Reseña de libro

Biografía de Costa Rica

Abogado de profesión, don Eugenio Rodríguez Vega (1925-2008) fue Contralor de la República, Rector de la Universidad de Costa Rica e investigador de nuestras realidades históricas y sociales. La primera edición de “Biografía de Costa Rica” se publicó en 1950 y su octava reimpresión en 2010, acerca de la “nación que algunos idealizan y otros vituperan pero que es, irremediablemente, la tierra en que nacimos y en la que habremos de morir”.

El gobierno [mediados siglo XVIII] que hasta entonces había sido un instrumento del ansia de progreso general en manos de ciudadanos paternales y bien intencionados, habría de ser, en adelante, más propiamente, un instrumento de defensa de intereses más o menos particulares.

Este hombre, culto y bien intencionado anda muy por encima del nivel de su tiempo [José María Castro, con 28 años en 1847]. Creyente apasionado de las libertades públicas, especialmente en la libertad de prensa, echa de menos lo que el pobre país no puede ofrecerle todavía: una masa de ciudadanos conscientes de sus derechos y deberes, poderosos instrumentos de opinión pública para debatir los problemas nacionales.

Tomás Guardia [que gobernó 12 años, 1870-1882] toma medidas de fuerza para sostenerse en el gobierno, igual que las tomaron Braulio Carrillo, Juan Rafael Mora, José María Montealegre y Jesús Jiménez; el que no quiso tomarlas por respeto a la libertades públicas –el doctor José María Castro- no pudo sostenerse en el poder; en dos oportunidades debió abandonarlo forzosamente.

…se cuenta por fin con algo en lo que habían soñado el doctor Castro, don Julián Volio, el mismo Mauro Fernández: ciudadanos más o menos enterados de los problemas públicos, celosos vigilantes de sus derechos fundamentales.

En el gobierno (1890)…el uso del crédito alcanzaba caracteres morbosos. Aunque las rentas de aduanas y de licores mantienen un ritmo ascendente, el gasto público crece en mayor medida que la expansión natural de los servicios estatales…

De don Ascensión (Esquivel) en adelante, todo tratará de expresarse en leyes, reglamentos, formas jurídicas y en estos tres períodos presidenciales (1898-1914) serán abogados-presidentes los que tomen las decisiones principales, marcando una tónica que habrá de incorporarse permanentemente en la mentalidad política de los costarricenses.

El pensamiento anarquista encuentra terreno fértil en el país desde fines del siglo XIX, tal vez porque –dice el doctor Láscaris-, sus “ideas se asemejaban bastante al individualismo costarricense”.

…nadie podrá evitar las intrigas, convenios y maniobras en la final escogencia de la presidencia de la república; es lo que inevitablemente ocurre, con más intensidad que nunca en la historia política de Costa Rica (elecciones de 1917).

Costarricenses: seréis cómplices de vuestros propios males, si dejáis por más tiempo vuestros destinos en manos de sargentos” (Marcelino García Flamenco 1917, con respecto al dictador Federico Tinoco).

Estalla la crisis de 1929 y el gobierno no logra coordinar un plan general para hacerle frente, porque carece de un equipo estable para hacerlo. La política electoral conspira contra la posibilidad de un programa nacional de largo alcance…

Yolanda Oreamuno escribe sólidas páginas en las que analiza la situación del país…muchas cosas le molestan de su patria, pues en Cota Rica “hasta el paisaje es cómplice de nuestra sicología” (durante el gobierno de León Cortés, quien intentó imponer la puntualidad).