SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.7 issue13Calidad sanitaria de las aguas de playa en Costa Rica: comparación entre los períodos 1986 - 1987 y 1996 - 1997Aporte de la epidemiología al trabajo rector de los niveles locales de salud author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

Related links

  • Have no similar articlesSimilars in SciELO

Share


Revista Costarricense de Salud Pública

Print version ISSN 1409-1429

Rev. costarric. salud pública vol.7 n.13 San José Dec. 1998

 

Revisión conceptual y comportamiento del embarazo en la adolescencia en Costa Rica,
con énfasis en comunidades urbanas pobres
 
 
M.Sc Hilda Patricia Núñez Rivas1,  M.Sc Ana Rojas Chavarría2

 
Resumen

La presente investigación se ha estructurado de acuerdo con las tendencias presentes en las temáticas más frecuentemente desarrolladas en estudios sobre embarazo en la adolescencia en Costa Rica, y no según un orden de simple exposición cronológica. Es decir, se le ha dado un tratamiento más global a la información científica encontrada, con el fin de poder sistematizar la producción de conocimientos, determinar vacíos en éstos y precisar lineamientos teóricos y metodológicos que proporcionen insumos para el diseño de políticas de prevención y atención del embarazo en la adolescencia en Costa Rica. Esta revisión exhaustiva de fuentes secundarias es complementada con información proveniente de fuentes primarias del nivel local. Para ello, se recurrió a aplicar una encuesta y desarrollar grupos focales con población adolescente mixta proveniente de un área urbana marginal.

La revisión bibliográfica abarca el período comprendido entre 1987 y 1997, aunque en Costa Rica se encuentran referencias que datan desde 1970. No obstante, es a mediados de la década de los 80, cuando comienzan a surgir estudios con mayor énfasis sobre la problemática de la población adolescente y en particular sobre el embarazo en la adolescencia. En ese sentido y de manera general, los estudios revisados, coinciden en que el embarazo en la adolescencia es un fenómeno muy complejo que requiere de una atención pronta e integral, fundamentalmente en aquellas comunidades pobres, fueran éstas urbanas o rurales. Además, la mayoría de ellos, enfatizan en la urgencia de establecer políticas y estrategias a nivel local, las cuales deben ser diseñadas desde una perspectiva integral e intersectorial.

 
Introducción

Esta investigación abarca un conjunto diverso de estudios sobre la sexualidad y la salud reproductiva de los adolescentes, en particular relacionados con el embarazo en la adolescencia.

En el campo de la sexualidad, las temáticas han ido variando así como el nivel de reflexión sobre la comprensión de los fenómenos relacionados con este grupo poblacional. Es decir, en un inicio, se requería de información más global sobre el comportamiento de las adolescentes en el campo de la fecundidad, edad de la menarquia y primera relación sexual, anticoncepción, maternidad, control prenatal, parto, lactancia materna, entre otros aspectos. Esto es comprensible, ya que se desconocían, por parte de las autoridades gubernamentales y en los institutos de investigación universitarios, muchas de las características de este grupo.

La influencia de los enfoques teóricos utilizados en distintos momentos, permearon sustancialmente, el abordaje del conocimiento sobre la salud reproductiva y embarazo en la adolescencia. Se tiene así, una tendencia hacia estudios que abordan la temática desde una perspectiva materno-infantil, posteriormente más centrada en las políticas poblacionales, enfocadas en el control de la natalidad y la planificación familiar. Estos enfoques se ven claramente influenciados por una perspectiva biologista, más centrada en aspectos ginecobstétricos y clínicos, y también vinculadas a un interés demográfico. En este sentido, hay un esfuerzo por atender la problemática de la madre y el hijo pero por lo general en el período de gravidez y en función del bienestar del niño. Es decir, se restringe la sexualidad en función de la relación genital para la procreación, como la función básica de las mujeres; sus relaciones sociales y amorosas siempre están mediadas por la función procreadora (1).

Más recientemente los estudios han tendido a enfatizar sobre los derechos reproductivos de las mujeres, motivados por los aportes del movimiento feminista, presentados en los años 90 sobre las condiciones de las mujeres y, luego, con estudios, en esa misma línea pero reconociendo la ausencia en el tratamiento del tema de los aspectos relacionados con la población adolescente masculina. En ellos, se recomienda que en próximas investigaciones o intervenciones, se incluya a esta población y que las investigaciones se diseñen a partir de un enfoque de género.

También debe señalarse que la misma concepción sobre adolescencia ha sufrido importantes transformaciones que van desde una visión más anatomofisiológica y genética pasando por un tratamiento estadístico de la misma, y fundamentalmente delimitada por etapas, según edad cronológica y maduración biológica. Así se encuentran estudios que interpretan sus resultados a la luz de clasificaciones dadas de acuerdo con la adolescencia temprana, media y tardía. Hasta llegar a investigaciones que incorporan un nivel de reflexión más profundo ligado a aspectos culturales, sociales, económicos, de género, de contexto, de necesidades y derechos.

En donde la adolescencia se entiende como una categoría eminentemente social, sujeta a un determinado contexto histórico y a un espacio físico particular (2,3).

En ese mismo sentido, las estrategias metodológicas más recientemente utilizadas, están diseñadas de tal manera, que rescatan los aspectos singulares, en forma más participativa, en donde los adolescentes cumplen una función más de sujetos activos dentro de la investigación que meros objetos de éstas.
 
 
Materiales y métodos

 
El trabajo, consistió en identificar y analizar entre diciembre de 1997 y marzo de 1998, las diversas fuentes de información que existen sobre la temática de embarazo en la adolescencia en Costa Rica, desarrolladas entre 1987 y 1997, tales como: investigaciones, registros, encuestas nacionales (estadísticas vitales, encuestas de fecundidad y salud reproductiva), así como experiencias particulares realizadas en el ámbito local por diferentes actores sociales.

El análisis de estas fuentes se realizó considerando los siguientes aspectos: a) Objetivos de las investigaciones. b) Descripción de la población sujeto de estudio. c) Naturaleza de la investigación, clasificándola en áreas de estudios predominantes como la biológica, sicológica, sociocultural, educativa, entre otras. d) Enfoque teórico y metodológico utilizado. e) Usuarios de la información. f) En particular, con el análisis de registros y encuestas nacionales, se tomó en cuenta las variables sociodemográficas e indicadores de salud, tales como: estructura de la población, sexo y edad, estado conyugal, zona geográfica, edad de la primera relación sexual, uso de métodos anticonceptivos, prevalencia y tasas específicas por edad de: fecundidad, embarazo, entre otros aspectos.

Además, para complementar el análisis, se tomó en cuenta la opinión de adolescentes de Rincón Grande de Pavas (mediante la realización de grupos focales), como informantes claves sobre la situación del embarazo en la adolescencia a nivel particular, de su comunidad y en general del país.
 
 
Resultados

 
A.   Aspectos relacionados con la fecundidad de la población adolescente.
 
En Costa Rica, la fecundidad adolescente no es un fenómeno homogéneo. Esto se refleja en las diferencias encontradas por nivel educacional, nivel socioeconómico y residencia rural o urbana en mujeres entre 15 y 19 años. Bajos niveles educativo y socioeconómico, aunado a residir en zona rural, son los más fuertes predictores de una elevada fecundidad de las mujeres adolescentes (4,5).

Además, en este país se ha observado una disminución leve en el número medio de hijos nacidos vivos, en todos los rangos de edad, como muestran los siguientes datos: las mujeres de 15 a 19 años de edad tenían 0.19 hijos en 1986 y en 1993 esa cifra baja a 0.17. El grupo de 20 a 24 años, tenía en 1986 0.94 hijos y en 1993, bajó a 0.93 (6).

La prevalencia de embarazo a nivel nacional es de 20%. En un estudio reciente sobre salud reproductiva con 205 adolescentes procedentes de una zona urbana marginal, se encontró que la prevalencia de embarazo en la adolescencia es de 27,8% (30), esto corresponde a 11 adolescentes embarazadas y a 19 mujeres adolescentes con hijos (7).

A pesar de que en Costa Rica, el 97% de estos nacimientos ocurren en los hospitales públicos, se ha detectado que el control prenatal, el examen de papanicolau y el control de Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS), se llevan a cabo tardíamente o no se realizan (8,9,10).

Según los datos obtenidos de los Grupos Focales sobre embarazo en la adolescencia en Rincón Grande de Pavas (Marzo de 1998), las participantes expresaron que habían asistido por primera vez a control prenatal cuando habían cumplido entre 5 y 8 meses de gestación (11). En el estudio realizado con una muestra de 205 adolescentes (108 mujeres y 97 varones), de una zona urbana marginal, se encontró que el 30% no recibió control prenatal y el 17% acudió durante el primer o segundo semestre de embarazo, se añade que el 27% recibió de 4 a 6 veces atención médica y sólo el 14% más de 6 veces (12).

Esta situación ocurre más frecuentemente en madres adolescentes que no están casadas o unidas o en las solteras que no cuentan con apoyo familiar. Ello se podría justificar en que algunos estudios han observado en las adolescentes un desarrollo precario, desde el punto de vista psicosocial previo al embarazo. Esta deficiencia las induce a buscar los afectos en ámbitos extrafamiliares(13).

También, se destaca que la mayoría de las madres adolescentes, de cualquier grupo social, poseen un estado conyugal de soltería. En un estudio realizado en 1990 se encontró que la tenencia de madre y hermanas solteras con historia de embarazo temprano, se presenta muy frecuentemente entre las madres adolescentes (14, 15).

Este último aspecto (el estado de conyugalidad), rompe con un estereotipo sobre el embarazo dado dentro del matrimonio, el cual ha sido sinónimo de estatus social y de normalidad. Situación que se corrobora con los resultados de las dos anteriores investigaciones arriba citadas (16, 17). En el caso de Rincón Grande, tanto las mujeres como los hombres adolescentes participantes, estuvieron de acuerdo en que cuando se produce un embarazo, los estados conyugales de casada o de soltería, no son relevantes para continuar la relación de pareja y, menos aún, para convivir bajo un mismo techo.

Por el contrario, se expresaron, en su gran mayoría, que el "continuar solteros, pero siguiendo la relación de noviazgo, era más seguro y conveniente para evitar incurrir en un fracaso, ya fuera éste conviviendo bajo una mala relación de pareja o llegando a cometer pecado por causa de divorcio". Esto podría estar simbolizando varias situaciones.

Por un lado, el estado conyugal de soltería les permite actuar con mayor libertad, trayendo consigo una forma de expresión y posibles nuevos estilos de convivencia entre la población de jóvenes, en donde el matrimonio no es una prioridad para llenar las expectativas de vida en pareja. Asimismo, algunos estudiosos del tema, han hecho referencia a que de todos modos, la edad del matrimonio se está postergando (18). Tal situación pone en cuestión el desarrollo de la vida sexual de las personas adolescentes, en términos de qué hacer, frente a los mensajes de censura que la sociedad emite con respecto a las relaciones sexuales genitales y la realidad que muestra - en algunos grupos de adolescentes - una vida sexual activa. Y, además, pareciera que la misma sociedad pasa por alto el desarrollo biológico natural de la sexualidad humana.

Por otro lado, se podría atribuir que las mujeres estén manifestando una actitud de defensa hacia la paternidad irresponsable. Según las estadísticas vitales de Costa Rica de 1995, existe un aumento de la declaratoria de padre desconocido en los certificados de nacimientos, pasando éstos de 23.7% en 1993 a 25.8% en 1995 (19) (véase anexo 1).

Además, según lo indica la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples, para 1990 en Costa Rica, las adolescentes tuvieron más hijos fuera del matrimonio en comparación con las mujeres de otras edades (20). No obstante en el grupo de 15 a 19 años, que concentra la mayoría de los nacimientos entre adolescentes, el aumento no ha sido importante.

Desde ese punto de vista estadístico, el embarazo y la maternidad adolescente se ha magnificado en este país. Por ejemplo, los medios de comunicación masiva, resaltan las cifras de partos ocurridos entre las primíparas adolescentes (80%) como reflejo de un problema de salud pública importante, sin embargo, la tendencia en Costa Rica se ha caracterizado por mantener esas cifras (21).
 
 
B. Comportamiento de la población adolescente con respecto al uso de métodos anticonceptivos

Los estudios señalan que, tanto el conocimiento sobre la existencia de los métodos y los lugares donde obtenerlos, presentan porcentajes muy aceptables por parte de la población adolescente. No obstante, existe un divorcio entre este conocimiento y el uso efectivo de los mismos.

En este caso, es notoria la mediación de factores de género, sociales y culturales en cuanto a la actitud asumida por el adolescente frente a su uso, no sólo en el momento de la primera relación sexual, sino en los posteriores encuentros, esto sin importar la condición conyugal.

En Costa Rica, se ha elevado el uso de métodos anticonceptivos entre las mujeres de 15 a 24 años durante la primera relación sexual, pasando de un 22.2% en 1991 a 31% en 1993 (22). Además el 79% de las mujeres de 15 a 19 años han tenido alguna experiencia anticonceptiva (23); y es interesante señalar que el conocimiento y el uso de los métodos anticonceptivos han ido aumentando de generación en generación (24).

Con respecto a las personas adolescentes que no usan métodos anticonceptivos, algunos estudios arrojan información sobre las razones que tienen para no mantener esa práctica durante la primera relación sexual. Entre esas razones se pueden citar las siguientes: no habían planeado tener relaciones sexuales, no sabían sobre anticoncepción y deseaban el embarazo (25, 26).

Estas razones prevalecen en las respuestas dadas por los adolescentes en estudios más recientes. En el estudio con 205 adolescentes costarricenses, procedentes de una zona urbana marginal, se encontró que el 78% de las mujeres y el 82% de los hombres, no utilizaron ningún método anticonceptivo en la primera relación sexual. Los motivos en orden de prioridad para justificar esa práctica fueron los siguientes: que las relaciones sexuales se dan en circunstancias repentinas, no planificadas; que se confía y delega la responsabilidad en la pareja; además de que "al emocionarse" no se piensa en la ocurrencia de un embarazo (27).

Respuestas similares se hallaron en el estudio de Rincón Grande (28) y debe agregarse que algunos expresaron interés por tener un hijo, o porque consideran que algunos métodos anticonceptivos no son para jóvenes; en otras de las respuestas, se constata que la responsabilidad de la planificación, recae sobre las mujeres y esto se agrava con el hecho de que existe inseguridad por parte de ellas, en cuanto al uso de los mismos, ya sea por miedo a ser descubiertas que son sexualmente activas o por razones asociadas con la infertilidad.

Al respecto, Krauskopf (29) señala que se hace necesario la explicitación del uso de los métodos anticonceptivos, la facilitación de su acceso, la consideración de los patrones irregulares de utilización y las diferencias de socialización entre varones y mujeres, que dificultan los acuerdos por el cuidado mutuo.

Por otro lado, si se compara el porcentaje de inicio temprano de la actividad sexual de las adolescentes en las encuestas: Primera Encuesta Nacional sobre el SIDA (1990) (30), Encuesta Nacional de Salud Reproductiva de Adultos Jóvenes (1991) (31), y la Encuesta Nacional de Salud Reproductiva (1993) (32), se aprecia una tendencia en el aumento de la edad para tener la primera relación sexual.

Esto podría estar obedeciendo, según Krauskopf (33), a que las adolescentes cuentan con mayor información, educación y capacidad de autoconducción. Esa tendencia se ignora en los hombres y se desconoce su comportamiento, en los diferentes estratos socioeconómicos y ubicación geográfica, rural o urbano. Esta situación se contrapone con lo encontrado en otros estudios, en los que se afirma que los adolescentes inician, cada vez más temprano, las relaciones sexuales pero coinciden en que, cuando los hacen, la mayoría no utiliza métodos anticonceptivos (34, 35).

También, según los resultados obtenidos en el estudio sobre prácticas de salud reproductiva con 205 adolescentes de Finca San Juan (36), se encontró que 41 mujeres (38%) y 38 hombres (39%) tenían un vida sexual activa; de esta población, el 44% de las mujeres y el 66% de los hombres tuvieron su primera relación sexual entre los 10 y 14 años.

 
C.  La perspectiva de género en la temática del embarazo en la adolescencia
 
En los estudios revisados, el "género" se concibe como un término que puede usarse para categorizar las distintas funciones que desempeñan los hombres y las mujeres, según lo determina la sociedad en la que viven. El sexo de la persona -la diferencia biológica entre le hombre y la mujer- determina el estado de salud reproductiva y las necesidades en materia de salud reproductiva, pero las perspectivas de género también desempeñan una función.

En el caso de Costa Rica, las personas adolescentes repudian y condenan el libertinaje sexual y el machismo, a pesar de que acepten comportarse como tales. Además, sostienen que el no tener relaciones sexuales es un valor y no un método, mientras que algunos adolescentes, ven el sexo como algo interesante y divertido; otros, en relación con lo prohibido, peligroso por las enfermedades y la posibilidad de tener hijos (37).

Se han descrito diferencias en la forma en que las muchachas y los muchachos perciben sus funciones de género (38) y los efectos que estas funciones tienen en la salud reproductiva.

Por ejemplo, las mujeres adolescentes tienden a emparejarse con hombres mayores (39), debido a la socialización en género que la induce a necesitar la protección y figuras de autoridad. En el estudio de Rincón Grande (1998), esta situación es reincidente entre las participantes del grupo focal, ya que en su totalidad (9 mujeres) tuvieron su primera relación sexual con hombres mayores que ellas, con los cuales mantenían una relación de noviazgo o de unión. Las diferencias de edades oscilan entre uno y once años. En cuanto a los hombres, tuvieron su primera relación sexual con una conocida (bajo una situación circunstancial o de oportunidad), y también las mujeres fueron de edades mayores (véase anexo 2).

Asimismo, en una encuesta efectuada entre más de 100 trabajadores de fábrica de Tailandia, de 15 a 24 años de edad, se encontró que la mayoría de los hombres dijeron que para ellos las relaciones prematrimoniales eran aceptables, que se esperaba que las tuvieran, que la primera relación sexual tenía lugar con una prostituta y que los muchachos que todavía no habían tenido relaciones sexuales eran ridiculizados por sus compañeros. Las muchachas dijeron que las relaciones sexuales prematrimoniales eran inaceptables para las mujeres "respetables" y que podían dañar la reputación de la familia. Los muchachos consideraban que la anticoncepción estaba a cargo de la mujer, pero las muchachas afirmaron que no considerarían buscar o pedir anticonceptivos por miedo de que se pensara que tenían relaciones sexuales (40).

Esta misma situación se presenta en una zona urbana de Costa Rica. La autora de este estudio recalca, que el uso de la Clínicas de Planificación Familiar, está asociado por las adolescentes con el hecho de tener una familia, lo cual se constituye en una barrera para aquellas mujeres adolescentes solteras y que no desean tener hijos (41).

Por otro lado, las normas de género pueden hacer que las muchachas corran el riesgo de violencia sexual, incluida la violación y la violencia en el hogar. En Costa Rica, el Patronato Nacional de la Infancia señala que en 1994, del total de casos de abuso sexual en contra de menores atendidos en esta institución, el 75% correspondió a niñas y el 25% a niños, siendo el de mayor frecuencia el incesto y la violación por parte del padre biológico, padrasto, tío o cuñado (42).

El peso de la cultura patriarcal incide fuertemente en las prácticas y actitudes de tenencia de relaciones sexuales, en forma diferenciada entre los varones y mujeres adolescentes. Características que se presentan desde muy temprana edad. Por ejemplo, en un estudio realizado en una zona urbana marginal de Costa Rica, se pudo observar en adolescentes menores de 14 años, esquemas de pensamientos machistas que restringen las funciones de las mujeres, a un plano meramente doméstico y de reproducción biológica (43).

En Costa Rica, por ejemplo, algunos de los adolescentes consultados (44) señalan categóricamente que la virginidad de la mujer es más valorada que la del hombre, ya que la mujer es mayormente criticada, pierde su reputación, se le utiliza y deshonra a su familia. También se ha encontrado que existen diferencias de género con relación al proyecto de vida de las adolescentes. Los estudios han coincidido, en general, que las adolescentes piensan dedicarse a su hogar y a tener hijos, siendo este comportamiento parte de los roles aceptados socialmente para las mujeres (45).
 
 
D.  La educación y el embarazo en la adolescencia

En muchas sociedades se valora más a los hombres que a las mujeres. Desde la infancia, es posible que las mujeres reciban menos alimentos que los hombres, menos atención médica cuando están enfermas y menos acceso a la educación formal.

Con respecto a este último aspecto, en Finca San Juan (46), se encontró que el 60% de la población adolescente estudia, pero en su mayoría son hombres. El 63% de éstos estudian contra un 56% de las mujeres. Cabe señalar que, es esta población, la escolaridad promedio es de quinto grado de la escuela primaria; sólo un hombre terminó la secundaria y cursa primer año de universidad. Además, se encontró que, conforme aumenta la escolaridad familiar, aumenta la escolaridad del adolescente y que la condición de trabajo es significativa para que esta población no estudie.

Las iniquidades con respecto al acceso a la educación se profundizan entre aquellas mujeres insertas en el sistema educativo formal, y que quedan embarazadas. En Costa Rica, un embarazo no planificado puede ser motivo de expulsión de la escuela (47), generando mayores dificultades en la obtención de un trabajo futuro, bien remunerado.

A nivel internacional, por lo menos en nueve países de Africa al sur del Sahara, se expulsa temporal o permanentemente de la escuela a las muchachas que quedan embarazadas, pero no se adoptan medidas con respecto a la paternidad de los progenitores (48).

A pesar de que situaciones como éstas, se presentan en Costa Rica, algunos estudios sobre el embarazo en la adolescencia, han evidenciado que el embarazo en la adolescencia se está dando en mujeres que no se encontraban dentro del sistema educativo formal.

Al respecto, un estudio realizado en una zona urbana marginal de Costa Rica en 1997, con 65 adolescentes embarazadas, encontró que la mayoría de ellas (76.6%), habían dejado de estudiar con 1 ó 2 años de anticipación al embarazo, siendo que, un 11.6% estudió hasta que ocurrió el embarazo, el 6.6%, continuó sus estudios una vez embarazada y el 5% lo hizo hasta que nació el hijo (49). Otro estudio realizado con 9 mujeres adolescentes embarazadas y 2 de sus compañeros, encontró que las 9 mujeres habían dejado de estudiar con 2.4 años promedio, antes de que ocurriera el embarazo, en este caso el rango de edad va desde uno a cinco años. A diferencia de las mujeres, los dos hombres participantes no interrumpieron las actividades educativas por motivo del embarazo (50).

En otros estudios realizados. Las adolescentes buscaban la unión y se embarazaban, después de haber abandonado la escolaridad (51, 52, 53). Y, para 1994, en otro estudio realizado en el cantón Central de Limón se reafirma la tendencia de que las adolescentes se embarazan estando fuera del sistema educativo formal y del mercado de trabajo (54, 55).

Como anteriormente se ha señalado, existe evidencia de que por falta de información o la adquisición de conocimientos populares inadecuados y una mala interpretación de los científicos, puede ocasionar una distorsión en los adolescentes, con respecto a sus prácticas de salud reproductiva , que los conlleve a situaciones mórbidas e incluso a la muerte.

En Costa Rica, en una zona urbana marginal, 4 de 9 mujeres adolescentes desconocían la anticoncepción y 5 de ellas, no se imaginaban que se podía producir un embarazo al tener relaciones sexuales, y en el caso de los hombres, 1 de 2 no se imaginaba que podía darse un embarazo (56).

Por otro lado, sobre el tema de la abstinencia, cabe señalar lo encontrado en un estudio con 14 adolescentes costarricenses, (líderes juveniles) (57). Estos señalan que la mayoría de las personas adolescentes se relacionan con pares que tienen una vida sexual activa. No obstante, este comportamiento no es del todo bien visto por ellos, ya que el 82% manifiestan estar de acuerdo con la abstinencia y sólo un 18% mantienen indiferencia al respecto. Es importante señalar la contradicción presente entre el actuar de la población adolescente y lo que piensan que deberían hacer.
 
 
E.  Influencia de los medios de información en las prácticas de salud reproductiva.
 
En Costa Rica, el uso de los medios de comunicación masiva para transmitir mensajes preventivos sobre el embarazo y ETS, no ha sido muy utilizado. Varios de los estudios revisados, coinciden en que los adolescentes se ven altamente influenciados por estos medios, debido a que transmiten comportamientos y actitudes hacia las prácticas sexuales, que los adolescentes tratan de imitar y adoptarlos como modelos de vida (58, 59).

Esta situación se ve reflejada en un estudio realizado en la Región Metropolitana del Valle Central de Costa Rica, con una muestra de 400 personas (48.5% hombres y 51.5% mujeres), con edades entre los 15 y 25 años, en donde se encontró que los programas preferidos para las mujeres son las telenovelas, en las cuales, por lo general, las mujeres representan papeles y situaciones tradicionales, siendo éstas victimizadas y utilizadas como objetos desde el punto de vista sexual, mientras que para los hombres los programas preferidos son los musicales y las fábulas, los cuales también transmiten una serie de valores machistas y estereotipos sobre los comportamientos masculinos y femeninos que inciden directa e indirectamente en las prácticas sexuales entre los géneros (60).

Por otro lado, las personas adolescentes mencionan que reciben información sobre sexo, mediante otras fuentes, tales como: los amigos y la calle, el grupo familiar (cualquier estructura que sea), los centros educativos y los establecimientos de salud (61).

En el caso de la comunicación intrafamiliar, se establecen formas de comunicación distantes sobre los temas relacionados con la sexualidad, o bien, información que, más parece una orden sobre el cómo actuar, que una conversación o diálogo sobre estos temas que le brinden a los adolescentes, los recursos necesarios para que éstos puedan tomar la mejor decisión, con respecto a su vida sexual.

En el caso de los centros educativos, la información que se transmite a los adolescentes, está muy influenciada por los conceptos anatómicos y fisiológicos en torno a los órganos reproductores de ambos sexos, propios de la asignatura de ciencias. Esta situación hace que ello se perciba desde el punto de vista de los adolescentes como insuficiente para prepararlos en el campo de la sexualidad.

Es interesante señalar la información que arroja la Encuesta Nacional de Salud Reproductiva del 93, esta dice que un 90% de las mujeres están de acuerdo en que se imparta la planificación familiar en los colegios y un 85% aprueba que se incluya una amplia explicación y descripción de los métodos anticonceptivos. Al respecto, Krauskopf llama la atención a que en esta capacitación se incluyan a los adolescentes que se encuentran en los últimos años de educación primaria, ya que conforme aumenta el nivel educativo, la deserción del sistema educativo formal es mayor (62, 63).

Al respecto, un informe de la Organización Mundial de la Salud afirma que los adolescentes necesitan dos tipos de mensajes en los programas de educación sexual: mensaje para los que no han empezado a tener relaciones sexuales y mensajes para los que ya tienen relaciones sexuales. Así mismo, dado que algunos adolescentes empiezan a tener relaciones sexuales desde los 12 años, el informe recomienda que los programas estructurados de educación sexual comenzaran a impartirse mucho antes de esta edad, y que además de abocarse a reducir la incidencia de embarazos no planificados, también consideren formas de reducir la incidencia de relaciones sexuales sin protección, ya que los adolescentes que tienen coitos sin protección son vulnerables a las ETS y a los embarazos no planificados (64).

Estas conductas de riesgo se atribuyen también a la escasa e inadecuada educación sexual que poseen los padres; esto se explica por el hecho de que tampoco tuvieron ellos durante su proceso de crecimiento una adecuada instrucción (65).

Con respecto a los servicios de salud, el personal que brinda atención a la población adolescente interpone sus propios valores y prejuicios ante la actividad sexual. Esto es un factor determinante en la actitud de la adolescente hacia la aceptación y cuido del embarazo (66).
 
 
Discusión

El estudio y comprensión del embarazo en la adolescencia, en todas sus dimensiones (físicas, biológicas, psicológicas, sociales, culturales, genéricas, sexualidad, comunicación intrafamiliar y extra familiar, sistema educativo formal, sistema de salud, entre otros), requiere de un tratamiento global del fenómeno, con el fin de encontrarle respuestas integrales. Estas respuestas deben provenir desde los distintos sectores que conforman la sociedad en su conjunto, considerando a las familias y la propia población adolescente.

En la mayoría de los estudios, el fenómeno se visualiza como un problema social, ya sea a nivel grupal e individual, por las consecuencias de carácter múltiple que conlleva, fundamentalmente para las madres adolescentes. En ese sentido, las que se desenvuelven en comunidades pobres, se insertan en la sociedad arrastrando un conjunto de factores adversos, como lo son:

  • Una bajo nivel educativo. Por lo general, las mujeres adolescentes embarazadas han estado fuera del sistema educativo previo al período de gravidez. En su mayoría, lo hicieron para integrarse a las labores domésticas del hogar.
  • Las familias de origen de estas jóvenes, ubicadas en áreas urbanas, se encuentran en el sector informal del mercado de trabajo. A menudo son de tipo nuclear o matrifocales y el sostén económico está en manos de la madre y hermanos varones mayores.
  • Por lo general, existen antecedentes de embarazo en la adolescencia en la madre de la adolescente y en otras generaciones, dándose éste bajo un estado de soltería.
  • Algunos estudios de tipo psicosocial muestran que existe distanciamiento entre los cónyugues, mala comunicación entre los miembros de la familia, violencia y machismo, entre otros.
  • El machismo se presenta como un factor predictor del embarazo en la adolescencia; las relaciones son absolutamente dominantes, en donde el padre, padrastro y/o hermanos muestran una actitud celosa con respecto al trato de la adolescente , principalmente cuando se relaciona con otras personas, principalmente, si éstas son hombres.
  • Las relaciones autoritarias arriba citadas, predisponen una conducta de rebeldía por parte de la adolescente. Esto puede significar que la adolescente termine por apegarse a sus pares con más fuerza, y que las relaciones de noviazgo a edades tempranas cobren importancia en el comportamiento sexual de la adolescente, confundiendo el acto sexual con el afecto.
  • En las desiguales relaciones de poder, que se establecen cuando las adolescentes conviven en pareja, se fortalecen básicamente dos situaciones: por un lado, la mayoría de las nuevas madres adolescentes, generan una relación de dependencia económica - y probablemente emocional -, con el compañero. Y, por otro lado, a menudo se constata que este compañero o el progenitor del futuro bebé de la adolescente, es considerablemente mayor en edad.
  • A nivel individual, las madres adolescentes sufren rechazo de la sociedad y, en muchos de los casos, de las familias y del progenitor. Se enfrentan a un estrés provocado por la contradicción entre ser adolescente, querer asegurarse la compañía de un hombre y experimentar la maternidad en "carne propia" que, por lo general, se constituye en una fantasía, en la que buscan darle un sentido a sus vidas, a través de algo que les pertenezca y puedan ejercer su autoridad, quizás por primera vez.
  • Entre otras cosas, la construcción social que se elabora sobre la maternidad, hace que ésta se convierta en un eje fundamental de la realización personal de la mujer. Desde ese punto de vista, la mujer responde a una exigencia social, que transforma la maternidad, en un acto de fe y amor. Sin embargo, la maternidad adolescente se vive para muchas de las mujeres en medio de una alta dosis de ignorancia y rodeado, de creencias y valores considerados como naturales e influenciados por elementos mágico-religiosos, así como también en ausencia de metas de otro tipo, especialmente de carácter profesional o vocacional.
  • Para la población masculina adolescente y adulta, la información en los campos de la sexualidad y salud reproductiva es muy limitada, lo que no permite conocer la participación de estos dos grupos en la prevalencia del embarazo en la adolescencia.
  • Los estudios coinciden en que es necesario reconocer que la edad no es el principal factor de riesgo, para generar embarazos entre este grupo poblacional, sino que el conjunto de circunstancias económicas, afectivas, familiares y culturales ejercen la mayor influencia en la maternidad adolescente.
  • En este sentido, los estudios con población adolescente de zonas urbanas marginales, muestran que la edad de la primera relación sexual es mucho menor que la observada a nivel nacional.
  • La mayoría de los estudios que valoren el nivel educativo, concuerdan en que hay una tendencia a que el embarazo se retarda en mujeres con mayor nivel de escolaridad y que en el caso de que éste suceda, ya las adolescentes se encuentran fuera del sistema educativo formal.
  • Según algunos estudios, las políticas de prevención del embarazo en la adolescencia han tendido a excluir a los hombres, así como también a la familia, focalizando la atención en las adolescentes. En la distribución de responsabilidades, se asigna la totalidad de la carga de la prevención de los embarazos a las mujeres. Los hombres terminan siendo excluidos de toda o mayor parte de la responsabilidad, y la familia asume el control de las adolescentes, antes que su formación para un ejercicio autónomo y sano de la sexualidad.
  • En la mayoría de los estudios revisados, se han encontrado que a menudo las mujeres no pueden controlar cuándo van a tener relaciones sexuales y con quién. A raíz de ello, los programas que brindan atención a la población adolescente deben considerar las relaciones de género, para empoderar a las mujeres en ese sentido.
  • Entre el conocimiento sobre los métodos anticonceptivos y el uso efectivo de los mismos, existe una brecha muy importante, mediada por factores de género, culturales y psicosociales.
  • Se considera que el enfoque que se le ha dado al Programa de Planificación Familiar está orientada básicamente a mujeres casadas o unidas con hijos. Esto hace que, aunque la mayoría de las adolescentes gocen de seguro social, no asistan a la consulta.
  • En diversos estudios, se ha encontrado que la primera relación sexual que tienen las mujeres adolescentes, se da en un lapso muy corto posterior a la menarca (aproximadamente de uno a dos años). Además, generalmente, las adolescentes se embarazan de su primer compañero sexual y no presentan índices importantes de promiscuidad.
  • Se ha considerado que la escasa preparación de los padres respecto a estos temas, influye en el comportamiento sexual de la población adolescente. Esto hace que la comunicación se dificulte, tanto en términos de los conocimientos transmitidos, como en la forma en que lo hacen.
  • También se hace referencia a que los medios de comunicación masiva transmiten modelos que estimulan, en la población adolescente, una vida sexual activa.
  • En términos generales, de los estudios se desprende que el embarazo en la adolescencia se constituye en una fuente de reproducción del ciclo de la pobreza.
  • Por último, "se considera que la actividad sexual, la prevención y manejo de los embarazos, la transmisión de enfermedades, y otros problemas que tienen su origen en la pobreza, la patología personal y social, como son la prostitución temprana, abuso sexual, entre otros, son aspectos en los que queda mucho camino por recorrer, hasta poder brindar la calidad básica que merece la vida adolescente en las ciudades y con algunas características diversas en las zonas rurales".
 
Bibliografía

1 Caballero A., Elsa Lily. Una aproximación a la problemática de la mujer hondureña. Informe final de la primera fase del proyecto "Toma de conciencia de la mujer sobre sus Derechos Humanos y medidas remediables". Tegucigalpa, Honduras, 1991.           [ Links ]

2 Op. Cit. Núñez y Rojas, 1997.  

3 Garita Arce, Carlos E. y Vargas Obando, Gineth. Adolescentes de asentamientos en precario urbano: representaciones sociales de su situación socioeconómica (asentamiento La Lucía). Tesis para optar el grado de Licenciatura en Psicología. San José, C.R. : UCR, Facultad de Ciencias Sociales. Escuela de Psicología, 1989.           [ Links ]

4 Krauskopf, Dina. Informe Nacional sobre la salud sexual y reproductiva en la adolescencia costarricense. San José, C.R.: Fondo de Población de Naciones Unidas, agosto de 1997.           [ Links ]

5 Carrillo, Ma. de los Angeles. Hijos sin afecto, madres sin apoyo. En: Otra mirada. Año 1, Nº 1. Enero - Febrero, San José, Costa Rica: Centro Mujer y Familia, 1997.           [ Links ]

6 Caja Costarricense de Seguro Social. Encuesta Nacional de Salud Reproductiva, 1993. Fecundidad y Formación de la Familia. San José, C.R. : Departamento de Medicina Preventiva, Programa de Salud Reproductiva, 1994.           [ Links ]

7 Op. Cit. Núñez y Rojas, 1997.

8 Costa Rica. Ministerio de Planificación y Política Económica. Situación demográfica y políticas de población en Costa Rica. Informe para la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo. San José, Costa Rica.; Ministerio de Planificación y Política Económica, 1993.         [ Links ]

9 Op. Cit. Caja Costarricense de seguro Social, 1994.

10 León V. Emilia y otros. Utilización de los sistemas de información en la gerencia del Programa de Salud Reproductiva. San José, C.R.: OPS/UCR/Escuela de Salud Pública, 1996.         [ Links ]

11 Núñez, Hilda y Rojas, Ana. Grupo Focal sobre Embarazo en la adolescencia en Rincón Grande de Pavas. Investigación en Curso. San José: Inciensa/Unicef, 1998.         [ Links ]

12 Op. Cit. Núñez y Rojas, 1997.

13 Rojas Breedy, Ana Lorena. Problemática psicosocial de la madre adolescente. En: Revista de Ciencias Sociales, Nº 53 vol. 1, pp. 75-82, 1991.         [ Links ]

14 Díaz Quesada, Rosa Marlene y otras. El desempeño de la maternidad en la adolescencia. San José, Costa Rica, UCR. Memoria del Seminario para optar al título de Licenciatura en Trabajo Social, 1990.         [ Links ]

15 Op. Cit. Núñez y Rojas, 1998.

16 Op. Cit. Núñez y Rojas, 1997.

17 Op. Cit. Núñez y Rojas, 1998.

18 Krauskopf, Dina. Embarazo en la adolescencia. San José, C.R.: Comisión Nacional de Atención Integral al adolescente/OPS, 1996.         [ Links ]

19 Op. Cit. Krauskopf, Dina, 1997.

20 C.R. Ministerio de Economía, Industria y Comercio; Ministerio de Trabajo y Seguridad Social; CCSS. Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples. San José, C.R.: Ministerio de Trabajo y Seguridad Social; CCSS; 1997.         [ Links ]

21 Op. Cit. Costa Rica. Centro Nacional para el Desarrollo de la Mujer y la Familia, 1997.

22 C.R. Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes. La sexualidad en las voces de la juventud. San José, C.R.: Movimiento Nacional de Juventudes, mayo de 1997.         [ Links ]

23 Op. Cit. Caja Costarricense de Seguro Social, 1994.

24 Rosero, Luis. Planificación Familiar. En: Fecundidad y Formación de la Familia. Encuesta Nacional de Salud Reproductiva, San José. C.R.: CCSS, 1994.         [ Links ]

25 Harper, Cynthia. Embarazo de la adolescente en América Latina y el Caribe. N.Y.: Federación Internacional de Planificación de la Familia. 2da. Edición, 1991.         [ Links ]

26 Bonilla Montero, Katherin y otras. Diangóstico Social del Programa Madres Adolescentes. San José. C.R.: Instituto Materno Infantil CARIT/UCR,         [ Links ]

27 Op. Cit. Núñez y Rojas, 1997.

28 Op. Cit. Núñez y Rojas, 1998.

29 Op. Cit. Krauskopf, 1997.

30 Ibid, 1990.

31 Gómez, Víctor y Gross, Socorro. Práctica sexual en las mujeres de 15 a 24 años. En: Fecundidad y Formación de la Familia. Encuesta Nacional de salud Reproductiva. San José, C.R.:CCSS, 1994.         [ Links ]

32 Op. Cit. Caja Costarricense de Seguro Social, 1994.

33 Op. Cit. Krauskopf, 1997.

34 Quesada Ruiz, Deyanira y otros. El embarazo en adolescentes del cantón Central de Limón y estrategias de prevención y atención existentes. Seminario de Graduación para optar por el título Licenciatura en Trabajo Social. San José, C.R.: UCR, 1994.         [ Links ]

35 Méndez Paniagua, Flor María. Factores sociales más importantes generados del embarazo en adolescentes en el cantón de Turrialba. Un estudio comparativo. San José, C.R.: UCR. Facultad de Ciencias Sociales, Esc. de Trabajo Social, 1990.         [ Links ]

36 Op. Cit. Núñez y Rojas, 1997.

37 Op. Cit. C.R. Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes., 1997.

38 Op. Cit. Caballero, 1991.

39 Sandoval, Irma y López, Nelly. Embarazo en la adolescencia en el área metropolitana de San José. Heredia, C.R.: UNA. Instituto de Estudios Sociales en Población, 1989.         [ Links ]

40 Ford NJ, Kittisukssathit S. Destinations unknow: the gender constructions and chaging nature o sexual expressiones of Thai youth. AIDS Care 1994; 6(5):217:31 (Tomado de Internet, 28 de enero de 1998).         [ Links ]

41 Op. Cit. Meléndez, 1996.

42 Centro Nacional para el Desarrollo de la Mujer y la Familia. Plan Nacional de Combate a la Pobreza: Eje Pro - Mujeres. San José, C.R.: Centro Nacional para el Desarrollo de la Mujer y la Familia/Comisión Interinstitucional del Eje Pro - Mujeres, 1995.         [ Links ]

43 Op. Cit. Núñez y Rojas, 1997.

44 Op. Cit. C.R. Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes., 1997.

45 Op. Cit. Quesada y otros, 1994.

46 Op. Cit. Núñez y Rojas, 1997.

47 Solís, María Isabel. Tengo derecho a estudios. En: La Nación, Sección Viva - Juvenil, 23 de abril de 1997, pág. 4.         [ Links ]

48 Ngwana A, Akwi - Ogojo A. Adolescent Reproductive Health Rights in Sud - Saharan Africa, Washington: CEDPA, 1996). (Tomado de Internet, 23 de enero de 1998).         [ Links ]

49 Saavedra, Paulina. Resultados preliminares de encuesta a adolescentes y madres embarazadas de Rincón Grande de Pavas. San José, C.R.: Coopesalud R.L./Unicef, Proyecto de Atención y Prevención de Embarazo en Adolescentes, 1997.         [ Links ]

50 Op. Cit. Núñez y Rojas, 1998

51 Krauskopf, Dina y Cabezas, Marilyn. Condiciones de embarazo en adolescentes. Aspectos psicosociales: área metropolitana de San José. Actualidades de Psicología, v.5, Nº 42, segunda edición. Instituto de Investigaciones Psicológicas. San José, C.R., 1989.         [ Links ]

52 Porras, Ana. Condiciones del embarazo de adolescentes primigestas en Siquirres, Limón. En Revista de Ciencias Sociales, Nº 65, San José, C.R., setiembre de 1994.         [ Links ]

53 Op. Cit. Rojas, 1991.

54 Op. Cit. Quesada y otros, 1994.

55 Krauskopf, Dina. Condiciones del embarazo en adolescentes. Aspectos psicosociales., San José, C. R., 1986.         [ Links ]

56 Op. Cit. Núñez y Rojas, 1998

57 Op. Cit. C.R. Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes., 1997.

58 Ibid, 1997.

59 Op. Cit. Quesada y otros, 1994.

60 Dobles, Ignacio y Fournier, Marco Vinicio. Algunas características psicosociales de la juventud en la Región Metropolitana del Valle Central de Costa Rica. San José, C.R.: Instituto de Investigaciones Psicológicas, UCR, OPS, agosto de 1996.         [ Links ]

61 Op. Cit. C.R. Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes., 1997.

62 Krauskopf, Dina. Consideraciones acerca de la salud reproductiva de los y las adolescentes de las ciudades. Borrador para discusión Habitat II. San José, C.R.: PROFAC/CNUAH/MIVAH-Costa Rica, Unicef, s.f. inédito.

63 Donas B., Solum y Mendoza M., Arnoldo. Adolescencia y Juventud en América Central y República Dominicana en los años 90. San José: OPS/OMS, 1996.         [ Links ]

64 Gruseit A, Kippax S. Effects of Sex Education on Young People’s Sexual Behavior. Report commissioned by the Youth and General Public Unit, Office of Intervention and Development and Support, Global Program on AIDS, WHO. North Ryde: National Center for HIV Social Research, Macquarie University, Nd. (Tomado de Internet, 26 de enero de 1998).         [ Links ]

65 Kooper Arguedas, Grettel y otros. Actitudes y prácticas asociadas al autocuidado de la salud, consumo de bebidas alcohólicas y embarazo. Maternidad en un grupo de adolescentes de la Unión de Cartago. San José, C.R.: UCR. Facultad de Ciencias Sociales, 1987.         [ Links ]

66 Madrigal, Johnny y otros. El embarazo no deseado en Costa Rica. San José, C.R.: Asociación Demográfica Costarricense, 1992.         [ Links ]
 

1 Licenciada en Nutrición Humana. Maestría Académica en Salud Pública. Instituto Costarricense de Investigación y Educación en Nutrición y Salud (INCIENSA). Apartado 4, Tres Ríos, Costa Rica. Fax Nº. (506) 2795546.
 

2  Socióloga. Maestría Académica en Salud Pública. Contratada por la Fundación INCIENSA (FUNIN), con fondos donados por UNICEF.

 
ANEXO N° 1
Nacimientos según madres solteras y padre desconocido
Costa Rica  1988 - 1994
 
  Nacimientos  
 
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
  Madre  
  Soltera  
 
30157
30644
30119
31220
31336
31992
34378
  Padre  
  Desconocido  
 
17339
17565
17293
18154
18316
18941
19993
                      Fuente:  MIDEPLAN, Centro Mujer y Familia y FNUAP (1995).  Imágenes de género.
                      Estadísticas Sociodemográficas y económicas desagregadas por sexo.  Costa Rica, 1980 - 1994.
                      San José, MIDEPLAN.  Tomado de: Costa Rica.  Centro Nacional para el Desarrollo de la Mujer y la
                      Familia.  Embarazo y maternidad adolescentes en Costa Rica. Diagnóstico de situación y
                      respuestas institucionales.  Centro Nacional para el Desarrollo de la Mujer y la Familia.
                      1 edición.  San José, C.R.: Centro Nacional para el Desarrollo de la Mujer y la Familia,
                      Programa Mujeres Adolescentes de la Unión Europea, Comisión Nacional de Adolescencia, 1997.
 
 
ANEXO N° 2
Características de la población adolescente participante del Grupo Focal sobre Embarazo adolescente Rincón Grande de Pavas, marzo de 1998
 
Edad al
momento del
embarazo (E1)
 
 
Edad en que
dejó de 
estudiar (E2)
 
 
Diferencia
(E1 - E2)
 
 
 
Ultimo año de
estudio
 
 
 
Edad de
menarquia y
cambio de voz
(E3)
 
Edad de 1a.
relación sexual
(E4)
 
 
Diferencia
(E4 - E3)
 
 
 
Edad del
compañero(a)
en la 1a.
relación sexual
(E5)
Diferencia
(E5 - E4)
 
 
 
M
H
M
H
M
H
M
H
M
H
M
H
M
H
M
H
 
 
17
29
15
NA
2
NA
5
6
14
14
16
16
+2
+2
24
20
+8
+4
19
23
14
NA
5
NA
6
6
11
14
15
7*
+4
-7*
19
18
+4
+11*
14
 
12
 
2
 
4
 
11
 
12
 
+1
 
21
 
+9
 
18
 
17
 
1
 
10
 
11
 
17
 
+6
 
18
 
+1
 
17
 
14
 
3
 
5
 
11
 
15
 
+4
 
20
 
+5
 
18
 
17
 
1
 
11
 
12
 
15
 
+3
 
26
 
+11
 
14
 
13
 
1
 
6
 
12
 
13
 
+1
 
16
 
+3
 
16
 
14
 
2
 
7
 
11
 
14
 
+3
 
17
 
+3
 
19
 
15
 
4
 
6
 
12
 
13
 
+1
 
19
 
+6
 
          Fuente:  Resultados de la encuesta aplicada a un grupo de 11 adolescentes (9 mujeres y 2 hombres) de Rincón Grande
          de Pavas.

        NA= No aplica.  Los hombres al momento de la encuesta se mantienen estudiando.
        *  Este adolescente fue violado a los 7 años de edad.
 

Creative Commons License All the contents of this journal, except where otherwise noted, is licensed under a Creative Commons Attribution License