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Medicina Legal de Costa Rica

On-line version ISSN 2215-5287Print version ISSN 1409-0015

Med. leg. Costa Rica vol.13-14 n.2-1-2 Heredia Nov. 1997

 

La ergonomía en el trabajo mental
 
 Dr. Jean Claude Norman
 
 
Después de haber abordado el lado físico de la actividad profesional voy a tratar el lado mental.
 
Es un defecto clásico separar en la actividad profesional, la actividad física y la actividad mental.

De hecho el mismo trabajo manual tiene un componente mental en el sentido que requiere siempre un manejo de la información.

Esta diapositiva reproduce un cuadro pintado por Gustav Queibor, que data de 1875 y es la ilustración del trabajo de pulidores de piso de madera. Seguramente es penoso en el plano físico porque hay una parte de movimientos de ida y otra de vuelta del tronco torácico hacia adelante y atrás con necesidad de apoyo de los brazos que sostienen la herramienta en las manos en una postura que no debe ser nada cómoda de rodillas con las piernas separadas, para poder pasar el pulidor sobre el piso. Este tipo de trabajo manual tiene dificultades físicas significativas. Por lo tanto hay obligatoriamente también informaciones visuales y sensitivas que percibir y catar como el grado de pulido, el aspecto del piso de madera, la inclinación del instrumento, la presencia de un nudo en la madera que la hace más difícil.

Todas estas informaciones van a modificar el proceso operatorio y ellas son indispensables al artesano para hacer bien su labor. Por supuesto es la preponderancia de la parte mental ante la parte física la que va a calificar una actividad profesional dada, en mental. No hay oposición ni separación rígida.

En Ergonomía, la carga mental puede definirse como el costo inducido por los componentes mentales de un trabajo. Es lo que se llama la obligación, lo subjetivo que resulta de la puesta en juego de diferentes funciones cognitivas como la percepción, la memoria, la representación mental y el razonamiento.

Esta obligación representa de cierta forma el grado de movilización que la actividad mental requiere del operador.

El término de carga mental existe en la literatura psicológica desde fines del siglo XIX, pero su estudio se ha desarrollado en los años 50 sobre las cargas particulares. En efecto en tanto que la dificultad física, la nocividad química o el peligro eran factores preponderantes de las condiciones del trabajo en la mayoría de los cargos industriales, la carga mental solía estar considerada como una cuestión secundaria. Los puestos de trabajo susceptibles de estar incluidos en este estudio de la carga mental dejan puestos especiales como piloto de avión, controlador de la navegación aérea, conductores de procesos químicos, operadores en centrales eléctricas o nucleares. La diapositiva siguiente ilustra la sala de comandos de la central nuclear del Bige, situada a unos 30 kilómetros de Lyon. Como ustedes ven sobre la diapositiva o como ustedes pueden imaginar estos cargos tienen un cierto número de particularidades. Hay una gran cantidad de señales, de paneles, de luces, de esquemas. El tratamiento de estas informaciones es complejo. Y hay también molestias de tiempo debidos a la urgencia de ciertas decisiones a tomar. Hay un riesgo elevado de errores, en fin, en caso de decisión inapropiada las consecuencias pueden ser graves lo mismo que dramáticas. Esto está bien ilustrado por la conducta de las centrales nucleares, pero también particularmente por los controladores de navegación aérea.

Uno de los primeros puntos estudiados por estos puestos de trabajo limitados en un número era el hecho del límite de la capacidad del tratamiento de esta información.

En el curso de los años 80, la evolución de las tecnologías se hizo con la generalización de la automatización y sobre todo de la informática. Esta se expandió en todos los sectores profesionales y a todos los niveles y tiende en este momento a generalizarse.

De este hecho que la pregunta de carga mental se plantea muchísimo para un gran número de individuos, lo mismo si este trabajo es particularmente complejo sobre el plano mental.

Este gran número hace que los Médicos del Trabajo están en este momento implicados por este problema que ustedes pueden ver ilustrado aquí con el primer ordenador en nuestro laboratorio y su mouse hace 10 años.

La carga mental no es en sí una molestia ni una enfermedad. No hay que combatirla en sí misma pero hay que controlarla para que ella sea mantenida entre ciertos límites altos y bajos que deben estar definidos en función de los individuos implicados y de los niveles de rendimiento o de fiabilidad requerida.

Como ustedes lo ven sobre esta diapositiva, hay una curva en U inversa que esquematiza la relación entre la carga y el nivel de conformidad. En abscisas: complejidad de la actividad (débil-alto), en ordenadas eficacia del trabajo, (débil-alto). Para pocas cargas el nivel de conformidad es débil. Hay una cierta carga para un máximo y después para fuertes cargas disminuyen de nuevo.

El trabajo como una sobrecarga mental permanente es muy a menudo sinónimo de trabajo repetitivo, monótono y poco interesante. Una cantidad muy débil de las informaciones a tratar provoca una baja de activación cortical y una disminución de rendimientos sensoriales o intelectuales, baja de rendimiento que se acompaña de una baja de confianza. A la inversa la sobrecarga mental a menudo asociada a una sobrecarga sensorial de origen visual lleva a la fatiga, la ansiedad, la nerviosidad y al aumento del riesgo de errores que puede acompañarse de un estado depresivo o la toma de conciencia del operador de la insuficiencia de su rendimiento.

Nosotros vamos a abordar ahora los factores generadores de la carga mental. Ellos son muy numerosos pero responden a un mecanismo general. Es un factor potencial de carga mental todo lo que contribuye a disminuir la capacidad total de manejo o a aumentar su dificultad. Es clásico clasificar los factores de carga mental en factores externos a la persona; factores ligados al cargo (actividad) y en factores ligados al medio ambiente.

También se agregan igualmente factores individuales ligados al operador.

Los factores ligados al cargo en principio yo los he agrupado en cuatro grupos.

El primero es la naturaleza del cargo en sí mismo. Es la complejidad de un trabajo requerido, la cantidad de informaciones a tratar, la necesidad de efectuar múltiples cargos en el mismo tiempo y el manejo de informaciones codificadas más que de informaciones directas.

El segundo es el nivel de rendimiento exigido o deseado. Se trata por ejemplo de la urgencia de una acción o de una decisión, la necesidad de realizarlo en un tiempo límite, el hecho de realizarlo en el momento preciso. Esta noción de rendimiento se diferencia según el sector del trabajo. Es lo que se llama la distancia entre la actividad y la producción final del operador y puede ser importante como por ejemplo un operador en sala de control delante de pantallas que no producen directamente electricidad o productos químicos para intervenir en un proceso más global.

El tercer ítem son los medios puestos a la disposición de los operadores. Esta palabra medios hay que tomarla en el sentido más amplio e incluye no sólo las herramientas de producción, sino también todos los diferentes aparatos procesadores, programas informáticos a su disposición. Estos diferentes medios van a dar al operador informaciones que deberá tomar en cuenta y manejarlas para efectuar su trabajo. Estas informaciones tienen a la vez un aspecto cuantitativo y un aspecto cualitativo. Estas informaciones dadas por las máquinas a disposición de los operadores llegan a una carga variable, en función del tipo de cooperación con el hombre y el sistema previsto por otras personas los ingenieros conceptores de estas máquinas.

El cuarto factor es la organización del trabajo. Se trata de la repartición de las funciones entre las personas y en el tiempo. Esto es lo que se llama el trabajo prescrito que determina la función de cada operador y que determina también el tiempo impartido para efectuar este trabajo. El grado de libertad donde dispone un operador para modificar el modo operatorio para adaptarlo en función de sí mismo, es un elemento de carga mental. Lo mismo el rol de las pausas es importante. La diferencia horaria de ocho horas que yo he sufrido viniendo de Francia es y me doy cuenta un factor bastante importante de carga mental y también de carga física.

Al lado de los factores ligados al trabajo en sí mismo y al cargo, existen también factores ligados al medio ambiente físico del puesto de trabajo. Se trata de factores de ambiente clásicos como la luz, el nivel del ruido, la temperatura, las vibraciones. Su rol es más o menos importante. Se conoce la importancia de una luz insuficiente para la toma de informaciones visuales.Un ambiente sonoro con mucho ruido puede perturbar notablemente la actividad intelectual, pero el ruido puede ser una fuente de informaciones para el operador y tratarse como un elemento estimulante positivo. Lo mismo las diferencias importantes con respecto a las temperaturas que sea un exceso de frío, o un exceso de calor pueden tener inicialmente un efecto estimulante pero luego más o menos rápidamente una baja del rendimiento intelectual.

Al lado de estas obligaciones ligadas al trabajo en sí mismo, al cargo, o al medio ambiente físico del puesto de trabajo interviene igualmente el operador con sus fuentes muy variables según los individuos. Estas fuentes pueden ser clasificadas en factores individuales de competencia y elementos afectivos.

Los factores individuales: primeramente tenemos que tomar en cuenta la salud del individuo y si conoce la influencia de ciertas patologías agudas o crónicas sobre las funciones cognitivas.

El rol de los medicamentos: el alcohol, el tabaco, no hay que dejarlos de lado en materia de umbral sensorial o vigilancia. Ciertas patologías mentales pueden perturbar las funciones intelectuales. La edad tiene efectos variables y a veces contradictorios. Se conoce la degradación de las capacidades sensoriales vista y oído con la edad, pero con la edad se adquiere una experiencia profesional importante que puede preponderar los efectos negativos con un proceso operatorio diferente en cada persona joven y en la persona de edad, para resultados idénticos. Las obligaciones de tiempo son muy a menudo bien soportadas cuando son personas de una cierta edad sobre todo en la capacidad de adaptación, la plasticidad de la manera de pensar pueden estar disminuidas en las personas de más edad, lo que lleva a una sobrecarga de la carga mental para funciones que implican adaptaciones rápidas o frecuentes.

El segundo factor es la competencia del operador. Ellas dependen del nivel de formación, de aprendizaje, del tiempo que lleva en el cargo, de la experiencia profesional. Esto es lo que se llama el saber y el saber hacer. La competencia depende de las capacidades individuales pero también de situaciones de trabajo en las que ella se puede desarrollar.

Las situaciones de trabajo: trabajo precario, determinados contratos, conducen a situaciones donde la competencia tiene más dificultades a construirse que antes.

El tercer factor son los elementos afectivos y psíquicos. Es como la forma personal del operador de percibir su trabajo y lo que el trabajo representa para él. Es la noción de oficio.

No es fácil evaluar las obligaciones inducidas por el trabajo mental, la multitud de métodos opuestos es testimonio de esta dificultad y ningún método puede ser considerado como satisfactorio. Estos métodos pueden estar agrupados en cuatro categorías como ustedes lo ven en esta diapositiva. La primera categoría: grupa los parámetros fisiológicos. Son de hecho el objeto de numerosas investigaciones sobre todo al principio de las años 70. Entre las más estudiadas se pueden citar la actividad electrocortical con electroencefalograma y los potenciales evocados. Se sabe por ejemplo, que la naturaleza de las ondas electroencefalográficas varía en función del estado de la actividad.

La actividad ocular fue igualmente estudiada. En el caso del movimiento de los ojos, de la dirección de la mirada, o de la frecuencia crítica de la función.

Es lo mismo para los parámetros cardíacos. Como la frecuencia cardíaca, la variación de la arritmia fisiológica y las modificaciones de la presión arterial. Nosotros ya hemos citado este parámetro como factor de la medición del trabajo físico. Se puede todavía citar la actividad respiratoria con las variaciones de ritmo. La actividad mioeléctrica de los músculos de posición principalmente al nivel de la cabeza y los potenciales electrodérmicos y la investigación de la modificación de la resistencia al nivel cutáneo y para terminar los niveles sanguíneos u orinarias de esteroides o de catecolamina. Se puede decir de forma categórica que ninguno de estos parámetros ni es ostensible ni es específico del trabajo mental, pero pueden de todas formas aportar un cierto número de datos pero estos parámetros deben siempre estar complementados por otras técnicas.

El segundo grupo es la evaluación subjetiva de los operadores. Esta evaluación se puede hacer sea por una entrevista individual o colectiva con los operadores; sea a través de un interrogatorio escrito. No es un método objetivo de evaluación de la obligación, pero recoge su opinión de la obligación. Es entonces un elemento subjetivo que nos es obligatoriamente correlacionado con los resultados dados por otros métodos. En efecto los operadores confunden a menudo la dificultad del cargo y la fatiga. Estos métodos tienen también límites y no pueden ser complementados por otros datos.

El tercer grupo: es el método dicho de la doble función. Este método está basado sobre la hipótesis que el hombre tiene una capacidad limitada al manejo de la información. Es la hipótesis del "canal único". En esta hipótesis la movilización mental del operador es proporcional a la dificultad de su tarea y queda una capacidad residual inmensamente proporcional a esta tarea. Este método consiste en poner a la persona dos trabajos en paralelo. Uno principal, donde puede medir la tarea y otro secundario, artificial. Este método ha estado muy de moda en los años 70 y hoy es menos utilizado, en particular porque supone sin razón, la estabilidad de modos operatorios del cargo principal, sea cual sea su dificultad.

El cuarto grupo es el análisis de la actividad del operador. Este método aporta datos precisos, pero exige una metodología muy a menudo larga y delicada. Las técnicas utilizadas actualmente se basan esencialmente sobre la comprensión del cargo y la actividad cognitiva del operador, es decir, comprenden cómo el operador hace realmente para realizar su tarea. En efecto, cuando una obligación aumenta, el operador está llamado a modificar sus modos operatorios. En general lo simplifica para que la tarea pueda ser realizada así deba sacrificar ciertos criterios cualitativos. Es esta variación la que es importante a estudiar.

Así en conclusión se puede decir que el trabajo mental es uno de las componentes de toda actividad profesional. Su evaluación es actualmente difícil. No hay un indicador fisiológico sensible específico, los otros métodos son complejos y largos. No se puede separar el trabajo mental de las condiciones de trabajo en general. El médico del trabajo tiene que considerar que las obligaciones mentales pueden tener también condiciones materiales de trabajo, factores sociales, como por ejemplo, la precaridad del empleo. Yo creo que no se puede actualmente disociar el operador, el Médico del Trabajo debe tomarlo en su globalidad, a la vez física, psíquica y social.

PREGUNTA: me gustaría conocer tal vez muy rápidamente, si tienen algún esquema para el estudio de infartos como riesgo de trabajo.

RESPUESTA:

Se puede reconocer la situación como un infarto secundario o reconocido como accidente de trabajo. Es el caso de un trabajador que luego de una disputa acalorada con el empleador tuvo un infarto de corazón, infarto que fue reconocido como un infarto accidente de trabajo. También otro caso como un infarto luego de un esfuerzo físico particularmente alto, que también fue reconocido como infarto de trabajo. Lógicamente hay otros elementos a considerar como por ejemplo si la persona es portadora de hipertensión arterial o bien tiene problemas de colesterol, de problema metabólico de los lípidos.

En este caso hay que reconocer la situación de un estado anterior dado por enfermedades que no tienen que ver nada con el trabajo. Bueno siempre en estos casos cuando existe el estado anterior se reconoce como infarto del miocardio pero para efectos indemnizatorios hay que hacer esta separación.

PREGUNTA: Algunas medidas preventivas en relación a los maestros, ya que, en este país muchos maestros no tienen el cien por ciento padecen de problemas de foniatría al final de su carrera o en medio de su carrera.

RESPUESTA: En Francia los profesores de primaria son muy mal enseñados desde el punto de vista de su oficio o de su trabajo, porque no se les enseña a hacer una buena utilización de la voz. Hay medidas preventivas pero son muy poco desarrolladas.

PREGUNTA: El profesor mencionó que cuando hay un trabajo repetitivo, monótono y poco interesante, la carga mental era más elevada y eso podía llevar a ansiedad, nerviosismo, una disminución en la productividad. Yo quería saber qué experiencia tienen ellos cuando se llega a un límite en que este profesional, o este trabajador llegó al punto máximo de la disminución de su productividad por el tipo de trabajo que realiza. ¿Qué hacen?. ¿Lo reubican, lo indemnizan, le ajustan sus labores, sus horarios, qué hacen con este tipo de trabajadores?.

RESPUESTA: Es una respuesta un tanto complicada y larga, en que se toman en cuenta estas cosas y luego se trata como de aumentar el interés por las tareas o el trabajo que realiza esa persona. Depende de la capacitación o calificación del individuo, del asalariado. Un trabajo menos fraccionado menos repartido, con más responsabilidad. Eso va parejo con las operaciones que realiza la persona. Por ejemplo si son tareas repetitivas como por ejemplo de meter un tornillo en un hueco en una pieza y siempre la misma cosa, eso es poco interesante, eso es monótono. Al contrario, si la persona arma todo el complejo, un motor por ejemplo, o por lo menos una parte del motor, eso es más interesante para esa persona, es menos monótono. Y luego de poder tomar decisiones sobre las mismas tareas que él hace. Una especie de gerente de su propio trabajo, él toma decisiones sobre las tareas que está desarrollando. Es difícil, en muchas ocasiones cada trabajador busca o llega a obtener lo que él busca, pero no siempre.

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