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Adolescencia y Salud

Print version ISSN 1409-4185

Adolesc. salud vol.1 n.1 San José Jan. 1999

 

Violencia y sociedad
 
Dra. Mayra Carmona Suárez (*)

 
Generalidades

Existen múltiples definiciones de violencia, en especial las que relacionan con la imposición de fuerza física. Sien embargo, la violencia es un concepto mucho más global y complejo y se refiere a: "cualquier acto de comisión u omisión y cualquier condición que resulte de dichos actos, que prive a los sujetos de igualdad de derechos y libertades y lo interfiera con su máximo desarrollo y libertad de elegir" Gil D1

La violencia es tan vieja como el mundo y la historia; las mitologías y las leyendas nos la muestran como acompañado siempre a héroes y fundadores.

Sin embargo, la violencia puede explicarse y siendo explicable puede evitarse.

Retomando las palabras de Jean Marie Domenach: "… la violencia no consigue ya justificarse. Cuando las posibilidades últimas de violencia equivalen a la destrucción de la humanidad, resulta insuficiente reclamar limitaciones y controles. Se debe proponer otra visión del problema, otra política. El idealismo resulta necesario cuando confluye con el imperativo de la supervivencia."

La seguridad es una responsabilidad tanto individual como colectiva.

En casi todas las sociedades, la lucha contra la violencia todavía se considera una tarea que le corresponde exclusivamente a las autoridades policiales y judiciales y a las instituciones penitenciales. Sin embargo, la lucha contra la violencia nos corresponde a cada uno de nosotros.

La violencia es tan cotidiana que muchas veces no podemos percibir sus dimensiones reales, la vemos como algo natural, incluso le llamamos amor y preocupación, o bien, democracia o altruismo.

Por ello, se hace necesario reconceptualizar el término violencia, ampliarlo.

Hay una distorsión en la representación social que se suele tener de los hechos violentos, se percibe casi exclusivamente como la que ocurre en espacios públicos, cuando en realidad la mayor parte de éstos transcurre en espacios privados y entre conocidos

A esto ayudan mucho, los mensajes difundidos por los medios de comunicación, favoreciendo esta distorsión al destacar y reiterar los hechos violentos delictivos que estadísticamente suelen ser un problema menor comparados por ejemplo con la violencia doméstica. Por otro lado, llama la atención la facilidad con la que el público receptor de estos medios incorpora las representaciones difundidas. Esto se puede explicarse por qué se vive un clima de violencia social, de violencia cotidiana, y es más fácil aceptar que la violencia no es propia de ciudadanos "decentes" sino de excluidos y desvalorizados delincuentes.

Del mismo modo, se ha hablado mucho del papel de las escenas de violencia en series televisivas y en el cine, con respecto a génesis de violencia en los espectadores.

Es un hecho de que estas escenas probablemente refuercen esta violencia, pero también reflejan actitudes ya dominantes frente a ellas.

Es así como la violencia puede convertirse en una manera de vivir, en una forma aceptada de conducta, respaldada por los hábitos populares y la moralidad convencional, en otras palabras, en una subcultura.
 
 
Teorías explicativas

Se han establecido teorías explicativas acerca de la agresión. Por ejemplo:

La teoría del instinto agresivo (innato). La teoría de la frustración/agresión. La teoría del aprendizaje social la teoría del condicionamiento operante de Skinner.

Sin embargo, ninguna teoría por sí sola puede explicar la violencia y caen en un reduccionismo al intentar establecer relaciones lineales entre factores, tornándose en teorías abstractas y ahistóricas.

La naturaleza nos da únicamente la capacidad para la violencia de la circunstancia social depende que ejerzamos efectivamente esa capacidad y la forma de ejercerla.
 
La violencia no es universal ni inevitable, ni es instintiva, de hecho hay individuos y grupos que muestran un alto grado de violencia, y otros individuos y grupos que muestran muy poca.

Con respecto al aprendizaje, es un hecho que si la violencia tiene éxito, habrá una gran posibilidad de volverla a utilizar; por lo tanto, el aprendizaje de la agresividad desempeña un papel destacado, desde el discurso y desde el modelaje.

Otros factores que pueden favorecerla son las condiciones de frustración. Así por ejemplo, se ha visto que los casos de violencia doméstica, aumentan en condiciones de miseria, de desempleo, o en el caso de nuestro país, en que el índice de denuncias por agresión doméstica se incrementan notablemente después de los partidos de fútbol en los hogares de los aficionados perdedores.

Otros factores que se han asociado con la violencia son el sexo, siendo más frecuente en varones, en condiciones de aglomeración y en relación con características de personalidad de los sujetos.
 
 
Manifestaciones

Las manifestaciones de la violencia son multiformes. Por ejemplo:

  • Agresión intrafamiliar: pareja - hijos - hermanos.
  • Violencia en las vías públicas: accidentes.
  • Violencia en espectáculos deportivos.
  • Hechos delictivos.
  • Violencia institucional: institución penitenciaria, policial, psiquiátrica.
  • Violencia política: en relaciones económicas e ideológica
  • Esperanza de vida reducida.
  • Mortalidad elevada.
  • Discriminación.
  • Desigualdades, acceso a la enseñanza, a los servicios de salud.
  • Exclusión, desempleo, condiciones laborales injustas.
  • Miseria.
  • Irrespeto a los derechos humanos.
  • Discriminación étnica y de minorías sexuales.
  • Poca participación de grupos en forma de decisiones.
  • Censura a los medios de comunicación.
  • Presiones de naciones poderosas sobre las débiles.
  • Desigualdades en el comercio internacional.
  • Colonización cultural.
  • Guerras.
  • Violencia género: subordinación y opresión de la mujer. Negación de afectos en el hombre.
 
Así vemos como la violencia institucional, no suele ser conceptualizada como violencia.

Por ejemplo, es violencia que en nuestro país el 2% del PIB lo aporten niños y jóvenes trabajadores. El niño y adolescente trabajador, que debería estar protegido por el Estado estudiando, debe asumir la responsabilidad de compensar el desajuste en el presupuesto doméstico, resultado del crecimiento de la pobreza. Se someten así a la inserción en el mercado laboral excesivamente precario, a la deambulación aún en altas horas de la noche, a aceptar condiciones de trabajo inadecuadas en cuanto al tipo de tarea por cumplir, el horario y la remuneración recibida.
 

Violencia doméstica

En cuanto a la violencia doméstica, está ya no puede verse como cuestión privada y aislada. En nuestro país se dan en todos los sectores socioeconómicos y religiosos, culturales, étnicos y en todas las regiones. En el interior de la familia, hay conflictos que están siendo resueltos a través de un modelo que fomenta la violencia como respuesta.

De acuerdo con investigaciones realizadas por el Patronato Nacional de la Infancia, una de cada dos mujeres que vive o ha vivido relaciones de pareja, ha sufrido por lo menos una vez agresión física por parte de su compañero(3). Además es dentro de la familia, donde la violencia se manifiesta más acentuadamente. Vemos, por ejemplo, que: 67% casos de agresión sexual, el agresor pertenece al grupo primario de la víctima.

El 71% de homicidios dolosos: existe relación de grupos primarios, amistad o conocimiento entre la víctima y el victimario.

Es necesario develar las formas de abuso invisible. Hay gran cantidad de mujeres que continúan viviendo con un hombre que las agrede para mantener a la familia unida.

Además la mujer muchas veces encuentra que buscar ayuda a instancias judiciales o institucionales va a representar exponerse a más agresiones y represalias.

En esta situación, vemos como el proceso de socialización permite a los hombres utilizar la violencia para resolver conflictos. Desde temprana edad son estimulados y se legitima el uso de puñetazos y golpes para mantener prestigio. Además, está la situación de la violencia aprendida en sus propias familias cuando ellos mismos eran niños y víctimas. A los varones dentro de nuestras culturas se les violenta además, no permitiéndoseles que afloren en ellos sentimientos de ternura, miedo, alegría y tristeza "... los hombres no lloran", "los hombres no tienen miedo" (4).

Nadie merece ser golpeado, cualquiera que sea la naturaleza de su conducta. Sin embargo, muchas mujeres creen merecerlo por el papel asignado en su socialización (4).

Hay que aclarar que según las investigaciones, las mujeres de la clase media son agredidas tan frecuentemente y violentamente como las mujeres pobres. Las mujeres agredidas pueden tener altos niveles de educación y los agresores pueden ser exitosos profesionales que no muestran violencia en el resto de sus relaciones interpersonales.
 
Cabe destacar la importancia de la experiencia del castigo físico en la niñez, que sienta la base de la legitimidad normativa de la violencia intrafamiliar. El castigo físico pretende enseñar. Se asocia el amor con violencia y enseñar. Cuando algo es realmente importante, se justifica el uso de la fuerza física.
 
Pero la violencia de género no se limita a la agresión física, tenemos por ejemplo, que a pesar de la legislación antidiscriminatoria, muchas mujeres continúan ganando un porcentaje mucho menor que los hombres en el mismo trabajo.

La división del trabajo sexista atribuye a la mujer el cuido de los niños. Esto la obliga a ser dependiente, mientras haya niños pequeños. La alternativa del divorcio para muchas mujeres significa pobreza.

La mujer es socializada para realizarse casi exclusivamente en el ámbito doméstico, a través de su papel de esposa y madre y esto fomenta su tolerancia a la agresión y la violencia.

La mujer suele también asumir una triple función con gran sobrecarga de trabajo. Suele así verse excluida de puestos claves, de acceso al poder económico y político, a la toma de decisiones. Es violentada también por medio de su utilización sexual a través de la prostitución y la pornografía. Es visualizada como un objeto sexual y como una propiedad del marido. Vemos así por ejemplo, que el 94% de las víctimas de abuso sexual son mujeres y el 96% de los victimarios son hombres (5).

En nuestras sociedades, además se estimula y valora grandemente el papel de proveedor en el hombre, pilar de reafirmación de su masculinidad. Por eso muchas veces si el proveedor se queda sin empleo o no gana lo suficiente para competir, esto creará en él grandes sentimientos de frustración y se traducirá en un aumento de la agresión física, como lo muestran las estadísticas. Por ello, un objetivo esencial es cambiar la definición de masculinidad.

A manera de conclusión, precisa entonces de una reconceptualización del término violencia, percibiéndola en sus manifestaciones explícitas e implícitas y elaborando estrategias que nos comprometan a todos, a través de un proceso de concientización y toma de responsabilidades en la génesis del fenómeno.

"La paz no puede consistir únicamente en la ausencia de conflictos armados, sino que entraña principalmente un proceso de progreso, de justicia y de respeto mutuo dentro y entre los pueblos. La paz fundada en la injusticia y la violación de los derechos humanos no puede ser duradera y conduce inevitablemente a la violencia"2.
 

Bibliografía

 (1) Gil, D. Citada por Pagelow Daley, 1984, pág. 19.         [ Links ]

(2) ONU. "La violencia y sus caras". UNESCO, Francia, 1981.         [ Links ]

(3) Chacón, Herrera, Rojas, Villalobos. "Características de la mujer agredida en el PANI, 1990.         [ Links ]

(4) Batres, y Claramunt. "La violencia contra la mujer en la familia costarricense, un problema de salud pública". ILANUD, Costa Rica, 1993         [ Links ]

(5) Claramunt, Cecilia. "Características de la población atendida en el período julio 90-julio 91. -Programa de Atención "Amos sin agresión", Fundación Ser y Crecer         [ Links ]
 

(*) Coordinadora de la Clinica de Adolescentes Hospital Calderón Guardia