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Medicina Legal de Costa Rica

On-line version ISSN 2215-5287Print version ISSN 1409-0015

Med. leg. Costa Rica vol.21 n.1 Heredia Mar. 2004

 

Perspectivas futuras de las actividades de educación medica continua en Costa Rica

Dra. Grettchen Flores Sandí *

Perspectivas futuras de las actividades de educación medica continua en Costa Rica

Resumen

El proceso de educación médica continua se favorecería si los encargados de las actividades consideraran la calidad académica de los docentes, ya que es importante tener en cuenta la comprensión, intereses, motivaciones y actitudes de los médicos y los aspectos del proceso educativo en sí, como las teorías y metodologías de enseñanza y estrategias de evaluación de los aprendizajes que les permitieran cumplir con sus objetivos pedagógicos.

Es posible identificar elementos del proceso educativo que deben incluirse en los programas de Educación Médica Continua, tales como: definir objetivos de aprendizaje, técnicas metodológicas y de evaluación de los aprendizajes, tiempo requerido para abarcar los contenidos y definir el perfil idóneo de los asistentes y del docente que participa en este tipo de programas, siempre en aras de la mejora del proceso enseñanza-aprendizaje. Tanto los encargados como los docentes de estas actividades deben estar calificados para realizar los procesos que hacen posible el desarrollo de la acción educativa: análisis de necesidades, programación, diseño y elaboración de metodologías, ejecución de técnicas, evaluación y seguimiento de los aprendizajes. Además, los encargados deben estar conscientes de que en el proceso enseñanza-aprendizaje intervienen el alumno, el docente y una situación de aprendizaje y en este sentido esta tríada se convierte en la protagonista sujeta a evaluación. El proceso de capacitación a encargados debe orientarse, entre otros, a dotarlos de habilidades para mejorar la calidad del proceso enseñanza-aprendizaje, como la comunicación eficiente, la actitud crítica e investigativa y desarrollar las habilidades de evaluación de los aprendizajes.

Palabras Clave:
Docencia médica, educación médica continua, recertificación


Future perspectives in continued medical education activities in Costa Rica
Summary

The process of continued medical education would be favored if the people in charge of this activities consider the academic quality of the teachers, because is important have in mind the comprehension, interests, motivations and attitudes of the doctors and the aspects of the educative process, such as the theories and teaching and evaluation methods that allow them to accomplish their pedagogical objectives.

It is possible to identify elements of the educative projects that need to be included in the programs of Continued Medical Education, for instance: define learning objectives, methodological techniques and evaluation techniques of the acquired knowledge, the required time to complete the contents and define the proper profile of the assistants and of the teacher who participates in this types of programs, always trying to improve the learning / teaching process. Both have to be qualified – the people in charge and the teachers of these activities – to carry out the processes that make the development of the educational action possible: analysis of the needs, programming, design and elaboration of methodologies, technique execution, evaluation, and follow up of the acquired knowledge. Moreover, the people in charge must be aware that the learning – teaching process involves the student, the teacher, and a learning situation, and in this way this triad becomes the subject of evaluation. The capacitating process to the people in charge must be oriented, among others, to empower their abilities to improve the quality of the teaching – learning process, enhance efficient communication, increase critical and investigative attitudes, and develop the evaluation abilities of the acquired knowledge.

Keywords:
Medical teaching, continued medical education, recertification.


Si bien la implementación del Sistema de Educación Médica Continua podría considerarse aún en estado incipiente, sería bueno que las Entidades Prestadoras de Educación Médica Continua, tuvieran en su seno, Comités de Educación Médica Continua que se encarguen de implementar las actividades y que vayan haciendo experiencia, cuyos encargados estén conscientes de la necesidad de avanzar, adaptarse a las circunstancias y aplicar técnicas y metodologías que respondan a la realidad socioeconómica laboral y científica actual de los médicos.

Se debe concebir a la Educación Médica Continua como un proceso dinámico, flexible, abierto, en el que la adaptación a las circunstancias del entorno, las exigencias de las instituciones empleadoras de los médicos y de la población, debe aprovecharse para contribuir a la eficacia de la metodología y de sus resultados. En este sentido, lo ideal es que sus encargados posean amplios conocimientos teóricos y prácticos, así como una experiencia laboral sólida en su especialidad y una buena formación pedagógica y técnica adquirida en instituciones de enseñanza idóneas (1-2).

Es posible dadas las características de la educación médica continua de ser voluntaria, autoregulada y accesible para todos los médicos inscritos en el sistema, identificar oportunidades que lo favorecen:

- Acercamiento de la formación al mercado de trabajo.

- Fomento de la interactividad con flexibilidad en la aplicación de metodología participativa.

- Sistematización de los procesos y racionalización de contenidos, para brindar la posibilidad de ocupación real que le ofrece el medio para su crecimiento personal y profesional.

- Sensibilidad hacia el valor de la comunicación y la cooperación, concibiendo al discente como trabajador y ser social (3)

Sin obviar que este proceso se favorecería si los encargados de las actividades de Educación Médica Continua, consideraran la calidad académica de las personas que actuarían como docentes para la comprensión de intereses, motivaciones y actitudes de los médicos y aspectos del proceso educativo en sí como teorías y metodologías de enseñanza y estrategias de evaluación de los aprendizajes que les permitieran cumplir con sus objetivos pedagógicos.

Objetivo

Definir características que deberían considerar los encargados de las actividades de Educación Médica Continua para lograr un proceso de educación médica continua eficaz

Elementos a considerar en educación médica continua

Es posible identificar elementos del proceso educativo que deben incluirse en los programas de Educación Médica Continua, tales como: definir objetivos de aprendizaje, técnicas metodológicas y de evaluación de los aprendizajes, tiempo requerido para abarcar los contenidos y definir una propuesta del perfil idóneo de los asistentes y del docente que participa en este tipo de programas, siempre en aras de la mejora del proceso enseñanza aprendizaje (4). Pues tanto los encargados como los docentes de estas actividades deben estar calificados para realizar los procesos que hacen posible el desarrollo de la acción educativa: análisis de necesidades, programación, diseño y elaboración de metodologías, ejecución de técnicas, evaluación y seguimiento de los aprendizajes.

1. Objetivos de aprendizaje

Deben orientarse al logro de conocimientos, destrezas o habilidades por parte de los médicos inscritos en el sistema y su relación con mejoras en la calidad de atención de los pacientes y deben especificarse clara y concretamente para que sean susceptibles de un control y evaluación posterior de los aprendizajes (5)

Estos objetivos generales y específicos deben discutirlos el encargado de la actividad con los médicos inscritos para asegurar su comprensión por parte de todos los involucrados en el proceso y deben acatarse sugerencias de estos últimos para llevarlos a la práctica siempre que consideren que estos cambios beneficiarían el proceso. No obstante debe quedar claro que aunque estuvieran bien definidos, es necesario que se haya elegido una metodología acorde con ellos para conseguirlos.

2. Metodología

Como se ha mencionado, quien funja como docente no solo debe prepararse y preparar, técnica y didácticamente la materia sobre la que trata el curso, sino también pensar en las técnicas que necesita para que el médico participe, idear como lo va a motivar, analizar el tiempo que necesita para poner en práctica las actividades que realizarán y estar preparado a manera de plan de contingencia sobre los contenidos que dejaría fuera del programa en el caso de que no le diera tiempo de trabajar toda la materia programada.

De tal forma que los métodos deben ser dinámicos, activos y facilitadores de aprender a razonar, pensar y ser agentes del propio aprendizaje. Para aplicarlos con eficacia se debe valorar previamente: los factores que condicionan el rendimiento del grupo, como la cohesión del grupo, el sentimiento individual de pertenencia al grupo, la interacción entre el docente y el grupo y la organización y el clima de trabajo, que le permita por un lado satisfacer las necesidades personales y sociales, y por otro lograr desafíos y resultados comunes, resolver problemas y producir nuevos conocimientos . Se debe conocer las necesidades de los médicos, por qué están en la actividad, de dónde vienen, qué quieren y para qué los nuevos conocimientos, habilidades y/o destrezas.

Por otro lado, el encargado debe tomar en cuenta al trabajar con el grupo que:

- Un tamaño ideal y práctico de grupo no debe ser excesivo de participantes, para que le permita conocer y valorar la individualidad y aportes de cada uno. Un tamaño de grupo numeroso, como los que se acostumbran en los congresos, simposios o jornadas de actualización, no valora realmente el aprendizaje de cada individuo ni permite una retroalimentación efectiva.

- Características del grupo: la heterogeneidad exige al encargado sensibilidad y experiencia para facilitar el aprendizaje, comprendiendo el nivel de significancia distinto en cada especialidad profesional y los intereses que los motivan al proceso.

- Los principios de los participantes: como metas y objetivos comunes, normas y reglas de comportamiento, valores, asignación de tareas, responsabilidades y modelos de comportamiento (2).

Se podría hacer uso de métodos expositivos y métodos participativos siempre y cuando se tomen en cuenta las indicaciones y limitaciones que cada uno le ofrece al proceso de aprendizaje:

a. Método expositivo:

Sería útil cuando se necesite comunicar experiencias vividas y los asistentes no posean conocimientos previos necesarios sobre las diferentes áreas de una especialidad, no hay mucho tiempo para elaborar la participación del grupo, conceptos o relaciones que han de conocerse por todos los médicos. Este tipo es el método comúnmente usado en las actividades presenciales. Como se ha dicho no es el método ideal pues no permite una participación fluida de todos los involucrados, pero es la forma de llegar a mayor número de personas en poco tiempo.

Si se considerara su uso, la calidad del docente es necesaria, pues el médico adopta una actitud de escucha y lo importante sería detectar si esta escucha es activa, asegurando una retroalimentación, haciendo preguntas e intercalando momentos activos, haciendo que los médicos reflexionen, manteniendo una actitud abierta para el diálogo, la comprensión y la escucha.

b. Métodos participativos:

Serían útiles para el aprendizaje de destrezas o habilidades (procedimientos quirúrgicos y de evaluación diagnóstica) mediante la participación activa de los médicos, lo cual facilitaría la adquisición de conocimientos, aunque hay que considerar que no todos las personas aprenden al mismo ritmo y que no descubren con la misma profundidad experiencias significativas.

También serían útiles estos últimos para reforzar la participación de los asistentes, su creatividad y razonamiento lógico, despertando el interés y la atención, al recibir información sobre conocimientos, comprensión y opinión de cada médico y poder razonar con él sobre los mismos.

En este sentido se debe recordar que la participación favorece la interacción, la cooperación y el aprender de uno mismo y de todos los miembros que participan en el proceso. En este caso, como técnicas se pueden usar:

- Lluvia de ideas; con el objeto de generar, analizar, decidir y aplicar ideas.

- Debate dirigido; moderando y coordinando una discusión informal, con el objeto de lograr la participación, expresión de conocimientos y búsqueda de solución a un tema teórico.

- Estudio de casos; presentando un caso real, que haya sido debidamente estructurado por el encargado con el fin de lograr los objetivos educacionales, para analizarlo con el grupo y así resolver un problema aprendiendo a razonar sobre él.

- Simulación de una situación; similar al anterior, se podría idear una situación de aprendizaje de simulación de un caso con el objeto de analizarla y evaluar las competencias que exige una situación o la especialidad médica que se posea (3).

De todas formas sea cual sea el método o la técnica elegidos, el encargado debe tener conocimiento y dominio técnico de los medios didácticos que utilice, ya sean documentos, pizarra, retroproyector, equipo e instrumentos específicos de su especialidad, impresos audiovisuales o sistemas multimedia. Y debe utilizarlos para ayudar a conseguir el objetivo de aprendizaje en el momento oportuno para obtener el mayor beneficio pedagógico, adecuándose al espacio y siendo accesibles a todos los asistentes.

Además el encargado debe asegurarse de alguna forma que todo su esfuerzo no ha sido en vano y estar conscientes de que si el asistente falla, la mayor responsabilidad recae no en él sino en la persona que tuvo a su cargo lograr que adquiriera nuevos conocimientos. Esto exige una forma de control de los aprendizajes por el encargado y justifica la existencia de un sistema de evaluación formal de las actividades, orientada hacia el logro de los objetivos educacionales propuestos inicialmente.

3. Evaluación

Los encargados y los propios docentes entre sí deben concientizarse de que la evaluación es útil para controlar la calidad de la enseñanza y permite decidir si se han conseguido realmente los objetivos educacionales propuestos en el ámbito de conocimientos, destrezas y actitudes para su desarrollo social y profesional (5). De tal forma que la actitud y disposición hacia la evaluación es un factor para obtener resultados de calidad, profesionalidad y mejora de la competencia y actitud tanto del alumno como del mismo docente.

Además, los encargados deben estar conscientes de que en el proceso enseñanza aprendizaje intervienen el alumno, el docente y una situación de aprendizaje y en este sentido esta tríada se convierte en los protagonistas sujetos de evaluación (3). Un verdadero proceso de evaluación no debería centrarse en una encuesta de opinión, tal como se ha venido haciendo hasta la fecha, que incluso es voluntaria, y que incluye opinión sobre la actividad, instalaciones físicas, recursos didácticos, recursos humanos y sugerencias, pero que no valora si efectivamente se lograron los objetivos educacionales propuestos o si se tuvo una actitud de escucha activa por los médicos.

Estas encuestas de opinión son útiles para los encargados para orientar en última instancia las actividades desde un punto de vista meramente comercial y no académico, pero a todas luces este tipo de encuestas no evalúa el logro de los objetivos educacionales. Para lograr una evaluación efectiva el encargado y quienes funjan como docentes deberían ser capaces de:

- Crear instrumentos o ejercicios prácticos (individuales y grupales), actividades, trabajos de investigación, cuestionarios, elaboración de modelos, análisis de casos, que desarrollen la actitud de participación, imaginación, creatividad y actividad del asistente individual y grupal

- Utilizar pruebas objetivas de conocimientos, mientras se desarrolla el propio proceso de aprendizaje: ejercicios prácticos (individuales y grupales), actividades, trabajos de investigación, cuestionarios, elaboración de modelos, análisis de casos, etc., que proporcionen retroalimentación al docente sobre el aprendizaje de conocimientos. El rendimiento se puede evaluar con pruebas teóricas, orales o prácticas, con preguntas cortas una vez que el alumno deba poseer los datos necesarios para la respuesta, con capacidad de contener una sola respuesta, carente de términos confusos o absolutos (nunca o siempre), y que revelen el dominio del objetivo con claridad y precisión y cuya respuesta no esté implícita en la pregunta.

- Dar oportunidad para que el médico demuestre lo que la ha aprendido a través del interrogatorio y la interacción con el docente y con sus compañeros, mientras se lleva a cabo el propio proceso de aprendizaje.

- Observar sistemática y objetivamente comportamientos concretos, en relación con los objetivos de aprendizaje utilizando criterios previamente definidos en relación con un comportamiento: puntualidad, participación, ejecución de trabajos, y hacerlo en forma periódica durante el transcurso de la actividad.

Al final del proceso la evaluación permitiría determinar los logros, competencia y rendimiento y de esta forma le permitiría al encargado valorar la dinámica que siguió durante el programa, evaluar su capacidad e incorporar acciones de mejora y actualización metodológica. También la información recogida sería de utilidad para la toma de decisiones en cuanto a adaptar, modificar o mejorar los programas en relación con las demandas sociolaborales de los participantes y para la planificación del tiempo que requiere el logro de cada objetivo de aprendizaje (6).

4. Tiempo

En el caso de la Educación Médica Continua, se trata de médicos ya formados en su campo, que tienen como limitaciones para participar en estas actividades no solo el poco tiempo con el que cuentan sino entre otros el hecho de la poca accesibilidad a ellas y el esfuerzo personal económico, familiar o laboral que representa (3). Lo que justifica que el tiempo destinado para cada objetivo de aprendizaje deba ser muy bien establecido: ni mucho que desvirtúe la puntualidad y el aprovechamiento del tiempo, ni muy poco que preocupe a los participantes sobre la posibilidad de lograrlo y los desmotive a continuar asistiendo.

Se debe además estar preparado en caso de que de acuerdo con las características de los participantes el tiempo destinado para que se logren todos los objetivos de aprendizaje resulte abundante o insuficiente, de tal forma que sea capaz de modificar los contenidos o enriquecerlos con metodologías no planeadas inicialmente, en este sentido es importante el seguimiento del proceso y la evaluación que debe realizar periódicamente el encargado.

Por lo anterior para que el proceso tenga éxito, sería ideal que el encargado no sea elegido por inopia o por subjetividad de las Entidades Prestadoras de Educación Médica Continua, sino que cuente con ciertos requisitos académicos y laborales si desea participar como tal en el Sistema de Educación Médica Continua.

5. Perfil del Encargado

Los encargados de las actividades de Educación Médica Continua deben ser especialistas en su campo de trabajo, tener conocimientos de didáctica universitaria, técnicas metodológicas de educación de adultos y técnicas de evaluación de los aprendizajes. Deben tener dominio técnico de la medicina, habilidad pedagógica para enseñarla, experiencia laboral en el campo de estudio y tener apertura social y sensibilidad respecto del contexto sociolaboral en que se desempeñan sus potenciales alumnos: CCSS, INS, Poder Judicial, Universidades, Hospitales o Clínicas Privadas. Todo esto requiere conocimientos, competencias de personalidad, actitudes y aptitudes.

Es necesario que esté consciente de que él no tiene todo el conocimiento y que es un facilitador del proceso. Sin embargo, si bien el logro de los objetivos educacionales y de las metas propuestas no sería posible aún para la persona mejor preparada y más experimentada, si ésta no utiliza una metodología didáctica adecuada para lograrlos y para dar seguimiento a los aprendizajes, tampoco sería posible si no toma en cuenta las expectativas, intereses o motivaciones de los potenciales asistentes, su formación académica, su experiencia laboral y la realidad sociocultural en que se desenvuelven.

6. Perfil del asistente

Los asistentes de las actividades de educación médica continua pueden ser médicos generales o especialistas, además estudiantes de ciencias de la salud aunque no estén inscritos en el Sistema, con experiencia laboral o sin ella y pueden incluso no estar trabajando. Por otro lado pueden provenir de diferentes áreas de Salud del país. Esto confiere una diversidad de características al grupo, que justifica especificar claramente a quien se dirige cada actividad, pues un mismo tema se debe abordar de forma diferente para cada cual, con objetivos de aprendizaje con distintos niveles de complejidad y además, dependiendo del área de Salud donde laboren, unos objetivos podrían resultar más relevantes que otros aún para médicos especialistas en el mismo campo (6).

El participante básicamente debería tener deseos de aprender nuevos conocimientos o actualizar sus conocimientos previos y estar dispuesto a cumplir con el programa de actividades, participar de ellas y aportar sus puntos de vista, así como someterse a un tipo de evaluación definido. Debe estar consciente de que él es un sujeto activo en el proceso y que los conocimientos, habilidades y destrezas que puede aprender en la actividad, le permitirán desempeñarse mejor laboralmente.

Si se consideraran estos elementos, dada la perspectiva de la educación permanente en esta área, se podría lograr a futuro mejoras en el proceso de capacitación y garantizarse que efectivamente va a mejorar la calidad de atención de los pacientes, mediante la actualización o adquisición de nuevos conocimientos, habilidades o destrezas por parte de los profesionales, que es la razón de ser de la implementación del Sistema de Educación Médica Continua (Tabla 1).


Recomendaciones

Las Entidades Prestadoras de Educación Médica Continua en la búsqueda de la competitividad, el avance tecnológico, el crecimiento, la expansión y los niveles de rentabilidad financiera, requieren necesariamente que los encargados de las actividades de Educación Médica Continua, comprendan que la capacitación es imprescindible si se quiere asumir una posición de compromiso con metas y valores. Constituyen verdaderamente un equipo, que aprende a hacer las cosas cada vez mejor, manteniendo una cultura de aprendizaje permanente, con responsabilidad y creatividad, considerando la calidad integral del proceso. Los encargados deben ser personas abiertas a la modernización, a la ruptura de paradigmas y tradiciones, a nuevos aprendizajes y que acepten nuevos riesgos y retos.

Esto permitiría ofrecer mejor servicio de apoyo e información a los médicos, extender los servicios mediante actividades a distancia o aplicaciones en Internet y habilitar a los encargados para ser más eficientes. Solamente evaluando la situación actual de los encargados se pueden identificar las brechas que existen en relación con una situación ideal de proceso donde se logren efectiva y eficazmente los aprendizajes del médico inscrito en el Sistema.

El proceso de capacitación a encargados debe orientarse a:

- Dotarlos de habilidades para mejorar la calidad del proceso enseñanza-aprendizaje, como la comunicación eficiente, la actitud crítica e investigativa.

- Mejorar la capacidad para organizar el trabajo propio y el de los participantes y la coordinación de equipos de trabajo.

- Conocer la importancia de la administración del tiempo, la motivación, el valor de su papel como facilitadores de los aprendizajes.

- Desarrollar las habilidades de evaluación de los aprendizajes.

- Comprender el perfil del médico como adulto inmerso en una realidad sociocultural y laboral con intereses particulares.

- Diseño y elaboración de materiales, proceso y estrategias metodológicas.

- Ser capaces de dar respuestas válidas a las exigencias del mercado laboral, necesidades laborales, económicas y sociales del país.

Desde esta perspectiva, el éxito del proceso va a depender de la capacitación del recurso humano de la Entidad Prestadora de Educación Médica Continua y en el contexto administrativo el desarrollo de este recurso humano es de vital importancia para aumentar su productividad y conseguir un crecimiento de la Entidad. Por lo tanto, esta debe orientar esfuerzos a que los encargados de estas actividades sean competentes para enfrentar la creciente evolución tecnológica, las diferentes actitudes sociales, las relaciones y los cambios constantes en las expectativas y necesidades de los médicos discentes. Se requiere crear una cultura de calidad que permita convertir los problemas en oportunidades de mejora, fomentando la flexibilidad, autonomía y creatividad de los encargados.


Referencias bibliográficas

1. Mejía, I. y otros. "Capacitación pedagógica de los responsables de la educación permanente". Educación Médica y Salud. 23(3): 283-295, 1989.        [ Links ]

2. Herraiz, M.L. Formación de formadores. Montevideo: Cinterfor/OIT, 1999.        [ Links ]

3. Apps, J. Problemas de la educación permanente. Barcelona: Editorial Paidós, 1999.        [ Links ]

4. Clasen, M. y Casas, M. "Contribución a la formulación de un marco conceptual de educación continua en salud". Educación Médica y Salud. 21(1):1-10, 1987.        [ Links ]

5. OMS. "Métodos de evaluación del aprendizaje". En: Estableciendo un programa de aprendizaje a distancia en seguridad sanguínea: una guía para coordinadores de programa. Ginebra:OMS, 2000.        [ Links ]

6. Malagón-Londoño, G. "La docencia en el Hospital". En: Administración Hospitalaria. Colombia: Editorial Médica Panamericana. 1996 p. 527-38.        [ Links ]

7. Cascante, L y González, F. Compiladores. Planteamiento didáctico. Heredia, Costa Rica: Programa de Antología de Lecturas. Corporación Cultural Santa Cecilia, 1995        [ Links ]

8. Consejo de Recertificación Médica. Reglamento del Sistema de Recertificación Médica. San José: Colegio de Médicos y Cirujanos de Costa Rica, 2000.        [ Links ]

 

* Especialista en Medicina Forense, Médica Asistente de la Clínica Médico Forense, Poder Judicial. Master en Administración Médica
Directora de Grado, Cátedra de Medicina Legal, Universidad de Costa Rica.
Apdo. Postal 2331-1002, San José, E-mail: gflores68@racsa.co.cr

Recibido para publicación: 17-01-04
Aceptado para publicación: 12-02-04

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