Dra.Carmen Lidia Guerrero Lobo

Decana Facultad de Medicina,U.C.R.

Don Solón Núñez, como lo conocían los costarricenses de la primera mitad del siglo XX, nunca como el "doctor", pero si se hablaba de "Don Solón" pareciera que sólo existía uno, el que nació un 29 de abril hace 125 años.

El homenaje que hará la Universidad de Costa Rica a través de la Facultad de Medicina se pospuso para el 30 de junio de este año. La reproducción del busto que está en la Clínica que lleva su nombre ya está listo para ser colocado a la entrada de la Facultad, como parte del homenaje. Gracias a la sugerencia del M. Sc. Manuel Araya Incera y a la intervención del Señor Ex-presidente de la República, Dr. Abel Pacheco, el pasado 21 de mayo la lotería nacional llevó su fotografía como parte de la conmemoración de los 125 Aniversario de su nacimiento, además, es un reconocimiento a la persona que el 08 de julio de 1935 por medio de un decreto remplazó el nombre de Junta de Caridad por el nombre de Junta de Protección Social. Ha sido una experiencia enriquecedora revisar su obra, su vida y ver cómo ese señor pequeñito que pasaba visita los miércoles con el Dr Fernando Trejos Escalante y conmigo en 1963 se agiganta al ver lo que le debemos los costarricenses a este maestro y médico visionario que en el primer tercio del siglo XX nos dotó de leyes sanitarias que nos hicieron diferentes al resto de Centro América y posiblemente de algunos países del Cono Sur. A finales de los años 70, en un congreso en Panamá pudimos comprobar la mala o inexistente consulta prenatal en los países centroamericanos y en Costa Rica gracias a don Solón existe dicha consulta desde 1920.

Logros sanitarios que a nuestros estudiantes de medicina o a los médicos recién graduados les parecerían nimiedades, como tener alcantarillas, agua pura, tratada (los tanques de Tres Ríos) son obra de don Solón.

Logró la aprobación de 59 leyes en el Congreso, base de nuestro Sistema de Salud.

Mente ordenada como lo demuestra un cuaderno, que yo llamo la "palm" de don Solón, tiene un registro numerado de sus artículos, ya sean publicaciones en los periódicos y entrevistas, todo en orden.

Antes de ser médico fue maestro con un ascenso vertiginoso a Inspector de Escuelas, a los 25 años ya tenía esta distinción. A los 26 años, gracias a una lotería que lo favoreció, pudo irse a Suiza a estudiar medicina, quedándose aquí por un año más su esposa doña Oliva Rojas Solórzano, para complementar la ayuda económica. En Ginebra lo esperaba el Dr. Ricardo Moreno Cañas, quien fue una gran ayuda para él. En una ocasión don Solón dijo que la mayor ayuda monetaria y solidaria fueron su esposa y el Dr. Moreno Cañas. La famosa lotería no la ganó Don Solón, fue un premio para toda Costa Rica, ¿qué habríamos hecho sin él? Al volver, dejó el ejercicio privado de la Medicina para dedicarse a mejorar las condiciones de vida de sus compatriotas. Conocía la desnutrición de los niños, las parasitosis, vivió la pobreza de la niñez costarricense como maestro. Fundó las Colonias de Verano para niños desnutridos, donde durante 3 meses se recuperaban. Con la Fundación Rockefeller logró programas efectivos contra la anquilostomiasis.

Educaba a los costarricenses mediante publicaciones, a nivel de paciente, sobre infecciones y parasitosis: escarlatina, tosferina, rubéola, malaria. Creó el Código Sanitario.Su espíritu de maestro lo hacía insistir en inculcar buenos hábitos de higiene a los escolares.

En sus múltiples períodos como Ministro de Salubridad siempre destinaba dinero para leche para los escolares y fue gran promotor de la lactancia materna. Siempre tenía en su mente a los niños pobres y también a los adolescentes, implementó la educación sexual para los varones de secundaria. Luchó contra la tuberculosis y contra las enfermedades venéreas. Creó el preventorio de Coronado para niños con tuberculosis para que no los llevaran a las Colonias de Verano y contagiaran a los desnutridos.

Si viviera ahora, creo sería el abanderado en la lucha contra el SIDA.

Ese amor por los niños lo hizo un excelente padre y abuelo, siempre tuvo tiempo para la familia, a pesar de su fructífera vida profesional.

A pesar de su aspecto serio, tenía un excelente sentido del humor. Tiene un escrito donde menciona que existen personas a quienes les gusta hurgar en la vida de los demás y uno de ellos escribió que el puesto más alto que él había tenido era el de Ministro de Estado y que no era así. En una larga historia, cuenta sus aventuras como encargado de bajar la barra del fuelle del órgano de la iglesia de Desamparados. Como era pequeño trató de colgarse y los pies no le llegaban al suelo, describe las maniobras simiescas que intentó sin resultados, hasta que decidió montarse a caballo en la barra y así el fuelle funcionaba y el órgano que tocaba su tío no se quedaba mudo. Este es el puesto que refiere le fue conferido por nepotismo y es el que consideraba fue el más alto que desempeñó.

En un homenaje que le rindió el Colegio de Médicos y Cirujanos, siendo presidente el Dr.Trejos Escalante, lo describe como "Hombre modesto en su temperamento, brillante en la trayectoria de su larga vida, médico a quien correspondió como a ningún otro en la historia de Costa Rica, sembrar la simientes más fecundas y formar la bases más sólidas sobre las que se ha levantado nuestra medicina sanitaria".