SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.34 suppl.HematuriaObesidad y mecanismos reguladores del apetito author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

Related links

  • Have no similar articlesSimilars in SciELO

Share


Revista Médica del Hospital Nacional de Niños Dr. Carlos Sáenz Herrera

Print version ISSN 1017-8546

Rev. méd. Hosp. Nac. Niños (Costa Rica) vol.34  suppl.0 San José Jan. 1999

 

Estructuras E.N.E y su relación con la microsporidiosis:  un hecho histórico
 
 
Dr. Marco T. Morales*   y   Dr. Misael Chinchilla**
 

La microsporidiosis es producida por un grupo de protozoarios parásitos del hombre descritos inicialmente en insectos, siendo que su conocimiento inicial se debió a circunstancias puramente económicas. En efecto, la muerte de los gusanos de seda debida a Nosema bombycis y de las abejas productoras de miel también causada por nosematosis según cita Nageli (7) y Weber / Bryan (10) fueron los primeros indicios de la presencia de estos organismos. Posteriormente se encontraron en todo tipo de hospederos tales como otros insectos, peces, aves y multitud de mamíferos.

En 1959, Matsubayashi (5), los describe por primera vez en el ser humano. Después se informa de los primeros casos humanos de microsporidiosis en pacientes  HIV positivos, incluyendo la primera descripción de Enterocytozoon bieneusi en un paciente con diarrea (4). Posteriormente aparece mucha información acerca de más infecciones producidas por estos organismos, tanto en individuos inmunosupresos como en inmunocompetentes Cali (1), Sandford (8) y Webwe et al. (10,11).

Desde 1982 comenzamos a observar en las heces de los niños con problemas diarreicos, hospitalizados en el Hospital Nacional de Niños; San José, Costa Rica, cierto tipo de estructuras granulares, que analizadas posteriormente, a la luz de los conocimientos de los agentes evolutivos de la microsporidiosis, son similares a ellos en sus características morfológicas. Consideramos que esas estructuras que venimos observando desde hace ya bastante tiempo nos permitieron establecer hipótesis de que son parásitos que causan problemas patológicos en los niños o, al menos, se establecen en infecciones concomitantes bacterianas, parasitológicas o virales. Un análisis de este hecho histórico constituye la razón del presente trabajo que queremos agregar como contribución al estudio de los microsporidios.
 
  
Material y métodos

Se estudiaron pacientes que al momento del ingreso a Hospital Nacional de Niños, tenían síndrome diarreico, cuyas heces presentaban unas estructuras redondeadas amarillentas al ser observadas al microscopio a fresco y con un diámetro de 15 a 30 micras (Figura 1). Posteriomente las estudiamos con diferentes tinciones y además se hicieron estudios al microscopio electrónico por el método de barrido, según la metodología convencional.

A todos estos pacientes se les hizo, como rutina, el estudio por parásitos intestinales como también tinciones por el método de Giemsa para buscar quistes de Cryptosporidium, bacterias como Campylobacter y Treponema, también se hicieron coprocultivos por bacterias enteropatógenas cuando se consideró necesario.
 

Resultados y discusión

 
Los niños estudiados en 1982 y años sucesivos, presentaban un episodio clínico que coincidía con un cuadro viral, con heces de coloración amarillenta, aspecto que iba desapareciendo conforme evolucionaba el paciente hacia su curación. Al inicio de su proceso diarreico, presentaban fiebre y vómitos que declinaban a las 48 horas; no se observaba aumento aparente posterior del cuadro clínico. En las heces no se encotraban leucocitos ni eritrocitos, pero sí unas estructuras circulares de 15 a 30 micras de diámetro, como se observa en las Figuras 1 y 2, las cuales en su interior mostraban algunos gránulos que al ser teñidos con el colorante de Giemsa al 0,3-0,5% presentaban una colaración eosinófila, muy similar a los gránulos de los leucocitos eosinófilos.

Por estas razones y por no contarse con elementos científicos para su clasificación taxonómica, fueron denominadas por el primer autor de este trabajo con el nombre de estructuras E.N.E. como siglas de «estructuras no identificadas eosinófilas» . Estas estructuras las encontramos tanto en niños aparentemente sin deficiencias inmunológicas, como en otros sometidos a transplantes de riñón y de médula oséa, así como en niños VIH positivos. Su presencia concomitante con Campylabacter, otras bacterias y Cryptosporidium, también fue observada en niños de 4 años de edad, por Morales y Alfaro (6).

 
 

 
 
 
 
 
Al observar estas estructuras E.N.E. a la microscopía electrónica de barrido, se notó que son similares a los acúmulos de esporas de los microsporidios (Figura 3).

Este notable parecido entre las formas identificadas por nosotros como E.N.E. desde hace varios años, y las que hoy conocemos como microsporidios, indica que en realidad ya estos organismos venían encontrándose en nuestro país al mismo tiempo que eran reportados en otros lugares (4,9). La sintomatología mostrada por individuos con diarrea y con presencia de las mencionadas estructuras, concuerda con todo el complejo sintomático que hoy se conoce como microsporidiosis (3,10). Actualmente ya no cabe la menor duda de la presencia de esta infección en Costa Rica; también se han encontrado casos de E.bieneusi según los trabajos de Chinchilla et al.(2) y de Nosema (datos sin publicar). Dada la importancia de la microsporidiosis tanto en indivuos inmunosupresos como en inmunocompetentes (10), lo aquí analizado, cobra mayor importancia ante el hecho de que en nuestro Hospital es común que encontremos casos con diarrea por esta causa, en neonatos y en niños hasta de 4 años de edad, lo que representa unos 1800 casos por año, además se presentan como único agente en nuestras diarreas intrahospitalarias.
 
 

 
 

Dado que el 90% de los casos de microsporidiosis intestinal se debe a E. bieneusi (10), es posible que ésta sea la especie que vanimos reportando desde 1982, pues lo observado microscopio electrónico en aquella opurtunidad coincide con lo que hoy día se visualiza en los estudios realizados con Enterocytozoon bieneusi (Figura 4).
 
 
Resumen

 
Se hace un análisis histórico comparando lo obsevado desde 1982 en material diarreico en niños, internados en el Hospital Nacional de Niños, « Dr. Carlos saénz Herrera»  con los estudios actuales de la microsporidiosis. Según los estudios con microscopía electrónica por el método de barrido, existe similitud notable entre Enterocytozoon bieneusi y las conocidas con el nombre de estructuras E.N.E., (estructuras no identificadas eosinófilas) que hemos observado desde hace más de 15 años. Se analiza este hallazgo como una contribución al estudio de los microsporidios como agentes etiológicos de diarrea.
 
 
Agradecimiento
 
Se agradece la colaboración de la Dra. Joulliana  Malavassi por la preparación de las muestras para microscopía electrónica en 1990; igualmente al Dr. Enrique Freer y su personal por el mismo trabajo contemporáneo, de los microsporidios.
 

 

 
 
 
Bibliografía
 
1.    Cali A., Kotler D. & Orenstein J.: Septata intestinalis n.g., n.sp., an intestinal microsporidian associated with chronic diarrhoea and dissemination in AIDS patient. J.Euk. Microbiol. 40:101, 1993.         [ Links ]

2.    Chinchilla M., Reyes L., Guerrero O. et al: Enterocytozoon bieneusi (orden Microsporidia; Familia Enterocytozoonidae) in Costa Rica: Report of the first human case in Central America: Parasitología al Día 21:119,1997.         [ Links ]

3.    Croft S., Williams J. & McGowan I: Intestinal microsporidiosis. Seminars in Gatrointestinal Disease.      8:45, 1997.         [ Links ]

4.    Desportes I., Le Charpantier Y., Galian A. et al.: Ocurrence of a new microsporidian, Enterocytozoon bieneusi n.g., n.sp., in the enterocytes of a human patient with AIDS. J. Protozool. 32:250, 1985.         [ Links ]

5.    Matsubayashi H., Koike T., Mikata T. et al.: A case of Encephalitozoon like body infection in man. Arch. Pathol. 67:181, 1959.         [ Links ]

6.    Morales M. & Alfaro B.: Diarrea causada por tres agentes etiológicas difernetes. Rev. Cost. Cienc. Med. 6:237, 1985.

7.    Nageli K.: Ueber die neue krankheit der Seidenraupe und verwandte organismen. Bot. Z. 15:760, 1857.         [ Links ]

8.    Sandford J. Hannermann A., Gelderblom H. Et al.: Enterocytozoon bieneusi in an inmunocompetent patient who had acute diarrhea and who was not infected with the human immunoficiency virus. Clin. Infect. Dis. 19:514, 1994.         [ Links ]

9.    Shadducks J., Meccoli R., Davis R, et al.: First isolation of a microsporidian from a human patient, J, Infect. Dis 19:517, 1994.         [ Links ]

10.    Weber R. / Bryan R.: Microsporidian infection in immunodeficient and immunocompetent patients, Clin, Infect. Dis. 19:517, 1994.         [ Links ]

11.    Weber R., Bryan R., Sxhwartz D. et al.: Human microsporidial infections. Clin. Microbiol. Rev. 7:426, 1994         [ Links ]
 
 

* Laboratorio Clínico, Hospital Nacinal de Niños « Dr. Carlos Saénz Herrera» . CCSS. San José, Costa
Rica

** Facultad de Microbiología. Universidad de Costa Rica. San José, Costa Rica.