de hacer un altar a la imagen de Cristo de la Agonía por la que yo había tenido una antigua devoción, que fue generalizándose en esta ciudad al grado de haber hoy un número considerable de personas que junto conmigo deseamos construirle una ermita en una calle (la del Calvario) de las más concurridas en Liberia. Para ello se cuenta con un fondo creado y formado de las limosnas que los devotos han hecho voluntariamente en dinero, y mucha parte en materiales que solo se aguarda el permiso del supremo gobierno para proceder a la fabricación". 13

Posteriormente, se entró en mayores detalles sobre las cualidades y calidades de la nueva Ermita por construir en la calle del Calvario. Aunque no se registró la cantidad de dinero existente así como la lista de los contribuyentes, don Baltazar, si nos heredó información sobre las dimensiones de la nueva edificación religiosa, "calculando también los recursos seguros con que se cuenta, puede darse a dicha ermita una extensión de 26 varas de largo y en proporción de ancho, para que llegado el caso de deshacerse la Iglesia haya un local medianamente regular en que tributar el culto y en que depositar todo lo que de la parroquia hubiere de sacarse por el tiempo de su reconstrucción". 14

La petición de Baltazar Baldioceda no fue un caso aislado. De hecho, los vecinos de Cañas también habían pedido al Gobierno Supremo en ese mismo año, apoyo económico para la finalización de su templo arroquial. Por lo cual la autoridades estatales accedieron conceder al "Sr. Sotero Porras, mayordomo de la Parroquia de las Cañas la licencia que solicitó para colectar una limosna con el fin de concluir dicha Iglesia". 15

La petición del Sr. Baldioceda, fue bien acogida por el municipio liberiano. Una nota escrita por el gobernador Manuel Esquivel a fines de enero de 1865, respaldaba la solicitud ante el gobierno alegando que, "él junto con la cooperación de varios vecinos la construcción de una ermita en la calle del calvario. La creación de una obra piadosa de esta naturaleza no cabe duda que redunda a favor de la población, el no existir más que un solo templo en mal estado el que dentro de poco tiempo habrá que reedificarlo, es también un motivo poderoso que influye lo bastante para que se conceda la construcción de tal edificio. Hay más, los recursos  con que se cuenta parece son bastantes para llevar adelante la empresa anunciada".16

La respuesta del gobierno central, fue positiva. Se dio la autorización para que Baltazar Baldioceda en calidad de ecónomo de la Ermita en construcción, realizara las colectas respectivas entre los ciudadanos para el levantamiento de la obra. "Concédase a los vecinos de la ciudad de Liberia provincia de Guanacaste, el permiso que solicitan para construir una Ermita dedicada a la imagen del Cristo en la Agonía". 17

Hasta el momento no ha sido posible establecer las cantidades y nombres de los colaboradores para la construcción de la Ermita. No obstante, considerando los datos que se tienen relacionados con las obras del alumbrado público de Liberia (fundado en 1873), pudimos ubicar a las familias que vivían en la calle del "Calvario", es decir, las más próximas a la construcción. En la avenida central este de Liberia, tal y como se dominaba a la calle en mención, vivían hacia 1866 unas 15 o 20 familias, dicha calle, engarzaba a la altura del templo parroquial (justo en la esquina de la gobernación) con la calle central norte que históricamente se ha denominado la calle real. Entre las familias que habitaban en esta zona de Liberia tenemos:





Tanto en la calle Real como en la calle del Sagrario, residían los vecinos principales del pueblo, que a la vez fueron los que contribuyeron mayormente mediante donaciones monetarias para la construcción de la Ermita. Baltazar Baldioceda encabezó dicha colecta una vez que la familia Centeno formalizó la donación del lote

En la segunda parte del siglo XIX Mons. Bernardo Augusto Thiel realizó cuatro visitas pastorales por toda la Diócesis de Costa Rica. En ellas, pasaba revisión del estado de las parroquias, la situación espiritual de los fieles y en general hacía una descripción de diversos parajes de nuestro país. El prelado, hizo cuatro visitas por Guanacaste y en consecuencia por Liberia. En enero de 1881, febrero de 1884, febrero de 1894 y finalmente en febrero de 1898, se encontró con el pueblo liberiano, celebró misa, administró los santos sacramentos y por supuesto, visitó la Ermita de la Agonía.

De forma coincidente con el resto de la población de la ciudad, Mons. Thiel determinó desde su primera visita a Liberia, que el templo parroquial presentaba problemas estructurales. Por ello indicó que éste "ha sido desatendido y que se alega como causa principal el mal estado del edificio que sirve de Iglesia, [por ello] procédase a la mayor brevedad a la construcción del nuevo templo". 18





En el transcurso de su segunda visita pastoral en Liberia, Mons. Thiel, de nuevo se halló con el problema de las edificaciones religiosas. Además de sugerir que se remodelara la casa cural solicitó, "comprar un vía crucis, tanto para la Iglesia Parroquial como para la Iglesia de la Agonía". 19 Para 1894, en la tercera ocasión en que el prelado visitó Liberia, éste hizo un reconocimiento por la finalización de la Ermita de la Agonía, muy al contrario de los sucesivos problemas que siempre halló en el templo parroquial, por ello, "exhortó al señor cura, a la junta de edificación y a los fieles que de nuevo empiecen el trabajo de la Iglesia, a fin de que la ciudad de Liberia no se quede atrás de los barrios que ya están por concluir sus iglesias". 20

Tras quince años de extensos recorridos por todo el país y con un exilio de por medio, el obispo de Costa Rica, decidió realizar su cuarta visita pastoral por su Diócesis. En ésta, que sería su última visita por la provincia de Guanacaste, el pueblo liberiano le recibió con mucho júbilo, "el Ilustrísimo Sr. Obispo fue llevado triunfalmente por las principales calles de la ciudad, entre acordes de música, el estampido de la pólvora y el alegre repicar de las campanas, hasta la casa cural donde se hospedó". 21

En su visita por la Ermita de la Agonía, se topó con algunos aditamentos que en su decir eran "inapropiados" para un recinto sagrado. Por ello, mandó inmediatamente a quitar "las imágenes que se pintaron en la fachada de la Capilla de La Agonía". 22 En su última noche en la ciudad de Liberia, el comité de recibimiento parroquial, organizó una velada nocturna para agasajar al prelado. Se invitó al pueblo para participar de la actividad cuyo programa consistió en:

Ya en el último de tercio del siglo XIX, la Ermita de la Agonía era usada para la celebración de diversas actividades sacramentales y fungía como un templo complementario a la parroquia. Su fisonomía (salvo algunas mejoras que se introdujeron en los años ochenta del siglo XX) sigue siendo la misma. En su fachada principal presenta cuatro columnas de 4 metros cada una, siendo su altura (desde la base compuesta de loseta de barro hasta el techo) de casi ocho metros. 23

Entre la pared principal y la posterior la estructura descansa sobre catorce soportes de madera de seis metros, cimentados sobre la loseta de barro. Dichos soportes mantienen en primer término el reglado, y luego las tejas del techo.




En su fachada posterior, presenta dos ventanas en forma circular a una altura mayor a los cuatro metros y medio, y se logra apreciar en ella la cumbrera, el limatón y la teja de su techo.







Tanto la puerta principal como las dos laterales poseen tensores de esfuerzo a la altura tres metros y quince centímetros.






El imaginario en torno a la Ermita de la Agonía

El imaginario religioso es un constructo social que se va elaborando sobre la base de creencias y devocionales de los pueblos. Estas representaciones cobran vida en las celebraciones locales, tanto laicas como religiosas. Los significados derivados del simbolismo religioso se incorporan dentro de la cultura popular y es a través de leyendas, mitos y otros tipos de explicaciones sobrenaturales que el pueblo interpreta diversas situaciones de la vida cotidiana.

En el siglo XIX, el casco central de la ciudad de Liberia se fue extendiendo hacia el este debido a la mayor disponibilidad de tierras para poblar y urbanizar. El cabildo liberiano trató de hacer nuevas composiciones de tierras hacia el oeste de la ciudad, pero el gobierno central no accedió, posiblemente debido a la presión que ejercieron los ganaderos ubicados a lo largo del curso sobre el río Liberia. Guanacaste ha sido una zona ganadera desde la época colonial y buena parte de su imaginario religioso lleva elementos asociados a dicha actividad productiva. Este es el caso de un artículo de Marc Edelman relacionado a un personaje popular muy importante en Filadelfia, llamado Francisco Cubillo, quien llegó a ser un importante ganadero de la zona y a quien la sabiduría popular le otorgaba poderes sobrenaturales. "Decían que de noche don chico iba a un potrero y que traía las bolsas llenas de plata porque tenía contrato con el diablo". 24

En el cantón de Liberia, también se han ido surgiendo en el imaginario popular representaciones relacionadas a la Ermita de la Agonía. Sobre ella, se han tejido todo tipo de historias sobrenaturales, relacionadas a espantos, monjas y curas que aparecen a los fieles en las inmediaciones de la Ermita, en las noches liberianas y robándoles su tranquilidad. Entre las tantas versiones de apariciones misteriosas y demás, se aportan a continuación dos de ellas. En primer término se transcribe "La monja de la Agonía", y luego "El tesoro de la Agonía".

Otra versión de este espanto nos cuenta Luzmildo Alcocer:

Conclusión

En las páginas anteriores se ha pasado revisión por parte de la historia de la Ermita de Nuestro Señor de la Agonía de Liberia. Se ha hecho en estrecha relación con la historia local de Liberia, porque la historia de los pueblos es un constructo de relaciones sociales tras del cual se van tejiendo con el paso del tiempo, vínculos identitarios y una cultura propia.

La fundación de pueblos y parroquias en Costa Rica es un proceso de suma importancia. La textura de la sociedad costarricense incluso desde el periodo colonial ha traído aparejada la relación entre ambas instituciones. El ejemplo de la creación de la Parroquia de Liberia, así como de la Ermita de la Agonía, muestran cómo se va desarrollando de forma material un poblado fuera de la órbita del valle central. En este caso, se constató la constancia y disposición de los vecinos por edificar obras comunales de diversa índole. Cuando las necesidades son  sentidas el esfuerzo común aflora. Este es el caso de la construcción de la Ermita de la Agonía de Liberia.

En los años ochenta del siglo que recién terminó, el gobierno de la república hizo un reconocimiento al valor histórico y arquitectónico de la Ermita de la Agonía, enfatizando que, "su construcción de adobes es fiel representación de la sencillez con que nuestros antepasados realizaron la mayor parte de las construcciones religiosas". 25 Hoy, el valor histórico de la Ermita y su importancia para la feligresía liberiana sigue siendo de alta valía, y dicha edificación (junto a otras de la región) son un vestigio de primer orden en la construcción de la historia eclesiástica de la provincia de Guanacaste.

Cuadro 2

Figura 1

Figura 3


Figura 5

Figura 11


Bibliografia

Archivo Nacional de Costa Rica

• Serie Guatemala. #2152. Folios: 1,2,3,4,5,6,7,8,9,10,11,12,13,14,15,16,17,18,19,20,21,22,23,24,25,26,27,28,29,30.
• Serie Municipal. Doc #900. f.6
• Serie Municipal. Doc # 206. f.1
• Serie Municipal #5227. f.1.
• Serie Municipal. Doc #5527, f.3
• Serie Municipal. Doc #5527, f. 5.
• Serie Gobernación. Doc #27.996. f. 1-v.
• Serie Gobernación. Doc #27.996. f.1.
• Serie Gobernación. Doc #26.537. f.45.
• Serie Gobernación. Doc #27.996, f.2.
• Serie Gobernación. Doc #27.996, f.3.
• Serie Policía. Doc # 5100. f.2.
• Serie Complementario Colonial. #1077. f.97.
• Serie Complementario Colonial. Doc. #1077. fs. 19-v, 20.
• Serie Complementario Colonial. Doc #4831. f.48.
• Serie Cartago Colonial. Doc. #3669. f.14.
• Serie mapas y planos #6265
• Serie presidencia. #8286.
• Fotografías. Álbum Manuel Gómez Miralles.

Archivo Eclesiástico de la Curia Metropolitana

• Sección de fondos antiguos. Visitas pastorales de Mons. Thiel. 31 de enero de 1881.
• Sección de fondos antiguos. Visitas pastorales de Mons. Thiel. 25 de febrero de 1884.
• Sección de fondos antiguos. Visitas pastorales de Mons. Thiel. 17 al 19 de febrero de 1896.
• Sección de fondos antiguos Doc. Encuadernada. Caja #438, f.528
• Sección de fondos antiguos. Visitas pastorales de Mons. Thiel. 1 al 3 de febrero de 1898.
• Sección de fondos antiguos. Visitas pastorales de Mons. Thiel. 1 al 3 de febrero de 1898.
• Sección de fondos antiguos. Visitas pastorales de Mons. Thiel. Nota de febrero de 1896.
•  Libro 2 de visitas canónicas al Departamento de Guanacaste. 22-01- 1881 al 7-02-1881, folio 153.
• Libro 4 de visitas canónicas. Liberia del 21 al 29 de febrero de 1884, folio 33.
• Libro 4 de visitas canónicas al Departamento de Guanacaste. 25 de febrero de 1890 al 12 de marzo del mismo año, folio 146. Adicionalmente, del 17 al 19 de febrero de 1896, folio 321.

Referencias bibliográficas


Baltodano, Edgardo. Plano de Liberia. Elaborado por, Litografía Nacional, 1924.         [ Links ]

Herrera, Ana Isabel. Monseñor Thiel en Costa Rica. Visitas pastorales. 1880-
1901. Cartago, Costa Rica: Editorial Tecnológica de Costa Rica, 2009.         [ Links ]

Edelman, Marc. "Don Chico y el diablo: Dimensiones de etnia, clase y género en las narrativas campesinas guanacastecas del siglo XX". En: Molina, Iván y Palmer, Steven. El paso del cometa. Estado, política social y culturas populares en Costa Rica (1800/1950). San José: Editorial Porvenir, 1994.         [ Links ]

Martínez, Javier. Seres mágicos que pueblan Guanacaste. Inédito. S.f.         [ Links ]

Solano, Edgar. "Relaciones de poder y fuerzas sociales en Costa Rica. 1881-
1894". Tesis de Licenciatura. Escuela de Historia, UNA, 1993, p.83.         [ Links ]

Citas y notas

1 A.E.C.M. 1896. Visitas pastorales de Mons. Thiel. Nota de febrero.

2 Edgar Solano M. 1993. "Relaciones de poder y fuerzas sociales en Costa Rica. 1881-1894".
Tesis de Licenciatura. Escuela de Historia, UNA, p.83.

3 A.N.C.R. Complementario Colonial. Doc #1099. f,131-v

4 A.N.C.R. Complementario Colonial. #1077. f.97.

5 A.N.C.R. Complementario Colonial. Doc. #1077. fs.19-v, 20

6 A.N.C.R. Complementario Colonial. Doc #4831. f.48

7 A.N.C.R. Cartago Colonial. Doc. #3669. f.14

8 A.N.C.R. Municipal. Doc # 206. f.1 Liberia, Febrero de 1834.

9 A.N.C.R. 1844. Municipal #5227. F.1. Nota firmada por Francisco Bendaña, el 8 de agosto.

10 A.N.C.R. 1844. Municipal. Doc #5527, f.3. Francisco Bendaña, presidente, Francisco Arburola
regidor, Pablo Villar, secretario. Guanacaste, 6 de agosto.

11 A.N.C.R. Municipal. Doc #5527, f. 5.

12 Se hizo una búsqueda tanto en el Archivo Eclesiástico de la Curia Metropolitana como en el
Archivo Nacional de Costa Rica, resultando casi imposible hallar evidencia sobre la Ermita de la Agonía, anterior a 1864. Es posible que apelando a otras fuentes se pueda llegar a buenos indicios históricos.

13 A.N.C.R. 1865. Gobernación. Doc #27.996. f.1. En otra nota consignó Don Baltazar: "el
infraescrito, ecónomo y encargado del trabajo material de la Ermita de Nuestro Señor de la Agonía cuya construcción está en planta viene a suplicar que sea muy dignado de recabar de quien corresponde, licencia para demandar con la respectiva imagen, una limosna en toda esta provincia para concluir la obra pues se advierte el entusiasmo que hay de contribuir para dicha ermita con limosna de toda especie que solo resta el permiso para recogerla" Baltazar Baldioceda, Liberia, 14 de mayo. A.N.C.R. Policía. Doc # 5100. f.2.

14 A.N.C.R. Gobernación. Doc #27.996. f.1-v.

15 A.N.C.R. Gobernación. Doc #26.537. f.45.

16 A.N.C.R. Gobernación. Doc #27.996, f.2.

17 A.N.C.R. Gobernación. Doc #27.996, f.3.

18 A.E.C.M. 1881. Visitas pastorales de Mons. Thiel. 31 de enero.

19 A.E.C.M. 1844. Visitas pastorales de Mons. Thiel. 25 de febrero. Adicionalmente, el Obispo
sugirió que se tomaran "inmediatamente disposiciones para evitar que los animales entren en el templo, por esto, mientras se hace una reja decente a toda la plaza, renuévanse las pequeñas puertecitas que se habían hecho.

20 A.E.C.M. 1896. Visitas pastorales de Mons. Thiel. 17 al 19 de febrero.

21 A.E.C.M. 1898. Visitas pastorales de Mons. Thiel. 1al 3 de febrero. En aquella ocasión
"extendió un poder al Sr. Cura de Liberia para asegurar con escritura y pagar la casa cural recién comprada. Lo autorizó también para que girara sobre el Tesorero General de fondos eclesiásticos, por la suma de mil pesos, para invertirlos en la compra de dicha casa".

22 A.E.CM. 1898. Visitas pastorales de Mons. Thiel. 1 al 3 de febrero.

23 Toda la descripción la hacemos con base a la observación tanto del plano como de nuestras
fotografías. Respecto al primero, se encuentra ubicado en el Archivo Nacional en la serie: mapas y planos #6265.

24 Marc. Edelman. 1994. "Don Chico y el diablo: Dimensiones de etnia, clase y género en las
narrativas campesinas guanacastecas del siglo XX". En: Molina, Iván y Palmer, Steven. Elpaso del cometa. Estado, política social y culturas populares en Costa Rica (1800/1950). San José: Editorial Porvenir. P.115

25 A.N.C.R. Serie presidencia. #8286.

*Correspondencia a: Edgar Solano. Doctor en Historia. Catedrático. Docente e investigador de la Sede Guanacaste de la Universidad de Costa Rica.
Doctor en Historia. Catedrático. Docente e investigador de la Sede Guanacaste de la Universidad de Costa Rica.

Fecha de recepción: 7 de julio 2011 - Fecha de aceptación: 28 setiembre 2011

Creative Commons License All the contents of this journal, except where otherwise noted, is licensed under a Creative Commons Attribution License