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Revistas de Ciencias Administrativas y Financieras de la Seguridad Social

Print version ISSN 1409-1259

Rev. cienc. adm. financ. segur. soc vol.7 n.2 San José Jul. 1999

 

La infección intrahospitalaria y los compromisos de gestión
en la Caja Costarricense de Seguro Social
 
 

Dra. Nuria Montero Chinchilla (1)

 
A. Compromisos de Gestión
 

Antecedentes

A partir de 1.993 se gesta el plan de reforma del sector salud y de modernización institucional, dados los problemas que enfrentaba el sistema público de salud costarricense. En el esquema 1 se describen los elementos que justifican la introducción de un cambio en el Sistema Nacional de Salud de Costa Rica.

La finalidad de este proceso es lograr un mayor nivel de eficiencia y calidad en la prestación de servicios de salud y la satisfacción de los usuarios.

En el esquema 2 se enuncia los elementos que toma en cuenta la reforma del sistema de salud de Costa Rica.

Ante tales retos, se proponen como componentes de la modernización del sistema de salud:

1. Otorgamiento y reglamentación de la rectoría al Ministerio de Salud, para mejorar la conducción y evaluación del sistema de salud.

2. Readecuación del modelo de atención, para otorgar una atención integral de salud a todos los habitantes de la República, de acuerdo con los principios de universalidad, solidaridad y equidad, tanto para el primer nivel de atención como para la atención hospitalaria.

3. Implementación de un nuevo modelo de asignación de recursos financieros, basado en las necesidades de salud de la población.

4. Fortalecimiento institucional, con énfasis en adecuaciones a la organización del nivel central, regional y local y en la desconcentración administrativa.

En el cuadro 1 adjunto se presenta una síntesis de las acciones que ejecuta cada uno de los componentes de la modernización



 
 



Con estas medidas se busca que el Sistema de Salud de Costa Rica sea:
 

  • Eficaz: que logre metas y objetivos
  • Eficiente: que utilice adecuadamente los recursos (humanos, financieros y físicos)
  • Efectivo: que provoque un efecto positivo en la salud de todos los costarricenses
  • Equitativo: que distribuya los beneficios de conformidad con las necesidades de cada cual.
  Sistema de asignación de recursos financieros

En Costa Rica, la forma tradicional de asignación de recursos por presupuesto histórico, impide que los recursos se distribuyan según las necesidades reales de salud de la población, por lo que existe una enorme inequidad en la asignación, dado que aquellas regiones que más necesitan no reciben los recursos en función de la demanda de servicios de atención que enfrentan.

La equidad en la distribución de recursos, se refiere a la igualdad de oportunidades de acceso a los servicios de salud de aquellos usuarios que poseen iguales necesidades. Por lo tanto, la equidad en la distribución de los recursos permite asignar éstos de una manera efectiva y al menor costo posible para la sociedad.

Mediante diversos estudios se han podido identificar los principales factores de riesgo que atentan contra la sostenibilidad financiera en el sector salud y específicamente en la Caja Costarricense de Seguro Social, institución responsable de la atención de la salud de las personas, en el marco del sistema de salud del país. Entre los principales factores tenemos:
 

  • Poca productividad e ineficiencia de las instituciones del sector salud.
  • Desequilibrio financiero nacional, sectorial e institucional
  • Envejecimiento de la población
  • Distribución inequitativa de recursos
  • Crecimiento del gasto hospitalario
  • Relación gasto en salud/producto interno bruto (PIB)
  • Características de la planificación
  • Limitaciones en compras e inversiones
  • Estilo y cultura de trabajo
Como respuesta a los múltiples problemas que enfrentan los servicios de salud en cuanto a eficiencia, calidad y equidad entre otros, se propuso la implantación de un nuevo modelo de asignación de recursos financieros, cuyo modelo está basado en los principios filosóficos del Seguro Social (universalidad, solidaridad, unidad, igualdad y obligatoriedad), la búsqueda de una mayor satisfacción de los usuarios externos e internos y de una gestión eficiente de los recursos públicos.

Las características del nuevo sistema de asignación de recursos financieros (SARF) se describen en el esquema 3

Con la introducción de tres estrategias básicas, a saber:

  • Separación de funciones: financiador comprador (nivel central) y planificador-proveedor (áreas de salud y hospitales)
  • Desconcentración de la gestión de las unidades proveedoras
  • Implantación de los contratos-compromisos de gestión.
El SARF pretende responder a los retos de la atención de la salud y de la seguridad social en el nuevo entorno internacional y nacional, como son el envejecimiento de la población, la prevalencia de enfermedades crónico-degenerativas, la emergencia de enfermedades infecciosas y el nuevo paradigma de una satisfacción progresiva de las necesidades y expectativas del cliente-usuario externo.
 

Contrato-compromiso de gestión

Se entiende por contrato-compromiso de gestión, el acuerdo al que llegan el comprador y el proveedor, relacionado con las actividades y la calidad esperada del proveedor partiendo de lo establecido por el comprador, en que se definen no solo los objetivos y metas a cumplir por el proveedor, sino además los deberes y derechos de ambas partes. En otras palabras, el compromiso de gestión se entiende como el acuerdo entre partes que define y evalúa la relación entre la asignación de recursos y la producción en salud, tipificada con criterios de calidad y oportunidad, en respuesta a las necesidades y problemas de salud de la población.

Por lo tanto, el contrato-compromiso de gestión es un instrumento que sirve para:

  •  Vincular la actividad con los recursos
  • Trasladar el riesgo al prestador de los servicios de salud
  • Establecer una relación contractual entre el comprador y el proveedor
  • Definir los 'Productos" que se desean comprar: objetivos y metas
  • Asignar los recursos en función de los objetivos y metas
  • Permitir al proveedor organizarse para producir los servicios al menor costo con calidad.


 





En el marco de los contratos-compromiso de gestión al financiador-comprador le corresponde:
 

  • Garantizar la cobertura del riesgo mediante la eficiente recaudación de los recursos provenientes del seguro de salud.
  • Definir el contenido de las prestaciones de la atención de la salud
  • Establecer los procedimientos de afiliación al seguro de salud
  • Establecer los contratos con los proveedores de los servicios de salud
  • Identificar la población a cubrir con cada contrato
  • Controlar y evaluar el cumplimiento del contrato-compromiso de gestión
   En este mismo marco, le corresponde al proveedor-unidad de salud la (el):
 
  • Prestación de los servicios de salud a la población en los términos contenidos en el contrato
  • Gestión
  • Recursos humanos, materiales y de servicios generales
  • Asistencial
  • Económica-financiera
  • Clínica
  • Control de la calidad de los servicios de salud prestados
  • Control y la evaluación del cumplimiento del contrato-compromiso de gestión
Son elementos básicos de los compromisos de gestión los siguientes:
    1. Objetivos de la actividad
    2. Sistemas de control y evaluación
    3. Sistemas de asignación de recursos en función de los resultados obtenidos
    4. Sistemas de incentivos
Los compromisos de gestión que se están ejecutando en los hospitales en el año 1999 contienen seis cláusulas contractuales:
 

Cláusula primera: Del objeto contractual

Tiene como objetivo general, que el Hospital de acuerdo con su capacidad resolutiva, brinde atención integral en salud equitativa, oportuna, eficiente y de alta calidad, con el propósito de satisfacer las necesidades y problemas de salud de la población. Se plantean para el cumplimiento de esta cláusula, dos objetivos específicos:

1. Otorgar a la población adscrita acceso real a los servicios de salud que ofrece el hospital (3%)

2. Conocer la condición de asegurado de la población atendida (2%).
 

Cláusula segunda: De los servicios

Tiene como objetivo general brindar la atención hospitalaria como: egresos, consulta especializada de primera vez, consulta especializada subsecuente, cirugía ambulatorio, consulta extempóranea, consulta de medicina general y atención de urgencias, como productos finales y productos intermedios en apoyo a la red, utilizando como estrategias para facilitar el proceso de fortalecimiento de la red de servicios de salud, la educación en salud, la participación social y el trabajo en equipo.

Se plantean para el cumplimiento de esta cláusula, diez objetivos específicos:

1. Asegurar que el hospital brinde servicios de hospitalización integrales y de alta calidad (9%).

Para corroborar el cumplimiento de este objetivo se establece como uno de los indicadores específicos el Registro y Análisis de las Infecciones Intrahospitalarias por Servicio.
 

2. Asegurar que a la población parturienta se le brinden los servicios de atención integral en sus diferentes fases: labor de parto, expulsivo, alumbramiento y post parto inmediato (9%)

3. Asegurar que a la población de recién nacidos se le brinden servicios de atención integral (9%)

4. Asegurar que el Hospital brinde servicios de consulta externa integrales y de alta calidad (9%)

5. Asegurar que el Hospital brinde servicios de urgencia integrales y de alta calidad (9%)

6. Asegurar la gestión eficiente del servicio de laboratorio clínico (5%)

7. Asegurar la gestión eficiente del servicio de farmacia (5%)

8. Asegurar la gestión eficiente del servicio de radiodiagnóstico (5%)

9. Asegurar la gestión eficiente del servicio de patología (5%)

10. Desarrollar acciones de investigación y docencia (5%)
 

Cláusula tercera: De la gestión interna

Tiene como objetivo general, generar procesos internos de trabajo que permitan al Hospital como un todo, desarrollar las capacidades gerenciales en busca de una desconcentración máxima dentro de la normativa institucional vigente, con la utilización de herramientas de trabajo como la gestión clínica, el mejoramiento de los sistemas de información y el desarrollo organizacional.

Se plantean, para el cumplimiento de esta cláusula, tres objetivos específicos:

1. Desarrollar sistemas administrativos que fortalezcan la gestión interna (3%)

2. Desarrollar sistemas de información que faciliten la gestión interna (7%)

3. Fortalecer los procesos de gestión (10%)
 

Para corroborar el cumplimiento de este objetivo se establece como uno de los indicadores específicos, el Registro de Eventos Hospitalarios, donde se consigna como una de las entidades, las Infecciones Intrahospitalarias

Cláusula cuarta: De la calidad

Tiene como objetivo general que el Hospital conduzca la gestión local hacia el mejoramiento continuo de la calidad de la atención de la salud, por lo que deberá conocer y promover la satisfacción de los clientes internos y externos y a construir participativamente los planes de intervención relacionados con las mejoras de la satisfacción de los usuarios, en conjunto con la comunidad.

Se plantean para el cumplimiento de esta cláusula, un solo objetivo específico: incorporar en la gestión interna el enfoque de mejoramiento continuo de la calidad (5%).
 

Cláusula quinta: De las condiciones

Esta cláusula tiene definidos cinco apartados:

1. De la gestión financiera contable, con cinco objetivos específicos:

    a. Facilitar y promover la gestión y el control de recursos financiero contables destinados a la producción hospitalaria

    b. Facilitar y promover la gestión y el control de recursos financiero contables destinados a los desembolsos financieros construcciones adicionales y mejoras, así como maquinaria y equipos menores

    c. Facilitar y promover la gestión y el control de recursos financiero contables destinados al pago de subsidios

    d. Relacionar, sistematizar y adecuar los sistemas de información biomédica, costos y gastos en función de las actividades de atención integral en salud.

    e. Remitir, por parte del proveedor, la información financiera solicitada, correspondiente a los informes de costos, estados financieros e información de bioestadística, dentro de los 20 días hábiles siguientes a la conclusión de cada mes.
     

2. De la asignación de recursos adicionales, con tres objetivos específicos:
    a. Otorgar como incentivo hasta un 2% adicional al presupuesto de operación del proveedor, en forma proporcional al cumplimiento de lo pactado en el Compromiso de Gestión 1.999

    b. Asignar hasta un 2% adicional al presupuesto de operación de los hospitales que diseñen y ejecuten proyectos especiales dirigidos a mejorar la oportunidad de la atención tendientes a reducir las listas de espera en consulta externa en especialidades prioritarias y en cirugía electiva

    c. Asignar hasta un 1% adicional al presupuesto de operación de los hospitales que diseñen y ejecuten proyectos especiales dirigidos a mejorar los servicios de urgencia en oportunidad, calidad y eficacia de la atención.
     

3. De la gestión de ingresos extraordinarios, con dos objetivos específicos:
 
    a. Gestionar, de acuerdo con la reglamentación vigente, el cobro de las actividades docentes, investigaciones de interés institucional, campos clínicos y venta de medicamentos, así como de la venta de servicios a usuarios no asegurados, ajustándose a las tarifas vigentes

    b. Mejorar la afiliación al Seguro Social mediante un incentivo (equivalente al monto de la primera cuota obrero patronal del SEM) por cada nuevo trabajador afiliado.


4. De la facturación de servicios, con un objetivo específico: evidenciar la relación entre la producción hospitalaria y el gasto a través de facturas mensuales que detallan la cantidad, costo y la naturaleza de los productos pactados entre comprador y proveedor.
 

Cláusula sexta: De la evaluación y el monitoreo

Tiene esta cláusula como objetivo general, incorporar la evaluación como una cultura institucional de rendición de cuentas, que garantice una medición efectiva del grado de cumplimiento de los objetivos pactados en elcompromiso de gestión.

Para el presente año, se utilizarán dos modalidades de evaluación:
 

    1. Dos monitoreos
    2. Una evaluación anual, al final del periodo  
Los resultados de la evaluación son el mecanismo que se utiliza para determinar el porcentaje de acceso a la asignación de recursos adicionales al que se hace acreedor el proveedor, de acuerdo con el cumplimiento de lo pactado en el compromiso de gestión.
 

B. La infección intrahospitalaria como elemento del control de calidad hospitalario

Las infecciones originadas durante el proceso asistencias hospitalario, tanto en su forma endémica como en la epidémica, son un problema de notable actualidad e importancia por la morbilidad y mortalidad que producen y el sufrimiento humano y costo económico que conllevan, por lo que se constituyen en uno de los problemas principales de la asistencia de salud, ya que ponen en peligro la salud de los pacientes y de los trabajadores en el ambiente hospitalario; prolongan la estancia de los pacientes en la institución y ocasionan el aumento de la morbilidad y mortalidad en los pacientes hospitalizados.

Una infección hospitalaria es aquella que se desarrolla durante la hospitalización del enfermo y que no se hallaba presente, o en período de incubación, en el momento de la admisión en el centro. En este concepto también se incluyen las infecciones adquiridas en el hospital, pero que no se manifiestan hasta después de la salida del paciente.

El interés por las infecciones hospitalarias en la medicina del presente siglo se acentuó a principios de la década de los sesenta, durante la cual se produjo un aumento considerable de las infecciones estafilocócicas. Desdeentonces hasta el momento actual se han producido notables cambios; por una parte ha aumentado considerablemente la frecuencia de infecciones originadas por los bacilos gramnegativos y por otro lado, ha aumentado la población susceptible. Además, las bacterias de hábitat hospitalario han sufrido modificaciones en sus patrones habituales de sensibilidad antibiótico que han conducido a la aparición de cepas resistentes. Un factor que ha influido en ello en estos últimos años, ha sido la excesiva prescripción antibiótico.

Para algunos autores, la infección hospitalaria es una enfermedad iatrogénica resultante de medidas terapéuticas o de diagnóstico, por cuanto el origen de estas infecciones está en actuaciones sanitarias, ya sean éstas inadvertidas o por inhibiciones de actos higiénicos. En este marco es importante tener en cuenta que el paciente hospitalizado es atendido por una multiplicidad de personas y que los procesos iatrogénicos abarcan a todo el personal que atiende al enfermo e inclusive a la estructura social hospitalaria, por lo que se puede afirmar que la infección hospitalaria es responsabilidad de la institución misma.

El Hospital, además de razones éticas y científicas, está obligado a prevenir las infecciones nosocomiales también por razones económicas, de prestigio y legales. Los avances científicos, el uso inadecuado de antimicrobianos y la práctica excesiva de procedimientos invasivos, ya sea para fines diagnósticos o de tratamiento, han hecho que la incidencia de las infecciones nosocomiales haya alcanzado niveles muy elevados, con el consiguiente aumento del tiempo de hospitalización, de los costos hospitalarios y de los índices de morbimortalidad.

Estudios estadounidenses, europeos, africanos y brasileños han demostrado que los costos de una infección hospitalaria oscilan entre $ 382,00 y $1.833,00 (De  108.488,00 a  520.572,00 al tipo de cambio al 31 de mayo de 1.999). Estas cifras justifican el conocimiento y la elaboración de una evaluación de las medidas preventivas de actuación en las etapas de la cadena epidemiológica.

Sin embargo, con la excepción de las instituciones hospitalarias de los Estados Unidos, Canadá y Europa, en general en América Latina, aún no se cuenta con programas de control de infecciones nosocomiales bien estructurados, posiblemente por falta de evaluación de la magnitud y de los costos de las infecciones hospitalarias y también, por la falta de interés y apoyo de las autoridades en cuanto a la aplicación de las medidas de esos programas.

No es posible eliminar las infecciones hospitalarias. A pesar de la aplicación de intensas medidas de control existe un mínimo irreductible, muy difícil de evitar. Hasta cierto punto, pueden considerarse como un tributo a pagar por el uso de las tecnologías y la instrumentación. Existen ciertos factores que predisponen a los pacientes a la infección y que los clínicos no pueden modificar, como la edad y el grado en que se hallan afectados por la enfermedad, y otros factores sobre los que no puede ejercerse más que un control limitado, como son el tipo y el número de procedimientos invasivos, el tratamiento y la duración de la estancia, entre otros. Sin embargo un porcentaje variable de las infecciones nosocomiales se considera evitable o prevenible.

Una parte importante de las infecciones nosocomiales endémicas es evitable mediante la aplicación de medidas simples de eficacia reconocida como: el lavado de manos; la correcta esterilización del material; la cuidadosa utilización, de acuerdo con normas técnicas e higiénicas, de los sistemas de drenaje urinario, catéteres intravenosos y la asistencia respiratoria; el uso de la técnica de no tocar las heridas con las manos al curarlas y el empleo de profilaxis antibiótico en aquellos procedimientos quirúrgicos donde está indicada. Otras medidas, como las precauciones a seguir en los pacientes infecciosos y la educación e información al personal sanitario tienen una eficacia razonable, sugerida por la experiencia. Finalmente, existen otros procedimientos de eficacia dudosa o desconocida como el uso del flujo de aire laminar, la utilización de luz ultravioleta en quirófanos, la descontaminación medioambiental mediante fumigación, el control microbiólogico rutinario del medio ambiente inanimado y del personal, el uso de filtros bacterianos en las líneas de perfusión, el uso de campos de plástico adhesivos para intervenciones quirúrgicas y otros.

En cuanto a los brotes epidémicos, aunque no siempre son evitables, un buen sistema de vigilancia que permita su detección temprana, puede reducir en gran medida su impacto en relación al número y a la gravedad de los pacientes infectados.

Con la puesta en práctica de los programas de control de infecciones nosocomiales, se ha observado un efecto positivo en la salud y en la gestión hospitalaria. Según estudios realizados por los centros para el control y la prevención de enfermedades (CDC) de los Estados Unidos sobre la eficacia del control de las infecciones (SENIC), entre 1.974 y 1.983, se registró una reducción del 32% de los casos de infección hospitalaria, gracias a un control eficaz.

El estudio SENIC, también demostró que los hospitales podían reducir sus niveles de infección nosocomial si sus programas de prevención y control incluían cuatro componentes:

1) Desarrollo de la vigilancia y de las actividades de control
2) Una enfermera epidemióloga a tiempo completo por cada 250 camas
3) Un médico entrenado en epidemiología hospitalaria
4) Información periódica de los niveles de infección a los cirujanos.

Estos componentes generales pueden variar según cada tipo de infección nosocomial.

En 1.978 se estimaba que los hospitales americanos conseguían prevenir un 6% del total de infecciones nosocomiales, cifra que en 1.983 se estimó en un 9%.

Mediante la comprensión del fenómeno epidemiológico de la infección nosocomial se puede evaluar el problema y poner en práctica más objetivamente las medidas de prevención y control.

En el esquema 4 se describe el sistema de vigilancia y control de la infección hospitalaria, donde partiendo del conocimiento y del análisis del problema que plantea esta entidad, se pueden plantear acciones que permitan su control y su prevención.

A partir de las investigaciones y de la experiencia acumulada en los últimos veinte años, se ha hecho evidente que la prevención de las infecciones nosocomiales requiere programas de actuación desarrollados por personal especializado, que logren influir sobre la manera de actuar de los médicos, enfermeras y resto de personal del hospital. Estos programas se basan en la vigilancia epidemiológica y en el control. La primera consiste en el estudio y descripción de los niveles de infección que se producen en las diversas áreas del hospital, sus características y los factores asociados. En el control se engloban las acciones y medidas dirigidas a evitar las infecciones. Respecto al costobeneficio de tales programas, en EEUU se ha estimado que los costos de desarrollar y aplicar un programa eficaz (de acuerdo con los criterios SENIC) se compensan cuando se logra prevenir aproximadamente un 6%, de las infecciones nosocomiales. Si la prevención logra superar este 6% se produce un ahorro neto para el hospital.

Los indicadores de infección hospitalaria son de gran interés para la evaluación de la calidad asistencias. Determinados niveles de infección deben ser considerados como un resultado inadecuado de la estructura y organización hospitalarias, que en su actividad dedicada al diagnóstico y tratamiento de los enfermos deben producir en todo momento unos efectos de óptima calidad. En este sentido las tasas de infección hospitalaria son un indicador de resultado final.

Existen numerosos aspectos del proceso de atención al paciente o de la estructura organizacional del centro hospitalario que, con niveles óptimos de calidad, serían capaces, por sí mismos, de reducir el riesgo de infecciones. Resulta evidente pues, que existe un grupo de acciones que deben ser consideradas como componentes de un programa de control de calidad asistencias hospitalaria, ya que al ser realizadas modifican el riesgo del paciente a padecer una infección de origen hospitalario.

Estas prácticas que reducen el riesgo de infección y que por tanto son asociados con la calidad del proceso de los cuidados, se refieren a:
 

    1- Técnicas de asepsia y antisepsia
    2. Uso apropiado de ciertos medicamentos
    3. Uso prudente y monitorización de las técnicas e instrumentos con los que se manipula al paciente.
    Otros riesgos pueden ser puestos bajo control si se disponen de estructuras físicas (barreras) que dificulten el contagio o se cuenta con una organización hospitalaria que reduzca la estancia preoperatoria o un prolongado tiempo quirúrgico.
De hecho, si las tasas de infección nosocomial pueden ser significativamente cambiadas dependiendo de la calidad del proceso de cuidados y de la estructura hospitalaria, es lógico pensar que su magnitud refleja el nivel de calidad alcanzado en algún aspecto de los mismos. Serían, por tanto, las tasas de infección nosocomial un INDICADOR DE LA CALIDAD, es decir, un criterio para evaluar la calidad asistencias del hospital.

Por los motivos expuestos es que se consideran como verdaderas las máximas que indican:
 

  • "La enfermedad es portadora de un mensaje de calidad del medio en el que se ha desarrollado".
  • "La infección nosocomial es portadora de un mensaje de la calidad del hospital donde tiene lugar".
Teniendo como referencia que las tasas de infección intrahospitalaria es un criterio para evaluar la calidad asistencias de un hospital, la propuesta de Indicadores de Calidad de laAtención Médica Especificados por Servicios o Especialidades planteada por la Organización Panamericana de la Salud en el documento "La Garantía de Calidad. Acreditación de Hospitales para América Latina y el Caribe", establece los siguientes indicadores relacionados con las infecciones intra hospitalarias:

1. Cumplimiento de los procedimientos de control de infecciones y con las medidas de seguridad, en los servicios de: emergencias, enfermería, quirófanos, recuperación postoperatoria, laboratorio clínico, radiología, medicina nuclear, hemodiálisis, terapia respiratoria, atención especial, atención domiciliaria, limpieza (aseo o generales), nutrición, anestesia y rehabilitación.

2. Infección de la herida resultante de una cirugía o de un procedimiento, en los servicios de: emergencia, cirugía, cirugía ambulatorio, médico-quirúrgicos, cuidados especiales, obstetricia, urología, citoscopía, ortopedia y medicina ocupacional.

3. Infección nosocomial identificada, para los servicios de atención de enfermería 

4. Tasas de infecciones adquiridas en la unidad, para cuidados intensivos, coronarla y cuidados especiales.

5. Uso apropiado de los antibiogramas y de las sensibilidades al cultivo de sangre en el tratamiento de la sepsis bacteriana y puntualidad en la profilaxis de antibióticos durante procedimientos quirúrgicos específicos, para los servicios médico-quirúrgicos.

En nuestro país, el Reglamento General de Hospitales Nacionales (decreto ejecutivo 1.743 S.P.P.S del 4 de junio de 1.971 y vigente en la actualidad), establece, en su artículo 264 que los hospitales clase A y clase B, deberán tener, con carácter permanente, un Comité de Infecciones Hospitalarias.

De igual forma, la Norma de Costa Rica para la Acreditación de Establecimientos de Salud con Servicios de Maternidad, aprobada e implementada por el Ministerio de Salud, establece en su inciso 4.10 las especificaciones que debe cumplir la maternidad para poder acreditarse en el área de infecciones intrahospitalarias. En el anexo 1 se aportan los parámetros y el cuestionario de evaluación para la acreditación de maternidades en el área de infecciones intrahospitalarias.
 

C. Relación entre infecciones intrahospitalarias y compromisos de gestión

Partiendo de las premisas de que el nuevo sistema de asignación de recursos financieros que ha asumido la CCSS tiene como objetivo responder a los retos de la atención de la salud y de la seguridad social en el entorno nacional e internacional, así como la búsqueda de una mayor satisfacción de las necesidades y expectativas de los usuarios externos e internos y al desarrollo de una gestión eficiente de los recursos públicos por parte de las unidades de salud, se ha implementado como una estrategia para lograr estos objetivos, la aplicación de un instrumento administrativo denominado contrato-compromiso de gestión, con el cual se pretende vincular la actividad asistencias que realizan Ias unidades de salud, con la asignación de los recursos financieros, sobre la base del establecimiento de los objetivos y metas que se desean alcanzar y la definición de los productos que se quieren lograr, para lo cual la unidad proveedora debe organizarse para producir servicios de salud de manera eficiente, efectiva, eficaz, equitativa y de calidad.

Tomando en cuenta también que las tasas de infección hospitalaria son un criterio que permite evaluar la calidad asistencias de un nosocomio, ya que las mismas están estrechamente relacionadas con la calidad de los procesos de atención (cuidado) de los usuarios y de la estructura hospitalaria, por lo que su magnitud es un indicador del resultado final y teniendo en consideración que las mismas son un problema de notable actualidad e importancia por la morbilidad y mortalidad que producen y el sufrimiento humano y los costos económicos que conllevan; es que se puede establecer claramente la relación que existe entre la infección intrahospitalaria, la ejecución de las actividades hospitalarias de atención al usuario, la utilización de los recursos del hospital, la calidad de los servicios asistenciales que se brindan y la satisfacción de los usuarios externos e internos del mismo.

Sobre las bases descritas, es que se han introducido dentro de los Compromisos de Gestión de los hospitales, indicadores relacionados con la infección nosocomial, como uno de los elementos de evaluación de la calidad de los servicios de hospitalización que se le ofrece a los usuarios.

En los cuadros 2 y 3 adjuntos se desglosan según cláusula, objetivo y forma de evaluación los dos indicadores relacionados con la infección intrahospitalaria que están contenidos dentro de los compromisos de gestión de los hospitales para 1.999.

Es importante señalar que hasta que se logre que el Compromiso de Gestión sea asumido por cada funcionario de la Institución como propio, será cuando se conseguirán sus verdaderos objetivos, premisa que es totalmente válida si la trasladamos al caso de los programas de prevención y control de las infecciones intrahospitalarias que debe diseñar y desarrollar cada Hospital de nuestro país.
 


 



Bibliografía

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Anexo 1


Tomado de la Norma de Costa Rica para la Acreditación de Establecimiento de Salud con Servicios de Maternidad Ministerio de Salud (S.F.) Pág. 18 y 36
 
 

4.10 Infecciones Intrahospitalarias
   
4.10.1 Recurso Humano
   
4.10.1.1       El comité de infecciones Intrahospitalarias debe contar con una enfermera por cada 400 camas, dedicada exclusivamente a las actividades de éste.
   
4.10.2 Documentación
   
4.10.2.1 
 
La maternidad debe tener protocolos escritos referentes a la prevención y el control de las infecciones intrahospitalarias. Dichos protocolos deben ser conocidos por todo el personal que labore en la maternidad.
   
4.10.2.2 Debe existir un protocolo para la realización de estudios de incidencia y prevalencia de infecciones intrahospitalarias.
   
4.10.2.3 La maternidad debe elaborar informes de incidencia y de prevalencia de infecciones intrahospitalarias al menos cada mes.
   
4.10.2.4 La maternidad debe tener un programa de educación continua en control y prevención de infecciones.
   
4.10.2.5 Debe existir un programa de investigación que permita profundizar en los principales problemas de infección intrahospitalaria.
   
4.10.3 Generales
   
4.10.3.1
 

 

Debe existir un comité interdisciplinario de Control y Prevención de infecciones encargado de la generación de directrices respecto a las infecciones intrahospitalarias. El comité deberá estar integrado al menos por el siguiente personal de la maternidad:
a) Médico
b) Enfermerá asignada al comité

 

(1) Farmacéutica
Master en Gerencia Pública de la Salud
Directora, Semicio de Farmacia. Hospital San Juan de Dios
Coordinadora Equipo de Apoyo Gerencial al Compromiso de Gestión
Hospital San Juan de Dios