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Revista Costarricense de Salud Pública

Print version ISSN 1409-1429

Rev. costarric. salud pública vol.10 n.18-19 San José Jul. 2001

 

Porciones de alimentos de niños de 0 a 18 meses de familias de bajos ingresos del área urbana de San José, Costa Rica, 1989 - 1992
 
 
Lic. Yalile Marchena Acuña  1
M Sc. Patricia Sedó Masís 2

Resumen

En los primeros dos años de vida, el ser humano se encuentra en una etapa de acelerado crecimiento y madurez funcional, con necesidades energéticas y nutricionales altas, lo cual demanda una dieta de buena calidad nutricional. Además, en este periodo es donde precisamente se inicia el proceso de conformación de hábitos alimentarlos y la definición de lo que será el estilo de alimentación en la vida adulta.

Uno de los aspectos más importantes de la caracterización de la dieta es la determinación de la cantidad usualmente servida de alimento. Esta cantidad está definida principalmente por los patrones culturales y la percepción del individuo acerca de la cantidad considerada como adecuada y óptima para satisfacer las necesidades nutricionales y de apetito.

El objetivo del presente trabajo es cuantificar el tamaño de porción servida de los alimentos más frecuentemente consumidos por niños de 0 a 18 meses pertenecientes a familias de escasos recursos económicos de la zona urbana.

Este trabajo forma parte de un proyecto longitudinal desarrollado durante el período Comprendido entre 1989 y 1992, en el cual se registró el tamaño de porción de alimentos servidos al infante por las personas encargadas de su cuidado y se contó con una muestra de 65 niños menores de dos años de vida.

Se presentan las cantidades promedio servidas por mes de edad y por grupo de alimentos que forman parte del patrón alimentarlo de los niños estudiados.

Palabras claves

alimentación infantil, porción, alimento.

Introducción

La caracterización de la dieta infantil en términos de tipo y cantidad de alimentos ofrecidos, ha sido una tarea ardua, dada la complejidad debido a las diferencias en la selección, preparación y consumo de alimentos a nivel de regiones, países, comunidades y familias.

La dieta, particularmente en la etapa infantil, juega un papel determinante en el crecimiento y desarrollo del ser humano. Se ha demostrado que durante los dos primeros años de vida, el acelerado crecimiento demanda una cantidad de energía y nutrientes por kilogramo de peso corporal relativamente mayor, en comparación con otras etapas de la vida, en condiciones fisiológicamente normales (5 ).

Son múltiples los factores determinantes de la calidad de la dieta, entre los que se destacan la cultura, el contexto social, la condición económica, la disponibilidad de alimentos y los hábitos alimentarlos. De acuerdo con Carmuega y O'Donnell ( 2 ), la selección y preparación de los alimentos que consumen los niños, depende íntimamente de las decisiones de los padres y cuidadores, lo cual a su vez responde a un patrón cultural de alimentación que se transmite de generación en generación.

Al analizar el estilo de cuidado infantil en relación con la alimentación familiar es importante considerar los principales aspectos que podrían tipificar la dieta del infante.

De acuerdo con Carmuega y O'Donnell (2 ), una adecuada nutrición en la etapa infantil está directamente relacionada con el momento de iniciación de la lactancia natural y la duración de la lactancia materna exclusiva, la cual, según la Organización Mundial de la Salud, debe mantenerse al menos durante los seis primeros meses de vida.

Otro de los aspectos claves en la alimentación infantil es la edad de introducción de alimentos semisólidos. En este sentido, interesa no sólo los tipos de alimentos incluídos, sino, además, la cantidad, la densidad nutricional de los alimentos, la frecuencia de consumo diaria, entre otras situaciones que afectan positiva o negativamente la calidad nutricional de la dieta y, por ende, la nutrición del infante (1 ,2 ).

Por lo tanto, la transición de una dieta basada exclusivamente en leche materna a leche materna complementada con alimentos semisólidos es sumamente importante. En la complementación dietética es necesario tomar en cuenta los tipos de alimentos más nutritivos y recomendados en la dieta infantil, así como las cantidades óptimas y el horario de administración que le permita al infante sentirse satisfecho (5 ,12 ).

Para O'Donnell y Carmuega ( 2 ), el papel que cumplen los alimentos como elementos "complementarios" a la leche materna, es muy importante no sólo como fuentes de nutrientes esenciales para el primer año de vida, sino que, además, son básicos como estimuladores de aprendizaje acerca de los distintos sabores, texturas, formas, olores que proporcionan los alimentos. Estas sensaciones que se experimentan de forma gradual y cuyo proceso concluye con la incorporación definitiva del niño a la mesa familiar, le permitirán moldear su propio estilo de alimentación (12 ).

La cantidad de alimento servida por la madre depende en gran medida de los patrones familiares o recomendaciones del personal de salud, los cuales se basan, en gran medida, en la percepción e interpretación que el adulto hace del grado de aceptación o rechazo del alimento por parte del niño.

Diversos estudios han demostrado que la densidad energética de la dieta es uno de los principales factores que permiten al niño controlar la cantidad de alimento consumido. A medida que el niño comienza a socializarse y a incorporar los modelos de alimentación de su cultura, deja de comer exclusivamente en respuesta a estímulos fisiológicos y convenzan a intervenir señales ambientales y sociales en el deseo de comer, la selección y cantidad consumida (1 ,2 , 4 ).

En Costa Rica desde hace varias décadas se viene estudiando el patrón alimentarlo infantil, considerando los conocimientos, actitudes y prácticas en relación con lactancia materna, destete y ablactación (3 , 4 , 5 , 8 , 9 , 11 ). Sin embargo, no se dispone de datos publicados en relación con el tamaño de porción de alimentos comunes en la dieta infantil.

El objetivo de este trabajo es cuantificar el tamaño de porción servida de alimentos más frecuentemente consumidos por niños de 0 a 18 meses de edad pertenecientes a familias de bajos ingresos del área urbana de San José de Costa Rica, información recolectada en el período comprendido entre 1989 y 1992.

A excepción de la leche u otros líquidos, la cuantificación de los alimentos es difícil de estimar, dado que los padres o cuidadores tienden a subestimar aquellos alimentos que ofrecen en muy poca cantidad, de forma ocasional o que en el primer intento el niño rechaza.

Por lo tanto, la información proporcionada en este estudio es de gran utilidad, dado que se toma en cuenta alimentos usualmente consumidos por los niños en los primeros dieciocho meses de vida.

Materiales y métodos

Este estudio forma parte del trabajo final de graduación denominado "Caracterización del patrón alimentarlo de niños de 0 a 18 meses pertenecientes a familias de bajos ingresos económicos del área urbana de San José" ( 6 ), el cual a su vez pertenece al proyecto de investigación denominado "Efectos de las prácticas de alimentación y destete en el estatus de hierro y crecimiento de infantes de familias de bajos ingresos de la zona urbana de Costa Rica", para lo que se visitaron 113 niños en los primeros dieciocho meses de vida.

Los criterios de selección de la muestra fueron la participación voluntaria de la madre, que tuviera uno o dos hijos, incluyendo el niño en estudio, edad gestacional a término, peso al nacer mayor de 2500 gramos y familias con ingresos dos veces menor al costo de la canasta básica de 1989.

Para el análisis del tamaño de porción de alimentos se tomó una muestra de 67 niños a quienes se visitó a las dos semanas de nacidos, al mes, dos, tres, cuatro, seis, ocho, diez, doce y dieciocho meses de vida. En cada visita se realizó un recordatorio de 24 horas y, con la participación de la persona encargada del cuidado infantil, se recolectó la información correspondiente a la cantidad aproximada de alimento servida (porción). Se hizo pesaje directo de los alimentos disponibles en la casa en el momento de la recolección de los datos. Cuando no se tenía el alimento disponible, se utilizaron alimentos similares o se estimó la cantidad usando medidas caseras, para luego reproducir el peso en el laboratorio.

Los alimentos reportados son aquellos diferentes a la leche materna, definidos como parte del patrón alimentarlo. Para efectos de este estudio se definió el patrón alimentarlo como aquél compuesto por alimentos presentes en el 25% o más de los niños estudiados por grupo de edad.

Para el análisis de la información se utilizó el programa Epilnfo versión 6.0.

Resultados

La información sobre porciones se presenta por grupo de edad, de acuerdo con las visitas realizadas. Como es de esperar, durante el primer trimestre, la variedad de alimentos es limitada, y aparte de la leche, predominan los alimentos líquidos de poco valor nutritivo, como los tés de hierbas.

A los quince días de vida, figura el té de hierbas con una porción promedio de 52.02 ± 40.39 ml. Al mes de edad, la porción de té equivale a 105 ± 54.1 ml.

En el Cuadro 1 se describe el tamaño de porción servida de alimentos comunes en la dieta durante el primer semestre de vida. Durante este periodo la dieta se caracterizó por ser limitada en alimentos semisólidos.

Es importante resaltar el uso de colado industrial, el cual forma parte del patrón alimentarlo en el segundo (32.0 ± 47.9g), tercer (65.9 ± 33.3g) y cuarto mes (64.0 ± 39.5g), lo cual corresponde a porciones relativamente grandes, si se toma en consideración que a estas edades deberían consumir solo leche materna, y es hasta después de los seis meses cuando inicia el proceso de ablactación (10 ).

Para el segundo semestre de vida es mayor la variedad de alimentos proporcionada, así como la cantidad de alimento ofrecida.

Después de los seis meses de edad se presenta una mayor variedad de alimentos, con menor presencia de alimentos líquidos y la introducción de alimentos nuevos tales como el huevo, la carne, el café, el arroz y el pan, entre otros (ver Cuadro 2 ).

Las cantidades reportadas para los diferentes grupos de edad indican que en este periodo de la vida, la leche, por excelencia, es el alimento de mayor consumo, con una porción a los doce meses de edad correspondiente a un vaso (240 ml).

Discusión

Las cantidades de alimentos servidas dependen en gran medida del tipo de alimento de que se trate, principalmente si éste se sirve solo o combinado con otros alimentos.

La presencia de té de hierbas y aguas de cereales, como el agua de arroz, en los primeros meses de vida, coincide con otros estudios realizados (3 ,4 ,6 ,11 ). Las porciones ofrecidas a niños menores de cuatro meses, con cantidades cercanas a los 100 ml son relativamente altas, si se toma en cuenta que en este período de vida la capacidad gástrica es pequeña y se requiere consumir alimentos con alta densidad nutricional, en este caso leche materna. Posiblemente, estos tés compiten con la leche materna, desestimulando el proceso de lactancia y favoreciendo un destete temprano, el cual ha sido evidenciado en otros estudios realizados con población infantil (8 ).

Es importante resaltar la ausencia de las leguminosas en la dieta infantil, únicamente el caldo de frijol es el producto más consumido, y forma parte del patrón a partir del sexto mes de edad. El nulo o muy bajo consumo de frijoles coincide con otro estudio realizado con niños de zona urbana, en el cual se determinó que las. leguminosas no formaban parte del patrón de alimentación durante el primer año de vida (4 ).

A los dieciocho meses de edad, los grupos de alimentos registrados muestran una variedad limitada de alimentos, lo cual posiblemente influirá en la determinación del patrón de alimentación infantil después de los dos años de edad.

Es necesario continuar con estudios que lleven a establecer porciones de alimentos ajustadas a las recomendaciones nutricionales infantiles y a la disponibilidad y hábitos alimentarlos del costarricense, presentando la información tanto en peso neto, como en medidas caseras, lo cual facilite el establecimiento de la cantidad de alimento por tiempo de comida.

Además de presentar la cantidad promedio de ciertos alimentos comunes en la dieta infantil, este estudio demuestra que, a pesar de los esfuerzos del sector salud por promover un mayor periodo de lactancia materna y evitar la introducción temprana de alimentos diferentes a la leche materna, las prácticas demuestran lo contrario. Lo anterior debe estimular para replantear las estrategias educativas hasta ahora seguidas, para promover verdaderos cambios en el estilo de alimentación infantil, lo cual redunde en una mejor calidad de vida de los más pequeños.

Bibliografía

1. Carmuega E., y O'Donnell A. (1 998). "La calidad de la dieta en los primeros años de vida". En: Hoy y mañana. Salud y calidad de vida de la niñez argentina. Argentina: Centro de Estudios sobre Nutrición Infantil CESNI p. 157-194.         [ Links ]

2. Carmuega E., O'Donnell A. "La alimentación complementaria: Bases científicas para el consejo alimentario durante los trascendentes primeros dos años de la vida". Bol.CESNI vol.7. nov. 1998.         [ Links ]

3. Castillo F., et al. (1994). Conocimientos y prácticas de las madres y del personal de salud en la Gran Area Metropolitana y el contenido de los mensajes transmitidos por los medios de comunicación sobre lactancia humana y ablactación. Tesis de Licenciatura en Nutrición, Escuela de Nutrición, Universidad de Costa Rica.         [ Links ]

4. Chanto, S., Umaña, J. (1997). Perfil de la alimentación de un grupo de infantes del área urbana metropolitana de Costa Rica. Tesis de Licenciatura en Nutrición, Escuela de Nutrición, Universidad de Costa Rica.         [ Links ]

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6. Marchena Y. 1999. Caracterización del patrón alimentarlo de niños de 0 a 18 meses pertenecientes a familias de bajos ingresos económicos del área urbana de San José. Tesis de Licenciatura en Nutrición, Escuela de Nutrición, Universidad de Costa Rica.         [ Links ]

7. Mohs, E., y Morice, A. (1989). Prácticas familiares y de salud pública que influyen en la lactancia materna y la salud infantil. Rev. Méd. HNN. 1,2 (24):49-56.         [ Links ]

8. Muñoz,L., Frongillo, E., Habitch, J. (1992). Breastfeeding and weaning in Costa Rica. A transitional society. En: Mechanisms regulating lactation and infant nutrient utilization. Cap. 35, p. 425-430.         [ Links ]

9. O'Donnell A., Carmuega E. "Recomendaciones para la alimentación de niños normales menores de 6 años". Publicación Cesni #12, 1992.         [ Links ]

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11. Robertson, A. (1995). Conocimientos, actitudes y prácticas de las madres en relación con alimentos fuentes de hierro en la dieta de los niños menores de tres años en el área rural y urbana de la provincia de San José. Tesis de Licenciatura en Nutrición, Escuela de Nutrición, Universidad de Costa Rica.         [ Links ]

12. Sullivan, S. y Birch, L. (1994). Experiencia dietética en lactantes con la introducción de alimentos sólidos. Pediatrics 93(2).         [ Links ]

 
1 Nutricionista, Colegio Internacional SEK.
E-mail: yalmarac@hotmail.com

2 Profesor Asociada
Escuela de Nutrición, Universidad de Costa Rica, Ciudad de Investigación, Finca 2.
E-mail: psedo@cariari.ucr.ac.cr

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